Un disfraz equivocado
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Un disfraz equivocado
Nadie nació tantas veces como Fernando Pessoa: en Lisboa el 13 de junio de 1888, en abril de 1889 de nuevo en Lisboa y en Tavira el 15 de octubre de 1890, entre otras. Fernando Pessoa nació cuantas veces quiso, ventrílocuo de sí mismo, empeñado en dar no sólo voz sino vida completa (por más que para él poca vida había fuera de la escritura) a todas las voces que le habitaban. Quiso llevar cada matiz, cada contradicción de su alma, hasta el extremo, y para ello creó su interna multitud, su hermandad de heterónimos. Escribió los poemas de todos ellos, publicó sólo cuatro libros en vida y unos cuantos poemas en revistas, y amontonó todo lo demás en un baúl que se haría famoso; un baúl lleno de gente, según expresión feliz de Antonio Tabucchi. Otros poetas modernistas, dice Robert Hass, como Yeats, Pound o Eliot inventaron «máscaras a través de las cuales hablaban ocasionalmente… Pessoa inventó poetas enteros». Fernando Pessoa Un disfraz equivocado ePub r1.0 Titivillus 27.02.16 Título original: O dominó que vesti era errado Fernando Pessoa, 2015 Traducción, selección y prólogo: Martín López-Vega Ilustraciones: Adolfo Serra Editor digital: Titivillus ePub base r1.2 OTRA LEY, UN DESTINO Nadie nació tantas veces como Fernando Pessoa: en Lisboa el 13 de junio de 1888, en abril de 1889 de nuevo en Lisboa, en Oporto en 1887, y en Tavira el 15 de octubre de 1890. Entre otras. Fernando Pessoa nació cuantas veces quiso, ventrílocuo de sí mismo, empeñado en dar no sólo voz, sino vida completa (por más que para él poca vida había fuera de la escritura) a todas las voces que le habitaban. Quiso llevar cada matiz, cada contradicción de su alma, hasta el extremo, y para ello creó su interna multitud, su hermandad de heterónimos. Escribió los poemas de todos ellos, publicó sólo cuatro libros en vida (uno en portugués y tres en inglés) y unos cuantos poemas en revistas, y amontonó todo lo demás en un baúl que se haría famoso, un baúl lleno de gente, según expresión feliz de Antonio Tabucchi. Otros poetas modernistas, dice Robert Hass, como Yeats, Pound o Eliot, inventaron «máscaras a través de las cuales hablaban ocasionalmente… Pessoa inventó poetas enteros». Pessoa hizo escribir a uno de sus heterónimos, Alberto Caeiro: «Si después de que yo muera quieren escribir mi biografía, / no hay nada más sencillo. / Hay sólo dos fechas; la de mi nacimiento y la de mi muerte. / Entre una y otra, todos los días son míos». Ese «míos» encerraba, sin embargo, un desdoblamiento multitudinario. La vida verdadera de Fernando Pessoa fue de tinta y papel. La del ciudadano la contó su amigo João Gaspar Simões en su voluminosa Vida y obra de Fernando Pessoa, que, como se ve, tuvo que recurrir a la obra para encontrar algo de vida. El lector curioso querrá, sin embargo, algunos datos. Nació Fernando Pessoa en Lisboa, como hemos dicho, el 13 de junio de 1888. Tenía cinco años cuando su padre murió de tuberculosis y ocho cuando su madre se volvió a casar con el cónsul de Portugal en Durban. Allá en Suráfrica se crio Pessoa, donde recibió lo que los libros llaman «una educación inglesa». Volvió a Lisboa en 1905, donde se instaló primero junto a su abuela y dos tías. Dos años después murió la abuela dejándole una pequeña herencia con la que montó una tipografía que no tardaría en quebrar. A partir de entonces se dedica a la traducción de cartas comerciales, oficio que desempeñará ya durante el resto de su vida. Murió el 29 de noviembre de 1935 en un hospital lisboeta, probablemente debido a una cirrosis, a los cuarenta y siete años de edad. Su última frase la escribió en un papel ese mismo día, en inglés: «I know not what tomorrow will bring». Si bien la fama de Pessoa es esencialmente póstuma, participó con interés en los debates literarios de su época. En 1915 formó parte del grupo que lanzó la revista Orpheu, que introdujo el modernismo en Portugal y cuyo segundo y último número dirigió junto a Mário de Sá-Carneiro. En esa revista Pessoa publicó poemas con su nombre y el de Álvaro de Campos. En 1924 editó la revista Athena junto al artista Ruy Vaz, fijando en ella su proyecto heteronímico, y publicando poemas de Alberto Caeiro, Ricardo Reis, Álvaro de Campos y Fernando Pessoa. Pero la vida verdadera de Pessoa no tuvo sangre, sino tinta. Escribe en el poema «Navegar es necesario»: «Vivir no es necesario; lo que es necesario es crear». El primero de sus heterónimos, según el propio Pessoa cuenta en una carta a Adolfo Casais Monteiro, nació cuando el poeta aún tenía once años. Su nombre: Chevalier de Pas. En 1899, durante sus años de estudiante en Durban, crea a Alexander Search, a quien utiliza para enviarse cartas a sí mismo. ¿Cuántos heterónimos llegó a crear Pessoa? Los estudiosos que han buceado en su baúl discrepan: el primer inventario, de Teresa Rita Lopes, contó 18; el último, de José Paulo Cavalcanti Filho, 127. No todos, naturalmente, tuvieron el mismo desarrollo ni el mismo interés. El Fernando Pessoa ortónimo, el que firmó con su propio nombre, fue un poeta a caballo entre el simbolismo y el modernismo, reinventor del sebastianismo y autor del único libro en portugués publicado en vida por el poeta, Mensaje (1934). Álvaro de Campos, ingeniero de educación inglesa y origen portugués, comienza su andadura en el decadentismo para adherirse después al futurismo. Ricardo Reis es definido por Pessoa como un médico latinista y monárquico, heredero de la tradición clásica. Alberto Caeiro, el campesino sin estudios, es sin embargo el maestro de todos ellos. Ayudante de contable, Bernardo Soares firmó el Libro del desasosiego, si bien es comúnmente considerado semiheterónimo, por unas palabras de Pessoa en las que afirma que su personalidad «no es diferente de la mía, sino una simple mutilación de la mía». Que la vida de Pessoa no tuviera aventura (infancia surafricana aparte) no quiere decir, claro, que no tuviera angustia, sueño, dolor, dirección. Sólo se le conoce un amor, con Ofélia Queirós, en dos fases de apenas unos meses separadas por diez años. Una relación en la que también entraron los heterónimos: Álvaro de Campos le escribía cartas a Ofélia advirtiéndola de que Pessoa no era de fiar. El 29 de noviembre de 1920 Pessoa le escribe en una carta a Ofélia: «El amor pasó… Mi destino pertenece a otra Ley, cuya existencia Ofélia ignora, y está subordinado cada vez más a la obediencia a maestros que ni permiten ni perdonan». Ofélia acabaría casándose con un teatrero y Pessoa habitaría cada vez más en el mundo paralelo de sus heterónimos, entregado febrilmente a la escritura de sus poemas: afirmó haber escrito todos los poemas de El guardador de rebaños en una única noche de insomnio de Caeiro. Pessoa quiso vivirlo todo de todas las maneras poniendo cuanto era en cada cosa que hacía. Paradójicamente, todo eso no sucedió en la vida misma, sino en su escritura: su monótona existencia fue el paisaje adecuado para una de las mayores aventuras literarias de la poesía universal. ¿Quién necesita la vida real, pudiendo inventar cuantas quiera, como las quiera? No todos elegiríamos la forma de vida de Fernando Pessoa, pero todos aprendemos a vivir mejor la nuestra gracias a su elección. Martín López-Vega Iowa City, 11 mayo 2014 UN DISFRAZ EQUIVOCADO (antología poética) (Álvaro de Campos) quité la máscara y me miré en el espejo. el niño de hace tantos años. había cambiado nada… es la ventaja de saber quitarse la máscara. mpre se es niño, asado que fue iño. quité la máscara, y volví a ponérmela. está mejor: sin la máscara. egreso a la personalidad como a un final de línea. ALBERTO CAEIRO EL GUARDADOR DE REBAÑOS ► I nunca guardé rebaños; o es como si los guardase. alma es igual que un pastor, oce el viento y el sol de la mano de las Estaciones ntras sigue y mira. a la paz de la Naturaleza sin nadie ne a sentarse a mi lado. que me pongo triste como una puesta de sol a nuestra imaginación ndo refresca en el fondo de la llanura siente la llegada de la noche mo una mariposa que entra por la ventana. o mi tristeza es sosiego, que es natural y justa ra cosa no debe haber en el alma ya piensa que existe ntras las manos cogen flores sin que ella se dé cuenta. mo un ruido de cencerros allá de la curva del camino pensamientos están contentos. me apena saber que están contentos s, si no lo supiera, ez de estar contentos y tristes rían alegres y contentos. sar es incómodo como andar bajo la lluvia ndo el viento arrecia y parece que llueve más. tengo ambiciones ni deseos. poeta no es una ambición mía: mi manera de estar solo. alguna vez deseo, imaginar, ser cordero er todo el rebaño a andar disperso por la ladera do muchas cosas felices al mismo tiempo) penas porque siento lo que escribo cuando el sol se pone uando una nube pasa la mano sobre la luz silencio recorre la hierba. ndo me siento a escribir versos aseo por los caminos o por los atajos ibo versos en un papel que está en mi pensamiento, to un cayado en las manos o una silueta mía a cima de un otero, ando a mi rebaño y viendo mis ideas irando mis ideas y viendo a mi rebaño, riendo vagamente como quien no comprende lo que se dice uiere fingir que sí comprende. udo a cuantos me leen ándome el sombrero de ala ancha ndo me ven en mi puerta nas asoma la diligencia por la cima del otero. saludo y les deseo sol, mbién lluvia, cuando haga falta, ue sus casas tengan o a una ventana abierta silla predilecta a que sentarse a leer mis versos. ue al leer mis versos piensen soy algo natural: ejemplo el árbol antiguo sombra del cual cuando eran niños entaban de pronto, cansados de jugar, limpiaban el sudor de la frente encendida la manga del babi a rayas. II mirada es nítida como un girasol. go la costumbre de andar por los caminos ando a derecha e izquierda vez en cuando volviéndome hacia atrás. o que veo a cada momento quello que nunca antes había visto; y muy consciente de ello. entir siempre el asombro de un niño al nacer, se diera cuenta haber nacido realmente. siento nacido en cada momento eterna novedad del mundo. o en el mundo como en una margarita, que lo veo. Pero no pienso en él: sar es no comprender. mundo no se hizo para que pensemos en él nsar es estar enfermo de los ojos), para mirarlo y estar de acuerdo. no tengo filosofía: tengo sentidos. ablo de la Naturaleza no es porque sepa lo que es, porque la amo, y la amo por eso, que quien ama nunca sabe lo que ama abe por qué ama, ni qué es amar. ar es la eterna inocencia, única inocencia es no pensar. V suficiente metafísica en no pensar en nada. é pienso yo del mundo? e tú a saber lo que pienso yo del mundo! o si enfermase me pondría a pensar en ello. é idea tengo yo de las cosas? é opinión sobre las causas y los efectos? áles son mis meditaciones acerca de Dios y el alma creación del mundo? qué sé. Para mí pensar en eso es cerrar los ojos pensar. Es correr las cortinas mi ventana (y eso que mi ventana no tiene cortinas). misterio de las cosas? ¡Cualquiera sabe qué es misterio! nico misterio es que exista quien piense en misterios. en está al sol y cierra los ojos mienza a no saber lo que es el sol pensar muchas cosas rebosantes de calor. o abre los ojos y ve el sol no puede pensar en nada, s la luz del sol vale más que los pensamientos odos los filósofos y de todos los poetas juntos. uz del sol no sabe lo que hace or eso no se equivoca y es común y buena. etafísica? ¿Qué metafísica tienen esos árboles? de ser verdes y tener copas y ramas r fruto a su hora, lo que no nos lleva a pensar nosotros no sabemos darlo. qué mejor metafísica que la suya, es la de no saber para qué viven aber que no lo saben? nstitución íntima de las cosas»… ntido íntimo del universo»… o eso es falso, no quiere decir nada. ncreíble que haya quien piense en cosas de ésas. como pensar en razones y fines ndo raya el alba y del lado de los árboles ago oro lustroso va perdiendo su oscuridad. sar en el sentido íntimo de las cosas de más; es como pensar en la salud evar un vaso al agua de las fuentes. nico sentido íntimo de las cosas ue no tienen sentido íntimo alguno. creo en Dios porque nunca lo vi. uisiera que creyese en él, duda que vendría a hablar conmigo traría por la puerta endo: ¡Aquí estoy! o sonará tal vez ridículo a oídos quien, porque no sabe lo que es mirar las cosas, omprende a quien habla de ellas el modo de hablar que fijarse en ellas enseña). o si Dios es las flores y los árboles s montes y el sol y el rayo de luna, nces yo creo en él, nces creo en él a todas horas, i vida entera es una oración y una misa a comunión con los ojos y por los oídos. o si Dios es los árboles y las flores s montes y el rayo de luna y el sol, ra qué llamarle Dios? lamo flores y árboles y montes y sol y rayo de luna; que, si él se hizo, para que yo lo viera, y rayo de luna y flores y árboles y montes, l se me aparece en forma de árboles y montes yo de luna y sol y flores, ue él quiere que lo conozca mo árboles y montes y flores y rayo de luna y sol. or eso yo le obedezco ué más sé yo de Dios que Dios de sí mismo?), bedezco viviendo de forma espontánea, mo quien abre los ojos y ve, llamo rayo de luna y sol y flores y árboles y montes, amo sin pensar en él, enso en él cuando veo y oigo, do con él a todas horas. VI sar en Dios es desobedecer a Dios, que Dios quiso que no lo conociéramos: eso no se mostró. mos simples y serenos mo los arroyos y los árboles ios nos amará haciendo de nosotros otros igual que los árboles son árboles s arroyos son arroyos, s dará verdor en su primavera río en el que desembocar cuando acabemos. o nos dará nada más, porque darnos más sería quitarnos. VII de mi aldea veo cuanto desde la tierra se puede ver del universo. eso mi aldea es tan grande como cualquier otro lugar: oy del tamaño de lo que veo del tamaño de mi altura. as ciudades la vida es más pequeña aquí en mi casa en lo alto de este otero. a ciudad los edificios encierran la vista con llave, onden el horizonte, empujan nuestra mirada lejos del cielo, empequeñecen porque nos quitan lo que nuestros ojos nos pueden dar, empobrecen porque nuestra única riqueza es la de ver. IX un guardador de rebaños. ebaño son mis pensamientos, is pensamientos son todos sensaciones. nso con los ojos y con los oídos n las manos y los pies n la nariz y la boca. sar una flor es verla y olerla mer un fruto es conocer su sentido. eso cuando un día de calor siento triste de disfrutarlo tanto e acuesto a lo largo sobre la hierba erro los ojos cálidos, to todo mi cuerpo acostado sobre la realidad, a verdad y soy feliz. X ola, guardador de rebaños, junto al camino, é te dice el viento que pasa?». ue es viento, y que pasa, ue ya pasó antes ue pasará después. ti, ¿qué te dice?». ucho más que eso. habla de muchas otras cosas. recuerdos y de nostalgias cosas que nunca fueron». nunca has oído pasar el viento. iento sólo habla de viento. que oíste fue mentira, mentira está en ti». XX Tajo es más hermoso que el río que pasa por mi pueblo, o el Tajo no es más hermoso que el río que pasa por mi pueblo, que el Tajo no es el río que pasa por mi pueblo. el Tajo hay grandes navíos vega por él aún ara aquellos que ven en todo cuanto no está— memoria de las naos. Tajo fluye desde España Tajo desemboca en Portugal. o el mundo sabe eso. o pocos saben cuál es el río de mi pueblo dónde va dónde viene. or eso, porque pertenece a menos gente, más libre y mayor el río de mi pueblo. el Tajo se va al mundo. s allá del Tajo está América fortuna de aquellos que la encuentran. ie pensó nunca en lo que hay más allá río de mi pueblo. ío de mi pueblo no hace pensar en nada. en está en su orilla está solo en su orilla. XXIV que vemos de las cosas son las cosas. r qué íbamos a ver una cosa si hubiera otra? r qué iban a engañarnos ver y oír er y oír son ver y oír? esencial es saber ver, er ver sin pensar; er ver cuando se ve pensar cuando se ve er cuando se piensa. o eso (¡tristes de nosotros que traemos el alma vestida!) ge un estudio profundo, prendizaje de desaprender secuestro en la libertad de ese convento que los poetas dicen que las estrellas son monjas eternas s flores penitentes convictas de un solo día, o donde al final las estrellas no son más que estrellas as flores más que flores; or eso las llamamos estrellas y flores. XXV pompas de jabón que ese niño ntretiene en soltar de una pajita translúcidamente una filosofía entera. ras, inútiles y pasajeras como la Naturaleza, gas de los ojos como las cosas, aquello que son una precisión redonda y aérea, die, ni siquiera el niño que las abandona, ende que sean más de lo que parecen ser. unas apenas se distinguen en el aire lúcido. como la brisa que pasa y apenas roza las flores ue sólo sabemos que pasa que algo se aligera en nosotros epta todo más nítidamente. XLIII es el vuelo del ave, que pasa sin dejar rastro, el paso del animal, que deja huella en el suelo. ve pasa y olvida, y así debe ser. nimal, donde ya no está y por eso de nada sirve, stra que estuvo, lo que no sirve de nada. ecuerdo es una traición a la Naturaleza, que la Naturaleza de ayer ya no es Naturaleza. que fue ya no es nada, y recordar es no ver. sa, ave, pasa, y enséñame a pasar! RICARDO REIS ► MEJOR DESTINO QUE EL DE CONOCERSE… or destino que el de conocerse disfruta quien de mente disfruta. Mejor er ser nada que ignorar: a dentro de nada. o hay en mí poder que venza s tres parcas y a las moles del futuro, den los dioses oder de saberlo; ue goce, eterna y dada, elleza increable por mi sistro mis pasivos ojos, os que la muerte seca. PLACER, PERO CON CALMA… cer, pero con calma, a, que la suerte no es grata uienes de las manos la arrancan. ivos retiremos del huerto mundo depredados pomos. despertemos, donde duerme, a Erinis cada gozo traba. mo un regato, mudos pasajeros, aremos escondidos. uerte envidia, Lidia. Enmudezcamos. PARA SER GRANDE… a ser grande, sé entero: nada exageres ni excluyas. odo en cada cosa. Pon cuanto eres o mínimo que hagas. en cada lago la luna toda la, pues alta vive. VEN A SENTARTE CONMIGO, LIDIA… a sentarte conmigo, Lidia, a la orilla del río. templemos con sosiego su curso y aprendamos la vida pasa, y no tenemos las manos enlazadas. lacemos las manos). pués, pensemos, niños adultos, que la vida a y no permanece, nada deja y nunca regresa, hacia un mar muy lejano, junto al Hado, lejos que los dioses. enlacemos las manos; no vale la pena cansarse. emos o no, pasamos como el río. or será saber pasar en silencio n gran desasosiego. amores ni odios ni pasiones que levanten la voz nvidias que hacen moverse de más los ojos uidados; pues aunque los tuviera el río correría siempre, empre iría a dar al mar. émonos tranquilamente, pensando que podríamos, uisiéramos, intercambiar besos y abrazos y caricias, o que es mejor estar sentados uno junto al otro ndo y mirando el discurrir del río. amos flores, cógelas tú y déjalas u regazo, y que su perfume suavice el momento, momento en el que sosegadamente no creemos en nada, anos inocentes de la decadencia. menos, si soy sombra antes, me recordarás después que mi recuerdo te queme o te hiera o te mueva que nunca enlazamos nuestras manos, ni nos besamos uimos más que niños. antes que yo entregaras el óbolo al barquero sombrío, nada sufriré al acordarme de ti. ve me serás a la memoria recordándote así: junto al río, ana triste y con flores en el regazo. SI RECUERDO QUIÉN FUI… ecuerdo quién fui, a otro veo, pasado es un presente en el recuerdo. en fui es alguien a quien amo, que sea tan sólo en ese sueño. nostalgia que la mente aflige s mía ni del pasado conocido, de quien habito de los ojos ciegos. a, salvo el instante, me conoce. mismo recuerdo no es nada, y siento quien soy y quien fui sueños diferentes. ES TAN SUAVE LA FUGA DE ESTE DÍA… an suave la fuga de este día, a, que no parece que vivamos. hay duda de que los dioses son gratos en esta hora; aga noble de esta fe que tenemos a exiliada verdad de sus cuerpos dan el alto premio dejarnos ser vidados lúcidos de su calma, ederos un momento de su estilo vivir toda la vida tro de un único momento. un único momento, Lidia, en que alejados as terrenas angustias recibimos mpicas delicias tro de nuestras almas. or un único momento nos sentimos dioses ortales por la calma que vestimos altiva indiferencia a las cosas pasajeras. mo quien guarda la corona de la victoria s mustios laureles de un único día rdaremos para tener, l futuro arrugado, enne a nuestra vista la cierta prueba que un momento los dioses nos amaron s dieron una hora nuestra, sino del Olimpo. ÁLVARO DE CAMPOS ► ESTANCO soy nada. ca seré nada. puedo querer ser nada. rte de eso, tengo en mí todos los sueños del mundo. tanas de mi cuarto, mi cuarto de uno de los millones del mundo que nadie sabe quién es i supieran quién es, ¿qué sabrían?), al misterio de una calle cruzada constantemente por gente, calle inaccesible a todos los pensamientos, , imposiblemente real, precisa, desconocidamente precisa, misterio de las cosas bajo las piedras y los seres, muerte que pone humedad en las paredes y cabellos blancos en los hombres, Destino que conduce la carretilla del todo por el camino de la nada. siento hoy vencido, como si supiera la verdad. siento hoy lúcido, como si fuera a morir tuviera más hermandad con las cosas una despedida, y esta casa y este lado de la calle se convirtieran a hilera de vagones de un tren cuya partida silba tro de mi cabeza, na sacudida de mis nervios y un crujido de huesos al marchar. siento hoy perplejo, como quien pensó y creyó y olvidó. siento hoy dividido entre la lealtad que debo stanco del otro lado de la calle, como cosa real por fuera, la sensación de que todo es sueño, como cosa real por dentro. casé en todo. mo no tenía propósito alguno, quizás todo fuera nada. aprendizaje que recibí descolgué por la ventana del patio trasero de casa. dirigí al campo con grandes propósitos lo encontré hierbas y árboles, ando había gente resultó ser igual a la otra. aparto de la ventana, me siento en una silla. ¿En qué he de pensar? é sé yo de quién seré, yo que no sé quién soy? r lo que pienso? Pero ¡si pienso ser tantas cosas! hay tantos que piensan ser lo mismo que no puede haber tantos! nio? En este momento n mil cerebros se conciben en sueños genios como yo, historia no señalará (¿quién sabe?) a ninguno, uedará más que estiércol de tantas conquistas futuras. no creo en mí. todos los manicomios hay locos de atar con tantas certidumbres! que no tengo ninguna certidumbre, ¿estoy más o menos equivocado? ni por mí… cuántas buhardillas y no-buhardillas del mundo habrá a estas horas genios-para-sí-mismos soñando? ántas aspiraciones altas y nobles y lúcidas í, verdaderamente altas y nobles y lúcidas — uién sabe si realizables verán nunca la luz del sol real ni llegarán a oídos de nadie? mundo es para quien nace para conquistarlo para quien sueña que puede conquistarlo, por más razón que tenga. soñado más de cuanto hizo Napoleón. estrechado contra mi pecho hipotético más humanidades que Jesucristo. elaborado en secreto filosofías no escritas por ningún Kant. o soy, y quizás seré siempre, el de la buhardilla, que no viva en ella; siempre el que no nació para eso; siempre sólo el que tenía cualidades; siempre el que esperó que le abrieran la puerta frente a una pared sin puerta ntó la tonada del Infinito en un gallinero yó la voz de Dios en un pozo cegado. eer en mí? No, ni en mí ni en nada. la Naturaleza derrame sobre mi cabeza ardiente ol, su lluvia, el viento que busca mis cabellos, demás, que venga si es que viene o ha de venir, o que no venga. lavos cardiacos de las estrellas, quistamos el mundo antes de levantarnos de la cama; o nos despertamos y es opaco, levantamos y resulta ajeno, mos de casa y es la tierra entera el sistema solar y la Vía Láctea y lo Indefinido. me chocolatinas, pequeña; me chocolatinas! a que no hay otra metafísica en el mundo aparte de las chocolatinas. a que todas las religiones no enseñan más que la confitería. me, pequeña sucia, come! alá pudiera yo comer chocolatinas con la misma verdad con que tú las comes! o yo pienso, y al quitarles el papel de plata, que es de hoja de estaño, ro todo al suelo, como tiré la vida). o de la amargura de cuanto nunca seré queda al menos aligrafía rápida de estos versos, ico en ruinas de lo Imposible. menos me consagro a un desprecio sin lágrimas, le al menos por el gesto desprendido con que arrojo opa sucia que soy, sin papel, al discurrir de las cosas, e quedo en casa sin camisa. que consuelas, que no existes y que por eso consuelas, sa griega concebida como estatua viva atricia romana de nobleza imposible y nefasta, cesa de trovadores, gentilísima y colorida, arquesa del siglo xviii, escotada y distante, otte célebre del tiempo de nuestros padres o sé qué moderno —no llego a entender el qué—, o eso, sea lo que sea, si puede inspirar, ¡que inspire! corazón es un cubo vaciado. mo quienes invocan espíritus invocan a los espíritus me invoco í mismo y no aparece nada. acerco a la ventana y veo la calle con una nitidez absoluta. las tiendas, veo las aceras, veo los autos que pasan, los entes vivos vestidos que se cruzan, los perros que también existen do esto me pesa como una condena al destierro do esto me resulta extranjero, como todo). í, estudié, amé, e incluso creí, y no hay mendigo a quien no envidie sólo por no ser yo. fijo en cada uno en los andrajos y en las llagas y en la mentira, enso: quizá nunca hayas vivido ni estudiado ni amado ni creído es es posible crear la realidad de todo eso sin hacer nada de eso); zá hayas existido tan solo, como una lagartija a la que le cortan el rabo ue es el rabo que se revuelve más acá de la lagartija. e de mí lo que no supe, que podía haber hecho de mí no lo hice. tí un disfraz equivocado. primeras me tomaron por quien no era y no lo desmentí, y me perdí. ndo quise quitarme la máscara enía pegada a la cara. ndo me la quité y me vi en el espejo abía envejecido. aba borracho, ya ni sabía llevar el disfraz que no me había quitado. la máscara y me dormí en el guardarropa mo un perro tolerado por la dirección inofensivo, cribiré esta historia para demostrar que soy sublime. ncia musical de mis versos inútiles, én pudiera encontrarte como cosa hecha por mí ugar de quedarme siempre frente al Estanco de enfrente oteando la conciencia de estar existiendo, mo una alfombra en la que un borracho tropieza n felpudo que los gitanos robaron y no valía nada. o el Dueño del Estanco se ha asomado a la puerta y se ha quedado parado ahí. miro con la incomodidad de una cabeza mal orientada n la incomodidad de un alma que malentiende. morirá y yo moriré. ejará el letrero y yo dejaré versos. día morirá también el letrero, y también los versos. ado un tiempo morirá la calle donde estuvo el letrero lengua en que se escribieron los versos. pués morirá el planeta giratorio en que todo esto ocurrió. otros satélites de otros sistemas algo parecido a gente tinuará haciendo cosas como versos y viviendo bajo cosas como letreros, mpre una cosa frente a otra, mpre una cosa tan inútil como la otra, mpre lo imposible tan estúpido como lo real, mpre el hondo misterio tan verdadero como el soñado misterio superficial, mpre esto o siempre otra cosa o ni lo uno ni lo otro. o un hombre ha entrado en el Estanco (¿a comprar tabaco?) realidad plausible cae de repente sobre mí. incorporo enérgico, convencido, humano, oy a intentar escribir estos versos en los que digo lo contrario. iendo un cigarrillo pensando en escribirlos el cigarrillo saboreo la liberación de todos los pensamientos. o el humo como una ruta propia zo, en un momento sensitivo y competente, beración de todas las especulaciones conciencia de que la metafísica es una consecuencia de sentirse indispuesto. pués me reclino en la silla go fumando. ntras el Destino me lo conceda, seguiré fumando. me casase con la hija de mi lavandera zás fuera feliz). o lo cual me levanto de la silla. Me acerco a la ventana. ombre ha salido del Estanco (¿guardando el cambio en el bolsillo de los pantalones?). si lo conozco: es Esteves, el que no tiene metafísica. Dueño del Estanco se ha asomado a la puerta). mo por un instinto divino Esteves se dio la vuelta y me vio. saludó con un gesto, le grité ¡Adiós, Esteves! y el universo econstruyó en mí sin ideal ni esperanza, y el Dueño del Estanco sonrió. AH, LOS PRIMEROS MINUTOS EN LOS CAFÉS… , los primeros minutos en los cafés de nuevas ciudades! llegada matinal a muelles o a estaciones os de un silencio reposado y claro! primeros paseantes en las calles de las ciudades a las que llegamos… sonido especial que el correr de las horas tiene siempre en viaje… omnibuses o los tranvías o los automóviles… uevo aspecto de las calles de nuevas tierras… paz que parecen tener para nuestro dolor, ullicio alegre para nuestra tristeza, alta de monotonía para nuestro corazón cansado!… plazas nítidamente cuadradas y grandes, calles con las casas que se acercan al fin, calles transversales que revelan súbitos intereses través de todo esto, como cosa que inunda y nunca desborda, movimiento, el movimiento, da cosa colorida y humana que pasa y permanece… puertos con navíos detenidos, navíos excesivamente detenidos, pequeños barcos al lado, esperando… EL PASO DE LAS HORAS tir todo de todas las maneras, r todas las opiniones, sincero contradiciéndose a cada minuto, agradarse a uno mismo por la plena libertad de espíritu mar las cosas como Dios. que soy más hermano de un árbol que de un obrero, que siento más el dolor supuesto del mar al golpear la playa el dolor real de los niños golpeados qué falso debe de ser esto, pobres niños golpeados. por qué mis sensaciones se suceden tan deprisa?). en fin, que soy un diálogo continuo, ablar en voz alta incomprensible, alta noche en la torre, ndo las campanas oscilan vagamente sin que una mano las toque pena saber que hay vida que vivir mañana. en fin, literalmente yo, metafóricamente también, el poeta sensacionalista, enviado del Azar s leyes irreprensibles de la Vida, el fumador de cigarros por profesión adecuada, ndividuo que fuma opio, que toma absenta, pero que, la verdad, iere pensar en fumar opio a fumarlo tes prefiere contemplar la absenta que le queda por beber que beberla. este degenerado superior sin archivos en el alma, personalidad con valor declarado, el investigador solemne de las cosas fútiles, az de irme a vivir a Siberia sólo por la aversión a hacerlo, ue pienso que no hay mal alguno en no dar importancia a la patria que no tengo raíces, como un árbol, y por tanto, no tengo raíces. que tantas veces me siento tan real como una metáfora, mo una frase escrita por un enfermo en el libro de una muchacha que encontró en la terraza na partida de ajedrez en la cubierta de un transatlántico, el ama que empuja los carricoches en todos los jardines públicos, el policía que la observa, parado en la alameda, el niño en el carrito que agita su inconsciencia lúcida con un sonajero, el paisaje por detrás de todo esto, la paz citadina se filtra entre los árboles del parque, quien les espera a todos en casa, a quien ellos encuentran en la calle, cuanto ellos no saben de sí mismos, aquello en lo que piensas y te dibuja esa sonrisa, el contradictorio, el ficticio, el pelmazo, la espuma, artel recién pegado, las caderas de la francesa, la mirada del padre, ugar donde se encuentran las dos calles y los chóferes duermen apoyados en los autos, icatriz del sargento malencarado, rasa en el cuello del maestro enfermo que regresa a casa, aza que el niño que murió usaba siempre para beber ene un asa descascarillada (y todo esto cabe en un corazón de madre y lo llena). el dictado de francés de la muchacha que se hurga las ligas, los pies que se tocan bajo las cartas, debajo de la lámpara de araña, la carta escondida, el calor del pañuelo, el balcón con la ventana entreabierta, ortón de servicio donde la criada conversa con los deseos del primo, abrón de José que prometió venir y no vino teníamos una broma preparada. todo esto, y además de esto, el resto del mundo… to, las puertas que se abren y la razón por la cual se abren, s cosas que hicieron antes las manos que abren las puertas. la infelicidad nata de todas las expresiones, mposibilidad de expresar todos los sentimientos que haya una lápida en el cementerio para el hermano de todo esto, que parece no querer decir nada siempre quiere decir algo. yo, el ingeniero naval, que soy supersticioso como una madrina de pueblo o monóculo para no parecerme a la idea real que tengo de mí, a veces tardo tres horar en vestirme y ni así encuentro eso natural, o lo encuentro metafísico y si alguien llama a la puerta me enfado, anto porque me interrumpan el nudo de la corbata como por hacerme saber que hay vida. en fin, yo el destinatario de las cartas lacradas, aúl de las iniciales desgastadas, ntonación de las voces que no volveremos a oír; s guarda todo eso en el Misterio, y a veces lo sentimos vida pesa de repente y hace mucho frío más cerca que en el cuerpo. gida, la prima de mi tía, eneral de quien ellas hablaban —general cuando ellas eran pequeñas, vida era guerra civil en todas las esquinas… e le mélodrame où Margot a pleuré! n hojas secas en el suelo irregularmente, o el hecho es que siempre es otoño en el otoño invierno viene después fatalmente, lo hay un camino para la vida, y es la vida. viejo insignificante, pero que conoció a los románticos, opúsculo político del tiempo de las revoluciones constitucionales dolor que deja todo eso, sin que sepamos la razón aya para llorar por todo más razón que sentirlo. os los amantes se besaron en mi alma, os los vagabundos se detuvieron a dormir sobre mí, os los despreciados se apoyaron un instante en mi hombro, zaron la calle de mi brazo todos los viejos y los enfermos bo un secreto que todos los asesinos me revelaron. uélla cuya sonrisa sugiere la paz que yo no tengo, uya caída de ojos hay un paisaje de Holanda, las cabezas de las mujeres tocadas de lino do el esfuerzo cotidiano de un pueblo pacífico y limpio… uella que es el anillo dejado sobre la cómoda cinta pillada al cerrar el cajón, a de color rosa, no me gusta el color sino la cinta pillada, mismo modo que no me gusta la vida, pero me gusta sentirla. mir como un perro apaleado en el camino, al sol, nitivamente para todo el resto del universo, ue los autos me pasen por encima). fui a la cama con todos los sentimientos, chulo de todas las emociones, pagaron bebidas todos los azares de las sensaciones, rcambié miradas con todos los motivos para actuar, ve mano a mano con todos los impulsos para partir, bre inmensa de las horas! gustia de la forja de emociones! ia, espuma, la inmensidad que no cabe en mi pañuelo, erra aullando en la noche, stanque de la finca en torno a mi insomnio, osque como fue por la tarde, cuando paseábamos, la rosa, enza indiferente, el musgo, los pinos, a la rabia de contener todo eso, de no detener todo eso, hambre abstracta de las cosas, celo impotente de los momentos, ía intelectual de sentir la vida! ener todo por suficiencia divina as vísperas, los consentimientos, los avisos, cosas hermosas de la vida l talento, la virtud, la impunidad, endencia a acompañar a los otros a casa, ituación de pasajero, onveniencia de embarcar ya para tener sitio, empre falta algo, un vaso, una brisa, una frase, vida duele cuanto más se goza y cuanto más se inventa. er reír, reír, reír abiertamente, como un vaso inclinado, olutamente loco sólo por sentir, olutamente roto por rozarme contra las cosas, do en la boca de morder cosas, las uñas ensangrentadas de agarrarme a cosas. espués dadme la celda que queráis; que yo recordaré la vida. POEMA EN LÍNEA RECTA he conocido a nadie a quien le hubieran dado una paliza. os mis conocidos fueron campeones en todo. o, que fui ordinario, puerco, vil, que fui un parásito empedernido, o, sin disculpa posible, muchas veces no tuve ni paciencia para bañarme, que tantas veces fui ridículo, absurdo, tropecé en las alfombras de los cócteles, fui grotesco, mezquino, sumiso y arrogante, me insultaron y callé ando no callé fui más ridículo todavía; de quien se mofaron las empleadas de hotel, de quien se burlaron los transportistas, que estafé, que pedí prestado y no pagué nunca, que, a la hora de la pelea, me agaché a del alcance de los puños; que sufrí la angustia de las pequeñas cosas ridículas ifico que no tengo par en este mundo. a la gente que conozco y me dirige la palabra ca tuvo un acto ridículo, nunca sufrió afrentas, ca fue otra cosa que príncipe —príncipes todos ellos— en la vida. én pudiera escuchar de alguien la voz humana confesase no un pecado, sino una infamia; contase, no ya una violencia, pero ¡una cobardía!… todos son el Ideal cuando me dirigen la palabra. ién en este largo mundo me confesaría haber sido vil una vez? príncipes, mis hermanos, e, estoy harto de semidioses! nde hay gente en el mundo? onces, ¿soy el único vil y erróneo de esta tierra? de que las mujeres no les hayan amado nunca, de que hayan sido traicionados, ¡pero ridículos, nunca! o, que fui ridículo sin haber sido traicionado, mo puedo dirigirme a mis superiores sin titubear? que fui vil, literalmente vil, en el sentido mezquino e infame de la vileza. CRUZÓ HACIA MÍ… zó hacia mí, para hablarme, en una calle del centro el hombre mal vestido, pedigüeño por profesión delatada en el rostro, simpatiza conmigo y con quien simpatizo; ecíprocamente, con un gesto generoso, rebosante, le di todo lo que llevaba encima vo, naturalmente, lo que estaba en el bolsillo donde llevo más dinero: oy estúpido ni novelista ruso, aplicado, manticismo sí, pero el justo…). nto simpatía por toda esa gente, ecialmente cuando no merece simpatía. yo también soy vagabundo y pedigüeño, soy también por mi propia culpa. vagabundo y pedigüeño no es ser vagabundo y pedigüeño: star al lado de la escala social, o ser adaptable a las normas de la vida, s normas reales o sentimentales de la vida. ser Juez del Supremo, empleado fijo, prostituta. ser pobre de verdad, obrero explotado, star enfermo de una enfermedad incurable, star sediento de justicia, o capitán de caballería, er, en fin, una de esas personas sociales de los novelistas se hartan de letras porque tienen razones para llorar lágrimas revuelven contra la vida social porque tienen razones para suponer eso. ¡cualquier cosa, menos tener razón! alquier cosa, menos dar importancia a la humanidad! alquier cosa, menos ceder al humanitarismo! qué sirve una sensación si tiene una razón exterior? vagabundo y pedigüeño, como yo soy, s ser vagabundo y pedigüeño, lo cual es corriente: star aislado en el alma, y eso sí que es ser vagabundo, ener que pedir a los días que pasen y nos dejen; eso es ser pedigüeño. o lo demás es estúpido como un Dostoievski o un Gorki. o lo demás es tener hambre o no tener qué ponerse. unque eso ocurra, le pasa a tanta gente ni siquiera vale la pena sentir pena por ellos. vagabundo y pedigüeño de verdad, esto es, en sentido metafórico, e estoy enrollando en una gran caridad por mí mismo. brecito Álvaro de Campos! n aislado en la vida! ¡Tan deprimido en sus sensaciones! brecito de él, hundido en la poltrona de su melancolía! brecito de él que, con lágrimas (auténticas) en los ojos, io hoy cuanto tenía, con un gesto generoso, liberal y moscovita, o lo que tenía, en el bolsillo en el que tenía poco, a aquel re que no era pobre, que tenía ojos tristes por profesión! brecito Álvaro de Campos, por quien nadie se preocupa! brecito de él que tiene tanta pena de sí mismo! pobrecito! s pobrecito que otros muchos que son vagabundos y vagabundean, son pedigüeños y piden, que el alma humana es un abismo. sí que sé. ¡Pobrecito de él! é bien poder sublevarme en un comicio dentro de mi alma! o ni siquiera soy estúpido! tengo la defensa de poder tener opiniones sociales. tengo, en definitiva, ninguna defensa: soy lúcido. quieran quitarme la convicción: soy lúcido. o he dicho: lúcido. a de estéticas con corazón: soy lúcido. stias! Soy lúcido. ESCRITO EN UN LIBRO ABANDONADO EN VIAJE go de Beja, al centro de Lisboa. traigo nada y no encontraré nada. go el cansancio anticipado de cuanto no encontraré nostalgia que siento no es del pasado ni del futuro. o escrita en este libro la imagen de mi designio muerto: como hierba, y no me arrancaron. CALLOS A LA PORTUENSE día en un restaurante fuera del espacio y del tiempo sirvieron el amor como callos fríos. delicadeza le dije al misionero de la cocina los prefería calientes, los callos (eran a la portuense) nunca se comen fríos. mpacientaron conmigo. se puede tener razón, ni siquiera en un restaurante. comí, no pedí otra cosa, pagué la cuenta lí a pasear a la calle. ién sabe qué quiere decir esto? no lo sé, y me pasó a mí… en sé que en la infancia de todo el mundo hay un jardín, icular o público o del vecino. n sé que nuestros juegos eran su dueño. ue la tristeza es de hoy). eso muchas veces, o si pedí amor, ¿por qué me trajeron os a la portuense fríos? es un plato que se pueda comer frío, o frío me lo trajeron. me quejé, pero estaba frío; ca se puede comer frío, pero vino así, frío. AL VOLANTE DEL CHEVROLET POR LA CARRETERA DE SINTRA… volante del Chevrolet por la carretera de Sintra, y sueño en la carretera desierta, duzco solo, conduzco sin prisa, y me parece oco, o un poco me fuerzo a que me parezca, voy por otra carretera, por otro sueño, por otro mundo, voy sin que haya Lisboa dejada atrás o Sintra a la que llegar, voy ¿y qué más habrá en ir además de no detenerse y seguir? a pasar la noche en Sintra porque no puedo pasarla en Lisboa, o en cuanto llegue a Sintra sentiré pena por no haberme quedado en Lisboa. mpre esta inquietud sin propósito, sin nexo, sin consecuencia, mpre, siempre, siempre angustia excesiva del espíritu por nada, a carretera de Sintra, o en la carretera del sueño, o en la carretera de la vida… eable a mis movimientos subconscientes al volante, da debajo de mí, conmigo, el automóvil que me han prestado. río ante el símbolo, pensando en él, al girar a la derecha. ántas cosas que me prestaron sigo usando en este mundo! ántas cosas prestadas conduzco como si fueran mías! ánto me prestaron, ay de mí! ¡Si yo mismo soy prestado! izquierda una casucha —digo bien, casucha— junto a la carretera. derecha el campo abierto, con la luna a lo lejos. utomóvil, que hace poco parecía otorgarme libertad, ra es una cosa en la que estoy encerrado, sólo puedo conducir estando encerrado, sólo domino si me incluyo en él, si él me incluye. izquierda, ya atrás, la casucha modesta, más que modesta. vida allí debe de ser feliz, sólo porque no es la mía. lguien me vio desde la ventana de la casucha soñará: ése sí que es feliz. zás para el niño que acecha tras la ventana del último piso é (con el automóvil prestado) como un sueño, un hada real. zás para la muchacha que miró, al oír el motor, por la ventana de la cocina l pavimento a ras del suelo o algo del príncipe de todo corazón de muchacha e mirará de reojo, por la ventana, hasta la curva tras la que desaparezco. jaré sueños tras de mí, o será el automóvil el que los deja? , conductor del automóvil prestado, o el automóvil prestado que yo conduzco? a carretera de Sintra bajo la luna, en la tristeza, ante los campos y la noche, duciendo el Chevrolet prestado desconsoladamente pierdo en la carretera futura, me sumo en la distancia que alcanzo, n un deseo terrible, súbito, violento, inconcebible, ero… o mi corazón se quedó en el monte de piedras del que me desvié al verlo sin verlo, puerta de la casucha, corazón vacío, corazón insatisfecho, corazón más humano que yo, más exacto que la vida. a carretera de Sintra, cerca de la medianoche, bajo la luna, al volante, a carretera de Sintra, qué cansancio de la propia imaginación, a carretera de Sintra, cada vez más cerca de Sintra, a carretera de Sintra, cada vez más lejos de mí… TODAS LAS CARTAS DE AMOR… as las cartas de amor son culas. serían cartas de amor si no fueran culas. mbién yo escribí en mis tiempos cartas de amor, mo las demás, culas. cartas de amor, si hay amor, en que ser culas. o, al final, o las criaturas que nunca escribieron as de amor culas. én volviera al tiempo en que escribía prestar atención as de amor culas. cierto es que hoy recuerdos quellas cartas de amor culos. das las palabras esdrújulas, mo los sentimientos esdrújulos, naturalmente culas). FERNANDO PESSOA ► AUTOPSICOGRAFÍA oeta es un fingidor. ge tan completamente llega a fingir que es dolor olor que de veras siente. uienes leen lo que escribe l dolor leído sienten os dos dolores que él tuvo, apenas el que ellos no tienen. sí por los raíles gira, eteniendo la razón, equeño tren de juguete se llama corazón. O DOMINÓ QUE VESTI ERA ERRADO (Álvaro de Campos) us a máscara e vi-me ao espelho. a criança de há quantos anos. tinha mudado nada… ssa a vantagem de saber tirar a máscara. e sempre a criança, assado que foi riança. us a máscara, e tornei a pô-la. im é melhor, im sem a máscara. olto à personalidade como a un términus de linha. ALBERTO CAEIRO O GUARDADOR DE REBANHOS ◄ I nunca guardei rebanhos, s é como se os guardasse. ha alma é como um pastor, hece o vento e o sol nda pela mão das Estações eguir e a olhar. a a paz da Natureza sem gente m sentar-se ao meu lado. s eu fico triste como um pôr de sol a a nossa imaginação, ndo esfria no fundo da planície e sente a noite entrada mo uma borboleta pela janela. s a minha tristeza é sossego que é natural e justa o que deve estar na alma ndo já pensa que existe s mãos colhem flores sem ela dar por isso. mo um ruído de chocalhos a além da curva da estrada, meus pensamentos são contentes. enho pena de saber que eles são contentes, que, se o não soubesse, vez de serem contentes e tristes, am alegres e contentes. sar incomoda como andar à chuva ndo o vento cresce e parece que chove mais. tenho ambições nem desejos. poeta não é uma ambição minha. minha maneira de estar sozinho. e desejo às vezes, imaginar, ser cordeirinho ser o rebanho todo a andar espalhado por toda a encosta er muita cousa feliz ao mesmo tempo), ó porque sinto o que escrevo ao pôr do sol, quando uma nuvem passa a mão por cima da luz orre um silêncio pela erva fora. ndo me sento a escrever versos passeando pelos caminhos ou pelos atalhos, revo versos num papel que está no meu pensamento, o um cajado nas mãos ejo um recorte de mim cimo dum outeiro, ando para o meu rebanho e vendo as minhas ideias olhando para as minhas ideias e vendo o meu rebanho, orrindo vagamente como quem não compreende o que se diz uer fingir que compreende. do todos os que me lerem, ndo-lhes o chapéu largo ndo me vêem a minha porta a diligência levanta no cimo do outeiro. do-os e desejo-lhes sol, huva, quando a chuva é precisa, ue as suas casas tenham pé duma janela aberta a cadeira predilecta e se sentem, lendo os meus versos. o lerem os meus versos pensem sou qualquer cousa natural— exemplo, a árvore antiga ombra da qual quando crianças entavam com um baque, cansados de brincar, mpavam o suor da testa quente m a manga do bibe riscado. II meu olhar é nítido como um girassol. ho o costume de andar pelas estradas ando para a direita e para a esquerda, e vez em quando olhando para trás… que vejo a cada momento quilo que nunca antes eu tinha visto, u sei dar por isso muito bem… ter o pasmo comigo tem uma criança se, ao nascer, arasse que nascera deveras… o-me nascido a cada momento a a eterna novidade do mundo… io no mundo como num malmequer, que o vejo. Mas não penso nele que pensar é não compreender… mundo não se fez para pensarmos nele nsar é estar doente dos olhos) s para olharmos para ele e estarmos de acordo. não tenho filosofia: tenho sentidos… alo na Natureza não é porque saiba o que ela é, s porque a amo, e amo-a por isso, que quem ama nunca sabe o que ama m sabe porque ama, nem o que é amar… ar é a eterna inocência, única inocência é não pensar… V metafísica bastante em não pensar em nada. ue penso eu do mundo? lá o que penso do mundo! eu adoecesse pensaria nisso. ideia tenho eu das coisas? opinião tenho sobre as causas e os efeitos? tenho eu meditado sobre Deus e a alma obre a criação do mundo? sei. Para mim pensar nisso é fechar os olhos ão pensar. É correr as cortinas minha janela (mas ela não tem cortinas). mistério das cousas? Sei lá o que é mistério! nico mistério é haver quem pense no mistério. m está ao sol e fecha os olhos, meça a não saber o que é o sol pensar muitas cousas cheias de calor. s abre os olhos e vê o sol, não pode pensar em nada, que a luz do sol vale mais que os pensamentos todos os filósofos e de todos os poetas. uz do sol não sabe o que faz or isso não erra e é comum e boa. afísica? Que metafísica têm aquelas árvores? e serem verdes e copadas e de terem ramos de dar fruto na sua hora, o que não nos faz pensar, ós, que não sabemos dar por elas. s que melhor metafísica que a delas, é a de não saber para que vivem m saber que o não sabem? nstituição íntima das cousas»… ntido íntimo do universo»… o isto é falso, tudo isto não quer dizer nada. crível que se possa pensar em cousas dessas. omo pensar em razões e fins ndo o começo da manhã esta raiando, los lados das árvores vago ouro lustroso vai perdendo a escuridão. sar no sentido íntimo das cousas crescentado, é como pensar na saúde levar um copo à água das fontes. nico sentido íntimo das cousas as não terem sentido íntimo nenhum. acredito em Deus porque nunca o vi. ele quisesse que eu acreditase nele, m dúvida que viria falar comigo ntraria pela minha porta dentro endo-me, Aqui estou! o é talvez ridículo aos ouvidos quem, por não saber o que é olhar para as cousas, compreende quem fala delas m o modo de falar que reparar para elas ensina.) s se Deus é as flores e as árvores s montes e sol e o luar, ão acredito nele, ão acredito nele a toda hora, minha vida é toda uma oração e uma missa, ma comunhão com os olhos e pelos ouvidos. s se Deus é as árvores e as flores s montes e o luar e o sol, a que lhe chamo eu Deus? mo-lhe flores e árvores e montes e sol e luar; que, se ele se fez, para eu o ver, e luar e flores e árvores e montes, ele me aparece como sendo árvores e montes ar e sol e flores, ue ele quer que eu o conheça mo árvores e montes e flores e luar e sol. or isso eu obedeço-lhe, e mais sei eu de Deus que Deus de si próprio?), deço-lhe a viver, espontaneamente, mo quem abre os olhos e vê, hamo-lhe luar e sol e flores e árvores e montes, mo-o sem pensar nele, enso-o vendo e ouvindo, ndo com ele a toda hora. VI sar em Deus é desobedecer a Deus, que Deus quis que o não conhecêssemos, isso se nos não mostrou… amos simples e calmos, mo os regatos e as árvores, eus amar-nos-á fazendo de nós como as árvores são árvores omo os regatos são regatos, ar-nos-á verdor na sua primavera, m rio aonde ir ter quando acabemos… ão nos dará mais nada, porque dar-nos mais seria tirar-nos mais. VII minha aldeia vejo quanto da terra se pode ver do universo… isso a minha aldeia é tão grande como outra terra qualquer, que eu sou do tamanho do que vejo ão do tamanho da minha altura… cidades a vida é mais pequena aqui na minha casa no cimo deste outeiro. cidade as grandes casas fecham a vista à chave, ondem o horizonte, empurram o nosso olhar para longe de todo o céu, nam-nos pequenos porque nos tiram o que os nossos olhos nos podem dar, rnam-nos pobres porque a nossa única riqueza é ver. IX um guardador de rebanhos. ebanho é os meus pensamentos s meus pensamentos são todos sensações. so com os olhos e com os ouvidos om as mãos e os pés om o nariz e a boca. sar uma flor é vê-la e cheirá-la omer um fruto é saber-lhe o sentido. isso quando num dia de calor sinto triste de gozá-lo tanto, e deito ao comprido na erva, cho os olhos quentes, o todo o meu corpo deitado na realidade, a verdade e sou feliz. X á, guardador de rebanhos, á beira da estrada, te diz o vento que passa?» ue é vento, e que passa, ue já passou antes, ue passará depois. ti o que te diz?» uita coisa mais do que isso. a-me de muitas outras cousas. memórias e de saudades e cousas que nunca foram.» unca ouviste passar o vento. ento só fala do vento. ue lhe ouviste foi mentira, mentira está em ti.» XX ejo é mais belo que o rio que corre pela minha aldeia, s o Tejo não é mais belo que o rio que corre pela minha aldeia que o Tejo não é o rio que corre pela minha aldeia. ejo tem grandes navios avega nele ainda, a aquelas que vêem em tudo o que lá não está, memória das naus. ejo desce de Espanha Tejo entra no mar em Portugal. a a gente sabe isso. s poucos sabem qual é o rio da minha aldeia ara onde ele vai onde ele vem. or isso, porque pertence a menos gente, ais livre e maior o rio da minha aldeia. o Tejo vai-se para o mundo. a além do Tejo há a América fortuna daqueles que a encontram. guém nunca pensou no que há para além rio da minha aldeia. o da minha aldeia não faz pensar em nada. m está ao pé dele está só ao pé dele. XXIV ue nós vemos das cousas são as cousas. que veríamos nós uma cousa se houvesse outra? que é que ver e ouvir iludirmo-nos ver e ouvir são ver e ouvir? ssencial é saber ver, er ver sem estar a pensar, er ver quando se vê, em pensar quando se vê m ver quando se pensa. s isso (tristes de nós que trazemos a alma vestida!), exige um estudo profundo, a aprendizagem de desaprender ma sequestração na liberdade daquele convento que os poetas dizem que as estrelas são freiras eternas s flores as penitentes convictas de um só dia, s onde afinal as estrelas não são senão estrelas m as flores senão flores, do por isso que lhes chamamos estrelas e flores. XXV bolas de sabão que esta criança entretém a largar de uma palhinha traslucidamente uma filosofia toda. ras, inúteis e passageiras como a Natureza, igas dos olhos como as cousas, aquilo que são m uma precisão redondinha e aérea, nguém, nem mesmo a criança que as deixa, ende que elas são mais do que parecem ser. umas mal se vêem no ar lúcido. como a brisa que passa e mal toca nas flores ue só sabemos que passa que qualquer cousa se aligeira em nós ceita tudo mais nitidamente. XLIII es o voo da ave, que passa e não deixa rasto, a passagem do animal, que fica lembrada no chão. ve passa e esquece, e assim deve ser. nimal, onde já não está e por isso de nada serve, stra que já esteve, o que não serve para nada. ecordação é uma traição à Natureza, que a Natureza de ontem não é Natureza. ue foi não é nada, e lembrar é não ver. sa, ave, passa, e ensina-me a passar! RICARDO REIS ◄ MELHOR DESTINO QUE O DE CONHECER-SE… hor destino que o de conhecer-se frui quem mente frui. Antes, sabendo nada, que ignorando: a dentro de nada. não houver em mim poder que vença parcas três e as moles do futuro, me dêem os deuses oder de sabê-lo; beleza, incriável por meu sestro, goze externa e dada, repetida meus passivos olhos, os que a morte seca. PRAZER, MAS DEVAGAR… zer, mas devagar, a, que a sorte àqueles não é grata lhe das mãos arrancam. ivos retiremos do horto mundo depredandos pomos. despertemos, onde dorme, a erínis cada gozo trava. mo um regato, mudos passageiros, emos escondidos. orte inveja, Lídia. Emudeçamos. PARA SER GRANDE… a ser grande, sê inteiro: nada exagera ou exclui. odo em cada coisa. Põe quanto és mínimo que fazes. im em cada lago a lua toda ha, porque alta vive. VEM SENTAR-TE COMIGO, LÍDIA… m sentar-te comigo, Lídia, à beira do rio. segadamente fitemos o seu curso e aprendamos a vida passa, e não estamos de mãos enlaçadas. lacemos as mãos). ois pensemos, crianças adultas, que a vida sa e não fica, nada deixa e nunca regressa, para um mar muito longe, para ao pé do Fado, s longe que os deuses. enlacemos as mãos, porque não vale a pena cansarmo-nos. r gozemos, quer não gozemos, passamos como o rio. s vale saber passar silenciosamente em desassossegos grandes. m amores, nem ódios, nem paixões que levantam a voz, m invejas que dão movimento de mais aos olhos, m cuidados, porque se os tivesse o rio sempre correria, empre iria ter ao mar. emo-nos tranquilamente, pensando que podíamos, quiséssemos, trocar beijos e abraços e carícias, s que mais vale estarmos sentados ao pé um do outro indo correr o rio e vendo-o. hamos flores, pega tu nelas e deixa-as colo, e que o seu perfume suavize o momento— e momento em que sossegadamente não cremos em nada, ãos inocentes da decadência. menos, se for sombra antes, lembrar-te-ás de mim depois m que a minha lembrança te arda ou te fira ou te mova, que nunca enlaçamos as mãos, nem nos beijamos m fomos mais do que crianças. e antes do que eu levares o óbolo ao barqueiro sombrio, nada terei que sofrer ao lembrar-me de ti. -me-ás suave à memória lembrando-te assim —à beira-rio, ã triste e com flores no regaço. SE RECORDO QUEM FUI… ecordo quem fui, outrem me vejo, passado é um presente na lembrança. m fui é alguém que amo ém somente em sonho. saudade que me aflige a mente é de mim nem do passado visto, ão de quem habito trás dos olhos cegos. a, senão o instante, me conhece. ha mesma lembrança é nada, e sinto quem sou e quem fui sonhos diferentes. É TãO SUAVE A FUGA DESTE DIA… o suave a fuga deste dia, a, que não parece que vivemos. m dúvida que os deuses são gratos esta hora, paga nobre desta fé que usamos exilada verdade dos seus corpos dão o alto prémio nos deixarem ser vivas lúcidos da sua calma, deiros um momento do seu jeito viver toda a vida tro dum só momento m só momento, Lídia, em que afastados terrenas angústias recebemos mpicas delícias tro das nossas almas. m só momento nos sentimos deuses rtais pela calma que vestimos altiva indiferença coisas passageiras. mo quem guarda a c’roa da vitória es fanados louros de um só dia rdemos para termos, futuro enrugado, ene à nossa vista a certa prova que um momento os deuses nos amaram os deram uma hora nossa, mas do Olimpo. ÁLVARO DE CAMPOS ◄ TABACARIA sou nada. ca serei nada. posso querer ser nada. arte isso, tenho em mim todos os sonhos do mundo. elas do meu quarto, meu quarto de um dos milhões do mundo que ninguém sabe quem é e soubessem quem é, o que saberiam?), s para o mistério de uma rua cruzada constantemente por gente, a uma rua inacessível a todos os pensamentos, l, impossivelmente real, certa, desconhecidamente certa, m o mistério das coisas por baixo das pedras e dos seres, m a morte a pôr humidade nas paredes e cabelos brancos nos homens, m o Destino a conduzir a carroça de tudo pela estrada de nada. ou hoje vencido, como se soubesse a verdade. ou hoje lúcido, como se estivesse para morrer, ão tivesse mais irmandade com as coisas ão uma despedida, tornando-se esta casa e este lado da rua leira de carruagens de um comboio, e uma partida apitada dentro da minha cabeça, ma sacudidela dos meus nervos e um ranger de ossos na ida. ou hoje perplexo, como quem pensou e achou e esqueceu. ou hoje dividido entre a lealdade que devo abacaria do outro lado da rua, como coisa real por fora, sensação de que tudo é sonho, como coisa real por dentro. hei em tudo. mo não fiz propósito nenhum, talvez tudo fosse nada. prendizagem que me deram, ci dela pela janela das traseiras da casa. até ao campo com grandes propósitos, s lá encontrei só ervas e árvores, uando havia gente era igual à outra. o da janela, sento-me numa cadeira. Em que hei-de pensar? sei eu do que serei, eu que não sei o que sou? o que penso? Mas penso ser tanta coisa! á tantos que pensam a mesma coisa que não pode haver tantos! io? Neste momento m mil cérebros se concebem em sonho génios como eu, história não marcará, quem sabe?, nem um, m haverá senão estrume de tantas conquistas futuras. , não creio em mim. todos os manicómios há doidos malucos com tantas certezas! que não tenho nenhuma certeza, sou mais certo ou menos certo? , nem em mim… quantas mansardas e não mansardas do mundo estão nesta hora génios-para-si-mesmos sonhando? ntas aspirações altas e nobres e lúcidas — , verdadeiramente altas e nobres e lúcidas—, uem sabe se realizáveis, ca verão a luz do sol real nem acharão ouvidos de gente? mundo é para quem nasce para o conquistar ão para quem sonha que pode conquistálo, ainda que tenha razão. ho sonhado mais que o que Napoleão fez. ho apertado ao peito hipotético mais humanidades do que Cristo. ho feito filosofias em segredo que nenhum Kant escreveu. s sou, e tal vez serei sempre, o da mansarda, da que não more nela; ei sempre o que não nasceu para isso; ei sempre só o que tinha qualidades; ei sempre o que esperou que lhe abrissem a porta ao pé de uma parede sem porta, antou a cantiga do Infinito numa capoeira, uviu a voz de Deus num poço tapado. r em mim? Não, nem em nada. rame-me a Natureza sobre a cabeça ardente eu sol, a sua chuva, o vento que me acha o cabelo, resto que venha se vier, ou tiver que vir, ou não venha. ravos cardíacos das estrelas, quistámos todo o mundo antes de nos levantar da cama; s acordámos e ele é opaco, antámo-nos e ele é alheio, mos de casa e ele é a terra inteira, s o sistema solar e a Via Láctea e o Indefinido. me chocolates, pequena; me chocolates! a que não há mais metafísica no mundo senão chocolates. a que as religiões todas não ensinam mais que a confeitaria. me, pequena suja, come! esse eu comer chocolates com a mesma verdade com que comes! s eu penso, e, ao tirar o papel de prata, que é de folha de estanho, to tudo para o chão, como tenho deitado a vida.) s ao menos fica da amargura do que nunca serei aligrafia rápida destes versos, tico partido para o Impossível. s ao menos consagro a mim mesmo um desprezo sem lágrimas, bre ao menos no gesto largo com que atiro oupa suja que sou, sem rol, para o decurso das coisas, co em casa sem camisa. que consolas, que não existes e por isso consolas, deusa grega, concebida como estátua que fosse viva, patrícia romana, impossivelmente nobre e nefasta, princesa de trovadores, gentilíssima e colorida, marquesa do século dezoito, decotada e longínqua, cocotte célebre do tempo dos nossos pais, não sei quê moderno —não conheço bem o quê—, o isso, seja o que for, que sejas, se pode inspirar que inspire! u coração é um balde despejado. mo os que invocam espíritos invocam espíritos invoco mim mesmo e não encontro nada. go à janela e vejo a rua com uma nitidez absoluta. o as lojas, vejo os passeios, vejo os carros que passam, o os entes vivos vestidos que se cruzam, o os cães que também existem, do isto me pesa como uma condenação ao degredo, do isto é estrangeiro, como tudo.) i, estudei, amei, e até cri, oja não há mendigo que eu não inveje só por não ser eu. o a cada um os andrajos e as chagas e a mentira, enso: talvez nunca vivesses nem estudasses nem amasses nem cresses rque é possível fazer a realidade de tudo isso sem fazer nada disso); vez tenhas existido apenas, como um lagarto a quem cortam o rabo ue é rabo para aquém do lagardo remexidamente. de mim o que não soube, que podia fazer de mim não o fiz. ominó que vesti era errado. heceram-me logo por quem não era e não desmenti, e perdi-me. ndo quis tirar a máscara, ava pegada à cara. ndo a tirei e me vi ao espelho, nha envelhecido. ava bêbado, já não sabia vestir o dominó que não tinha tirado. tei fora a máscara e dormi no vestiário mo um cão tolerado pela gerência ser inofensivo ou escrever esta história para provar que sou sublime. ência musical dos meus versos inúteis, m me dera encontrar-te como cosisa que eu fizesse, ão ficasse sempre defronte da Tabacaria de defronte, cando aos pés a consciência de estar existindo, mo um tapete em que um bêbado tropeça um capacho que os ciganos roubaram e não valia nada. s o Dono da Tabacaria chegou à porta e ficou à porta. o-o com desconforto da cabeça mal voltada om o desconforto da alma malentendendo. morrerá e eu morrerei. deixará a tabuleta, eu deixarei versos. erta altura morrerá a tabuleta também, e os versos também. ois de certa altura morrerá a rua onde esteve a tabuleta, língua em que foram escritos os versos. rrerá depois o planeta girante em que tudo isto se deu. outros satélites de outros sistemas qualquer coisa como gente tinuará fazendo coisas como versos e vivendo por baixo de coisas como tabuletas, mpre uma coisa defronte da outra, mpre uma coisa tão inútil como a outra, mpre o impossível tão estúpido como o real, mpre o mistério do fundo tão certo como o sono de mistério da superfície, mpre isto ou sempre outra coisa ou nem uma coisa nem outra. s um homem entrou na Tabacaria (para comprar tabaco?), realidade plausível cai de repente em cima de mim. miergo-me enérgico, convencido, humano, ou tencionar escrever estes versos em que digo o contrário. ndo um cigarro ao pensar em escrevê-los aboreio no cigarro a libertação de todos os pensamentos. o o fumo como a uma rota própria, ozo, num momento sensitivo e competente, bertação de todas as especulações consciência de que a metafísica é uma consequência de estar mal disposto. ois deito-me para trás na cadeira ontinuo fumando. uanto o Destino mo conceder, continuarei fumando. eu casasse com a filha da minha lavadeira vez fosse feliz.) o isto, levanto-me da cadeira. Vou à janela. omen saiu da Tabacaria (metendo troco na algibeira das calças?). conheço-o: é o Esteves sem metafísica. Dono da Tabacaria chegou à porta.) mo por um instinto divino o Esteves voltou-se e viu-me. nou-me adeus, gritei-lhe Adeus ó Esteves!, e o universo onstruiu-se-me sem ideal nem esperança, e o dono da Tabacaria sorriu. AH, OS PRIMEIROS MINUTOS NOS CAFÉS… os primeiros minutos nos cafés de novas cidades! hegada pela manhã a cais ou a gares ios de um silêncio repousado e claro! primeiros passantes nas ruas das cidades a que se chega… som especial que o correr das horas tem nas viagens… ómnibus ou os eléctricos ou os automóveis… ovo aspecto das ruas de novas terras… az que parecem ter para a nossa dor ulício alegre para a nossa tristeza lta de monotonia para o nosso coração cansado!… praças nítidamente quadradas e grandes, ruas com as casas que se aproximam ao fim, ruas transversais revelando súbitos interesses, ravés disto tudo, como uma coisa que inunda e nunca transborda, movimento, o movimento ida coisa colorida e humana que passa e fica… portos com navios parados, essivamente navios parados, m barcos pequenos ao pé, esperando… A PASSAGEM DAS HORAS tir tudo de todas as maneiras, todas as opiniões, sincero contradizendo-se a cada minuto, agradar a si-próprio pela plena liberalidade de espírito, mar as coisas como Deus. que sou mais irmão de uma árvore que de um operário, que sinto mais a dor suposa do mar ao bater na praia a dor real das crianças em que batem , como isto deve ser falso, pobres crianças em que batem— orque é que as minhas sensações se revezam tão depressa?) enfim, que sou um diálogo contínuo, falar-alto incompreensível, alta-noite na torre, ndo os sinos oscilam vagamente sem que mão lhes toque z pena saber que há vida que viver amanhã. enfim, literalmente eu, u metaforicamente também, o poeta sensacionalista, enviado do Acaso eis irrepreensíveis da Vida, o fumador de cigarros por profissão adequada, ndivíduo que fuma ópio, que toma absinto, mas que, emfim, fere pensar em fumar ópio a fumá-lo cha mais seu olhar para o absinto a beber que bebêlo… este degenerado superior sem arquivos na alma, m personalidade com valor declarado, o investigador solene das coisas fúteis, era capaz de ir a viver na Sibéria só por embirrar com isso, ue acho que não faz mal não ligar importância à pátria que não tenho raiz, como uma árvore, e portanto não tenho raiz… que tantas vezes me sinto tão real como uma metáfora, mo uma frase escrita por um doente no livro da rapariga que encontrou no terraço, uma partida de xadrez no convés dum transatlântico, a ama que empurra os perambulators em todos os jardins públicos, o polícia que a olha, parado para trás na álea, a criança no carro, que acena à sua inconsciência ñúcida com um colar com guizos, a paisagem por detrás disto tudo, a paz citadina da através das árvores do jardim público, o que os espera a todos em casa, o que eles encontram na rua, o que eles não sabem de si-próprios, aquela coisa em que estás pensando e te marca esse sorriso, o contraditório, o fictício, o aranzel, a espuma, artaz posto agora, as ancas da francesa, o olhar do padre, ugar onde se encontram as duas ruas e os chauffeurs dormem contra os carros, catriz do sargento mal-encarado, ebo na gola do explicador doente que volta para casa, hávena que era por onde o pequenito que morreu bebia sempre, m uma falha na asa (e tudo isto cabe num coração de mãe e enche-o)… o ditado de francês da pequenita que mexe nas ligas, os pés que se tocam por baixo do bridge sob o lustre, a carta escondida, o calor do lenço, a sacada com a janela entreaberta, ortão de serviço onde a criada fala com os desejos do primo, acana do José que prometeu vir e não veio gente tinha uma partida para lhe fazer… tudo isto, e além disto o resto do mundo… ta coisa, as portas que se abrem, e a razão por que elas se abrem, s coisas que já fizeram as mãos que abrem as portas… a infelicidade-nata de todas as expressões, mpossibilidade de exprimir todos os sentimentos, m que haja uma lápide no cemitério para o irmão de tudo isto, que parece não querer dizer nada sempre que dizer qualquer coisa… , eu, o engenheiro naval que sou supersticioso como uma camponesa madrinha, so o monóculo para não parecer igual à ideia real que faço de mim, levo às vezes três horas a vestir-me e nem por isso acho isso natural, s acho-o metafísico e se me batem à porta zango-me, tanto por me interromperem a gravata como por ficar sabendo que há a vida… , emfim, eu o destinatário das cartas lacradas, aú das iniciais gastas, ntonação das vozes que nunca ouviremos mais— s guarda isso tudo no Mistério, e às vezes sentimo-lo vida pesa de repente e faz muito frio mais perto que o corpo. rígida prima da minha tia, eneral em que elas falavam —general quando elas eram pequenas, vida era guerra civil a todas as esquinas… e le mélodrame où Margot a pleuré! m folhas secas no chão irregularmente, s o facto é que sempre é outono no outono, inverno vem depois fatalmente, á só um caminho para a vida, que é a vida… e velho insignificante, mas que ainda conheceu os românticos, e opúsculo político do tempo das revoluções constitucionais, dor que tudo isso deixa, sem que se saiba a razão m haja para chorar tudo mais razão que senti-lo. os os amantes beijaram-se na minh’alma, os os vadios dormiram um momento em cima de mim, os os desprezados encostarem-se um momento ao meu ombro, avessaram a rua, ao meu braço todos os velhos e doentes, ouve um segredo que me disseram todos os assassinos. uela cujo sorriso sugere a paz que eu não tenho, cujo baixar-de-olhos há uma paisagem da Holanda, m as cabeças femininas coiffées de lin do o esforço quotidiano de um povo pacífico e limpo… uela que é o anel deixado em cima da cómoda, fita entalada com o fechar da gaveta, cor-de-rosa, não gosto da cor mas da fita entalada, im como não gosto da vida, mas gosto de senti-la… mir como um cão corrido no caminho, ao sol, initivamente para todo o resto do Universo, ue os carros me passem por cima.) para a cama com todos os sentimentos, souteneur de todas as emoções, aram-me bebidas todos os acasos das sensações, quei olhares com todos os motivos de agir, ve mão em mão com todos os impulsos para partir, re imensa das horas! ústia da forja das emoções! va, espuma, a imensidão que não cabe no meu lenço, adela a uivar de noite, nque da quinta a passear à roda da minha insónia, osque como foi à tarde, quando lá passeámos, a rosa, madeixa indiferente, o musgo, os pinheiros, a a raiva de não conter isto tudo, de não deter isto tudo, ome abstracta das coisas, cio impotente dos momentos, ia intelectual de sentir a vida! er tudo por suficiência divina— vésperas, os consentimentos, os avisos, coisas belas da vida— lento, a virtude, a impunidade, ndência para acompanhar os outros a casa, tuação de passageiro, onveniência em embarcar já para ter lugar, lta sempre uma coisa, um copo, uma brisa, uma frase, vida dói quanto mais se goza e quanto mais se inventa. er rir, rir, rir despejadamente, como um copo entornado, olutamente doido só por sentir, olutamente roto por me roçar contra as coisas, do na boca por morder coisas, m as unhas em sangue por me agarrar a coisas, epois dêem-me a cela que quiserem que eu me lembrarei da vida. POEMA EM LINHA RECTA ca conheci quem tivese levado porrada. os os meus conhecidos têm sido campeões em tudo. u, tantas vezes reles, tantas vezes porco, tantas vezes vil, antas vezes irrespondivelmente parasita, esculpavelmente sujo, que tantas vezes não tenho tido paciência para tomar banho, que tantas vezes tenho sido ridículo, absurdo, tenho enrolado os pés publicamente nos tapetes das etiquetas, tenho sido grotesco, mesquinho, submisso e arrogante, tenho sofrido enxovalhos e calado, quando não tenho calado, tenho sido mais ridículo ainda; que tenho sentido o piscar de olhos dos moços de fretes, que tenho feito vergonhas financeiras, pedido emprestado sem pagar, que, quando a hora do soco surgiu, me tenho agachado a fora da possibilidade do soco; que tenho sofrido a angústia das pequenas coisas ridículas, verifico que não tenho par nisto tudo neste mundo. a a gente que eu conheço e que fala comigo ca teve um acto ridículo, nunca sofreu enxovalho, ca foi senão príncipe —todos eles príncipes— na vida… m me dera ouvir de alguém a voz humana confessasse não um pecado, mas uma infâmia; contasse, não uma violência, mas uma cobardia! , são todos o Ideal, se os oiço e me falam. m há neste largo mundo que me confesse que uma vez foi vil? ríncipes, meus irmãos, e, estou farto de semi-deuses! e é que há gente no mundo? ão sou só eu que é vil e erróneo nesta terra? erão as mulheres não os terem amado, em ter sido traídos —mas ridículos nunca! u, que tenho sido ridículo sem ter sido traído, mo posso eu falar com os meus superiores sem titubear? que tenho sido vil, literalmente vil, no sentido mesquinho e infame da vileza. CRUZOU POR MIM… zou por mim, veio ter comigo, numa rua da Baixa uele homem mal vestido, pedinte por profissão que se lhe vê na cara, simpatiza comigo e eu simpatizo com ele; ciprocamente, num gesto largo, transbordante, dei-lhe tudo quanto tinha cepto, naturalmente, o que estava na algibeira onde trago mais dinheiro: sou parvo nem romancista russo, plaicado, omantismo, sim, mas devagar…). o uma simpatia por essa genta toda, retudo quando não merece simpatia. , eu sou também vadio e pedinte, ou-o também por minha culpa. vadio e pedinte não é ser vadio e pedinte: star ao lado da escala social, ão ser adaptável às normas da vida, normas reais ou sentimentais da vida— ser Juiz do Supremo, empregado certo, prostituta, ser pobre a valer, operário explotado, ser doente de uma doença incurável, ser sedento de justiça, ou capitão de cavalaria, ser, emfim, aquelas pessoas sociais dos novelistas se fartam de letras porque têm razão para chorar lágrimas, e revoltam contra a vida social porque têm razão para isso supor. : tudo menos ter razão! o menos importar-me com a humanidade! o menos ceder ao humanitarismo! que serve uma sensação se há uma razão exterior para ela? , ser vadio e pedinte, como eu sou, é ser vadio e pedinte, o que é corrente: er isolado na alma, e isso é que é ser vadio, r que pedir aos dias que passem, e nos deixem, e isso é que é ser pedinte. o mais é estúpido como um Dostoievski ou um Gorki. o mais é ter forme ou não ter que vestir. mesmo que isso aconteça, isso acontece a tanta gente nem vale a pena ter pena da gente a quem isso acontece. vadio e pedinte a valer, isto é, no sentido translato, stou-me rebolando numa grande caridade por mim. tado do Álvaro de Campos! isolado na vida! Tão deprimido nas sensações! tado dele, enfiado na poltrona da sua melancolia! tado dele, que com lágrimas (autênticas) nos olhos, hoje, num gesto largo, liberal e moscovita, o quanto tinha, na algibeira em que tinhapouco, àquele re que não era pobre, que tinha olhos tristes por profissão. tado do Álvaro de Campos, com quem ninguém se importa! tado dele que tem tanta pena de si mesmo! im, coitado dele! s coitado dele que de muitos que são vadios e vafiam, são pedintes e pedem, que a alma humana é um abismo. é que sei. Coitado dele! bom poder-me revoltar num comício dentro da minha alma! s até nem parvo sou! m tenho a defesa de poder ter opiniões sociais. tenho, mesmo, defesa nenhuma: sou lúcido. me queiram converter a convicção: sou lúcido. isse: sou lúcido. a de estéticas com coração: sou lúcido. da! Sou lúcido. ESCRITO NUM LIVRO ABANDONADO EM VIAGEM ho dos lados de Beja. para o meio de Lisboa. trago nada e não acharei nada. ho o cansaço antecipado do que não acharei, saudade que sinto não é nem do passado nem do futuro. xo escrita neste livro a imagem do meu desígnio morto: como ervas, e não me arrancaram. DOBRADA À MODA DO PORTO dia, num restaurante, fora do espaço e do tempo, viram-me o amor como dobrada fria. se delicadamente ao missionário da cozinha a preferia quente, a dobrada (e era à moda do Porto) nunca se come fria. acientaram-se comigo. ca se pode ter razão, nem num restaurante. comi, não pedi outra coisa, paguei a conta, m passear para toda a rua. m sabe o que isto quer dizer? não sei, e foi comigo… muito bem que na infância de toda a gente houve um jardim, icular ou público, ou do vizinho. muito bem que brincarmos era o dono dele. ue a tristeza é de hoje). isso muitas vezes, s, se eu pedi amor, porque é que me trouxeram brada à moda do Porto fria? é prato que se possa comer frio, s trouxeram-me frio. me queixei, mas estava frio, ca se pode comer frio, mas veio frio. AO VOLANTE DO CHEVROLET PELA ESTRADA DE SINTRA… volante do Chevrolet pela estrada de Sintra, luar e ao sonho, na estrada deserta, inho guio, guio quase devagar, e um pouco parece, ou me forço um pouco para que me pareça, sigo por outra estrada, por outro sonho, por outro mundo, sigo sem haver Lisboa deixada ou Sintra a que ir ter, sigo, e que mais haverá em seguir senão não parar mas seguir? passar a noite a Sintra por não poder passá-la em Lisboa, s, quando chegar a Sintra, terei pena de não ter ficado em Lisboa. mpre esta inquietação sem propósito, sem nexo, sem consequência, mpre, sempre, sempre, a angústia excessiva do espírito por coisa nenhuma, estrada de Sintra, ou na estrada do sonho, ou na estrada da vida… eável aos meus movimentos subconscientes no volante, ga sob mim comigo, o automóvel que me emprestaram. rio do símbolo, ao pensar nele, e ao virar à direita. quantas coisas que me emprestaram eu sigo no mundo! ntas coisas que me emprestaram guio como minhas! nto que me emprestaram, ai de mim! eu próprio sou! squerda o casebre —sim, o casebre— à beira da estrada. ireita o campo aberto, com a lua ao longe. utomóvel, que parecia há pouco dar-me liberdade, gora uma coisa onde estou fechado, só posso conduzir se nele estiver fechado, só domino se me incluir nele, se ele me incluir a mim. squerda lá para trás o casebre modesto, mais que modesto. ida ali deve ser feliz, só porque não é minha. alguém me viu da janela do casebre, sonhará: Aquele é que é feliz. vez à criança espreitando pelos vidros da janela do andar que está em cima uei (com o automóvel emprestado) como um sonho, uma fada real. vez à rapariga que olhou, ouvindo o motor, pela janela da cozinha pavimento térreo, qualquer coisa do príncipe de todo o coração de rapariga, a me olhará de esguelha, pelos vidros, até à curva em que me perdi. xarei sonhos atrás de mim, ou é o automóvel que os deixa? guiador do automóvel emprestado, ou o automóvel emprestado que eu guio? estrada de Sintra ao luar, na tristeza, ante os campos e a noite, ando o Chevrolet emprestado desconsoladamente, co-me na estrada futura, sumo-me na distância que alcanço, um desejo terrível, súbito, violento, inconcebível, lero… s o meu coração ficou no monte de pedras, de que me desviei ao vê-lo sem vê-lo, orta do casebre, O meu coração vazio, meu coração insatisfeito, meu coração mais humano do que eu, mais exacto que a vida. estrada de Sintra, perto da meia-noite, ao luar, ao volante, estrada de Sintra, que cansaço da própria imaginação, estrada de Sintra, cada vez pais perto de Sintra, estrada de Sintra, cada vez menos perto de mim… TODAS AS CARTAS DE AMOR… as as cartas de amor são ículas. seriam cartas de amor se não fossem ículas. mbém escrevi em meu tempo cartas de amor, mo as outras, ículas. cartas de amor, se há amor, m de ser ículas, s, afinal, as criaturas que nunca escreveram tas de amor ue são ículas. m me dera no tempo em que escrevia m dar por isso tas de amor ículas. erdade é que hoje minhas memórias sas cartas de amor ue são ículas. das as palavras esdrúxulas, mo os sentimentos esdrúxulos, naturalmente ículas). FERNANDO PESSOA ◄ AUTOPSICOGRAFIA oeta é um fingidor. ge tão completamente chega a fingir que é dor or que deveras sente. s que lêem o que escreve, dor lida sentem bem, as duas que ele teve, s só a que eles não têm. ssim nas calhas de roda a, a entretener a razão, e comboio de corda se chama o coração. FERNANDO PESSOA (Lisboa, 1888 1935). Nació en Lisboa el 13 de junio de 1888. Tenía cinco años cuando su padre murió de tuberculosis y ocho cuando su madre se volvió a casar con el cónsul de Portugal en Durban. Allá en Suráfrica, donde se crio, recibió lo que los libros llaman «una educación inglesa». Volvió a Lisboa en 1905 y montó una tipografía que no tardaría en quebrar. A partir de entonces se dedica a la traducción de cartas comerciales, oficio que desempeñará ya durante el resto de su vida. Murió el 29 de noviembre de 1935 en un hospital lisboeta, probablemente debido a una cirrosis, a los cuarenta y siete años de edad. Después de su muerte han aparecido sus Obras Completas publicadas con diferentes nombres. I Poesías, 1942, de Fernando Pessoa; II Poesías, 1944, de Alvaro de Campos; III -Poemas, 1946, de Alberto Caeiro; IV -Odas, 1946, de Ricardo Reis; V Mensajes, 1945; VI -Poemas dramáticos; y VII y VIII -Poesías inéditas. Destaca también El libro del desasosiego, que inició el poeta en 1912.