oralidad - Portal de la Cultura de América Latina y el Caribe
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ORALIDAD ANUARIO PARA EL RESCATE DE LA TRADICIÓN ORAL DE AMERICA LATINA Y DEL CARIBE Director: Arq. Hernán Crespo Toral Secretaria de Redacción: Dra. Yolanda Arencibia Consejo Editorial: Imelda Vega Centeno, Perú Manuel Dannemann, Chile Isabel Aretz, Venezuela Beatriz Mariscal, México Braulio do Nascimento, Brasil Celso A. Lara Figueroa, Guatemala Consejo Asesor: Isaac Barreal, Cuba Jesús Guanche, Cuba Mª del Carmen Victori, Cuba Corresponsales: AMERICA ANDINA: Juan Botasso Imelda Vega BRASIL: Paulo de Carvalho-Neto CARIBE CONTINENTAL: Yolanda Salas de Lecuna Manuel Zapata Olivella CARIBE INSULAR: Isaac Barreal CENTRO AMERICA: Celso A. Lara Figueroa CONO SUR: Manuel Dannemann MEXICO: Beatriz Mariscal Oficina Regional de Cultura de la Unesco para América Latina y el Caribe, ORCALC. La Habana, 1992 PUBLICACIÓN AL CUIDADO DE LA EDITORIAL ABYAYALA Quito-Ecuador EDICIÓN: Martha Vinueza y María Romero LOS ARTÍCULOS FIRMADOS EXPRESAN LA OPINIÓN DE SUS AUTORES Y NO COMPROMETEN EN MODO ALGUNO A LA DIRECCIÓN NI LA REDACCIÓN DEL ANUARIO. ILUSTRACIÓN DE CUBIERTA: CÓDIGO MAYA. TOMADO DE: MAYA HANDSCHRIFT, DR SACHSISCHEN LANDESBIBLOTHEK. DRESDEN. CODEX DRESDENSIS, BERLÍN, AKADEMI VERLAG. 1962 SUMARIO EDITORIAL HACIA UNA MAYOR ORALIDAD DE ORALIDAD 5 ARTÍCULOS CANTORIA DE VIOLA Expressao de alegría e esperança do povo nordestino José María Tenorio Rocha (Brasil) 7 ASI SABÍAN CONTAR Victoria Castro y Varinia Várela (Chile) 16 SIONAS-SECOYAS Memoria Oral e Historia Miguel Ángel Cabodevilla (Ecuador) 28 CIGANOS A Oralidade como defesa de una minoría étnica Cristina da Acosta Pereira (Brasil) 34 RELATOS VITALES Hacia una historia total Paricia Ponce Jiménez (México) 40 LA PALMA REAL EN LAS RELIGIONES POPULARES EN CUBA Julio Martínez Betancourt y Marco Antonio Vásquez Dávila 45 (Cuba-México) ORAL HISTORY ARCHIVES Management and service priorities Rhonda L. Neugebauer 50 ETNICIDAD CUBANA Y SERES MÍTICOS POPULARES Jesús Guanche Pérez (Cuba) 58 SECCIÓN BIBLIOGRAFÍA Reseñas de artículos varios 67 RESÚMENES ABSTRACTS RÉSUMÉS 69 Hacia una mayor oralidad de oralidad Hace apenas tres años, 1 un grupo de interesados en la cultura de tradición oral de los pueblos de América Latina y el Caribe nos reunimos en La Habana por invitación de la Oficina Regional de Cultura de la UNESCO con el objetivo de promover la investigación y los archivos sobre la tradición oral; así como contribuir a la permanencia del anuario ORALIDAD, cuyo primer número dimos a conocer en esa ocasión; todo ello en el contexto del Decenio para el Desarrollo Cultural y con el propósito de "afirmar y enriquecer las identidades culturales" de nuestros pueblos. El esfuerzo colectivo por dar vida a un nuevo anuario de estas características ha contado hasta el presente con la colaboración de veintisiete autores de doce países del área2 y uno de Europa (Suiza). Especial participación han tenido los miembros del Consejo Editorial del anuario. b) c) Mientras los resultados del trabajo investigativo abarcan hasta el presente el 55,55% de los artículos publicados; el testimonio escrito solo incluye el 40,74% de los trabajos y el 3,71% restante es sobre los archivos de la tradición oral; principalmente en parte del Caribe anglo y holandés hablante (Antillas Holandesas [Aruba, Bonaire y Curazao], Barbados, I. Caimán, Dominica, 5 De manera general, los trabajos3 se han desenvuelto en tres grandes campos temáticos de la tradición oral que operativamente pudiéramos denominar: a) de los vencedores", pp. 7-14; Argeliers León. "Un caso de tradición oral escrita", pp. 29-35; Celso A. Lara Figueroa. "Apuntes teóricos sobre la investigación de la cultura popular en América Latina", pp. 36-39; y Manuel Zapata Olivella. "Descolonización de la tradición oral africana en América", en ORALIDAD, Nº 1, La Habana, 1988. la investigación, empírica y/o teórica sobre aspectos globales o particulares (país, lengua, etnos, individuos) de la cultura de tradición oral.4 1 Me refiero a la Reunión de Expertos sobre el rescate de las tradiciones orales de América Latina y el Caribe, La Habana, Cuba 20-23 de mayo de 1989; en anuario Oralidad, No 2, La Habana, 1990, pp. 73-77. 2 Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Curazao, Chile, Guatemala, Jamaica, México, Perú, Puerto Rico y Venezuela. 3 Publicados en los números 1, 2 y 3. 4 Véanse, entre otros trabajos: Yolanda Salas de Lecuna y Norma González Viloria. "La conciencia épica en la narrativa oral de los vencidos y la tradición oral en primera persona; es decir el proceso mismo del rescate escrito de la oralidad, generalmente precedido de explicaciones que ubican al o a los portadores de esa lengua en su contexto espacio-temporal, junto con comentarios e interpretaciones valorativas;5 y el archivo de la tradición oral, como forma particular de preservación-difusión de esta parte del patrimonio cultural.6 5 Véanse entre otros trabajos: Manuel Dannemann. "Una historia oral contada por los niños de Chile", pp. 25-31; Daniel Mato. "Cuenteros afrovenezolanos en acción", pp. 41-47; Eloísa Palafox. "Mito y permanencia en seis historias mexicanas de brujas", pp. 48-52; y José María Tenorio Rocha. "Puizia popula x poesía popular: a propósito do modismo na falsa "Poesía Matuta", pp. 59-62; en ORALIDAD, No 2, La Habana, 1990. 6 Véase Olive Lewin. "Report on Research on Oral Tradition in the Caribbean. The Jamaica Memory Bank", pp. 15-21, en ORALIDAD, No 1, La Habana, 1988. Granada, Guyana y Jamaica), lo que evidencia no solo el desbalance de estos campos, sino la necesidad de propiciar espacios a otros estudiosos e interesados que se encuentren en disposición de colaborar y participar en este diálogo por el rescate de la tradición oral. Aunque el anuario viene contando con una creciente participación de especialistas en estos temas, en cada número nos proponemos establecer una serie de criterios editoriales que permitan reflejar a nivel del área lo más significativo de cada cultura de tradición oral, desde el punto de vista de la pluralidad lingüística, etnocultural, geográfica y nacional; a la vez de la compleja diversidad temática. En este sentido, junto con el justo balance de colaboradores por países de pertenencia o de residencia que tratamos de realizar, hemos observado un desequilibrio en los temas de la tradición oral en primera persona, que representa uno de los contenidos fundamentales del anuario; y la casi ausencia de estudios o informes investigativos sobre los archivos de la tradición oral, en tanto diagnóstico de colecciones particulares o gubernamentales existentes en América Latina y el Caribe; de manera que se pueda contribuir a trazar una política continental de conservación, rescate, tecnificación e intercambio de información; tal como recomendamos en la referida Reunión de Expertos. 6 Aunque el propósito del Consejo Editorial es dar a conocer los trabajos en sus lenguas originales, por razones de colaboración, los artículos han sido publicados en español (23), inglés (2) y portugués (2); no obstante contar con resúmenes en español, inglés y francés (al final de cada número). Hasta el presente no hemos recibido colaboraciones de la tradición oral en las lenguas de los pueblos aborígenes del continente; que como tales se identifican no menos de cuarenta millones de personas7 bien a través de sus propios portadores o mediante las conocidas transcripciones fonéticas del alfabeto latino. Dar a conocer estos materiales es también uno de los propósitos del anuario. Fuera de los límites espaciales de América Latina y el Caribe existen decenas de instituciones y cientos de estudiosos sobre estos campos del conocimiento, especialmente en Norteamérica y 3 Europa, cuya participación puede ser de gran interés. Esta breve reflexión debe servir para reiterar la invitación -a nombre del Consejo Editorial- para que nuestros lectores y a través de ellos los ac- 7 Presencia y significación de los pueblos indígenas de América, Guatemala, 1989. tores y transmisores de la tradición oral participemos en este diálogo permanente por la comunicación social y el conocimiento mutuos. Dr. Jesús Guanche Pérez Miembro del Consejo Asesor EDITORIAL Cantoria de Viola: Expressão de alegria e esperança do povo nordestino Prof. JOSE MARIA TENORIO ROCHA "Ante-ontem, minha gente Fui juiz numa função De violeiros do Nordeste Cantando em competição Ou puxando uma sextilha Ou uma oitava em quadrão Quer a rima fosse em inha Quer a rima fosse em ão, Caíram rimas do céu, Saltavam rimas do chão. Tudo muito bem medido No galope do sertão. Saí dali convencido Que não sou poeta, não; Que poeta é quem inventa Em boa improvisação, Como faz qualquer violeiro Bom cantador do sertão, A todos os quais, humilde, Mando a minha saldação". Estas décimas foram compostas por um dos maiores poetas eruditos da língua portuguesa de todos os tempos -Manuel Bandeira- para exaltar um dos gêneros poético-musicais folclóricos mais importantes do Nordeste do Brasil- A Cantoria de Viola. A emoção que esse tipo de expressão cultural causou ao poeta maior, também chega a sensibilizar o poeta popular, quando reconhece ter produzido um repente que considera obra-prima, que tenha causado admiração a um auditório lotado. Agradecido pelas ovações recebidas, o poeta credita à viola a inspiração recebida, e acarinha seu instrumento companheiro, com versos como estes de Dimas Batista Patriota: "Velha viola de pinho, companheira De minh' alma, constante e enternecida, Foste tu a intérprete primeira Da primeira ilusão da minha vida" (1) Dentre as variadas formas dos cantares folclóricos nordestinos, a Cantoria de Viola desponta como uma dessas formas de expressão poética que emociona e traduz de forma definidora o gosto, a vida e a alma dos nordestinos. Seus cantos são feitos de repente, de improviso, e isso dá a essa forma musical o caráter de canto mágico, importante, só acessível para os eleitos, ou para os bem-nascidos musicalmente. Homens que não precisaram entrar em escolas de música para aprender essa arte/ciência. Seres talhados para dizer musicalmente e em versos que variam dos mais simples aos mais bem elaborados em estrutura formal, aquilo que, com dificuldades, dizemos em prosa. Essa arte, de bases tão nordestinas, tão nacionalistas, tem suas raízes na Idade Média, embora não esqueçamos que na Antiguidade já existiam formas de desafios entre os gregos da Era Clássica. Da Península Ibérica, na era dos descobrimentos, veio a informação poético-musical que se aclimatou bem no Nordeste, e por toda parte as sextilhas, as gemedeiras, os martelos, os galopes, os desafios, marcam profundamente a presença desses músicos maravilhosos porque simples, puros, eleitos para traduzir essa arte singular, o canto com cheiro de gente, o canto de bases e raízes tão nossas, o canto para a denúncia do que está estabelecido de forma não conveniente; o canto para a libertação. Discorrendo sobre a figura do cantador nordestino e fazendo possíveis ligações comparativas através de fatos semelhantes em diversos quadrantes do universo, Câmara Cascudo asse- 7 vera ser o cantador um "descendente do Aedo da Grécia, do rapsodo ambulante dos Helenos, do Gleeman anglo-saxão, dos Moganis e Metris árabes, do velálica da índia, dos Runóias da Finlândia, dos bardos armoricanos, dos escaldos da Escandinávia, dos menestréis, trovadores, mestres-cantadores da Idade Média. Canta ele, como há séculos, a história da região e a gesta rude do homem. É a epea grega, o barditus germano, a gesta franca, a estória portuguesa, a xácara recordadora". (2) A VIOLA Em importante pesquisa, onde a observação participante foi o elemento decisivo, Roberto Nunes Correia traçou um roteiro que passa a ser um guia seguro para entendermos a trajetória da viola através de dez séculos de História. Deixemos que o pesquisador demonstre essa viagem. "No início do século VIII, os árabes invadiram a Península Ibérica e muito provavelmente introduziram nessa região um instrumento bastante difundido entre eles, o alaúde. No contato com o povo ibérico, este instrumento sofreu várias modificações e mais tarde recebeu o nome de "Vihuela", que teve no século XVI sua grande fase". "Nesta época encontramos a vihuela de 6 ordens de cordas usadas pelos músicos, e a vihuela de 4 ordens de cordas, também chamada de "guitarra" usada pelo povo". 8 "Como vemos, a guitarra era a mesma vihuela sem a sexta e a primeira (prima) cordas. É interessante notar que estes instrumentos só possuíam 10 trastes, o que ocorria também na "viola meia regra" encontrada no nosso sertão". "Na segunda metade do século XVI, a guitarra substituiu progressivamente a vihuela e, com a adição de uma quinta corda (adicionando-se a prima da vihuela a guitarra), o instrumento adquiriu uma categoria artística bem maior. Essa guitarra dotada de uma quinta corda teve tanto êxito, que os guitarristas de todos os países a adotaram e a denominaram "guitarra espanhola". "Em 1586, a guitarra já contava definitivamente com 5 ordens de cordas. A exceção da prima, que 3 era simples, a segunda e a terceira ordens afinadas em uníssono, e a quarta e quinta em oitavas (...)". "Em Portugal, este instrumento, dotado de mais 1 corda (prima), adquiriu o nome de "viola", passando a ter 5 cordas duplas (...) No século XVII, o número de cordas aumentou para 12, com a adição, de 2 bordões, conservadas as ordens já existentes (...). No século XVIII, a transformação da guitarra espanhola em sua forma atual de cordas singelas (com o acréscimo do Ml grave) fez surgir em língua portuguesa a designação de violão para o instrumento que em espanhol continuou sendo chamado de guitarra". (3) Em comentários técnicos sobre o som desse instrumento, o etnomusicólogo nordestino Antonio José Madureira assim se expressou: "Pelo fato de suas cordas serem de aço e ordenadas em pares, seu som nos lembra o cravo, antigo instrumento europeu. Acredito, porém, que sua expressividade seja maior, pois a viola permite o PORTAMENTO e o VIBRATO". "Ao contrário do que acontece com a viola paulista e a mineira, a afinação da viola nordestina não varia. A relação entre suas cordas asse melhase à do violão, com algumas particularidades: a cantador afina a viola de um ponto a dois acima do diapasão normal, facilitando assim a tonalidade em que canta; e o primeiro par é afinado uma oitava abaixo. Raras vezes esse primeiro par é usado, mas essa afinação tradicional é mantida". (4) Em relação á afinação da viola nordestina, Orlando Tejo informa que os cantadores que se acompanham de viola de 10 cordas ou 5 duplas preferem a afinação em MI-SI-SOL-RÉ-LÁ e os que tocam com violas de 12 cordas ou 6 duplas, MI-LáRÉ-SOL-SI-MI, permitindo ao instrumento ter uma maior sonoridade.(5) A musicóloga paulista Oneyda Alvarenga concorda com o segundo informe e acrescenta um dado: é a afinação em LA-RÉ-SOLSI-MI. (6) No início de qualquer cantoria ou no intervalo entre uma estrofe cantada e outra, os cantadores tocam um trecho musical instrumental a que chamam de "baião de viola" ou "ponteado". Esse ponteado que dá ao instrumento características de solista, é, segundo Rossini Tavares de Lima, "uma verdadeira dedilhação", onde o tocador fere as cordas com 1 só dedo, dando resultado melódico ou polifônico". (7) Em comentário sobre o papel da música na cantoria de viola, informa a musicóloga Dulce Martins Lamas que "na cantoria, a música tem um papel secundário, simplemente realça o ritmo poético, vez que o cantador tem como principal objetivo (...) mostrar sua capacidade inventiva, sua presença de espírito, sua habilidade de criação poética. "O importante é a significação do texto rimado, quer seja no sentido narrativo ou no aspecto de improvisação, feito com as mais variadas medidas poéticas, cabendo à linha melódica apenas ressaltar ou apoiar o ritmo da palavra". "O ritmo da cantoria satisfaz principalmente as necessidades da acentuação métrica das palavras. (...) A rítmica da cantoria é oratória, provém directamente da prosódia, tal como todo o canto que se praticou até o Renascimento e, ainda hoje, se conserva no Canto Gregoriano (...)". além do pandeiro, tamboril e flauta, segundo Câmara Cascudo. (9) "Embora o ritmo seja livre (...) obedece a uma lógica. Suas unidades de tempo integram-se ao esquema poético e estão preconcebidas na consciência do cantador, pela sua própria natureza intuitiva (...)". Os estudiosos brasileiros são acordes em afirmar que a cantoria de viola surgiu na Serra do Teixeira, ponto culminante da Paraíba, nos primeiros quartéis dos séculos XIX, sendo o primeiro cantador Romano do Teixeira ou Romano da Mãe-D'Água (Francisco Romano Caluete), autor do próprio vocábulo Cantoria. (10) Os violeiros "cantam como se estivessem falando. Daí o canto ser nasalado. Podemos mesmo concluir ser a impostação nasal o fator que contribui para que o cantador passe horas a fio, cantando e improvisando, sem demonstrar fadiga". Discorrendo sobre a melodia, afirma ainda: "Assim como a poesia, a melodia tem elementos preexistentes. Ainda que se verifiquem processos de inventiva, são mais de detalhes, de nuances, do que de conjunto. Pode-se dizer que há uma estrutura, uma base fixa, à qual se incorporam, sob a inspiração, a necessidade do momento ou a emoção, pequenos desenhos, ligeiras variações, que emprestam às formas tradicionalmente estabelecidas uma constante imagem de renovação. Esses fatores de acréscimo ou transformação contribuem para que a melodia nunca se repita da mesma maneira (...)". "Eles não obedecem aos paradigmas de uma afinação universal, ou aos ensinamentos institucionálizados, às medidas sonoras controladas por diapasão, como na música estudada. Sobretudo, não repetem uma melodia escrita, porém a música que conservam por tradição oral, sujeita portanto a todas as contingências do improviso". (8). Na estrutura melódica que serve de fundo aos cantares dos violeiros existem sobrevivências advindas do período medieval, época do movimento trovadoresco europeu. Esse movimento surgiu na França e teve duas ramificações, uma no norte e outra no sul, com os Trouvères e os Troubadours, respectivamente. Os Trovadores faziam a poesia e também, como os rapsodos gregos, compunham a música. "Está portanto, na criação e divulgação da canção popular dos séculos XI e XII, uma das mais significativas contribuições dos trovadores franceses". Durante os séculos XV e XVI na Europa, a viola foi instrumento muscial popularíssimo. No século XVI, esse instrumento atingiu seu esplendor em Portugal, segundo se vê nos Autos de Gil Vicente. Daquele país chegou ao Brasil, sendo aceito como instrumento de base para o acompanhamento de muitos cantares folclóricos, convindo lembrar que entre os instrumentos musicais das orquestras jesuíticas estava a viola, A cantoria de viola assume aspectos bem distintos em termos de Brasil; assim, enquanto no Nordeste ela é improvisada, mesmo entendendo que os violeiros cantam versos anteriormente aprendidos, a que chamam de balaio, a maioria de sua produção é feita de repente, com temas, assuntos criados 'a base do acontecimento do momento. No Sudeste e Centro-Oeste do Brasil, o que aparece, ao invésda poesia de improviso é a moda de viola, decorada; é a chamada poesia de bancada (embora esse termo seja mais bem empregado para a chamada de Literatura de Cordel). Além das diferenças em termos de criação poética, há outra que convém ressaltar: enquanto no Nordeste o violeiro, embora cantando em dupla, cada um tem a sua vez de cantar, o companheiro faz o acompanhamento. No Sudeste/ Centro-Oeste, as duplas cantam em forma de dueto e recebem nomes como Tonico e Tinoco, Milionário e Zé Rico, etc. Atualmente, por influência dos programas de rádio e televisão do tipo "Som Brasil", por exemplo, os violeiros nordestinos estão a querer abandonar o improviso e a cantar a chamada de "Poesia Matuta", forma de composição poética não improvisada, que soa falso, por não retratar bem o seu universo cultural, mas, por se assemelhar as modas de viola. Essas maquinações aparecem por influência da Indústria Cultural, que procura, de forma ideológica, nivelar todas as peculiaridades culturais, e nessa homogeneização traz a morte verdadeira das coisas que são genuinamente nossas. No estudo "Puizia Populá x Poesia Popular", chamamos atenção para esse fato. (11) Embora sendo considerada arte importante pelo povo e prezada pelos estudiosos da cultura brasileira, da música, da literatura, a cantoria de viola sente-se marginalizada ou ideologicamente ignorada pelas elites culturais do país. Compreendendo essa situação de descaso e abandono e tentando solucioná-la, 12 duplas de violeiros, seleccionados entre 40, fizeram uma excursão da cidade de Olinda (PE) à Brasília, nos meses de janeiro e fevereiro de 1979, passando pelas principais capitais brasileiras, onde se 9 apresentavam, tencionando chegar até a capital da República, onde entregariam ao então Ministro da Educação e Cultura um manifesto contendo várias reivindicações, entre elas a legalização da profissão de violeiro e inclusão da poesia de cordel e da cantoria de viola nos currículos escolares dos vários níveis. O cantador Ivanildo Vila Nova, comentando a viagem e o saldo conseguido com a empreitada, assim se expressou: "Nossa excursão não foi um passeio, teve (...) o objetivo de protestar contra essa situação". Outro cantador, Lourival Batista, depôs: "Em nenhuma oportunidade fomos vaiados. No país em que a vaia é instituição e o popular não merece, geralmente, muito respeito, isso é mais do que consagrador". 2 dos organizadores dessa viagem dos violeiros, Braulio Tavares e Giuseppe Baccaro, questionando a situação discorrem sobre os propósitos. Afirma o primeiro: Não se deve esquecer que isso é um tipo de espetáculo artificial e que o verdadeiro espetáculo do violeiro é a cantoria". O segundo, incisivo, propõe respostas a sérias perguntas: "Que fizeram os eruditos para proteger a cultura do povo? Por que o turismo sempre interfere negativamente na cultural popular, uma vez que, "para finalidades turísticas", esta é sempre condicionada, mutilada e enfeitada? (12) 10 Em Alagoas a entidade que cuida e tenta defender essa arte tão significativa é a Associação de Violeiros e Trovadores de Alagoas, criada em 20 de janeiro de 1976, e sediada na Secretaria de Cultura de Alagoas (Rua Pedro Monteiro, 108, Maceió-AI). Essa A.V.T.A. que temos a honra de ter ajudado a criar, tem como líderes os violeiros Raul Vicente de Queiroz, João Procópio e Tiago Mar-celino, além de outros. OS GÊNEROS POÉTICOS NA CANTORIA DE VIOLA Em estudo sobre os Gêneros Poéticos na Cantoria de Viola correntes em Alagoas, concluímos que existem 7 formas básicas de estruturas poéticas e 18 formas variando das primeiras, obedecendo a este esquema: Sextilhas Mourões Oitavas Sextilha Gemedeira Mourão de sete Mourão trocado Oito a quadrão Quadrão Paulista Quadrão Mineiro Quadrão-do-Vale-Tudo Nove Linhas Décimas de sete sílabas Décimas de 10 sílabas Doze Linhas Oitavão Rebatido Toada Alagoana Dez a quadrão Dez de queixo caído Mourão voltado Mourão perguntado Martelo à desafio Martelo agalopado Martelo alagoano Martelo miudinho Galope à beira-mar Mourão do Você cai. (13) Afora essas 20 subdivisões existem várias outras que são pouco usadas, como Meia-quadra, Gabinete e o Miudinho apressado, do saudoso Manuel Neném, além de várias outras formas criadas e recriadas por violeiros que inovam ou modificam sua arte poética. A APRESENTAÇÃO DO CANTADOR Antes do início de cada cantoria, os violeiros fazem questão de se apresentar perante a assistência. Em geral fazem auto-elogio, se exaltando ao máximo, para atemorizar o parceiro. Assim, diz Passarinho: Sou Tiago Passarinho Da Paraíba do Norte, Se nasci para cantar O meu berço já teve sorte, Esse balanço de rima Só deixo depois da morte. Já Lourinaldo Vitorino anuncia: Eu sou um pernambucano Esse poeta nasceu, Uma pétala se abrindo A corola lhe envolveu, E os sonhos de poesia A natureza estendeu. - MOTE OU TEMA Mote ou Tema é uma frase metrificada em versos que se dá ou se escolhe para uma composição poética (de improviso ou não) e que pode se repetir na composição como uma espécie de es-tribilho. Ou, como diz Tiago Passarinho: "É um assunto de uma linha ou duas linhas, ou, o final de um verso (estrofe) de 10 pés". Os motes são glosados, cantados, rimados ou compostos por violeiros, glosadores, poetas populares. Glosar é o ato de preparar, compor os versos, geralmente em estrofes de 10 linhas. Ou, glosa é uma composição poética feita em décimas, onde a estrofe termina com os versos de un mote dado au composto, ou ainda escolhido por alguém. Existem motes de 1 verso (1 linha, 1 pé), assim como: sos. Na Idade Média, pé também significava verso, como ensina o trovador medieval Juan del Enzina, em sua "Arte de poesia castelhana" "FAZ PENA CHICO MORRER" Motes de 2 versos: "A MEDICINA NÃO CURA A DOR DA SEPARAÇÃO" Nos casos dos motes de 1 verso, faz-se a décima, compondo 9 versos e termina-se (a estrofe com 10 versos) com o mote dado, completando a estrofe: Tenho de morrer um dia Vai se dar um desprazer Minha morada vai ser O caixão na terra fria. A dor da hidropisia Veio o Chico derreter... Quem mandou você beber? Sinto essa dor rigorosa... Pra quem gostava de glosa FAZ PENA CHICO MORRER. Sendo motes de 2 versos, compõe-se 8 versos, complementados com os 2 versos do mote, terminando a estrofe com 10 versos: A SAUDADE É COMPANHEIRA DE QUEM NÃO TEM COMPANHIA (Glosa de Chico Nunes) Vivo em eterna agonia Sem saber o resultado Deus já me deu o atestado Pra eu baixar à terra fria. Em volta só vejo o mal Deste meio social, E espero sozinho o dia De minha hora derradeira... A SAUDADE É COMPANHEIRA DE QUEM NÃO TEM COMPANHIA. O esquema de rimas da Sextilha é ABCBDB ou, o segundo verso rima com o quarto e o sexto, os outros são brancos, ou, não rimam com nenhum dos outros versos. Quando um cantador termina de cantar uma estrofe, seu parceiro terá que cantar a próxima, estrofe, obedecendo obrigatoriamente a deixa, isto é, a segunda estrofe, bem como as seguintes terão que ser iniciadas com a última palavra do verso anterior. A deixa "é uma reminiscência do LEIXA-PREEN dos trovadores medievais. (14) 123456- O poeta e a viola É o sonho e a sinfonia, O prazer que lhe encobre Foge da demagogia, E quantas belezas pura Dos sonhos da poesia (poesia=deixa) 2-GEMEDEIRA A Gemedeira é variante da sextilha; neste gênero, entre o quinto e o sexto verso, o cantador intercala o RELAXO, oy estribilho, geralmente formado por uma interjeição: "Ai! Ai!, Ui! Ui!, em tom de lamento ou de gracejo. O esquema de rimas é ABCBDB ou o segundo verso rima com o quarto e o sexto; os outros versos são brancos. 12 3456- O velho tem um lugar Na maior intimidade. O direito de um velho É recordar a mocidade, Peleja, porém não pode Ai! Ai!, Ui! Ui!, meu Deus! Só fica com a vontade! 3- MOURÃO DE SETE OS GÊNEROS POÉTICOS A presente pesquisa foi desenvolvida em várias épocas, sendo entrevistados violeiros alagoanos ou alguns, de outros Estados, que residem em Alagoas durante vários anos. Cerca de 3 anos, perseguimos o objetivo, para termos uma idéia real. Os principais entrevistados foram Tiago Passarinho, João de Lima, Nobelino Anísio, João Procópio e Amaro Temóteo. 1 - SEXTILHA A sextilha, também chamada REPENTE, é 1 estrofe de 6 versos de 7 sílabas (heptassílabos). Os poetas denominam estrofe (a reunião de versos) de VERSO: "eu vou fazer um verso"; entendase: eu vou compor uma estrofe.Aos versos também chamam "pé", "verso de 6 pés", diz o poeta, para que entendamos: estrofe com 6 ver- O Mourão ou Moirão é o gênero de cantoria onde existe o diálogo entre os 2 cantadores. No Mourão de 7 linhas, setissilábicos, o primeiro cantador diz 2 versos, o segundo cantador diz mais 2 versos e o primeiro termina com 3. O esquema de rimas é ABABCCB, ou o primeiro verso e o terceiro rimam entre si; o segundo rima com o quarto e o sétimo; o quinto rima com o sexto. A idéia de Mourão está relacionada aos mou-rões de porteira, 2 estacas fincadas bem fortes, uma em frente a outra (idéia de diálogo). 1-T 23-L - Vamos cantar mourão de sete Pra saber quem é valente. - Não é o que me promete 11 45-T 67- Que comigo é diferente - Você hoje quebra no beco, Que já chegou o Pacheco Que é muito amigo da gente. 34- Fazendo versos na hora, Cantando Quadrão Paulista. Ao final da estrofe, diz-se obrigatoriamente "Quadrão Paulista": 4 - MOURÃO TROCADO Mourão Trocado é variante do Mourão de sete; a diferença está na troca das palavras, cru-zando-as nos versos consecutivos, formando o que em poética chama-se QUIASMO. Seu esquema de rimas é igual: ABABCCB. 1-L 23-N 45-L 67- - Dou chegada na saída Tronco saída em chegada, - Morada eu dou em guarida Tu dás guarida em morada, - Sou poeta preparado, Dou vaquejada no gado E troco gado em vaquejada. 5-OITO A QUADRÃO Oito a Quadrão são estrofes com 8 versos de 7 sílabas; o esquema de rimas é AAABBCCB ou os 3 primeiros versos rimam entre si; o quarto rima com o quinto e o oitavo, o sexto rima com o sétimo; neste é onde se dá a deixa. A terminação obrigatória do verso é em Ão, Admite-se também a rima em AAABCCCB. Exemplos: 12 12345678- Já que eu cheguci nesta sala Pois eu não respeito bala, A idéia não resvala, Na hora da presisão, Sou toque de violão Bolindo com minha idéia, E agradando a platéia (platéia = deixa) Cantando Oito a Quadrão SEGUNDO ESQUEMA DE RIMAS: 12345678- O poeta marca o passo, Contempla o astro no espaço Sente o calor do mormaço, E a brisa da vibração. Olha o gelo e a banquisa, Sente o tufão, sente a brisa E tudo que sente, improvisa (improvisa = deixa) Nos Oito pés a quadrão. 6 - QUADRÃO PAULISTA O Quadrão Paulista é variante do Oito a Quadrão; o esquema de rimas é o seguinte: o primeiro verso rima com o segundo e o terceiro, o quarto rima com o quinto e o oitavo. O sexto rima com o sétimo. Entre 1 estrofa e outra, intercala-se 1 quadra, como refrão: 12- Ai, Ai, Ai, Provo que sou repentista, 123456781234 - A menina e o senhor Que está com o gravador Vai agora o cantador Fazer sua entrevista, Provando que é repentista Cantando versos na hora Com o cantador de fora Do velho quadrão paulista. Ai, Ai, ai Provo que sou repentista, Fazendo versos na hora, Cantando Quadrão Paulista. 7 - QUADRÃO MINEIRO O Quadrão Mineiro é variante do Oito a Quadrão; seu esquema de rimas é o seguinte: o primeiro verso rima com o segundo e terceiro, o quarto rima com o quinto e o oitovo e o sexto rimam com o sétimo. Sua melodia é própria e no estribilho final se diz Quadrão Mineiro. 12345678- Minas Gerais é bacana Que é a terra serrana, É a terra de milicana, É a terra do dinheiro. É a terra dos mandingueiro, E a terra dos capataz, Terra de Minas Gerais Do velho Quadrão Mineiro. 8 - QUADRÃO-DO-VALE-TUDO O Quadrão-do-vale-tudo é variante do Oito a Quadrão; possui esquema de rimas iguais. No final de cada estrofe, intercala-se 1 quadra como refrão, e, no final de cada estrofe, se diz: No Quadrão-dovale-tudo. 123456781234- Vamos cantar meu colega Enquanto a idéia sossega, Quanto um solta o outro pega Por isso já fiz estudo, Com você eu não iludo E você também não se ilude, Vamos cantar com saúde No Quadrão-do-vale tudo. O vale-tudo, vale-tudo E só é bom Com o quadrão do vale-tudo. 9 - OITAVÃO REBATIDO O Oitavão Rebatido é variante do Oito Quadrão. São versos de 7 sílabas. O segundo e o quarto versos têm rima obrigatória em IDO, para rimar com o último, que termina com a expressão OITAVÃO REBATIDO. O esquema de rimas é ABABCCCB, ou o primeiro e o terceiro rimam entre si, o segundo rima com o quarto e o oitavo, o quinto rima com o sexto e o sétimo. que o sexto e o sétimo versos têm que terminar em ÃO, para rimar com o décimo, que termina com o termo QUADRÃO, cantado pelos 2 cantadores. 12345678- 12345678910 - A poesia perfeita Pois é o gênero escolhido O poeta não se ajeita Gaguejando, erra o sentido. Por isso eu não gaguejo E gaguejar eu não desejo, Sou poeta sertanejo. No OITAVÃO REBATIDO 10-TOADA ALAGOANA T- O homen pra ser vaqueiro L- Tem que saber ser exato, T- Montar e andar no mato L- E pegar o boi ligeiro, T- Entrar dentro do marmeleiro L- Pra deslizar o gibão. T- Montado no alazão L- Pegar o boi, derrubar, T- E saber domesticar; T- L- E lá vai dez pés a Quadrão. 12 - DEZ DE QUEIXO CAÍDO A Toada Alagoana é mais conhecida por Nove palavras por seis. Palavras, aí, no sentido de verso. É estrofe de 9 versos com 7 sílabas, sendo que o segundo, quinto e oitavo versos, possuem 3 sílabas. Segundo o violeiro José Alves Sobrinho, ele adaptou o Nove Palavras por Seis, de Manoel Xelé, de Palmeira dos índios (AL) e colocou a terminação Toada Alagoana. O esquema de rimas é AABCCBDDB, ou o primeiro verso rima com o segundo, o terceiro rima com o sexto e nono, com terminação em ANA, para poder formar o termo TOADA ALAGOANA. O sétimo rima com o oitavo. O último verso termina obrigatoriamente com a expressão TOADA ALAGOANA. 123456789- Mundando de idéia Para a platéia Se a idéia não me engana Outro sistema Novo poema Que a gleba pernambucana Muito admira Quando rasteira A Toada Alagoana 11-DEZ A QUADRÃO Dez Péz a Quadrão, Dez a Quadrão, ou simplesmente Quadrão em Dez, é uma décima espinélica, setissilábica, dialogada. O termo Décima Espinélica quer indicar a disposição rítmica dos versos, ou o esquema de rimas que eles seguem, e foi sistematizado pelo poeta espanhol Vicente Martínez Espinel. Por ter estilo dialogado, deveria, a rigor, ser chamdo Dez Pés a Mourão. Neste gênero poético, 1 cantador diz 1 verso, outro diz outro verso e no final entoam juntos os 2 últimos versos, dizendo "nos dez pés a quadrão". Neste gênero o esquema de rimas é ABBACCDDC, ou o primeiro verso rima com o quarto e quinto, o segundo com o terceiro, o sexto com o sétimo e décimo e o oitavo com o nono, sendo O dez de Queixo Caído é uma décima de 7 sílabas; é cantado de I só fôlego; seu esquema de rimas é ABBAACCDDC, ou o primeiro verso rima com o quarto e quinto, o segundo rima com o terceiro, o sexto rima com o sétimo e o décimo, o oitavo com o nono. O sexto e sétimo versos rimam com a terminação IDO, para concordar com o décimo, que termina por queixo caído. 12345678910 - Cai o fraco, cai o forte Cai o forte, cai o fraco Cai do norte, cai macaco Cai macaco, cai do norte Cai da vida para a morte Seja o cabra prevenido Eu que sou desiludido, Ninguém não me profana Cantador não me engana Nos Dez de Queixo Caído. 13-MOURÃO VOLTADO Mourão Voltado é gênero dialogado. Décima de 7 sílabas na qual I cantador diz 1 verso, o outro diz outro verso, voltando as palavras e no final da estrofe entoam juntos: Assim é Mourão Voltado/Assim é Voltar Mourão. obrigatória a formação ou a troca de palavras o quiasmo. O esquema de rimas é igual: o primeiro verso rima com o quarto e quinto, o sexto com o sétimo e décimo, e o oitavo rima com o nono. TLTLTLTLTT- I-Volto a feia no bonito 2- Volto o bonito na feia 3-O esquisito na aldeia 4- A aldeia no esquisito 5-A oração do bendito 6- Bendito na oração 7-O pecado no perdão 8- O perdão no pecado L-9-Assim é Mourão Voltado, L-10- Assim é voltar Mourão. 13 14 - MOURÃO PERGUNTADO O Mourão Perguntado é um gênero variante do Mourão Voltado; possui esquema de rimas igual à forma anterior:... ABBAACCDC; nesta forma de cantoria o violeiro faz 1 verso perguntando algo ao companheiro, o outro responde e no final entoam juntos: Assim é Mourão Perguntado/Assim é Perguntar Mourão. 12345678910 - L- Pra que serve o cantador? T- Cantar, divertir o povo L- Pra que eu me locomovo? T- Pra viajar no interior L- Apresentar o valor T- O agreste, a praia, o sertão L- Apresentando a nação T- Você pergunta a meu lado L-T- Isso é Mourão Perguntado, L-T- Isso é Perguntar Mourão. 15-MARTELO A DESAFIO Martelo são versos de 10 sílabas com 10 linhas. Recebe o nome de Martelo,por ser cantado com velocidade "num martelar sem parar". Pedro Jaime Martelo (1665-1727), professor de Literatura da Universidade de Bolonha, diplomata e político, foi o inventor dos versos que tomaram o seu nome. Neste gênero, o esquema de rimas é o seguinte: o primeiro verso rima com o quarto e o quinto, o segundo rima com o terceiro, o sexto rima com o sétimo e o décimo, e o oitavo rima com o nono. 14 12345678910 - E se queres Martelo a Desafio Se quer simples, se simples é natural Mas conforme este meu ideal Cantando com quem eu sempre confio Cantando a baixela e o baixio E cantando a chã e a nossa terra Canto o valor, a beleza que se encerra Manobrando também esse meu pinho Quem canta com Tiago Passarinho Mexe muito no mundo e não faz guerra. 16 - MARTELO AGALOPADOI Gênero pético formado por 1 décima de 10 sílabas con esquema de rimas igual à décima comum (espinélica) ou ABBAACCDDA, ou o primeiro verso rima com o quarto e quinto, o segundo com o terceiro, o sexto com o sétimo e décimo, e o oitavo com o nono. Nessa modalidade de cantoria existe obrigatoriedade de acentuação tônica na terceira, sexta e décima sílabas. Vejamos este de Otacílio Batista: 123- Vamos nós num estilo diferente É um gênero que o povo japrecia Decassílabo com toda harmonia 45678910 - E você não passa na minha frente O passado, o futuro e o presente Pois eu tenho, que sou um repentista Você diz que é poeta e é artista E possui uma natureza estranha Vou saber se o Diniz acompanha Em Martelo a Otacílio Batista. 17 - MARTELO ALAGOANO Martelo Alagoano, décima em decassílabo, é variante do Martelo Agalopado, possuindo esquema de rimas iguais e no final se diz obrigatoriamente Martelo Alagoano. Os versos têm acentuação tônica no terceiro, sexto e décimo, e o sexto e o sétimo versos terminam com rima em ANO, para rimar com o termo Alagoano do 10o verso. Seu ritmo é mais vivo, sua melodia mais sonora. 12345678910 - Novamente nós voltaremos à luta Quando o tempo espera o poeta Ô Tiago, você que me acerta Zé Maria, que grava e que escuta Essa vida, tô achando impoluta Pra cantar, pra medir, formar o plano Eu que sou um poeta pernambucano Hoje venho cantar em Alagoas Divertir e agradar várias pessoas (pessoas=deixa) Nos dez pés de Martelo Alagoano 18-MARTELO MIUDINHO O Martelo Miudinho é gênero variante do Martelo Agalopado; possui o mesmo esquema de rimas, porém há modificações na melodia e ritmo. No final dos versos diz-se: "nos dez pés de Martelo Miudinho" e entre 1 estrofe e outra, o estribil-ho, que funciona como relaxo: "É um dado na vida, que agora se decide/Não deixe eu cantar sozinho". A Tiago Passarinho perguntamos: O que é RELAXO? Ele respondeu: "É dizer 2 rimas (2 versos), além das 10 que foi dito, chateando o outro violeiro; é um tipo de desafio". É, em última análise, um tipo de refrão". 12345678910 - E devemos tratar de outro estilo É outro estilo devemos cantar agora Que ninguém geme e nem chora Sem mudar um sentido expansivo E quero agora fazer um sistilo E cantar muita base, direitinho Porque este Tiago Passarinho Vai cantar com o amigo Vitorino Canto para o velho e o menino Nos dez pés de Martelo Miudinho Refrão: É um dado na vida, que agora se decida Não deixe eu cantar sozinho. 19 - GALOPE À BEIRA-MAR Também conhecido como "quarenta palavras por dez", é uma décima de 11 sílabas, possuindo acentuação tônica na segunda, quinta, oitava e décima primeira sílabas. Seu esquema de rimas é: ABBAACCDDC. No final da estrofe se diz com obrigatoriedade: beira-do-mar (beira-mar). 1- É bem diferente o que eu canto a seu lado 2- Que você cantando, eu canto também 3- Porque o poeta que diz e que tem 4- Que manda, que volta, pois tem resultado 5- Você, Passarinho, se for preparado 6- De toda maneira queira improvisar 7- Tem Raul Vicente para nos escutar 8- João, o poeta, que canta também 9- Que sabe, que diz, que manda, que tem (tem=deixa) 10 - Nos dez pés de galope da beira do mar. 20 - MOURÃO DO VOCÊ CAI É gênero dialogado comotdos os Mourões e, embora classifiquemos como de 12 versos, eles possuem 10, sendo 3 deles Relaxo, funcionando como espécies de estribilho, tanto que no final da estrofe, os cantadores dizem: "Se for por dez pés, lá vai". Seu número de sílabas é 7. O terceiro, o sexto e o nono versos são fixos e funcionam como um refrão (ou Relaxo). O esquema de rimas: o primeiro verso rima com o quarto, o segundo com o quinto e sétimo, o terceiro com o sexto, o oitavo com o nono e décimo segundo, e o décimo com o décimo primeiro. LTLTL- 1 - Pois Tiago está caduco 2- Querendo cantar comigo 3- Cante um, dois, três -R. 4-Se eu disser que no Pernambuco 5- Você é um papa-figo 6- Pegue quatro, cinco, seis -R. 7- Quero lhe botar no suco 8 - Que você entra e não sai 9 -Você cai! 10- Se eu cair, caio sentado 11- Você igual um danado 12-Se for por dez pés, lá vai. Será que cantadores que produzem estas maravilhas, com relação a tais, é preciso que se diga que são importantes? FONTES CITADAS 1-TEJO, Orlando 1980 Zé Limeira, poeta do Absurdo. 5a ed. Brasília, Senado Federal, 1980. 2- CASCUDO, Luís da Câmara 1984 Vaqueiros e Cantadores. 2a ed. Belo Hori- zonte, Ed. Itatiaia. São Paulo, Ed. da USP:126. 3- CORRÊA, Roberto Nunes. 1983 Viola Caipira. Brasília, Musimed. 4- MADUREIRA, Antonio José 1976 Instrumentos populares do Nordeste. Folheto do LP homônimo. Discos Marcus Pereira. São Paulo. MPL 9.346. 5- TEJO, Orlando Citado: 43 6- ALVARENGA, Oneyda 1982 Música Popular Brasileira. 2a ed. São Paulo, Duas Cidades, 358. 7- LIMA, Rossini Tavares de 1964 Estudo sobre a viola. In: Revista Brasileira de Folclore, Ano IV, N o 8/10. jan/dez: 29-38. 8- LAMAS, Dulce Martins 1973 A música na cantoria nordestina. In: Literatura Popular em verso -Estudos. Tomo I. MEC/Fundação Casa de Rui Barbosa: 233270. 9- CASCUDO, Luís da Câmara Dicionário do Folclore Brasileiro. Rio de Janeiro, Edições de Ouro, s/d. 10-TEJO, Orlando Citado: 45. 11- ROCHA, José Maria Tenório 1982 Puizia Populá X Poesia Popular: A propósito do modismo na falsa poesia matuta. In: A Revista. Maceió, 3(9) jul/set.: 36-38. Oralidad La Habana (2): 59-62, 1989. 12- ARANTES, Sócrates 1979 Viajando pelo Brasil, repentistas mostraram toda a força da cantoria. Diário de Pernambuco. Recife, 11 fev. 13- ROCHA, José Maria Tenório 1978 Cantoria de viola: majestosas e complicadas formas dos cantares nordestinos. Maceió, DAC/SEC. 14- BATISTA, Sebastião Nunes 1984 Regras de cantoria. Contracapa do LP "A arte da cantoria". Vol. 2. LP INF 1002. Rio de Janeiro, Funarte/lnstituto Nacional do Folclore. 15- Poética Popular do Nordeste 1982 Rio de Janeiro, MEC/Fundação Casa de Rui Barbosa. 15 Así sabían contar* VICTORIA CASTRO VARINIA VARELA 16 Uno de los aspectos más significativos dentro del tema de religión y sociedad es el de las idolatrías, inaugurado en América a partir del siglo XVI. Puesto que la conquista se hizo en nombre de la evangelización, la Corona ordenó destruir todas las manifestaciones de la religión autóctona con el objeto de extirpar las idolatrías. En los Andes, la acción inicial fue formal y actuó como pretexto ligado al "espejismo del oro". Solamente a partir del primer Concilio Limense de 1551, se comienza a unificar los métodos de la extirpación de idolatrías y de la conversión de los indígenas con mandatos expresos para destruir y quemar ídolos "y santuarios, prohibiendo los cultos indígenas. Con el tiempo, y particularmente con la administración del virrey Toledo, los mecanismos se perfeccionaron y la práctica de extirpación se hizo más efectiva, especialmente a través de las Visitas. Al mismo tiempo, el concepto de idolatría cobra una amplia extensión, incluyendo toda conducta andina considerada no cristiana. En este ámbito histórico, la cultura autóctona opta paulatinamente por conservar ocultamente sus creencias por medio del "reemplazo" de significados propios dentro de los marcos de la religión oficial. En esta interdigitada trama de significaciones, se desenvuelve la vida de los indígenas quienes en la práctica no abandonan sus cultos sino que en el largo proceso histórico que sigue hasta nuestros días, reorganizan y actualizan sus contenidos. De ahí la importancia metodológica del archivo oral y de la encuesta etnográfica, que permiten penetrar en las esferas inaccesibles de la historia andina y en lo particular, aprehender la actualización de los segmentos del pasado religioso en la práctica social del presente. esferas de la realidad, entre ellas la religiosa, han actuado como mecanismos de salvaguarda de la identidad cultural andina en microunidades significativas. Esta memoria colectiva inédita, es parte de una historia activa que reinterpreta sus contenidos religiosos según el contexto social en el que se desarrolla, siempre impregnada de sacralidad en todos los ámbitos de su quehacer cotidiano. El lugar gravitante que ocuparon los cerros, en ciertos aspectos decisivos de la ideología entre los Inkas y pueblos del Tawantinsuyo, ha quedado establecido a través de muchos escritos de los siglos XVI y XVII. Obras como Dioses y Hombres de Huarochiri, anónimo recogido a fines del siglo XVI por el P. Francisco de Avila (1966) y Extirpación de la Idolatría del Perú de Pablo José de Arriaga, escrita a comienzos del siglo XVII (1978), así como los escritos de Guamán Poma de Ayala (1956:93), Bernabé Cobo (1890: 344-345; 1893, IV: 6) y el P. José de Acosta (1962), entre varios otros, dan cuenta de esta práctica religiosa en los Andes. Por otro lado E.P. Benson (1972) y Ch. B. Donnan (1978) han demostrado que la importancia de los cerros dentro de la ideología andina posee una profundidad temporal muchísimo mayor a la del Inka (Berenguer et al. 1984). El objetivo de ir haciendo una historia andina, requiere de estudios locales, en los que distintas La adoración de los cerros es hoy en día una práctica muy difundida en los Andes y que los indígenas mantienen simultáneamente con las prácticas del culto cristiano. En estos pueblos existe la creencia de que en los cerros residen ciertos espíritus o divinidades cuyas imágenes "resulta a ojos no andinos, movediza y confusa, de contenidos a veces contradictorios" (Martínez 1983). * Es resultado del Proyecto FONDECYT 1148-90. Universidad de Chile, Departamento de Antropología. Es por ello que consideramos un aporte más al conocimiento y comprensión del mundo andino, la entrega de una serie de etnotextos sobre el tema de las deidades de los cerros, sus poderes y las necesarias ofrendas, que a lo largo de muchos años hemos recopilado en los pueblos del Loa Superior, particularmente en la cuenca del Río Salado.1 Antecedentes Regionales: Provincia El Loa Uno de los elementos de mayor valoración y que impregna toda la vida cotidiana de los lugareños es el paisaje; su percepción denota un saber íntimo y coloquial lleno de sacralidad. Estudios de detalle, han permitido conocer la existencia de categorías sistemáticas que ordenan y otorgan significado a la flora y fauna (Aldunate et al. 1981; Mostny 1954; Castro V. 1986). Esto último se integra y subordina a un concepto del paisaje que en el mundo andino, pareciera ser, uno de los niveles privilegiados de clasificación y significación (Martínez G.: 1976: 266 y 1989). En este contexto diversos autores han señalado la importancia que tienen los cerros para la población indígena de la región (Mostny 1954; Berenguer et al. 1984; Mariscotti 1978; Barthel 1986; Rein-hardt 1983). (Castro V. y Martínez J. L. 1990). Mariscotti ha realizado un extenso estudio sobre Pachamama y las concepciones vinculadas a la tierra, centrado principalmente en la vecina puna de Jujuy y que toca, de manera lateral, a las poblaciones del sur del salar de Atacama (Socaire, Peine). Salvo algunas referencias aisladas a esta divinidad, en otros puntos de la provincia, desconocemos su integración en un sistema más complejo (Berenguer et al. 1984; Lagos et al. 1982). En esta misma línea podría señalarse la ausencia de estudios sobre la percepción del mundo y sus posibles niveles distintos (Kay Pacha, Hanan Pacha y Ukhu Pacha, u otros). Recientemente, un viejo campesino de Lequena, punto situado en la ribera del Alto Loa, relataba que los cerros y volcanes tenían distinto origen. Los primeros son estrellas que bajaron a la tierra y se transformaron en cerros, en tanto que los volcanes regulan el funcionamiento de la tierra, puesto que existen volcanes de fuego (e. g. el Li-cancabur), de agua (e. g. el San Pedro) y de viento. De estos últimos depende, en gran medida, el que haya tormentas y lluvia (Castro V. y Martínez J. L 1990). Aparentemente, el sistema de veneración a las altas cumbres está, de alguna manera, relacionado al culto de los antepasados entre niveles de sacralidad ascendentes: el nivel más inmediato estaría compuesto por los parientes fallecidos, cuya disposición por ejemplo en el actual cementerio de Toconce, guarda cierta relación con la ubicación de los volcanes tutelares y que reciben 1 Los relatos pertenecen a pobladores de las localidades de Toconce, Aiquina, Turi, Cupo e tnacaliri, y han sido recopilados entre 1979 y 1988. ofrendas y sacrificios durante el ritual fúnebre. El segundo nivel sería el de los "abuelos", "gentiles" o "antiguos" moradores precolombinos de la región, los que son profundamente reverenciados y a los que hacen ofrendas y sacrificios en los lugares en que moraron ("abuelares", "gentilares" o "antigüedades"): poblados, silos, corrales, terrazas de cultivo, canales y otros vestigios hoy abandonados, especialmente cuando hacen uso de ellos. Esta reverencia de que son objeto los "gentiles" se basa en su "sabiduría" e "inocencia" dice el Yatiri de Toconce. El tercer nivel, representativo de la más alta sacralidad, estaría compuesto por las achachilas- combinación de antepasados elevados a niveles míticos y lugares de origen de los linajes -que han adoptado la forma de cerros, volcanes, piedras u otros lugares prominentes y que son denominados mallku. En estas alturas se encuentran "mesas" donde las divinidades viven gozando de una muy buena vida, tomando alcohol y mascando coca (Aldunate et al. 1981). Un número importante de cerros pareciera personificar ciertas entidades sagradas, de carácter local o regional, que pueden aparecer a) como deidades proveedoras de ganado y dinero, muchas veces vinculadas con las riquezas minerales del interior de los cerros y relacionadas con lagunas y agujeros o manantiales; esta representación de la deidad tiene una cierta carga "demoníaca" o cuando menos- peligrosa; b) como una deidad relacionada con las labores agrícolas y ligada a los fenómenos atmosféricos -rayo, trueno, etc.-, con capacidad de fertilizar la tierra; y c) como una deidad protectora de la vida, de la salud o prosperidad de la gente (Berenguer et al. 1984). En el primer caso podrían citarse algunos de los cerros de la hoya del río Loa. El León (5.771 mts.) por ejemplo, llamado "mallku" Agua del León es considerado como muy rico en ganado, tiene "riquezas de los antiguos" y es considerado como "aviador"2 (Berenguer et al. 1984: 181). Este mismo cerro Agua del León o Puma Orko, junto a los cerros Potrero, San Pedro, San Pablo y Cupo, "habilita para Chuqui", frase que alude a que estos cerros contribuyen a la gran riqueza del mineral de Chuquicamata. Correspondientemente, los cerros de Cupo y los de Chuquicamata son considerados femeninos, en oposición a los primeramente mencionados que son masculinos (Berenguer et al. ibid), división sexual también presente en Caspana, entre los cerros Koller y Kablor, el primero masculino y el segundo, femenino (Delano 1982: 49) (Castro y Martínez op. cit). 2 Ver glosario 17 La connotación peligrosa o "demoníaca" de estos cerros y de los manantiales vinculados al ganado, se puede advertir en el siguiente relato, recogido en la vega de Turi, cuando las pastoras, nos prevenían de acudir al manantial que hay allí, durante la noche: "Le va a comer el Cuco a esta hora. -¿El cuco?-, se está bañando a esta hora. Mañana vas a buscar agua. -¿Y qué pasa si sale el Cuco y uno va a tomar, a buscar agua ahí?- Se lo come a uno. Antes, uno que se llamaba Severino, dos hijas tenía, vivía arriba del baño [el manantial], ahí tenía una casa. Dice en la noche, que había un ruido, el agua que sonaba, como si estuviera un animal dentro del agua, como pato, así sonaba el agua. Entonces había "aguaitado", él estaba alojado en una piecita chica entonces al levantarse había un caballero, de terno, bien peinado así, estaba parado así, un hombre con cuello blanco y camisa blanca... Se ha asustado, se enfermó, por allá por Lasana, por Chiuchiu allí falleció. 18 -¿Y el Cuco tiene sus llamas también?-No, tiene oro, plata sí puede tener. Arriba del agua dice que está tirado, con un látigo, una culebra. Una vez, ya estaba bien oscurito, fui a buscar harina, fui al molino. Ahí yo venía despacio, yo venía para acá..., entonces sentí un ruido, cuando miré así para allá, p'al otro lado ahí en la huella estaba llegando, de un cerrito estaba bajando así, estaba bajando en una tropa, como que bajaran una tropa de mulas así, entonces clarito venía sonando ¡Tchuc, Tchuc!, como sonara espuelas o freno así... "Esa vertiente es un "encanto", dicen". (Turi, 1987) (Castro V. y Martínez J. L. 1990) En relación a la segunda configuración de los cerros, como entidades vinculadas a las labores agrícolas, la etnografía realizada en las comunidades de Santiago de Río Grande (3.380 mts.) y Socaire (3.500 mts.), ambas en la cuenca del salar de Atacama, revela que con ocasión de la "limpia de acequias", ceremonia destinada a la limpieza de los canales de regadío, en ambas localidades se rinde culto a los cerros. En Santiago de Río Grande los "puricamanes", dirigentes de la limpia de canales, con sus ofrendas piden a los volcanes, viento y lluvia (entre otros), permiso para realizar la limpia (Lagos et al. 1982). En tanto que en Socaire la importancia de los cerros es tal que hay una ceremonia especial para rogarles que den bastante agua. Durante la misma, se hacen ofrendas a varios cerros, para "concentrar el agua de otras montañas importantes en el cerro Chiliques" (Barthel, 1986). Las ofrendas se hacen a dos listas de nombres de cerros, ubica- dos al norte y sur del pueblo, respectivamente (ibid). También conocemos referencias similares para las comunidades de Peine (Mostny 1954) y Toconce (Berenguer et al. 1984; Castro V. 1988). En relación a la vinculación de los cerros, como deidades dadoras de salud y suerte, hay descripciones de varios lugares en los que se hacen "pagos" u ofrendas a los cerros, para protegerse de las enfermedades. Qhawarina punta es uno de ellos, en Toconce, desde donde se pide a Paniri mallku por la salud de quien está enfermo. Otros testimonios que tenemos disponibles hacen recaer responsabilidades, especialmente acerca de la salud, en los "gentiles". Hay sin duda una ambigüedad, a la que, por lo demás, no son totalmente ajenas las otras dos representaciones. Martínez (1983, op. cit) se refiere brevemente a los límites vagos y confusos entre la imagen del "dios de los cerros" y la del gentil "al punto que, algunas veces, ambas figuras casi se superponen" y en otras ocasiones la "distinción es tajante". Aun cuando confusa, la identidad entre cerro y gentil resulta plausible a la luz de algunos datos citados por Martínez, especialmente cuando señala que en muchos lugares tanto el "dios de los cerros" como el gentil son designados con el correspondiente quechua o aymara para "abuelo" o "antepasado" (Berenguer et al. 1984). Las capillas cristianas que hay en varios lugares de la zona, muestran una relación con estas montañas: tanto la capilla de San Santiago, situada en el sector central del sitio Likán, como aquélla situada en el interior del cementerio actual de Toconce, orientan su acceso hacia los cerros. Igualmente, en el trayecto entre Ayquina y Toconce se observa desde el camino un total de cinco de estas capillas, cuyas orientaciones son, según el orden con que aparecen en el viaje, las siguientes: volcán Línzor, volcán Paniri, volcán Toconce, volcán Tatio y volcán Toconce. Algo similar se puede decir de la orientación del vano del cementerio y de las "cajas" de la plaza de sacrificios (Berenguer et al. op. cit.). Todo este paisaje, en sus más distintos planos: económico, social, y ritual, conforma un todo significativo que posibilita su ordenamiento, por una parte, y su manejo, por otra. En este sentido no solo los espacios productivos son los considerados en una topografía y una toponimia significantes. También lo son aquéllos que -en nuestra lógicapodríamos considerar improductivos o no utilizables (Castro y Martínez op. cit.). ¿Qué significa Mallku? En el área sur andina y en la región de estudio, aquellos cerros considerados tutelares que proveen, cuidan y son respetados por los lugareños, reciben el nombre de mallku. Sin embargo la extensión del término tiene una amplitud insospechada, que remite a mitos de origen, a la vida misma para los indígenas. Mallku, ah... ese mallku como ser ese, no pues., ese animal se llama mallku dicen, ese a macho le dicen pó, entonces nosotros creímos en mallku, ese no pues, es un animal, ese ese es un... nosotros el cristiano idioma no más dicemos mallku, ese cóndor macho ese tiene corbata blanco, por eso dicen ese es el rey de los cóndores los mallkus le dicen. Esta otra palabra como ser ganado, la tierra, este decimos, esta piedra es mallku pa' nosotros. Pa' ganado, por eso para hacer un floramento un ganado así. Entonces dice este es el pacha dice bendición de ganado que lo pague, campo, lugares, las piedras. La santa pachamama dice esta es la tierra, santa tierra dice, pachamama. La peña es mallku, el hueso, como ser también nosotros tenemos un hueso y decimos mallku también tenimos hueso. Y la carne es carne igual. Está viva la tierra, también. Es mundo! el mundo. Mundo está así como hecho el primer hombre, está hecho mundo, el cristiano, tierra, el mundo está vivo. La tierra está criando, las piedras está criando esos huesos, por eso nosotros antes alojábamos así haciendo floramentos del ganado mallku, hasta cerros, hasta tu andas si tienes aún creencias, entonces nosotros así en la altura vemos así entonces, pasas enfermo entonces dice otro mallku me agarró. Entonces tenimos creencias, esa santa hoja, coca le decimos, algunos maíces blancos así con eso te limpias entonces te mejoras (Toconce 1986). Ah, puro chulla no más, ese dicen, a veces algunos trabajando así, se quiebran mucho el pie, entonces le hacen ver ese le agarra algún dolor, se quiebra todo, entonces ese le dicen, este,... le dicen mal- Iku. Tierra es mallku. Ah, ese se llama mallku. Mallku en las peñas pero. Pero peña, too mallku son así, abuelito mallku ahí tienen floramento, hacen para el ganado, todo, entonces nombre no le falta, el mallku le dicen; mallku este mallku del ganado, ese mallku donde paran [el ganado] todo eso, mallku (Toconce 1986). La riqueza de los cerros Eso es Paniri mallku, kupu mallku ese es... tuku mamama... tuku mamamallku, Linzur mallkus ahí también ta' dando vuelta aquél! Pa' Bolivia Lipismallku (Toconce 1981). Fundamentalmente la riqueza de los cerros se mide por sus minerales, porque tienen agua y porque son dueños de los animales, quienes los han prestado a los hombres. Se mide por lo que tienen, pero fundamentalmente, por lo que dan. La idea de que originalmente fueron hombres, los autoriza a poseer ciertas cualidades humanas como la avaricia y la generosidad para con los hombres. Según los conocedores de las costumbres no todos los cerros son hombres, hay algunos femeninos a los cuales se les confiere mayor riqueza: "Estos cerros habilitan para Chuqui, el León más; el Paniri, todos esos; el San Pedro, el cerro de Cupo. El cerro de Cupo es mujer dicen. Señora, señora es. La señora es que tiene más el todo. Guarda la casa también, la señora vé las casas, guarda. Así también eso es el campo. Todos son hombres. Chuquicamata es Ckutukuta mallku se dice y es mujer. Son ricas. El Echao, dicen que es apretao pa' largar la plata, todo. El Línzor es habilitador pero no como los otros cerros". Chukutuku ta' mallku es mujer. Un ricachón por ahí, todo habrá. Plata, oro de todo hay (Toconce,1981;1983). Chukutuku'ta mallku no es hombre, es mujer. Antes contaban que todas las riquezas iban a parar a Chuqui. El arriero [algún carguero del mallku] llevaba oro y plata a Chuqui (Toconce 1984). Kullirimallku es ricachón poh uh! (Toconce 1981) Agua del León mismo tiene un poquito de vertiente. Cuando llueve corre hasta abajo. Cuando no llueve, ahí se mantiene el agüita y allá va a tomar uno. Los cerros K'olis buenos son, sale por ahí agüita cerca de Caspana. Kolli, de ahí sale. Pa' Atacama sale de Jaona y Putana, sí. De Machuca también. Esos son los para Ata-cama,. Lindas son, dulces (las aguas). K'ablor dicen que tiene agua por ahí, pero no pueden encontrar. Por ahí, pero reventones no más. A veces corre un pozo y se pierde. Y no tiene caja, nada para que dentren los minerales. No puede encontrar nada; buscando el oro ¡Cuando se iba a encontrar! Nunca nada. Bronce he visto, pirita así (Toconce, 1983). Agua del León, ese está gritando a Chuqui y todos estos cerros para que haiga grandes negocios (...) Mucho cobre, plata y cobre, oro, de todo. Y allá (a Chuqui) es que va la remesada de plata, de oro, de todo por eso allá está grande el mineral (Toconce, 1981). Ahí está el volcán está husmeando, si humea pues. Humea... San Pedro... adentro está. Azufre está amarillando ahí adentro. Si volcán por ahí está husmean- 19 do por ahí está hirviendo el agua... a la orilla arriba, hay azufre (Inacaliri-Toconce 1984). Por eso que el azufre, algunas platas, de todo tiene. León es más, más rico, cerro Potrero no, tiene alquimia cerro Potrero. Alquimia, del otro lado dicen que hay un ...un suterráneo excavado, ahí quizá está el cuero de zorro, todo. Todavía puh! De ese cerro para atrás. Plata tendrá, plata. Hasta ahora han trabaja'o. El inka ha trabaja'o (Toconce 1984). El aviador por estos confines, Pañirimal-Iku, Familitalla. Quirinchimallku, Quirin-chitalla, Soniquera mallku, Turunku mal-Iku (Inacaliri 1984). Los cerros y el Inka Dice un antiguo yatiri de Toconce sobre el sol y el Inka: Intillalla ...mmmm llego calientito por rey que estaba arriba de un cerro... sol llegó calientito,... quería subirse el inca al solcito (Toconce, 1981). 20 De cerro negro pa'llá tenían plata enterrado, los gentiles. Y después vinieron los reinkas. Dicen que trajinaban a los rein-kas en andas. Los reinkas conversaban con cerro, con todo; aquel cerro que se ve allá en el San Pedro... en medio del cerro hay un volcán. En una peña hay una iglesia de los reinkas. Ahí dicen había campana de oro (Toconce, 1988). En el volcán San Pedro: ...en medio del cerro hay campamento del Inka (...) tambito incaico (...) del Inka (Inacaliri Tocon-ce,1984). Todo eso subía el inka, revisaba a su tierra. Um... así con el Inka va revisar tierra... por eso donde está Turke hay tronco de cardón, troncos de algarrobo qui hay encima, yo no he subió todavía [al cerro] (Toconce, 1984). Se dice del cerro Echao o Chao, considerado mezquino por los lugareños que, Estos cerros todos eran personas estos. Estos cerros negros son hombres. Este cerro de Cupo es mujer. Estos cerros estaban yendo a escapar; el Inka es que le da hondonazos. El cerro Echao le decimos, sacó la cabeza, era el más capacitado. Estaba viniendo de Bolivia el Inka. Le pidió la plata y el cerro Echao no quizo dársela y ¡Echao! ¡lo dejó todo Echao!. Así saben contar (Toconce 1984). El Inka mandó un hondazo al cerro Echao desde Colana; eso dicen, que la cabeza no está; le voló la cabeza, todo y quedó echao (Toconce, 1983). Cuenta un pastor toconcino que por los años cincuenta, subió al Paniri con un grupo de científicos: Bueno me sembraban bulla buscando ruinas, ruinas. Y las colcapuma sacaron, me perdí ante pues, no hay una murallita pirquita con casita ahí. Arriba es de inca pu. Inca, una murallita pirquita con casita ahí. Arriba es de inka puh. Inka claro, del rey Inka era pué, ahí se come, había palos y también en Paniri, había en Siloli. Inka sacarían, sí, de inka sacaron, así puh (Inacaliri 1984). (¿Hay que hacerles ofrendas a los volcanes y cerros?) Teniendo fe, claro pues..., eran segundos dioses los del Inca, abuelo... como Atahualpa, otros... rey Incas abuelos... Y por eso allí en la punta del cerro tienen unos algarrobos, tienen unas "mesas" ahí, estarán conversando con todo ahí. En todos los cerros hay "mesas" de abuelos (Toconce, 1979; Castro V., 1988). En todos los cerros hay mesas de abuelos. (¿Qué llama mesa?) Una mesa es hecha en una piedra así, cuadrada, así entonces atrasito tiene una piedra así como asiento, ahí se sentaban y en esa mesa yo no sé que coquearán, tomarán; así echando coca, ahí, los rey Inca. Entonces, así, quizás tomaban en ese tiempo alcohol, coca (Castro V., 1988). Pa' hacer los pagos, ir a los cerros esos eso usaba los Incas pue. Si, los cerros pa' hacer pagar, pa' esta cimentera pa' todo, pa' que produzca uh todo hay que hacerlo. (¿Cómo les paga?) yo masco ese tabaquito verde... ¡todo está! todo lo tengo que hacer y despacharles tomar un trago, que sean buenas mis cosas diciendo. Y pedirlo también así a mi domicilio también, esenciarlo un poco, en fin. ¡Todo está güeno! Así, para que llegue alguna cosa, si queda muy acortado uno, no se, por eso me llega alguna cosita, casualmente mm, siempre me llega. Siempre llega algo, onde voy siempre (Toconce, 1984). Aviador Kullirimallku, nunca cerros mencionado, han sido tiempos de rey Inka, ah. Rey Inka, sí que llamaron así. Si no ha sido más también de los necesitados del camino (Inacaliri, 1984). Cerros, el agua y la tierra Una pastora de Turi, originaria de Toconce, nos relata que para que llueva es necesario "pagar", pero esta tarea debe realizarla quien sabe hacer los pagos, "el que sabe prepararlos con las costumbres", habitualmente un yatiri: con chulla y el agua de mar y la coquita le echan en alcohol, con vino, de ahí lo van a dejar al cerro en un cantarito. Lo van a dejar más arriba de Toconce, donde hay un cerrito blanquito, bonito cerrito ahí, bien blanquito como esta loza, color de esta loza un morrito, ahí dejan el cantarito; más antes decían que lo hacían todos los años, aquí igual (en) ese cerrito chico (Turi, 1986). Uno de los elementos fijos es el agua de mar y los registros etnográficos lo vinculan siempre más bien a la cumbre de los cerros. Por otro lado el nexo más fuerte entre el agua y los cerros está dado por San Santiago, patrono de Toconce y de varias comunidades del sur andino, que de algún modo representa a lllapa, el rayo (ver Gallardo et al. 1990). En quichua se dice Pachamama; Santa Tierra en castellano y Mallku es piedra; Mallku le decimos, perdóname, te pagamos. Y este chulla es Santiago, para que haga llover, para que llueva, para que sirva todos los campos, para el ganado. El hatta, chulla le decimos nosotros, es aire de agua, vertiente de agua, ojo de agua. Chulla hay que decir, para tata Santiago. Chulla, chulla, chulla Santiago; es como oración. Entonces está el chulla limpio, está saliendo el agua, está clarita el agua, igual que la lluvia. ¡Chulla, chulla San Santiago, que nos haga llover, que nos haga milagros! Y Santa Tierra lo mismo, que haga milagro también (Castro V. 1988). -Y también pedían a- "tata Santiago"... así era la costumbre antes, por eso tomaban chicha, aguardiente, aguardiente tomaban más por eso son que habían las antigüedades. Y ese era un, un caballero se llamaba Agapito Anza, ese decía, ah, toda pedían hacia unas mesas, servía estos campos estos lugares. Pachamesa, ese sabía hablar así de todo, conchuillas de todo, de grano, de quinoa, de maíz, maíz plomo, de kolle dan cosa así, en quinoa tamién está estará toda es esta cuestión de grano, ese hacía una mesquile (mezcla) en un cantaritos así y se tiraban, tirábamos de estos campos... a la sunceque... que hay mallkuta que hay pachamama po' yuta eso. Mencionando a los patronos de los animales: y caballos San Santiago (...) Pa' que haga llover, galopeando el caballo en medio de la lomas, tronando. Sacando chispa en medio de las lomas, con herraduras de bronce, frenillos de plata, espadas de plata también tiene (Turi-Aiquina, 1986). El primer altar construido por los toconcinos para San Santiago, está sugerentemente situado entre ruinas preincaicas y su vano enfrenta al mallku Agua de León. (Gallardo et al. op. cit). La limpia de canales, ceremonia anual que se prolonga por cinco días en cada comunidad, es también ocasión para pedir a los cerros que haya abundancia de granos: pa' cuidar semilla en la quebrada santa siembra, gritoneando ¡qué produzca grano! Tomando tinka pa' la buena siembra, usté quería buena siembra tenías q' estar vivando; bailando con corneta y con putu. Todos llevan tinka, pa' que el Línzor largue más agua; estos campos despolvaos, qui más que aumente el vertiente de agua ¡Harta fuerza! (Toconce, 1983). Aytahao Jamuncheiquei na ei cayuno y Toconcito ei una napaj iranu tarpunapajtai produciji [producir] santu granu eh! Corechujcha mama Avillamama Charquemama ei tata... alimenta con eso. Linzur mallku Linzur talla... que santa ribiera todo sus manojos reganaba [regaba], quei tai reganaba quei tupuigrano, granos toconaman. Todo grano, esos pedían la gente antigua (Toconce, 1981). Y en la fiesta de Carnaval que también se realiza anualmente se cantan coplas y remates: Sacan del cerro Paniri, sacan del cerro..., sacan del mesón, nuevo remate sacadito del... no de la silla del mesón dicen, hay un pájaro en ellas quemazón. Por ahí va. De cerro de Paniri (Turi-Ayquina, 1986). Los cerros y los animales3 La denominación de animales "cargueros", alude en términos muy amplios y generales a aquellos que "transportan" la riqueza de algunos 3 Esta sección del trabajo está basada en Castro V. 1986 21 Mallku a otros, que generalmente son femeninos (mallku T'alla) y que la mayoría de las veces son objetivamente ricos en minerales (Castro V., 1986). Así, "se nombran juntos ocasionalmente": la vicuñita, el guanaco, el lagarto, el sapo, el cóndor, el guaicho, como "cargueros". Es carguero de los mallku [el guaicho]... por eso es arrero. Otros cargueros de mallku. Alpaca, vicuña, llamo, todos son cargueros de los mallku. Dicen que el lagarto es la tierra (...) es carguero de los mallku. Ato ese es zorro, perro de mallku dicen no? (TuriToconce, 1986). Guaicho: Es chico como una palomita. Canta en la mañanita, al amanecer y chifla "güichogüicho". Este pajarito antes era una persona, era un arriero. Por eso chifla en la mañana. Así dicen, así contaban (Tocon-ce, 1983). Esta ave, aparece en una condición equívoca de persona y de ave (siempre como arriero), en el contexto de un relato sobre los animales cargueros lagarto y vicuña- Los animales cargueros son aquéllos que trasladan las riquezas de los Mallku "aviadores" (los que proveen) de Toconce. Es arriero porque es carguero de los mallku. 22 Lagarto también es carguero. Vicuña creo también, que también es carguero... que descarguen el llamito que tengo cerca... aquí está carga'o, al otro día, está... echa'o carguerito, encima una barrita de plata. Carga'o de plata discarga'o quis que estaba sinchao con una culebra que era la soga. Ah, ese que era la soga para apretarlo como hebilla. Dije el caballero hay que pescar con un palito, que... la soga se pesca así, no con la mano pero mi soga siempre me echo sobre el carguero atabajo la carga mía, otra vez... le echó así al hombro, así. Así es que uh! el arriero que viene tambo ahí varios guai-chos ahí, dice que estaba en un callejón qui no había ningún animal. Había gente seguramente ahí, ellos no sabían nada, primera vez que estaba ahí viviendo la vizcacha en un callejón uh!... harto que llegan... el mismo cornetería llegó que llegó ahí quis qui está apiladito ahí pu. Ta ahí! en un planito, ahí está... aquí estaba enojado el arriero estaba todo echa'o en su bolsillo, más pesao, más pesao ya no podía que llegar a su casa que tremendo barros cruce... la plata. Ah en el bolsillo, sí pesado se veía puh! Un cuerito así... Así todo eso saben contar (Toconce, 1984). Uno de los animales cuyo uso es muy amplio en rituales y enfermedades es el cuy. En espe- cial esta, la vicuña, el llamo y la parina son de utilización en ofrendas vinculadas con la lluvia, las "antigüedades", el nacimiento, la muerte y las enfermedades". Otros animales como el cóndor y el lagarto son percibidos como beneficiosos para la salud y aún cuando tienen una dimensión sagrada, ésta es separada de sus propiedades curativas con mayor énfasis que en el caso de los anteriores. El cuy: Los cuyecitos son buenos para los pagos. Cuyecito blanco para sanar enfermedad. Toda enfermedad. Sana uno con ese cuyecito. El cuyecito tiene siete Charas. Siete cosas paga. Todos los cuyes tienen siete charas. Todos los animalitos tienen siete charas, pero ese [el cuy] es el más válido de todos (Toconce, 1983, Turi, 1986). El lagarto: El lagarto es carguero. Vive observando. Se pone en una peñita para cazar moscas o cerca del agua. Son remedio (Toconce, 1983). La Parina: De parina, plumas para lo pagos. Pagos para la lluvia, bien rosaditas, pago para que llueva con agua de mar. Echaban una Chulla poca. Ya no está haciendo la gente. En esas alturas [señala los mallku de Toconce], cuando estaba bien nublado, hacían como unas ollitas de barro. Le ponen con florcitos y flor misma, con, pesko -flor. Con coranzoncito de vicuña usaban. Muchas clases de Chulla para ese pago, quinoa rosada. Hablaban mucho de quichua, plumitas bien bonitas, rosaditas, para hacer el pago. Plumas de Jototo para los pagos. También el Inka ocupaba. En chulqui, el Inka lo usaba. Ahí están las parinas puestas en pago. De Jototo para las enfermedades y para las ánimas, para los antiguos. En Likán, de los abuelos ha hecho pagos para las antigüedades. Pagando a los antiguos arriba, en el cerro, se sana bien. De Toco-co, plumas más finas, es la mejor para los pagos, para nacimiento, para que vivan bien. De Chururu, para las almas. Esas plumas valen, De Chururu para la tierra, a las antigüedades, a veces pagan. Así decían los sabios, ellos nos curaban (Inaca-liri-Toconce, 1984). La vicuña: Es animal carguero (por relación a los bienes de los cerros). Guanacos y Vicuñas se nombran juntos. Solo hay en el cerro, se entran en el ojo de Agua del León y en el Carcanal. "En las lagunitas del cerro toman agua. Había mucha vicuña. Libre. Esos son silvestres". (Inacaliri, 1984 -Turi, 1986). La vizcacha: Quedan muchas vizcachas. También es animal carguero. Para los lugareños, los animales son del cerro; el mallku los ha prestado al hombre. Estas deidades tutelares hacen posible la vida, si se los respeta: Claro dicen que hacen un recambio, dicen ellos, con cuyes siempre y tomar la sangre del cuye. Sí, aquí dicen los yatiris buenos cuando van pa'l lado de un cerro, así entonces dicen que cayó un llamo blanquito ¿no?, entero. Blanquito, ese es un pago. Sí por eso si no hay un llamo blanco le hacen, hay que moler maíz blanco. Hacer una masa así y hay que hacer un llamito y tuktuka le dicen, de llamo siempre. Ahí se hace un llamito, grandecito. De masa de maíz blanco, un llamito con su cuchito. Ah entonces le llevan, le cavan por ahí le ponen con flores, con todo, después le echan coca, le echa vino, alcohol, después cuando van le saumerian y... ahí lo entierran (TuriToconce, 1986). Los cerros y el ganado En la ceremonia de enfloramiento del ganado doméstico, se invoca a los mallku, y se asperja en su dirección, por una vano del corral principal o wasi, que enfrenta a algún cerro tutelar. Se le pide a los cerros bendición para que se multiplique el ganado: Que haiga mucho pues, cantidad de ganado pue (¿y cómo se le dice a ellos?) Tatakullirimallko que doy la bendicionta… señora Jahachuqui y bendicionta ( bendición)... mucho masta, asca cachungia maíz, piscawaranca jo, suncawaranca isun waranca... Ah, quichua Tatasainacaur, Tatacuricullawe Tatasmamashka mallku potrero talla Tatakullirimallku Llajmallku, pichuculla pichukama mamashta, tatashta, un jaukumeiko, tchapumeiko,... que haya aumento quei tatas mamas..., así hablaban de quichua, así pedían. Ah, también en Bolivia ahí donde hay ganado de ese también pedían, kuincha mallku, Kuincha tallaj, pichucuilla, pichukama (Toconce, 1981). La mesa del floreo, las ofrendas: Se les ofrece un poco de coca, aguardiente; se quema k'oa, wirakoa Santiago k'oa. Es planta sagrada, sí. El yatiri tiene que estar hablando mucho así. Pidiéndole a los cerros, todo al ganao hasta de nuestra señora de todo. Ahí al ganao, miles por millares, piños de ganao. Se dice en quichua pues. Señalaku, levantando nombre del señor que bendiga en este santo... miles de millares de ganao... (Toconce, 1981). Hay enfloramientos siempre tiene que quedar, se cantan, si enfloran los animalitos, si ponen ramito colora'o y todo, toman traguito y también, too se quema k'oa. Copa de k'oa de Santiago, esenciarlo, pa'que haya multiplico pa too, ves. El multiplico, que haya multiplico. El aviador que me habei [que entregue] en la vega (Inacaliri, 1984). Cuando el yatiri oficia un floramiento: No, no toma, él está haciendo lo que va hacer [En Toconce]. Aquí no po'a veces le dan mucho trago empieza a tomar ya, se olvida cosas que hacer en Turi. Ah, ese [los llamos principales] le ponen más flores. Sí po'son guías. Después ya florean los demás. Las orejas de los llamos las tiene los hombres y las mujeres ponen las flores (Turi-Toconce, 1986). Los cerros y el oficio de yatiri -Sí que eres yatiri, kolliri también?- todo, todo, todo, soy hijo del señor, estoy con espíritu de Jesucristo. Tengo mi espíritu... tengo mi espíritu. Todo yo, todas partes parece hei andado pa'rriba, pa'dentro, a la edad de doce años. Doce años a mí el trueno, ese rayo así andaba yo, tenía once o doce años era pastor, pobre andaba yo. Hacia arriba pa'lla. Entonces el trueno, yo andaba con cabras con ovejas, venta, mi mamá tenía hartas cabras como ochenta, tenía como veinte o treinta ovejas, corderitos. Y entonces en el campo me agarró la lluvia po', entonces yo tenía miedo, estaba uuuta! como bajaba agua de las quebradas, yo le pegaba a las cabras, las ovejas cuando llueve se amontonan juntan las cabezas, no importa cuerpo se moje no más y las cabras no po' arrancan a una peña donde se van a acurrucar en la peña mientras no pueda ahí dicen, se acurrucan arrancan las cabras. Entonces yo ahí las cabras se van a arrancar las ovejas, ¡pégales ovejas! De repente las cabras, están ahí, de repente llega el rayo yo estaba mirando salió chiu! viene como terrón de grasa de arriba y llegó ante mí, parece que es que me ha hecho. Cuando me di cuenta así a aparecer todo las cabras, ovejas estaban desparramadas pa'lla como es que hubiera llegado una bomba, la esparramado todo, y yo estaba apenas allí sentado, y apareció ante mí. Me quedé 23 sin habla. De ahí me levanté como sonso pero no podía nunca hablar. Entonces las cabras, ovejas votaría yo no me acuerdo y veniría mi papá dijo había un médico allá arriba está Lázaro, pa'llá corrió. Dijo que no sabía por qué estaba así, que había pescado el rayo, alguna cosa, que entonces que mirara yo. Que había pescado el rayo. De ahí ¿cómo le puedo hacer? entonces vino el papá es que le ha dicho que usted mismo tiene. Entonces mi papá es que le dijo "no pues, yo no puedo, usted mismo puede arreglármelo". Y entonces ahí "¿qué le han dado a su hijo?" "Nada comí más, lo que comimos no más". "Ahí está malo, ¿para qué le han dado comida? Entonces dijo "ya" poh, entonces vamos ahora en la tarde sino mañana en la mañana. Vine po' al médico. Y vive allá arriba, por ser así allá arriba onde tiene casa él [en Potrero]. 24 Sí, ahí, al lado de la cañería. Allí estaba un viejito dice ahí. Entonces es que le ha dicho a usted el rayo me ha agarrado. "De ahí lo trae". Se vino mi papá pa'ca. Entonces así dice que alcanzó, dice ese le dicen chulla a una ese hay en la tierra, este... Sicha, sicha ¿cómo le dicen? De esta tierra ahí, entonces ese es que le han hecho moler dice de Bolivia, le hizo moler hizo un así como una ulpada en un jarro, le hizo en la mañanita es que le ha hecho el hombre ese. Yo no podía hablar. Yo creo que ocho días no me hizo comer comida con sal, sin sal, ah... sin sal, ni una cosa con sal, de ahí me mejoré, de el habla. De ahí entonces al final mi papá es que "¿se mejorará o se morirá?". "No -dijoéste va a ser médico con el tiempo". Por eso el rayo le... sino hubiera sido este el ganado dice que me hubiera molido, dice me hubiera dejado ahí en polvo, y me hubiera recogido cristiano sano me hubiera dejado. Porque el ganado no se podía porque estaba allí. Si no hubiera habido ganado hubiera estado solo dice que hubiera hecho volver tierra. (Pero estabas con el ganado) El mismo me recogía todo, con su poder. Entonces dijo por eso no ha podido dijo. No tengas pena es que le ha dicho el caballero y al avecinado papá. "Con el tiempo va a ser un ricachón o va a ser un médico. Así es que cuídelo" (To-conce, 1986). Por eso el ganado es pa'l cristiano, el ganado a mí me mandan a hacer floramento, a hacer, yo les hago. No importa, converso con los cerros, converso con el ganado también, ¿en qué parte anda el ganado? ¿en qué parte se volcan, en qué parte levantan pasto, en qué parte toman agua?, todo ese hay que pagar ese usted en esta tierra porque estamos vivos, igual que nosotros el ganado también está vivo. A la tierra tiene que pagar usted con ese chulla... ...con tinca o vino o cerveza o alcohol, o pisco, todo es que le paga a la tierra. Conversar. Pero que usted, claro, usted estás viendo yo estoy haciendo yo conversando con ellos po'. Usted no sabe, no oído no palabra, nada, nada, ni una cosa. Bueno digo así pa' que entienda pa' que crea dueño de bendiciones. (Y las llamitas que entierran en Bolivia ¿para qué sirven?) Esas son para pagar sus trabajos. Usted para trabajar por ahí no puede, entonces paga a la tierra. La paga. Las llamitas se hacen de greda, así está, se hace con un maíz blanco, con maíz negro. Se le paga nombrando con el nombre del cerro. Aquí cerro se llama Agua del León, entonces usted tiene que pagar sus trabajos ahí y le dice "Mallku", Agua del León, yo te quiero pagar. Pacha es tierra, que decimos nosotros. Mallku es Piedra. Mallku, para tu trabajo, para hacer muralla, hay que pagar eso. Si no paga eso, entonces estás trabajando y se hace lento, te cortas el dedo, o se cae uno, o se enferma (Toconce 1979; Castro V, 1988). PALABRAS FINALES Con esas ejemplificaciones de etnotexto, alcanzamos a atisbar una filosofía diferente producto de hombres y mujeres que van desarrollando un discurso hundido en lo concreto, en los objetos que dicen relaciones. Como la totalidad de las costumbres de un grupo étnico siempre forman parte de un sistema, en este trabajo quisimos acercarnos un poco a un pensamiento a través de sus propios modelos reales, porque aunque esta percepción haya surgido del mito, la magia y el saber empírico, no por ello dejan de ser historia. Nos asomamos así a un mundo en donde el transcurrir cotidiano está presente en el ritual y el mito que reafirma la vida, ambos aspectos conteniendo lo natural y lo sobrenatural. Una sola realidad que se estructura en otros tiempos y que casi nos es ajena. Esta realidad está profundamente arraigada en la religión que se crea a partir de la concepción que una sociedad tiene sobre la naturaleza, las personas y sus relaciones (Castro V. 1990). Define los estilos de vida de los pueblos, con sus propias significaciones contenidas en símbolos. Estos, al ser dramatizados en mitos y ritos, proveen una síntesis del modo de ser del mundo. En este sentido, un sistema religioso es un racimo de símbolos sagrados, entretejidos en un todo ordenado, que otorga una visión de la realidad propia para cada sociedad. Así, la religión es una especie de ciencia práctica, que genera valores a partir de los hechos (Geertz, 1987). El impulso a dar forma, sentido y orden a la experiencia, es esencial al ser humano. Por ello, para interpretar estos textos, es necesario enfatizar el estudio de sus creencias mediante análisis específicos que tiendan a comprender el material simbólico. Esto significa formular un acercamiento hacia los valores andinos que tome en cuenta la conducta de hombres y mujeres insertos en sociedades reales, en donde lo sagrado -surgido de la naturaleza y la vida cotidiana se extiende también a otros planos, no por ello, menos reales (Ibid.). Desde esta perspectiva, el saber indígena es un complejo proceso en el que toman parte los sentidos, el intelecto de quienes participan en él. Está hecho para los dioses y para los hombres, para crear ese vínculo de comunicación social que incluye ideas, sentimientos, normas y valores. Ningún aspecto de la vida es ajeno a la dimensión de lo sagrado. Para acercarnos a este saber, debemos conocer al menos un esbozo de vivencias, comprendiendo la religión como un modelo simbólico del cosmos que tiende a reactualizarse continuamente en la práctica diaria de quienes participan en ella. Los símbolos estructuran la vida humana... permiten percibir, comprender, juzgar y manipular el mundo, vale decir, su mundo. Al indígena no le interesan los objetos en sí, sino lo que expresan: su carga positiva y negativa. De ahí la importancia del rito que enfrenta la vida emocional en sus dimensiones más profundas: una realidad comprometida, donde la decisión mágica se afirma y se logra un sentimiento de unidad de la vida, de unidad de todas las cosas en un universo sacralizado en donde todo es mutuamente dependiente. Así, el saber indígena es una forma de participación religiosa en las fuerzas de la vida y una manera de existir en el mundo (Kusch, 1977; Hampate, 1976). Todos los modelos que permiten construir su mundo provienen de la realidad. Se trata de imágenes de su ambiente natural, empleadas como signos para denotar contenidos propios; un sistema metalingüístico mediante el cual es posible conceptualizar el mundo (Adorno, 1987). Hemos percibido que el complejo de símbolos considerados por un pueblo como sagrados, varía muy extensamente. Buscar significaciones, abre una perspectiva para comprender las relaciones que hay entre la religión los valores, entre las ideas, el aquí, el ahora y el después (Castro, 1990). Un pensamiento indígena en el que la complejidad, la sutileza, el manejo de las posibilidades de producir significación, parece ser una constante. Nuestro profundo desconocimiento de todo este ámbito a nivel de las diferentes comunidades, bastaría para reflejar la enormidad de la tarea etnográfica pendiente. En este sentido pensamos que futuras investigaciones puedan iluminar el sistema que pareciera estar operando y sus posibles variaciones locales (Castro V. y Martínez J. L. ,1990). Esperamos que los etnotextos presentados, sean un paso más en la idea de que oír y comprender es parte de un proceso activo de interpretación. Esta inmensa tarea está por hacer. AGRADECIMIENTOS Este artículo está dedicado a Manuel Natividad Berna Ansa, sabio toconcino que falleciera en la primavera de 1990. Comprometen nuestra gratitud muy especialmente la gente del pueblo de Toconce y las pastoras de Turi. El Departamento de Investigación de la Universidad de Chile (Proyectos DTI-UCH S459 1979-1981; S1435 1981 -1985; S2325 19861991) y FONDECYT (Proyecto 1024-88), gracias a cuyos aportes hemos podido recopilar desde fines de la década del 70 hasta ahora un valioso conjunto de etnotextos. Finalmente sin el finan-ciamiento del Proyecto Fondecyt 1148-90, hubiera sido imposible iniciar la transcripción de estos materiales. GLOSARIO Alcanzu= (alcanzo, alcanzar) en las ofrendas, generalmente referido a un líquido de uso ceremonial. En términos amplios ofrendas. Arriero= el que transporta. Aviador= término aplicado a algunos cerros que proveen de "riqueza" a otros cerros o al género humano. Provee, entrega. Carguero= quien tiene la posibilidad de transportar la riqueza de los mallku. Siempre son animales. Colíca= depósito inmueble de piedra para guardar granos u objetos. Costumbre= el saber de los antepasados pre-inka, o sus propios abuelos sanguíneos. Cuco o kukuchi= duende o fantasma. Charas= capacidades, potencialidades o usos, en el sentido que aquí se usa. 25 Chulla= Guaicho= Sichahatha= brebaje preparado con corteza de sicha de fines ceremoniales. ave perteneciente al género Agriornis. Tinka= ofrendar con alcohol. Ulpada= agua con harina de maíz, quinoa o trigo. Se utiliza en contextos ceremoniales como la limpia de canales. Yatiri= voz aymara. Sabio indígena que conoce las costumbres de los antepasados y oficia en las ceremonias. En la mayoría de los casos también es kolliri o médico. Algunas personas le dicen yacho, término quechua que alude a instruido, culturizado. Hatha= voz aymara. Significa según Bertonio semilla de las plantas, de los hombres y de los animales; también significa casta, familia y ayllu (Beren-gueret al., 1984). K'oa; k'oa (Fabiana bryodes) planta de uso exclusivamente ceremonial (Aldunate et al. 1981). Likán= ruinas prehispánicas de origen altiplánico localizados en Toconce(ca. 800-1370 D.C.). Mesa= espacio ceremonial, habituamente definido por un tejido o una estructura de piedra, en donde se disponen los objetos a usar en el rito. Mezquile= mezcla, compuesto. Pago= (pagar) ofrendas. Parina= flamenco andino. Según comunicación personal de J. Rothmann identifica al Tococo con el flamenco chileno; Phoenicopterus chilensis al churu-ru, con la parina chica Phoenicoparrus jamesi; Jototo, sería la más grande,conocida también como Yactiti. Phoenico-parrus andinus. 26 Peskoflor= según los lugareños, flor de pájaro. Putu= Instrumento de viento que en el Loa superior está constituido por un cuerno de vacuno, con o sin boquillas de metal. En tiempos prehispánicos la concha del Strombus recibía este nombre. Sicha= o chulla pacha. término de amplia extensión pero solo de uso ceremonial. Ofrenda o pago. engrasamientos radicales que producen algunas plantas, principalmente las que crecen en sustratos arenosos. Son grandes, duras y dulces, como un fruto. Los lugareños las usan para comer y hacer harinas Dará las ofrendas (vid Aldunatcaet al., 1981). En contexto ceremonial la sicha puede nombrarse como chulla BIBLIOGRAFÍA ACOSTA, José de 1962 Historia y Moral de las Indias. F.C.E., 2da. Ed. Buenos Aires. ADORNO, Rolena 1987 "Sobre el lenguaje pictórico y la tipología cultural en una crónica andina". Chungara 18. Universidad de Tarapacá. Arica. ALDUNATE, O, J. Berenguer y V. CASTRO 1981 "La Función de las Chullpas en Likán". Actas del VIII Congreso de Arqueología Chilena. Ed. Kultrun. ARRIAGA, Pablo José de 1968 Extirpación de la Idolatría del Perú. Biblioteca de Autores Españoles. Tomo 209. Ed. Atlas, Madrid. AVILA, Francisco de 1966 Dioses y Hombres de Huarochiri. Edición de J.M. Arguedas. Instituto de Estudios Peruanos, Lima. 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Académico del Departamento de Antropología de esta Universidad. Ha sido jefe de proyectos de orientación antropológica general (arqueologíaetnología - etnohistoria) para la región de estudio, desde 1977 a la fecha. Varinia Varela (Chile) Egresada de la Licenciatura en Antropología con mención en Arqueología y Prehistoria de la Universidad de Chile. Desarrolló como tesis de grado un estudio en Etnocerámica. Investigador Alterno del Proyecto Fondecyt 1148- 90. 27 Sionas-Secoyas: Memoria oral e historia P. MIGUEL ÁNGEL CABODEVILLA Presentación Un grupo de jóvenes sionas-secoyas, en sus poblados del río Aguarico (Amazonia ecuatoriana), se han propuesto recuperar su propia historia, geografía, en fin la cultura milenaria de su pueblo. De la gran nación que los conquistadores españoles llamaron Encabellados, en la actualidad apenas quedan unos 300 en territorio ecuatoriano y hasta un total aproximado de 2.000 si tenemos en cuenta todas sus ramas en los territorios nacionales de Colombia y Perú. 28 Los primeros testigos occidentales hablan en el siglo XVI de esta nación que se extiende por las cuencas de los ríos Napo y Putumayo. Desde ese momento comienza no solo su retroceso poblacional y territorial, sino también la usurpación de sus pautas culturales. Hasta hoy mismo estos descendientes de lo que se ha venido llamando Tu c a n o O c c i d e n t a l e s o b s e r v a n c ó m o progresivamente, toda su visión del mundo ha sido suplantada, sucesivamente robada por muy diversos conquistadores. De pronto se ven como si fueran plantas arrancadas de su propia tierra, como gentes privadas de memoria y, por tanto, de identidad. Ahora, cuando todavía es tiempo, estos jóvenes quieren volver a las fuentes de su pueblo. Por eso escuchan a sus mayores que atesoran el prodigio de la memoria oral, la sabiduría más entrañable destilada y evolucionada con los años. Lo que presentamos son muestras de ese esfuerzo; las antiguas tradiciones se confían a otros métodos, quizá más eficaces o necesarios, el dibujo, la escritura, las imágenes. Así van renaciendo su popular geografía e historia, una moral y una economía secoyas. Los jóvenes no se quedan inmóviles mirando hacia atrás, pero necesitan estar bien parados en su propia tradición para caminar hacia el futuro. Este trabajo de investigación fue realizado en los años 1987-1989 en los poblados secoyas San Pablo de Cantesiayá y Siecoya (río Aguarico), provincia Napo -ahora provincia Sucumbíos, Ecuador. No 1,2,3 Narradora: Joaquina Piaguaje, vive en Siecoya. Investigación y traducción: su hijo César Payaguaje, Siecoya. No 4 Narrador: José Cecilio Piaguaje fallecido. Investigador y traductor: su hijo Celestino Piaguaje, residente en Siecoya. No 5,6,7,8 Narrador: Fernando Payaguaje, curandero de S. Pablo de Cantesiayá. Investigador y traductor: sus nietos Jorge Lucitande y Alfredo Payaguaje, residentes en San Pablo de Cantesiayá. No 9 Narrador: Alberto Payaguaje, curandero de Siecoya, actualmente residente en Huajoyá, Perú. Investigador y traductor: Celestino Piaguaje, Siecoya. (Por mi parte me limité a corregir la versión castellana). 1o Secoyas del bajo Napo o de abajo En el bajo Napo, en las riberas de su afluente Ereyá (que está en la margen derecha), vivía el grupo secoya Sëtipë pai (gentes de abajo); ellos utilizaban un dialecto propio. Vivieron ahí mucho tiempo pero con la llegada de los españoles tuvieron muertes y problemas, de modo que decidieron pasar a la margen izquierda del Napo, a una quebrada afluente del Huajoya. Por esa quebrada habitaban otros grupos secoyas que hablaban diferente dialecto, le llamamos majé. A pesar de ello, unos y otros eran considerados como "secoyas de abajo"; fueron numerosos y abarcaron sectores de los ríos Ereyá, Huajoyá bajo, Campëyá, Yubineto y sus múltiples quebradas. Se extendían, pues, entre los ríos Napo y Putumayo. A todos ellos se les denominaba Acutërë pai o, en su castellanización, angoteros. También les decían Huejopai o "gente guerrera". Sufrieron mucho por las matanzas de los españoles y subían por los ríos, escapándose de ellas. 2o Secoyas del alto Napo o de arriba - Sí, -dijeron aquéllos-. Los Piaguajes quedaron una noche y un día, se pusieron a socolar y a tumbar para hacer chacras a su lado. Después regresaron de nuevo para seguir los trabajos e incluso invitaron a otros hablándoles de esos personajes. Los Ñañë sieco les advirtieron que no hicieran una chacra tan cerca porque esa era su área. Sucedía además que las menstruaciones de las mujeres Piaguaje les molestaban porque sus mujeres, como gente del cielo, no las sufrían. Por ese motivo les prohibieron acercarse. Los Piaguaje regresaron a sus casas hasta que sus mujeres menstruaran y también para aprovisionarse de víveres y poder permanecer más tiempo en aquel lugar. En el alto Napo había otros grupos llamados Piaguajes y Payaguajes. Los primeros se adornaban con plumas de pájaros de colores, también con coronas de esas mismas plumas, de ahí su nombre: Piaguaje, es decir, "adornados con plumas de pájaros". En cambio, Payaguaje significa "gentes con grasa en la cara", pues ellos se pintaban con achiote crudo o cocinado y otros tintes de la selva. Pero al regresar vieron que la gente del cielo había abandonado sus viviendas, las plantas de adorno, las chacras de caña brava de donde salían los azulejos, sus guadúas para hacer lanzas y flautas que eran también multicolores. Igualmente el maíz y la caña de azúcar que tenían de muy lindos colores. Además los Piaguaje encontraron solamente dos plantas guadúa para hacer flauta y apenas una planta de caña brava. Nadie supo qué sucedió o a dónde se habían ido, supusieron que volverían al cielo. Estos secoya arribeños vivían en las mismas riberas del Napo, que en secoya llamamos Tupë sá'ro, nombre que esconde una creencia sagrada. Los límites de su territorio se iniciaban a partir del lugar llamado "Postes hundidos"; más arriba hay en la orilla una enorme piedra que semeja una cara de persona, los secoya le llamábamos Pai quënapë o "gente de piedra"; ahora los castellanos le dicen Cabo Pantoja. De todas formas ocuparon aquel sitio abandonado, más al querer adueñarse de las plantas de colores los abuelos contaban que todas las plantas habían muerto. En ese preciso lugar vivieron mis abuelos, era la desembocadura del Aguas Negras en el Huajoyá pero desde entonces le llamaron Siecoya, es decir "quebrada multicolor". Surcando Napo arriba llegaríamos al que fue otro pueblo secoya, Suniñá, que ahora llaman Yasuní; era un gran pueblo del grupo Piaguaje. Ahora son puros mestizos los que habitan por ahí. Otro pueblo que fue secoya se llamó Capeo-tinini; los mestizos por no poder pronunciar le llamaron después Tiputini y así sigue hasta hoy. Por la margen izquierda y hasta el Coca había cuatro pueblos secoyas, todo eso era territorio de nuestros antepasados. 3o Siecoya o Secoya En el río Huajoyá había una quebrada en su margen derecha, entre el Napo y el Aguarico. Los Piaguaje la llamaron Aguas Negras hasta que un día encontraron allí unos personajes que vestían túnicas con rayas multicolores; había también en ese sitio caña brava asimismo con rayas de arco iris, de esas plantas salían pájaros azulejos grandes y pequeños. O sea nacían de esas plantas. Los Piaguaje les preguntaron: - ¿Quiénes son Uds.?, ¿a qué grupo pertenecen? - somos Ñañë siecopai, -dijeron ellos-. O sea tribu del cielo con túnicas de rayas multicolores. - ¿Nos permiten quedarnos aquí? Todo esto me contó mi tío Esteban Piaguaje que murió en la cabecera del Siecoya. El vio ese lugar sagrado y yo también lo vi. Cuando me lo contaba yo tendría apenas siete años, no tenía ni senos todavía. Por último mi tío decía que los Piaguaje tomaban mucho yajé y por eso aprendieron más que los demás a ver visiones y a curar a la gente. Esto no más es lo que contó. 4o Huajoyá, el río de la guerra Este río antiguamente se llamó Sotoyá porque era un río un poco blanco y le pusieron ese nombre, que significa "río de arcillas". Pero después de la pelea le pusieron así, "río de la guerra", eso quiere decir Huajoyá. Para nosotros ese es su nombre hasta hoy. La pelea surgió porque algunas gentes del río grande (Napo) habían co- 1 En lenguaje secoya los atacantes se llaman Aguë, se decir, "Blancos", Quienes hacían las guías Jaiya pain, "gentes del río grande". Quiere decir que se trataba también de secoyas (pain, gente) que habitaban a orillas del Napo reducidos allí seguramente por los misioneros. 29 nectado con gente blanca, invasores; hacían de guías para ellos y venían a hacer mal a los secoyas. Con lo poco que sabían de español y ya se creían más que nadie y traían a aquella gente aquí. Los secoyas no querían que les molestasen pero los blancos los maltrataban, los hacían trabajar, los perseguían. Así comenzó la pelea, a veces se atacaban con las canoas en el río, otras les flechaban o lanceaban; se mataban mutuamente. Cuenta la historia que en una lomita de ese río había un pueblito secoya. En el camino de subida prepararon troncos muy pesados tapados con espinos, la gente estaba escondida detrás en unas trincheras. Cuando vieron que de nuevo venían los blancos a invadir armados de escopetas y comenzaban a subir la trocha, les empujaron los troncos encima, aplastándolos. Después los lancearon. Esa fue la guerra que cambió al río de nombre. Sin embargo los españoles le llamaron Santa María, le dieron ese nombre los misioneros que penetraron en la zona. Los jesuitas llegaron catequizando a la gente, llevando la civilización de los blancos. Ellos fueron quienes les hicieron salir hasta la ribera del Napo para vivir. Mi abuelo contaba que esos misioneros iban por todas las casas, estaban dos días o hasta una semana catequizando, enseñando a rezar a la Virgen según su doctrina.2 Pero como era gran trabajo pasar de una a otra casa, decían a la gente de salir a la orilla del Napo, para que puedan vivir cerca de la iglesia. 30 Les obligaron a salir pero fue para mal porque la gente que ha vivido en la selva no está vacunada, entonces les azotaron diferentes enfermedades: viruela, sarampión, tosferina y gripe. Se contagiaban y morían, cantidad de gente murió así. 2 Hay un héroe cultural secoya Siose'e que suele aparecer guerreando en esta ocasión. En todo caso no se puede precisar a qué momento se refiere. Uno de los conflictos más conocidos en esta zona es el causado por las tropas del capitán Texeira en 1638, con ocasión de su viaje entre Pará y Quito. En la memoria secoya queda desde muy antiguo el recuerdo de los primeros misioneros. Se evidencia en la permanencia de algunas palabras cuyo significado exacto desconocen hoy día, por ejemplo la palabra Jesuita o la exclamación de uno de sus héroes al morir: "¡Jesús y María!". Se trata de Huajocone. Las reducciones jesuíticas del siglo XVIII a orillas del Napo, Aguarico, Huajoyá, etc, dejan ver su influencia 5o Como conseguían la sal Antiguamente los grupos secoyas no conocían la sal. Hacían la comida simple, cocinaban la carne en agua y solamente le ponían ají. Vivieron así muchos años. Más tarde llegaron unos señores de la parte del Perú y otro llegó del Ecuador (pero les digo que entonces no conocíamos ni Ecuador o Perú porque no había límites ni existían blancos, solo gente; la nación secoya era extensa, comenzaban sus pueblos desde la bocana del río Coca y llegaban hasta la del Huajoyá)... esos hombres que llegaron eran nativos quichuas, traían sal de granos. Se admiraban viendo comer sin sal y preguntaban: - - - Amigos, ¿ustedes comen sin sal? nunca comimos con sal, ni siquiera la conocemos -les contestaron-. Al oír esto uno que llegaba de abajo les regaló unos trozos de sal y les contó a la gente que por la zona de Iquitos existen cerros de sal. Vengan conmigo, yo les llevo para que puedan traer. La gente se puso de acuerdo y viajaron cuatro canoas, el sitio de partida era la desembocadura del Aguarico. Salieron muy de mañanita y la noche les cogió llegando al río Huajoyá; así fueron viajando, en una semana llegaron a Iquitos. Allí había unos mestizos que hicieron preguntas al hombre que acompañaba a los secoyas. Les respondió: Traigo a estos señores para que lleven sal para su consumo, les invité porque comían sin sal. Entonces ellos les prestaron un hacha para poder partir la sal y les dejaron partir aguas arriba durante tres días. En esa zona existe un río caliente. A la llegada al lugar donde se encuentra la sal hay cascadas en el río. Dejaron las canoas allí y algunos regresaron, pero los más siguieron por tierra hasta llegar al lugar. La primera cascada es pequeña, la segunda es más alta. Para bajar se construyen grandes balsas, en ellas se ponen los pedazos de sal amarrados fuertemente en los palos. En ese lugar se veía a los nativos quichuas en gran número, como gallinazos, recogiendo sal. Al día siguiente bajaron dos balsas llenas. Cuando se aproximaban a la caída de agua la gente se preparó, sentándose firmemente de espaldas unos contra otros, amarrados con sogas. Se precipitaron por la cascada y se clavaron con toda la balsa dentro del agua. A 200 metros fueron a rebalsar porque la corriente es muy fuerte. La segunda que venía también se clavó y salieron vivos. La otra cascada la pasaron tranquilamente, sin miedo, porque ya habían superado la más peligrosa. Llegaron a Iquitos, embarcaron la sal en sus canoas y lo que sobró lo dejaron encargado a un mestizo que allí vivía. Dejaron eso para que otros fueran a traerlo. Ese viaje duró un lapso de tres meses completos. Al regresar al poblado contaron que parte de la sal la dejaron en Iquitos, que otros fueran a traer. Viajaron otras tres canoas. Así es como encontraron la sal. Los sionas bajaron de Aguarico trayendo rollos de chambira y eso cambiaron por sal. 6o Las casas secoyas Antiguamente el pueblo secoya vivía en enormes casas con bastantes familias dentro de cada una. El piso era el propio suelo, la gente dormía colgando sus hamacas en los costados, alrededor de la vivienda. Nadie dormía en el suelo. La parte del medio de la casa era un espacio grande, libre. Esa construcción la realizaban entre todos los que vivían, se ponían de acuerdo para hacerla. Algunas personas que querían vivir solos construían casas individuales de piso alto. Cada casa grande tenía una autoridad o jefe, el curaca, él daba la orden de construir y todos obedecían. También era conjunto el trabajo de las chacras; cuando ya estaba quemada, lista para sembrar, el jefe dividía un área para que cada familia hiciera su sembrío. Igualmente mantenían la chacra limpia entre todos, unidos; así trabajaban sin sufrimiento ni mayor dificultad porque se ayudaban unos a otros. Todas las personas mayores tomaban yocó en la madrugada. El primero que se levantaba tomaba yocó y se ponía a torcer chambira. Después se iban levantando todos a tomar, también el jefe; mientras torcían chambira éste conversaba y organizaba el trabajo o las actividades de ese día. De la misma forma los jóvenes tomaban yocó y aprendían a torcer chambira junto a los mayores. Muy pocas mujeres tomaban yocó. Así hacían antiguamente. Después comenzaron a construir casas individuales, ya no querían hacerlas grandes. Cuando yo vivía en el río Secoya teníamos una casa grande con piso en el suelo. Solo los que salían al río grande, al Napo, imitaban a los quichuas y construían casas de piso alto. Es que a orillas del Napo había mucho zancudo y hacían las casas altas para protegerse. Pero todavía en ese tiempo muy pocos secoyas imitaban a los quichuas. Ahora las casas son muy diferentes, son de madera y cinc. Para mí es preferible vivir en casas de paja como antiguamente porque las de madera son muy calurosas en días de sol. En cambio las casas de paja son muy frescas. 7o El conocimiento y la ciencia de tomar yajé Cuando era niño estaba sin probar yajé, solamente veía que tomaban los ancianos. Había uno que conocía a los ángeles por medio de visiones, él trajo un yajé de otro lugar y lo cultivó. Un día preparó ese yajé y lo cocinó mucho. Por primera vez tomé y me asusté porque el efecto fue muy fuerte. Me quedé como dormido toda la noche, al día siguiente, cuando el sol estaba casi al medio día, me desperté. Así pasa cuando se toma por primera vez, coge muy rápido la chuma. Solo esa vez tomé duro, otras veces apenas probaba, poco a poco en pequeñas tacitas. Pasé a vivir en otro sitio y tomaba también poco y no del fuerte y espeso cuando está bien cocido. Poco después, dejando el lugar y la casa fui a vivir a una quebrada donde comencé a tomar en serio. Cuando una empieza así se siente más capaz y se aficiona. Entonces tomé varias veces sin cansarme, tomaba y vomitaba sin tener miedo. Terminé todas las plantas de yajé que había sembrado. Acabé tres rastrojos, pero a pesar de eso no sentía, no tuve visiones. Solo al final de las tomas pude verlas. La primera vez vi a las mariposas que venían y al acercarse eran personas. Creí que esos eran los ángeles que otros contaban. Al iniciarse las visiones se conocen las mariposas, pájaros de lindos colores... Uno se pone orgulloso pensando: ya puedo sentir visiones. Y es cierto. Pero yo no lo dije, solo vivía viendo. Un día mi papá preparó la otra clase de yajé, la de flores azules, bien espesa; tomé y quedé inconsciente. Me revolcaba sin sentir. Al día siguiente pude al fin conocer en realidad: vi allá en el cielo al sol, al arco iris... vi todas las cosas del mundo y del universo. Más tarde probé el huanto cocinado, con eso terminé de conocer toda la capa bajo la tierra hasta lo más profundo. También vi el cielo, después las entrañas del río. Al día siguiente todavía seguía viendo a los tigres, a los diablos de todas clases. Cuando termine pasé al río y vi los caimanes, boas, tigres de cangrejos, tigres de camarones, de ahí pasé hasta el mar y terminé de ver todo. Después de observar el cielo, pasé más allá y entonces venían unas personas a encontrarme y me decían: Aquí no se puede venir, es lugar de muerte. Vamos a regresar. Cogieron una oropéndola, la soplaron poniéndola en mi hombro y regresé al instante. Cuando subí al cielo me decían: De la vuelta alrededor del techo de cinc. Obedecí y di la vuelta entera vine a parar al mismo sitio. Comencé desde otro punto y asimismo acabé en el punto de partida. Cuando lo ve desde abajo parece como el 31 techo de una casa, pero si sube más arriba lo ve como la olla puesta boca abajo, en redondo. Así le hacen mirar el mundo desde arriba. Uno ve así, pero allá arriba no se divisa cosa alguna porque no existe nada. Allí viven los diablos de dardo colorado, sus caminos pueden verse como hilos de algodones. El filo del cielo queda como a 50 metros, allí tienen sus casas, apartados. De una sola mirada puede uno conocer a las dantas, puercos, sajinos, a los tigres perseguidores de puercos, todas las diferentes clases de tigres. Tras eso uno tiene facilidad para ver sin tomar mucho, incluso si tomas yocó se puede oír el ruido que hacen los ángeles. Por eso uno puede hacer sonar flautas en un momento cogiéndolas del mismo aire, solo cuando llegan los ángeles. El que pita puede ver a la gente, pero los otros no ven nada. En la época que cantan las chicharras los ángeles están en los árboles; en tiempo de verano los ángeles están en el cielo, desde allí se pueden comunicar. Solo en la época de su canto las chicharras pueden traer a los ángeles, cuando bajan las chicharras, los caminos por donde vinieron se pueden ver rojos. Si es así uno nota que son brujos, personas. Las jóvenes garzas también son personas de estatura de 80 cms., las gaviotas son de 50 cms. Yo creía que a los ángeles se les ve grandes, así lo dicen, pero he visto que no son grandes sino pequeños. 32 El huanto se toma para poder cantar, para suavizar el cuerpo y la boca. Al cantar uno no debe dudar porque al tomar huanto se sabe todo. Mi papá murió brujeado, entonces me prepararon yajé y tomé cuatro días seguidos, sin descansar porque no me daba sueño. Así hice. Solo cuando las otras personas me preparaban para tomar. Las personas jóvenes cuando salen de sabios suelen tomar parados, caminan por el espacio libre de la casa, orgullosos. Con la taza de yajé en la mano, tomando y cantando, porque a uno no le coge la borrachera. No es uno el que está tomando, los que toman son los ángeles. Cuando yo tomaba terminaba la olla de yajé bien cocinado a la madrugada sin amanecer el día siguiente. Para chumarse uno debe tomar el final cuando el yajé termina. El yajé se toma en la oscuridad, solo teniendo el fogón sin prender la lámpara. 8o Guerra con los Tetetes Durante muchísimo tiempo los Tetetes vivieron en Zancundo Cocha junto a los sionas. Una noche cuando estaban tomando yajé, de pronto se formó una laguna, la mitad de los tetetes quedaron dentro, los demás huyeron. Ese grupo de fugitivos se instaló en la bocana del Cuyabeno, allí hicieron sus casas y chacras y permanecieron tiempo. Los sionas se fueron dos vueltas más arriba que ellos en el Aguarico. Se visitaban mutuamente. Un día cuatro tetetes llegaron a casa de los sionas a saludar, llevaban sus lanzas porque nunca las abandonaban ni siquiera para hacer visitas. Sucedió que estaba solo un siona, los demás estaban de cacería o en las chacras. Cuando llegaron, el dueño de la casa quiso brindarles siquiera un tabaco y comenzó a prepararlo; lo envolvió con una hoja de plátano y luego fue a prenderlo con un fósforo en vez de usar candela. Pero cuando prendió el fósforo ellos comenzaron a gritar: - ¡Nos vas a enfermar con el paludismo! Se enojaron mucho y quisieron matarlo. El se escapó; los tetetes entonces llevaron todas las cosas de la casa: machetes, hachas, hamacas, anzuelos... todo lo que tenían. Embarcaron en sus canoas -que eran bien gruesas yo las he visto en el Aguas Negras- y se fueron. Cuando regresaron los otros sionas se enfadaron con quien había huido: - ¿Por qué les brindó tabaco?, ¿usted no sabe que ellos nunca fuman? Al día siguiente tumbaron unas chontas para preparar lanzas, cuando las terminaron bajaron a matar a los tetetes. Estos les vieron cuando llegaban y les gritaron: - No hace falta que vengan acá, en la playa mismo nos vamos a encontrar. En la playa ambos bandos se pusieron en una fila larga, frente a frente, armados con sus lanzas y comenzaron a pelear. Al poco los sionas comenzaron a imponerse, entonces unos tetetes escapaban, otros fueron muertos, algunos quedaban heridos. Uno de ellos, viendo que le manaba mucha sangre se puso como a rezar, se metió el dedo en la herida y la sangre dejó de salir. Algunos se escaparon por el monte, también corrían las mujeres y los niños porque a ellos no les mataban. Entre los que huían iba una joven con un canasto lleno de loras, al verla un siona le rogó: - ¿Por qué no se queda a vivir conmigo? No, -dijo ella- ustedes están matando a mi familia. En las casas quedaron abandonadas todas las cosas que habían robado a los sionas, estos pudieron recogerlas tranquilamente y regresar a sus casas. 9o Creencias y visiones Muchos de nuestros jóvenes ya ni siquiera conocen nuestras propias creencias, no saben de los dioses: Paina, Mujú que aspiraban a ser como Ñañé, el dios del cielo, dios de todos, y pelearon con él y perdieron. De tanto como le molestaron estos dioses de la tierra. Nañé quemó el mundo, todo lo hizo ceniza aunque después lo transformó de nuevo en árboles. Al final les dijo: - resplandecía. Ese dios se levantó, me tocó en el brazo y dijo: Escupe. Escupí y esa saliva sonó en el suelo, como una música, sus pisadas sonaban lindo y yo me quedé admirando ese dios de las visiones. Entonces me volvió a decir: - Nosotros estamos en casa, usted regrese a la suya. Bueno, les dejo a ustedes porque molestan demasiado, me voy al cielo. -A las personas les dijo- Les dejo a ustedes la tierra que es de muerte, donde yo voy no existe la muerte. Allí hay vida eterna, tanto encima como debajo de la tierra donde hay otro cielo. Yo me volteé y regresé en espíritu; ya conocía aquí lo natural. Reconocí mi casa, era de día, había un pájaro que cantaba bonito, trinaba como un ave de dios. Todo fue muy lindo, pero hasta ahí no más puedo contar. Pero ni siquiera todos los secoyas que conocen nuestras tradiciones pueden ver a dios, como es un espíritu no pueden verlo. Solamente los buenos tomadores de yajé pueden llegar hasta él. A mí los ángeles, que nosotros les llamamos Ñiñahuai, me hicieron conocerlo. Yo había tomado bastante y ellos me dijeron: ¿Sabe por qué nos hacemos curanderos? Porque el dios cuando llega uno le lava la boca, se la enjuaga, entonces es ya propiamente curandero. Los brujos no han llegado a dios, esos no son doctores. Hay veces que por hacerse curanderos se sientan a curar, pero en vez de eso maldicen y matan a los enfermos. Pero a mí me lavó la boca con sal, eso es símbolo de curaciones. Mi saliva sonó como música y se convirtió en oro. - Vea hijo, vea e Idios? Claro, yo no me acerqué porque donde está dios uno no se acerca solo los ñiñahuai y las personas del cielo que viven allí. Pero oí cómo dios me decía: - Tú vas a ser curandero, tú vas a tener el poder de curar, pero tienes que amar a las personas para hacerles el bien y nunca el mal. Eso dijo el dios desde lejos y después: - Para que pueda curar cualquier enfermedad tome esto. Y me entregó como un paquete de piedras de sal, me la traían los ñiñahuia y las personas del cielo. Todo eso yo no pude verlo así como ahora estoy conversando, sino que lo vi estando muerto. Uno se muere tomando mucho yajé para poder conocer todo, se hace espíritu para alcanzar la máxima sabiduría, para conocer más y más. Día y medio estuvo mi cuerpo así hasta que revivió otra vez; aunque respiraba, había perdido de todo el conocimiento para poder ver todo eso. Así pude llegar a conocer. Primero los ñiñahuai me dijeron: - No te acerques. Después me llevaron de la mano y vi a dios sentado en un trono no exactamente como una silla. Sus vestidos eran blancos y ¿cómo puedo explicarlo?, la casa parecía toda iluminada, no como las casas de los blancos sino cada cosa 33 Miguel Ángel Cabodevilla. Misionero capuchino de la Diócesis de Azuaríco, Amazonia Ecuatoriana. Actual Director de ClCAME ( Centro de Investigaciones Culturales de la Amazonia Ecuatoriana. Ciganos : A oralidade como defesa de uma minoria étnica CRISTINA DA COSTA PEREIRA 1. INTRODUÇÃO Pode-se falar sobre a origem, a história e a tradição de um povo, sob o ponto de vista dos pesquisadores, ou seja, uma visão científica do fato e/ou sob a ótica do próprio povo. 34 E, por se tratar de CIGANOS, a ótica do próprio povo assume um caráter de maior importância, visto que se trata de um povo de tradição oral. Neste sentido é fundamental se destacarem as histórias do povo contadas por ele mesmo, não só por refletirem essencialmente sua tradição, seus costumes, sua cosmovisão, mas também por ditarem normas de comportamento para os que as ouvem: são os mais velhos passando o seu verdadeiro ouro - os paramiches - aos mais jovens e às crianças, ao pé do ouvido, de boca em boca, de geração a geração. Este trabalho procura mostrar a visão científi-cosocial da importância da ORALIDADE para o povo cigano, porém faz questão de ressaltar o pensamento do ROMA sobre a ROMANIPEN, mormente no que diz respeito à chibe e aos paramiches. Não podemos, no entanto, nos ater à característica da oralidade, sem antes nos referirmos, em linhas gerais, à essa etnia CIGANOS - a respeito da qual tão pouco se conhece. E, como se sabe, o preconceito é gerado basicamente pela desinformação. Segundo dados da UNESCO há, na América Latina cerca de 1.500.000 de ciganos, entre nômades, semi-nômades e sedentários. Desses, pelo menos 600.000 encontram-se espalhados pelos 8.152.000 km. cuadrados do território brasileiro. A maioria das pessoas já procurou saber, alguma vez, o que significa SER CIGANO? Conhece realmente a cultura desse povo? Infelizmente só se têm notícias do cigano através de imagens estereotipadas, pícaras, folclóricas. Não se pode conhecer o cigano isolado de seu contexto, isto é, dos condicionamentos sócioculturais de sua etnia. No entanto, as chaves da indentidade desse povo não se encontram no indivíduo, mas no grupo. A cultura e a personalidade cigana moldam-se por completo no grupo e, a partir daí, projetam-se em cada um de seus componentes. Como diz o cigano Samuel Costite, do grupo Kalderash, "prefiro morrer, a viver isolado, longe do meu povo". É inegável que existe um forte racismo contra os ciganos, o qual tem sido um dos mais silenciosos da História, mas é preciso reconhecer que o próprio cigano tem contribuído para este silêncio. Daí o valor das organizações ciganas internacionais que há meio século vêm desenvolvendo um importante trabalho de afirmação da etnia cigana. No Brasil já existe, desde 16 de março de 1987, o Centro de Estudos Ciganos do Brasil -CEC -, o primeiro da América Latina, presidido atualmente pela advogada Anny Walmrath Reis, cigana do subgrupo ragari. O objetivo do CEC é unir os ciganos em torno de um ideal comum: a fidelidade a si mesmos, aos seus costumes, aos seus valores, sem no entanto perder a noção da realidade social do país em que vivem. 2. QUEM SÃO CIGANOS? "Mas, afinal, o que querem os ciganos? Ir até o fim do mundo e, se possível, voltar". (Do filme russo "Os Ciganos vão para o céu" de Emil Lotianu) temos nada a ver com essa história de pecado original." "Sou cigana, venho de um povo marcado. (Juan González, motorista de táxi, sedentário, cigano do grupo calon da Espanha). De onde viemos e para onde iremos, nada disso nos importa. O que importa é o muito que vivemos" Existem, no entanto, explicações científicas para a origem dos ciganos pois, a par de estudos comparativos sobre o modo de vida, a capacidade espiritual (superstições de signos ocultos e cabalísticos), trajes, ofícios (ferreiros, músicos e adivinhos), caracteres físicos dos ciganos e de tribos nômades que há no Noroeste da India, atual Paquistão - os laubadies - o que mais incentivou os pesquisadores a determinar esse local como a terra de origem dos ciganos foram estudos etnolinguísticos (século XVIII) que comprovaram que o romanê - língua dos ciganos - é aparentado com o sânscrito - língua da India Antiga. Sobre a préhistória dos ciganos, isto é, a história deles na India Antiga, quase nada se sabe. Presume-se que começaram a nomadizar, ainda em solo hindu, porque não se adaptaram à nova ordem social imposta com a invasão dos árias, dentro da qual os ciganos eram considerados párias. O fato é que eles exerciam profissões como amestradores de animais, ferreiros e forjadores de metal e quiromantes e esses ofícios repugna-riam as castas superiores da India Antiga. Um dos nomes por que são conhecidos os ciganos até hoje é BOÊMIOS, palavra esta originária do sânscrito BOAHA Ml (afaste-se de mim), ou seja, os ciganos eram considerados malditos e feiticeiros, principalmente por trabalharem com o ferro e o fogo e eram, por isto, obrigados a morar afastados dos demais. Ante essa imposição humilhante e como forma de preservar suas tradições, restou-lhes a opção de caminhar. E assim ficaram caminhando durante um milênio, na India, até chegarem à Europa, presumivelmente entre os séculos XIII e XIV. (Esmeralda Liechocki, cartomante, cigana semi-nômade do grupo calon) "Quem garante que a India não tivesse sido apenas uma etapa duradoura na trajetória do povo rom? O reconhecimento de alguns estudiosos de uma origem hindu para o nosso povo, ainda deixa dúvidas para se ter esta como uma tese verdadeira." (Yargo Reis, antropólogo, cigano sedentário do subgrupo ragari) "Falar de ciganos, muito vos fascina, mas o entusiasmo em breve termina, pois o racismo cruel não vos deixa pensar" (Marcos Rodrigues, comerciante, cigano nômade do grupo calon) "Se logo depois do ano 1000 os ciganos aparecem na história e no 1500 estão presentes em toda a Europa, pode-se dizer que no início de 1600 estão presentes no mundo inteiro. Daí em diante o mundo não pode mais escrever a própria história sem levar em conta os ciganos." (Renato Rosso, italiano, líder da Pastoral de Nômades do Brasil). O problema da origem dos ciganos é, para os ciganólogos, o mesmo que o da origem do homem para os antropólogos. Há explicações míticas para a origem e a dispersão dos ciganos pelo mundo. Os próprios ciganos, quando são indagados sobre o mistério da sua origem e debandada pelo mundo, respondem: Em verdade, o que houve com a chegada dos ciganos à Europa foi um choque cultura. Se, no início eram vistos como um "povo exótico" que, àquela época se imaginava que teria vindo do Egito, logo depois a prática constante do noma-dismo ainda que, naquele tempo, outros povos fossem nômades também - os trajes diferentes e, basicamente, o conhecimento e o uso das artes de adivinhação (cartomancia e quiromancia), geraram espanto às populações dos locais por onde passavam e atitudes severas por parte das autoridades. (Olga Petrovich, quiromante, sedentária, cigana do subgrupo matchuaia) Como consequência desse choque de culturas, de visão de mundo, passou a existir, a partir do século XV, uma legislação anticigana que, na maioria dos países, durou cerca de quatro séculos e que deixou marcas profundas nas relações entre ciganos e não-ciganos até os nossos dias. "Cigano não tem que ficar trabalhando dia e noite igua a gadjo, porque somos descendentes de Adão e uma outra mulher, antes de Eva. Não Ao cigano era então proibido: falar o romanê, ser nômade, ler as linhas da mão e usar trajes específicos de sua cultura. "Viemos do Egito. A minha raça já fazia as jóias de ouro para os faráos". 35 O castigo variava de degredo e açoites até a pena de morte. Tiravam-se-lhes os filhos brutalmente para serem entregues a mestres europeus, pois se julgava que a educação cigana era perniciosa. No Brasil, o primeiro cigano que chegou foi João Torres, em 1574, e veio na condição de degredado de Portugal, pois, segundo os dizeres de um alvará da época, "Porém, em podendo, haveremos de deitar fora essa má casta". "A liri es ye crayi micobó a liri es calé". ("A lei dos reis tem destruído a lei dos ciganos" -dito cigano). Já numa outra situação, chegam ao Brasil, vindos de Portugal, muitos outros ciganos. Isto ocorreu em 1808, com a Corte de D. João VI. Eles eram os festeiros da Corte, os ferreiros e tambén os meirinhos, profissão hoje conhecida por oficiais de justiça. 36 E se sua trajetória pela Europa entre os séculos XV e XIX foi dura, também o século XX lhes reservou dolorosos momentos históricos. Mas nem o sistema de castas da India Antiga, a tentativa de dizimação cultural e étnica dos ciganos pelos governos da Europa a Inquisição - quando os ciganos foram queimados nas fogueiras como bruxos - a Revolução Industrial - com o advento da Indústria passou-se a produzir em grande quantidade os objetos que os ciganos fabricavam artesanalmente e os ciganos comerciantes de cavalos passaram a concorrer com as máquinas agrícolas e os veículos a motor -, a Guerra Civil Espanhola - quando a Guarda Civil fuzilou, entre outros, os ciganos, como bem denunciou Garcia Lorca em seu Romancero Gitano e o Nazismo quando pereceram 600.000 ciganos, nada impediu que os ciganos continuassem existindo como um grupo étnico até os nossos dias, se bem que os nômades (hoje somente um terço no Brasil e no mundo) se encontrem bastante marginalizados e muitos sedentários já tenham sido incorporados pelo sistema de vida dos gadje. 3. Principais traços culturais grupos ciganos dos "Cigano não tem rei, nem pátria, nem presidente. Achamos que o melhor mesmo para nós é caminhar pelo mundo, respeitando as nossas leis que são muito antigas, Devel e Jesus, que também era um andarilho como nós". (Rosa Calderas, quiromante, semi-nômade, cigana do subgrupo Kalderash) A palavra Cigano vem de ATKINGANO, vocábulo de origem grega que o povo desse país usava para nomear uma seita de músicos e adivinhos que era conhecida no Império Bizantino desde o século VIII. Já no século XIV, os gregos passaram a confundir as pessoas da seita com aquele povo que por ali chegava e passaram a designá-los por atkinganos. Pode-se dizer que cigano é uma denominação genérica que pressupõe uma unidade. No entanto, é preciso destacar que há grupos e subgrupos e essa diversidade é caracterizada principalmente pelo tipo de actividade exercida - calderia, negócios, circense, musical, etc. - e pelo convívio com os mais diversos povos de planeta. Os principais grupos de ciganos existentes no Brasil são: o calon, composto por ciganos que chegaram ao Brasil via Portugal e Espanha e o rom, composto por ciganos extra-ibéricos que aqui chegaram procedentes da Iugoslávia, Romênia, Rússia, Alemanha, França, Itália, Grécia, Hungria, Turquia, etc. Dentro do grupo rom há inúmeros subgrupos: kalderash, ragari, horaranó, matchuaia, lovara, etc. Podem ser nômades - os que caminham o tempo todo e vivem em barracas; semi-nômades os que tem residência fixa, mas viajam por causa de negócios e os sedentários que não acampam mais, têm residência fixa, um nível econômico melhor e uma minoria deles chegou às universidades, exercendo os mais diversos tipos de profissão, tais como advogados, professores, antropólogos, médicos, assistentes sociais, etc. Os ofícios tipicamente ciganos como tachei-ros de cobre, quiromantes e cartomantes, violinistas, artistas de circo são exercidos pelos nômades e semi-nômades, sendo que atualmente os ciganos são predominantemente comerciantes de automóveis, tapetes, colchas, jóias e biju-terias. Os sedentários que não têm nível universitário geralmente exercem esses ofícios ciganos. Interessante destacar que o grupo calon sedentário que vive no bairro do Catumbi, cidade do Rio de Janeiro, tem muitos ciganos exercendo a profissão de oficial de justiça, à semelhança de seus antepassados que aqui chegaram com a Corte de D. João VI. O povo cigano não tam pátria - por isto a India em 1976 lhes concedeu a condição de cidadãos hindus no exílio - e valoriza a dispersão pelo mundo como um aspecto importante de sua sobrevivência enquanto etnia. Por causa disto, a família é fundamental pois é ela que lhes dá consciência de comunidade mesmo sem ter pátria. Não há propriamente uma religião cigana, mas uma religiosidade intrínseca que faz parte de todos os hábitos da vida do cigano, do nascimento à morte. De acordo com o lugar onde vivem, há uma tendência para adotarem a religião predominante na área. Quanto aos casamentos, são realizados geralmente entre os de sua raça, mas hoje em dia já existem cada vez mais casamentos entre ciganos e gadje, o que, inegavelmente, contribui para a perda de muitos aspectos da tradição cigana. explicação que dão é a de que "contar histórias do nosso povo e da nossa tradição é trair os antepassados, os mule roma que irão nos castigar por isto." Há, por fim, que se destacar a ORALIDADE como um dos traços culturais mais importantes do povo cigano, no que concerne à defesa de seus valores culturais. Por este motivo, têm driblado ao longo dos tempos, com informações incorretas, ambíguas, principalmente os jornalistas, que têm uma preocupação mais imediata com o tema, ao passo que os pesquisadores irão cotejar com mais acuidade - pois esse é o seu trabalho - as informações obtidas. E é neste aspecto que vamos nos deter no próximo tópico. 4. ORALIDADE "Romani tcha tchipé" ("Só em romanê se diz a verdade") Yargo Ragari "A língua é minha pátria" (Carlos Calderas, tacheiro semi-nômade, cigano do grupo kalderash) "Quando eu era um menino, quase um rapaz lembro que me dava muito orgulho haver uma língua cigana, porque nos diferenciava dos outros. E, como havia muito preconceito contra nós, isso nos ajudava a levantar a caveça". (Armando Pepino, circense, semi-nômade, cigano do subgrupo kalderash) Por essas referências acima, feitas por ciganos a sua língua, pode-se perceber o quanto a valorizam. O grupo rom fala o romanê que é a estrutura linguística básica dos ciganos, apresentando algumas diferenças dialetais de acordo com o subgrupo. E o grupo calon fala o dialeto do mesmo nome, no Brasil um pouco influenciado, a nível de estrutura da língua, pelo Português. Na Espanha, o calon é fortemente influenciado pela língua espanhola. Na Europa, em que o movimento já está bastante sedimentado, há inúmeros trabalhos e até dicionários em romanê, com a respectiva tradução para a língua do país onde foi feita a publicação. No Brasil, o movimento está dando os primeiros passos e, neste sentido, os ciganos não vêm com muita simpatia a divulgação de sua língua para os não-ciganos. A oralidade e o segredo, aliás, são duas caraterísticas fortes do roma e uma atua no sentido de reforçar a outra. Como dizem eles, "para contar segredo, sussurrar a um surdo." Quando os ciganos são entrevistados por estudiosos de sua cultura, têm uma enorme resistência em falar-lhes e, mais ainda, quando percebem que o que estão dizendo será escrito. A Costuma-se dizer que se você fizer uma pergunta a vinte ciganos, obterá vinte respostas diferentes e, mais surpreendentemente, se você fizer vinte perguntas a um mesmo cigano, ainda assim obterá vinte respostas diferentes. Também a variedade do uso de nomes é um traço importante neste sentido. O cigano, de acordo com a tradição, deverá ter seu primeiro nome dado pela mãe após a primeira mamada -ainda de colostro - a qual o soprará no ouvido do filho, não podendo ninguém ouvir e isto servirá para espantar Beng. O filho só saberá desse nome ao se tornar adulto e isto deve ser um eterno segredo entre ele e a mãe. O cigano então, terá um nome para o seu grupo e um outro nome com que será conhecido na sociedade não-cigana. A fidelidade a palavra dada - a jura - é um outro reflexo da cutura oral e o não cumprimento da mesma implica em julgamento pelo krisromani - que é o Conselho de Justiça Cigana, constituído basicamente pelos barôs mais conceituados no grupo - pois é considerado falta grave. A tradição cigana, como bem demonstra o dito abaixo, vê com desconfiança a escrita: "É inútil qualquer escritura. A palvra basta." Daí a resistência que principalmente os nômades têm, até hoje, em tirar certidões de nascimento e demais documentos, o que dificultalhes bastante a vida. O medo da cultura escrita, ou seja, a cultura do gadjo, reflete-se no índice de analfabetismo que há entre os nômades no Brasil - 90%. Em relação aos nômades, que normalmente acampam na periferia das cidades, a escola viria romper, somente para se falar em termos práticos, a economia grupai, pois as crianças maiores costumam ajudar a cuidar dos irmãos menores, en quanto suas mães vão às principais praças das cidades ler as linhas da mão e seus pais, comerciar. Além do mais, pelo fato de viajarem, em geral de três meses, não há no sistema de ensino brasileiro alg o que se adeque a esta realidade. Na Itália, existe o movimento pioneiro que se iniciou há cerca de 15 anos - Lacio Drom - e 37 que conta com professores ciganos e representantes da Igreja Católica que viajam com os ciganos e alfabetizam as criançcas através de uma escola itinerante. Aqui no Brasil, o Padre italiano Renato Rosso, líder da Pastoral de nômades do Brasil, realiza este trabalho pioneiro com os nômades, fruto de sua experiência de duas décadas com os ciganos da Itália. O mais importante é que ele e seu grupo não impõem uma outra cultura a cultura cigana, mas alfabetizam considerando e respeitando os valores culturais ciganos e, por causa disto, o seu trabalho é muito bem recebido pelos nômades. Entre os sedentários há um melhor nível econômico, mas somente uma minoria chega às universidades, pois o cigano ainda resiste em deixar seus filhos na escola por muito tempo. Acham que é importante eles aprenderem a ler, a escrever e a ter algumas noções de matemática, "para não serem enganados pelos gadje". Esta reação ocorre porque os ciganos têm valores próprios que hoje em dia se chocam com os da chamada sociedade de consumo: hospitalidade, profundo respeito aos mais velhos e aos antepassados, capacidade de adaptação à vida ("hoje está bom, amanhã pode não estar"), crença ilimitada em ua força superior ao homem. 38 Eles também temem que seus filhos, indo às escolas por longo período, percam ou se envergonhem de suas tradições, consideradas pelos não-ciganos primitivas, levando-os por este motivo a se afastarem delas, o que ameaça a sobrevivência da etnia. Além do mais, é inegável que há o preconceito de outras crianças, dos pais das crianças e às vezes até dos próprios educadores, em relação a frequência de crianças ciganas às escolas. A base da tradição cigana seria, então, a educação moral que implica no forte respeito dos jovens pelos mais velhos, o que leva à conscientização da necessidade de preservação da etnia cigana. E o sustentáculo da cultura cigana é inegavelmente a família que seria para eles uma espécie de tábua de salvação, pelo fato de não se submeterem a uma sociedade que os hostiliza e lhes é oposta em nível de costumes, tradições e sobreudo aspirações. Neste sentido, são importantes as fortes relações de parentesco e a tradição oral, posi é o avô que conta aos filhos e netos a história dos ciganos. Os velhos dentro da cultura cigana são considerados sábios, o que dfes têm de mais importante e, para os ciganos é absurda a idéia dos não-ciganos de "internar em asilos" os velhos, porque eles não "servem" mais para viver com a família. É comum até hoje nas famílias ciganas - no que se entende, obviamente, por família extensa - haver longas conversas em que os mais velhos são o centro das antenções. E falarão sobre a origem, os costumes mais antigos - hoje, muitos já caíram em desuso, como os laços de sangue para os noivos, por exemplo - o porquê do noma-dismo e da sedentarização de alguns grupos, os rituais, a fuga do nazismo, os valores morais, as crenças mais profundas, os segredos da calde-raria, do trabalho com o cobre, as histórias de circo, cantarão as músicas, ensinando as letras (que normalmente contêm ensinamentos da filosofia de vida cigana) e o ritmo; dançarão os passos típicos, fazendo o gestual específico com as mãos e os pés e sobretudo FALARÃO A LÍNGUA, hoje já bastante modificada pela introdução de vocábulos novos de acordo com o país em que vivem e apresentando grande índice de ciganos que a perderam parcial ou totalmente. Em geral o que permite esses encontros frequentes, reavivando a chama da tradição, é a realização dos brodes ou patchíus, para os quais acorrem, às vezes, ciganos de várias partes do país e que também fucionam como uma cadeia de informações rápida e eficiente de nevipens roma-ni. E tudo isto - a valorização de seus traços culturais orais, a dispersão e o segredo - existe basicamente para sustentar o mais precioso dos bens do povo cigano: A LIBERDADE. "Si considerarmos que no hay en Ia faz de Ia tierra ningún pueblo que ame tanto Ia libertad como el Pueblo Gitano, habrá que pensar que estamos anteponiendo los temas de educación, vi-vienda, sanidad etc. e ignorando uno vital: Ia libertad, sin Ia que no se pueden conseguir ni Ia educación, ni Ia sanidad, ni Ia fraternal convivencia payo - gitana". (Antônio Martínez Amador - Presidente do Secretariado Gitano em Ubeda, Espaha; membro da União dos Ciganos Espanhóis e da União Romani Internacional, organização reconhecida pelas Nações Unidas a 28 de fevereiro de 1979 em Nova Iorque). BIBLIOGRAFIA CHINA, J. B. Oliveira 1936 Os Ciganos do Brasil. São Paulo, Imprensa Oficial do Estado. HANCOCK, lan 1987 The Pariah Syndrome: an account of Gypsyslavery and persecution. Michigan, Karoma Publishers Inc. HEREDIA, Juan de Dios Ramírez 1983 Nosostros los gitanos. Barcelona, Ediciones 29. LOCATELLI, Moacir Antônio 1981 O Ocaso de uma cultura (Uma Análise antropológica dos ciganos). Santa Rosa, Barcelos Livreiro e Editor. MORAES FILHO, Mello 1886 Os Ciganos no Brasil e Cancioneiro dos Ciganos. Rio de Janeiro, B.L. Garnier ed. SANTANA, Maria de Lourdes B. 1972 Os Ciganos -Aspectos da Organização Social de um Grupo Cigano em Campinas. São Paulo, USP. VAUX DE FOLETIER, François de 1977 Mil años de Historia de los gitanos. Barcelona, Plaza S. Janes, S. A. Editores. GLOSSÁRIO (romanê e calon) Barôs= Beng = Brodes= Calon= dialeto ciganos mais velhos. Diabo. festas do grupo calon. grupo cigano de origem ibérica; cigano; dialeto desse grupo. Chibe= língua. Devel= Deus. Gadjo= homem não-cigano; plural: gadje. Krisromani= justiça cigana. Lacio drom= boa viagem. Mule roma= antepassados ciganos. Nevipens romani=notícias ciganas. Paramiches= histórias Payo= homen não-cigano; referente a não-cigano. Rom= cigano; roma: os ciganos. Romanipen= ciganidade. Patchíus= festas do grupo rom. Cristina de Costa Pereira (Brasil) Profesora de portugués y literatura brasileña. Autora de tres libros de contenido antropológico sobre los gitanos: Povo Cigano (1986); Os Ciganos Continuam na Estrada (1989) y Lendas e Histórias Ciganas (en prensa). Ha escrito también numerosos artículos sobre el tema en revistas brasileñas y extranjeras. Fundadora del Centro de Estudios Ciganos de Brasil, ha participado como conferencista en numerosos eventos en Rio de Janeiro, así como en otros países. 39 Relatos vitales: Hacia una historia total PATRICIA PONCE JIMENEZ Hace ya varios años que se argumentó la necesidad de abandonar la historia tradicional por un nuevo tipo de historia; se abandonó la narración épica y la epopeya de los héroes y de las fechas de un calendario supuestamente nacional, para poner acento en los procesos económicos, políticos y sociales, hubo menos interés en los asuntos de la cultura, el arte y la vida común y corriente. 40 Hacer una historia de un nuevo tipo es un acto de compromiso que no puede ignorar otro tipo de registros como la crónica, el testimonio, la historia y tradiciones orales, el mito, la música, el cuento, la novela, etc. Armado con todo esto debe intentarse cambiar, o más bien dicho, intentar mirar los hechos y los datos de otra manera, para acceder a otros niveles y dimensiones de la práctica social, es decir enfocar la historia de los pueblos a los que se les niega una historia con letras mayúsculas, a través de otros géneros que son formas de presentación y presencia del pasado en el mundo actual. Hacer la historia es un poco también abrirnos a percibir realidades que a veces solo intuimos vagamente, que no pueden ser encerradas en un cajón de historiador, sino que pertenecen a capas profundas, al tejido de las raíces del proceso histórico que les da origen, la historia es finalmente un acontecer no solo en el tiempo y el espacio, sino dentro de un horizonte cultural y subjetivo. Historia y poder Hoy como ayer, historiar los procesos socioeconómicos y culturales de pueblos y comunidades pareciera ser una empresa con poco futuro, debido fundamentalmente a que se opone a una lógica de escribir y contar una historia nacional que tiene profundos compromisos con el poder. Solo la historia en su perspectiva regional y local nos puede situar en un camino correcto para conocer la lógica y la dialéctica del proceso formativo de nuestro país y sus culturas, con lo cual oponerse a esa fuerte tendencia manifiesta en la historia oficial caracterizada por su apego a un esquema centralista y unilineal. En la historiografía que nos ha sido contada en las escuelas, la historia regional y local no ha tenido un solo espacio que le permita destacar esa carga correspondiente de fenómenos específicos que enriquecen no solo el estudio, sino la comprensión cabal de la misma historia en su dimensión nacional. "La historia centralista y unilineal no únicamente ignora la estructura de las regiones y sus correspondientes procesos formativos y de desarrollo, sino que su misma condición no le permite en ningún caso comprender la dinámica de las relaciones sociales y explicar sus variados fenómenos y tendencias". La sociedad y culturas nacionales solo pueden entenderse en la medida que se considere la existencia de regiones, pueblos y comunidades con historias particulares y una diversidad cultural presentes en su realidad contemporánea. Dicho sea de paso, ese México plural no puede recono-cer ni entenderse como nación si no lo consideramos el resultado y la materia activa de un proceso histórico, donde sus múltiples dimensiones constituyen rasgos alternos de continuidad y discontinuidad, homogeneidad y heterogeneidad, síntesis contemporánea de una unidad geográfico-social construida de lo diverso aun en sus fenómenos más simples. "El poder y sus mecanismos reproductores se nutren de generalizaciones y condensa los fenómenos sociales en una periodización de etapas rígidas que justifiquen su ascenso y su vocación de dominio en la historia. Esta historiografía homogénica desplazó de las fuentes escritas a las historias particulares y a la propia voz de sus protagonistas. Creó así, un segmento de "gente sin historia". Afortunadamente esa voz no muere, busca en cambio formas de persistir, se cobija en la tradición oral, la música, la leyenda, la novela, el cuento, los refranes y en la misma vida anónima de millones de individuos. La ausencia de documentos y registros no debe ser tomada como obstáculo infranqueable en la investigación regional de pueblos y comunidades, solo constituye un pretexto para los abogados de la ciencia pura y neutral, para los servidores del poder. Los antropólogos y sus prácticas Los antropólogos frecuentemente han sido señalados por priorizar la interiorización de los fenómenos que investigan, soslayando una perspectiva global y de conexiones a mayores niveles. Ciertamente, en lo general, se destacan más efectos concretos que operan en sociedades, locales y la misma comunidad, que en estudios de macrocobertura. No obstante, son pocos los antropólogos en México que identifican o reconocen esto como un elemento definitorio de su práctica profesional; la mayoría se han visto arrastrados a la vorágine de producir estudios "macros", más económicos, más políticos, más sociológicos, más estéticos, menos propios. Quizá valdría mucho la pena profundizar los esfuerzos sintetizadores y de búsqueda de nuevas líneas de trabajo, para poder centrar nuevamente uno de los rasgos específicos de la práctica antropológica. Partamos de considerar que los enfoques "micros" son importantes y que su desarrollo puede ayudarnos a conocer y explicar los más finos y complejos tejidos socioculturales que le han dado vida a la historia de nuestro país. La práctica de historizar regiones, pueblos y comunidades requiere -indiscutiblemente- de llevarse a cabo dentro de un parámetro que cruce la dimensión histórica y cotidiana con una teoría de la dinámica social general, dando como resultado un en- foque eminentemente social o dicho de otra manera: desarrollando una historia social "antropologizando" la historia y viceversa. Es muy grato en estos confusos tiempos coincidir con el eminente historiador cubano Ramiro Guerra (Mudos Testigos, 1974) en quien La Historia Social tiene además de un valor propio un camino de su exclusiva incumbencia: la vida diaria de los habitantes de un país en una época determinada en el pasado. Así vista, la historia social comprende las relaciones humanas y económicas entre las diferentes clases: el carácter de la familia y la vida hogareña, las condiciones del trabajo y de los tiempos dedicados al ocio, la actitud del hombre frente a la naturaleza y, finalmente, todas las prácticas culturales generadas en la época como resultado de un proceso colectivo. Para un auténtico y cabal desarrollo de la historia social no son suficientes los documentos de la historia escrita, resulta imprescindible el res- cate de la voz de la "gente sin historia", que cuenten la historia de sus vidas. Táctica y estrategia en los relatos de vida En el bagaje instrumental del antropólogo yace una técnica un tanto olvidada, poco practicada y sí muy criticada: "las historias de vida". Esta técnica ha sido utilizada por sociólogos, psicólogos y antropólogos sociales; consiste básicamente en interiorizar la vida misma de seres humanos como autores y actores de su propia historia; esa historia que construyen a través de su actividad productiva y de las demás relaciones que despliegan viviendo en sociedad, en un proceso que combina la acción colectiva y las aportaciones particulares del individuo. A través de los relatos de historias de vida afloran importantes rasgos de la historia a nivel regional y local, así como de las relaciones imperantes. La historia de vida intenta rescatar la vivencia personal dentro de la condición concreta de la actividad productiva; no se trata de hacer un estudio psicologista sino de investigar la vida personal sobre una base histórica y material, ya que la condición humana es heredera de una amplia y variada gama de experiencias sociales y culturales condicionadas y determinadas por relaciones de clase. No obstante, la conciencia de los actos del individuo en momentos históricos determinados no es homogénea- de ahí su enorme riqueza y complejidad- sino también es el resultado concreto de una auténtica experiencia personal. El vínculo existente y posible entre tales experiencias es la base material de lo que podríamos llamar identidad. Miguel Barnet, etnólogo cubano, resume su experiencia con esta técnica (ligándola a la producción de la novela testimonio) de la siguiente manera: "La expresión oral, multifacética, su riqueza conceptual, la cosmogonía del hombre cubano, me ha permitido acercarme a esa meta tan anhelada por todos: la identidad. Sin la fuente viva, la sencilla voz de los hombres 'sin historia' es imposible comprender, en toda su magnitud, nuestra realidad como nación". (La vida Real, Letras Cubanas, La Habana, 1986). Barnet durante las dos últimas décadas ha desarrollado en Cuba un conjunto de obras que ha denominado Novela Testimonio, Relato Etnográfico o Novela Realidad. La característica central de este trabajo ha sido partir de relatos de vida, crear una auténtica historia social con el sello de un realismo novelado. Un paciente y arduo trabajo etnográfico ha sido articulado a un compromiso de reescribir la historia desde la perspectiva cotidiana, personal, profundamente comprometida con la voz popular: el resultado de 41 eso ha sido una nueva historia que se entiende y se disfruta. ción de su país, que debe contribuir a articular la memoria colectiva, el nosotros y no el yo. Trabajar con los relatos de vida implica no solo precisar una metodología sino también una mística, un espíritu de búsqueda permanente, una preferencia por el trabajo de campo. Para el mismo Barnet esta tarea investigadora no adolece de la ausencia de un método que define de la siguiente manera "...método es la práctica diaria, los procedimientos preestablecidos y hasta los improvisados, el carácter personal del investigador, sus relaciones con el informante, la manera de ver las cosas, es decir, el enfoque teórico y todos sus derivados, el uso de ciertos materiales técnicos y la paciencia..." (La Fuente Viva, Letras Cubanas, La Habana, 1983). Los pasos que propone para la realización de este tipo de investigaciones son los siguientes: -Debemos proponernos desentrañar la realidad, rescatando los fenómenos que han dejado una profunda huella en la sensibilidad de un pueblo, narrándolos a través de la voz de sus protagonistas más idóneos. -Los relatos de vida, como rescate etnográfico, deben contribuir al conocimiento de la realidad imprimiéndose, un sentido histórico. Conocer la realidad implica el autoconocimiento del individuo y de la colectividad, de ahí la importancia de dotar al lector de una conciencia de su tradición, de su historia, a través de un personaje que sea solo el punto de partida para conocer una época. 42 -La tarea del investigador en estos menesteres es descubrir lo intrínseco del fenómeno, sus verdaderas causas y efectos. El fenómeno histórico puede ser engañoso, a veces no presenta su cara más clara, la más sobresaliente: la otra cara queda encubierta por el valor de la ideología dominante. Descubrir con objetividad es una de las tareas más complicadas, de ahí la importancia de conocer primero y a fondo la época que nos ocupa, sus movimientos, cambios, atmósfera, para luego analizar a sus actores. -El investigador debe despojarse de su individualidad para asumir la de su informante, la de la colectividad que representa; debe dejar que sea el entrevistado quien, con sus propios valores, enjuicie y represente a la época. -Los relatos de vida son lenguaje hablado. A través del lenguaje se logra la comunicación humana, es el vehículo de la cultura. Trabajar con él requiere de extremo cuidado ya que el lenguaje no solo es la palabra sino la forma en que se dice, la gesticulación, el tono, el énfasis, la sintaxis; por eso hay que respetarlo siempre aunque nos parezca que no es muy convincente, ya que a través de esto conocemos aún más al personaje y su época. Pero lo fundamental del lenguaje es que se apoya en la lengua hablada, solo así posee vida. La simple transcripción de los relatos no debe ser el fin último de nuestro trabajo, hay que reescribir la historia con la totalidad de los rasgos de identidad aprehendidos, utilizar la imaginación siempre y cuando ésta no lesione al personaje y no traicione su lenguaje. El investigador puede crear dentro de una esencia real. Barnet concibe al investigador de relatos de vida, como el eslabón de Iarga cadena en la tradi- En primer lugar, es de suma importancia saber elegir, encontrar al personaje idóneo, éste debe ser representativo de una clase, de un pensamiento y haber vivido momentos históricos importantes y que hayan marcado la psicología de todo un conglomerado humano. Por otro lado y como condición necesaria, lograr la identidad entre investigador e informante. Esta identidad no se logra más que con la verdad, con un profundo sentimiento de solidaridad, donde el paternalis-mo, la benevolencia y la caridad no tienen cabida; solo hay lugar para una relación íntima y real. Se debe producir un desprendimiento y una despersonalización. El investigador deja de vivir su vida y vive la de su informante, solo así se podrá pensar como él, y enjuiciar como él. Este puente macizo de afectos y dependencias nos permite llegar a la conciencia colectiva, al nosotros. Dice Pritchard (citado por Barnet) que el investigador ha fracasado si en el momento de despedirse de su informante no existe en ambas partes la pena de la partida. A un lado del personaje siempre debe haber un profundo y serio conocimiento de su época, esto es fundamental. Revisar archivos, epistolarios, libros de viajes, documentos, periódicos, fotografías, etc. Y sobre todo, otras "fuentes vivas": coetáneos del personaje, que nos sirven para confirmar o contradecir. Nuestra principal herramienta de trabajo debería ser la grabadora, ya que además de facilitarnos la tarea, registra todo aquello que queremos y no queremos saber, marcándonos el ritmo y la secuencia de la narración. Fenomenal sería si integramos a esto la magia del video. Una vez que tenemos todo el material en la mano viene la fase de organización, clasificación y redacción que es la parte central del trabajo, criticar los materiales, desglosarlos y tomar posición frente a ellos. Debemos seleccionar lo básico para revelar la verdad que queremos demostrar. No hay que olvidar que el investigador busca documentar o describir la época, enjuiciarla. De ahí la necesidad e importancia de tomar posición con nuestro informante. Esto no quiere decir estar de acuerdo con todo lo que el nos dice, sino simplemente integrarse a sus valores para conocer la época y después buscar los juicios opuestos, otros puntos de vista. El material final deberá ser elástico, ágil y didáctico: "Debemos superar la sociología, el didactismo, con personajes que encarnen su época, que provean de esquemas permanentes a la historia y que sepan apropiarse del mundo, apropiándose de la realidad inmediata. Aun cuando nuestros modelos estén muertos, sean reflejo de un pasado diluido y remoto, nuestros personajes como tales deben permanecer, sobrevivir a su tiempo. Deben servir como hitos para un futuro nuevo y distinto" (Barnet, 1983). Alegato final Las fuentes escritas y orales no son excluyentes, tiene características comunes y funciones autónomas y específicas que solo cada una de ellas puedan cubrir, por eso las fuentes requieren instrumentos de interpretación diferentes y específicos. El desprecio por la historia oral tiene un punto de partida en su interpretación: La primera observación que se le hace es su origen, lo oral nos habla de personas o grupos sociales analfabetos, cuya historia o está distorsionada o ausente en la historia escrita. La segunda cuestión toca directamente su contenido: La vida cotidiana y la cultura de esos grupos sociales. Una tercera crítica que se le hace a las fuentes orales es su "credibilidad". Los historiadores tradicionales generalmente aceptan la "credibilidad" de los hechos históricos como un monopolio de las fuentes escritas, pero muchas veces éstas han sido realizadas con procedimientos o criterios que nada tienen de científicos y casi siempre un fuerte sesgo clasista. No hay fuentes orales falsas. La diversidad de la historia oral en que las de- claraciones "falsas" son psicológicamente "verdaderas"; la importancia del testimonio radica, a menudo, en que nos dice menos de los sucesos que de su significado. La divergencia de los hechos -donde aparece lo simbólico, los deseos, la imaginación-no revelan más que los recuentos exactos de los hechos. Otro prejuicio, es la insistencia en que las fuentes orales siempre están distantes del momento histórico que se relata y por lo tanto conllevan distorsiones originadas por la "memoria defectuosa". De principio hay que aclarar que siempre hay un lapso de tiempo entre el hecho y su registro, aunque solo sea el necesario para escribirlo. Por lo tanto los historiadores frecuentemente utilizan fuentes escritas que fueron redactadas poco o mucho después del momento histórico. Esto vale también para las fuentes orales, pero no invalida su confiabilidad. Algunos investigadores creen que lo escrito es inmutable, pero lo escrito antes fue experimentado o visto y estuvo sujeto a distorsiones antes de ser escrito. Por lo tanto se le debe aplicar la misma reserva que a la fuente oral. Un elemento de gran valor, que las fuentes imponen a la historia -y que ninguna fuente posee en igual medida- es la subjetividad del informante. Esto nos permite conocer no solo lo que la gente hizo, sino cómo lo quisieron hacer, lo que creyeron estar haciendo y lo que ahora piensan de lo que hicieron. La subjetividad es asunto de la historia, tanto como los hechos visibles. Lo que el informante cree, es verdaderamente un hecho histórico, tanto como lo que realmente sucedió. Otra aportación importante es que los informantes por el hecho de no tener acceso a la escritura han reforzado sus técnicas de la memoria. En este sentido siempre hablan desde el interior de una tradición colectiva y conservan la memoria histórica del grupo más allá de la individualidad histórica de sus miembros. Además no hay que olvidar que estas fuentes orales no son completamente ajenas a la escritura. Las fuentes orales no son objetivas, es cierto, pero esto se aplica a cualquier otra fuente, lo que sucede es que la "santificación" de la escritura a veces nos conlleva a olvidarlo. Esta no objetividad en las fuentes orales radica en sus tres características más importantes: ser artificiales, variables y parciales. Son artificiales en la medida que siempre son el resultado de una relación, de un proyecto hasta que un investigador la da vida. Son variables porque el testimonio nunca será el mismo dos veces. Así mismo es imposible agotar la memoria completa de un solo informante, de ahí que la historia oral sea siempre un proceso inacabado y parcial. Por último, a diferencia del documento escrito, la fuente oral envuelve todo el relato con su subjetividad; los informantes son historiadores y el historiador es parte de la fuente. Así la historia oral cambia la forma de escribir, el narrador ya no es más un observador distante e imparcial; sino uno de los personajes y la manera de contar la trama, es ahora parte de la historia que está siendo contada. El investigador se involucra directamente y cada vez juega menos el papel de intermediario entre el lector y el personaje, para convertirse en protagonista. Así la imparcialidad que reclama la historia tradicional, es sustituida por la parcialidad del narrador. La historia oral nunca puede ser contada sin tomar posición, ya que la posición existe dentro del relato. Los relatos de vida son por lo tanto, un medio para ir al encuentro de la historia social de las llamadas culturas populares que tienen la palabra 43 como su elemento de cohesión social fundamental, pueden constituirse en un puente entre la historia y tradiciones orales y la historia escrita. La versión biográfica de una historia particular constituye en sí misma un acto de re-escribir la historia, subvertirla, de enriquecerla con todos los rasgos de identidad aportados por el individuo. La historia social, como historia totalizadora de una época, debe aspirar también -nutriéndose de las historias particulares y cotidianas de los individuos- a elevarse a la categoría de una novela total, tan abrumadora y vibrante como nuestras propias vidas. Los relatos de vida pueden ser un arma contra la alineación del mundo moderno, aportando experiencias personales para pensar un pasado en función de un presente y futuro, donde el individuo no deba sucumbir ante una voluntad de la necesidad colectiva. Por el contrario, a corto plazo los relatos de vida son para la sociedad misma un instrumento de rescate cultural, de revalorización personal y al mismo tiempo de profunda identidad colectiva. 44 Parafraseando a Agnes Heller (Historia y Vida Cotidiana, 1985) la historia en sí misma está constituida por la vida cotidiana, una vida compuesta tanto de rasgos generales de la especie humana, como de rasgos parciales, es decir, los rasgos que aportan las vivencias de cada individuo de la sociedad. BIBLIOGRAFÍA BARNET, Miguel 1983 La Fuente Viva. La Habana, Letras Cubanas 1986 La Vida Real. La Habana, Letras Cubanas. GONZÁLEZ, Luis 1968 Pueblo en Vilo. México, COLMEX GUERRA, Ramiro 1974 Mudos Testigos. La Habana, Edit. Ciencias Sociales. HELLER, Agnes 1985 Historia y Vida Cotidiana. México, Edit. Grijalbo. PONCE JIMÉNEZ, M. y BAEZ LANDA, M. "Relatos de vida; Historia, Etnografía y Novela", CHRISTUS (México) (16) PORTELLI, Alessandro "Peculiaridades de la Historia Oral" CHRISTUS (México) (16) La palma real en las religiones populares en Cuba JULIO I. MARTÍNEZ BETANCOURT MARCO ANTONIO VASQUEZ DAVILA 1. INTRODUCCIÓN La palma real Roystonea regia (HBK) O.F, Cook, juega un papel muy importante en la cultura cubana, no solamente como árbol sagrado en las religiones populares, sino como planta medicinal, referencial toponímico y como símbolo nacional. Por ello, es un elemento frecuente en la tradición oral de este país caribeño. En ese contexto, el presente trabajo tiene como objetivo el análisis del papel que desempeña la palma real en las religiones adoptadas a raíz de la época colonial por el pueblo de Cuba. Entre las deidades más mencionadas en la tradición oral cubana se encuentra Changó, sicretiza-do con Santa Bárbara Bendita, patrón de los rayos y que aparece asociado invariablemente con la palma real, árbol de sugestiva belleza que campea por toda la isla. De mítico origen trasatlántico, Changó requiere, para descubrir su identidad, que nos traslademos al continente africano, cuna ancestral de dioses y hombres. a) África El inmenso Continente Negro es un territorio habitado por diversos grupos culturales. Entre ellos, dada la importancia del patrimonio legado a Cuba, destacan los yorubas, pueblo africano que estableció un reino (llamado Ulkamy) entre Benín y el río Níger, en el actual territorio de Nigeria, república del África Occidental (Aguirre Beltrán, 1989: 133; Reader's Digest, 1979, 12: 4053). Los yoruba tenían el concepto de un Creador: Olofin, Olodumare, Olorum, Oduduwa, Olowa, entre otros varios nombres que designan esta deidad creadora, que "luego de su fatigosa tarea de construir el Universo partiendo de la Nada estaba cansado y otorgó todos los poderes que permiten dirigir las fuerzas de la naturaleza e intervenir en la vida de los hombres, a distintos orisha" o deidades (Barreal, 1966: 19). "En Nigeria, su lugar de origen, estos orisha, que al principio eran idealizaciones de fuerzas naturales que provocaban determinados accidentes geográficos como el nacimiento y curso de un río, producían la furia del rayo o del viento, o intervenían para propiciar una cosecha abundante o escasa, fueron desarrollándose hacia formas cada vez más humanizadas, llegando a identificarse con figuras supuestamente históricas, como Changó, tercer o cuarto oba (rey) de Oyó, que se confunde después de su muerte con la deidad que poseía el poder de producir los rayos" (ídem: 19). Las palmeras africanas fueron la morada de este personaje hasta que, en el siglo XV, sus omó (hijos) fueron trasladados por la violencia europea del Continente Negro a un "Nuevo Continente". b) América Al llegar los españoles a la isla de Cuba, en 1492, se encontraron con una población numerosa de siboneyes y aruacos asentados en un territorio donde la palma real dominaba el paisaje, como un árbol de dimensión considerable. Solita-ria o formando palmares, la palma real es la prime- 45 ra en recibir los rayos solares y es la última que deja de ser iluminada por la tarde... en las noches de plenilunio, cuando su hermoso penacho recibe el tributo susurrante del viento y solo la luz se-lénea la viste, es posible imaginar por qué el rayo está prendido de su esbelta figura y decidida, en el transcurso de una agitada tormenta tropical, a abrazarla y tomarla por morada. Grandes conocedores de los secretos del monte, los indígenas cubanos usaban de forma integral y múltiple a la palma real, ese elemento vegetal característico del paisaje insular, como lo atestigua el propio Diario de Cristóbal Colón, donde escribió el Almirante que "había gran cantidad de palmas de otra manera que las de Guinea y de las nuestras, de una estatura mediana y los pies sin aquellas camisa y las hojas muy grandes, con las cuales cobijan las casas" (Las Casas, cit. Por Ortwin, 1984). Al llegar a Cuba los primeros campesinos extranjeros a principios del siglo XVI, en los terrenos indios los conucos tradicionales se vieron desplazados tras el agotamiento en la extracción de minerales por las haciendas y plantaciones de caña y tabaco. Treinta años después, a causa de epidemias, guerras y trabajos forzados, la población indígena estaba prácticamente extinta. Hacia algún tiempo que los españoles habían traído, además de otra manera de vivir, gente del continente africano a las plantaciones. c) África en América 46 Así, comienzan a llegar a Cuba mediante la trata negrera grandes cargamentos de esclavos procedentes de diferentes regiones y comunidades africanas. La vivienda del esclavo negro también se construyó con el guano, la yagua y la tabla de palma real; pero la población africana no solo usó la palma en la construcción, por ejemplo, los negros cimarrones acumulaban cera y derretida la depositaban en un recipiente de yagua verde (Guanche, 1983). Al establecerse en Cuba los negros se agruparon primeramente en cofradías y luego en cabildos, ambas asociaciones religiosas de ayuda mutua; en la segunda, los individuos estaban obligados a pertenecer a una etnia o territorio de 3 procedencia africana, instando de esta forma a una endoculturación (término que designa el proceso individual de acrecentar la propia cultura, según Herskovits, 1958). Con el paso del tiempo, las diversas culturas europeas y los pueblos africanos, principalmente los lucumí, los congos y los caraba-lí dieron origen al patrimonio cultural cubano, especialmente en el campo de la religión popular, donde la deidad africana del rayo Changó, obtuvo hospedaje real en la palma cubana. 2. LA PALMA REAL EN LAS RELIGIONES POPULARES CUBANAS DE ANTECEDENTE AFRICANO a) Los congos Los congos, procedentes de la familia lingüística bantú, originaron la religión conocida como Regla de Mayombe o Palo Monte. En esta religión se rinde culto a la nganga, recipiente que contiene sustancias minerales, vegetales y animales que simbolizan las fuerzas de la naturaleza concentradas en un objeto. La nganga es acompañada de trozos de árboles o "palos del monte", de ahí que se les llame popularmente paleros. A la palma real la conocen como Diba, Lala, Mábba o Dunkende. Cuando a una palma le ha caído un rayo, los paleros o mayomberos van a ella en busca de la "piedra de rayo" o matari para montar las ngangas. Se piensa que el rayo fue mandado por la mano del dios Nsasi, también conocido por el significativo nombre de Siete Rayos. Por ello, explican que "junto a la palma se hacen ceremonias de iniciación, se salvan enfermos y se le rinde tributo a Nsasi, dueño de la palma...". El enunciado anterior es tan importante que amerita ser analizado por partes. En primer término se dice que junto a la palma se hacen ceremonias de iniciación. La presencia de la palma real en un ritual de iniciación remite a la idea de la existencia de lazos místicos entre esta planta y los hombres (más adelante se verán otros casos donde se manifiesta la existencia de estos lazos místicos para las otras religiones populares cubanas). A continuación se informa de la capacidad sobrenatural que posee la palma para curar a los enfermos, atributo perteneciente a ciertas divinidades. Y en tercer lugar, el hecho de que se le rinda tributo a Nsasi al pie de la planta nos permite conocer una más de las funciones de la palma real: en este caso, como altar, constituye un "microcosmos efectivo" (Eliade, 1972: 246-248), la imagen del universo reflejada en ella. Dada la sacralidad de la palma real, toda la planta o partes de ella sirven para confeccionar instrumentos poseedores de una fuerza sobrenatural, como "la escobilla que hacemos del racimo seco de la palma es sagrada, se utiliza en obras, por ejemplo, para despojos o limpieza de las casas. Se le amarran tiras de 7 colores y se barre la casa de atrás hacia adelante, con hierbas, hielo y leche para sacar el mal". b) Los yoruba Se hace énfasis en la religión yoruba dada la riqueza de la literatura oral originada por esta corriente de pensamiento. En Cuba, la religión lucumí o yoruba es conocida popularmente por Regla de Ocha o Santería, por el culto a los orishas que fueron sincretizados con santos católicos. Para los practicantes de esta religión la palma real también es un árbol sagrado: la conocen por llé Changó Orissá, Alabi e Iggi Opwé. Es la palma real el ilé, la casa del oricha Changó, dueño del fuego, del trueno, la guerra y los tambores, sin-cretizado con Santa Bárbara de Bitinia. Su material es la piedra de rayo, los colores atribuidos el rojo púrpura y el blanco unidos, su número el cuatro o múltiplos; se le ofrenda el miércoles y los días cuatro de cada mes, especialmente en diciembre; los animales que se le tributan son el carnero y el gallo rojo y las plantas que se le atribuyen son la yerba buena, el aguacate blanco, el corojo, la palma real y la siguaraya (Cfr. Guanche, 1983: 369-370; Cabrera, 1989; Cruz 1990). padre de Changó, es decir que la palma real es el sostén del padre y a la vez la habitación del hijo. Este pensamiento religioso lleva a la diferenciación de la palma real en palma hembra y palma macho. De la hembra nace Changó y en el macho éste se refugia, transfiriéndole su virilidad. El mismo pensamiento mítico se refleja en el plano de la taxonomía santera respecto de la palma, al definir que en la realidad existen palmas hembras y palmas machos. La palma hembra es la de porte bajo, ensanchada, jorobada y gran productora de frutos; la palma macho es de tronco recto, alta, poco productora de frutos y con persistencia de la estructura que los sostiene, la cual se toma para fabricar una escobilla sagrada. Según los practicantes de la Regla de Ocha, "a la palma le caen rayos porque es el ilé de Changó" y desde la punta de la palma real, que es su mirador, Changó vigila y protege a sus omó (hijos); así mismo, el oché o cetro de Chango es de palma, en forma de doble hacha y utilizado en sus bailes. Numerosos fatakkí o leyendas justifican la creencia y fe popular de la mítica lucumí. La oralidad se manifiesta en uno de estos relatos que cuenta cómo Changó fue sorprendido en una ocasión por Oyá su amante en ese momento, cuando se comunicaba desde lo alto de la palma real con otras mujeres a través de señas. Oyá intentó trepar la palma y Changó al verse sorprendido, a sabiendas de que la diosa le temía a las lagartijas, cubrió el trono del árbol con numerosas de ellas. Por matar las lagartijas y en venganza, la santa quema la palma con una centella de la cual es anfi-triona. Desde ese entonces se dice que "cuando truena es porque Changó anda por el cielo en asuntos de mujeres". Otras leyendas sobre Changó y la palma pueden consultarse en Cabrera (1989:276-341). En la palma real se le rinde tributo u honores a Changó y a otros orichas como Aggayú (padre de Changó), Oyá (una de las mujeres de Changó) y a los Ibeyi (los mellizos, hijos de Changó y Yemayá). Para la conciencia religiosa yoruba, es claro que la palma real no es el cuerpo de las deidades mencionadas, sino la morada de estas entidades, que pueden entrar y salir a su acomodo. En este caso, para los yoruba, la palma real, además de ser un "lugar sagrado" -imagen del microcosmos- es concebida como "habitación de la divinidad" (Cfr. Elia-de, 1972: 248). Dado que la palma real es sagrada, "se le sacrifican gallos rojos y se le ofrecen frutas como plátano, en racimos o la mano, con una cinta roja". También forma parte del traje ritual de Changó y de los guerreros: Elegguá, Ochosi y Oggún. El mariwó es una especie de saya o faldilla de flecos secos confeccionada con las hojas tiernas de la yema terminal de la palma real que se coloca en la cintura del iniciado (iyawó) sobre el propio traje. Las hojas de la palma real también se colocan a la entrada del igbodú o cuarto de consagraciones, junto a una sábana blanca en el dintel de la puerta y en los altares, acompañados de yaguas y otras plantas, según corresponda al oricha, con el objeto de simular un monte natural. Al oricha Babalú Ayé, sincretizado con San Lázaro y a Naná Burukú, madre del mismo, se les confecciona el llamado já, especie de escobilla hecha con el raquis secundario o nervio central de los segmentos de la palma real, "en la empuñadura va la carga y se decoran con cintas y cuentas, utilizándola para hacer ebbó o limpiezas y librar así a sus hijos de epidemias o enfermedades". Para algunos babalochas (santeros) la palma real es el bastón de Aggayú (San Cristóbal), c) Los carabalí Para los carabalí muy conocidos por la formación de las asociaciones abakuá o de ñañigos, la palma real recibe el nombre de Ukano Mambre y es de extraordinaria importancia ya que bajo una palma real se organizó por vez primera esta secta religiosa exclusiva para hombres. La palma real fue testigo del descubrimiento del secreto abakuá por parte de la princesa Sikán, secreto que luego confió a otras tribus, de ahí que las mujeres no sean aceptadas en dicha sociedad y Sikán haya sido sentenciada junto a una ceiba y sepultada bajo una palma real, único testigo de lo sucedido. La historia sagrada refiere que "en una ocasión, la princesa Sikán, que todos los días iba al río en busca de agua, dejó caer la tinaja junto a la palma al oír un rugido dentro de ésta. De la tinaja salió entonces Tanzé, el pez sobrenatural, encarnación de Abasí (el Dios de los abakuá) y en lugar de callar el secreto, se lo comunicó a otras tribus" (Perico, abakuá, comunicación personal, febrero de 1991; Cfr. Cabrera, 1989). Para la experiencia religiosa afrocubana en general, la palma real representa un poder o condición divina, al tiempo que encarna el arquetipo de la vegetación. Se trata de un árbol cargado de fuerzas sagradas, escogido por la conciencia reli- 47 giosa cubana por sus características morfológicas: a) El tronco es vertical, muy alto, recto, ancho, gris, de apariencia pétrea, metáfora del principio masculino o engendrador, por lo tanto "lugar sagrado". b) La corona de hojas (o penacho) es grande, casi circular, frondosa y siempre verde, simboliza lo eterno, lo perenne. Es por lo tanto, un hábitat deseable para las divinidades como Changó, Oyá e incluso Aggayú. c) Dada su verticalidad y altura, funciona como un pararrayos natural. Esta característica le confiere la posesión de "la piedra del rayo", amuleto buscado por la mayoría de las religiones del mundo, entre ellas las populares cubanas. Con esto llegamos a las intuiciones primeras de la sacralidad de la palma real para las religiones analizadas. 3. La palma real en la religión católica popular 48 Con la llegada de la cultura europea a Cuba, la religión católica se implantó, otorgándole los practicantes modalidades propias. En toda Hispanoamérica se celebra la Semana Santa que se inicia con el llamado Domingo de Ramos. En México se utilizan palmas del género Sabal, mientras que en Cuba el ramo o guano bendito se obtiene de la yema terminal de la palma real. El origen y simbolismo de esta práctica religiosa se explica a continuación. "Un domingo anterior a la Pascua, Jesús entra en Jerusalén procedente de Palestina, es recibido por el pueblo con ramos de hojas de diferentes plantas en las manos" (sacerdote Palcari, comunicación personal, enero 1991). La obtención de estos ramos en Cuba es detallada en palabras del mismo religioso: "Unos días antes de la Semana Santa se le encarga a los desmochado-res los cogollos, es decir, la hoja tierna antes de abrir; en la ceremonia del Domingo de Ramos, primer día de la Semana Santa, se bendicen con oraciones y se rocían con agua bendita, se les entrega a las personas y se hace una procesión enarbolando los ramos, recordando así la fecha". Posteriormente, las personas llevan los ramos a casa como reliquia. En esta ocasión, la palma real también se utiliza para adornar el templo católico y los altares. En un primer acercamiento, se observa el carácter de la palma real como un símbolo católico de regocijo por la llegada de la divinidad; pero estos mismos ramos poseen otros significados para los fieles; uno de ellos es el de la penitencia o arrepentimiento de los pecados, ya que durante todo el año se conservan algunos ramos en la propia iglesia para ser quemados un día antes del "miércoles de ceniza para imponerlo a los fieles como símbolo de penitencia durante la Cuares- ma, haciendo una cruz en la frente" (Frank Rubio, catequista, comunicación personal, enero de 1991). A estos dos significados se añaden otros más populares, por ejemplo, el de servir de protección o para la buena suerte y recuperación de la salud. Una católica informa que: "con el guano bendito que traemos todos los años de la iglesia hacemos farolitos o cruces que colocamos detrás de la puerta principal de nuestras casas". La acción anterior encuentra su lógica con la siguiente aseveración: "al colocar el guano bendito en nuestras casas nos sentimos protegidos por el Señor"; y otro comentario relacionado con este punto es: "Cuando se va a santiguar a un niño, a una embarazada o a un enfermo, se debe utilizar un crucifijo o una cruz que se hace con el guano bendito". Todas estas manifestaciones de religión popular parecen proceder del catolicismo tradicional aportado por los españoles, pues estas ideas se encuentran también en el resto del continente y en España, en donde, según Foster (1985: 308) el Domingo de Ramos se anuncia en los pueblos y en las ciudades mediante la llegada de grandes cargamentos de hojas de palma real (no se refiere a la especie conocida con el mismo nombre en Cuba) que proceden de los palmares de Elche, Crevillente, Orihuela y otros edenes subtropicales situados en Alicante. Por la noche se erigen puestos donde se vende palma, frente a las iglesias y las catedrales, y cada creyente se provee de su ramo antes de asistir a la misa. Buen número de palmas se tejen en formas ingeniosas y complicadas (en Hispanoamérica se tejen de manera semejante). Las hojas de palma son relativamente recientes en aquellas partes de España donde no crecen, datando en primer lugar de la introducción del transporte por ferrocarril y carreteras. Los ramos tradicionales fueron antes de laurel y de romero en el norte, y todavía hoy lo son en las aldeas pequeñas y pobres, y las ramas de oliva fueron, en el sur, las más comunes, y lo siguen siendo. Un punto de sumo interés es la confluencia de la relación mágico-religiosa de la palma con el rayo. En el apartado anterior se abundó sobre la mitología africana al respecto, pero en el presente caso se une a esa tradición la práctica católica bastante extendida en Cuba de "quemar guano bendito si hay tormenta y se le pide a Dios para evitar las desgracias". El segundo autor de este trabajo ha observado esta práctica en Oaxaca, México y conoce por comunicación personal que también se realiza en Veracruz (Gloria Jiménez, com. personal, noviembre de 1990). Este mismo significado poseen las palmas en España: "una vez benditas, se tornan amuletos que se conservan durante todo el año en el hogar, los que se queman, un pedacito cada vez, cuando amenazan las tempestades y el dueño de la casa teme que un rayo caiga en su vivienda. A menudo se les prende en un balcón y hasta los más modernos edificios de apartamentos de Madrid exhiben invariablemente, de tal manera, esta prueba de fe en el poder protector de la palma bendita. En general, en Hispanoamérica se cree que la palma bendita da protección contra las tempestades (Foster, 1985:308). No es raro pensar en una tercera raíz de esta creencia popular: la raíz indígena que aunque cortada de tajo, pervive en algunos aspectos tradicionales cubanos. Esta suposición se basa en el hecho de que para los pueblos indígenas de América también existe una relación entre el rayo y la palma. Concretamente, entre los chontales de Tabasco (México) existe un mito que menciona el poder protector de la yagua de la palma real contra el dios del rayo Chawak (ICT, 1988). 4. Conclusiones sobre ambas vertientes religiosas Como acabamos de ver, la diferencia entre las religiones populares cubanas y la religión católica popular cubana es tenue y con respecto a la palma ambas han intercambiado algunos elementos. En un nivel general, para los practicantes de estas religiones la deidad se comunica por medio de la imagen de la palma, funcionando como una columna universal o Axis mundi, que une, a la vez que sostiene, el cielo con la tierra, y cuya base está hundida en el mundo de abajo. Como tal, la palma real funciona como eje del mundo: es el pie o sostén de este mundo, como Aggayú. Columna cósmica de semejante índole tan solo puede situarse en el centro mismo del Universo, ya que la totalidad del mundo habitable se extiende alrededor suyo (Eliade, 1967: 38). Con base en los rituales, las creencias y los mitos expresados por los practicantes de las religiones, es posible obtener elementos del sistema religioso relacionado con la palma real: a) Este árbol sagrado constituye una ruptura en la homogeneidad del espacio; b) simboliza esta ruptura una puerta o abertura que posibilita el tránsito de una región a otra: del cielo a la tierra (Santería, católicos) o de la tierra al mundo inferior (Palo Monte); c) la comunicación con el cielo se expresa indistintamente mediante un cierto número de deidades como Changó, Oyá y los mellizos divinos. La asociación psicológica y religiosa de la palma real con el dios de la virilidad, del fuego o pasión, nos remite a la idea del árbol como fuente de fertilidad cósmica, completando de esta manera el binomio hembra-macho: la ceiba es la Gran Madre y la palma el Gran Padre, principio binario generatriz del Universo, o al menos de este Mundo, según la conciencia religiosa popular en Cuba. 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These groups have been fairly effective in making the collections available to the public through the preparation of card catalogs, book catalogs or indexes and listing of materials, and through the practice of circulation or lending of books and serials in paper format. 50 Libraries have become proficient in organizing, classifying and describing printed works and offering them to their constituencies. But in the last few decades libraries have had to adjust too many new technologies which have produced informa-tion in new formats and have prompted new collection management strategies and priorities. The new formats include microforms, sound and video recordings on magnetic tapes and records, and machine readable data files which include electronic records and databases, and even electronic journals and books. This new era of electronic and magnetic information production and dissemination, dubbed the "Information Age" has ushered in new challenges and problems to the library and archival professions. The new technologies have allowed libraries and archives to collect, store and preserve massive amounts of information and this same technology has ena-bled communication of data at very high speeds to any location in the world with a phone line and computer. However, the issue of appropriate bibliographic control of this information as well as the issue of facilitating access for everyone to this information, have become increasingly pro-blematic tasks for the information professionals in librarianship, and in archival and historical ad-ministration. With such tremendous amounts of information now available in so many distinct formats, sound recording collection managers may have to con-tend for an appropiate institutional role for the sound recording archive amid competing library projects and services and the vast informational resources that a library or archive already owns. Sound recordings and the accompanying trans-criptions of the recordings, as well as the indexes produced for subject access and the records of the actual interview, all present unique problems for librarians or archivists in their efforts to pro-cess, organize, catalog and preserve the oral record. Libraries and archives are now attempting to answer the questions these collections pose for their traditional institutional activities and for their primary constituencies. This paper will explore the practical measures as well as the theoretical underpinnings involved in developing, organizing, and administering a sound recording archive. The technical routines that facilitate the use and administration of such a collection and the routines used in the overall processing and preservation of the collections, influence archival services and products and, hopefully, make the collections more understanda-ble and more useful to researchers, journalists, local constituencies and the public at large. PHILOSOPHICAL UNDERPINNINGS While attention to technique and routine is, of necessity, an internal priority, the relationship of the archive to the community of scholars and public it serves, is also of paramount importance. A strong relationship between the scholar community and the archivist/ librarian should be built in order to make sure the collections are complete, are stored under proper conditions and are made easily accessible to future generations. A relationship of mutual consultation and support should be developed, for it may guarantee the archive's work is not only one of processing and storing the oral record, but also one that links the creators of the recording/record to the users of that recorded Information. Sound recording archives have an important role to play in the documentation and creation of information for the study of society, community life, and cultural and national identity. As ste-wards of these collections, sound archivists and librarians, can facilitate the use of these collections in their communities through skilled collec-tion management and archival administration, and through innovative dissemination and community outreach programs. The potential of sound archives, in terms of adding to our knowledge of events and the interpretation of those events, has not yet been fully explored. In addition to providing distinctly personal perspectives on historical events, oral history archives: offer barey tapped and... still unknown benefits for our documentary heritage... they can provide access to unprecedent slices of communal memory, as well as redress for information lost through the ephemeral nature of electronic communication.1 In the simplest terms, a sound archive is an institution created to preserve, make available, and develop a documentary heritage through concentration on deliberately structured interviews and performances made by recording devi-ces. It's theory must be an elastic one [taking into account contributions from social anthropology, folklore, linguistics, psychology, history and oral history], responding to new factors and incor-porating concepts from numerous contributors.2 TECHNICAL ARCHIVES PROCESSING IN THE Processing and the provision of bibliographic control should enhance access and retrievability, and should increase the value of the collected information for society. Once the sound recordings have been deposited in an archive or library, the objective of processing should be to make the materials readily available for use and to preserve the materials for the future. Collecting, processing and circulating guidelines may be unique to each archive, depending on the mission of the archival repository and the potencial constituencies served, but in order to insure consis- tent standards and treatment, an in-house poli-cies and procedures manual should be developed. This manual provides documentation for processing routines and can also serve as an orientation guide to the archives for library or archival directors, staff members and/or a board of trustees or advisers. This manual should include a mission statement of the archive as a means of introduction to the collection and to the activities of the archive. Subsequent sections of the manual may document filing rules, subject analysis and indexing guidelines, public access policies, ethical and legal positions, an emergency and disaster plan, preservation guidelines, reference services guidelines, and sample forms of all types (release forms, processing log forms, inventory forms, indexing and abstract workforms, and possibly a collection processing flowchart). A listing of the archival files of each distinct collection might also be included with explanatory scope notes about their content and usage. These files might include financial records, legal documents, general and internal correspondence, supplies and equipment inventories, and specific project files.3 International standardized routines for processing, cataloging and preserving oral testimony on magnetic tape do not exist. However, the ethical and obligatory responsibilities of collecting insti-tutions were set forth in a series of guidelines pu-blished by the Oral History Association in 1968. Unfortunately, these guidelines do not stipulate standardized routines for uniformity in indexing, cataloging or servicing an oral history collection.4 They merely prescribe that the records be pro-perly identified, indexed and preserved for use by the scholarly community.5 A review of the literature on oral history processing shows that institutions use various processing methods and provide very different levels of detail in their records, indexes and subject guides to their collections. Many archives involved in oral history projects transcribe all the tapes they receive as part of their processing routine and then circulate the transcribed text only. Other archives make several duplicates of their 3. 4 5. 1. 2. Frederick Stielow, The Management of Oral History Sound Archives, New York: Greenwood Press, 1986, p. 11. Ibid., p.31. Ibid., pp. 54, 56. Eugene D. Carlisle, "Cataloging the Oral History Collection", In A Guide for Oral History Programs, (Eds. Richard D. Cur-tiss, Gary L. Shumway, Shirley E Ste-phenson), California: California State Uni-versity, Fullerton and Southern California Local History Council, p. 78. Oral History Association, Goals and Guidelines Committee, "Guidelines for Spon-soring Institutions", presented at the Third National Colloquium on Oral History, Lincoln, Nebraska, Nov. 25, 1968. 51 Frederick J. Stielow in his pioneering work, The Management of Oral History Sound Archives, provides a step-by-step guide to the processing of entire collections. He advocates detailed recordkeeping on the movement of the collection through the processing flow and has designed forms for this purpose. Before adding a new collection, he cautions, an appraisal of the material should be done with regard to the value and physical condition of the collections and its place [in the overall] mission of the archive, the legal implications involved with offering public access, and the resources of the archive. Given the importance of the initial stage of acquisition for control purposes, decisions about retention and level of detail in the processing should be decided immediately. Each collection should be accesioned in chronological order in an acquisition register. Once the material has been procured, the archive should assign a collection number, establish a file for the collection and reproduce the recordings for master and user copies. The master copy should then be stored under appropriate physical conditions and the duplicate copies should be used for the purposes of processing, lendings and circulation.7 Depending on the value of the collection, the financial and personnel resources of the archive, as well as the technological "exigences", Stielow explains that an archive may choose any of three levels of description: a) the collection-level description; b) the item-level description; and c) transcription-level description.8 a) Collection-level description 52 The collection-level description uses international bibliographic standards to provide full description and subject analysis for the collection of sound recordings. The catalog card or record listing the interviewee as the primary access point (the main entry), with the agency of origin, the interviewer and the specific project as secondary access points (added entries). Although subject headings may be assigned to each tape or recording, the typical subject classification (or assigning of subject-based call numbers) of the collection is not done. Rather, the collection is assigned a range of numbers which order the individual tapes within the specific collection. This prevents the scattering of the project tapes throughout the institutional holdings. Locally developed numbering schemes can adequately represent each unique item and can facilitate shelf 6. 7. 8. Stielow, op cit., p. 59-60. Stielow, op cit., p. 61-81. For a complete discussion of the levels of processing, please See Stielow, op cit., p. 61-81. arrangement of the items. Rules for the descriptive practice of sound recordings have been published in the AngloAmerican Cataloging Rules (2nd ed. revised).9 Especially noteworthy is chapter six, "Sound Recordings". This chapter is comprised of rules for the body of the entry, the physical description of the item, the note area and the rules for adding access points (whether main entry or added entries). For subject access, it is most likely that a supplemental but tightly regulated thesaurus will have to be developed to increase the subject headings used for other library holdings. All subject vocabulary lists should be developed with an eye toward the implementation of automated records management and machine readable retrieval systems, and the communication and exchange of data to remote destinations. Using MARC (Machine Readable Cataloging) coding, which has emerged as an international standardized coding format for computerized information, is one means of accomplishing this. When a completed card set or automated record set of subject and name access points is interfiled in the general catalog, the collection-level description is complete. b) Item-level description Item level processing is a more complete level of description which provides extensive data on each interview or recorded session. With the appropriate advance contact and training, this level of description can be initiated by the interviewer, who would be best prepared to compile a detailed listing of the topics covered. Standardized forms to facilitate data entry and an initial (but flexible) vocabulary list or thesaurus, would be supplied by the archive. An in-depth outline and item index to the interviews can easily be produced by noting in one column the foot meter on the tape machine while in a parallel contents column noting the topics of discussion or subjects covered. Once the worksheet is completed, the information can be processed by typing detailed catalog entries in either a print or electronic environment. c) Transcript-level description The transcript can be viewed as an exhaustive description of a recording or it can be viewed as the final refinement of processing. With either perspective, the complete transcript is the final and most comprehensive level of description. The goals of transcription should produce a document that accurately represents the recording and is understandable by the reader.10 9. 10. Anglo-American Cataloging Rules, 2nd ed. revised, Chicago: American Library Association, 1989. Stielow, op cit., p. 79. Editing.Edi- exclude background noises, false starts, and some dialect peculiarities is advisable. And finally, the "transcript, typed on high-quality, acid-free paper, can be bound or placed in archival quality folders within archival boxes and arranged in a separate location in keeping with its classification number".11 William Moss, director of the Kennedy Library Oral History Program, in his classic work, An Oral History Program Manual elaborates on seven detailed steps for archives as well as researchers to facilitate the processing of an oral interview.12 They are 1. 2. 3. 4. 5. 6. tape identification and registration (interviewee's name and interview session number, date of interview session, length of interview session, number of cassettes, name of interviewer) includes attaching demographic data sheet on interviewee to recording; transcription (the aim being an accurate and faithful representation in typescript of the dialogue that is recorded on tape); staff review of draft transcripters; negotiation and preparation of the legal agreement (clarifies the legal title and rights to the interview), release forms, etc.; final typing; accessioning, preservation and preparation of copies for research use (accesioning is the formal recording of the document among the inventory of holdings of a collecting institution). Libraries or archives may choose to participate in all of these steps or may only be able to accomplish a few of these steps given their budget and the archival processing priorities. Participation in all of the steps requires a tremendous amount of time, staff and equipment, and the amount of time and staff available to devote to these activities may vary with each institution. Transcribing and reviewing are the most time-consuming, with the "cost" of transcribing and preparing the final interview document being about 40-45 hours to one hour of actual interview. It is up to the archive within the institution to negotiate for time or for a budget to participate in these activities and to recruit employees with adequate skills to advance their processing objectives. Given the exorbitant costs of transcribing, some libraries and archives opt to save money by not providing complete transcription for all interviews, but rather may provide subject indexes and guides to the collection in order to reduce processing costs. There are other, less-exhaustive processing routines that a sound recording archivist/librarian might utilize as an alternative to complete transcription but which would still provide adequate name and subject access to the collection. Simply indexing a recording, for example, facilitates future access by providing a list of subject terms that describe the tape's content. Consultation of the index, then, would provide an accurate record of the various topics covered in the interview. Some proponents of indexing advise archives to produce not only indexed tapes, but also comprehensive subject indexes of all taped interviews. In this way, all subtopics can be identified by their foot location on each tape, and together with an index of all proper names, be keyed to the topical index.13 Complete demographic information on all interviewees can also be listed in these indexes with details on interviewees' age, status in life, and qualifications, data on the circumstances of the interview as well as information on the conception and execution of the project, which may in itself provide important contextual background information for the researcher. Through systematic processing, sound recorded interviews can be accessible in new ways and with the increase in the numbers of interviews available, detailed processing with subject access and indexing increases in importance. Indeed it will become essential because the difficulties of making the maximum valid use of oral evidence will grow as the number and range of interviews archives and available for use increases.14 Accurate and in-depth processing of the collection is crucial, for the type of records, indexes, and collection listings that are created during this step have a direct impact on the accessibility of the information contained in the collections as well as on the successful exploitation of the collection for personal, institutional or academic purposes. LEGAL RELATIONSHIPS AND CONSIDERATIONS Some of the materials collected as oral histories have restrictions requested by the donor or narrator for a number of reasons. Restrictions on use and/or publication of the manuscripts and tapes may be stipulated on the release or gift form 13. 11. 12. Stielow, op cit. p. 80. William Moss, An Oral History Program Manual, New York: Praeger, 1974, p. ETHICAL 14. 15. David Henige, Oral Historiography, New York: Longman, 1982, p. 126. Henige, op cit., 126-127. Stielow, op cit., p. 43. 53 and tapes may be stipulated on the release or gift form and the library or archives in charge of the materials must be aware of these restrictions and have the appropriate policies in place that permit access that is not injurious to the parties interviewed or persons discussed. All users should be provided with a copy of the rules of usage and must be prepared to observe such rules; archival center employees should be knowledgeable about the legal implications of their actions and should be prepared to consult with the appropriate legal authorities. Stielow offers this advice: The basic answer to the legal enigma is to move in good faith. Archivists should act in accordance with the sentiments of the academic world and democratic legislatures-sentiments that recognize the need to preserve information and the public's right of access to the same. Archivists as professionals should also act as though materials in their possession were subject to protection as privileged communication... The archivist's responsibility is to cloak himself or herself in a mantle of professional authority and, show proper intent. Such steps cannot be passive but must be actively proclaimed and visible. One's methods should include a written policy statement and constant attention to detail. In addition, the archivist should, as a matter of course, document his or her actions and secure the necessary legal instruments from donors, interviewees, interviewers and researchers.15 54 Preparation for and protection from possible legal problems may not be appropriate in all archival contexts. However, depending on the legal status and institutional setting, the mission and objectives of the archival projects, and the professional ethics of the staff in charge of the project, the legal and ethical implications of all archival activities should be fully discussed and agreed to by all interested parties. Stielow recognizes that the curatorial duties of the archivist are an important societal safeguard for access to this information: It is imperative that the socially responsible archivist recognizes the broader implications of know ledge in society. This recognition suggests conscious awareness of their duty to insure a documentary heritage, as well as knowledge of its positive and negative attributes.16 MICROCOMPUTER APPLICATIONS nes should be explored for their future application. Possibilities include wordprocessing, database management systems, spreadsheet programs and computerized catalogs and indexes. There are multitudinous advantages to automating the archival routines, including ease of use, flexibility, reliability, preservation and increased security of the data (when appropriate backup routines are consistently utilized), and increased administrative control. In addition, storage space requirements are reduced, and retrievability is enhanced, output can be varied in varied format, and networking capabilities can be added easily. If computerized techniques are not possible immediately, then, making sure that manual routines are well-designed can make future changes much easier and less interruptive to the workflow. CONSERVATION One the most important activities of an ar-chive is the preservation of the recordings and all of the supplementary tools, such as indexes and catalogs, used to provide access to the original documents. During normal play conditions, abrasions to the tape can result from the tape transport system. Repeated damage of this type can and does affect the recording with each use, even within a controlled environment.17 It is the duty of the archivists and librarians to anticipate damages and to act' to ensure the least possible harm to the materials. There are some practical measures that prevent some of the damage. The physical environment where the tapes are stored must be dust-free with a constant temperature of 70F degrees (plus or minus 10 degrees) and a constant relative humidity of 45 percent (plus or minus 5 percent).18 It is extremely important to avoid temperature fluctuations in the environment where the recordings are stored, collection content as well as instruction in the use of the archival holdings should be given priority. The potential community of researchers and other users must be informed of its existence and its possible importance to their research and to the study of the community or society. The archives managers can promote the collections through the media by writing articles, giving interviews and distributing informational brochures about the collection, archives services and publications. Information about the collections can also be published in popular and scholarly journals. Listings of the collection holdings or availability of the collection catalog can be announced in academic journals as well as the popular press. Archivists Processing routines for sound recordings can be easily adapted to automated environments. Given the increasing accessibility to computer equipment and the ease of retrieval and malleability of computerized information, automated routi17. 18. 19. 16. Stielow, op cit., p. 50. Stielow, op cit., p. 117. Stielow, op cit., p. 109. Stielow, op cit., p. 110, 117-118. and librarians can also serve as consultants for local projects started by schools, community clubs, civic associations or by local and national interest groups. These groups' projects can then be deposited in the library assuring expanding community contacts and support while promoting more collection and dissemination acivities which complement other activities in the archives. Archivists and librarians should be attentive to special informational needs that any segment of the community might have, given the cultural importance of the materials in the archives and their value to the community. Stielow urges proactive service to the community recognizing the unique attributes the archives have for creating and preserving cultural identity. He states: The archivist and institution can play a larger cultural role in building a community's identity and sense of self-worth. More than a collection of information, the archive also represents a cultural monument and can serve as a museum of verbal impressions. (And) part of its role, for example, may and should extend to the production of displays and traveling exhibits.20 Another step in disseminating information about the collection to potential users is to provide for circulation and use of the collection. Preparation of duplicate copies of tapes and transcribed manuscripts and liberal loan policies facilitate more community involvement and acceptance of archival collecting efforts. The collections can also be made available through institutional channels such as inter-library loan activities with other libraries and archives, or by the exchange of duplicate or copied holdings with libraries that administer collections with complementary subject holdings. In addition to making sure the collection has the widest possible local and national circulation through inter-institutional lending and exchange agreements, the collections can also be marketed and sold to other libraries, to the scholarly community, and to local organizations and individuals with an interest in the content of the recordings/ transcripts. Making copies of a collection's holdings and offering them for sale has important advantages. With the expansion of the audience, the collections become more visible to the community. As a result, the work of the institution in collecting, organizing, preparing and disseminating information may be recognized far outside local areas. Another marketing technique would be to provide review copies of important tapes to scholars for review in academic journals. The exposure for the collection would be increased and the reviews 20. Stielow, p. 40. could accompany subject and name listings of the collection so that a wider community of scholars and readers could be made aware of the holding institution's collection. Another project to consider would be full-scale reproduction and commercial distribution of the collection or its pertinent parts. There are microformat publishers who have accomplished this with the massive New York Times Oral History Program, for example. This oral history program has succeeded in distributing their locally-generated materials to dozens of libraries. Now, the students, scholars and communities of each holding library have local access to one of the largest and oldest U.S. oral history collection projects. With similar intent, the Columbia University Oral History Office also has published a catalog of their collections, making it possible to quickly verify the subject content and scope of their collections. CONCLUSIONS The administrators of these archives, librarians, archivists, technical assistants and other support staff make valuable contributions to the success of oral history collections through such diverse activities as acquisitions and appraisal, processing and production of indexes and catalogs of holdings, cataloging and subject analysis, conservation and protection of the primary materials, and the production of finding aids and guides which facilitate multi-purpose research use of the collections. These professionals can be instrumental in the acceptance and support of the collection by the community of users and the public at large. Efforts to integrate the collecting and preservation mission of the archives with community life may provide opportunities to develop new community relations and services, and, hence wider participation and involvement in the activities of the archive. In essence, the collections in the archives offer the community evidence about its history that might have been overlooked or unrecorded. And the documentation activities of the archive offer community members a way to participate in the rescue of their historical and ideological legacy. When communities view the archives as the repository for their collective cultural heritage, the institution gains important allies in the common objectives of preserving information about local events, perspectives, and traditions, and can better serve as a creative agent between the creator and the user of oral history. 55 BIBLIOGRAPHY Glen Rock, N.J.: Microfilming Corporation of America. ALLEN, Barbara, and Montell LYNWOOD 1984 From Memory to History: Using Oral Sources in Local Research. Nashville: AASLH BAUM, Willa K. 1977 Transcribing and Editing Oral History. Nashville: American Society for State and Local History ASLH. BENISON, Saul 1965 "Reflections on Oral History". 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Miembro de la American Library Association y de Latin American Studies Association, entre otras. 57 Etnicidad cubana y seres míticos populares Dr. JESÚS GUANCHE PÉREZ Introducción 58 Los factores lingüístico-culturales, psicológicos, biológicos y espacio-temporales que condicionan la formación y desarrollo de la etnicidad en cualquier grupo humano históricamente establecido, relativamente estable en sus rasgos comunes y en dependencia de su monto cuantitativo, se encuentran íntimamente relacionados con la creación, transmisión y transformación de determinados seres míticos que, en tanto reflejo sintetizado o magnimizado de los seres humanos, son utilizados como recursos de la cultura de transmisión oral para explicar el papel y el lugar de los vínculos hombre-naturaleza, nombre-hombre y hombre-tiempo/espacio en determinado contexto intra e intergeneracional. Por ello, este aspecto ha sido abordado desde múltiples puntos de vista por la antropología sociocultural en tanto patrimonio o parte de la esencia del ser étnico y de manera particular por la ciencia del folklore o folklorística, como proceso histórico de apropiación-transmisión de valores étnicos y estéticos que se transforman en acciones cotidianas y pasan a formar parte de la conciencia colectiva. El objetivo central del presente trabajo está encaminado a establecer -de manera muy sintéticalos nexos entre el proceso de formación y consolidación de la etnicidad cubana contemporánea, como parte de la identidad cultural de tipo nacional y latinoamericano-caribeña, y la presencia de un grupo de seres míticos relacionados con algunos componentes étnicos originarios (aborígenes, hispánicos, africanos y chinos); sus relaciones interculturales y su vigencia en la etapa de consolidación del etnos-nación cubano. La etnicidad cubana y los factores raciales El pueblo cubano, como sociedad contemporánea formada por más de diez millones de per- sonas, constituye una nación uniétnica y multirracial. Para comprender el alcance y diversidad de los seres míticos que forman parte de la cultura de transmisión oral considero necesaria una breve reflexión acerca de la actual unietnicidad de la nación cubana y su peculiaridad multirracial, pues representa un hecho muy americano respecto de la mayoría de los pueblos de África, Asia y Europa donde generalmente los diferentes etnos tienen una composición racial menos compleja y diversa que en América. Desde el punto de vista étnico, en la formación histórica de Cuba desempeñan un papel decisivo inicial las migraciones del área sudpeninsular e insular de España (Andalucía e Islas Canarias principalmente) durante los siglos XVI al XVIII y las migraciones forzadas de la región occidental de África Subsahariana (Mayoritariamente los pueblos bantúhablantes y yoruba), cuya entrada masiva tiene su apogeo durante la primera mitad del siglo XIX, tras el cese "legal" de la trata esclavista. Ambos conglomerados multiétnicos de España (canarios, catalanes, españoles, gallegos y vascos) y de África (achanti, bambará, congo, fulbé, ibibio, ibo, malinqué, yoruba y muchos otros) se fusionaron tanto por separado (interhispánicos e interafricanos) como entre ambos (hispanoafricanos), de manera que desde el propio siglo XVI se va formando una población endógena no dependiente solo de la migración externa, sino de su propia capacidad reproductiva.1 Anteriormente, el impacto de la conquista hispánica desde 1510 sobre la población aruaca asentada durante milenios en la isla redujo el 1 Guanche, Jesús. Estudio etnohistórico de los componentes hispánicos en la formación del etnos cubano. La Habana, 1990; forma parte de la Sección historia étnica del Atlas etnográfico de Cuba (inédito). monto global estimado de habitantes, de unos 112.000 en el momento del encuentro con el Viejo Continente a solo 3900 en 1555;2 es decir, el 3,48% de la población inicial en menos de medio siglo. De manera que este componente étnico no desempeñó un papel demográfico significativo al quedar inicialmente concentrado en los reductos de Guanabacoa en La Habana y en Jiguaní y El Cobre, en las actuales provincias Granma y Santiago de Cuba, respectivamente; luego se le observó disperso y cada vez más amestizado con la población local del área de Yateras en la provincia Guantánamo, donde aún se encuentran descendientes cubanos de antiguos aruacos. Desde mediados del siglo XIX se incorpora al caleidoscopio étnico de la isla diversos componentes asiáticos procedentes en su mayoría del sur de China y de Islas Filipinas, en calidad de contratados; y más tarde varios miles de chinos provenientes de California que se asientan en áreas urbanas de la parte occidental de Cuba. La convivencia de estos componentes étnicos de diverso origen, que se caracterizan por el alto índice de masculinidad y su obvia relación matrimonial con mujeres nacidas en Cuba descendientes a su vez de los primeros inmigrantesvan generando procesos de transmisión de rasgos culturales a nivel intergeneracional, condicionados por el activo papel de la madre endógena hacia sus hijos y nietos, también nacidos y educados en un nuevo medio espacio-temporal y cultural, respecto de la procedencia de los pobladores hispánicos, africanos o asiáticos, por señalar los más numerosos. En las nuevas generaciones nacidas tempranamente en Cuba se van formando rasgos de etnicidad que sintetizan aportes hispánicos y/o africanos u otros, según el lugar de asentamiento y el grupo social de pertenencia, que abarcan las más diversas esferas de la vida, pero al mismo tiempo se generan nuevos rasgos étnicos condicionados por el contexto espacio-temporal, aún no nacional, sino limitado durante el período colonial o etapa formativa del etnos cubano, al área de residencia de los pobladores, ya que aún las migraciones internas no desempeñan un papel tan importante en la dinámica demográfica como las migraciones externas y sobre todo el crecimiento natural de la población cuyo ritmo se hace creciente. Factores como la noción de pertenencia territorial; el uso generalizado de la lengua española con sus matices locales y enriquecida con múltiples topónimos, hidrónimos y otros vocablos de origen aruaco, así como diversos términos de 2 Pérez de la Riva, Juan. "Desaparición de la población indígena cubana", en rev. Universidad de La Habana, No 196-197, La Habana, 1972, pp. 61-84. procedencia africana con un alcance más limitado; rasgos culturales y psicológicos condicionados por el tipo de actividad económico-productiva y estrechamente relacionados con el permanente proceso de información-transmisión a nivel social, familiar e interpersonal; desempeñaron un papel más significativo que las diferencias antropológicas de los individuos en la formación de un ser étnico independiente de sus progenitores históricos. La formación de una autoconciencia étnica que en su desarrollo se identifica en el contexto cubano con la conciencia nacional, como noción y acción identificadora de este grupo humano y a la vez diferenciadora respecto de otros, tiene su eclosión en las luchas por la independencia anticolonial como resultante histórica de un movimiento global en el continente americano, pero con rasgos particulares, ya que ante la pérdida del continente la metrópoli se aferró como nunca a la mayor de sus posesiones antillanas. Desde el punto de vista racial, si bien la rama americana de la raza mongoloide representada por los aborígenes aruacos tendió a disminuir aceleradamente en la medida de su desaparición física o de su mezcla y asimilación por otras razas humanas; el tipo mediterráneo de la raza europoide y la raza negroide tendieron a crecer, no solo respecto de cada una de ellas, sino a partir del relativo equilibrio en la composición sexual de la mezcla de éstas; es decir, en la población mulata. Todos los grupos humanos de Cuba se han caracterizado por los matrimonios mixtos tanto desde el punto de vista étnico como racial. En este sentido, el encuentro en un nuevo medio tendió a romper la endogamia étnica de procedencia y condicionó al mismo tiempo la creación de nuevos círculos endogámicos con carácter territorial como una regularidad esencial de cualquier etnos desde su fase formativa. Estos círculos endogámicos se hicieron más acentuados en las poblaciones alejadas de la costa3 y disminuyeron relativamente en ciudades costeras como La Habana y Santiago de Cuba por su carácter cosmopolita y su intensa actividad portuaria generadora de un amplio tráfico mercantil y humano. Si la constitución de una población racialmente mulata fue el resultado evidente de los matrimonios mixtos hispano-africanos en el sentido más inmediato y superficial del mestizaje; esto 3 Me refiero a ciudades como Sancti Spíritus, Camagüey y Holguín, cuyos matrimonios entre personas nacidas en Cuba durante los siglos XVIII y XIX oscilan de las tres cuartas a las ocho décimas partes de la población muestral estudiada. Véase J. Guanche, Op. cit. pp. 87-97. 59 también sucede con la mezcla intraeuropoide e intranegroide pero desde el punto de vista étnico. En los estudios muestrales efectuados en una decena de archivos parroquiales de Cuba durante todo el período colonial4 se constata que los matrimonios mixtos entre extranjeros europoides (la mayoría inmigrantes hispánicos) y personas nacidas en Cuba, en más del 95% participan mujeres oriundas de la Isla, como lógica compensación natural al histórico predominio masculino de los inmigrantes. Del mismo modo, en los matrimonios de africanos y descendientes estudiados predominan los interétnicos (8 de cada 10) y dentro de éstos sobresalen los que se efectúan entre africanos y negras o mulatas nacidas en Cuba. el resultado y síntesis de diversos procesos de integración interhispánica e interafricana; generan al mismo tiempo una población nacida en la Isla que tiende a reproducirse biológica y culturalmente durante varias generaciones a un ritmo más acelerado que el de las migraciones externas hasta hacerse independiente de ella. La población perteneciente a la rama asiática de la raza mongoloide, representada por los culíes chinos y filipinos así como por los comerciantes chino-califor-nianos, fue casi exclusivamente masculina y ello influyó sobremanera en su acelerado mestizaje interracial e intercultural. Esto condiciona una tendencia a la consolidación étnica nacional que en índices demográficos se observa tanto a nivel de la composición por sexo en cuanto a la potencial reproducción biológico-cultural del etnos y en la ubicación macrorregional de la población cubana, en relación con el relativo equilibrio de la ubicación geográfica a partir de un acelerado proceso de urbanización y de migraciones internas.6 De manera que la multirracialidad inherente a la formación histórica del etnos nacional cubano, lejos de crear componentes étnicos desconectados, tendió a la formación sistemática de un conjunto concatenado de procesos étnicos unificadores de diferentes alcances territoriales y de variada duración cronológica.5 60 Desde la asimilación étnica forzada hispanoaborigen que da lugar a la casi extinción física de los primeros pobladores y permite la incorporación de múltiples elementos lingüístico-culturales al patrimonio contemporáneo, hasta la integración hispano-africana que es Tabla Composición de la población cubana respecto de la población extranjera residente en Cuba Censos 1861 Total 1396470 Cubanos % 601160 43,05 Extranjeros 795 310 56,95 37.59 1509 291 941948 62,41 567 343 1887* 1609 075 1198 922 74,51 410 153 25,49 1899 1572797 1400 262 89,03 172 535 10,97 1907 2048980 1820 239 88,84 228 741 11,16 1919 2 889 004 2 549 922 88,26 339 082 11,74 1931 3 962 344 3 525 447 88,97 436 897 11.03 1943 4 778 583 4 532 032 94,84 246 551 5.16 1953 5 829 029 5 598 598 96,05 230 431 3,95 1970 8569121 8 438 877 98,48 130 244 1.52 1981* 9 706 369 9 565 626 98,55 140 743 1,45 * Estimado Fuentes: Censos de la población de cuba correspondientes a los referidos años. Elaboración propia. 5 Algunos seres míticos y su significación actual La población aruaca insular asentada en Cuba fue portadora y transmisora de un pensamiento mítico generado por su religiosidad animista que abarcaba prácticamente todos los actos y fases del ciclo vital. Sin embargo, la trascendencia posterior del mito en la acción de otros hombres no aruacos residentes en Cuba ha consistido precisamente en el papel dinamizador ejercido por la transmisión de valores y actividades de la cultura aruaca en relación con la población hispánica, africana y sus descendientes nacidos en la Isla. % 1877* 4 A partir de la segunda mitad del siglo XIX la población cubana, con sus rasgos peculiares de etnicidad cambiante es mayoritaria (tabla 1) respecto de los otros grupos étnicos y demás representantes minoritarios de otros pueblos procedentes de Europa, Asia, América Latina y el Caribe. El estudio muestral incluye 68.764 padres de niños bautizados y registrados en los libros de "blancos" o "españoles"; o sea, población asentada y biológicamente reproducida. En otros trabajos explico con más detalles el carácter sistémico de la etnogénesis cubana a 6 partir de sus componentes originarios; véanse en este sentido "Hacia un enfoque sistémico de la cultura cubana, La Habana< 1980,pp. 35-40 y "los procesos etnoculturales", en Procesos etnoculturales de Cuba, La Habana, 1983, pp. #42-351. Según el censo de 1981 el 50,16% de la población cubana es masculina y si dividimos la Isla en dos macrorregiones este-oeste; el 54,58% de la población cubana vive al oeste, la región históricamente más poblada (71,80% en 1899) y el 45,42% restante se ubica al este. Véase J. Guanche. El poblamiento de Cuba: Sección 1 del Atlas de los Instrumentos de la Música Popular Tradicional Cubana, La Habana, 1990 (inédito). El mito cosmogónico de Huión (el sol) y Maroya (la luna), que utilizan a Ocón (la tierra) para crear respectivamente a Hamao (el primer hombre) y Guanaroca (la primera mujer), aunque forma parte de la antigua mitología aruaca, ya existe con sus variaciones y denominaciones en las diferentes cosmogonías hispánica y africana de los pueblos que se asientan inicialmente en la Isla. De manera que el alcance mitológico posterior se relaciona con situaciones socioculturales de carácter más inmediato. La significación práctico-mítica que ejerció entre los aborígenes agroalfareros los dioses de la yuca, Yucahuguamá, y el de su cultivo, Baibrama,7 además de mostrar la importancia del tubérculo como componente alimentario de la dieta básica, el casabe; pero en su variedad agria, pasó a formar parte de una tradición agrícola cubana y su correspondiente elaboración artesanal, que llega hasta nuestros días,8 aunque desgajada de su contenido mítico inicial. La producción y consumo actual del casabe se limita a las provincias de Camagüey, Granma y Holguín; precisamente las áreas históricas de mayor densidad demográfica aborigen. En este sentido, los seres míticos significadores de la planta y de su cultivo no transcendieron al pensamiento mítico contemporáneo, pero si se preserva y generaliza el consumo de la yuca en su variedad blanca o cristalina (salcochada y con mojo de grasa, limón o naranja agria y ajo) como uno de los platos nacionales que devienen parte de la etnicidad cubana en relación con la cultura alimentaria. Desde el anterior marco de referencia se observa un proceso de deculturación de las concepciones míticas antecedentes y una diversificación neoculturativa del consumo del tubérculo con un carácter nacional, aunque variado regionalmente (oriente- casabe/centroccidente vianda). Esto forma parte de la dinámica compleja de los procesos de transculturación señalados hace varias décadas por Fernando Ortiz.9 7 8 9 Entre los trabajos que abordan la mitología aborigen pueden consultarse a Juan José Arrom. Mitología y artes prehispánicos de las Antillas, México, 1975; José M. Guarch. El taino de Cuba, Ensayo de reconstrucción etnohistórica, La Habana, 1978; y Rolando E Misas. "La mitología aruaca insular", en rev. Temas, N°9, La Habana, 1986 Alexandrenkov, Eduardo y Arístides Folgado. "El casabe", en Anuario de Etnología, 1988, La Habana, 1989, pp.36-46. En una reciente compilación: Transculturación en Fernando Ortiz, Diana Iznaga contribuye a valorar y completar la visión ortiziana de los cambios culturales; La Habana, 1989 Otro ejemplo relativamente semejante puede señalarse con determinados fenómenos naturales. De los seres míticos aruacos vinculados con las fuerzas de la naturaleza como los gemelos10 Boinayel señor de la lluvia y Marohu, señor del buen tiempo; sin duda el que más ha trascendido es el Huracán, espíritu de las tormentas, por el sentido práctico de protección ante ellas. La ubicación geográfica de la Isla en el mismo centro del llamado mediterráneo americano y el paso anual de varios ciclones de variada intensidad ha hecho posible que se identifique y generalice en su denominación y clasificación meteorológica a huracán como las tormentas tropicales de máxima intensidad, en relación con la velocidad del viento. Los Atlas nacionales recogen, junto con otros indicadores meteorológicos, la trayectoria histórica de estos fenómenos naturales. La actual Defensa Civil de Cuba dedica una parte de sus recursos humanos y materiales a la protección contra huracanes y otros desastres naturales; esta acción también trasciende el pensamiento mítico animista de los primeros pobladores y se trasforma en una ocupación cotidiana apoyada por el desarrollo de la ciencia meteorológica. Otro ser mítico que transformado y enriquecido por la cultura de tradición oral forma parte del patrimonio cubano es el jigüe o güije, a partir de las históricas relaciones culturales entre aborígenes, hispánicos, africanos y el resto de la población de Cuba. Desde 1836 el lexicógrafo Esteban Pichardo y Tapia ya lo recoge en su obra11 como jigüe y lo identifica con un "enano pequeñísimo, Indio que el vulgo Cubano decía salir de las aguas, ríos o lagunas, color muy moreno y con muchos cabellos; enamorado y juguetón", aunque también señala la identificación por los campesinos con uno de los árboles maderables y su conservación en la topografía. También refiere que en Bayamo hay personas que dicen haber visto los jigües como unos "negritos brujos que suelen aparecer desnudos en su río" y recoge que en el Departamento Central (actuales provincias de Villa Clara, Cienfuegos, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Camagüey) se le denomina güije. Los mitos sobre las apariciones y escapadas del jigüe o güije pasaron a formar parte de la cultura cubana de tradición oral, especialmente de los habitantes de las áreas rurales cercanas a los cauces fluviales. Un animal de la fauna cubana 10 11 En Cuba se ha generalizado más el término aruaco jimagua para denominar a los gemelos, que la palabra en español. Diccionario provincial casi-razonado de voces y frases cubanas, 5ta. edición, La Habana, 1976, p. 365. 61 como el manatí12 fue muchas veces identificado con aquellos "negritos brujos... desnudos" a que se refería Pichardo, por el color de la piel y la silueta humanoide de su mitad superior o con sirenas cuando habitaban en las bahías tranquilas y salían a la superficie en busca de oxígeno o para amamantar a la cría. En la clasificación sobre los mitos mayores cubanos que realiza Samuel Feijóo13 incluye el güije o jigüe, junto con otros seres y concepciones míticas como la madre de aguas, la llorona o gritona, el cagüeiro, el jinete sin cabeza, el babujal, la bola de candela y la luz de Yara. Estos mitos sobre el güije tuvieron amplia difusión mientras los manatíes pudieron subsistir en su medio natural, pero cuando se extiende el conocimiento sobre la calidad de su carne, comienza a incrementarse la persecución caza y consumo hasta que la especie es casi extinguida. A partir de la veda permanente ya es muy difícil observar la súbita aparición del animal imaginado como güije o como sirena y cuyo gemido también semeja el sonido humano. Sin embargo, la referencia mítica se mantiene en la memoria colectiva de las personas al menos nacidas durante la primera mitad del presente siglo. 62 Otros seres míticos vigentes como madre de aguas, babujal y luz de Yara tienen antecedentes aborígenes aunque muy transformados ya por la tradición oral. El primero parte de un conjunto de mitos que tienen como referencia objetiva al majá de Santa María,14 la mayor serpiente no venenosa de Cuba, que puede medir hasta más de cinco metros de largo; el segundo se origina de la propia concepción animista que genera la creencia en la posesión intracorpórea de un espíritu maléfico, que también es identificado con el bilongo o birongo del rito palomonte de procedencia bantú;15 y el tercero, de contenido patriótico, se origina de la relación entre el lugar donde es quemado vivo el cacique Hatuey en el siglo XVI y el surgimiento de las luchas contra la dominación colonial a mediados del siglo XIX. 12 13 14 15 El Tricherus manatus manatus Linneo, o vaca marina, es un mamífero acuático del orden Sirenia, familia Trichichidae, de color oscuro o castaño, que puede vivir durante largo tiempo fuera del agua debido a su respiración pulmonar. Buide, Mario S. Diccionario de nombres vernáculos de vertebrados cubanos, La Habana, 1986, p. 167. Mitología cubana, La Habana, 1986, constituye la más importante compilación realizada hasta el presente. Epicrates anqulifer anqulifer, Bibon; Buide, MarioS. Op. cit., p. 165. Pichardo, E. Op. cit., p. 76. A diferencia de los antiguos mitos aborígenes, cuyos contenidos fueron transformados durante varias generaciones, los contactos interculturales hispano-africanos no solo aportaron nuevos seres míticos al patrimonio espiritual que se fraguaba en la Isla, sino que la fusión sincrética de éstos generó un diverso conjunto de elementos mágico-religiosos capaces de recrear en un medio diferente nuevas concepciones y entidades míticas refuncionalizadas, susceptibles de satisfacer respuestas ante las más diversas demandas de las relaciones humanas. La inmigración hispánica propicia la proliferación de seres míticos como diablos, brujas, sirenas, el caballo de Santiago Apóstol, visiones de animales a escala sobrehumana, casas embrujadas y muchos otros que también llegan hasta nuestros días mezclados con toda una variedad de supersticiones. Mientras los diablos son capaces de acosar a una de las primeras villas de la Isla como San Juan de los Remedios16 o presentarse de múltiples maneras; las brujas chupan ombligos, se enamoran, logran volar con la ayuda de la manteca de majá, hacen el viaje trasatlántico con acompañante en la escoba o pueden ser combatidas con tijeras y mostaza. Estos mitos tienden a condicionar una conducta hacia el proceso de asimilación del medio por el hombre; por lo que aún son parte integral de la cultura de las áreas rurales, con independencia de los niveles de instrucción alcanzados, ya que se preservan en los estratos más profundos de la tradición oral vinculados con la vida cotidiana. De las religiones populares cubanas la que mayor arraigo y alcance posee en la población es sin duda la santería. Este culto religioso tiene sus antecedentes fundamentales en la adoración aglutinadora de un conjunto de orichas (deidades) locales o regionales de la mitología yoruba en África Occidental Subsahariana, cuyas funciones y atributos se sincretizan o equiparan a otro conjunto relativamente equivalente de santos del catolicismo, como determinada forma de culto popular de origen hispánico que no siempre se corresponde con el oficializado por la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Debido al contenido aditivo; es decir, abierto a la incorporación de múltiples concepciones y objetos de culto disímiles pero con su carga simbólica; y por el carácter doméstico, que hace innecesaria la existencia de un templo ad hoc para efectuar el rito cotidiano; esta religión posee un alto grado de adaptabilidad y flexibilidad a los cambios sociales. Lejos de tender a una posible disolución o desintegración, cuando las causas que generan y sostienen estas creencias se di- 16 Ortiz, Fernando, Historia de una pelea cubana contra los demonios, Las Villas, 1959. versifican, su actividad se extiende a diferentes sectores de la sociedad y toman variadas formas de comunicación. En este sentido, los adoradores o "hijos" de seres míticos de la santería cubana como Changó y Yemayá, sincretizados respectivamente con Santa Bárbara de Bitinia y con la virgen de Regla -para solo acudir a dos ejemplos- reconstruyeron mitos o patakí que readecúan ambas historias en un mismo contexto. El carácter hermafrodita de Changó (varón) Santa Bárbara (hembra) se justifica en algunos pasajes míticos que permiten la adoración por hombres y mujeres en el ámbito aglutinador de deidades, propio de estas creencias religiosas, y de acuerdo con los signos u odu adivinatorios que preceden el rito iniciático. El color rojo y las cualidades míticas de esta deidad también fueron relacionados y equiparados con el culto a San Fan Con17 -ancestro venerado en vida- que efectúa una de las sociedades patronímicas chinas en la ciudad de La Habana. El rojo púrpura, conocido símbolo de la vida entre estos inmigrantes y descendientes, domina la decoración del templo; cuya adoración también puede observarse en el Casino Chung Wah de la capital, que posee un alcance organizativo nacional. La narración y remodelación del mito y la sustitución de componentes de la flora y la fauna africanas por otros de Cuba en las historias orales, que convirtieron la selva ecuatorial en el monte tropical, contribuyeron a la formación y transformación de estereotipos humanos cuyos rasgos conductuales y de vestuario poseen una estrecha relación con esta entidad mítica. De manera análoga, uno de los avatares o caminos míticos de Yemayá (hembra) es identificado con Olokun (varón), deidad yoruba del mar que en el contexto habanero del pueblo de Regla -frente a la bahía- posibilita la adoración múltiple a la patrona de la localidad con los elementos míticos de las deidades africanas y su conjunción con otras creencias religiosas como el espiritismo, el palomonte y la pertenencia masculina a la centenaria sociedad abakuá, cuyos mitos obviamente, también se recontextualizaron en la realidad cubana.18 Otros mitos de amplia participación popular en puntos muy distantes del país como el Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad, 17 18 Del cantones Sheng Kwan Kong. Me refiero a las variaciones del mito de la sikan que justifican la fusión de territorios y hombres de diverso origen en nuevas tierras, Véase J. Guanche. "Las sociedades abakuá", en Procesos..., pp. 416-450. en El Cobre, Santiago de Cuba y el Santuario de San Lázaro en El Rincón, Santiago de las Vegas, provincia de La Habana,19 también tienen sus homólogos en el ámbito de la santería que históricamente se concentró en el área centrooccidental de Cuba, pero hoy abarca toda la Isla. La primera es identificada con Ochún, deidad yoruba ya cubanizada como símbolo de la sensualidad y el amor; y el segundo con Babalú Ayé, antigua deidad dahomeyana que es concebida, entre otros atributos, como protectora contra las enfermedades de la piel, cuyo alcance nacional convoca cada 17 de diciembre a miles de pagadores de promesas. Nombres del santoral católico como Bárbaro (a), Lázaro (a), Caridad para ambos sexos y Regla, entre otros, aún son frecuentes en Cuba para denominar personas de diferentes grupos sociales y pertenencias raciales, como tributo directo o indirecto a estas deidades por el nacimiento de un nuevo hijo. Esta denominación se efectúa con independencia del nombre de los padres y no obstante la corriente que ha proliferado hasta los años 80 para nombrar a los niños a partir de la presencia militar norteamericana desde principios del siglo (Usnavy, Usmail) o de su impronta sociocultural (William, Noel); de héroes y dirigentes políticos nacionales (Camilo, Ernesto) e internacionales (Rodney, Maurice); de la influencia soviética (Vladimir, Alexander); de los más variados efectos electrodomésticos (Sony, Aurika) o de macabras realizaciones fílmicas como Alien. La relación entre los nombres de las personas, la práctica ritual y el conocimiento y transmisión del mito también es un factor de interés que condiciona la adopción consciente o no de un conjunto de actitudes o disposiciones ante diversas situaciones de la vida cotidiana. Constituye un hecho de la realidad objetiva, que convierte a los seres míticos reinterpretados por los sujetos practicantes y demás creyentes en general, en parte de la etnicidad de un grupo humano; en componente de la conciencia individual y social en la medida que se estabiliza un código de comunicación y que se integra coherentemente en la esencia del ser como pensamiento y acción. Es la conocida interacción entre mito y realidad; la realidad condiciona la formación y desarrollo del pensamiento mítico, pero su dinámica de transmisión e interpretación influyen sobre la acción de los individuos y en el grupo que a su vez recompone el mito de acuerdo con el nuevo contexto espacio-temporal. Sin embargo, como el conjunto de creencias religiosas o ateas también es muy diverso, la relación entre la etnicidad cubana y los seres míti- 19 Directorio Eclesiástico de Cuba, 1986; La Habana, 1986, pp. 41 y 75. 63 cos no tienen una correspondencia mecánica, sino que adoptan formas muy variadas, sutiles y complejas que dependen precisamente de los procesos de transmisión-interpretación vinculados tanto con la actividad ritual como con la mitificación posterior de un conjunto de acontecimientos y personalidades históricas nacionales e internacionales cuyos rasgos positivos o convenientes son resaltados de manera oral, escrita o visual en oposición a los rasgos negativos o inconvenientes.20 De este modo, el mito o la mitificación, como patrimonio universal de cualquier pueblo, pasa a formar parte de los valores éticos y estéticos; y por tanto, integra la esencia misma del etnos nacional, desde su formación hasta el presente. 64 En este orden de cosas, los antiguos mitos cosmogónicos aborígenes se fueron disolviendo en la práctica social posterior a ellos; los mitos teogónicos de la santería y otras religiones populares constituyen una referencia permanente de los creyentes en sus actividades rituales y festivas; los mitos antropogónicos derivados de los anteriores tendieron a reordenar su contenido, según la escala humana de referencia, de acuerdo con el desarrollo alcanzado por los portadores de la cultura en un momento histórico concreto respecto de sus ascendientes; y finalmente, algunos mitos escatológicos se vieron más limitados a las concepciones bíblicas del apocalipsis y del armagedón, divulgados por las diferentes iglesias y sectas cristianas, lo que sin duda refleja por oposición, una concepción optimista de la permanencia del hombre sobre la tierra. Proyección artística y docente de los seres míticos en la cultura nacional Las investigaciones folklóricas y etnológicas realizadas o promovidas por estudiosos cubanos como Fernando Ortiz (1881-1969), Samuel Feijóo (1914-), Argeliers León (1918-1991) y sus discípulos durante el presente siglo acerca de la significación de África y España en la formación de la cultura nacional marcaron una huella indeleble, no solo en el campo de las investigaciones científicas sobre estos temas, sino en la valoración de los antecedentes del patrimonio nacional y en su posterior proyección artística y docente. Durante la primera mitad del presente siglo, la necesidad colectiva de resaltar los valores de la cultura nacional frente a la penetración económica y cultural norteamericana, así como la lucha 20 Los hechos históricos mitificados son muchos, pero pueden servir de ejemplo: el vuelo sin regreso del globo de Matías Pérez; la habilidad curativa y la generosidad del médico chino Chang Bon Biang, la referida quema del cacique Hatuey y otros que perviven en la contra la revitalización del racismo heredado de la etapa colonial, cargaron más la mano hacia las investigaciones sobre los antecedentes africanos que hacia la presencia de los pueblos de España o de Asia, cuya significación, no por obvia se puede soslayar. Una muestra de ello es que cuando triunfa la Revolución Cubana en 1959 y al poco tiempo se crea casi simultáneamente el Conjunto Folklórico Nacional (1961), el Conjunto Nacional de Danza Moderna (1962) y la Escuela Nacional de Danza de Cubanacán (1964) se da a conocer al público nacional e internacional y a los jóvenes estudiantes de estas especialidades diversos pasajes e historias de varios seres míticos relacionados más con las religiones populares de la santería, el palomonte y las sociedades abakuá, de fuerte antecedente africano, que de otras vertientes histórico-culturales de Cuba. Sin embargo, después que estas agrupaciones danzarías profesionales se consolidan, el repertorio tiende a enriquecerse y variar considerablemente hasta crear un estilo propio de comunicación artística. La obra coreográfica, docente e investigativa de Ramiro Guerra (1922- ) es un elocuente testigo de esta línea de trabajo en desarrollo. Si los montajes de El milagro de Anaquillé (1960) y Suite Yoruba (1962) se corresponden con una primera etapa de revitalización y difusión artística de seres míticos de la santería cubana; Medea y los negreros (1968) y Orfeo antillano, logran recontextualizar en el ambiente danzario profesional cubano alegorías mitológicas griegas. Una de estas obras es llevada al cine (Suite Yoruba) con el título Historia de un ballet y obtiene varios premios internacionales.21 Paralelamente, diversos seres míticos populares son evocados en festividades tradicionales como el carnaval habanero. La comparsa de El alacrán simboliza cada año en sus farolas a diferentes orichas de la santería cubana, pues parte de la membresía está integrada por oficiantes y creyentes. De manera análoga, la agrupación compuesta por chinos y descendientes en su mayoría rememora en el mismo contexto los elementos simbólicos de la Danza del León, en tanto ser mítico procedente de China meridional. Sin embargo, los que asisten al espectáculo no siempre conocen la relación entre el lenguaje artístico y el mito que subyace, pues la enseñanza tanto general como artística- no incluye de manera sistemática el tema mítico como parte significativa de las tradiciones culturales cubanas y su estrecha relación con la identidad nacio- 21 Gran Premio Paloma de Oro, Leipzig, 1962; Medalla de Oro, Bilbao, 1964 y Primer Premio Carabela de Oro, Lisboa, 1965. nal, caribeña y latinoamericana. Una de las vías posibles para contribuir a generalizar la magnitud y relieve de los mitos populares en diferentes sectores de la población, puede ser la futura publicación del Atlas Etnográfico de Cuba, que se encuentra en proceso final de realización, e incluye una sección dedicada a la cultura de tradición oral.22 Otra importante vía, junto con la actividad que vienen realizando las compañías danzarias profesionales referidas anteriormente y diversos grupos de aficionados, es la adecuada incorporación de temas míticos a determinados programas de la TV para niños y adolescentes. Se han hecho intentos en el programa infantil semanal Dando vueltas y en un serial de aventuras que tuvo por nombre La cueva de los misterios dedicado a la relación fantástica entre los aborígenes de Cuba y un grupo actual de adolescentes; pero el problema radica en la baja calidad de la puesta en pantalla y en la necesidad de penetrar en el mundo de la fantasía con el rigor de lenguaje y dedicación que amerita el trabajo con este grupo etario. Otras manifestaciones artísticas también han abordado y recreado desde sus lenguajes particulares diversos seres míticos. Entre las múltiples obras literarias pueden mencionarse La Odilea,23 novela satírica de Francisco Chofre (1924-) donde el conocido personaje homérico se reincerta en el ambiente rural cubano y posee toda la impronta cultural del campesinado; o más recientemente Akeké y la jutía de Miguel Barnet (1940-) inspirada en la tradición oral de los descendientes de africanos en Cuba y su concepción del mundo. Obras cinematográficas como Cumbite de Tomás Gutiérrez Alea, basada en la novela del haitiano Jacques Roumain Los gobernadores del rocío y Patakí, sobre uno de los mitos de Changó, también ejemplifican la utilización del tema mítico como lenguaje simbólico de la identidad cultural. La obra de conocidos artistas plásticos como Carlos Enríquez (1901-1957), Wifredo Lam, Manuel Mendive y más recientemente Salvador González, pueden ejemplificar entre otros, la diversidad del tema mítico desde diferentes estilos. Si los dos primeros desarrollan sus principales obras durante la primera mitad del presente siglo como parte de una corriente por vitalizar los valores de la cultura nacional y en concordancia con las innovaciones antiacadémicas producidas en Europa y Norteamérica; los dos segundos se dan a conocer en estas últimas décadas con la utilización de múltiples técnicas y la realización de acciones plásticas a partir de la capacidad comunicativa del diseño polícromo sobre seres humanos en movimiento y la participación del propio artista en el ambiente escénico. La proyección artística y docente de los seres míticos cubanos en la cultura nacional continúa siendo un desafío permanente, que permite relacionar de manera muy activa la vida cotidiana con diferentes formas de pensamiento y como fuente del conocimiento histórico, actual y perspectivo. BIBLIOGRAFÍA ALEXANDRENKOV, Eduardo y ARISTIDES, Folgado 1989 "El casabe", en Anuario de Etnología, 1988, Editorial Academia, La Habana, ARROM, Juan José 1975 Mitología y artes prehispánicos de las Antillas, Editorial Siglo XXI, México. BUIDE, Mario S. 1986 Diccionario de nombres vernáculos de vertebrados cubanos, Editorial Academia, La Habana. Directorio eclesiástico de Cuba 1986 Editorial José Martí, La Habana. FEIJOO, Samuel 1986 Mitología cubana, Editorial Letras Cubanas, La Habana. GUANCHE, Jesús 1980 "Hacia un enfoque sistémico de la cultura cubana", en rev. Revolución y Cultura, No 90, septiembre, La Habana. GUANCHE, Jesús 1983 Procesos etnoculturales de Cuba, Editorial Letras Cubanas, La Habana. GUANCHE, Jesús 1990 Estudio etnohistórico de los componentes hispánicos en la formación del etnos cubano, CIDMUC, La Habana (inédito) GUANCHE, Jesús 1990 El poblamiento de Cuba, CIDMUC, La Habana (inédito). 22 23 Esta sección se encuentra bajo la dirección de la Lie. María del Carmen Victori y se basa en los trabajos de campo en todo el país, junto con múltiples fuentes documentales. Mención de novela en el Concursa Casa de Las Américas 1966 y editado por ladÜNEAC en 1968. GUARCH, José Manuel 1978 El taino de Cuba. Ensayo de reconstrucción etnohistórica, Editorial Academia, La Habana. IZNAGA, Diana (comp.) 65 1990 El poblamiento de Cuba, CIDMUC, La Habana (inédito). GUARCH, José Manuel 1978 El taíno de Cuba. Ensayo de reconstrucción etnohistórica, Editorial Academia, La Habana. IZNAGA, Diana (comp.) 1989 Transculturación en Fernando Ortiz, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana. MISAS, Rolando E. 1986 "La mitología aruaca insular", en rev. Temas, No 9, La Habana. PEREZ DE LA RIVA, Juan 1972 "Desaparición de la población indígena cubana", en rev. Universidad de La Habana, No196-197, La Habana. PICHARDO, Esteban 1976 Diccionario provincial casi razonado de voces y frases cubanas, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana. 66 SECCIÓN BIBLIOGRÁFICA Reseñas de artículos varios - Apuntes preliminares y perspectivas de la medicina folklórica popular. Vergara Figueroa, Abilio. En: Folklore Americano (México) No 50, jul.dic. 1990. p. 163-180. El autor explica la importancia de la medicina folklórica y hace un paralelo entre la acción terapéutica del curandero y la del médico. - El archivero y las fuentes orales. González Quintana, Antonio. En: Historia y fuente oral (Barcelona) No 5, 1989. p. 157-162. Explica la importancia que tiene para el archivero moderno el nuevo tipo de fuente documental primaria de características muy particulares, llamadas "fuentes orales". Expresa como esas fuentes tratan de obtener a partir del testimonio oral, una visión del pasado, desde la perspectiva del presente, a partir de la mediación de la memoria o de la tradición. - El Archivo de Historia Oral del Instituto Municipal de Historia de Barcelona. Condomines, M. Soler; M. Ubeda Ll. En: Historia y fuente oral (Barcelona) No 1, 1989. p. 161-176. Este es el primer archivo de Historia Oral de España, y es orgullo del Instituto Municipal de Historia de Barcelona. Sus objetivos fundamentales son: - - diseñar y elaborar proyectos interdisciplinarios de investigación escoger los testimonios más idóneos formar entrevistadores transcribir, corregir, catalogar la información oral obtenida captar y conservar la documentación y testimonios personales que complementarán las entrevistas proceder al tratamiento archivístico de - las fuentes, con la finalidad de facilitar su consulta realizar investigaciones específicas basadas en el análisis de la información recogida publicar el material documental y algunos trabajos de investigación sobre temas relacionados con el contenido de la información obtenida - Aspectos técnicos relacionados con los archivos sonoros. Caries Arribas, José Luis; López Barrio, Isabel. En: Historia y fuente oral (Barcelona) No 3, 1991. p. 165- 171. En este artículo se recogen informaciones para un trabajo de curso titulado "Creación de una base de datos sobre los archivos sonoros existentes en España, Instituto de Acústica". Traza las pautas técnicas para la conservación y desarrollo de una parte fundamental del patrimonio cultural. - Fuentes orales y enseñanza de la historia. Aportaciones y problemas. Borras Llop, José María. En: Historia y fuente oral. (Barcelona) No 2, 1989. p. 137-151. El artículo apunta el interés creciente que existe en la actualidad por la fuente oral en la docencia y los problemas que plantea el recurso del testimonio oral en la Didáctica de la Historia. - La investigación de la Literatura Oral en América Latina. Moreno de Zela, E. Mildred. En: Folklore americano (México) No 50, jul.-dic. 1990. p. 40-46. En este artículo la autora hace un recuento de los principales estudios hechos en Perú, Argentina, Ecuador, Guatemala, México, Venezuela y Estados Unidos de América, de la literatura oral, entendida como popular, tradicional o folklórica, "sea narrativa o en prosa". 67 - Lenguaje escrito y lenguaje oral. Willems, Dominique. Historia y fuente oral (Barcelona) No 1, 1989. p. 97-105. La autora hace una breve reflexión en torno a la lingüística y las fuentes orales. El artículo se estructura en tres apartados: - Sobre la formación histórica de la cultura popular en Guatemala. Lara Figueroa, Celso A. En: Folklore Americano (México) No 50, jul.-dic. 1990. p. 115-121. 1. Considera la manera como la tradición gramatical y la investigación lingüística han examinado y utilizado las fuentes orales. 2. Reflexiona sobre las características específicas del lenguaje oral y sus relaciones con el lenguaje escrito. 3. Examina algunos de los problemas particulares planteados por el análisis lingüístico del lenguaje oral. En el artículo se hace un análisis profundo de la cultura popular tradicional de Guatemala en su verdadera faceta histórica cultural. El autor parte de una premisa básica: "La cultura popular guatemalteca actual, y por ende su literatura y su música de carácter tradicional, es un producto históri-co con un acendrado tiempo histórico incorporado que la hace vigente, convirtiendo sus fuentes de origen en el sustrato fundamental que la articula. - Problemas teórico metodológicos entre folklore y humanismo. Melgar Vázquez, Max Alejan dro. En Folklore Americano (México) No 50, jul.dic. p. 65-84. - Tendencias del estudio del folklore en América en la actualidad. Necesidades y perspectivas. Lara Figueroa, Celso A. En: Folklore Americano (México) No 50, jul.-dic. 1990. El autor señala la complejidad del tema y para ello desarrolla los siguientes puntos: En América Latina los estudios del folklore han tenido gran relevancia en las últimas décadas. En este trabajo se pretende hacer un recuento generalizado de las tendencias que se han desarrollado en torno a las distintas apreciaciones teóricas metodológicas del objeto de estudio del folklore. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 68 de consolidar la memoria histórica, que está presente en todos los momentos y circunstancias. Ser e identidad Identidad humana Cultura y folklore Identidad social Identidad cultural Folklore y humanismo. - Propuestas básicas para la formación de re cursos humanos en el campo del folklore en América Latina. Carvalho Neto, Paulo de. En: Folklore Americano (México) No 50, jul.-dic. 1990. p. 5659. Explica los dos niveles de enseñanza del folklore: el básico dedicado al Concepto, a la Investigación y a los Géneros; el nivel superior dedicado a la filosofía del Folklore, a las Relaciones del Folklore con las disciplinas afines, al Folklore Temático, al Comparado, al Interpretativo, a la Historia del Folklore, a la Preceptiva Folklórica y a la Didáctica del Folklore. Señala que este segundo nivel está muy poco desarrollado en América Latina y hace recomendaciones muy atinadas para establecer cursos de Folklore Superior. - Recuperando, recordando, denunciando, custodiando la memoria del pasado puesto al día, historia oral en Latinoamérica y el Caribe. Meyer, Eugenia. En: Historia y fuente oral (Barcelona) No 5, año 1991; p. 139-158. El artículo refleja la intensa lucha por encontrar un lugar para la historia oral en América, señalando los principales autores y trabajos que se han realizado en esta época por el rescate testimonial, su custodia y conservación, la necesidad Señala de forma precisa que a partir de la década del 80: "Hay una tendencia muy clara a sustituir el concepto de folklore, por anacrónico y científicamente estrecho, incluso peyorativo y sustituirlo por Cultura Popular Tradicional". (Elaborado por Blanca Patallo Directora del Centro de Documentación ORCALC) RESÚMENES TENORIO ROCHA, José María CABODEVILLA, Miguel Angel "Cantoria de viola": expresión de alegría y esperanza del pueblo nordestino Sionas-Secoyas: memoria oral e historia De las variadas formas de canto popular tradicional del nordeste brasileño la Cantoría de viola constituye uno de los lenguajes de comunicación poética más representativos del carácter de la población local. El autor analiza tanto las formas musicales, como el sentido improvisatorio de los siete géneros y veinte variaciones poéticas empleadas en la canturía de viola. Asimismo, particulariza en las cualidades creadoras de los improvisadores como reflejo de la idiosincrasia nordestina. Interesante trabajo que reproduce nueve breves testimonios sobre aspectos históricos y de creencias mágico-religiosas de miembros de una pequeña etnia aborigen de la Amazonia ecuatoriana, recogidos a cuatro informantes y traducidos al español por sus hijos y nietos, bajo la dirección del Padre Cobodeville. CASTRO, Victoria y VARELA, Varinia Los testimonios contienen informaciones conservadas en la memoria colectiva sobre los asentamientos y las luchas entre pequeños grupos étnicos, la adquisición de hábitos, modos de vida, construcción de viviendas, ritos, y otros aspectos de su cultura. Así sabían contar PEREIRA, Cristina da Costa Este trabajo se inserta dentro de una investigación que pretende estudiar el tema de las "Idolatrías" en el área sur andina y particularmente en la región del río Loa Superior, norte de Chile. Las características particulares del área y la región, una especie de zona de refugio, incitan a promover un análisis del escaso registro documental conocido y a trabajar los archivos orales del presente como etnotextos, de acuerdo a su valor histórico y etnológico. Ellos han conservado una memoria colectiva, que constituye un testimonio irremplazable para la comprensión de un contexto cultural preciso en el que se percibe la reinterpretación y reactualización de sus contenidos re-ligiosos-"idolátricos"- del pasado, que impregnan la práctica social de su presente. Desde esa perspectiva en este artículo abordamos el tema de las creencias sobre los cerros. Un glosario y la bibliografía correspondiente, complementan el trabajo. Ciganos: a oralidade como defesa de uma minoria étnica El presente trabajo valora la significación de la cultura de tradición oral entre los seiscientos mil gitanos asentados en Brasil como componente de su identidad cultural. Al mismo tiempo señala la situación social contemporánea de este grupo étnico en el territorio brasileño y da a conocer parte del trabajo realizado por el Centro de Estudios gitanos de Brasil, el primero de este tipo en el continente americano. PONCE JIMENEZ, Patricia Relatos vitales: hacia una historia total La autora aborda una propuesta reflexiva sobre la necesidad de hacer una historia de nuevo tipo, no solo limitada a los procesos socioeconómicos y culturales globales, sino también a partir de registros como la crónica, el testimonio, la historia y tradiciones orales, el mito, la música, el cuento, la novela, entre otras fuentes. Para ello evalúa la relación entre la historia y el poder, el papel de 69 los antropólogos y sus prácticas investigativas, las dimensiones táctica y estratégica de los relatos de la vida, lo que sirve para valorar el significativo papel de las fuentes orales en su contexto cotidiano. MARTINEZ BETANCOURT, Julio y VASQUEZ DAVILA, M. Antonio La palma real en las religiones populares en Cuba Interesante texto sobre la presencia de la palma real en las creencias y las prácticas rituales de las religiones populares en Cuba. Los autores hacen un breve recorrido por las prácticas de los congos, los yoruba, los carabalí y el papel que en ellas juega la palma real. Se refiere también a la utilización de este árbol en la festividad católica de la Semana Santa, apreciándose un intercambio de elementos entre unas y otras, que ha perdurado a través de los años. NEUGEBAUER, Rhonda L Archivos de Historia Oral: Colección, gestión y prioridades de servicio 70 La adquisición, almacenamiento y difusión de la información son funciones básicas de las bibliotecas y archivos. Los documentos de historia oral (cintas grabadas, videos y otros registros sonoros) que requieren un cuidado especial en su manipulación y preservación, proporcionan materiales de investigación muy importantes para los historiadores y otros especialistas. Este trabajo trata sobre la creación y gestión de un archivo de historia oral, los procedimientos para la planificación del mismo, los servicios de información y referencia que debe prestar el procesamiento técnico a diversos niveles, así como el papel de la automatización con vistas a prestar un eficiente servicio a la comunidad. GUANCHE PÉREZ, Jesús Etnicidad cubana y seres míticos populares El presente trabajo analiza los nexos entre el proceso de formación y consolidación de la etnicidad cubana contemporánea y un conjunto de seres míticos relacionados con algunos componentes étnicos originarios (aborígenes, hispáni- cos, africanos y chinos), las influencias de los mitos en el comportamiento cotidiano y su proyección recreada en el contexto de la cultura artística y la decencia. El mito y su permanente proceso de transmisión intergeneracional, que incluye la desmitificación-mitificadora, representa un componente muy activo de la identidad cultural. ABSTRACTS TENORIO ROCHA ,Jose Maria "Cantoria de viola": Northeastern peoples expression of joy and hope. Amongst the many traditional song forms of the people of northeast Brazil, viola singing (Cantoria de viola) is deemed one of the most representative poetic communicative expressions. The creativity of the improvisors as a facet of the norte-hastern Brazilians' unique talents are particularly stressed. CASTRO, Victoria and VARELA, Varinia This work is part of a study of the theme known as "Idolatries" ("Idolatrías") from the Andean southern area and particularly from the region of the upper Loa River, located in northern Chile. The special characteristics of the area and region, a sort of sanctuary, have inspired an analysis of the small body of documentary knowledge about this area, and work with the corrent oral archives as ethnotexts, taking into account their historical and ethnological values. A collective memory has been preserved which constitutes a priceless testimony for the understanding of a concrete cultural context within which the reinterpretation and updating of the religious contents of the past "idolatries" are perceived and impregnate the social practice of the present. It is from that perspective that this work aims to cover the subject of beliefs about hillocks. A glossary and the co-rrespondig bibliography completes this work. CABODEVILLA, Miguel Anglel Oral Memory The testimonies contain information preserved in the collective memory about the settlements and struggles amongst small ethnic groups, customs, ways of life, construction of living quarters, rites, and other cultural features. COSTA PEREIRA, Cristina da Gypsies: Oral sources as a defence of an ethnic minority The way they retold the past. "Sionas-Secoyas": History. mants and translated into Spanish by their sons and grandsons under the supervision of Father Cabodeville. and An interesting work which includes nine brief testimonials about the history and magic-religious beliefs of a small aboriginal ethnic group of the Ecuadorean Amazon, collected from four infor- This work assesses the significance of the oral tradition of the six hundred thousand gypsies who settled in Brazil as a component of that nation's cultural identity. The present social situation of this Brazilean ethnic group is highlighted and part of the work carried of the Brazilean Center for Gypsy Studies, the first of its kind on the American continent, is displayed. PONCE JIMENEZ, Patricia Vital Narratives: Towards a complete history. The author discusses the need to write a new kind of history covering not only social and economic processes and world culture, but also registers such as chronicles, testimonies, histories and oral traditions, myths, music, stories, novels, and other sources. She evaluates the relationship between history and power, the role of anthropologists and their research practices, the tactical and strategic dimensions of narratives about life and shows the significant role oral sources play in its daily context. 71 MARTINEZ BETANCOURT, Julio and VAZQUEZ DAVILA, Marco A. The Royal Palm Tree and Popular Religions in Cuba. An interesting work about the role of the royal palm tree in the beliefs and ritual practices of Cuba's popular religions. The authors briefly cover the practices of the Congos, Yorubas and Carabalis and the role of the palm tree in these rites. Reference is also made to the use of this tree during Easter (Holy Week) in Catholic festivities, as an example of how the different religions have exchanged elements over the years. NEUGEBAUER, Rhonda L. Oral History Archives: Collection, Management and Service Priorities. 72 Acquisition, preservation and dissemination of the records and knowledge of society are the basic functions of libraries and archives. The documents of oral history (cassettes tapes, videos, and other sound recordings) provide important and unique primary research materials for historians and other scholars and, at the same time, may require specialized handling and preservation in an institutional setting. This paper explores the establishment and management of an oral history archive. The procedures for planning effective oral history archival access as well as information and reference services also will be described. Other issues related to successful archival management will be discussed with regard to the priorities of effective technical administration and proactive service to the public or a selected population. GUANCHE PEREZ, Jesús Cuban ethnicity and Popular Mythical Beings. This work analyzes the link between the formation and consolidation of contemporary Cuban ethnicity and a group of mythical beings related to some of the original ethnic components (Aboriginals, Hispanics, Africans and Chinese), the influence of myths on daily behavior and their recreation within the context of the artistic culture and education. Myths and their permanent inter-generational transmission processes, including mythificationdemythification, a very active component within cultural identity, are discussed. RÉSUMÉS TENORIO ROCHE, José Maria CABODEVILLA, Miguel Angel "Cantoria de viola": expression de joie et d'espoir de la population du Nord-Est brésilien Sionas-Secoyas: mémoire orale et histoire La Cantoria de viola constitue, en matiére de communication poétique, un des langages les plus représentatifs du caractére de la population nordestine, dont les chants populaires traditionnels adoptent des formes variées. L'auteur analyse aussi bien les formes musicales que les modalités d'improvisation des sept genres et des vingt variations poétiques utilisés dans la cantoria de viola. Il aborde également les qualités créatrices des improvisateurs en tant que reflet du tempérament nordestin. Ce travail reproduit neuf brefs témoignages de quatre informateurs d'une petite ethnie de l'Amazonie équatorienne au sujet de divers aspects historiques et de croyances magico-religieuses. Ces témoignages ont été recuillis sous la direction du père Cabodeville et traduits en espagnol par les enfants et petits-enfants des informateurs. CASTRO, Victoria et VARELA, Varinia Ainsi savaient-ils conter Ce travail s'inscrit dans le cadre d'une enquête sur le thème des «idolâtries» dans les Andes du Sud, notamment dans la région du fleuve Loa Supérieur (nord du Chili). Les caractéristiques de la région et de l'endroit -une espèce de zone-refuge- incitent à tenter une analyse des rares documents connus à ce jour et à aborder les archives orales actuelles sous forme d'ethnotextes en fonction de leur valeur historique et ethnologique. Les habitants de l'endroit ont conservé une mémoire collective qui constitue un témoignage sans égal pour comprendre leur contexte culturel précis, notamment la réinterprétation et la réactualisation des contenus religieux -«idolâtres»-du passé qui imprègnent la practique sociale actuelle. C'est dans cette perspective que les auteurs abordent les croyances relatives aux montagnes. Le travail est complété par un glossaire et une bibliographie. Les témoignages contiennent des informations conservéres dans la mémoire collective sur les établissements humains et sur les luttes entre petits groupes ethniques, sur l'acquisition d'habitudes, sur les modes de vie, sur la construction de logements, sur les rites et sur divers aspects culturels. COSTA PEREIRA, da Cristina Tziganes: i'oralité comme défense d'une minorité ethnique L'article évalue la portée de la culture de tradition orale, en tant que facteur de l'identité culturelle, parmi les 600000 gitans installés au Brésil. Il aborde aussi leur situation sociale et apporte des informations sur une partie du travail réalisé pour le Centre d'études gitans du Brésil, le premier de son genre en Amérique. PONCE JIMENEZ, Patricia y CIESAS-GOLFO Récits vitaux: vers une histoire totale L'auteur.propose de réfléchir sur la nécessité de faire une histoire différente, touchant non seulement aux processus socioéconomiques et culturels d'ordre général, mais aussi aux traces laissées dans les chroniques, le témoignage, l'histoire et les tratidions orales, les mythes, la musique, les contes, les romans, entre autres 73 sources. Aussi evalue-t-elle les liens existant entre l'histoire et le pouvoir, le rôle des anthropologues et de leurs pratiques d'enquête, les dimensions tactique et stratégique des récits de la vie, ce qui permet d'évaluer le rôle marquant des sources orales dans leur contexte quotidien. MARTINEZ BETANCOURT, Julio et VASQUEZ DAVILA, Marco A. Le palmier royal dans les religions populaires cubaines Le texte porte sur la présence du palmier royal dans les croyances religieuses et les pratiques rituelles de la population cubaine. Les auteurs retracent brièvement les pratiques des Congos, des Yorubas et des Carabalis, et le rôle qu' y joue le palmier royal. Ils abordent aussi la présence de cet arbre pendant la Semaine sainte catholique, notant un échange d'éléments entre les deux religions qui date de longtemps. NEUGEBAUER, Rhonda L. Archives de l'Histoire orale: collecte, gestion et priorités du service 74 L'acquisition, conservation et diffusion de l'information sont les fonctions prioritaires des bibliothèques et des archives. Les documents de l'histoire orale (des bandes magnétiques, des vidéos-cassettes et d'autres registres sonores) qui exigent d'un soin spécial lors de leur manipulation et préservation constituent des matériels de recherche très importants pour les historiens et d'autres spécialistes. Ce travail traite de la création et de la gestion d'un archive d'histoire orale, des procédés pour sa conservation et des méthodes modernes dont l'automatisation qu'il doit développer pour servir efficacement, la communauté. GUANCHE PEREZ, Jesús Ethnicité cubaine et êtres mythiques populaires L'auteur analyse les liens existant entre le processus de formation et de consolidation de l'ethnicité cubaine et un ensemble d'êtres mythiques en rapport avec certains facteurs ethniques originaires (aborigènes, hispaniques, africains et chinois), l'influence des mythes sur le comportement quotidien et leur recréation dans le contexte de la culture artistique et de l'enseignement. Le mythe, qui ne cesse de se propager de génération en génération et qui comporte une démythifi-cation-mythificatrice, joue un rôle très actif dans l'identité culturelle.