fisioGlía vol. 2 nº 2

Transcrição

fisioGlía vol. 2 nº 2
ISSN 2340-6151
Volumen 2
Número 2
Mayo a
agosto 2015
Editorial
Jalonando el
camino
Carteles
Fisioterapia en el
agua para
enfermos de
fibromialgia.
Efectos del
tratamiento
fisioterápico sobre
la funcionalidad y
calidad de vida de
personas mayores
diagnosticadas de
gonartrosis.
Fisioterapia en pacientes de 80 años o más
con fractura de cadera en un hospital de media estancia
Alteraciones de la articulación temporomandibular en jugadores de pádel
Manual de inmersión 2.0 para profesionales de
la salud
21
Imagen de portada:
Estudio de anatomía de Leonardo da Vinci
Fundada en 2013
Edita: Asociación fisioEducación, Madrid, España
ISSN: 2340-6151
Título y título abreviado: fisioGlía
Dirigido a: fisioterapeutas, investigadores, profesores y
alumnos de fisioterapia y otros profesionales sanitarios.
Periodicidad: cuatrimestral
Página web: http://fisioeducacion.net/fisioglia
Correo electrónico: [email protected] Responsabilidad: fisioGlía constituye un medio de comunicación e intercambio de conocimiento entre investigadores, docentes y profesionales de la Fisioterapia. Las declaraciones, opiniones y juicios contenidos en los artículos de
la revista pertenecen a los autores y no a la propia revista.
Por tanto, declinamos toda responsabilidad que pudiera
derivarse de las ideas expresadas en dichos artículos.
Comité científico:
Raquel Chillón Martínez
Josué Fernández Carnero
Marta Jerez Sainz
Júlia Jubany Güell
Patricia Martín Casas
Luis Fernando Prato
José Ríos Díaz
Comité editorial:
Luis Bernal Ruiz
Gema Gallardo Sánchez
Juan Antonio González García
Licencia Creative Commons by-nc-sa 4.0
22
SUMARIO
NOTAS
En este sumario el título de las secciones son enlaces directos a ellas. Para
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Volumen 2
Número 2
Páginas 21-42
Mayo a agostol 2015
ISSN 2340-6151
En este número, los artículos revisados por el comité científico son:
1. Fisioterapia en pacientes de 80 años o más con fractura de cadera en un
hospital de media estancia
24
Editorial
Jalonando el camino.
25
Original
Fisioterapia en pacientes de 80 años o más con fractura de cadera en un hospital de
media estancia. / Physical therapy in patients of 80 years or more with hip fracture in a
hospital o average stay.
30
Original
Alteraciones de la articulación temporomandibular en jugadores de pádel.
Temporomandibular joint disorders in paddle players.
36
Carteles
Fisioterapia en el agua para enfermos de fibromialgia.
Efectos del tratamiento fisioterápico sobre la funcionalidad y calidad de vida de
personas mayores diagnosticadas de gonartrosis.
38
Competencias digitales
Manual de inmersión 2.0 para profesionales de la salud.
40
Normas de publicación
23
fisioGlía 2015 (2): 24
Jalonando el camino
Juan Antonio González | Secretario de la asociación fisioEducación
[email protected] | @fisiobitacora
Hace ya unos años, en 2009, leímos un
artículo que nos pareció revelador. Hablaba
del reto que suponía el Espacio Europeo de
Educación Superior, de la oportunidad de
transformar la universidad y dirigirla hacia lo
que el estudiante debe saber y saber hacer,
superando el modelo de aprendizaje basado
en la memoria. Su autor fue José Ramón
Alonso (@jralonso3), a la sazón rector de
la Universidad de Salamanca. Han pasado
algunos años pero, al recordar la pretensiones
que nos incitaron a publicar fisioGlía, rememoramos aquello que decía sobre las competencias del estudiante: “saber escribir; y no
hablo de no cometer faltas de ortografía, ni
de saber poner letras juntas; eso hay que darlo por hecho, sino de comunicar con claridad,
con eficacia, con una extensión equilibrada,
con rigor en el uso de información externa,
con la mente puesta en el lector”.
En este tiempo, las labores inherentes a la
docencia, nos han hecho leer historias clínicas,
desarrollo de casos clínicos, diarios reflexivos
o trabajos de fin de Grado, elaborados por los
estudiantes. Sorpresivamente hemos visto que
hay deficiencias en la forma de comunicación
escrita, en forma y contenido. También hemos
descubierto estudiantes con unas muy notables
capacidades de la misma. En todo caso, nos
planteamos si durante la carrera se propone
una preparación en la obligada competencia de
transmisión de información, en el desarrollo de
un tema, en su exposición escrita.
Más allá de la obligatoriedad y pertinencia para
que un graduado en Fisioterapia, o en cualquier otra disciplina sanitaria, sea emisor de sus
dictámenes, de sus hallazgos, de sus propuestas,
de una forma clara, concisa, correcta y eficaz,
pensamos que también se hace necesario brindar a los profesionales noveles la oportunidad
de expresarse en foros que supongan ensayos
en su camino de aprendizaje. Dentro de un
proceso continuado en el que la comunicación
“científica” debería formar parte de su quehacer
cotidiano.
24
Para nosotros, ofertar a los que aún son estudiantes, o a los que lo dejaron de ser hace poco,
la posibilidad de publicar trabajos originales, revisiones, casos clínicos, comentarios o reflexiones,
es una aportación que, como revista científica,
supone uno de nuestros valores y objetivos. Sin
perder de vista el rigor, publicaciones como esta
pueden suponer una plataforma para divulgar
lo que muchos tienen que decir. En cierto
modo nos enorgullece ver como la savia nueva
encuentra una forma de iniciar el camino que
puede hacer crecer el conocimiento y puede
suponer un acicate para espolear las ganas de
investigación.
En este número, como en otros anteriores,
aparece un trabajo de esta savia nueva. Un
ejemplo que esperamos sirva para otros futuros
y actuales colegas. Sabemos que no estamos
solos, que otros compañeros en la Fisioterapia y
otras disciplinas participan de este espíritu. Con
el permiso de otras publicaciones que nos han
precedido, con el empuje de los nuevos colegas,
esperamos seguir jalonando ese camino ·
fisioGlía 2015, 2(2): 25-29
Fisioterapia en pacientes
de 80 años o más con
fractura de cadera en un
hospital de media estancia
Physical therapy in patients
of 80 years or more with
hip fracture in a hospital o
average stay
Recibido: 26 noviembre 2014 | Aceptado: 1 abril 2015 | Publicado: 4 mayo 2015
Silvia Gil Galán | Grado en fisioterapia. Fisioterapeuta del Hospital Virgen de la Poveda.
SERMAS. España.
David de la Fuente Bayo | Grado en fisioterapia. Fisioterapeuta del Hospital Virgen de la
Poveda. SERMAS. España..
RESUMEN
La fractura de cadera es una de las patologías más frecuentes del anciano y sus consecuencias son
muy importantes, tanto por su elevada mortalidad y morbilidad, como por el deterioro funcional
secundario con la consiguiente dependencia. El ingreso hospitalario de los pacientes ancianos también
es una causa conocida de dependencia posterior, que aumenta al prolongarse dicho ingreso.
El objetivo del estudio es conocer la influencia de la rehabilitación en la recuperación funcional de los
pacientes y ver si ésta depende del tiempo transcurrido entre la producción de la fractura y la cirugía
de la misma y/o del tiempo transcurrido entre la cirugía y el ingreso en el hospital de media estancia.
El estudio se realizó con todos los pacientes ingresados en el Hospital Virgen de La Poveda, (SERMAS), desde el 1 de diciembre de 2011 hasta el 31 de marzo de 2012, con diagnóstico de fractura
de cadera, independientemente del tipo de la misma y de la cirugía realizada, y con 80 años o más
de edad. La muestra total fue de 31 pacientes. Se administraron distintos cuestionarios y escalas de
valoración funcional. A toda la muestra se le aplicó el mismo protocolo de tratamiento.
Se comprueba que la rehabilitación produce unos beneficios funcionales importantes para los
ancianos, independientemente de su edad, sexo o capacidad cognitiva, si bien la mejoría obtenida
es menor cuando existe deterioro cognitivo, o cuando el tiempo transcurrido entre la fractura y la
cirugía o entre ésta y el inicio de la fisioterapia es mayor.
Palabras clave: Mayor o igual de 80 años, fractura de cadera, fisioterapia.
25
fisioGlía 2015, 2(2): 25-29
ABSTRACT
Hip fracture is one of the most common
diseases of the elderly and their consequences are very important, both for its high
mortality and morbidity , for the secondary
functional impairment with consequent
dependence. The hospitalization of elderly
patients is also a known cause of subsequent
dependence, which increases with prolonged that income.
The aim of the study was to determine
the influence of rehabilitation on functional
recovery of patients and see if it depends
on the time between the production of the
fracture and the surgery itself and / or the
time elapsed between surgery and admission time average hospital stay.
The study was conducted with all patients
admitted to the Hospital Virgen de La Poveda , ( SERMAS ) from December 1, 2011
until March 31, 2012 , with a diagnosis of hip
fracture, regardless of the type thereof and
surgery performed, and 80 years or older.
The total sample was 31 patients. Different
questionnaires and functional assessment
scales were administered. A whole sample
was applied the same treatment protocol.
It is found that rehabilitation produces
significant functional benefits for the elderly,
regardless of age , sex or cognitive ability
, although the improvement obtained is
lower when there is cognitive impairment,
or when the time between the fracture and
surgery or between the and initiation of
physical therapy is greater .
Keywords: Greater than or equal to 80
years, hip fracture, physiotherapy.
OBJETIVO
La persona de edad avanzada constituye una
entidad particular por las modificaciones biopsico-sociales que muy a menudo se vuelvan
precarias en esta población.
Debido a ello, las finalidades de la geriatría
y la rehabilitación son las mismas: prevenir
incapacidades, pérdidas de función, restaurar
la función y la independencia y adoptar un
enfoque multidisciplinario.
Los medios disponibles deben ser adaptados
de forma individual. Los objetivos y expectativas pueden ser importantes, debiendo
ser planteados en términos funcionales y de
mejora de autonomía del paciente para las
S. Gil Galán, D. de la Fuente Bayo
Fisioterapia en pacientes de 80 años o más con fractura de cadera en un hospital de media estancia
actividades básicas de la vida diaria (ABVD).
Objetivos generales:
• Valorar la influencia del tiempo transcurrido entre la producción de una fractura
de cadera en ancianos de 80 años o más y
la intervención quirúrgica, así como la del
tiempo transcurrido entre esta intervención y el inicio del tratamiento rehabilitador específico en el Hospital Virgen de la
Poveda.
• Se pretende medir en ambos tiempos unas
escalas de valoración funcional y cognitiva
a través de test validados que proponen
objetividad en los parámetros para saber
cómo influyen ambos tiempos en la rehabilitación del paciente hasta su funcionalidad
óptima.
Objetivos específicos:
• Conocer las características de la población
a estudio.
• Observar el resultado funcional obtenido
tras la rehabilitación en los ancianos con
fractura de cadera.
• Analizar los factores que pueden ser condicionantes en el resultado funcional de los
ancianos con fractura de cadera.
MATERIAL Y MÉTODOS
Tipo de estudio: Estudio descriptivo observacional, analítico y retrospectivo para obtener los
datos epidemiológicos pero prospectivo para
los resultados funcionales del estudio.
Población de estudio: Pacientes ingresados en
el Hospital Virgen de la Poveda desde el 1 de
diciembre de 2011 hasta el 31 de marzo de
2012, con más de 80 años y diagnóstico de
fractura de cadera. Estos pacientes proceden
de otros Hospitales de la Red Hospitalaria de
la Comunidad de Madrid y son derivados para
intento de recuperación funcional en régimen
de ingreso en hospital de media estancia. Todos
los pacientes acuden a tratamiento de fisioterapia una vez al día cinco días a la semana desde
que son ingresados en dicho hospital hasta el
alta del paciente.
Para la realización del estudio se expone consentimiento informado al Hospital Virgen de la
Poveda.
Muestras epidemiológicas: El número de ingre26
sos en esta fecha en todo el Hospital Virgen de
la Poveda es 548 de las cuales 42 son fracturas
de cadera en pacientes con 80 años o más.
El muestreo es de 31 pacientes que cumplen
los requisitos de nuestro estudio: edad de 80
años o más, que tienen fractura de cadera y que
han sido operados en distintos Hospitales de la
Comunidad de Madrid sea cual sea la técnica
quirúrgica empleada.
Criterios de inclusión:
• Edad igual o mayor de 80 años.
• Haber sufrido una fractura de cadera independientemente de su etiología.
• Ingresados en el Hospital Virgen de la Poveda desde 1 Diciembre de 2011 a Marzo
de 2012.
• Incluimos pacientes con deterioro cognitivo.
• La muestra podía se autónomo o no antes
de la caída casual y vivir en residencia o
domicilio anteriormente.
Criterios de exclusión
• Tener una edad menor de 80 años.
• Tener otra patología distinta a la patología
a estudio.
• Recogida de datos: Se efectúa siempre por
el mismo profesional en turno de tarde.
Cada paciente es entrevistado y valorado
en la sala de fisioterapia del Hospital Virgen
de la Poveda.
Material utilizado
• Cuestionario del propio servicio de rehabilitación del Hospital Virgen de la Poveda.
• Protocolo de fracturas de cadera del Hospital Virgen de la Poveda.
• Camilla: la usaremos para explorar al
paciente.
• La cuantificación del desplazamiento articular se realiza a través de la goniometría y
de las mediciones .
• Balance muscular según Daniels
• SPSS 15.0 para Windows.
• EXCEL 2007.
Escalas de valoración
• Escala Tinetti .Valora la marcha y el equilibrio. La máxima puntuación de la marcha
es de 12 y la del equilibrio es de 16
sumando un total de 28.
• Escala Pfeiffer. Detecta tanto la presencia
de deterioro cognitivo como el grado del
mismo. Las cuestiones con varias respues-
S. Gil Galán, D. de la Fuente Bayo
Fisioterapia en pacientes de 80 años o más con fractura de cadera en un hospital de media estancia
fisioGlía 2015, 2(2): 25-29
Figura 1: Lado de cadera afectada y tipo de cirugía de
los pacientes incluidos en el estudio.
•
•
tas sólo se aceptan como correctas si
todos los elementos de la misma lo
son. Sus valores psicométricos arrojan
valores bajos de sensibilidad en estudios
realizados en la comunidad, pero buena
especificidad (S 34 – 48% y E 94- 95 %)
y mejorando éstos en casos diagnosticados de grados moderados o severos
de demencia. El test de Pfeiffer enfatiza
mucho el lenguaje y la memoria y tiene
una intensa orientación verbal, por lo
que en algunos tipos de déficit sensoriales o trastornos psiquiátricos (depresión) podría dar falsos positivos. A pesar
de haber sido diseñado para screening,
no detecta deterioros leves ni cambios
pequeños en la evolución del deterioro.
Es un test muy rápido de administrar
que no requiere especial entrenamiento.
Se ha mostrado especialmente útil en
invidentes, personas de edad avanzada
y analfabetos. Especialmente útil para
screening en población general.
Escala Harris. Escala validada específica
de cadera.
EUROQL. Evalúa la movilidad, cuidado
personal, actividades cotidianas, dolor/
malestar y ansiedad/depresión.
•
•
PAR-Q. Cuestionario de aptitud a la actividad física.
Ocupación que han tenido en la vida. Se
divide en: Directores, técnicos de apoyo,
empleado administrativos, trabajos no
cualificados, fuerzas armadas, artesanos
y trabajadores cualificados de industrias
manufactureras y trabajo en el hogar.
Cuestionario
• Tipo de fractura.
• Si hacían ejercicio o no con anterioridad.
• Nivel educativo.
• Si viven solos o no y si tienen alguna ayuda
social y de qué tipo.
• Nivel de renta actual.
• Medicación habitual.
RESULTADOS
Durante los meses de diciembre de 2011 a
marzo de 2012 ingresaron 548 pacientes en el
Hospital Virgen de la Poveda de los cuales 31
pacientes fueron para recuperación funcional
tras fractura de cadera intervenida y tenían 80
años o más. El 12,9% eran varones y el 87,1%
Figura 2: Puntuaciones iniciales y finales en las escalas de Harris, Tinetti y Pfeiffer.
eran mujeres, con una edad media de 86+5
años (rango de 80 a 98 años).
En 20 individuos (fig. 1) la fractura afectaba a la
cadera derecha (64.5%) y en 11 a la cadera izquierda (35.5%). El tipo de cirugía predominante
fue el enclavado intramedular (54.8%), seguido
de la artroplastia parcial (22.6%), el tornilloplaca (16.1%) y los clavos de Ender (6,5%). El
tiempo medio de demora desde el momento
de la fractura hasta la cirugía fue de 4+5 días,
y desde la cirugía hasta el inicio del programa
rehabilitador específico fue de 30+20 días.
La fractura más frecuente fue pertrocantérea
con un 58% seguida de subcapital (27%) subtrocantérea (9%) e intracapsular y trocantérea
(6%).
El test de Pfeiffer (fig. 2)inicial mostró que el
90.3% de los pacientes no tenían deterioro
cognitivo y un 9,7% de los pacientes tenían un
deterioro cognitivo leve. Al alta de la Unidad
de Recuperación Funcional, el Pfeiffer mostraba
que el 77.4% de los pacientes continuaban sin
deterioro cognitivo, el 16,1% de los pacientes
tenían un deterioro cognitivo leve y el 6.5% un
deterioro cognitivo moderado, lo que representa un deterioro significativo del estado mental
de los pacientes durante su estancia hospitalaria
(p<0,05) de manera que más del 14% de los
pacientes sin deterioro cognitivo inicial pasaron
a tener un deterioro cognitivo leve y el 66% de
los pacientes que ya al inicio presentaban un
deterioro cognitivo leve, pasaron a un deterioro cognitivo moderado. No se encontraron
diferencias en el Pfeiffer en relación al sexo, a la
edad o al tipo de cirugía, pero sí hay una asociación significativa entre el deterioro cognitivo
leve al inicio y el tiempo transcurrido desde
la fractura hasta la cirugía, así como el tiempo
transcurrido desde la cirugía hasta el ingreso en
la Unidad de Recuperación Funcional, aunque
al no tener los datos previos a la caída, no se
puede saber si el deterioro cognitivo se debe al
ingreso hospitalario más prolongado o a que el
paciente ya le tenía previamente.
La puntuación inicial en la escala de Harris (fig.
2) era de 17 + 6 y al alta era de 50 + 14 lo que
27
fisioGlía 2015, 2(2): 25-29
S. Gil Galán, D. de la Fuente Bayo
Fisioterapia en pacientes de 80 años o más con fractura de cadera en un hospital de media estancia
Figura 3: Dedicación en la vida activa de los pacientes en estudio.
representa una mejora significativa en la funcionalidad de la cadera (p<0.005). No encontramos ninguna correlación entre el Harris
final y el sexo o la edad de los pacientes pero
sí se encontró una correlación negativa con el
tiempo transcurrido entre la caída y la cirugía
(p<0,05) y con el tiempo transcurrido entre
la cirugía y el inicio de rehabilitación específica (p<0,05). Además el Harris al alta era
menor de forma significativa (p<0,5) cuando
al inicio había deterioro cognitivo medido con
el Pfeiffer.
La puntuación inicial en la escala de Tinetti
(fig. 2) era de 11 + 6 y al alta de 20 + 7 lo
que también supone una mejora significativa
en la funcionalidad del paciente en cuanto al
equilibrio y la marcha (p<0,05). La valoración final del Tinetti se asociaba de una
forma significativa con el sexo (mejor en las
mujeres), con el Pfeiffer inicial (peor Tinetti al
alta en pacientes con deterioro cognitivo leve
al inicio), con el tiempo transcurrido hasta la
cirugía (peor Tinetti si más tiempo) y con la
aptitud física previa de los pacientes (mejor
Tinetti a mayor aptitud física).
El 77,4% tiene apoyo familiar y el 19,4% tiene
apoyo de amistades cercanas a su núcleo, lo
cual es de gran ayuda para el paciente sobre
todo a nivel emocional.
Un 58,1% tiene una renta inferior a 600 Euros/mes, un 25,8% tiene una renta entre 600
y 900 euros/mes y tan sólo el 16,1 % tiene
un nivel de renta superior a 900 euros/mes lo
que influirá en la calidad de vida del paciente
precaida y al alta.
Respecto a la escala de valoración PARQ o
cuestionario de aptitud física cabe destacar que el 25,8% de la muestra tiene una
puntuación de 12 seguido de un 22,6% con
una puntuación de 14, lo que nos indica que
un alto porcentaje de pacientes tienen una
escasa capacidad cardiorrespiratoria previa a
la fractura de cadera. De echo observamos
que el 68% de los pacientes no hacía ejercicio
con anterioridad a la caída y que el 32% hacía
alguna actividad de forma frecuente tal y
como se muestra en la gráfica siguiente.
No hay correlación entre el nivel de estudios
y el factor de riesgo de sufrir una fractura de
cadera. Una gran mayoría de la muestra (84%)
tiene estudios primarios o tienen analfabetismo
(13%).
Respecto a la dedicación en su vida activa (fig.
3) podemos observar en el estudio realizado
que el 58,1% de la muestra son amas de casa y
que el 22,6% han tenido trabajos no cualificados.
Esto es debido a que hay un alto porcentaje de
mujeres en dicho estudio y tradicionalmente
la mujer se la educaba desde niña para que su
trabajo estuviera en el hogar haciendo las tareas
domésticas, cuidando y educando a los niños sin
trabajar fuera del hogar. Aunque hoy en día esto
ha cambiado, dada la edad media de las pacientes, no están afectadas por estos cambios.
Cabe destacar la polifarmacia de estos pacientes. Encontramos que los grupos de medicamentos más consumidos son los que se usan
para la insuficiencia cardíaca, diuréticos, laxantes
y broncodilatadores. El 80% de la muestra tiene
una medicación de cuatro fármacos o más y
solamente el 0,5% no toma medicación.
Uno de los factores de riesgo de sufrir osteoporosis es el tabaco, por eso, en nuestro
estudio también analizamos los pacientes que
fumaban (6%) y los que no (94%). El resultado
no es significativo en nuestro estudio ya que un
alto porcentaje no fumaba y no encontramos
relación en este aspecto.
DISCUSIÓN/CONCLUSIÓN
Las fracturas de cadera constituyen un
problema geriátrico debido al aumento de la
esperanza de vida de la población y en nuestro
estudio hay una mayoría de sexo femenino lo
que coincide con lo descrito con otros estudios
sobre población anciana con fractura de cadera.
La población a estudio se caracteriza por
presentar una edad muy avanzada y elevada
incidencia de deterioro funcional y cognitivo
previo.
Sobre la demora quirúrgica hay datos contradictorios en la literatura; algunos autores señalan
que una demora quirúrgica mayor de 48 horas
se asocia a peor evolución funcional, mientras
que otros autores no corroboran estos datos.
En nuestro estudio la demora quirúrgica es
28
de de 4+5 días y encontramos que a menor
demora quirúrgica hay una mayor funcionalidad
al alta de los pacientes, por lo que nuestros
resultados se asemejan a los de Hoerer en 1993
Sin embargo puede ocurrir que los pacientes en
los que se ha retrasado la intervención quirúrgica sean aquellos con peor estado general previo
y por tanto con peor funcionalidad, pero al no
disponer de datos previos de los pacientes, no
podemos asegurar este hecho.
Por otra parte, en nuestro trabajo hemos
observado una mayor mejoría funcional cuanto
más pronto se inicia el tratamiento fisioterápico postcirugía. Esto puede deberse a que los
pacientes que han tardado más en iniciar el
tratamiento son justamente aquellos que tenían
peor situación clínica o más complicaciones
postquirúrgicas lo que ha incrementado su
estancia en el hospital de agudos en el que se
encontraba antes de ser referido al hospital de
media estancia para realizar el tratamiento de
fisioterapia. Otros autores han encontrado que
una mayor estancia media, reflejo de una peor
evolución hospitalaria, se asocia a una peor
recuperación funcional1, que se corresponde
con nuestros datos.
La existencia de deterioro cognitivo ha resultado ser un factor que empeora el pronóstico
funcional de los pacientes ancianos con fractura
de cadera. Esto concuerda con el análisis de
Baztán y cols. (2004a). En otros estudios se ha
encontrado que la ausencia de enfermedad
mental previa a la fractura de cadera es un
factor de buen pronóstico funcional (Goldstein, 1997; Marcantonio, 2000). Sin embargo, la
presencia de deterioro cognitivo no implica que
los pacientes no se beneficien del tratamiento
fisioterápico en un centro de media estancia,
pues en nuestro trabajo observamos que hay
una mejoría funcional significativa en estos
pacientes aunque esta mejoría sea menor que
la observada en aquellos sin deterioro cognitivo.
Esto también ha sido objetivado por Baztán y
cols. (2004b).
Como conclusión, el tratamiento fisioterápico
de pacientes muy ancianos con fractura de
cadera en régimen de ingreso en un hospital
de media estancia, produce unos beneficios
funcionales importantes para los pacientes, independientemente de su edad, sexo o capacidad
cognitiva.
S. Gil Galán, D. de la Fuente Bayo
Fisioterapia en pacientes de 80 años o más con fractura de cadera en un hospital de media estancia
fisioGlía 2015, 2(2): 25-29
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fisioGlía 2015, 2(2): 30-35
Alteraciones de
la articulación
temporomandibular en
jugadores de pádel
Temporomandibular joint
disorders in paddle players
Esther Álvarez López | Clínica Salud y Ejercicio (Alameda de Osuna) |
[email protected]
RESUMEN
El objetivo de este estudio fue comparar la presencia de desórdenes temporomandibulares entre
jugadores de pádel y personas sedentarias.
El método de análisis consistió en un cuestionario sobre trastornos temporomandibulares que fue
cumplimentado por 70 sujetos vía email o presencial.
Palabras clave: Articulación temporomandibular (ATM), biomecánica de la articulación temporomandibular, alteración de la articulación temporomandibular, terapia manual, fisioterapia, deportes.
ABSTRACT
The aim of this study was to evaluate the temporomandibular disorders occurred in paddle players compared with a control group (sedentary people).
The method of analysis consists of a questionnaire about temporomandibular syndrome that was filled out
by 70 participants in person or by email.
Key words: Temporomandibular joint (TMJ),Temporomandibular joint biomechanics,Temporomandibular
disorder (TMD), Manual therapy, Physical therapy, Sports.
30
E. Álvarez López
Alteraciones de la articulación temporomandibular en jugadores de pádel
INTRODUCCIÓN
En la literatura científica actual se puede
observar que existen una serie de síntomas
y signos en las articulaciones temporomandibulares (ATM) muy difíciles de definir debido
a la falta de concordancia y a la complejidad
existentes en la determinación de sus factores etiológicos y, por ende, su tratamiento.
“El término disfunción temporomandibular
(DTM) trata de definir cualquier disturbio
interno articular que presente síntomas y/o
signos detectables clínicamente, a los fines de
poder ser consignados”. Por otro lado, está
la definición de “desórdenes temporomandibulares” (DTM): es un término colectivo que
incluye numerosos problemas clínicos que
envuelven la ATM y sus estructuras asociadas”
(1). El término es sinónimo de desórdenes
craneomandibulares, o cráneocervicomandibulares. Existe una tercera denominación
que los califica como trastornos temporomandibulares (TTM), e incluyen un conjunto
de entidades médicas y odontológicas que
afectan a la ATM y/o los músculos de la masticación, así como también los componentes
de los tejidos contiguos. Estas dos terminologías, DTM o TTM se consideran sinónimos,
aunque etimológicamente estas definiciones
son muy limitativas.” En 1934, James Costen
describió una serie de síntomas referidos al
oído y a la ATM, que más tarde se definiría
como síndrome de Costen (Síndrome Temporomandibular). Shore, en 1959, introdujo
la denominación síndrome de disfunción de
la ATM. Más tarde apareció el término de
alteraciones funcionales de la ATM, acuñado
por Ramfjord y Ash. Dado que los síntomas no siempre están limitados a la ATM,
algunos autores creen que debe utilizarse una
denominación más amplia, como sugirió Bell
en el término TTM en 1986. En un intento de
coordinar esfuerzos, la American Dental Association adoptó el término de TTM para referirse a todas las alteraciones funcionales del
sistema masticatorio (2). A lo largo de estos
años se han descrito una serie de relaciones
entre los trastornos de la ATM y el resto del
sistema músculo-esquelético. Se asocian con
alteraciones o lesiones en la columna cervical
superior. Las perturbaciones en las vértebras
cervicales C2 -C3 pueden provocar disfonía
y sensación de “nudo en la garganta”. Hiilse
descubrió que hasta un 25 % de los pacientes
fisioGlía 2015, 2(2): 30-35
con trastornos de la articulación temporomandibular padecían tinnitus. Lotzmann y Steinberg
demostraron cambios en la postura después de
quitar los “dientes de leche” o deciduos (3,4).
Aunque los signos y síntomas de TTM son frecuentes, puede resultar muy complejo comprender su etiología, de análisis multifactorial. En la
población deportista existen múltiples causas de
DTM, las más comunes son los traumatismos
tanto directos como indirectos en la mandíbula, que afectan no sólo a estructuras duras
ocasionando fisuras, fracturas óseas, estallidos
condilares, etc., sino que además pueden dañar
el tejido cartilaginoso articular que podría
desplazarse o desprenderse del tejido óseo
subyacente, incrementando el dolor. También
pueden deberse a una apertura excesiva de
la boca (ej. esguince temporomandibular) o
a un uso incorrecto o parafuncional, como el
bruxismo. Destacan infecciones bacterianas por
la proximidad con zonas comprometidas como
el oído medio y su vecindad con la rinofaringe
a través de la trompa de Eustaquio y maloclusiones (5.6,7). Deportes como el boxeo, fútbol
y rugby no requieren el uso del casco, pero sí la
lucha libre, hockey sobre hielo, béisbol y fútbol
americano, aunque no siempre protegen bien la
articulación ante impactos. Otros deportes que
no requieren contacto, sufren también afectaciones en la ATM, como el esquí y el lanzamiento
de peso (8). Un estudio (9) demuestra que aún
en los deportes de bajo y mediano riesgo (tenis,
squash, buceo, baloncesto, etc.), existen lesiones
importantes en la ATM, considerando el uso del
protector bucal necesario (10). Algunos estudios
determinan que el dolor crónico no dental es la
categoría más prevalente en DTM, interfiriendo
en las actividades de la vida diaria y afectando a
la calidad de vida (presentando dificultades en el
entorno laboral y social) (11,12,13,14). Dentro
de las alteraciones sistémicas, está el aumento
del estrés emocional, que puede aumentar la tonicidad de los músculos de la cabeza y el cuello
e incrementar la actividad muscular no funcional
(bruxismo). El hipotálamo, el sistema reticular y
en especial el sistema límbico son los principales
centros que influyen en la actividad muscular
por medio de las vías gamma eferentes. Cabe
destacar la importancia de la esfera biopsicosocial en el manejo de los DTM, como muestra
el estudio de Ishigaki et al. (15). Otro factor
importante a considerar es la hiperlaxitud ligamentaria, que ocasiona desgastes en los bordes
articulares, convirtiéndola en luxable, y ocasio31
nando inflamación que puede conducir de una
artritis a una artrosis. La estabilidad ortostática
postural del cráneo sobre la columna cervical
es un factor importante en el diagnóstico de
los DTM. Una maloclusión dentaria, asociada
generalmente a actitudes posturales deficientes
de la relación cabeza-cuello, cintura escapular,
cintura pélvica y dolores se reflejan a nivel articular como periarticular. Esta falta de estabilidad
oclusal puede asociarse a causas genéticas, del
desarrollo o iatrogénicas (2, 7, 16, 17, 18,19).
En 1996, the National Institutes of Health
estimó que 10 millones de americanos tuvieron
disfunción de la ATM dolorosa y fueron las
mujeres a quienes más afectaba. Algunas encuestas informan que un 20-25% de la población
tiene síntomas de DTM y se estima que 30
millones de americanos sufren esta patología,
con aproximadamente un millón de nuevos
pacientes diagnosticados anualmente. Diversos
estudios epidemiológicos han confirmado que
la mayor prevalencia de los DTM se produce
principalmente en personas de 20 a 40 años,
siendo más alta en mujeres que en varones (3:1
ratio). Dicha disparidad entre sexos desaparece
tras la menopausia, lo que parece indicar el
papel fundamental de las hormonas sexuales
en la patogénesis de los DTM después de la
pubertad (2,16,20). La terapia de estrógenos
(anticonceptivos orales o terapias de reemplazo
de estrógenos) parece ser un factor de riesgo
importante. Análisis inmunihistoquímicos mostraron la presencia de receptores de estrógenos
y progesterona en el disco articular de la ATM.
Un estudio encontró altas concentraciones de
receptores de estrógenos en el disco articular
en mujeres con signos y síntomas de DTM en
comparación con sujetos asintomáticos. Según
estos autores, la presencia de altos niveles de
receptores de estrógenos puede conducir a
cambios en el tejido conectivo del disco articular de la ATM (21, 22).
El pádel (del inglés paddle) es una variante del
tenis sumamente practicada desde 1990. Es un
deporte de oposición que se juega en parejas,
con tres elementos materiales fundamentales:
pelota, pala y campo de juego. Posee unas reglas
bien definidas y está representado por federaciones, asociaciones y confederaciones. Puede
ser practicado por personas de toda clase y
condición. Además, el número de jugadores
que participan en competiciones regladas ha
aumentado en los últimos años, lo que es una
E. Álvarez López
Alteraciones de la articulación temporomandibular en jugadores de pádel
fisioGlía 2015, 2(2): 30-35
muestra muy clara del grado de aceptación en nuestra
sociedad (28).
En este estudio se ha escogido el pádel como deporte
relacionado con las alteraciones en la ATM porque es un
deporte asimétrico y es el segundo deporte más practicado en nuestro país después del fútbol. Aunque en sus
inicios fuese un deporte elitista con acceso sólo a la clase
alta, hoy en día es un deporte muy accesible en el que
pueden jugar desde deportistas físicamente bien preparados hasta personas no tan acondicionadas. En la literatura
científica no hay artículos que relacionen la patología de la
ATM con el pádel, pero podría suceder que las posturas y
la repetición continua de gestos que se adquieren al golpear la pelota (abrir la boca, sacar la lengua, entrecerrar un
ojo…) produjeran desequilibrios musculares. En el pádel
son comunes los cambios de dirección, los giros, las frenadas bruscas, choques contra el compañero, pelotazos…
que propician que nuestras articulaciones se resientan (tobillos, rodillas, codos, hombros, cabeza, columna vertebral)
y pudieran lesionar los tejidos musculares y ligamentosos
adyacentes. Este desequilibrio podría crear descompensaciones en las cadenas cruzadas que afecten a la ATM.
OBJETIVOS
Determinar si existen diferencias en la presencia de
TTM en los/as jugadores/as de pádel frente a personas
sedentarias.
MATERIAL Y MÉTODOS
Muestra
La muestra se obtuvo de la Federación Madrileña de
Pádel de la Comunidad de Madrid, personal de la URJC
del campus de ciencias de la salud (liga mixta de pádel de
la URJC), Carabanchel (Basic Sport Center Las Cruces),
Alcalá de Henares (Clínica Bardera Fisioterapia), y Orcasitas (Polideportivo Orcasur). Participaron 70 personas
en total: 35 jugadores de pádel (19 varones y 16 mujeres)
de edad comprendida entre los 21-40 años (30,49±5,82)
que practicaban con regularidad el pádel (más de dos
veces/semana) y 35 sujetos (6 varones y 29 mujeres) de
edad comprendida entre los 21-41 años (30,51±6,46) con
vida sedentaria.
La muestra obtenida se clasificó en dos grupos: grupo a
estudio (jugadores de pádel) y grupo control (sujetos que
realizaban vida sedentaria).
Criterios de inclusión y exclusión
•
32
Inclusión: Más de dos años de experiencia practi-
E. Álvarez López
Alteraciones de la articulación temporomandibular en jugadores de pádel
•
cando pádel, incluyendo otros deportes
además del principal. Sujetos que únicamente hicieran vida sedentaria. Edad
comprendida: 21-41años.
Exclusión: Sujetos que no jugaran al pádel y practicaran otros deportes. Cirugía
de ATM y prótesis dentales. Sujetos que
estuviesen actualmente en tratamiento
de ortodoncia y/o implantes. Fracturas
y luxaciones condilares. Problemas de
comprensión del cuestionario (por
alteración cognitiva, motora o visual, desconocimiento del idioma…). Alteración
psiquiátrica. Infecciones recientes.
Procedimiento
Se realizó un estudio epidemiológico descriptivo de casos y controles empleando un
muestreo no probabilístico de casos consecutivos, en el que se envió mediante correo
electrónico o de manera presencial, un
cuestionario sobre disfunción temporomandibular, realizado por la Sociedad Española de
Disfunción Cráneocervical y Dolor Orofacial
(SEDCYDO) y adaptado a las necesidades
del estudio. Previamente se les explicó a los
participantes el procedimiento y la finalidad
del estudio. Cada participante debía realizar
una auto-observación en los días posteriores
y cumplimentar dicho cuestionario, ofreciendo la posibilidad de resolver las dudas
mediante correo electrónico o por teléfono.
También se contactó con los participantes
para obtener más información o alguna aclaración sobre algún ítem del cuestionario. Éste
constaba de 5 apartados: datos del paciente,
antecedentes personales, hábitos personales (relación con la parafunción), hábitos
profesionales y clínica. Este último apartado
contiene preguntas sobre signos y síntomas
relacionados con la audición, el dolor, la
rigidez, la limitación de apertura, el crujido
articular, la ansiedad, la interferencia de otras
patologías o enfermedades, la relación con
la postura y el tratamiento de la posible
sintomatología. Se han incluido dos ítems en
relación con el uso de videojuegos y su uso
en las actividades de la vida diaria.
RESULTADOS
Los resultados de las encuestas fueron
analizados mediante el uso del programa
fisioGlía 2015, 2(2): 30-35
estadístico SPSS (versión 19.0). Los resultados
se expresaron con un intervalo de confianza del 95% (p<0,05). Se utilizó la prueba de
Kolmogorov-Smirnov para determinar que los
valores de las variables cuantitativas seguían una
distribución normal (p>0,05).
Se utilizó la prueba Chi-Cuadrado de Pearson
para evaluar si las diferencias encontradas en la
comparación de las variables cualitativas entre
ambos grupos eran estadísticamente significativas; este análisis estadístico se realizó con un
intervalo de confianza del 95%, por lo que se
consideraron valores significativos aquellos cuya
p fuese <0,05.
No se encontraron diferencias entre el grupo
control y el grupo a estudio, los resultados están
lejos de ser significativos, aunque se observaron
pequeñas diferencias en relación a la patología de la ATM. La presencia de crujidos en la
apertura de la ATM fue superior en el grupo
a estudio, un 34,3%, mientras que en el grupo
control era de un 28,6%. Sucede lo mismo en el
cierre de la ATM, el grupo a estudio presentaba
mayor presencia de crujidos en un 17,1% y el
grupo control un 11,4%. En la limitación en la
apertura de la ATM no se hallaron diferencias
entre el grupo a estudio y el grupo control, ambos presentaban la misma limitación, un 11,4%.
Tan sólo un sujeto de los 35 de cada grupo
presentaba dolor en la cara (2,9%) y un 17,1%
de los jugadores de pádel tenían dolor en la
región temporal frente al 11,4% del grupo control. Por otro lado, encontramos que el 34,3%
de los sujetos del grupo control manifestó
padecer cefaleas de forma frecuente, hecho que
sólo presentaban el 22,9% de los jugadores de
pádel. En cuanto al dolor de columna vertebral,
presentó más dolor el grupo control (60%) que
el grupo a estudio (51,4%). En cuanto al estrés
y la ansiedad, el grupo control presentó un 40%
frente al 28,6% del grupo de estudio. Son más
los jugadores de pádel que llevaron ortodoncia
(54,3%) que la población del grupo control
(45,7%). Respecto a la presencia de bruxismo,
aunque se encontraron diferencias entre ambos
grupos, estas no fueron estadísticamente significativas. Los jugadores de pádel presentaban más
rigidez (48,6%) y menos fatiga (31,4%) que el
grupo control. Únicamente se observaron diferencias significativas en la presencia de esguinces, un 80% de los jugadores de pádel sufrieron
más esguinces frente al 40% del grupo control
(vida sedentaria).
33
En esta ocasión, se volvió a emplear el mismo
estadístico ( de Pearson) para determinar
dentro del grupo a estudio si existían diferencias en las variables relacionadas en mayor o
menor medida con los signos y síntomas de
TTM en función del sexo. Las mujeres presentaron mayor porcentaje que los varones en las
siguientes variables: crujidos en la apertura de
la ATM (43,8%), dolor en la cara (6,3%) y en la
región temporal (18,8%), dolor en la columna
vertebral (68,8%), rigidez (62,5%) y estrésansiedad (37,5%).
Se empleó una prueba T de Student para muestras independientes con el fin de comparar las
variables cuantitativas (p<0,05). Para determinar la homogeneidad de varianzas, se utilizó la
prueba de Levene, en la que se establecieron
como valores significativos aquellos en los que p
fuese >0,05.
No hubo diferencias estadísticamente significativas entre el número de años jugando al pádel
y las posibles alteraciones de la ATM, pero sí se
pudo decir que de los 35 jugadores, 12 presentaron crujidos en la apertura y 6 en el cierre de
la ATM, sólo 4 mostraron limitada la apertura
de la ATM, sólo 1 tuvo dolor en la cara y 6 dolor en la región temporal, 8 tuvieron cefaleas, 18
refirieron dolor en la columna vertebral y sólo
10 tuvieron estrés-ansiedad.
Para comprobar si había mayor sintomatología
entre los esguinces y las posibles alteraciones de
la ATM dentro del grupo a estudio se empleó
la de Pearson y se objetivó que no hubo
significación estadística, aunque sí se hallaron
pequeñas diferencias en comparación con los
jugadores de pádel que no sufrieron esguinces:
un 39,3% de los jugadores de pádel que tuvieron esguinces tenían crujidos en la apertura de
la ATM, un 3,6% de la población a estudio que
sufrió esguince tuvo dolor en la cara , un 21,4%
presentó dolor en la región temporal, presentó
más dolor de columna vertebral (57,1%) y más
nivel de ansiedad-estrés (32,1%) y bruxismo
(35,7%).
Se empleó otra vez la de Pearson para ver si
existía mayor sintomatología de la ATM dentro
de los jugadores de pádel que llevaron ortodoncia. Tampoco se encontraron diferencias estadísticamente significativas, aunque cabe señalar
que los jugadores que llevaron ortodoncia tenían crujidos en la apertura de la ATM (42,1%)
frente a los que no habían llevado (25%), un
E. Álvarez López
Alteraciones de la articulación temporomandibular en jugadores de pádel
fisioGlía 2015, 2(2): 30-35
5,3% presentó más dolor en la cara, frente
y en la región temporal (21,1%), tenían más
cefaleas (26,3%), más estrés-ansiedad (36,8%)
y presentaban bruxismo nocturno (42,1%)
frente a los que no llevaron ortodoncia.
DISCUSIÓN
En este estudio se escogió población con una
edad comprendida entre 21-41 años porque
es donde aparece mayor sintomatología de
TTM, tal y como demuestran otros estudios
(16, 20, 29,30). Los TTM afectan a un 85% de
mujeres entre 20-35 años.
Se ha visto en el estudio que la presencia de
crujidos en la apertura y el cierre de la ATM
y el dolor en la región temporal era mayor en
el grupo a estudio que en el grupo control,
por lo que podríamos suponer que tal y
como muestran algunos artículos científicos
en relación con el buceo (29,31), el remo
(30), la natación (32) y el baloncesto (21,22),
practicar estos deportes tiene mayor tendencia a sufrir crujidos en la apertura y cierre de
la ATM y mayor dolor en la región temporal
que los sujetos que no realizan deporte.
Dentro del grupo a estudio, fueron más las
mujeres que los hombres quienes presentaron mayor sintomatología de ATM (crujidos
en la apertura de la ATM, rigidez, estrésansiedad, dolor en la cara y región temporal).
Se podría relacionar la continua actividad
repetitiva de la musculatura de miembro
superior en deportes como la natación, remo,
buceo y pádel con los crujidos y dolor de la
ATM. El estrés es un factor importante en
cuanto a la sintomatología de la ATM. Los
jugadores de pádel tuvieron menos estrés
(28,6%) que las personas que realizaban vida
sedentaria (40%), lo que podría significar que
practicar pádel podría ayudar a disminuir el
estrés. Sin embargo, un estudio realizado por
Dietrich S. et al. (30), concluyó que los atletas
profesionales (varones) que practicaban remo
tenían mayor estrés que el grupo control y
mayores desequilibrios en la musculatura del
cuello y suboccipital. Se podría que cuanto
más alto sea el nivel de competición deportivo,
existe mayor probabilidad de sufrir alteraciones
de la ATM. Respecto al bruxismo, encontramos
diferencias muy próximas a ser significativas.Se
podrían decir que el bruxismo diurno tendría
tendencia a estar acompañado de más estrés
en las personas que realizaban vida sedentaria.
En cuanto a la cefalea, es sorprendente que
haya más cefaleas en el grupo control (34,3%)
que en el grupo a estudio (22,9%), variable que
difiere de otros estudios, como los de Weitler et
al.(21,22), que demuestra que los atletas sufrían
más cefaleas (25%) que los no atletas (20%).
Dentro del grupo a estudio se objetivó que
cuanto más años de práctica deportiva en el
pádel, más posibilidad tienen de sufrir esguinces
(80%) en comparación con el grupo control
40%. Estudios demuestran que la sintomatología
de la ATM es de origen multifactorial, por lo que
tanto traumatismos directos o indirectos, dolor,
lesiones dentales, bruxismo y crujidos son los
más frecuentes en deportes como el fútbol y
la lucha (33,34). Fueron más los jugadores de
pádel que llevaron ortodoncia (54,3%) que los
participantes del grupo control (45,7%), por lo
que dentro del grupo a estudio, se relacionó la
variable ortodoncia con posibles alteraciones
en la ATM, dando lugar a una mayor tendencia a
sufrir estrés, bruxismo nocturno, cefaleas y más
dolor en la cara y la región temporal.
Limitaciones del estudio
El tamaño de la muestra es limitado y existe
heterogeneidad entre sexos. Existen limitaciones
propias del tipo de estudio.
CONCLUSIONES
No existen estudios en relación a las alteraciones de la ATM y los jugadores de pádel, tampoco se han encontrado artículos en relación
con jugadores de tenis. Hay pocos estudios
en relación con otros deportes asociados a la
34
alteración de la ATM (natación, buceo, remo,
baloncesto, fútbol, lucha, etc.). Es importante
destacar que podría haber más sintomatología
de ATM en jugadores de pádel que en el grupo
control, pero no hemos encontrado diferencias
estadísticamente significativas, por lo que es
necesario realizar más estudios que confirmen
esta hipótesis. Cabe destacar que dentro del
grupo a estudio ,hubo mayor sintomatología de
ATM en mujeres que en hombres (crujidos en
la apertura de la ATM, estrés-ansiedad, rigidez,
dolor en la cara y región temporal).
Se necesita incrementar la investigación para
confirmar una mayor sintomatología de TTM en
esta clase de deportistas, para una futura elaboración de programas de prevención y mejorar
en un tratamiento multidisciplinar. Es imprescindible que haya una mejor comunicación entre
odontólogos y fisioterapeutas para obtener
mejoras en el tratamiento y realizar un abordaje
íntegro del paciente.
E. Álvarez López
Alteraciones de la articulación temporomandibular en jugadores de pádel
fisioGlía 2015, 2(2): 30-35
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Original en http://fisioeducacion.net/component/attachments/download/57
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fisioGlía 2015, 2(2): 37
L. Espejo Antúnez, MA Cordero-Durán, J. Mansilla-Rodríguez, AG López-Cañizares
Efectos del tratamiento fisioterápico sobre la funcionalidad y calidad de vida de personas mayores diagnosticadas de gonartrosis
Original en http://fisioeducacion.net/component/attachments/download/58
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fisioGlía 2015, 2(2): 38-39
Manual de inmersión 2.0
para profesionales de la
salud
José María Cepeda | Humanista convencido del valor de las tecnologías de acercamiento para mejorar la salud de las personas. .
Entrada original: prólogo al libro del mismo nombre
Durante los últimos años vivimos inmersos en una transformación hacia lo que se ha denominado sociedad del conocimiento. Estos cambios
no solo afectan a la forma en que gestionamos la información, sino que
inciden profundamente a nivel social, afectando en todas las esferas de
nuestra vida.
Por poner un ejemplo, cuando queremos viajar hacemos búsquedas en
Internet de los destinos, hoteles, vuelos y alojamientos, o consultamos
en páginas especializadas sobre viajes, o en foros de viajeros donde
preguntamos acerca de la experiencia de otras personas, hoteles recomendados o incidencias en el viaje.
Y con toda esa información acudimos a una agencia para contratar el
viaje, o puede que incluso nos saltemos ese paso y hagamos la reserva
directamente por Internet. Además aprovechamos el potencial de difusión que tienen las redes sociales para compartir con nuestros grupos
de familiares y amigos, las fotos y sensaciones vividas durante el viaje.
En el ámbito de la salud comienza a pasar algo similar y surgen nuevos
conceptos y realidades. Empezamos a buscar información sobre nuestra salud, chequeamos síntomas en Google antes de acudir a la consulta de nuestro profesional sanitario, socializamos con otros pacientes
a través de foros y comunidades para onocer sus experiencias, o en
busca del apoyo emocional que no recibimos en nuestro entorno.
Según los últimos datos disponibles el 61’9% de la población española
es considerada internauta, de los cuales aproximadamente la mitad ya
busca información sobre salud en Internet.
Como pacientes, usamos Internet de forma regular para informarnos
de aspectos que inciden en nuestra salud. Estamos hablando ya de
38
J.M. Cepeda
Manual de inmersión 2.0 para profesionales de la salud
fisioGlía 2015, 2(2): 38-39
cifras que rondan la mitad de los internautas
españoles. Y los pacientes demandan que los
profesionales tengan habilidades y competencias digitales, que les permitan acompañarles
y ayudarles en su relación con la información
y con otras personas dentro de estos nuevos
escenarios.
gital y otras barreras personales o profesionales,
están impidiendo que las tecnologías penetren
con fuerza en los entornos laborales. Pero también es verdad que su utilización está avanzando
y cada vez son más los servicios y profesionales
que utilizamos Internet y las aplicaciones digitales en nuestro día a día.
Por otro lado, los profesionales sanitarios
estamos también empezando a utilizar las
tecnologías de la información y la comunicación (de ahora en adelante TIC) para nuestro
desarrollo profesional, aunque en muchos
casos muy por debajo de nuestras posibilidades, limitándonos a usos esporádicos o como
herramienta de ocio y búsqueda de información a nivel personal.
El ritmo de aparición de nuevas aplicaciones
tecnológicas en salud es vertiginoso y va muy
por delante de lo que la evidencia científica
es capaz de asumir. En la mayoría de los casos
no conocemos el valor real o los beneficios
que estas aplicaciones pueden suponer para
nuestra salud. Por eso es importante que no
nos dejemos cegar por este ’boom’, para que
los árboles de estas tecnologías no nos impidan
ver el bosque de aquellos servicios que si han
demostrado evidencias y suponen una mejora
real para la salud de las personas.
Las usamos por ejemplo para comunicarnos
con otros compañeros de trabajo, a través del
correo electrónico o las más recientes aplicaciones de mensajería móvil. Compartimos
archivos y documentos, o trabajamos en red
en grupo gracias a herramientas de trabajo
colaborativo. En ocasiones también nos apoyamos en el uso de tecnologías (de muy bajo
coste) para crear recursos de educación para
la salud de nuestros pacientes. O puede que
utilicemos el potencial de comunicación de la
web y las redes sociales para poner nuestra
experiencia y conocimientos a disposición de
otros profesionales y pacientes.
Del mismo modo que ocurre con los pacientes, el grado de utilización que hacemos los
profesionales sanitarios de las tecnologías es
muy variable, abarcando desde el uso de una
herramienta aislada como es el caso del correo electrónico, hasta otros más complejos,
como podría ser el manejo de herramientas
de trabajo en grupo.
Lo cierto es que las competencias digitales
son muy dispares y que la llamada brecha di-
Como veremos en este libro, la eSalud o la
salud 2.0 no consiste en instalar una herramienta en el ordenador, acceder a una red social o
usar telemedicina. Sino que transciende mucho
más allá de la tecnología, convirtiéndose en una
nueva forma de relacionarse con la salud y la
enfermedad, de comunicación con otras personas, de espacios de acercamiento en salud…
Vivimos en un momento en el que Internet no
supone una tecnología o canal independiente,
sino que se ha integrado ya en nuestra vida. Los
límites entre los llamados mundos ‘off ’ y ‘online’
son cada vez más difusos. De hecho los jóvenes
que pertenecen a la Generación ‘Y’ (nacidos
entre los años 1980 y 2000) no perciben la
diferencia entre ambos mundos y se mueven
entre unos y otros en función de sus necesidades, utilizando la tecnología de forma intensiva.
Esto no quiere decir que como ‘nativos digitales’
que son y solo por haber nacido en un mundo
tecnológico vengan con la lección aprendida de
antemano, sino
39
que tienen una actitud más abierta que favorece
el aprendizaje del uso de estas herramientas.
En el ámbito de la salud también empezamos
a notar esa fusión o hibridación de canales y
comenzamos a introducir las nuevas tecnologías en programas sanitarios, para llegar mejor
a ciertos segmentos de la población, o para
enriquecer la forma en que hacemos educación
para la salud a través de la creación de recursos
multimedia.
Si estás comenzando a conocer este ecosistema
digital repleto de herramientas y aplicaciones,
es muy posible que te sientas abrumado y con
la sensación de que es algo complejo de asumir.
Esto es algo completamente normal, ya que
como veremos durante los próximos capítulos,
todos los días surgen nuevas herramientas que
permiten a pacientes y profesionales compartir
espacios y conocimientos sobre salud. Desde
espacios como la Wikisanidad (un excelente
recurso que aglutina gran cantidad de conocimiento sobre eSalud), pasando por las comunidades virtuales de pacientes, foros de soporte,
escuelas de
pacientes, redes profesionales, blogs, canales de
vídeo, etc.
La buena noticia es que no es necesario que
aprendas a utilizarlas todas, sino que conozcas
en términos generales qué tipos hay y para
qué se usan en el ámbito de la salud, y después
utilices las que realmente aporten algo de valor
a tu trabajo.
Nuestra misión a través de este libro es mostrarte cuáles son estos recursos, qué impacto
pueden tener en tu vida profesional (y quizás
también personal) y lo que es más importante,
cómo puedes empezar a utilizarlos para mejorar
tu trabajo y mejorar la salud de las personas.
·
fisioGlía 2015, 2(2): 40-41
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fisioGlía 2015, 2(2): 40-41
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