Nº 1 - 2011 (ANO 16º) ISSN - Facultade de Ciencias da Educación
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Nº 1 - 2011 (ANO 16º) ISSN - Facultade de Ciencias da Educación
Vol. 19 - Nº 1 - 2011 (ANO 16º) REVISTA DE ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN EN PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN ISSN: 1138-1663 www.educacion.udc.es/grupos/gipdae/ www.udc.es/revistapsicoeducacion/ SUMARIO REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN Vol. 19, (nº.1) Ano 16º-2011 ISSN: 1138-1663 SECCIÓN: ESTUDIOS EN PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN Esperanza BAUSELA HERRERAS EVALUACIÓN NEUROPSICOLOGICA Y PROCESOS PSICOLÓGICOS SUPERIORES......................................................................................................................... 9 Mª José FIUZA ASOREY UNA REALIDAD OLVIDADA: LA SALUD VOCAL EN EDUCACIÓN INFANTIL Y PRIMARIA............................................................................................................................ 27 María A. MUÑOZ CADAVID y María ZABALZA CERDEIRIÑA INTEGRACIÓN SOCIOLABORAL DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL: RETOS QUE AFRONTAR EN SU FORMACIÓN................................ 41 José ESCORIZA EVALUACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESTRATÉGICO APLICADO EN EL PROCESO DE COMPRENSIÓN DEL DISCURSO ESCRITO EXPOSITIVO.................. 49 SECCIÓN INVESTIGACIÓN EN PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN José DOMÍNGUEZ ALONSO, Antonio LÓPEZ CASTEDO e Enrique ÁLVAREZ ROALES VARIABLES PERSONALES, FAMILIARES, ESCOLARES Y SOCIALES RELACIONADAS CON LA CONFLICTIVIDAD EN LOS CENTROS EDUCATIVOS DE EDUCACIÓN SECUNDARIA...................................................................................... 79 Amparo JIMÉNEZ VIVAS y Mª de las Mercedes GARCÍA HERRERO UN INSTRUMENTO DE DIAGNÓSTICO PARA IDENTIFICAR LAS ESTRATEGIAS Y ESTILOS DE APRENDIZAJE DE LA LENGUA EXTRANJERA..................................... 97 Pedro Miguel GOMES CORDEIRO, Ana Paula COUCEIRO FIGUEIRA e Lenian MATOS CONSTRUÇÃO E ARQUITECTURA DO QUESTIONÁRIO DE MOTIVAÇÃO ESCOLAR (QME-PORTUGAL)........................................................................................ 115 3 José SÁNCHEZ SANTAMARÍA LOS ESQUEMAS CIENTÍFICOS EN LA DOCENCIA UNIVERSITARIA .................. 133 Cândida SILVA e Susana CAÍRES ESTRATÉGIAS DE COPING NOS ALUNOS DO 12º ANO: ADAPTAÇÃO E VALIDAÇÃO DA VERSÃO PORTUGUESA DO ADOLESCENT - COPING ORIENTATION FOR PROBLEM EXPERIENCES ......................................................... 153 Alfredo CAMPOS, Rocío GÓMEZ-JUNCAL y María José PÉREZ-FABELLO REAPRENDIZAJE INCIDENTAL MEDIANTE DIFERENTES IMÁGENES MENTALES........................................................................................................................ 171 Ana Paula L. AMBRÓSIO, Leandro S. ALMEIDA, Joaquim MACEDO, Alexandre SANTOS & Amanda H. FRANCO PROGRAMAÇÃO DE COMPUTADORES: COMPREENDER AS DIFICULDADES DE APRENDIZAGEM DOS ALUNOS . ............................................................................ 185 Juan Gregorio FERNÁNDEZ BUSTOS, Onofre Ricardo CONTRERAS JORDÁN, Irene GONZÁLEZ MARTÍ y Jorge ABELLÁN HERNÁNDEZ EL AUTOCONCEPTO FÍSICO EN EDUCACIÓN SECUNDARIA. DIFERENCIAS EN FUNCIÓN DEL GÉNERO Y LA EDAD ............................................................................ 199 Alicia PUENTE MARTÍNEZ e Carmen DELGADO ÁLVAREZ IMPACTO DE LA FORMACIÓN PARA EL EMPLEO EN LAS COMPETENCIAS AUTOPERCIBIDAS DE LAS MUJERES DESDE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO ........213 Manuel OJEA RÚA e Nuria DIÉGUEZ GARCÍA PROGRAMA DE DESARROLLO DE HABILIDADES SOCIALES “PDHS” APLICADO A ESTUDIANTES CON SÍNDROME DE ASPERGER.............................. 227 Marcelo MENDONÇA TEIXEIRA, Bento D. SILVA e Juan José PERONA PÁEZ ANÁLISE DO DISCURSO SOBRE O RÁDIO NA INTERNET: HISTORICIDADE, IDEOLOGIAS, CONVERGÊNCIAS, DIVERGÊNCIAS E PERSPECTIVAS ENTRE ACADÊMICOS ESPANHÓIS............................................................................................ 243 CONTENTS Esperanza BAUSELA HERRERAS NEUROPSYCHOLOGICAL EVALUATION AND HIGHER COGNITIVE PROCESSES Mª José FIUZA ASOREY A FORGOTTEN REALITY: VOCAL HEALTH IN SCHOOL AND PRIMARY EDUCATION María A. MUÑOZ CADAVID & María ZABALZA CERDEIRIÑA SOCIAL AND WORK INTEGRATION OF PEOPLE WITH INTELLECTUAL DISABILITIES: CHALLENGES TO FACE IN THEIR EDUCATION 4 José ESCORIZA ASSESSMENT OF THE STRATEGIC KNOWLEDGE APPLIED COMPREHENSION PROCESS OF WRITTEN EXPOSITORY DISCOURSE IN THE José DOMINGUEZ ALONSO, Antonio LOPEZ-CASTEDO & Enrique ALVAREZ ROALES PERSONAL, FAMILIAR, SCHOOL AND SOCIAL VARIABLES RELATED TO THE CONFLICTS IN THE EDUCATIONAL CENTRES OF SECONDARY EDUCATION Amparo JIMENEZ VIVAS & Mª de las Mercedes GARCIA HERRERO A DIAGNOSIS INSTRUMENT FOR IDENTIFYING LEARNING STRATEGIES AND STYLES IN FOREIGN LANGUAGE LEARNING Pedro Miguel GOMES CORDEIRO, Ana Paula COUCEIRO FIGUEIRA & Lenian MATOS CONSTRUCTION AND ARCHITECTURE OF THE QUESTIONNAIRE OF PERTAINING TO SCHOOL MOTIVATION (QME-PORTUGAL) José SANCHEZ SANTAMARIA SCIENTIFIC MAPS AT UNIVERSITY Cândida SILVA & Susana CAIRES COPING STRATEGIES IN 12TH GRADERS: ADAPTATION AND VALIDATION OF PORTUGUESE VERSION OF ADOLESCENT - COPING ORIENTATION FOR PROBLEM EXPERIENCES Alfredo CAMPOS, Rocío GOMEZ-JUNCAL & Mª José PEREZ-FABELLO INCIDENTAL RELEARNING BY MEANS OF DIFFERENT MENTAL IMAGES Ana Paula AMBRÓSIO, Leandro S. ALMEIDA, Joaquim MACEDO. Alexandre SANTOS & Amanda H. FRANCO COMPUTER PROGRAMMING: UNDERSTANDING THE STUDENTS´ LEARNING DIFFICULTIES Juan Gregorio FERNANDEZ BUSTOS, Onofre Ricardo CONTRERAS JORDAN, Irene GONZALEZ MARTÍ & Jorge ABELLAN HERNANDEZ PHISYCAL SELF-CONCEPT IN SECONDARY EDUCATION. DIFFERENCES IN GENDER AND AGE. Alicia PUENTE MARTINEZ & Carmen DELGADO ALVAREZ IMPACT OF EMPLOYMENT TRAINING IN SELF-PERCEIVED COMPETENCES OF WOMEN FROM GENDER PERSPECTIVE Manuel OJEA RFUA & Núria DIEGUEZ GARCIA DEVELOPMENT PROGRAM OF SOCIAL KILLS “PDHS” APPLIES TO STUDENTS WITH ASPERGER SYNDROME Marcelo MENDONÇA TEIXEIRA, Bento D. SILVA, & Juan José PERONA PÁEZ ANALYSIS OF DISCOURSE ON INTERNET RADIO: HISTORY, IDEOLOGIES, CONVERGENCES, DIVERGENCES BETWEEN SPANISH ACADEMICS 5 SECCIÓN ESTUDIOS EN PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN Vol. 19, (n.º1), Ano 16º-2011 ISSN: 1138-1663 EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA Y PROCESOS COGNITIVOS SUPERIORES NEUROPSYCHOLOGICAL EVALUATION AND COGNITIVE HIGHER PROCESSES Esperanza BAUSELA HERRERAS Facultad de Psicología. UNED. Madrid RESUMEN La batería Luria–DNA es un batería neuropsicológica de reciente creación diseñada por los profesores Manga y Ramos (1999), a partir del material elaborado por Christensen, discípula de Luria. Esta batería permite obtener un perfil neuropsicológico comprehensivo de una persona. De los cinco dominios que permite evaluar explícitamente (visoespacial, lenguaje oral, memoria, intelectual y control atencional), en este artículo nos vamos a centrar en dos de ellas, memoria y control atencional, y en la capacidad de planificación, implícitamente evaluable. Nos hemos centrado en estas tres dimensiones por su vinculación con la función ejecutiva. Paralelamente al desarrollo de estas tres dimensiones hemos ido presentando algunos instrumentos pueden contribuir a ampliar la información obtenida través de los ítems de la batería Luria-DNA. Data de recepción: 20/07/2010 Data de aceptación: 16/02/2011 PALABRAS CLAVE: Batería neuropsicológica Luria DNA, atención, función ejecutiva, memoria y planificación. Abstract: Battery Luria–DNA is a neuropsychological battery, which has been designed by doctors Manga y Ramos (1999), basing in the Christensen’s material, who was a disciple of Luria. With this battery you are able to obtain a comprehensive neuropsychology profile of one person. This battery can assessment five domains (viso-space, oral language, memory, intellectual and attention control). In this paper we have to focus the attention in two domains, which have been assessment directed, and the planning, which is implicit assessment. These have been chosen because they are been relation with the executive function. Also, we have shown other instruments, which can enlarge the information has been obtain across the items of battery Luria –DNA. Correspondencia: E-mail: [email protected] 9 KEY WORDS: Neuropsychology battery Luria–DNA, attention, executive function, memory and pacification. INTRODUCCIÓN Los Doctores Manga y Ramos crean a principios del siglo XXI la batería LuriaDNA, siendo desarrollada a partir del material de Luria organizado y sistematizado por su discípula Anne Christensen (1987). Las características de esta batería, son según los propios autores: (i) Es una batería sensible y aporta resultados interpretables. Es sensible ya que permite detectar los diferentes cambios en las funciones cognitivas que se corresponden con zonas corticales diferenciadas, en uno u otro hemisferio. (ii) En esta situación, el patrón neuropsicológico de ejecución, conocido como perfil neuropsicológico, permite la comparación del rendimiento de un individuo con el de un grupo normativo, o el rendimiento de dos grupos entre sí. Igualmente dentro de un mismo perfil neuropsicológico se podrán comparar los resultados obtenidos en el área verbal con los obtenidos en el área visoespacial, como también se podrán comparar las habilidades verbales receptivas con las expresivas, las de un tipo de memoria o las de un tipo de proceso intelectual con otro tipo de proceso intelectual. Ya ha probado ser útil estudiando el deterioro neuropsicológico producido por abuso de drogas (Sanz, 1997), así como también en la evaluación del deterioro neuropsicológico como consecuencia de daño cerebral, frontal y extrafrontal (Gutiérrez, 2005). (iii) Se caracteriza, además, por ser una batería cuantitativa cualitativa. Los neuropsicólogos más experimentados, en palabras de Lezak, se apoyan tanto en métodos clínicos como psicométricos en su trabajo profesional. La utilización de tests estandarizados proporciona la objetividad necesaria, permite al examinador comparar las respuestas de un paciente con sujetos normales de la misma edad y nivel educativo o con puntuaciones del propio paciente obtenidas con anterioridad; también, genera 10 datos psicométricos que pueden fácilmente comunicarse a otros profesionales, o incluso usarse como investigación. Y, (iv) Los resultados de la batería no solamente se utilizan con fines diagnósticos, sino que también son muy útiles para elaborar programas de rehabilitación y seleccionar estrategias de intervención. Su principal objetivo es analizar neuropsicológicamente los procesos superiores en adultos, permitiendo explorar de forma sistemática una completa gama de funciones y habilidades, a través de los 81 ítems distribuidos en ocho subtests: (i) Área Visoespacial (Percepción Visual y Orientación Espacial), (ii) Área de Lenguaje (Habla Receptiva y Habla Expresiva), (iii) Área de Memoria (Memoria Inmediata y Memoria Lógica) y (iv) Área de Procesos Intelectuales (Dibujos Temáticos y Textos y Actividad Conceptual y Discursiva). Seguidamente nos vamos a centrar en analizar una función que esta implícita, los procesos de planificación, y dos dimensiones que son evaluables explícitamente: control atencional y memoria. La elección de estas dimensiones no ha sido aleatoria, sino por su estrecha vinculación con la función ejecutiva. PLANIFICACIÓN La planificación es un proceso intrapsicológico que está mediatizado por algún sistema simbólico o de signos. El sistema simbólico más poderoso es el lenguaje, interviniendo casi siempre en la planificación humana. La estructura mediatizada de la planificación significa que siempre actúa un estímulo auxiliar, como puede ser una palabra (Luria, 1982), como factor mediatizador entre los estímulos ambientales y la respuesta de la persona. En cuanto proceso mediatizado, la planificación es exclusivamente humana y pertenece a la categoría de las “funciones cognitivas superiores” (Vygostky, 1995). Las funciones cognitivas superiores se derivan, al menos hasta cierto punto, de los procesos interpsicológicos en los que participa el niño durante su desa- rrollo. Por tanto, la planificación tiene unos orígenes sociales, es decir, aprendemos la mayor parte de nuestros planes de otros planificadores más capacitados. Además, como la planificación depende de los lóbulos frontales del cerebro, tiene orígenes psicofisiológicos. Así, en la evaluación que sigue los métodos de Luria, la planificación se incluye entre las funciones que corresponden al tercer bloque funcional del cerebro, a saber, las funciones de programación, regulación y verificación de la actividad, vinculadas a los lóbulos prefrontales (Levin, 2001; Perea, Ladera y Echeandia, 2001). Tanto la estructura mediatizada de la planificación como su dependencia del funcionamiento de los lóbulos frontales implica que la planificación no se puede dar en niños muy pequeños (Das, Kar y Parill, 1998). Luria (1974) indica que ambos cambios se producen aproximadamente al mismo tiempo, hacia los cuatro o cinco años de edad. Es de suma utilidad la conceptualización de la planificación y su relación con conceptos tan próximos a ella como la resolución de problemas y las estrategias, así como en considerar cómo se relaciona con los tres niveles de análisis – actividad, acción y operación – presentados por Leontiev (1978, 1979). La planificación requiere capacidades de pensar en alternativas, de sopesar y hacer elecciones, y de desarrollar un marco conceptual que pueda servir para dirigir la actividad. Dennis (2003) considera que para formular y llevar a cabo un plan se requiere diversos procesos. Sin embargo, no siempre esta claro que componente o combinado de componentes está alterado. Este análisis es todavía más complicado por el hecho de que estos componentes son interdependientes. Para planificar, en suma, son necesarias varias capacidades, entre las que destacamos la atención sostenida. Además, una persona debe ser capaz objetivamente de manejarse a sí misma en relación con el entorno y de considerar a éste, también, de forma objetiva. Requiere capacidades de pensar en las alternativas, de sopesar y hacer elecciones, y de desarrollar un marco conceptual que pueda servir para dirigir la actividad (Lezak, 1982). La etapa siguiente a la planificación es la de llevar a cabo un plan de acción que requiere iniciarlo, mantener la conducta, cambiar y detener la secuencia. Se trata, en palabras de Manga y Ramos (2001) de una conducta propositiva en la que la programación explicada por Luria, tiene un papel básico. Esta programación de conductas es sumamente útil para poder escribir, dibujar o hablar. La eficacia de la conducta depende de la capacidad de monitorización, de la autocorrección, de regulación del tiempo y de la intensidad. A su vez, Luria ha vinculado la planificación con la conciencia y con el lenguaje interno. La conciencia, según Luria (1966), es la habilidad para valorar la información sensorial, para responder a ella a través de pensamientos y acciones críticas, y para almacenar en la memoria ciertos rasgos para que éstos, o las acciones, puedan emplearse en el futuro. “Esta forma compleja de actividad cerebral que es la conciencia, comprende el análisis de la información que nos llega, la evaluación y selección de sus elementos significativos, y el uso de rasgos memorísticos, así como el control de actividades para conseguir objetivos, y finalmente la evaluación de las consecuencias de su propia actividad (Das, Naglieri et al., 1994). Para conseguir estas funciones, la conciencia está estrechamente relacionada con el habla. A través del habla, una persona puede analizar una situación, distinguir sus componentes importantes y formular programas de acción. En la formación de imágenes y planes, el habla también tiene un papel extremadamente importante. La conducta planificadora está dirigida por la consecución de objetivos, y el habla juega un papel importante de esta dirección para obtener objetivos (Deaño, 1998). En el caso de acciones impulsivas de los niños, así como en los adultos, el papel regulador de habla está aparentemente ausente. 11 Das, Naglieri et al., (1994) han destacado como componente clave de la planificación la metacognición, es decir, el estar enterado de y tener conocimiento sobre los procesos cognoscitivos. Coincide con muchos de los conceptos de planificación que requieren que los individuos se den cuenta de las relaciones entre las tareas y las estrategias, que sean capaces de controlar el éxito de sus estrategias, y que tomen decisiones sobre la adopción de nuevas estrategias. La metacognición incluye los aspectos de conocimiento y alerta, y también los aspectos de control ejecutivo, en la medida en que ambos son aspectos de la planificación, aunque los autores citados consideran que el “conocimiento” metacognitivo debería verse como la base de conocimientos a partir de la cual opera la planificación. Así, la planificación figura entre los metacomponentes de la teoría triárquica de la inteligencia de Sternberg. Los metacomponentes de la subteoría componencial (Sternberg, 1985) son los llamados procesos ejecutivos. “Los procesos ejecutivos propuestos en la teoría cognitiva reciente con relación al desarrollo cognitivo son diferentes de un modelo a otro, aunque en cada modelo los procesos sirven a una función similar, que es la de guiar la solución de problemas y la actividad intelectual para propiciar la planificación, monitorización (regulación) y evaluación de la ejecución de tareas cognitivas” (Sincoff y Sternberg, 1989). La neuropsicología cognitiva (McCarthy y Warrington, 1990) asume la aportación teórica de Luria con relación a la planificación, que es central para afrontar los problemas que plantea la solución de problemas. La planificación deficiente ha sido, quizá, el deterioro asociado con una disfunción prefrontal más consistentemente investigada (v.g. Robertson, 1996), insistiendo desde hace años en una serie de situaciones para mejorar la capacidad de resolución de problemas. 12 LOS LÓBULOS FRONTALES Y PLANIFICACIÓN Dentro de la neuropsicología se atribuyó por primera vez a Luria (1966), la idea que los lóbulos frontales eran responsables de programar y regular el comportamiento, y de verificar si una actividad dada era apropiada para una situación. Para Luria (1974, p.118) “los lóbulos frontales del cerebro son la última adquisición del proceso evolutivo y ocupan aproximadamente una tercera parte de los hemisferios cerebrales del ser humano. Están íntimamente relacionados con la formación reticular del tronco encefálico y abundan en fibras ascendentes y descendentes...Tienen conexiones íntimas con la corteza motora y con las estructuras del segundo bloque que... sus estructuras no maduran hasta el cuarto o quinto año de vida y su desarrollo experimenta un rápido avance durante el periodo que tiene una importancia decisiva para las primeras formas de control consciente de la conducta”. Del mismo modo, Stuss y Benson (1986) han sugerido que el sistema ejecutivo frontal comprende una serie de procesos componentes, cada uno de los cuales pueden influir en dos sistemas funcionales básicos: el impulso y la secuenciación. Estos procesos, a su vez, alimentan y moderan una gama de sistemas diversos que están fuera de los lóbulos frontales. El córtex prefrontal es una de las áreas más altamente interconectadas con otras regiones del córtex humano. Se conocen interconexiones masivas con los lóbulos parietales, temporales, regiones límbicas, ganglios basales y cerebelo (Jódar, 2004). Este rico y basto entramado de conexiones tanto corticales como subcorticales, prueba el papel central que juega en el control de la conducta. Podemos describir al menos dos circuitos funcionales de interés neuropsicológico dentro del córtex prefrontal (Bechara, Damasio y Damasio, 2000; Cummings, 1993; Damasio, 1994): (I) Por una parte, el circuito dorsolateral, se asocia a ha- bilidades de perfil cognitivo, como memoria de trabajo, atención selectiva, formación de conceptos y flexibilidad cognitiva. La actividad de este circuito se ha asociado al rendimiento en tarea clásicas de función ejecutiva, como las pruebas de fluidez (verbal y visual), las tareas BN–Back, la prueba de Stroop, la Torre de Hanoi o la prueba de Clasificación de Tarjetas de Wisconsin (Bechara, Dolan, Denburg, Hindes, Anderson y Nathan, 2001). Y, (II) Por otra parte, el circuito ventromedial se asocia al procesamiento de señales somáticas – emocionales que actúan como marcadores o guías de los procesos de toma de decisiones hacia objetivos socialmente adaptativos (Damasio, 1994). Para comprender cómo pueden influir los lóbulos frontales en tal variedad de funciones, necesitamos comprender cómo se organiza el cerebro y cómo influye esta organización en la conducta y en las actividades cognitivas (Das, Kar y Parrila, 1998). Esta conceptualización de los sistemas funcionales se basa principalmente en el modelo jerárquico de funcionamiento del cerebro propuesto por Stuss y Benson (1986). Según Das, Kar y Parrila (1998), la organización jerárquica de las unidades funcionales (nivel neuroanatómico) y de los sistemas funcionales (nivel cognitivo) en que se apoyan es evidente (ver Figura 1). Figura 1. Sistemas funcionales frontales y posteriores / basales (tomado de Das, Kir y Parrila, 1998, p. 69) 13 La evaluación de estos procesos de pensamiento (resolución de problemas y planificación) puede realizarse de una forma cualitativa y experimental como lo hacia Luria, dentro de las pruebas más clásicas entre las que podemos destacar las siguientes: La Torre de Hanoi, la Torre de Londres, problemas aritméticos y problemas complejos. Como tests para probar las capacidades de planificación, son útiles a juicio de Lezak (Manga y Ramos, 2001): Laberintos de Porteus, Figura Compleja de Rey y Dibujos del Test de Bender, seguidamente nos vamos a centrar en dos de los más conocidos. -Torre de Hanoi (TOH) Es un instrumento tradicionalmente aplicado en el diagnóstico y evaluación las funciones ejecutivas (Golea, Pullara y Grafman, 2001; Miyake, Friedman, Emerson, Witzki y Howerter, 2000) convirtiéndose en casi una tarea imposible para personas con lesiones en el lóbulo frontal (Anderson, Bechara, Damasio, Tranel y Damasio, 1999; Boone, 1999; Dalmas, 1993). La memoria de trabajo es un ingrediente esencial para realizar correctamente esta tarea, ya que hay que predecir ciertas configuraciones intermedias de discos resultantes de posibles movimientos, considerar sus implicaciones de cara a otras configuraciones posteriores, y evaluar su utilidad con vistas a la consecución final de la configuración deseada. La capacidad de inhibición es una habilidad implícita para el correcto desarrollo de este test (Miyake et al., 2000). Una variante de la torre de Hanoi, es la torre de Toronto, que agrega una dificultad consistente en un cuarto bloque. En vez de usar anillos de diferentes medidas, se usan de igual medida, pero de diferentes colores: blanco, amarillo, rojo y negro. Valora funciones ejecutivas y dentro de éstas, la capacidad de planificación, para llevar a cabo ensayos mentales 14 y trabajar bajo unas pautas o reglas determinadas (Simon, 1975). -Torre de Londres Es un instrumento neuropsicológico muy conocido, que se ha usado, también, y es ampliamente utilizada para evaluar: la capacidad de planificar una actividad, mantener la atención, pensar entre varias alternativas y escoger una de ellas; la capacidad inhibitoria y desarrollar un marco conceptual que dirija la actividad. Además, la memoria de trabajo, también, es un componente clave, en la solución del problema. ATENCIÓN: INHIBICIÓN DE RESPUESTAS AUTOMÁTICAS No existe actualmente un modelo satisfactorio acerca de la atención, sirva de ejemplo el modelo de atención propuesto por Mirsky (Torre, 2002). Ello es atribuido, entre otras razones, al carácter amorfo (Petterson, Mack, Geldmacher y Whitehouse, 1996), multidimensional (Dinklaje y Barkley, 1992) y complejo (Estévez, García y Junqué, 1997). Diversos autores (Estévez et al., 1997; García, 2001) han descrito tres redes funcionales de la atención regulados por tres sistemas cerebrales atencionales: -El primero de estos sistemas se denomina arousal o alerta neurofisiológico, corresponde a la atención más básica o primaria y lo regula el sistema reticular activador y sus conexiones talámicas, límbicas, frontales y de los ganglios basales. El procesamiento de la información puede alterarse tanto por exceso como por defecto del funcionamiento de este sistema. Puede considerarse un requisito previo y necesario para la actuación del sistema ejecutivo, ya que, incluso participa a través del filtraje talámico de una cierta selección de estímulos (Young y Pigott, 1990). Sin embargo, no agota las funciones que se atribuyen al sistema ejecutivo. -El segundo, es el Sistema de Atencional Posterior (S.A.P.) permite dirigir la atención a determinados estímulos de interés. Su correlato fisiológico se localiza en zonas del córtex parietal posterior – con predominio del hemisferio derecho – el pulvinar lateral y el colículo superior. Este sistema de atención polisensorial permite al sujeto elaborar un procesamiento de la información desde el exterior, desde los estímulos externos, hacia los procesos internos del sujeto, procesamiento de abajo arriba (bottom – up) (Colby, 1991). Estamos tratando, por tanto, de un procesamiento atencional cuyas funciones, resultan necesarias para que tengan lugar algunas tareas del sistema ejecutivo. trar en una de las dimensiones que constituye el Sistema Atencional Anterior, la atención focalizada. Como ya hemos comentado, es la que permite al sujeto rechazar estímulos irrelevantes, controlar las interferencias evitando que el sujeto concentre la atención en todos y cada uno de los estímulos que se reciben, facilitando la realización del plan propuesto. La realización exitosa de una buena parte de las tareas involucradas en los procesos ejecutivos, requiere la omisión de respuestas prepotentes incorrectas. Esta omisión, exige, a su vez, una cierta capacidad de inhibición (Arbuthnott y Campbell, 2000; Arbuthnott y Frank, 2000; Dowsett y Livesey, 2000). -El tercero, el Sistema Atencional Anterior (S.A.A.) nos proporciona la capacidad de atención deliberada o atención ejecutiva, o dirigida a la acción. Lo integran zonas del cingulado anterior, prefrontales dorsolaterales y el núcleo caudado. Este sistema, también conocido como sistema ejecutivo, está formado por estructuras con diferente ontogenia, como son el sistema límbico y las áreas frontales y prefrontales (Acosta, 2000). Se ha relacionado la función del cíngulado anterior con la experiencia de focalización en el objetivo, por ello a este sistema también se le conoce como red ejecutiva (Posner y Raichle, 1994; Posner y Rothbart, 1991). De acuerdo con Posner (1996), el término “ejecutivo” sugiere dos importantes funciones generales: un sistema ejecutivo formado sobre los procesos que están teniendo lugar en la organización y la segunda función de un ejecutivo es ejercer un cierto control sobre el sistema. Por contraposición, al procesamiento bottom - up de la información, existe el procesamiento top – down, o reflexivo y orientado a un fin. Su director sería el plan de conducta trazado por el sistema ejecutivo y, el instrumento fundamental para poder llevarlo a cabo el Sistema Atencional Anterior (S.A.A.) (Estévez et al., 1997). Luria (1979a, b) destaca el papel que el lóbulo frontal juega en el control voluntario de la atención. Según este autor, durante la maduración ontogenética y filogenética del sistema nervioso central, se produce una progresiva corticalización de la atención, que culminaría con la activación máxima del lóbulo frontal. Durante la maduración cerebral, en el periodo de la infancia, la atención pasaría de su condición originariamente involuntaria a poder ser voluntaria o controlada. Inicialmente, el niño es totalmente dependiente del medio y atiende de acuerdo con las características del estímulo, progresivamente va adquiriendo el control voluntario de la atención, de manera que la atención adulta, voluntaria y cortical, representa la plena capacidad de seleccionar el estímulo, al cual uno desea atender y permite inhibir los estímulos circundantes irrelevantes. Cuando falla el lóbulo frontal, vuelve aparecer la atención involuntaria, estímulo – dependiente, guiada por el mundo exterior (estímulos visuales y acústicos) o por emergencias personales (Junqué y Barroso, 1994). Tras esta revisión sobre los diferentes sistemas atencionales cerebrales, nos vamos a cen- Uno de los tests más clásicos propuestos para medir la capacidad de atención voluntaria y la capacidad de inhibición de estímulos que desencadenan respuestas automáticas, es el test de Stroop (Junqué y Barroso, 1994). 15 Desde que en 1886, Cattell comprobase que el tiempo que se tarda en leer palabras es mucho menor que el necesario para reconocer simples colores, y la posterior formulación de la tarea de interferencia por Stroop (1935), este campo de investigación ha sido enormemente prolífico. Aranda, Cabaco y Sanfeliú (1997) y McLeod (1991) presentan una contextualización histórica sobre las raíces del fenómeno, así como un posterior análisis del paralelismo de la tarea Stroop y el abordaje del mecanismo atencional en cuatro grandes etapas, siendo a partir de mediados de siglo cuando la tarea de interferencia Stroop adquiere gran relevancia para los investigadores, pasando en los últimos años a desarrollar una inusitada importancia en el terreno aplicado, fundamentalmente clínico, tanto desde un plano diagnóstico como predictivo en los ámbitos más diversos. Algunos estudios neuropsicológicos han demostrado que la interferencia del Stroop se produce como consecuencia de interferir los procesos verbal y no verbal en la fase de respuesta (Golden, 1994). Por otro lado, recientes estudios (Duncan et al., 1996) han demostrado la alta asociación entre tests sensibles al funcionamiento del lóbulo frontal con tests de habilidad intelectual general. Así, el anterior autor ha demostrado como individuos que presentan alteraciones en el lóbulo frontal, rinden bien en las escalas de inteligencia Wechsler (WAIS-R), sin em- 16 bargo, su rendimiento disminuye en tests que miden aspectos vinculados con la inteligencia fluida. Hemos de señalar que en esta versión del WAIS-R no se consideran aspectos de la inteligencia fluida (en el WAIS-III ya se incorporan subtests que evalúan la inteligencia fluida), solo se evalúan aspectos relacionados con la inteligencia cristalizada. Consecuentemente, estos tests proporcionan excelentes medidas del factor g. Esto explica que los test que evalúan funciones de los lóbulos frontales y los tests de habilidades intelectuales comparten una varianza (Duncan, 1995). Por lo que es posible afirmar que las capacidades implicadas en la habilidad intelectual g (resolución de problemas, planificación, control del comportamiento bajo situaciones de novedad...), son, también, reguladas por el lóbulo frontal. Encontrándose, además, que los individuos con lesiones en los lóbulos frontales muestran una mayor discrepancia entre las puntuaciones de los tests de inteligencia cristalizada y puntuaciones de tests en inteligencia fluida. Los resultados del estudio desarrollado por Obonsawin, Crawford, Page, Chalmer, Cochrane y Low (2002) apoyan los supuestos del equipo de investigación de Duncan, según el cual, los tests del lóbulo frontal proporcionan buenas medidas de la habilidad intelectual. En la Tabla I se presentan los índices de correlación obtenidos por Obonsawin et al. (2002) en el estudio de la relación de tests de inhibición de respuestas automáticas y la escala WAIS-R en personas sin alteración neuropsicológica. Tabla I. Coeficientes de correlación de Pearson entre el rendimiento de tests sensibles al funcionamiento del lóbulo frontal y el WAIS-R en personas sin alteración neurológica (adaptado de Obonsawin et al., 2002) TESTS SENSIBLES AL FUNCIONAMIENTO DEL LÓBULO FRONTAL WAIS-R Torre de Londres .37770 Prueba de estimación de habilidades cognitivas (planificación) -.5764 MEMORIA MEMORIA INMEDIATA La investigación de la memoria en esta batería incluye el estudio del proceso de aprendizaje, retención y recuperación y memoria lógica. El aspecto más importante es, según Christensen (1987) el análisis de la manera de incrementar el volumen de material retenido, de la influencia del nivel de aspiración y de la reacción ante los errores, razón esta por la que nos vamos a detener en la llamada curva de aprendizaje, desarrollada por Christensen (1987). Las curvas de aprendizaje son procedimientos habitualmente utilizados con el objeto de estudiar la relación entre edad, memoria y procesos de aprendizaje (Ver Benedet, Martínez y Alejandre, 1998). Esta curva de aprendizaje ha servido de inspiración y ha sido incluida en diversas baterías neuropsicológicas: Batería Luria – DNA desarrollada por los profesores Manga y Ramos (2000) y la batería Luria DNI (Manga y Ramos, 1991), previamente había sido incluida en las formas I y II de la batería Luria Nebraska y más recientemente es utilizada por León-Carrión y Domínguez (2002) como una prueba de memoria, aisladamente, en estudios con pacientes de daño cerebral y Uso común de objetos .4816 Stroop .3816 Adaptación del test de Wisconsin -.2396 Test de fluencia verbal .5313 PASAT (Paced auditory serial addition task) .6258 en población infantil Leon-Carrión, Barroso, Calvo y Hernández (1993), también lo han incluido dentro de la batería neuropsicológica desarrollada por León-Carrión (1997). La curva de Luria consta de una serie de diez palabras que al sujeto se le presentan una serie de veces, y los datos que se observan se presentan en curva de memoria, siendo administrada la prueba sin entonación especial y guardando la misma cadencia. Una vez recitada por el administrador la serie de palabras, el sujeto ha de especificar cuantas palabras cree que va a recordar, para luego repetir la serie leída en el orden que él recuerde y hasta donde pueda hacerlo. El procedimiento se repite durante cinco o más ensayos en la batería Luria – DNA. En la curva de aprendizaje desarrollada por Luria y operacionalizada por su discípula Christensen en 1987, el aspecto más importante es el análisis de los métodos utilizados, la manera de incrementar el volumen del material retenido, la influencia del nivel de aspiración y de la reacción ante los errores. (i) Se le presentan al paciente un conjunto de palabras completamente inconexas, que son demasiadas para memorizar, normalmente diez o doce palabras. Se le pide que memori17 ce esta serie y que la reproduzca en cualquier orden. Después de que ha escrito lo elementos que ha podido retener se le presenta otra vez la serie y se recogen de nuevo los resultados. Se repite el mismo procedimiento como mucho diez veces, los resultados se van anotan en una curva de memoria. Durante la memorización se pregunta al paciente cuántas palabras será capaz de memorizar cuando se repita la serie de nuevo. Las respuestas se comparan en la curva con los resultados actuales. (ii) En una variante del test se utilizan números en lugar de palabras (normalmente ocho o diez). A lo largo de la prueba se observa si el paciente se esfuerza en prender las palabras en un orden particular, prestando atención cada vez a las palabras que no pudo recordar la vez anterior. Comete pocos errores y no repite el mismo error varias veces sucesivas. Sin embargo, aprende despacio y no puede memorizar más de cinco series palabras. Una peculiar característica de su alcance limitado puede ser su capacidad para reproducir un grupo de palabras que se le presente de nuevo, pero perdiendo, sien embargo, al hacerlo el grupo memorizado anteriormente. La persona se fatiga fácilmente, después de la cuarta o quinta repetición, la ejecución declina. La persona no evalúa su actuación de forma realista: es incapaz de predecir cuántos elementos de la serie será capaz de repetir. Puede continuar repitiendo inertemente un número bajo; incluso después de haber demostrado que sus resultados reales son superiores. Repite las palabras de forma aleatoria, y no presta especial atención a las palabras que recordaba anteriormente. La serie que continúa repitiendo puede ser estereotipada, así como los errores. Un análisis de esta prueba nos puede estar indicando lesión en los lóbulos frontales. Los numerosos trabajos – en el campo de la memoria (v.g. Ruiz, 1991, 2002) – sobre recuerdo libre han puesto de manifiesto que 18 las curvas de posición serial (que representan la probabilidad del recuerdo individual de los ítems frente a su orden de presentación) indican que los primeros y los últimos ítems son más fáciles de recordar (Robinson y Brown, 1926). A la probabilidad aumentada de recordar los ítems del comienzo de la lista se ha llamado “efecto primacía” y al incremento similar en el recuerdo del final de la lista se ha llamado “efecto de recencia”. El primero se considera que refleja procesos controlados de nivel superior, mientras que el segundo se atribuye a la memoria a corto plazo. Ballesteros (1997, 2001) y Ballesteros y García (1998) nos explican exhaustivamente qué ocurre cuando se pide a alguien que repita, en el orden que desee, una serie de elementos superior a la que puede retener en la Memoria a Corto Plazo. En esta situación, según estas investigadoras, puede ocurrir que la persona sea capaz de aumentar la capacidad de su memoria inmediata mediante un fenómeno conocido como “agrupamiento”, de esta manera se puede extender la Memoria a Corto Plazo por encima de su capacidad para almacenar elementos no relacionados entre sí. Cuando la persona no encuentra una relación que le permite realizar este agrupamiento, recordará bastante bien los primeros elementos de la serie (efecto primacía), muy mal los elementos centrales, y mucho mejor los últimos elementos de la serie (efecto recencia). El efecto primacía parece deberse a que se presta mayor atención y se repiten más los elementos presentados al principio de la lista. Cuando se presenta un elemento, intentamos repetirlo hasta que se presenta el segundo elemento de la lista. Cuando aparece un nuevo elemento, tratamos de retenerlo, pero a la vez intentamos repetir los elementos anteriores. El efecto de primacía se explica por la mayor repetición de los primeros elementos de la serie (Rundus, 1971) que indica los elementos que han sido transferidos a la Memoria a Largo Plazo. Los últimos elementos de la serie todavía están contenidos en la Memoria a Corto Plazo, por lo que presentarán una elevada probabilidad de ser recordados. La explicación que se ha dado a este efecto, según Ballesteros (1997), desde la mitad de los años setenta, es que los últimos elementos de la serie se recuerdan mejor porque están contenidos en la Memoria a Corto Plazo (Waugh y Norman, 1965). Los elementos intermedios de la serie se perderán en su mayor parte, debido a su menor probabilidad de repetición. Por eso, no serán transferidos a la memoria permanente, porque habrán sido desplazados de la Memoria a Corto Plazo (de capacidad limitada) por los elementos que siguieron en la presentación. Los resultados de la curva de posición serial sirvieron a los anteriores investigadores para proponer que en tareas de recuerdo libre se manifiesta la existencia de dos almacenes diferentes de memoria. Para Luria (1986) esta prueba permite valorar tanto el resultado general (número de elementos de la serie retenidos y cantidad de repeticiones necesarias para el aprendizaje total de los mismos), como el carácter de la misma (su rápido accenso, la existencia de oscilaciones...) y la estabilidad del orden con que el sujeto ha reproducido las palabras (esto último da la posibilidad de establecer tanto las peculiaridades de “estrategia” de la actividad mnémica del sujeto como, también, la presencia del “factor externo” al que antes nos hemos referido) (Luria, 1986). MEMORIA DE TRABAJO Existe una fuerte tendencia a otorgar a la memoria de trabajo un papel central en las funciones ejecutivas (Artigas, 2003; Cantrill, 2003). Diversos autores (Passingham, 1996; Petrides, 1996) han sugerido diversas formas, según las cuales el lóbulo frontal puede mediar en las funciones de la memoria de trabajo. La importancia del lóbulo frontal en las habilidades de evocación, metamemoria y fuentes de memoria es estudiada por Janowsky, Shimura y Squire (1989a, b). Estos datos apoyan la idea que el lóbulo frontal juega un papel esencial en el aprendizaje y la memoria, al contribuir a la organización de la información en la memoria, asociando la información en la memoria al contexto en que fue aprendido. Algunos autores (Parkin, 1999) van más allá y consideran que la corteza frontal es esencialmente un sistema de memoria de trabajo en el cual se forman asociaciones entre metas, estímulos ambientales y conocimiento almacenado, siendo un ejecutivo el que interactúa con distintos subsistemas que controlan las acciones rutinarias. La participación de los lóbulos frontales es para Luria (1979a) decisiva en el proceso de conservación de las huellas de memoria. Para él, una lesión en esta zona conduce más que a trastornos primarios de la memoria a una patología de la actividad mnésica donde las interferencias se manifiestan claramente y donde pueden observarse fenómenos de contaminación mnésica en los que los pacientes mezclan aspectos que pertenecen a distintos sistemas. Propone unas condiciones neurodinámicas para que pueda darse la actividad mnésica, que puede resumirse en los siguientes puntos: (i) La integridad de los sistemas cerebrales asociados a la memoria, siendo necesarios para la memorización, y evocación de la información previamente recibida, (ii) la conservación del tono cortical normal o “de la fuerza de los procesos mnésicos” garantizado por el tronco cerebral y la formación reticular, (iii) la ley de la fuerza por la que se garantizan la selectividad de los procesos psíquicos. Es decir, algunos sistemas de excitaciones se constituyen como dominantes, activando selectivamente determinados sistemas e inhibiendo conexiones secundarias relevantes para la tarea propuesta al sujeto y (iv) la movilidad óptima de los procesos mnésicos, es decir, que las huellas anteriores de memoria no interfieren en la reproducción de las nuevas. Este tipo de memoria a corto plazo se corresponde, en la teoría de Fuster (1989) sobre la 19 función del lóbulo frontal, con dos elementos: la memoria provisional y el anticipatory set o preparación. Desde un punto de vista estructural, la mayor parte de los autores suscriben el modelo de Baddeley y Logie (1999) (ver Adams y Willis, 2001; Baddeley, 1992). Este modelo considera que la memoria de trabajo tiene tres elementos: (i) uno de ellos responsable de dirigir la atención hacia cualquiera de los otros dos, que sería el ejecutivo central, y (ii) los dos sistemas subsidarios: el retén fonológico y la representación visoespacial, han sido inferidos a partir del modelo computacional, del estudio de personas mayores y niños, y sobre todo a partir del estudio de pacientes con daño cerebral (Logie, 1999). El procesador ejecutivo central presenta dos tipos de funciones bien diferenciadas, siendo responsable del mecanismo atencional y de la manipulación de los proceso de control (Dasi y Ruíz, 1991). Una cuestión en torno a la Teoría de la Memoria de Trabajo sería ¿es el ejecutivo central el subalmacen atencional, o cada almacén, como por ejemplo, el bucle articulatorio, tiene un componente atencional?. El experimento desarrollado por Sanfeliú, Mesenguer y Albarabel (1991) concluye considerando los mecanismos atencionales como parte del ejecutivo central. Cicerone (2002) y De Ribaupierre (2000) consideran la memoria de trabajo como un sistema atencional con un sistema ejecutivo central. Este componente ejecutivo central determina la capacidad de resolución de un problema junto con la eficacia del procesamiento (Demetriou, Christou, Spandioudis y Platsidou, 2002), encargándose de la selección de estrategias y del planteamiento, dependiente del sistema prefrontal (Hitch y Baddeley, 1976). Tirapu, Casi, Ugarteburu y Albéniz (2002) de forma genérica, afirman que el sistema ejecutivo central es un sistema atencional, por medio del cual se llevan a cabo tareas cognitivas en las que interviene la memoria de trabajo, realizando operaciones de selección de estrategias y control. 20 Son diversos los instrumentos que permiten la evaluación de la memoria de trabajo, algunos de ellos utilizados de forma genérica en el proceso de evaluación de la función ejecutiva: -Los subtests Dígitos, Letras y Números y Aritmética del WAIS–III nos permiten valorar esta capacidad (Hanford y Emory, 2001; Howes, 2000; Sarkari, 2003; Wechsler, 1976), encontrándose correlaciones con el Test Making Test A. -El test de Wisconsin es un instrumento que correlaciona positivamente con las tareas de memoria de trabajo, siendo el rendimiento más dependiente de la capacidad de la memoria de trabajo que del número de perseveraciones (Lehto, 1996). -La torre de Hanoi y la Torre de Londres son otros instrumentos que permiten evaluar una amplia variedad de habilidades del lóbulo frontal, entre ellas la memoria de trabajo (Gihooly, Wynn, Philips, Llogie y Della, 2002; Philiphs et al., 2003). -El rendimiento deficiente en la Tarea Dual en pacientes con Alzheimer ha sido atribuido a déficits en un componente ejecutivo de la memoria de trabajo (Della et al., 1995). -El Star Counting Test (SCT) es un test de atención basado en el modelo de memoria de trabajo propuesto por Baddeley y Hitch (1974). -El Mini-Mental (MMSE) (Folstein, Folstein, McHugh y Fanjiang, 2002), en su brevedad permite evaluar el estado mental del paciente, en particular el declive cognitivo, siendo también apropiado, para evaluar la memoria de trabajo (Pascual, Fernández, Saz, Lobo y Morales, 2000). CONCLUSIONES En este artículo nos hemos centrado en tres dimensiones que son susceptibles de ser evaluadas a través de la batería neuropsicológica Luria-DNA, planificación, atención en concreto inhibición de respuestas automáticas y memoria, tanto inmediata como memoria a corto plazo. Paralelamente hemos ido exponiendo diversos instrumentos, que nos pueden ayudar a completar la información obtenida con esta batería. Aunque es posible una aplicación aislada de estos subtests, en concreto de la subprueba de control atencional, de las subtests que configuran el área de memoria y de los subtests vinculadas con la capacidad de planificación, implícita en subtests relacionados sobre todo con lenguaje y actividad conceptual, abogamos por una aplicación integra de esta batería, dado el reducido periodo de tiempo en su aplicación, permitiendo la obtención de un perfil neuropsicológico lo más amplio y comprensible posible del paciente. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Acosta, M.T. (2000). 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REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN Vol. 19, (nº. 1), Ano 16º-2011 ISSN: 1138-1663 UNA REALIDAD OLVIDADA: LA SALUD VOCAL EN EDUCACIÓN INFANTIL Y PRIMARIA A FORGOTTEN REALITY: VOCAL HEALTH IN SCHOOL AND PRIMARY EDUCATION Mª José FIUZA ASOREY Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación Universidad de Santiago de Compostela RESUMEN: El conocimiento cada vez más profundo de las disfonías infantiles que se ha producido en las dos últimas décadas ha conducido a que la detección, el diagnóstico y el tratamiento de las disfonías infantiles hayan cobrado gran interés y estén experimentado una evolución muy positiva. Dicho conocimiento se encuentra fundamentalmente ligado a los importantes avances realizados en exploración diagnóstica, a la mayor sensibilización por parte de los profesores y los especialistas médicos y al mayor número de profesionales comprometidos con la educación y reeducación de la voz. Sin embargo, la realidad es que las disfonías infantiles no están ocupando el espacio que les corresponde en la Educación Infantil y Primaria que se imparte en los centros educativos. Data de recepción: 15/02/2011 Data de aceptación: 27/06/2011 A continuación, se propone un plan de prevención de la patología vocal infantil aplicable a niños de Educación Infantil y de Educación Primaria. Mejorar la salud vocal infantil debería de ser un importante factor a tener en cuenta para, indirectamente, incidir en la salud vocal del profesorado. PALABRAS CLAVE: hiperfunción vocal en niños, higiene vocal, prevención de problemas de voz en niños. ABSTRACT: The increasing understanding of children’s dysphonia which has taken place during the past two decades, has led to a greater interest and a highly positive evolution in the detection, diagnoses and treatment of such problem. Correspondencia: E-mail: [email protected] 27 This understanding is mainly linked to the important improvements that have been achieved in diagnostic examination, the greater awareness of teachers and medical specialists, and the higher number of professionals implicated in the voice education and re-education. However, reality shows that children’s dysphonies have not been given the place they deserve in preschool and primary education taught at educational centres. A proposal for a plan for the prevention of children’s vocal pathologies directed to preschool and primary education children will follow next. The improvement of children’s vocal health should be taken into account as an important factor in order to contribute indirectly to the teaching staff’s vocal health. KEY WORDS Children vocal hyperfunction, vocal hygiene, prevention of voice problems in children. INTRODUCCIÓN Sin duda alguna, las disfonías aumentaron su incidencia desde mediados del siglo XX tanto entre la población adulta como en la población infantil, de tal forma que no es raro encontrarse, dentro de las aulas, con niños y niñas roncos. Sin embargo, existen muy pocos trabajos que estén dirigidos a ahondar en dicha problemática y a buscar posibles soluciones. Ya en 1923 Suñé (cit. en Vila, 2010) en su discurso de recepción a la Real Academia de Medicina de Barcelona, hizo especial mención a la prevención de las disfonías en la edad escolar. Señalaba que los niños gritan en demasía en el juego, imitan los gritos de ciertos animales y/o realizan ejercicios de canto que no siempre están bien dirigidos. Aunque no existen estudios exhaustivos realizados en todo el ámbito español, Borragán, Barrio, Guisández y Fernández (1999) con una muestra de 919 niños de la Comunidad Autónoma de Cantabria, detectaron que el porcentaje total 28 de niños que presentaban trastornos o modificaciones en la voz era del 36%. Las diferentes reformas educativas realizadas en los últimos años no han contemplado dentro del currículo escolar la prevención y educación de la voz, a pesar de que ésta es el principal medio de comunicación de que disponemos y lleva inherentes importantes repercusiones psicosociológicas (Estellés, 1999). Dedicar un tiempo a la educación de la voz en edades tempranas garantizaría un uso correcto de la voz infantil, fomentaría una voz sana en la vida adulta y ayudaría al equilibrio físico y emocional del niño. Colaboraría, indirectamente, en la disminución de los problemas vocales de los docentes, por cuanto se verían menos obligados a elevar la voz, rompiéndose así el círculo vicioso del ruido y el grito. Además, permitiría una mejora de la calidad vocal infantil tanto hablada como cantada, ya que como demostró Rinta (2009) los niños emplean el mismo comportamiento vocal en los dos casos, a diferencia de lo que sucede en la voz adulta cantada, que presenta adaptaciones específicas (Cortázar y Rojo, 2007). LA VOZ EN EL CONTEXTO PERSONAL Y SOCIAL INFANTIL Si se reflexiona un poco sobre los motivos que conducen a tantos niños a la voz disfónica fácilmente se puede encontrar un gran paralelismo con el mundo de los adultos, ya que la presión social les exige cumplir con un número de actividades muy superior al que realizaron nuestros antepasados y seguramente, la mayoría de los adultos actuales. El alto ritmo de actividad conduce a una hiperactividad que provoca tensión, tensión que se extiende a la voz. La práctica clínica con niños que sufren disfonía permite constatar, tal y como han señalado diferentes especialistas en el tema (Bustos, 1995; Dinville, 1981; HeuilletMartin, Garson-Bavard, y Legré, 2003; Neira, 1998; Pfauwadel, 1981) que se trata de niños que podrían ser definidos como inteligentes, despiertos y exitosos en la escuela. Realizan aventajadamente un importante número de actividades fuera del marco escolar porque tienden a la hiperactividad física. El mundo infantil es por sí mismo muy ruidoso, lo que provoca una conducta generalizada de abuso vocal, centrada básicamente en los gritos, al constituir éstos una forma habitual de relación en espacios abiertos, en los que los interlocutores se encuentran a bastante distancia (Vila, 2010). PATOLOGÍA VOCAL INFANTIL Las disfonías infantiles son más frecuentes en niños que en niñas, suelen constituirse alrededor de los seis o siete años y alcanzan su pico álgido entre los nueve y diez años, si bien puede aparecer incluso antes de los tres años (Arias y Estapé, 2005). Como en sus inicios se muestra como un proceso progresivo e intermitente es frecuente que ni los padres, ni los maestros y tampoco el propio niño sean conscientes del problema. En niños preadolescentes varones los padres creen encontrarse ante una muda vocal anticipada por lo que la disfonía se convierte, poco a poco, en un proceso crónico. La presencia de factores favorecedores y desencadenantes (tales como patología ORL y/o pulmonar más o menos crónica, inestabilidad emocional, ambiente muy ruidoso y competitivo, etc.) hará que el círculo vicioso del esfuerzo vocal se consolide cada vez más, generando mayores dificultades para emitir la voz. Todo ello podría resumirse en el hecho de que necesitar ser eficiente a la hora de hablar lleva a empujar la voz para que salga. Cuanto más se empuja más esfuerzo se produce y menos voz se obtiene, lo cual lleva a seguir empujando y, por tanto, a tener cada vez menos voz. El círculo vicioso del esfuerzo vocal viene dado por la necesidad de hablar cuando la voz no sale y se va, poco a poco, sustituyendo el mecanismo de la voz normal por el de la voz de sobreesfuerzo, o voz de apremio, en la que se flexiona la parte superior del tórax y se proyecta la cara hacia delante para ser escuchado. No sólo se altera el funcionamiento de la voz sino el del cuerpo y, dentro de éste, hay que recordar que están también implicados factores emocionales y de la vida psíquica de la persona. La disfonía se manifiesta como una alteración que afecta a las posibilidades comunicativas de la persona y que se plasma en todas las facetas de la vida cotidiana: familiar, social y escolar. La sintomatología característica de las disfonías infantiles presenta signos subjetivos y objetivos propios. En cuanto a los primeros, los signos subjetivos, es frecuente que tanto el niño como sus padres no sean conscientes del problema, al menos en sus etapas iniciales (debido, fundamentalmente, a que se trata de un proceso lento). Las dificultades de las que existe consciencia se vinculan con la lectura en voz alta y la utilización de la voz en un nivel medio/bajo. La percepción que se tiene de la propia voz es que no hay dificultad alguna para usar la voz de llamada o grito. Por lo que respecta a los segundos, a los signos objetivos, la voz conversacional destaca por la agravación de la tonalidad, reducción de la modulación, existencia de finales sofocados, intensidad excesiva y alteración de la articulación. Teniendo en cuenta la existencia de una sintomatología claramente diferenciable, el maestro puede realizar una importante labor de detección de problemas de voz entre sus alumnos, para lo que se sugiere la cumplimentación de una ficha de valoración de disfonía, de carácter individual. Una valoración detallada de la respiración puede realizarse siguiendo el “protocolo de observación de la respiración” de Álvarez, Jané y Turón (2003). 29 Tabla 1. Ficha de valoración de la disfonía Alumno Edad Curso Centro SÍNTOMATOLOGÍA BÁSICA Voz enronquecida habitualmente Sensación de que realiza esfuerzo para hablar Se queja de sequedad, quemazón, dolor de garganta Su voz es demasiado grave para su edad Tiene dificultades para cantar Su voz tiende a quebrarse La respiración es ruidosa y bucal Presenta una gran fluidez, con sacudidas de voz La duración de las frases suele estar acortada A veces la terminación de las frases es inaudible Termina su intervención oral sin voz y sin aliento FACTORES ASOCIADOS Suele gritar Tiene tendencia a afecciones de la vía respiratoria Ha sido intervenido de amígdalas En su familia hay personas con problemas de voz No existen deficiencias auditivas, motoras o psíquicas que puedan interferir con el diagnóstico de disfonía DIFERENCIAS ENTRE EDUCACIÓN Y REEDUCACIÓN DE LA VOZ Educar la voz es un proceso de aprendizaje consciente realizado para lograr el buen uso de la voz, evitando la fatiga y los episodios de ronquera. Este aprendizaje, de carácter preventivo, debería llevarse a cabo en la formación inicial de los profesionales de la voz: en las escuelas de formación del profesorado, en las de periodismo, etc., para quienes desean ser cantantes, actores, políticos, oradores... Es indispensable aprender a utilizar correctamente la voz para no sufrir, más pronto o más tarde, alteraciones que alteran la vida profesional y personal. En la infancia también se puede realizar una educación vocal. En principio parecería que deberá dirigirse a aquellos niños que forman parte de una coral o que cursan estudios 30 en escuelas de música o conservatorios; sin embargo, la educación de la voz debería englobar a todos los niños. Este tipo de educación se centra en la adquisición de hábitos vocales saludables (que tienen que ver con actitudes tan simples como aprender a escuchar y a respetar el turno de cada interlocutor, no gritar, no desgastar la voz en ambientes ruidosos, etc.) y en consolidar un buen tono muscular y respiratorio que permita una emisión fácil y, por lo tanto, sin esfuerzo. Al hablar de reeducación de la voz se está haciendo referencia al trabajo vocal a realizar con personas de cualquier edad que presentan alteraciones de la voz de forma más o menos crónica. Es habitual que se realice con personas que tienen que someter su aparato vocal a un sobreesfuerzo continuo, empleándolo como principal instrumento de trabajo. Sin embargo, en los niños también se producen al- teraciones de la voz por sobrecarga y por mal uso de la voz y, al igual que en los adultos, es necesario intervenir prontamente para evitar el afianzamiento de las conductas erróneas y solventar cuanto antes los problemas. cuchar el silencio. La colaboración familiar, centrada en la implicación de todos sus miembros, es un buen soporte de apoyo para alcanzar resultados satisfactorios (Arias y Estapé, 2005). Prevenir un trastorno vocal abarca desde el control postural hasta el seguimiento de normas de higiene vocal y se engloba en una concepción holística en la que el estado emocional guarda una gran relevancia. Por eso, tiembla la voz en situaciones de gran tensión emocional, se hace un nudo en la garganta cuando estamos deprimidos o cuando nuestro tono físico es bajo. Desde el mundo educativo se puede, desde que los niños son muy pequeños, realizar un aprendizaje de conductas sanas para el aparato fonador y que no sólo provocan beneficios a la voz, sino que permiten un ambiente más relajado y un mayor equilibrio mente-cuerpo desde una concepción integradora. Desde la educación fonatoria se propone una ejercitación en conductas vocalmente correctas y desde el mundo de la reeducación se trata de eliminar hábitos vocales incorrectos para instaurar pautas vocales sanas para el aparato fonador. En lo concerniente a los niños en edad escolar también puede hablarse de prevención de muchos trastornos de la voz. El entorno escolar es un medio que puede actuar como factor que aumente esta problemática o, por el contrario, ser un buen vehículo de transmisión de conductas sanas que disminuyan e incluso minimicen el riesgo de sufrir problemas de voz. La escuela debe presentar modelos vocales adecuados y fomentar conductas saludables. No hay que olvidar que también en la familia se transmiten con frecuencia modelos de conducta vocal que no son los adecuados y se debe reforzar la idea de que los modelos verbales de la familia han de fomentar apropiadamente la comunicación (Bustos, 1995). A veces hay personas mayores en el entorno familiar que sufren sordera y obligan a los demás miembros de dicho entorno a hablar con una intensidad elevada y en la televisión, por ejemplo en los dibujos animados, se transmiten modelos de comunicación cargados de contenidos violentos, competitivos o agresivos. El ruido ambiental urbano, es otro importante factor de riesgo vocal en un país como España, uno de los más ruidosos del mundo. Estamos en un mundo de ruido y, sin darnos cuenta, estamos generando también mucho ruido, por lo que es importante aprender a es- La labor de los profesionales de la educación ha de estar orientada, fundamentalmente, a la prevención de problemas de voz y a la educación de la voz para la salud en general (entendida como un equilibrio mente-cuerpo) y la salud vocal en particular. El trabajo reeducador propiamente dicho, en su sentido más estricto, ha de ser desarrollado por profesionales formados adecuadamente, seguramente de forma individualizada. El profesional docente puede trabajar en el enriquecimiento corporal y mental de sus alumnos desde la prevención y realizando una importante labor de detección de problemas de voz. La intervención preventiva en el ámbito escolar ayudará al enriquecimiento psíquico y emocional del niño, así como a la adquisición de normas y actitudes de convivencia y respeto a los demás. Familia y escuela son, por tanto, los agentes principales para la instauración de hábitos vocales saludables (Vila, 2009). MECANISMO DE LA FONACIÓN Y TERAPIA VOCAL La voz es el resultado de una acción combinada y solidaria de diferentes órganos, cartílagos, músculos, nervios y sistemas, en un 31 acto que incluye a la persona en su globalidad. Para emitir voz es necesaria la activación de una fuente de energía o fuelle (el aire de los pulmones), la transformación de ese aire en onda sonora (en las cuerdas vocales) y la amplificación de esa onda sonora en la caja de resonancia, junto con el trabajo de los órganos de la articulación. Dentro de los aspectos fundamentales a trabajar, tanto en educación como en reeducación de la voz, la respiración es prioritaria para disponer y regular la energía necesaria para emitir. La relajación, tanto completa como segmentaria permite lograr el grado de tonicidad muscular adecuado. La articulación es la base de una buena resonancia, al mover y colocar adecuadamente los órganos implicados y posibilitar una correcta emisión. Por último, la higiene vocal previene problemas de voz y colabora en el mantenimiento de la misma. A continuación se presentan los aspectos básicos de la educación/reeducación de la voz infantil, como pilares de la posterior salud vocal del individuo ya adulto: la higiene vocal, la relajación y la respiración. La higiene vocal: vicios y hábitos incorrectos En toda intervención en educación y/o reeducación de la voz uno de los primeros aspectos a trabajar es la identificación y eliminación de hábitos vocales incorrectos. De ellos, algunos son de fácil localización e identificación: el gritar, carraspear, toser, hablar sin articular, etc.; sin embargo, no son tan fáciles de eliminar puesto que suelen realizarse de forma inconsciente. El primer paso consiste en identificar qué conductas erróneas son habituales en el aula y elaborar un pequeño programa de control sobre ellas (“economía de fichas”), en el que los propios niños participen de forma activa y en el que se premie la reducción de conductas 32 perjudiciales para el aparato fonador. Obviamente, el profesor, que siempre es un modelo a seguir, deberá de realizar un autocontrol sobre su propia conducta con respecto al aparato fonador, ya que resulta impensable pretender corregir al alumnado cuando uno mismo comete esos mismos errores. De cara a ejecutar actividades que pueden presentar un marcado carácter lúdico pero que tienen como objetivo fundamental el implantar hábitos de higiene vocal en el marco escolar, se recomiendan las siguientes: a) Hablar con los niños de forma suave, prestando atención y explicándole que se le oye perfectamente si él lo hace del mismo modo. b) Adoptar posturas correctas para la emisión, que permitan un buen control de la voz del docente y sirvan de ayuda para los alumnos. c) Evitar que hable cuando hay ruido ambiental con el que hay que competir, como la televisión o las voces de sus compañeros; al viajar en coche o autobús, hablar suave y evitar hacerlo cuando suene la música; si se escucha música con auriculares, quitárselos para hablar. d) Enseñar a escuchar el silencio: todos los alumnos permanecen en silencio y escuchan los diferentes ruidos procedentes del exterior; aprender a respetar los turnos de conversación. e) En vez de llamar, silbar o dar palmadas; al saludar a distancia, hacerlo con la mano. f) Si se nota un estorbo en la garganta, intentar no carraspear y si se hace, que sea con el menor ruido y fuerza posibles; durante los resfriados, evitar toser. g) No jugar emitiendo ruidos extraños. LA RELAJACIÓN Cuando empleamos la voz, un medio de expresión físico y emocional, se utilizan diferentes músculos que deben de trabajar de forma coordinada y equilibrada, constituyendo un conjunto funcional en el que las tensiones musculares influirán tanto en la respiración como en la emisión. En un programa dirigido a la adquisición de pautas vocales correctas, la relajación debe suponer un trabajo importante cuya meta será la de aprender a diferenciar las tensiones corporales de los estados de distensión corporal. Ejercitarse en la consecución de estados corporales que permitan una fácil modulación de la voz permitirá obtener una voz de fácil emisión con el mínimo esfuerzo posible. La relajación es también un instrumento de relevancia en la facilitación de aprendizajes relacionados con la motricidad. Para niños de 6 /7 años se emplea, inicialmente, la técnica de relajación de Bucher (1995) en la que se trabaja por segmentos corporales. En niños de 4 años los ejercicios, tanto de relajación segmentaria como global, se realizarán centrándolos en el juego. Antes de iniciar su desarrollo en el aula es conveniente que los niños conozcan los términos que se emplearán en esta técnica de relajación y se familiaricen con ellos, adecuándolos a su edad. Se recomienda utilizar denominaciones tales como duro en lugar de contracción, o blando en lugar de rigidez. Todos los ejercicios a realizar, tanto con las extremidades superiores como inferiores, primero se realizarán con un solo miembro, luego con el otro y, finalmente, con ambos a la vez. Comprobando el grado de relajación alcanzado se puede apreciar la presencia o ausencia de resistencia al movimiento y la soltura de las articulaciones. 33 Tabla 2. Ejercicios de relajación de las extremidades superiores e inferiores Área de trabajo Extremidades superiores Descripción de ejercicios Levantar y dejar caer una mano en distensión, a lo largo del cuerpo, lateralmente y hacia atrás. Extender y luego relajar las manos, los dedos (separándolos) y los brazos. Presionar y luego relajar, apoyándose con fuerza sobre una colchoneta. Levantar y dejar caer en distensión los dedos de los pies, los pies (levantando los talones) y, por último, las piernas. Extender y luego relajar las piernas e ir distendiendo los pies y después las piernas. Flexionar los pies y las rodillas. Extremidades inferiores Ejercicios con las extremidades superiores e inferiores Presionar sobre el suelo y después relajar los dedos, los talones, las plantas de los pies, las rodillas y toda la pierna. Simétricos (con las extremidades del mismo lado). Asimétricos (una extremidad de cada lado). Alternativos (extremidades superiores o inferiores). La posición correcta estando sentado se interioriza empleando la comparación con un árbol: las raíces del árbol son los pies, fuertemente enganchados al suelo, pero el tronco 34 Comprobación del grado de relajación Levantar el brazo del niño, dejarlo caer cogerle una mano. Levantar el brazo del niño e impulsarlo para que realice algunos movimientos de amplitud y ritmo variable. Tomar un tobillo, hacerlo rotar para apreciar la amplitud del balanceo. Tomar una rodilla, levantarla unos centímetros y dejarla caer para valorar la forma de caída. Utilizar los ejercicios anteriormente descriptos está firmemente apoyado en la silla por los huesos que están en las nalgas (las puntas salientes de los isquiones), de tal forma que el árbol está recto, sin esfuerzos. Tabla 3. Ejercicios de relajación con el tronco y con los músculos de la cara, la nuca y el cuello Área de trabajo Descripción de ejercicios Comprobación del grado de relajación En posición horizontal y boca arriba se pide a los niños que levanten el tronco en arco, apoyándose en la nuca, hombros y talones para, a continuación, dejarse caer en distensión. En posición horizontal y boca abajo, levantar y distender el cuerpo apoyándose en los brazos y en los muslos. En posición horizontal y boca abajo levantar brazos y piernas apoyándose en el vientre y relajarse. Ejercicios con el tronco El niño, con las manos colocados en los costados, se levanta y después se deja caer para apreciar así si en la caída se dan resistencias o si, por el contrario, lo hace con laxitud. Sentado, dejarse caer hacia atrás y distenderse, flexionarse hacia delante y distenderse. Acostado sobre una colchoneta y boca arriba los niños han de girar la cabeza a derecha e izquierda, levantarla unos centímetros y dejarla caer y oprimirla contra la colchoneta y relajarla. Ejercicios con los músculos de la cara, la nuca y el cuello Acostados sobre una colchoneta y boca arriba los niños han de cerrar los ojos con fuerza para, la primera vez, distenderlos rápidamente y, la segunda, muy lentamente. Levantar las cejas para contraer la frente y relajarla. Apretar los labios y soltarlos debiendo quedar la boca ligeramente entreabierta. Apretar las mandíbulas una contra otra y soltarlas. Colocar las manos a ambos lados de la cabeza y realizar leves movimientos hacia uno y otro lado, valorándose la soltura del balanceo. Poner una mano bajo la nuca para levantarla y ver la ausencia o no de resistencia, la pesadez y la movilidad de esta articulación. Flexionar y relajar el cuello dejando caer la cabeza hacia delante. Todos los ejercicios descriptos pueden ser combinados con la respiración, de tal forma que el inicio del ejercicio coincida con la inspiración nasal y la relajación con la espiración. 35 Tabla 4. Ejercicios de relajación global Área de trabajo Descripción de ejercicios Estirar todo el cuerpo y luego lo distenderlo. Arquear el cuerpo, con los brazos extendidos hacia atrás y los hombros, brazos y cabeza levantados y, a continuación, distender todo. Ejercicios de relajación global Flexionar todo el cuerpo, intentando que las rodillas lleguen a la altura de las orejas y con los brazos rodeando las piernas con la finalidad de mantener la posición; relajar. Un ejercicio de relajación global y control postural que se puede emplear con niños pequeños debido a su sencillez consiste en, estando de pie, imaginarse que se es un títere antes de empezar la función. Se parte de la posición de flexión del tronco hacia abajo, con la nuca y los brazos sintiendo “la llamada de la tierra”, es decir, colgando totalmente y pesando; poco a poco, como empieza la función, el títere se va enderezando suave y lentamente hasta quedar totalmente recto, siendo la cabeza la última en alienarse (Rivas y Fiuza, 2002). Para finalizar, un buen ejercicio de relajación generalizada y muy útil para el aparato fonador consiste en pedir a los niños que se echen en el suelo como si fuesen un gatito durmiendo. Despacio, irán abriendo los ojos, observando a su alrededor, moviendo lentamente una y otra parte del cuerpo para, a continua36 ción, estirarse y bostezar. El mismo ejercicio se realiza al ponerse de pie. LA RESPIRACIÓN Es importante, antes de iniciar los ejercicios encaminados a mejorar la respiración de los niños, que éstos conozcan de forma sencilla cuál es el proceso de la respiración, que órganos están implicados en el mismo y cuáles son las fases del ciclo respiratorio. Para la ejecución del entrenamiento en respiración se tendrá en cuenta la edad de los niños a los que van dirigidos, comenzando por aquellos ejercicios que están centrados en la preparación y toma de conciencia de la respiración. A continuación se realizarán los ejercicios de entrenamiento en respiración costodiafragmático-abdominal y se finaliza con los ejercicios de preparación al soplo fonatorio. Tabla 5. Ejercicios de preparación y toma de conciencia de la respiración Denominación Descripción Beneficios Prepararse para sonarse Con los dedos medio e índice de una mano se masajea circularmente el entrecejo y se va descendiendo por el filo del tabique nasal hasta llegar a la punta de la nariz, sin apretarla; a continuación, se masajea la parte lateral de la nariz, desde la raíz hasta la base Estimula a sonarse, facilitando que las mucosidades nasales se “aflojen” y sean fáciles de expulsar al sonarse Aprender a sonarse Se reparten pañuelos entre los niños, se toman con una mano, con los dedos pulgar e índice se oprime la nariz y se expulsan las mucosidades; por último, se pliegan los pañuelos y se tiran a la papelera Limpiar la nariz de impurezas Aprender a sonarse cada fosa nasal por separado Mantener una de las cavidades nasales cerrada mientras se suena la otra Limpiar cada fosa nasal por separado Respiración alternativa Con el dedo índice de la mano derecha desplazar la punta nasal derecha hacia la izquierda, cerrando dicho orificio nasal, respirar por el orificio izquierdo varias veces, notando como entra y sale el aire. Hacer lo mismo del otro lado usando el dedo índice de la mano izquierda Ventilar cada fosa nasal independientemente Jugar a hacer como un conejo Mover la nariz colocando los dedos medio e índice rozando las aletas nasales e intentar dichas aletas se muevan y lleguen a tocar los dedos Aprender a abrir orificios nasales Limpiar el polvo de la nariz Con un dedo tomarán una punta de un pañuelo y, tras liarlo, lo introducirán en un orificio y luego en el otro; por último, doblarán el pañuelo ocultando la parte sucia y lo tirarán a la papelera Asear cada conducto nasal Hacer gárgaras y enjuages Realizar gárgaras de forma suave, bebiendo agua de un vaso y, sin tragarla, removerla dentro de la boca Aprender a hacer limpiar la garganta y a enjuagarla Tragar Se aprietan suavemente los dientes y se cierra la boca, pegando la lengua al paladar y tragando saliva varias veces; también se puede realizar con agua u otro líquido o con un trocito de fruta o yogur Aprender a tragar de forma correcta los 37 Tabla 6. Ejercicios de entrenamiento en respiración costo-diafragmático-abdominal Denominación Descripción “El niño pequeño” (posición de yoga) Beneficios En el suelo, de rodillas, nalgas encima de los pies, colocar la frente contra el suelo y los brazos estirados hacia atrás y contactar con el suelo lo más posible. Concentración en sentir que se moviliza la zona posterior del vientre (los riñones) al tomar aire, que no se aspira o hace fuerza, que el aire entra al vientre y lo infla como si fuese un globo Toma de conciencia de la respiración correcta boca abajo El globo en el vientre Acostado en el suelo, boca arriba, hacerse una pelota, con las piernas plegadas hacia el pecho, las manos aguantando las rodillas y la cabeza también flexionada hacia adentro. Concienciación de que la respiración es se sitúa en la barriga y teniendo sensación de globo Toma de conciencia de la respiración correcta boca arriba El perrito que se pone de pie Se da una pequeña palmada y los niños han de realizar un cambio de posición suave, como si estuviesen dormidos y ser capaces de sentir la misma sensación que en la postura que acaban de abandonar. Seguirán cambiando de posición hasta ponerse de pie, teniendo en cuenta que deberán pasar por la posición de flexión lateral en el suelo, es decir, de “cuatro patas” (posición típica de todos los mamíferos, en la que es fácil respirar bien) Generalización de la respiración correcta a otras posiciones Tabla 7. Ejercicios de preparación al soplo fonatorio Denominación Descripción Beneficios De pie, respirar tranquilamente y observa la respiración. Cada vez que se da una palmada los niños se dejarán caer al suelo como si fuesen una hoja seca que cae de un árbol, suavemente. Cuando vuelva a sonar la palmada se levantarán y pondrán de pie, repitiéndose el ejercicio cada vez más rápido hasta que acostados se les indique que coloquen una mano en el pecho y otra en la cintura, apreciando así cómo se ha acelerado el ritmo cardíaco y respiratorio Diferenciación de cambios respiratorios Hacer pompas de jabón, fijándose en que el aire se haya tomado correctamente. Se intentará que las burbujas sean siempre pequeñas, y que el ritmo con que se producen sea constante, sin fluctuaciones. Toma de conciencia de la salida del aire en la espiración El viento Soplar a bolitas de papel situadas delante de la boca de forma continúa Control de la salida de aire, para evitar exceso de presión en la laringe El viento entrecortado Ir dejando salir el aire de forma entrecortada, pero suavemente, mientras se hacen las pompas de jabón Control intermitente de la salida de aire La culebra que serpentea Dibujar en la pizarra líneas horizontales de diferente longitud y tras realizar una inspiración correcta se espira con el sonido “sss”, que habrá de durar más o menos tiempo según la longitud de la línea que interesa hacer. El profesor estará atento a que no realicen inspiraciones ruidosas o forzadas, no eleven ni inflen el pecho y no contraigan o engruesen el cuello. La hoja seca Pompas jabón 38 de los Aprender a realizar espiraciones tomando la cantidad de aire conveniente Una vez se maneje convenientemente la cantidad de aire a tomar, teniendo en cuenta el enunciado de que se trate, se pasará a la emisión de frases cortas (“hace frío” o “tengo hambre”), de duración media (“en verano voy a la playa”) y de mayor extensión (“en verano voy a la playa con mis padres, mis hermanos y mis abuelos”). El docente debe de tener siempre en mente que él es el modelo verbal a seguir por sus alumnos y que, por tanto, ha de emplear su voz de forma equilibrada. De nada sirve todo este entrenamiento si el profesor grita en el aula, carraspea o, peor aún, está con frecuencia ronco. CONCLUSIONES Los niños no suelen tener conciencia de su voz y no conocen la necesidad de cuidarla. En la infancia no existe una conciencia clara de trastorno vocal puesto que no se dispone de referencias claras de la voz anteriores a la lesión o a la disfonía. También los padres suelen tener dificultades para distinguir si la voz de su hijo es normal, se habitúan a ciertas características y no logran considerarlas como alteradas. La escuela es el principal medio de detección de la problemática vocal infantil y la encargada de alertar a los padres sobre la voz de sus hijos. Los profesores saben que la calidad vocal de la que disponen condiciona el desempeño diario de su labor docente pero desconocen la forma de obtener más rendimiento y, aunque muchos acuden a cursos de formación o leen sobre el tema, la realidad es que, llegado el momento de aplicar las nociones adquiridas, se encuentran incapacitados para ello. La elevada incidencia de las disfonías entre la población infantil conlleva la imperiosa necesidad de plantearse la complejidad del gesto fonatorio y de atajar la instauración del círculo vicioso del esfuerzo vocal desde edades tempranas. La escuela se presenta como el marco ideal para fomentar la salud vocal tanto de los alumnos como, a través de éstos, de sus profesores. La ejecución de las activi- dades propuestas permitirá obtener las bases para otros aprendizajes escolares y potenciará el desarrollo personal del alumnado. REFERENCIAS Alvarez, M.V., Jané, R.M. y Turón, E. (2003). Protocolo de observación de la respiración para detectar alteraciones que pueden desencadenar o favorecer trastornos orofaciales o de la voz. Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología, 23, (2), 66-73. Arias, C. y Estapé I Vilà, M. (2005). Disfonía infantil. Diagnóstico y tratamiento. Barcelona: Ars Medica. Borragán, A., Barrio, J.A. Del, Guisández, M.A. y Fernández, S. (1999). Sensibilización vocal de un grupo de niños y profesores. Boletín de AELFA, 2, 6-22. Bucher, H. (1995). Trastornos psicomotores en el niño. Práctica de la reeducación psicomotriz (2ª ed.). Barcelona: Masson. Bustos, I. (1995). 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MUÑOZ CADAVID María ZABALZA CERDEIRIÑA Facultad Ciencias de la Educación Universidad de Santiago de Compostela RESUMEN Uno de los mayores retos a los que se enfrentan las personas con discapacidad intelectual en nuestro país, es el de la consecución de un puesto de trabajo, que les permita integrarse como ciudadanos/as de pleno derecho en la dinámica de la vida social. Para que este reto sea alcanzable, es necesario contar con políticas que impulsen una discriminación positiva hacia este colectivo, y con el diseño y desarrollo de planes de formación en competencias, para facilitar su incorporación al mundo laboral. En el presente trabajo, se ofrecen una serie de reflexiones acerca de cómo se debería plantear, para las personas con discapacidad intelectual, la formación profesional y la formación a lo largo de la vida, ya que, como prueban numerosas investigaciones, las difi- cultades y barreras para una integración plena en la sociedad, se relacionan con sus carencias formativas. PALABRAS CLAVE: Atención a la diversidad. Discapacidad intelectual. Formación. Integración socio-laboral. ABSTRACT One of the biggest challenges that people with disabilities must face in our country is finding a job, which shall allow them to integrate as full-right citizens in the dynamics of our social life. In order to make this challenge attainable, it is necessary to count on public policies boosting a positive discrimination for this collective, as well as to design and develop education plans in competences that make easier their access to the regular work. Correspondencia: E-mail: [email protected] 41 It is well known that the difficulties and barriers for a full-integration into the society of people with intellectual disabilities are related to their education lacks. In this regard, we make in this work some observations about how their professional education and lifelong learning should be planned. KEYWORDS: Attention to diversity; Intellectual disability; Education; Social and work integration. INTRODUCCION La educación y la consecución de un empleo siguen siendo los pilares básicos sobre los que se apoya la inserción socio-laboral de personas con discapacidad. Sin embargo, se puede decir que a pesar de los muchos avances habidos y de que un número cada vez mayor de personas con discapacidad intelectual acceden a la educación y al empleo, sigue siendo éste un colectivo vulnerable y con grandes posibilidades de quedar excluidos de una educación y una formación de calidad que les facilite su incorporación de pleno derecho en la sociedad. Partiendo de la inclusión como un derecho, el objetivo de este trabajo es analizar las variables que inciden en la formación y en la cualificación profesional de este colectivo, así como plantear la necesidad de repensar un perfil profesional que facilite su integración sociolaboral FORMACIÓN Y ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD EN LA NORMATIVA INTERNACIONAL, EUROPEA Y ESPAÑOLA El derecho a la educación de las personas con discapacidad, y entre ellos de las personas con discapacidad intelectual está recogido en diversas normativas y leyes tanto de ámbito internacional, como europeo y español. En el ámbito internacional se puede decir que será la Declaración de la ONU de diciem42 bre de 1971, de los derechos del retrasado mental el primer referente que contempla el derecho a una educación y a una participación en la vida de la comunidad. Estos derechos serán refrendados en la Declaración de los derechos de las personas con Minusvalía de diciembre de 1975, y culminarán con la declaración en 1981 del Año Internacional de las personas con Minusvalía, todo un año dedicado a labores de integración de este colectivo en la sociedad . Así mismo un paso importante para disminuir la discriminación de las personas con discapacidad será la aprobación de las Normas Uniformes sobre la igualdad de Oportunidades para las personas con discapacidad, de diciembre de 1993. Estas normas exigirán la cooperación de los diferentes países para desenvolver políticas de colaboración en este ámbito, políticas que culminarán en 2006 con la aprobación en Nueva York de la Convención Internacional de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Esta convención en la que la educación ocupa un lugar relevante será refrendada por 120 países entre los que se encuentra España, que la ha ratificado en Mayo de 2008. En cuanto a la normativa europea, debemos señalar que todos los programas que se desarrollan en Europa a partir del 20 de Diciembre de 1993, cuando se aprueban las Normas Uniformes sobre la Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad, destacando en la década del 80 -90 el Programa Helios,, y la iniciativa Horizon, de Acción de la Comunidad a favor de los Minusválidos. En la década del 2000, concretamente el periodo 2001-2006 se establece la iniciativa comunitaria EQUAL, dirigida a promover la lucha contra cualquier tipo de discriminación y desigualdad en el ámbito laboral. El Plan de acción de la Unión Europea (2004-2010) en materia de discapacidad, fomenta la inclusión activa y la participación completa de las personas con discapacidad en la sociedad desde la óptica de los derechos humanos. Se propugna el acceso a una educación de calidad y a una formación continua en igualdad de condiciones, por considerar que se trata de ámbitos que facilitan la plena participación de las personas con discapacidad en la sociedad y la mejora de su calidad de vida. Una calidad de vida que en palabras de Schalock (1996) hace referencia a las condiciones de vida deseadas por una persona en relación con ocho necesidades fundamentales: bienestar emocional, relaciones interpersonales, bienestar material, desarrollo personal, bienestar físico, autodeterminación, inclusión social y derechos. A partir de lo dicho hasta ahora se podría concluir que la Comisión Europea apoya la inclusión educativa y socio-laboral de las personas con discapacidad y para ello ha puesto en marcha diversas iniciativas entre las que cabe destacar: La Agencia europea para el desarrollo de la Educación de alumnos con necesidades educativas especiales. Organismo respaldado por los Ministros de Educación que tiene como objetivo la mejora de las políticas y las prácticas con el alumnado que presenta n.e.e. El grupo específico de estudios de la discapacidad, en donde tiene activa presencia las personas con discapacidad de acuerdo con el principio europeo” ninguna iniciativa sobre las personas con discapacidad sin a las personas con discapacidad” Los Programas de Formación continua y de Aprendizaje Permanente. que contribuyen a facilitar el acceso de las personas con discapacidad a la enseñanza general. En España, se puede decir que la formación y la atención a la diversidad con una clara vertiente integradora parte, como con- secuencia del artículo 49 de la Constitución española, por el que las personas con discapacidad deberán disfrutar de los derechos otorgados a todos los ciudadanos. La consolidación de este derecho se verá reflejado en la LISMI (Ley 13/1982) de Integración Social de Minusválidos y se continúa con las leyes y decretos que la han desarrollado. Destacamos en el ámbito educativo la LOGSE (Ley Orgánica 1/1990) de Ordenación General del sistema educativo, por ser la primera ley educativa que rompe el sistema dual de educación: educación ordinaria y educación especial, y la LOE (Ley Orgánica 2/2006), que en el Título II dedicado a la Equidad en la Educación al abordad las necesidades educativas especiales asociadas a situación de discapacidad, lo hace desde el referente de la integración y de la no discriminación. Finalmente en el ámbito socio-laboral la LIONDAU (Ley 51/2003 de Igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal) se insta a los poderes públicos a adoptar medidas contra la discriminación y poner en marcha medidas de acción positivas que compensen las especiales dificultades que tiene las personas con discapacidad para su plena participación en la vida social. PLANTEAMIENTOS DE BASE PARA LA FORMACIÓN Y EL EMPLEO DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL EN CONTEXTOS INCLUSIVOS Es conocido que las dificultades de inserción socio- laboral de las personas con discapacidad intelectual están en relación con la ausencia de programas de formación adecuados para este colectivo, que puede ser debido, entre otras causas a: la falta de coordinación entre la Formación Profesional reglada y la Formación Profesional Ocupacional y a la escasa participación de los agentes sociales en la identificación de cualificaciones profesionales que demanda 43 el mercado de trabajo. Como señala Montobbio (1997), para conseguir la integración socio-laboral de personas con discapacidad intelectual es necesario que el sistema formativo haga de puente hacia el sistema productivo, creando elementos efectivos de profesionalidad: capacidad y conocimientos, y que este sistema productivo se implique también en la formación trabajando específicamente en su interior mediante el área de mediación. Así mismo para mejorar la inclusión laboral de este colectivo es necesario por parte de los agentes que se van a encargar de la formación, Brown (1989), desterrar una serie de hipótesis falsas que influyen en las expectativas de posibilidades de su formación, tales como: - la hipótesis de la edad del desarrollo, ya que las necesidades educativas no se corresponden con el grado de discapacidad, sino con la situación actual del sujeto en relación con las exigencias del medio. - La hipótesis del todo o nada. - La hipótesis del performance o rendimiento independiente. - La hipótesis de las habilidades previas. En cuanto al sistema formativo será necesario que desarrolle estrategias que faciliten a las personas con discapacidad intelectual, el acceso a los conocimientos y el desarrollo de competencias y habilidades para conseguir un puesto de trabajo, preparándoles para ejercer una ocupación y no solo para obtener una cualificación, y proporcionando una formación ajustada a las demandas del mercado laboral. Esta formación, siguiendo los referentes actuales de la Unión Europea, será una formación a lo largo de la vida, y tendrá como objetivo la inclusión y la inserción socio-laboral. Es por ello que sistema formativo se deberá sustentar en una Formación Profesional 44 que abarque un conjunto de enseñanzas que, dentro del sistema educativo, capacitan para el desempeño cualificado de las distintas profesiones. Se parte de la inclusión en los procesos formativos reglados, con las adaptaciones que sean necesarias Sin embargo habrá personas con discapacidad intelectual que no lleguen a tener los requisitos previos para acceder a esta formación reglada, y se tendrán que beneficiar de programas más vinculados a una Formación ocupacional, entendida como un conjunto de actividades diversas, principalmente de carácter profesional, aunque también de carácter social y/o compensatorio (o asistencial). Esta Formación ocupacional pensada para grupos o colectivos que carecen de una formación mínima de base, tendrá como objetivo articular mecanismos orientados a la consecución de un puesto de trabajo a través de una adecuada cualificación laboral personal y social que facilite su integración. Las medidas diseñadas serán personalizadas, tras la realización de un análisis de necesidades de la persona, y desarrollarán itinerarios que mejoren sus capacidades laborales. Jurado (1993, 2001), Guerrero (2002), señalan la necesidad de que la formación se sustente en un enfoque centrado en la colaboración y en el contexto, en donde cobra importancia las prácticas en las empresas como una primera inmersión en el mundo laboral. Cuando se aborda la inserción laboral se opta por la modalidad de empleo con apoyo, con el objetivo de integrar a las personas con discapacidad, Jordán de Urries y Verdugo (2006) Villar, Pallisera y Fulla, (2007), De Miguel y Cerrillo (2010), mediante un contrato en un puesto de trabajo en la empresa ordinaria de forma totalmente normalizada. Para conseguir la plena integración laboral, en ocasiones, no será suficiente con haber recibido una formación previa adecuada, sino que también se requiere contar con profesionales preparados que, arbitrando los apoyos necesarios dentro y fuera del entorno laboral, acompañen a la personas con discapacidad intelectual en los escenarios laborales, hasta que estas sean capaces de desempeñar con éxito los requerimientos del puesto de trabajo. HACIA LA BÚSQUEDA DE UN PERFIL PROFESIONAL DEL FORMADOR Y FACILITADOR DE LA INTEGRACIÓN SOCIOLABORAL DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL Diseñar un perfil profesional implica tomar como primer referente las competencias que debe tener el profesional que se forme para las tareas que conlleva el desempeño del mismo. Se trata, en este caso, de un profesional que debe realizar un proceso de acompañamiento, pero este proceso no solo se centra en la persona con discapacidad intelectual sino que debe abarcar todos los escenarios en los que ésta se encuentra inmersa. Ferrández (1992, 1997) elabora un perfil profesional a partir de las necesidades formativas del formador profesional y ocupacional para atender a la diversidad que estaría vinculado a: - Variables personales, formativas y sociolaborales. - Variables de planificación, docencia y coordinación- gestión. - Variables sobre actitudes y creencias implícitas. - Conocimientos sobre la temática. En el caso del empleo con apoyo, los objetivos de la formación estarían relacionados con: - Supervisar las actividades de inserción laboral. - Analizar información sobre programas, proyectos y actividades de inserción laboral. - Desarrollar proyectos de inserción laboral mediante la metodología de Empleo con apoyo. Se puede decir que en la modalidad de empleo con apoyo cobra importancia la figura del profesional de la mediación, conocidos también como profesionales en mediación laboral o Preparadores laborales. Estos profesionales, son el referente más inmediato para el trabajador y sus compañeros, y ofrecen al trabajador con discapacidad el apoyo necesario para su adaptación al puesto de trabajo, facilitándole el desarrollo de las habilidades y tareas que requiere el mismo. Deben tener unas competencias básicas, relacionadas con tres ámbitos, el primero de ellos tiene que ver con la motivación y la responsabilidad hacia la mediación, el segundo se centra en el conocimiento de la persona con discapacidad, tanto en el ámbito emotivo- relacional como en sus potencialidades de aprendizaje, y el tercer ámbito se focaliza en el conocimiento requerido del mundo del trabajo en todos sus niveles. Por último señalar que el FEISD (Federación española de instituciones para el Síndrome de Down), realizó una propuesta de formación del Preparador laboral. Mediador para el empleo en la comunidad, con un nivel de formación profesional de grado Superior y una duración de 2000 horas. Este profesional estaría capacitado para diseñar, programar, desarrollar, y evaluar las actividades necesarias destinadas a la inserción laboral, teniendo en cuenta las características personales, familiares, sociales del usuario y aplicando las estrategias y técnicas más adecuadas para el desarrollo de su autonomía personal, consecución y mantenimiento del puesto de trabajo. 45 Los objetivos del ciclo de formación que proponen se focalizan en: - Conocer el marco legal, económico y organizativo de las diferentes modalidades de inserción laboral y ocupacional. - Adquirir conocimientos teórico- prácticos para valorar las necesidades individuales y evaluar los apoyos necesarios. - Planificar y desarrollar programas de Empleo con Apoyo. - Conocer las características, contextos y sectores de intervención en el ámbito de la integración laboral. - Ser capaz de interrelacionar con equipos y profesionales de las empresas en las que se realiza la integración laboral. En cuanto a los módulos de formación estarían constituidos por: - Metodología de la Intervención Social (Diseñar, organizar y evaluar programas y actividades de formación) - Habilidades de Autonomía personal y social( Entrenar al usuario en la adquisición de conocimientos y habilidades laborales, personales y sociales) - Inserción laboral (Metodología del empleo con apoyo: supervisar las actividades de inserción laboral) - Necesidades físicas y psicosociales de colectivos específicos. - Sistemas alternativos de comunicación. - Formación en centros de trabajo. - Formación y orientación laboral. 46 A modo de conclusión hay que señalar que es necesario incrementar recursos, hacer cumplir la legislación vigente y diseñar escenarios formativos, en contextos de inclusión, que permitan a las personas con discapacidad intelectual no ver mermados sus derechos para adquirir las competencias y desarrollar las habilidades que le serán requeridas para conseguir su plena integración socio-laboral. REFERENCIAS Alvarez Rojo, V. y García Pastor, C. (1997) Orientación vocacional de jóvenes con necesidades especiales. Un programa de transición a la vida adulta. Madrid: EOS. Brown, L. (1989) Criterios de funcionalidad. Barcelona: Fundación Catalana de Síndrome de Down. De Miguel Badesa, S. y Cerrillo Martín; R. (coord.) (2010) Formación para la inclusión laboral de personas con discapacidad. Madrid: Pirámide. Ferrández, A. (1992) La formación ocupacional: Realidad y perspectivas. Madrid: Diagrama. Ferrández, A. (1997) La formación y su contexto de actuación. En Gairín, J. y Ferrández, A. Planificación y gestión de instituciones de formación. Barcelona: Praxis 3-27. Fisd (2005) El preparador laboral. Perfil profesional. Madrid: FEISD y Fundación Iberdrola. Guerrero C. (2002) Formación ocupacional de las personas con discapacidad psíquica. Barcelona: Ariel. Izuzquiza, D. y De la Herrán Gascón, A. (Coords) (2010) Discapacidad intelectual en la empresa. Las claves del éxito. 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Vila, M., Pallisera, M. y Fullan, J.(2007) Work integration of people with disabilities in the regular labour market: What can we do to improve there processes?. Journal of intellectual & developmental disability. v. 32, 10-18. http://ec.europa.eu/ http://sid.usal.es/leyes/discapacidad 47 REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN Vol. 19, (nº.1), Ano 16º-2011 ISSN: 1138-1663 EVALUACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESTRATÉGICO APLICADO EN EL PROCESO DE COMPRENSIÓN DEL DISCURSO ESCRITO EXPOSITIVO ASSESSMENT OF THE STRATEGIC KNOWLEDGE APPLIED IN THE COMPREHENSION PROCESS OF WRITTEN EXPOSITORY DISCOURSE José ESCORIZA Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación Universidad de Barcelona RESUMEN El objetivo de este artículo es el de formular una propuesta para la evaluación del conocimiento estratégico, aplicado durante el proceso de comprensión del discurso escrito expositivo, tanto a nivel operatorio o procedimental como a nivel instrumental o funcional. A nivel operatorio, la finalidad de la evaluación es la de identificar las Acciones, Objetivos y Operaciones cognitivas que los alumnos aplican cuando realizan actividades relacionadas con la comprensión del lenguaje escrito. A nivel instrumental o funcional, lo que se pretende es identificar las dificultades que se puedan generar en el proceso de comprensión de un discurso escrito expositivo. La evaluación del conocimiento estratégico, tanto a nivel procedimental como a nivel funcional, debe permitir al profesorado y a los alumnos, Data de recepción: 06/06/2011 Data de aceptación: 06/07/2011 obtener información relevante para el diseño y desarrollo de los procesos de EnseñanzaAprendizaje. PALABRAS CLAVE: Comprensión del discurso escrito, Dificultades de comprensión, Estrategias de comprensión, Comprensión lectora, Dificultades de lectura, Discurso escrito expositivo. ABSTRACT The aim of this article is to assess the strategic knowledge applied during the comprenhension process of written expository discours: operational or procedimental and functional or instrumental levels. The objetive of the evaluation, at procedimental level, is to identify the Actions, goals and operationes applied when the students undertaking activities Correspondencia: E-mail: [email protected] 49 in which the written language comprises the basic psychological tool.The finality of the assessment, a functional level, is to identify a set of difficulties that arise in the comprehension process of written expository discourse. An understanding of these difficulties is considered essential if one of the educational goals is for the student to learn to learn. The evaluation of strategic knowledge, at the operational and functional level, should enable teacher and student alike to obtain relevant information regarding the results derived from the practical application of the different cognitive operations undertaken so as to select the information considered as being relevant, to organize it in accordance with the structure of the expository discourse genre and to elaborateinternalize the knowledge. KEYWORDS: Comprehension of Written Discourse, Comprehension Difficulties, Comprehension Strategies, Reading comprehension, Reading, Reading difficulties, Written Expository Discourse. INTRODUCCIÓN El proceso diseñado, para la evaluación del conocimiento estratégico, se ha fundamentado en algunas de las aportaciones, que han compartido como objetivo común el de tratar de explicar y analizar los procesos cognitivos que podrían estar implicados en el empleo de la lectura como instrumento psicológico. Las aportaciones seleccionadas, han sido el modelo de Construcción-Integración de Kintsch (1998), la teoría de la Actividad de Leontiev (1990), un conjunto de investigaciones que han contribuido de manera diversa al estudio del proceso de comprensión y de las que se ha derivado información relevante con respecto al diseño de las correspondientes intervenciones educativas (Hannon y Daneman, 2001; Zwaan y Singer, 2003; Klingner, 2004; Snyder, Caccamise y Wise, 2005; Rupp, Ferne y Choi, 2006; August, Francis, Hsu y Show, 2006; Ozuru, 50 Best, Bell, Witherspoon y McNamara, 2007), y una serie de estudios orientados a identificar y seleccionar secuencias de estrategias que podían ser consideradas como útiles y válidas para la mejora de los procesos de comprensión y, por tanto, definitorias de la competencia estratégica personal (Palincsar y Brown, 1984; van Dijk y Kintsch, 1983; Bereiter y Bird, 1985; Englert y Mariage, 1991; Schraw, 1998; Pressley, 2000; Bimmel, 2001; Schirmer, 2003; Tunmer, 2008; etc.). En el análisis de los estudios realizados, se puede apreciar una evidente y profunda controversia en cuanto a conceptualización del proceso de comprensión, procesos cognitivos implicados, características de la información que se deriva de la evaluación, sistema de evaluación aplicado (empleo de los tests, evaluación dinámica, evaluación del proceso o evaluación del producto, etc.) e incidencia de la decodificación, de los conocimientos previos, de las inferencias, del vocabulario, etc. En cuanto a los procedimientos empleados para la evaluación, los desacuerdos son igualmente claros y manifiestos ( Klingner, 2004; Snyder, Caccamise y Wise, 2005; August, Francis, Hsu y Show, 2006; Rupp, Ferne y Choi, 2006; Cain y Oakhill, 2006; Shapiro, Solari y Petscher, 2008; Catts, 2009; Jang, 2009; Marcotte y Hintze, 2009; Andreassen y Braten, 2010; Thurlow, 2010). Según indica Klingner (2004), las medidas tradicionales solamente proporcionan un indicador general del grado de comprensión del discurso escrito, pero no aportan información alguna de cómo los alumnos aplican los procesos cognitivos y metacognitivos, ni explican suficientemente por qué un alumno concreto puede tener o no dificultades de comprensión. Para esta autora, ninguna de estas medidas (procedimiento cloze, maze, elección múltiple, responder preguntas, etc.) son tareas naturales de lectura ni reflejan, por sí solas, con precisión lo que sabemos acerca del proceso de comprensión. En su lugar propone, como mas efectivo, aplicar una combinación de diferentes medidas que puedan proporcionar información útil a psicólogos, especialistas de lectura, profesores, etc. (Tests referidos a la norma, Inventarios, Entrevistas y Cuestionarios, Observaciones, Repetición oral, Escritura libre y Pensamientos en voz alta). Cain y Oakhill (2006), consideran que, mediante la evaluación estandarizada, existen muchas maneras diferentes de evaluar la comprensión de un discurso escrito y que cada una de ellas tiene sus ventajas e inconvenientes (procedimiento cloze, reconocimiento de frases como verdadero/falso, tareas de verificación de frases, elección múltiple y cuestiones abiertas/cerradas). Un enfoque de evaluación alternativo, es el que proponen Griffin et al. (2010), consistente en aplicar una serie de instrumentos estandarizados con el fin de obtener información relacionada con ocho niveles de competencia literada (desde la identificación de palabras hasta los procesos inferenciales en textos cada vez más complejos), que se supone definen el progreso del alumno en la comprensión de los discursos escritos Los datos obtenidos demandan modificar los planes de enseñanza y andamiar contingentemente el proceso de aprendizaje de los alumnos. Una vez identificado el nivel de competencia literada de los alumnos, los docentes deciden lo que necesitan aprender y cómo pueden aprenderlo mejor a este nivel. Un planteamiento, radicalmente diferente, lo encontramos en el estudio realizado por Andreassen y Braten (2010), cuyo objetivo era el de analizar la contribución relativa del reconocimiento de palabras y de la memoria de trabajo en la evaluación de la comprensión lectora, empleando para ello diferentes tests de elección múltiple (sobre la aplicación de estas pruebas en la evaluación de los discursos escritos expositivos, puede verse Ozuru et al. 2007). Jang (2009), propone el empleo de la evaluación diagnóstica (CDA) como alternativa a la administración de los tests tradicionales alegando que estos han sido criticados por no proporcionar información relevante acerca de los puntos fuertes y débiles de los alumnos en dominios académicos específicos. Las innovaciones tecnológicas también están empezando a ser aplicadas en este campo ya que unos buenos programas informáticos, pueden ser de gran utilidad debido a la naturaleza compleja y multidimensional de la comprensión (Snyder, Caccamise y Wise, 2005): Intelligent Essay Assesor, Measures of Academia Progress (MAP) y el Independent Comprehensive Adaptative Reading Evaluation (ICARE). Con respecto a la finalidad, de la evaluación aplicada, existe un mayor nivel de acuerdo entre los investigadores. Para Cain y Oakhill (2006), la evaluación de la comprensión lectora es crucial en relación al desarrollo de la investigación, el incremento del conocimiento teórico del proceso de lectura y para garantizar tanto una adecuada identificación de las personas con dificultades como el diseño contingente de la correspondiente ayuda educativa. En términos similares se manifiestan Francis et al. (2006), para quienes el objetivo general de la evaluación es el de proporcionar datos para la intervención acerca de los perfiles particulares de los alumnos en cuanto a puntos fuertes y puntos débiles relacionados con el conocimiento fonológico, fluidez y precisión en la decodificación (las dificultades en esta medida son características de la dislexia, Escoriza, 2004b), competencia en el empleo del lenguaje oral y comprensión lectora. August et al. (2006), proponen que, el diseño de la instrucción óptima, requiere poseer información acerca de los aspectos de la lectura que se consideran causantes de las dificultades identificadas y advierten que el problema, de algunos procedimientos de evaluación, es que no reflejan suficientemente la incidencia de muchos factores importantes. La relevancia de la evaluación, es defendida también por Zwaan y Singer (2003), alegando que el diseño de intervenciones efectivas depende fundamentalmente del desarrollo de procedimientos eficaces y válidos para evaluarla, ya que los datos obtenidos, en cuanto a la iden51 tificación y diagnosis de las dificultades de comprensión, son de una gran ayuda para los docentes. Ozuru et al. (2007), sostienen que la evaluación de la comprensión lectora juega un papel importante en la investigación y práctica educativa ya que ayuda a los investigadores y educadores a identificar y diagnosticar problemas de comprensión en el alumnado y, en consecuencia, facilita el diseño y aplicación de intervenciones adecuadas. En apoyo de esta valoración, mencionan la propuesta de Snow (2003), consistente en afirmar que la elaboración y aplicación de intervenciones efectivas, depende primariamente del desarrollo de eficaces y precisas evaluaciones. La razón que expone Jang (2009), para valorar como crecientemente insatisfactorios los datos obtenidos de la aplicación de los tests tradicionales para evaluar la comprensión lectora, es que no proporcionan información diagnóstica para guiar el aprendizaje, mejorar la instrucción y evaluar el progreso de los alumnos. En general existe un evidente consenso en proponer que el objetivo básico es el de obtener información efectiva que pueda guiar los procesos instruccionales en los casos de personas con dificultades de aprendizaje (Shapiro, Solari y Petscher, 2008; Jang, 2009; Wise, 2010; Thurlow, 2010; Griffin et al. 2010).(Una exposición mas extensa de esta temática puede encontrarse en Paris y Stahl, 2005). Es, por tanto, esencial que los docentes puedan disponer de este tipo de información para poder diseñar procesos de intervención educativa adaptados a las necesidades identificadas tanto a nivel individual como grupal. Pero, tal y como sugiere Afflerbach (2002), la evaluación también puede emplearse para ayudar a los alumnos a cómo autoevaluar y regular el proceso de construcción del significado y, de esta manera, promover el aprendizaje autorregulado. En nuestro caso, el proceso de evaluación que se propone, ha sido diseñado teniendo siempre presente dos objetivos muy concretos : 52 a. Como una forma de obtener información útil que pueda guiar el proceso de toma de decisiones relacionadas con la EnseñanzaAprendizaje del conocimiento estratégico . b. La realización de tareas adecuadas y válidas, puede ayudar a los alumnos a tomar conciencia y a explicitar con mayor facilidad y eficacia el conocimiento estratégico internalizado. EVALUACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESTRATÉGICO A NIVEL OPERATORIO O PROCEDIMENTAL INTRODUCCIÓN La evaluación del conocimiento estratégico, a este nivel, tiene como objetivo básico el de proporcionar tanto al profesor como al alumno una información de gran utilidad con respecto al diseño y desarrollo de futuros procesos de Enseñanza-Aprendizaje. Al profesor le permitirá conocer en toda su extensión la estructura de la Actividad de comprensión que el alumno ejecuta. El alumno, por su parte, tendrá la posibilidad de tomar conciencia de las dificultades e inconsistencias que han surgido durante la explicitación de los procedimientos que suele aplicar. Por tanto, la propuesta de evaluación que se formula tiene como finalidad obtener información acerca de: a. Las estrategias (Acciones y operaciones cognitivas) que el alumno activa, selecciona y aplica durante el proceso de comprensión. b. La secuencia en la que son ejecutadas, es decir, especificación de la selección y secuenciación adecuada tanto de las Acciones cognitivas como de su correspondiente composición operacional.. c. Los objetivos específicos que pretende lograr y su secuenciación correspondiente, es decir, establecimiento de una clara dife- renciación entre las dos dimensiones de las Acciones cognitivas: la intencional y propositiva y la operatoria o procedimental. CARACTERÍSTICAS DE LA PRUEBA ELABORADA La prueba que se propone (Anexo I), ya ha sido aplicada en estudios realizados con estudiantes universitarios (Escoriza, 2002) y de Educación Secundaria (no publicado). Además, ha venido siendo cumplimentada, durante varios cursos, por los alumnos de las Facultades de Formación del Profesorado y Pedagogía (estudios de Psicopedagogía), como contenido de los créditos de Prácticas y con la finalidad de capacitarles para poderla aplicar, interpretar los resultados obtenidos, elaborar informes tendentes a dar respuesta a las necesidades educativas que hayan sido observadas, etc. La evaluación a este nivel, es de gran utilidad, sobre todo en el supuesto de aquellos alumnos que no han podido participar (o si lo han hecho, han internalizado un conocimiento incompleto) en actividades de EnseñanzaAprendizaje especialmente diseñadas para promover el conocimiento estratégico pero que, por el contrario, sí se les ha exigido que apliquen ¡estrategias! para aprender (ya lo denunció Durkin, 1978/1979, en su momento: a los alumnos se les pide que comprendan, pero nadie les enseña a comprender). El resultado, de esta enorme contradicción, constituye una evidencia clara y concreta del conocimiento estratégico espontáneo que se ha ido generando a lo largo de las sucesivas experiencias que los alumnos han ido teniendo al interactuar con discursos escritos expositivos. La naturaleza de estos conocimientos, se correspondería con el segundo tipo de experiencia activa que, según Vygostky (1986), genera la formación de los conceptos espontáneos: la experiencia cotidiana. Tanto en los estudios que hemos realizado como en el desarrollo de las prácticas, que ya se han mencionado, se ha podido constatar que muchas personas tienen verdaderas dificultades, en la realización de actividades de comprensión, para decir lo que hacen, cómo, cuando y porqué. Según Landa (1987, p. 115) “en algunos casos, los profesores no son conscientes (o tienen un conocimiento incompleto) de los procesos cognitivos que ejecutan durante la solución de un problema (en nuestro caso diríamos durante la comprensión) y, por tanto, no pueden enseñar estos procesos a sus alumnos. El resultado es que los alumnos tienen que descubrirlos de forma independiente…solamente una parte del alumnado los puede llegar a conocer espontáneamente… los que fracasan en tales descubrimientos tendrán dificultades de aprendizaje…”. En esta problemática, que acabamos de exponer, se fundamenta la justificación y razón de ser del proceso de evaluación diseñado. Su aplicación tiene como finalidad obtener información acerca de la naturaleza del conocimiento estratégico que los alumnos han ido internalizando: qué alumnos lo han llegado a descubrir de forma espontánea, qué han descubierto, qué alumnos han fracasado, en qué medida y, en definitiva, a partir de la información obtenida, proponer a unos y otros que participen en actividades diseñadas especialmente con este objetivo y que posibiliten una construcción guiada. La prueba consta de ocho tareas, ordenadas en una secuencia definida por dos polos extremos: de lo implícito a lo explícito. Por ello, la realización de la tarea 1, requiere que la respuesta del alumno no se apoye en ningún tipo de ayuda o guía a la hora de tener que hacer explícitos los procesos cognitivos que pone en funcionamiento cuando realiza una determinada actividad de comprensión. Su cumplimentación presenta una evidente complejidad ya que, para hacer explícitos todos aquellos procesos que no son observables y que se suponen no ser del todo conscientes (conocimientos incompletos, no estructurados, no sistemáticos, etc.), es necesario recuperar experiencias pasadas y en ellas tratar de 53 identificar procesos y operaciones que puedan ser de utilidad en la solución del problema planteado. Seguidamente, debemos recurrir a nuestra competencia lingüístico-comunicativa para poder expresarlos adecuadamente y, finalmente, secuenciarlos de acuerdo con una cierta lógica interna sugerida, probablemente, por otras experiencias de similar naturaleza. A medida que las tareas se suceden, van disminuyendo las exigencias cognitivas en lo que hace referencia a explicitación, expresión y secuenciación de los procesos cognitivos al ir aumentando su nivel de concreción. Así tenemos que existe una gran diferencia entre las exigencias cognitivas de la tarea 1, en la que se omite todo tipo de información, y la tarea 8 en la que el alumno posee toda la información necesaria en cuanto a explicitación y expresión quedando los requerimientos reducidos a la secuenciación. August et al. 2007; Catts, 2009, Jang, 2009; Andreassen y Braten, 2010) y que, por tanto, requiere la ejecución y explicitación sistemática de un volumen importante de estrategias. Pero, además, debemos considerar otros factores importantes a la hora de proceder a la evaluación de las respuestas. De acuerdo con la Teoría de la Actividad (Leontiev, 1990; Karpov, 1995; Kozulin, 1996) las Acciones cognitivas tienen dos dimensiones, la procedimental y la propositiva, lo que implica relacionar las estrategias con los objetivos. Además, las estrategias son, procesos cognitivos, que el alumno deliberadamente selecciona y aplica para aprender. Esta relación debe quedar explicitada de forma suficiente y adecuada y para ello, hay que evaluar convenientemente si las estrategias explicitadas varían, cuando los objetivos a lograr son también diferentes. El logro de objetivos diferentes requiere la ejecución de procesos cognitivos igualmente diferentes (Rupp, Ferne y Choi, 2006). Finalmente, otro de los factores que conviene valorar es la cantidad de estrategias explicitadas en cada una de las tareas. El proceso de comprensión, es una actividad muy compleja o multidimensional (van Dijk y Kintsch, 1983; Bauman, 1990; Kintsch, 1998; Hannon y Daneman, 2001; Bimmel, 2001; Klingner, 2004; Rupp, Ferne y Choi, 2004; Francis et al. 2006; B. Suficiencia: Acciones y Operaciones cognitivas explicitadas. Otro aspecto importante de la evaluación es el que hace referencia a la cantidad de estrategias explicitadas y a su utilidad y eficacia potencial en la mejora de los procesos de comprensión. Según Leontiev (1990), la Acción es el componente más importante de la estructura de la Actividad. A un proceso se le llama Acción cuando está subordinado a la idea del logro de un resultado, es decir, un proceso subordinado a un objetivo intencional. De esta conceptualización de la Acción se derivan sus dos aspectos básicos: es un proceso (dimensión procedimental) cuya ejecución garantiza el logro de un objetivo (dimensión propositiva). 54 Teniendo en cuenta, lo expuesto anteriormente, se sugieren los siguientes criterios de evaluación (Anexo II): A. Secuenciación: La secuenciación del conocimiento estratégico procede considerarla como fundamental ya que las estrategias son secuencias organizadas de operaciones cognitivas, objetivos, etc. y el logro de los objetivos previstos requiere la ejecución de una serie de estrategias en una secuencia determinada cuyo grado de flexibilidad o de libertad, para su aplicación, dependerá de la naturaleza de la tarea que debe ser llevada a cabo. C. Asignación de Objetivos: Una de las dimensiones de las Acciones cognitivas, es la dimensión propositiva y, en consecuencia, el establecimiento de relaciones entre Acciones y Objetivos, se configura como determinante y obligada. La comprensión de un discurso escrito, es un proceso guiado por los objetivos: los objetivos guían al lector en la selección, secuenciación y aplicación de sus estrategias (Rupp, Ferne y Choi, 2006). D. Composición operacional de las Acciones Cognitivas: Hace referencia a la otra dimensión básica de las Acciones, la dimensión procedimental. Es precisamente la composición operacional, de cada una de las Acciones cognitivas, la que va a permitir no sólo su eficaz ejecución si no también el logro del objetivo específico que le ha sido asignado. La relevancia que adquiere, la evaluación de este tercer nivel de la Actividad de comprensión, se fundamenta en la hipótesis de que el logro de cada uno de los objetivos, asignados a las Acciones cognitivas, dependerá de su adecuada composición operacional, de su correcta secuenciación y de su completa y eficaz ejecución. E. Sistematización: Explicitación de procesos cognitivos similares en tareas diferentes pero que requieren la formulación de respuestas con contenidos análogos. EVALUACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESTRATÉGICO A NIVEL FUNCIONAL O INSTRUMENTAL INTRODUCCIÓN El creciente interés por la evaluación del conocimiento estratégico, a nivel funcional o instrumental, está estrechamente ligado a los resultados derivados, de una serie importando de investigaciones, demostrando que la enseñanza de estrategias es altamente efectiva en la mejora de los procesos de comprensión ya que, si a los alumnos se les proporciona la adecuada y necesaria ayuda educativa, pueden llegar a ser eficaces aprendices autónomos e independientes (Allen, 2003; Clark y Graves, 2004; Kragler, Walter y Martin, 2005; van Keer y Verhaeghe, 2005; Ling y Dole, 2006). La enseñanza de estrategias, requiere un cono- cimiento adecuado de los procesos cognitivos implicados en la comprensión de un discurso escrito y una evidente competencia profesional para andamiar la actividad de los alumnos con la finalidad de que aprendan a ejecutarlas de forma eficiente. La conceptualización del conocimiento estratégico, como instrumento psicológico, y la relevancia otorgada, por la perspectiva sociocultural a la internalización de instrumentos (Karpov, 1995), aconsejan su selección como contenidos escolares y el proceso de E-A habría de contemplar los dos niveles que estamos analizando: el procedimental y el funcional. El conocimiento estratégico y su aplicación funcional o instrumental, son considerados, por tanto, como uno de los factores claramente definitorios de la capacidad personal de aprendizaje. A este nivel, el conocimiento estratégico seleccionado y aplicado, es un conocimiento explícito que tiene la propiedad de guiar a la Actividad de comprensión, entendida como un plan de acción en el que se relacionan procesos cognitivos y objetivos. Pero, además, la evaluación del conocimiento estratégico, a este nivel, tiene otro tipo de implicaciones destacables (Klingner, 2004; Snyder, Caccamise y Wise, 2005; August, Francis, Hsu y Show, 2006; Rupp, Ferne y Choi, 2006; Cain y Oakhill, 2006; Catts, 2009; Jang, 2009; Marcotte y Hintze, 2009; Andreassen y Braten, 2010; Thurlow, 2010). Los manuales, que se utilizan en los contextos escolares, los formatos de las lecciones, de los temas, etc. deben estar elaborados de tal manera que respondan a los objetivos, estructura y contenidos de los diversos géneros discursivos, es decir, que puedan servir de apoyo y guía tanto a los profesores que modelan y enseñan estrategias como a los alumnos que las deben aplicar como instrumento de aprendizaje. Otra implicación, no menos importante, es la que hace referencia al proceso de toma de decisiones con respecto al sistema de evaluación aplicado: qué se evalúa (¿ la idea principal, el vocabulario, los conocimientos previos del alumno, habilidades de lectura, estrategias 55 de comprensión?). El proceso de evaluación, corre el peligro de quedar limitado a un número determinado y concreto de estrategias aplicadas, algunas de ellas muy necesitadas de una evidente clarificación conceptual. En estrecha relación, con la decisión tomada con respecto al qué evaluar, podemos situar otras dos cuestiones que vienen suscitando una continuada polémica: cómo evaluar (tests, preguntas de elección múltiple, cuestionarios, etc.) y cuando evaluar (antes, durante, después de la lectura o el proceso de comprensión como una totalidad no segmentable, etc.). En cuanto al por qué, existe un evidente consenso proclamando la necesidad y conveniencia de disponer de procedimientos e instrumentos adecuados que permitan obtener datos válidos acerca de la competencia estratégica de los alumnos. En determinados procesos de E-A, se pueden generar necesidades educativas debidas o bien a un conocimiento estratégico incompleto o bien a la aplicación poco eficaz de las estrategias conocidas. CARACTERÍSTICAS DE LA PRUEBA ELABORADA La prueba diseñada, consta de 13 tareas (Anexo III), ordenadas en una secuencia, definida por el logro de los diferentes objetivos específicos, susceptibles de ser asignados a cada una de las diferentes Acciones cognitivas concretadas. Su contenido responde a la composición operacional de cada una de las Acciones y que, por tanto, determinan el proceso relativo a cómo deben ser ejecutadas a fin de lograr el Objetivo particular que les ha sido asignado. La selección de las Acciones, Objetivos y Operaciones cognitivas, se ha fundamentado en las aportaciones de diversas investigaciones que, como ya ha sido indicado, son todas ellas coincidentes en tratar de identificar las estrategias, cuya internalización, tiene como objetivo que el alumno aprenda a aprender. Esta prueba ya ha sido aplicada con alumnos de Educación Secundaria (Escoriza, 2009ab y 56 2010) y con estudiantes universitarios (Escoriza, 2004a). En el caso, de estos últimos, de dos formas diferentes pero complementarias. Una como puesta en práctica de una propuesta de Innovación Docente Universitaria. Otra, en la realización de los créditos de prácticas. (En cuanto a los criterios de evaluación, se especifican en el Anexo IV). EVALUACIÓN DEL PROCESO DE SELECCIÓN DE LA INFORMACIÓN. En el logro del objetivo, consistente en Seleccionar la información relevante, debe ser evaluada la ejecución de una serie de operaciones cognitivas relacionadas con la identificación y comprensión de las ideas importantes que definen a la progresión temática. Para ello, procede evaluar todas las operaciones cognitivas consideradas como componentes de las Acciones de Subrayar y de Resumir. A. Construcción del argumento compartido (Concreción del Tema): Para que el tema sea identificado/construido correctamente, es necesario que el lector comprenda y haga explícita la relación semántica global existente entre las diferentes ideas expresadas en un discurso escrito. Los discursos escritos son coherentes si las ideas enunciadas comparten un mismo argumento (solapamiento argumental). La evaluación de esta operación cognitiva, es básica por sus implicaciones con respecto a la elaboración del título y a la categorización de las ideas expresadas en el discurso escrito. B. Diferenciar entre información nueva e información dada o redundante: La evaluación de esta operación cognitiva va a permitir comprobar si los alumnos tienen o no dificultades en diferenciar entre las ideas que aportan información a la progresión temática (información nueva) y las que repiten su significado esencial (información dada: expresan lo mismo pero con otras palabras) con el objetivo de clarificarlas, ayudar a su comprensión, etc. EVALUACIÓN DEL PROCESO DE ORGANIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN. C. Supresión de la información trivial: Suele ocurrir que, en determinados discursos escritos, el autor ha incluido una serie de ideas que no guardan relación alguna con la temática expuesta o que han sido expresadas de una forma ambigua e incluso contradictoria y que, por tanto, no deben ser consideradas de utilidad para la comprensión del resto de la información explicitada. La podemos categorizar como información trivial, incoherente o irrelevante y, lo aconsejable, es proceder a su supresión total (macrorregla de supresión, van Dijk y Kintsch, 1983) a fin de evitar interferencias potenciales en la comprensión de la información relevante o importante. La evaluación, de la ejecución de las Operaciones relacionadas con el logro de este objetivo, permiten comprobar si han sido elaboradas o no jerarquías proposicionales adecuadas, lo que constituye una manifestación evidente de la comprensión, que el alumno ha elaborado, de las relaciones de subordinación existentes entre las diferentes ideas enunciadas en un discurso escrito. D. Los marcadores discursivos, conectores y referentes como indicadores de las relaciones de coherencia: La comprensión de las relaciones de coherencia, existentes entre dos o más enunciados del discurso escrito, puede verse facilitada en gran medida mediante el empleo adecuado de la información que proporcionan los diferentes marcadores discursivos (Sanders, 1992; Degand y Sanders, 2002). E. Sustituir secuencias de ideas por otra idea de naturaleza más inclusora: Esta operación cognitiva, forma parte de la composición procedimental de dos Acciones cognitivas: Resumir y Jerarquización de las Ideas. En ambos casos, posibilita la elaboración de categorías informativas, aplicando la macrorregla de generalización, propuesta por Van Dijk y Kintsch (1983). Por tanto, su evaluación debe proporcionar información con respecto a las dificultades generadas que pueden afectar tanto al logro del objetivo de Seleccionar la información como a la Organización interna del contenido de un discurso escrito. A. Especificación del género discursivo: El conocimiento insuficiente, de la estructura de los diversos géneros discursivos, puede generar dificultades importantes a la hora de organizar el contenido en las categorías informativas que son propias de cada uno de ellos. Hay que tener en cuenta que los géneros discursivos se diferencian básicamente entre sí en los aspectos siguientes: objetivos, estructura interna y contenidos. Por tanto, la evaluación, del conocimiento que un alumno tiene de dicha estructura, puede aportar una información fundamental con respecto a la explicación de los problemas surgidos en la identificación correcta de las categorías informativas, que actúan como unidades inclusoras de los contenidos de un discurso escrito. B. Concreción del Título: El Título se configura como el primer referente compartido por la totalidad de la información relevante explicitada en la progresión temática. Forma parte, por tanto, de la información supraordinada de un discurso escrito y su especificación se configura como un logro necesario en el proceso de comprensión. Cuando, para un alumno, el título carece de valor referencial o inclusor o no se le otorga la funcionalidad que le corresponde en el proceso de comprensión, ello puede afectar a la categorización posterior de las diversas ideas en función de su naturaleza inclusora. 57 C. Identificación/Construcción de la Idea Principal: Las dificultades que se pueden producir, en la Identificación de la Idea Principal, son indicativas de una determinada confusión conceptual tanto con el título como con las ideas subordinadas y traducen los problemas que se generan cuando procede sustituir una secuencia de ideas por otra más inclusora o concretar el referente directo de un conjunto de ideas. La Idea Principal es el segundo referente compartido por la totalidad de la información relevante de un discurso escrito y su comprensión ha sido considerada como una característica básica en el caso de los lectores sin dificultades (Bauman, 1990; Jitendra et al. 1998, 2001). ón de las relaciones de subordinación existentes entre los enunciados de un discurso escrito, ya que tienen como función la de hacer explícitas este tipo de relaciones. Goldman y Rakestraw (2000), indican que en un discurso escrito podemos identificar una serie de claves o marcadores discursivos que responden a funciones muy diferentes: relevancia (lo más importante es…; hay que destacar; en concreto.., etc.), enumerativas (primero, segundo, una, otra, etc.) e inclusoras (títulos, subtítulos, encabezamientos, etc.). Los marcadores estructurales, en definitiva, nos informan de las categorías que han sido explicitadas para estructurar el contenido del discurso escrito. D. Identificación de las Ideas Subordinadas: La ejecución de esta operación cognitiva, supone la especificación del referente compartido por un conjunto de ideas, la concreción de la relación semántica existente entre estas ideas y/o la elaboración de las diversas categorías informativas a las que pertenecen dichas de ideas, mediante la aplicación de la macrorregla de generalización formulada por van Dijk y Kintsch (1983). G. Representación gráfica de las jerarquías elaboradas: Debido a que los mapas conceptuales son una representación gráfica de las relaciones semánticas y, sobre todo, de subordinación existentes entre las diferentes ideas de un discurso escrito, su correcta realización será un claro indicador de que el proceso de comprensión ha sido eficaz. Según Novack (2002), los problemas en la realización de aprendizajes significativos (errores conceptuales, nociones ingenuas, conceptos espontáneos, etc.) generan la elaboración de jerarquías proposicionales inadecuadas o limitadas. E. Especificación de los diferentes niveles de diferenciación progresiva de cada una de las Ideas Subordinadas: Cada una de las ideas subordinadas requiere un determinado nivel de desarrollo. El número de niveles dependerá de los conocimientos previos de los lectores potenciales. No pueden tener los mismos niveles de diferenciación el desarrollo de la subbalanza de mercancías, por ejemplo, en discurso escrito dirigido a economistas que otro dirigido a alumnos de Educación Secundaria. F. Identificación de los marcadores discursivos estructurales: La no identificación o la identificación parcial, de estas unidades lingüísticas puede dificultar la comprensi58 EVALUACIÓN DEL PROCESO DE INTERNALIZACIÓN-ELABORACIÓN DEL CONOCIMIENTO. El aprendizaje significativo requiere la comprensión de las relaciones de coherencia y de subordinación existentes entre las diversas ideas así como las adecuadas interacciones entre el modelo mental que activa el alumno y los contenidos del discurso escrito. Como proceso constructivo, los conocimientos previos y la naturaleza dinámica de la representación del conocimiento se configuran como conceptos claves (Catts, 2009). Como proceso estratégi- co, durante el proceso de comprensión, debe ser ejecutada una secuencia de operaciones cognitivas tendentes a posibilitar la integración de la nueva información en la estructura cognitiva del alumno. A. Diferenciación entre información conocida e información no conocida: Con la finalidad de hacer efectiva la interacción entre conocimientos previos y contenidos del discurso escrito, el alumno debe diferenciar entre “lo que ya sabe” (sobre la conceptualización que tienen algunos alumnos con respecto a información conocida y no conocida puede verse Escoriza, 2004a) y “lo que debe aprender”. El establecimiento de esta relación pone de manifiesto que los conocimientos que el alumno posee son insuficientes y requieren una modificación y/o reestructuración más o menos significativa. Los conocimientos previos, debidamente identificados, proporcionan una información básica al alumno en un doble sentido: a. Constituyen la base sobre la que se van a construir los nuevos conocimientos, ayudan a interpretar los nuevos contenidos y facilitan su internalización de forma coherente y estructurada. b. Al estar ya integrados, en la estructura cognitiva del alumno, no requieren la realización de nuevos procesos de aprendizaje. Un aspecto importante a tener en cuenta, en la evaluación de esta operación cognitiva, es el que hace referencia a los criterios que el alumno aplica para categorizar a una serie de ideas como información conocida. En el estudio realizado con estudiantes universitarios (Escoriza, 2004a), los criterios expuestos fueron muy variados: no es nueva para mí; si la sé explicar a otra persona; si me resulta lógica, etc. Por tanto, la información clave, que nos debe proporcionar la evaluación, no queda reducida a si el alumno ha efectuado o no la categorización de forma correcta, si no que procede hacerla extensiva a constatar si los criterios aplicados son considerados adecuados. A efectos de compartir criterios aplicables, en la ejecución de esta operación cognitiva, se propuso a los alumnos categorizar como información conocida, a toda aquella que sea coincidente con la conceptualización neovigotskiana de aprendizaje (Karpov, 1995): comprensión conceptual y capacidad para poderla expresar y comunicar. Uno de los objetivos de la evaluación, es el de ayudar a los alumnos a tomar conciencia de los conocimientos previos que activa y aplica, del grado de compatibilidad con la nueva información y de los errores conceptuales que puedan dificultar la integración de las nuevas ideas. B. Identificación de la Información Implícita: Algunos alumnos tienen dificultades de la comprensión, porque consideran que el discurso escrito aporta toda la información necesaria para su total comprensión y, por tanto, no detectan la información omitida que afecta a la comprensión de las relaciones de coherencia, de subordinación y/o a las relaciones entre modelo mental y modelo científico. Su identificación concreta es compleja y si el alumno no la aporta, la comprensión, como proceso inferencial se ve afectado de forma negativa (Mcgee y Johnson, 2003). Las consecuencias más inmediatas, de su no identificación o de su identificación parcial, es la realización de comprensiones literales y de expresiones reproductoras. C. Interrogación Elaborativa: La autointerrogación es una operación cognitiva a la que algunos alumnos le otorgan una nula o escasa funcionalidad durante la actividad de comprensión y ello se hace evidente tanto en el reducido número de preguntas que formulan como en la escasa relevancia que 59 tienen las cuestiones planteadas. El hecho de no generar autopreguntas, puede ser interpretado en un triple sentido: el alumno lo ha comprendido todo, se ha producido una comprensión parcial o insuficiente o bien es un indicador de indiferencia (Escoriza, 2009b, 2010; Parker y Hurry, 2007). Los datos derivados de la evaluación, pueden ser de gran valor para ayudar a los alumnos a conocer su finalidad y relevancia, identificar las dificultades que tienen en su ejecución, etc. D. Explicitación y resolución de los conflictos cognitivos generados: Los alumnos no siempre son conscientes de sus propias preconcepciones ni de la distancia cognitiva existente entre éstas y el conocimiento científico. Si no son conscientes de los conflictos cognitivos, que se pueden generar, no harán nada por resolverlos y ello afectará de forma negativa a la integración de las nuevas ideas en su estructura cognitiva. El proceso de comprensión, para ser realmente operativo, requiere que el alumno haga explícita la disonancia que pueda haber entre el modelo mental elaborado y la nueva información. El proceso de evaluación debe deducir información relativa a si el alumno se formula o no conflictos cognitivos, la naturaleza de dichos conflictos y si son resueltos o no adecuadamente. Es importante ayudar a los alumnos a identificar las relaciones que establecen entre los conocimientos que activan y los contenidos del discurso escrito ya que el proceso de aprendizaje tiene como finalidad hacer efectiva su integración. Según Vosniadou (1991), en el proceso de cambio de los modelos mentales, los alumnos pasan por tres niveles y aplican tres estrategias diferentes en la comprensión de los conceptos científicos. Primero, memorizan lo que se les enseña y, por tanto, no relacionan el modelo científico con el modelo mental activado (por ejemplo: modelo mental, la tierra es plana; modelo científico, la tierra 60 es redonda). Segundo, cuando el alumno es consciente de que puede activar dos modelos mentales contradictorios: el alumno interpreta que la tierra es redonda para significar que es circular pero plana como un disco (estrategia asimiladora). Tercero, cuando el alumno comprende e internaliza el modelo científico. Pero, en ocasiones, puede surgir otro nivel diferente y que es identificable cuando el alumno no puede aplicar ninguna de las estrategias propias de los niveles anteriores (memorizadora, asimiladora, integradora), debido a que el modelo mental activado es muy resistente al cambio conceptual (estrategia irreconciliadora): la tierra no puede ser redonda, si no que es plana. En la forma de resolver los conflictos cognitivos, podemos encontrar la explicación al aprendizaje memorístico, los errores conceptuales, la resistencia al cambio educativo, etc. E. Repetición Elaborativa: La repetición elaborativa, a diferencia de la repetición mecánica, tiene como función general hacer del aprendizaje un proceso de elaboraciones sucesivas que deben tener como resultado ir alcanzando de forma progresiva niveles cuantitativa y cualitativamente superiores de comprensión. El objetivo de la repetición no es la memorización sino la comprensión, teniendo en cuenta sus dos componentes: comprender a través de la repetición y memorizar lo comprendido. G. Identificación de las Necesidades Educativas producidas: La inclusión de esta operación cognitiva, como componente procedimental relacionada con la Elaboración del conocimiento, se fundamenta en la consideración de la actividad de comprensión no sólo como aprendizaje independiente si no además como una forma de aprendizaje mediatizado. Se supone que una parte de las dificultades surgidas, en la ejecución de las operaciones cognitivas citadas, debe quedar solucionada mediante la actividad autónoma del alumno, pero puede ocurrir también que otra parte, más o menos importante, requiera alguna forma de participación guiada. REFERENCIAS Allen, S. (2003). An analytic comparison of three models of reading strategy instruction. IRAL, 41, 319-338 Andreassen, R. y Braten, I. (2010). 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Componentes explicitados Primera: Segunda: Etc. 64 TAREA 1 Mediante la realización de la Tarea 1, se pretende evaluar el conocimiento que posee el alumno/a con respecto a la estructura interna de la Actividad de comprensión, es decir, las Acciones cognitivas, los objetivos instrumentales específicos de cada una de ellas y las operaciones cognitivas que deben ser ejecutadas durante el proceso de comprensión de un discurso escrito expositivo. Para llevar a cabo la tarea, se entrega un discurso escrito expositivo a cada uno de los alumnos/as y se les proporcionan las siguientes instrucciones: a. Procede a la comprensión del discurso escrito, que se te ha entregado, y escribe en una de las caras del folio el resultado de la actividad realizada: lo qué has comprendido. b. En la otra cara del folio, ves anotando o describiendo la actividad que has realizado durante todo el proceso de comprensión: qué has hecho y el orden en el que has ejecutado cada uno de los pasos que has seguido. TAREA 2 Si comprobamos que, en la realización de la tarea anterior, no se establece relación alguna entre los componentes del procedimento que dice ejecutar y los objetivos específicos que se pretenden lograr mediante su ejecución, proponemos la realización de la tarea 2. Para ello pedimos al alumno/a que trate de asignar un objetivo específico a cada un de dichos componentes: Objetivos asignados TAREA 3 En el supuesto de que, en la realización de la Tarea 1, las Acciones/Operaciones cognitivas explicitadas no sean expresadas de forma adecuada, es aconsejable proponer una tarea diferente con la finalidad de ayudar al alumno/a a denominar correctamente los procesos cogAcciones Cognitivas nitivos que normalmente dice ejecutar durante la actividad de comprensión. La tarea consiste en que el alumno/a considere si, las expresiones empleadas en la Tarea 1 para la denominación de las diferentes Acciones/Operaciones cognitivas, pueden ser o no reemplazadas por las que se exponen a continuación y qué objetivo le serían asignados a cada una de ellas: Orden Objetivo Relacionar los Conocimientos Previos con los Contenidos del Discurso Escrito Resumir Jerarquización de las Ideas Subrayar Producir una Composición Escrita Elaborar un Mapa conceptual Otras Acciones/Operaciones Cognitivas TAREA 4 En la realización de las Tareas 2 y 3, puede producirse una gran diversificación de respuestas y la formulación de objetivos expresados de forma muy genérica y de dudoso valor instrumental. Estos datos aconsejan la realización de la Tarea 4 cuya finalidad es la de proporcionar a los alumnos/as una determinada información tendente a facilitar la denominación de los objetivos y el establecimiento de relaciones entre Acciones/Operaciones cognitivas y Objetivos. Para la realización de esta tarea, se explica a los alumnos/as que los objetivos posibles, susceptibles de ser asignados a cada una de las Operaciones cognitivas Acciones/Operaciones cognitivas explicitadas en la Tarea 1, pueden ser los siguientes: a. ORGANIZACIÓN de la información que se desarrolla en el discurso escrito. b. EXPRESIÓN/COMUNICACIÓN del conocimiento mediante la producción de un discurso escrito. c. SELECCIÓN de la información que más nos interesa. d. ELABORACIÓN/INTEGRACIÓN del conocimiento relacionando lo que ya sabemos con la nueva información. Objetivo Primera: Segunda: Etc.: 65 TAREA 5 En la realización de la Tarea 1, hemos podido comprobar que las expresiones que emplean, para la denominación de las Acciones/Operaciones cognitivas, no son las adecuadas. En la Tarea 3 se especifican las Acciones cognitivas Acciones Cognitivas Subrayar Mapa conceptual Resumir Producir una composición escrita Jerarquizar las Ideas Relacionar los Conocimientos Previos con los Contenidos del Discurso Escrito Otras Acciones Cognitivas Aplica SI NO SI NO SI NO SI NO SI NO que deben ser aplicadas, durante el proceso de comprensión, y su relación con los objetivos específicos ya indicados en las Tareas 2, 3 y 4. Para la ejecución de esta Tarea se pide al alumno/a que concrete las Acciones cognitivas que aplica habitualmente, el orden en el que las aplicas y su objetivo o finalidad instrumental específica: Orden Expresión Organiz SI NO TAREA 6 En las Tareas 3 y 5 se detallan las Acciones cognitivas que deben ser realizadas durante el proceso de comprensión de un discurso escrito expositivo y los objetivos posibles a conseguir mediante su realización. Las Acciones cognitivas tienen una determi- nada composición operacional por lo que, en el proceso de evaluación que estamos siguiendo, consideramos pertinente proponer al alumnado la ejecución de una tarea consistente en explicitar las Operaciones cognitivas que ejecutan cuando realizan cada una de las Acciones cognitivas expuestas en ambas Tareas. a. Composición Operacional de SUBRAYAR Orden Operaciones cognitivas explicitadas Primera Segunda Etc. b. Composición Operacional de RESUMIR Orden Operaciones cognitivas explicitadas Primera Segunda Etc. c. Composición Operacional de JERARQUIZACIÓN DE LAS IDEAS Orden Primera Segunda Etc. 66 Selecc. Elabor. Operaciones cognitivas explicitadas d. Composición operacional de RELACIONAR LOS CONOCIMIENTOS PREVIOS CON LOS CONTENIDOS DEL DISCURSO ESCRITO Orden Operaciones cognitivas explicitadas Primera Segunda Etc. TAREA 7 Una vez que el alumno/a ha explicitado las Operaciones cognitivas que ejecuta, en la realización de cada una de las Acciones cognitivas indicadas, consideramos oportuno proponer una nueva tarea en la que se concretan una serie de Operaciones cognitivas susceptibles de ser ejecutadas en la realización de las diferentes Acciones cognitivas. La comparación de las respuestas, dadas por los alumnos/as a ambas tareas, nos proporcionará información muy valiosa con respecto a las dificultades que se van generando en la explicitación del conocimiento estratégico y constituye, además, un indicador del conocimiento que el alumnado tiene de su propio funcionamiento cognitivo cuando trata de comprender la información expresada en determinados discursos escritos. Las instrucciones dadas a los alumnos/as, son las siguientes: de las Operaciones cognitivas, que se mencionan a continuación, indica las que consideras que ejecutas habitualmente cuando realizas alguna o algunas de las siguientes Acciones cognitivas: A. Resumir B. Subrayar C. Jerarquizar las Ideas D. Mapa conceptual E. Relacionar con los conocimientos previos con los contenidos del discurso escrito F. Producir una composición escrita 67 OPERACIONES COGNITIVAS 1. Generar Ideas 2. Diferenciar entre información nueva e información dada o redundante 3. Sustituir secuencias de proposiciones por otra de naturaleza más inclusota 4. Construcción de los niveles de elaboración de cada una de las ideas subordinadas 5. Concreción de los contenidos cuya comprensión requiere ayuda educativa 6. Seleccionar las proposiciones que proporcionan información relevante. 7. Representación gráfica de la estructura interna del discurso escrito 8. Suprimir las proposiciones que proporcionan información trivial o irrelevante 9. Identificación/Elaboración del Título 10. Categorización de las Ideas en información conocida y en información no conocida 11. Construcción de la Progresión Temática: Edición de la versión final 12. Identificación de los marcadores discursivos de las relaciones de coherencia. 13. De la información dada, seleccionar la que desarrolla con mayor claridad a la información nueva. 14. Identificación de la información implícita 15. Identificación/Elaboración de la Idea Principal 16. Repetición Elaborativa 17. Revisar la composición escrita realizada 18. Concreción de los conflictos cognitivos generados 19. Identificación de las ideas subordinadas 20. Categorización de las ideas generadas de acuerdo con su nivel inclusor 21. Construcción del argumento compartido. 22. Interrogación Elaborativa 23. Identificación de los marcadores discursivos de las relaciones de subordinación 24. Construcción de la Progresión Temática: Elaboración de un borrador 25. Elaboración del Tema 26. Secuenciación de las categorías en las que han sido agrupadas las ideas generadas 27. Planificar la producción de un discurso escrito. 28. Especificación del género discursivo al que pertenece el discurso escrito. 68 ACCIONES COGNITIVAS ORDEN TAREA 8 Esta Tarea es la que presenta el mayor nivel de concreción y la que proporciona, a su vez, el mayor volumen de información con respecto al funcionamiento cognitivo explicitable durante el proceso de comprensión de un discurso escrito expositivo. Toda esta información facilita enormemente la tarea del alumnado, si la comparamos, sobre todo, con la Tarea 1 caracterizada por la ausencia de cualquier referencia o guía para la determinación de las Acciones y Operaciones cognitivas SUBRAYAR: OPERACIONES aplicadas en los procesos de construcción del conocimiento. Además, y a nivel comparativo con las Tareas 6 y 7, permite determinar el grado de inadecuación procedimental existente en la composición operacional de cada una de las Acciones cognitivas especificadas. Las instrucciones dadas a los alumnos/as, son las siguientes: de las Operaciones cognitivas que se mencionan, en la composición operacional de cada una de las Acciones cognitivas expuestas, indica las que consideras que ejecutas habitualmente y el orden en el que las ejecutas durante el proceso de comprensión. COGNITIVAS ORDEN 1. Suprimir la información trivial o irrelevante 2. Especificar los marcadores discursivos de las relaciones de coherencia. 3. De la información dada o redundante, seleccionar la que desarrolla con mayor claridad a la información nueva. 4. Identificar a las proposiciones que comparten el mismo argumento. 5. Construcción del argumento compartido 6. Diferenciar entre información nueva e información dada o redundante n. Otras Operaciones cognitivas RESUMIR: OPERACIONES COGNITIVAS ORDEN 1. Suprimir la información trivial o irrelevante 2. Especificar los marcadores discursivos de las relaciones de coherencia 3. Seleccionar la información dada o redundante. 4. Sustituir secuencias de proposiciones por otra más inclusora o general. 5. Construcción del argumento compartido 6. Identificar a la información nueva 7. Identificar a la información dada o redundante n. Otras Operaciones cognitivas JERARQUIZACIÓN DE LAS IDEAS: OPERACIONES COGNITIVAS 1. Construcción de los niveles de elaboración de cada una de las ideas subordinadas 2. Representación gráfica de la estructura interna del discurso escrito 3. Identificación/Elaboración del Título 4. Identificación de las ideas subordinadas 5. Especificación del género discursivo al que pertenece el discurso escrito 6. Identificación/Elaboración de la Idea Principal 7. Identificación de los marcadores discursivos de las relaciones de subordinación n. Otras Operaciones cognitivas ORDEN 69 RELACIONAR LOS CONOCIMIENTOS PREVIOS: OPERACIONES COGNITIVAS 1. Interrogación elaborativa 2. Especificación de la información implícita 3. Repetición elaborativa 4. Identificación de la información conocida 5. Concreción de los conflictos conceptuales generados 6. Especificación de los contenidos cuya comprensión requiere ayuda educativa 7. Identificación de la información no conocida n. Otras Operaciones cognitivas 70 ORDEN ANEXO II CRITERIOS PARA LA EVALUACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESTRATÉGICO A NIVEL OPERATORIO O PROCEDIMENTAL 1. Estructura interna del conocimiento estratégico explicitado (Tarea 1): a. En el procedimiento se explicitan: * Acciones cognitivas * Objetivos * Operaciones cognitivas. b. A las Acciones cognitivas se les asignan objetivos específicos. c. Las Operaciones cognitivas figuran como componentes de las Acciones cognitivas. 2. Expresiones empleadas para la denominación del conocimiento estratégico (Tarea 1): a. Adecuadas: permiten categorizarlas en (o permiten identificar a): *Acciones cognitivas * Objetivos *Operaciones cognitivas b. Inadecuadas: No permiten su inclusión en ninguna de las categorías indicadas o no permiten identificar a ningún componente de la estructura interna de la Actividad de comprensión. 3. Secuenciación y Suficiencia (Tareas 1, 3 y 5): a. Correcta: cuando la aplicación o ejecución de las estrategias explicitadas y la secuencia formulada garantiza el logro de los objetivos previstos b. Incorrecta: cuando las estrategias explicitadas son claramente insuficientes y su ejecución no garantiza el logro de dichos objetivos. 4. Acciones cognitivas explicitadas (Tareas 1, 3 y 5): a. Ninguna b. Algunas c. Todas 5. Objetivos específicos explicitados (Tareas 2, 3, 4 y 5) : a. No explicitados b. No asignados a ninguna de las Acciones cognitivas c. Asignados de forma inadecuada o incorrecta d. Asignados parcialmente e. Asignados correctamente a una determinada Acción cognitiva 6. Composición operacional de las Acciones cognitivas (Tareas 1, 6, 7 y 8): a. Correcta b. Incorrecta 7. Sistematización (Todas las Tareas): a. Adecuada: cuando se explicitan componentes análogos en tareas diferentes. b. Inadecuada: cuando se producen modificaciones en los componentes explicitados. 71 ANEXO III 6.2. PRUEBA PARA LA EVALUACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESTRATÉGICO A NIVEL FUNCIONAL O INSTRUMENTAL 6.3. Identificar a TODAS LAS IDEAS SUBORDINADAS y desarrollarlas Lee el discurso escrito que se incluye a continuación y realiza las siguientes actividades: TAREA 1: 1.1. Identificar el TEMA que se desarrolla en el discurso escrito. 1.2. Identificar a la Información nueva Tarea 2: Identifica a la Información dada o redundante Tarea 3: Subraya toda la información que consideres que CONSIDERES QUE ES IMPORTANTE. Tarea 4: Subraya toda la información que NO CONSIDERES QUE ES IMPORTANTE Tarea 5: 5.1. Subrayar todos los MARCADORES DISCURSIVOS que encuentres en este discurso escrito. 5.2. Realizar un RESUMEN. TAREA 6: 6.1. 72 Ponerle TÍTULO Identificar a la IDEA PRINCIPAL Tarea 7: Con la información jerarquizada en la tarea 5, elabora un MAPA CONCEPTUAL. Tarea 8: Subraya toda la información IMPORTANTE que YA ES CONOCIDA O SABIDA. Tarea 9: Subraya toda la información IMPORTANTE que NO sea CONOCIDA. Tarea 10: Identificar la información IMPLÍCITA y que, por tanto, ha sido OMITIDA por el autor y que consideras que es necesaria para comprenderlo mejor. Tarea 11: Escribe las PREGUNTAS que te has ido haciendo durante el proceso de comprensión. Tarea 12: Lee el discurso escrito dos o tres veces con las siguientes finalidades: 12.1. Exponer los conflictos cognitivos que se han producido durante las lecturas efectuadas. 12.2. Comprobar y anotar las mejoras, en la comprensión de los contenidos, que se han ido produciendo en cada una de las lecturas realizadas. Tarea 13: Indica lo que no has podido comprender mediante las lecturas que has realizado y que, por tanto, necesitas que otras personas te ayuden a comprenderlo. ANEXO IV CRITERIOS PARA LA EVALUACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESTRATÉGICO A NIVEL FUNCIONAL O INSTRUMENTAL 1. SUBRAYAR y/o RESUMIR con el Objetivo de SELECCIONAR INFORMACIÓN 1.1. Construcción del Tema: 0. No elaboración 1. Construcción incorrecta 2. Construcción parcialmente correcta. 3. Construcción correcta 1.2. Diferenciar entre Información nueva e Información dada. 0. No categorización 1. Categorizar como información dada a información trivial. 2. Categorizar como información nueva a información trivial. 3. Categorizar como información dada a información nueva 4. Categorizar como información nueva a información dada. 5. Identificación parcial de la información dada. 6. Identificación parcial de la información nueva 7. Identificación correcta de la información dada 8. Identificación correcta de la información nueva 1.3. Seleccionar la información relevante 1. Seleccionar a información trivial como información relevante. 2. Omitir información relevante. 3. Selección correcta de la información relevante 1.4. Supresión de la información trivial 1. Supresión de información relevante al considerarla como información trivial. 2. Supresión parcial de información trivial. 3. Supresión correcta de la información trivial. 1.5. Identificación de los marcadores discursivos y referentes 0. No Identificación. 1. Identificación parcial. 2. Identificación correcta 1.6. Sustituir secuencias de ideas por otra de naturaleza más inclusota 0. No identificación del argumento compartido por una secuencia de ideas. 1. Inclusión de información trivial. 2. Elaboración incorrecta. 3. Elaboración parcial de las diferentes categorías informativas. 4. Elaboración correcta 73 2. JERARQUIZACIÓN de las ideas con el Objetivo de ORGANIZACIÓN EL CONTENIDO 2.1. Especificación del género discursivo 0. No especificación 1. Especificación inadecuada. 2. Especificación correcta. 2.2. Construcción del Título 0. No elaboración. 1. Formulación Incorrecta. 2. Formulación parcialmente correcta. 3. Formulación correcta 2.3. Identificación/Construcción de la Idea Principal. 0. No Identificación. 1. Construcción Incorrecta. 2. Construcción parcialmente correcta. 3. Identificación correcta 2.4. Identificación de las Ideas Subordinadas. 0. No identificación. 1. Identificación incorrecta 2. Identificación, como Ideas Subordinadas, a información trivial. 3. Expresión ambigua o confusa. 4. Identificación parcial. 4. Identificación correcta 2.5. Especificación de los niveles de Elaboración de cada una de las Ideas Subordinadas. 0. No especificación. 1. Inclusión de información trivial. 2. Expresión ambigua o confusa. 3. Desarrollo insuficiente. 4. Expresión reproductora. 5. Especificación parcial 6. Especificación correcta 2.6. Identificación de los marcadores estructurales. 0. No identificación. 1. Identificación incorrecta. 2. Identificación parcial 3. Identificación correcta 74 2.7. Representación gráfica de las relaciones semánticas y de subordinación. 0. Jerarquización incorrecta o inadecuada. 1. Inclusión errónea de conceptos que forman parte de la información trivial. 2. Representación insuficiente de los diferentes niveles de elaboración de alguna o algunas de las ideas subordinadas. 3. Empleo insuficiente o inadecuado de los conectores. 4. Representación parcial de las relaciones de coherencia y/o de subordinación. 5. Representación gráfica correcta. 3. RELACIONAR CONOCIMIENTOS PREVIOS y Discurso Escrito con el Objetivo de ELABORAR E INTERNALIZAR EL CONOCIMIENTO 3.1. Diferenciación entre información conocida y no conocida 0. Categorización, como información conocida, a información trivial. 1. Categorización como información no conocida a información trivial. 2. Inclusión de ideas en ambas categorías. 3. No categorización de determinadas ideas. 4. Categorización incorrecta. 5. Identificación parcial de la Información no conocida y cuya comprensión que requiere ayuda educativa. 6. Diferenciación correcta. 3.2. Identificación de la información Implícita. 0. Categorización como información implícita a significados ya explicitados. 1. Identificación de información implícita relacionada con la información trivial 2. No identificación de la información implícita. 3. Identificación parcial de la información implícita. 4. Identificación correcta. 3.3. Autointerrogación Elaborativa. 1. Reducido número de preguntas autoformuladas. 2. Finalidad incierta. 3. Relacionadas con la información trivial. 4. Cierto nivel de redundancia. 5. Ambigüedad expositiva en la formulación de las preguntas. 6. Preguntas autoformuladas y no contestadas o no contestadas satisfactoriamente. 7. Excesiva generalización o poca concreción. 8. Formulación de preguntas que ayudan a una mejor comprensión 3.4. Identificación y resolución de conflictos cognitivos generados. 0. No identificación de los conflictos cognitivos. 1. Identificación parcial de los conflictos cognitivos. 3. No resolución de los conflictos cognitivos explicitados. 4. Resolución inadecuada de los conflictos explicitados. 5. Identificación y resolución de los conflictos que hayan surgido 75 3.5. Repetición Elaborativa 0. Releer para memorizar. 1. Dificultades para integrar, en una unidad temática, a información expresada en diversas fuentes documentales. 3. Empleo de la estrategia consistente en “cortar y pegar”. 4. Releer para mejorar la comprensión 3.6. Identificación de las necesidades educativas. 1. Identificación insuficiente o inadecuada. 2. Relevancia incierta, en la mejora de los procesos de E-A, de las necesidades educativas identificadas. 3. Identificación de las Operaciones cognitivas cuya ejecución ha generado el mayor número de dificultades o las dificultades de más relevancia o incidencia. 4. Identificación adecuada de las necesidades educativas generadas 76 SECCIÓN INVESTIGACIÓN EN PSICOLOXIA E EDUCACIÓN REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN Vol. 19, (nº.1), Ano 16º-2011 ISSN: 1138-1663 VARIABLES PERSONALES, FAMILIARES, ESCOLARES Y SOCIALES RELACIONADAS CON LA CONFLICTIVIDAD EN LOS CENTROS EDUCATIVOS DE EDUCACIÓN SECUNDARIA PERSONAL, FAMILIAR, SCHOOL AND SOCIAL VARIABLES RELATED TO THE CONFLICTS IN THE EDUCATIONAL CENTRES OF SECONDARY EDUCATION José Domínguez Alonso Profesor Asociado del Departamento de Análisis e Intervención Psicosocioeducativa (Universidad de Vigo –Campus de Ourense-). Data de recepción: 15/04/2011 Data de aceptación: 04/07/11 Antonio López Castedo (Universidad de Vigo –Campus de Ourense-). Enrique Álvarez Roales Profesor de Educación Primaria (Ceip de Ribadavia). RESUMEN El objetivo es acercarse a los factores de riesgo (individuales, familiares, escolares y sociales) que hacen probable la aparición y mantenimiento de la conflictividad escolar. Se ha utilizado un diseño experimental multigrupo, empleando un cuestionario estructurado “ad hoc” y el cuestionario de violencia escolar (CUVE). Los resultados muestran prevalencia de conductas conflictivas en el alumnado determinada por el tipo de centro, sexo y clase social (en la violencia física); el centro y curso (en la violencia del profesorado hacia el alum- nado); y el centro, procedencia y clase social (en la violencia verbal del alumnado hacia sus compañeros y el profesorado). DESCRIPTORES: Conflictividad escolar, Violencia escolar, Convivencia, Educación Secundaria. ABSTRACT The aim is to approach to the risk factors (individual, familiar, school and social) that do likely the apparition of the school conflicts. It has used an experimental multigroup de- Correspondencia: E-mail: [email protected]; [email protected]; [email protected]; [email protected] 79 sign, employing a structured questionnaire “ad hoc” and the questionnaire of school violence (CUVE). The results show prevalence of conflictive behaviours in the pupils determined by the type of centre, sex and social class (in the physical violence); the centre and course (in the violence of the teaching staff towards the pupils); and the centre, origin and social class (in the verbal violence of the pupils to their mates and the teaching staff). o intereses son incompatibles o son vividos como incompatibles (Fernández, 1998; Ovejero, 2004), siendo su resolución la que adopte perspectivas divergentes y opuestas que nos lleven a otros conceptos. Así pues, se diferencian dos posturas enfrentadas: por un lado, los que entienden el conflicto en positivo (oportunidad educativa), y por otro los que lo hacen en sentido negativo, escalando gradualmente hasta el uso de la violencia. KEYWORDS: School conflicts, School violence, Cohabitation, Secondary Education. Pero el concepto de violencia es todavía más polisémico, complejo, polivalente, y plástico ya que puede ser utilizado en distintos ámbitos, escalas, circunstancias personales y sociales, y además se adapta a cualquier contexto sin perder su significado central, “utilización de medios coercitivos para hacer daño a otros y/o satisfacer los intereses del propio individuo” (Piñeiro, 2010: 28). Pero, cuando se habla de violencia, emergen como subcategorías muchos fenómenos que adoptan expresiones que se entienden como más adecuadas: conductas disruptivas, entendidas como “todas aquellas conductas que los alumnos manifiestan y que afectan a la normal convivencia entre los miembros de la comunidad educativa y a la tarea docente” (Barri, 2006: 15); conducta antisocial o agresiva, “aquella que inflige daño físico o psicológico al otro; y/o perdida o daño de propiedades pudiendo o no constituir una infracción a las leyes vigentes” (Loeber y Hay, 1997: 373); acoso escolar o “bullying”, en el cual “un alumno es agredido o se convierte en victima cuando está expuesto de forma repetida o durante un tiempo a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o varios de ellos” (Olweus, 1998: 25). En este estudio nos vamos a referir a la violencia escolar entendida como un conflicto negativo con distintas manifestaciones (disrupción, conducta antisocial, acoso o bullying...) de un mismo sustrato violento, considerando un acto de violencia cualquier agresión –física, moral o institucional- dirigido contra la integridad de uno o varios individuos o grupos (Abramovay y Rua, 2002). INTRODUCCIÓN Hasta la fecha, la preocupación por crear entornos de convivencia positivos no ha sido un elemento destacado en la organización y gestión de los centros educativos. Esa ignorancia, auspiciada por el desconocimiento y la opacidad del incremento de acontecimientos que perturban el orden de las instituciones escolares, ha acarreado algunas carencias en los mecanismos de prevención e intervención en los conflictos escolares. A día de hoy, la inquietud en España por el incremento (tanto en frecuencia como intensidad) de la conflictividad escolar, ha llevado a la mayoría de Comunidades Autónomas a elaborar leyes, planes y estrategias encaminadas a garantizar un ambiente educativo de respeto mutuo. Sin embargo, el retorno a la preocupación por esta dimensión clave en la organización escolar, se encuentra con una primera dificultad de gran calado en el plano conceptual, debido a la multitud de términos y acepciones utilizados en las distintas manifestaciones de comportamiento del alumnado (Colvin, Tobin, Beard, Hagan y Sprague, 1998; Vettenburg, 1999). No obstante, existe cierta preferencia en la comunidad científica en el uso del término “conflicto” como una confrontación entre dos o más individuos en situación de disputa o divergencia debido a que sus ideas, posiciones 80 Aunque las investigaciones serias nunca han presentado el fenómeno de la conflictividad escolar como algo generalizado, lo cierto es que actualmente la convivencia en los centros educativos está afectada de problemas sociales que van desde enfrentamientos que no se resuelven adecuadamente mediante el dialogo, hasta verdaderas conductas de acoso y maltrato interpersonal que adquieren el peor de los matices. Sin que la situación pueda considerarse como alarmante, la violencia escolar está ejerciendo un triple impacto en el funcionamiento y funciones de la escuela: desmoralizando y desmotivando laboralmente al profesorado, produciendo en la institución escolar un abandono de sus objetivos prioritarios de enseñanza de conocimientos -puesto que la atención recae en las medidas disciplinarias-, y provocando también el abandono de los objetivos de formación humana del alumnado, al centrarse la atención en aquellos estudiantes que muestran más problemas de disciplina (Trianes, Muñoz y Sánchez, 2001). Así pues, el fenómeno de la violencia escolar se presenta como un serio problema personal, educativo y social con efectos importantes en la parte sustancial de los chicos en edad escolar (Estévez, Musitu y Herrero, 2005), e implica niveles individuales, familiares, institucionales y sociales, los cuales se articulan potenciando o moderando sus manifestaciones (Bringuiotti, 2000). El campo de la investigación considera a los factores individuales (edad, sexo…) como los primeros indicadores de riesgo, aunque no descarta otras características de tipo personal como la impulsividad, raza, discapacidad, inteligencia… (Smith, 2004; Woods, Hall, Kautenhahn y Wolke, 2007). En segundo lugar, se encuentra el contexto familiar, apuntando en su mayoría que un ambiente familiar con menor cohesión y control, falto de comunicación y con un cierto grado de conflicto, favorece el desarrollo de conductas violentas (Farrington, 2005; Tolan, Gorman-Smith y Henry, 2006). Es de reseñar también, la influencia de familias monoparentales o padres divorciados, pues la ausencia de la figura paterna puede originar problemas relacionados con la violencia y otras conductas antisociales reflejando un mal aprendizaje de los límites y de las normas de convivencia (Díaz-Aguado, 2005). El incremento de separaciones y divorcios, junto al aumento de conflictos y falta de cohesión familiar, son factores que guardan una relación positiva con el fenómeno de la violencia (Silver, Measelle, Armstrong y Essex, 2005). Una buena interacción entre padres e hijos basada en el afecto, la cohesión, la comunicación y la escucha, predispone a una mejor adaptación personal y social de los adolescentes. El contexto escolar, constituye el tercer factor donde un sistema de gestión de centro con disciplina punitiva, reglas y expectativas poco claras, y una aplicación incoherente e irregular de las normas disciplinarias son factores importantes en el incremento de comportamientos agresivos (Estévez, Murgui, Moreno y Musitu, 2007). Finalmente, los factores sociales, con estudios encaminados fundamentalmente a la influencia de los medios de comunicación, y especialmente de la televisión (Bushman & Huesmann, 2001), en la conducta agresiva de niños y adolescentes, reflejan su papel en el origen, mantenimiento y solución de los problemas de violencia (Clemente, 2005; García, 2000). El objetivo general de la investigación es doble: por un lado, delimitar el perfil psicosocial de los adolescentes implicados en los conflictos escolares, y por otro analizar las relaciones existentes entre las variables individuales, familiares, institucionales y sociales con los problemas de convivencia en los centros educativos (Gráfico 1). 81 Gráfico 1. Objetivo general del estudio MÉTODO PARTICIPANTES La muestra está formada por 550 sujetos de edades comprendidas entre 12 y 16 años que se encontraban matriculados en el primer y segundo ciclo de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en la Comunidad Autónoma Gallega. Las principales variables del estudio pueden agruparse en: variables individualesescolares: edad, sexo, curso, centro; y variables socio-familiares: procedencia, clase social, ambiente familiar. Comprende en el primer bloque (Tabla 1), un total de 22 aulas (un 51,8% de los sujetos cursan el primer ciclo y un 48,2% el segundo ciclo de la ESO). La distribución por edad es de 17,5% de sujetos de 12 años, un 24,2% de 13 años, un 22,4% de 14 años, un 21,5% de 15 años, y un 14,5% de 16 años. En cuanto al 82 sexo, una vez seleccionada la muestra, observamos que el 52,7% son chicas y el 47,3% son chicos, por lo que ambos sexos se encuentran representados con porcentajes similares. En cuanto a la distribución por curso, un 26,7% es de 1º ESO, un 25,1% de 2º ESO, un 25,6% de 3º ESO, y un 22,5% de 4º ESO. También se obtiene una muestra equilibrada en referencia al tipo de centro, un 42,2% del alumnado es de centros públicos, y un 57,8% es de centros privados-concertados. En el segundo bloque (variables de muy difícil delimitación), un 80,4% del alumnado procedía de entornos urbanos, y un 19,6% de entornos semiurbanos próximos a la provincia Ourensana. En función de la clase social, un 68,7% se identifican con la media-baja, y un 31,3% con la media-alta. En último lugar, en relación con el ambiente familiar el 74,5% vive en familias “convencionales” frente a un 25,5% que lo hace en ambientes familiares “no convencionales” (cajón de sastre que incluye un amplio abanico de tipos de familia). Tabla 1. Características de la muestra CARACTERÍSTICAS DE LA MUESTRA 12 años 13 años 133 14 años 123 15 años 118 16 años Hombre 80 260 Mujer Semiurbano 290 108 Urbano Media-baja 442 378 Media-alta Público 172 232 Privado-Concertado 1º ESO 318 147 2º ESO 138 3º ESO 141 4º ESO Primer ciclo 124 285 Segundo ciclo Convencional 265 410 No convencional 140 EDAD SEXO PROCEDENCIA CLASE SOCIAL CENTRO CURSO CICLO AMBIENTE FAMILIAR PARTICIPANTES (N= 550) 96 INSTRUMENTOS Para el estudio se ha utilizado un cuestionario estructurado “ad hoc” (anexo I), relativo a variables sociodemográficas (edad, sexo, procedencia, clase social, centro, curso, ciclo y ambiente familiar); y el cuestionario de violencia escolar –CUVE (Álvarez, Álvarez, González-Castro, Nuñez, González-Pienda, 2006)– que consta de 29 enunciados con cinco alternativas de respuesta. A la vista de los resultados obtenidos, se puede afirmar que este instrumento evalúa con una buena fiabilidad (α = .93) y validez de constructo cuatro dimensiones de la conflictividad escolar: 1. Violencia física directa/indirecta por parte del alumnado (VFA), integrada por 10 ítems: 10, 14, 15, 17, 20, 21, 25, 24, 27 y 28. Hacen referencia a las acciones en las que el alumnado comete agresiones físicas tanto directas como indirectas hacia sus compañeros. 2. Violencia del profesorado hacia el alumnado (VPA), constituida por 8 ítems: 2, 5, 6, 8, 13, 16, 19, 22 y 23. Se refieren tanto a la violencia psicológica (tener manía, no escuchar, ridiculizar en clase, no tratar por igual, tener preferencias, castigar injustamente, bajar la nota como represalia o intimidar) como verbal (insultar a sus alumnos). 83 3. Violencia verbal de alumnado hacia sus compañeros (VVAA), formada por 5 ítems, 1, 4, 7, 9 y 12. Hacen referencia a acciones en la que los alumnos causan daño a sus compañeros a través de la palabra. 4. Violencia verbal del alumnado hacia profesorado (VVAP), constituida por los ítems 3, 11, 18, 26 y 29. Se refieren a acciones en las que el alumnado insulta, pone motes molestos o habla mal del profesorado. PROCEDIMIENTO El proceso de recogida de datos se inició con la selección de los centros, llevándose a cabo en los meses de noviembre y diciembre de 2009. Previo a la pasación del cuestionario, se solicita permiso a la dirección de cada centro, explicando los objetivos y el procedimiento de realización del mismo. Se informa previamente al alumnado del motivo de la investigación, y se garantiza el anonimato de la misma, así como la total confidencialidad de los datos. Las instrucciones explicativas fueron las mismas en todas las aulas y realizadas por el mismo encuestador, a fin de evitar un factor de sesgo. El tiempo aproximado que emplearon los alumnos para ejecutar la tarea, fue de unos 25 minutos aproximadamente. DISEÑO Y ANÁLISIS ESTADÍSTICO Para cumplir los objetivos de la investigación se llevó a cabo un estudio transversal, por cuanto se trata de conocer y profundizar en una población definida (alumnado de ESO) y en un tiempo dado, sobre la incidencia de la conflictividad en los centros educativos, con un doble nivel de análisis: descriptivo, en relación con la percepción de los conflictos protagonizados no sólo por los alumnos, sino también por el profesorado; y analítico, pues se establecen relaciones entre las variables de asociación o de causalidad respecto a qué factores de riesgo pueden estar más asociados a aspectos sociodemográficos de los individuos. 84 Además, se utiliza un diseño experimental multigrupo de una sola variable para lograr información más exacta sobre la posible relación funcional entre las variables. Para analizar los datos se someten los resultados a los siguientes análisis estadísticos: análisis de frecuencias y porcentajes de cada variable cualitativa, puntuación media y desviación típica de cada variable cuantitativa, análisis de varianza (Anova), y homogeneidad de varianzas. También se ha utilizado el método de comparaciones múltiples a posteriori, técnica de Scheffé, y el análisis de regresión lineal múltiple. Los datos fueron tratados mediante el programa estadístico SPSS 17.0 para Windows. RESULTADOS Para interpretar con mayor facilidad los resultados descriptivos obtenidos en la investigación realizada, se han desagrupado en función de las cuatro dimensiones obtenidas. Las variables sociodemográficas procedencia y clase social que en los datos originales presentan tres categorías, han sido recodificadas en dos categorías en función de las respuestas optenidas. CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS Y SU RELACIÓN CON LA VIOLENCIA FÍSICA POR PARTE DEL ALUMNADO (VFA) En el total de la muestra (tabla 2), el alumnado percibe una mayor frecuencia de conductas violentas en individuos de edad próxima a los 16 años (16,39), varones (16,38), procedentes de zonas urbanas (16,06), clase social media-baja (16,25), de centros públicos (16,95), en 2º curso (16,33) del primer ciclo de la ESO (16,03), siendo su ambiente familiar “no convencional” (15,96). Por el contrario, una menor presencia de conductas violentas desde el punto de vista del alumnado, recae en individuos de 15 años (15,67), sexo femenino (15,56), procedencia semiurbana (15,50), clase social media-alta (15,27), matriculados en centros privados-concertados (15,22), en primer curso de ESO (15,77) y en ambientes familiares “convencionales” (15,94). No obs- tante, al hacer referencia al ciclo de la ESO, es el segundo (15,85) donde se obtienen puntuaciones más bajas. Tabla 2. Medias y desviaciones típicas de la violencia física por parte del alumnado EDAD 12 Media 15,82 Dev. Tip. 5,01 13 15,95 4,29 14 16,03 4,51 15 15,67 4,24 16 SEXO Mujer 16,39 Media 15,56 4,21 Dev. Tip. 3,87 Hombre PROCEDENCIA Semiurbana 16,38 Media 15,50 4,97 Dev. Tip. 3,54 Urbano CLASE SOCIAL Media-Baja 16,06 Media 16,25 4,63 Dev. Tip. 4,74 Media-Alta CENTRO Público 15,27 Media 16,95 3,62 Dev. Tip. 4,25 Privado-Concertado CURSO 1º ESO 15,22 Media 15,77 4,44 Dev. Tip. 4,58 2º ESO 16,33 4,43 3º ESO 15,80 4,45 4º ESO CICLO Primer Ciclo 15,91 Media 16,03 4,29 Dev. Tip. 4,51 Segundo Ciclo 15,85 4,37 AMBIENTE FAMILIAR Media Dev. Tip. Convencional 15,94 4,42 No convencional 15,96 4,52 85 En cuanto al análisis inferencial (ANOVA) de la violencia física por parte del alumnado y en función de las variables analizadas, se observa que el sexo (F = 4.69; p = .031), la clase social (F = 5,95; p = ,015) y el centro (F = 21.06; p = .000) son fuentes significativas de variación. Asimismo, el análisis de varianza con un coeficiente de determinación que explica el 5% de variación y un coeficiente de correlación de .23, nos indican una relación directa (baja pero efectiva) entre el centro (F = 21.06; p = .000), sexo (F = 13.60; p = .000) y clase social (F = 10.69; p = .000). Por consiguiente, son variables predictoras de la violencia física por parte del alumnado, quedando explicado el modelo de regresión por las variables introducidas en un 5%: centro (3.7%), sexo (1.0%) y clase social (0.3%). La violencia ejercida por el profesorado hacia el alumnado, es percibida en la investigación mayor en individuos de 16 años (17,91), varones (17,60), que proceden de zonas urbanas (17,45), de clase social media-baja (17,67), centros públicos (18,05), en cuarto curso (18,16) del segundo ciclo de la ESO (17,66), y con un ambiente familiar ligeramente “no convencional” (17,51). Las percepciones más bajas hacen referencia al alumnado de 12 años (16,05), sexo femenino (17,12), procedencia semiurbana (16,94), clase social media-alta (16,65), matriculado en centros privados-concertados (16,83), en primer curso (16,31) del primer ciclo de la ESO (17,06) y con un ambiente familiar “convencional” (17,30). Cabe destacar que las diferencias entre las medias de los dos perfiles reseñados son muy próximas (Tabla 3). CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS Y SU RELACIÓN CON LA VIOLENCIA DEL PROFESORADO HACIA EL ALUMNADO (VPA) Tabla 3. Medias y desviaciones típicas de la violencia del profesorado hacia el alumnado EDAD 12 13 14 15 16 SEXO Mujer Hombre PROCEDENCIA Semiurbana Urbana CLASE SOCIAL Media-Baja Media-Alta CENTRO Público Privado-Concertado CURSO 1º ESO 2º ESO 3º ESO 4º ESO CICLO Primer Ciclo Segundo Ciclo AMBIENTE FAMILIAR Convencional No convencional 86 Media 16,05 17,12 17,77 17,83 17,91 Media 17,12 17,60 Media 16,94 17,45 Media 17,67 16,65 Media 18,05 16,83 Media 16,31 17,85 17,22 18,16 Media 17,06 17,66 Media 17,30 17,51 Dev. Tip. 6,03 5,71 6,43 5,02 5,26 Dev. Tip. 5,43 6,10 Dev. Tip. 5,14 5,90 Dev. Tip. 6,05 4,99 Dev. Tip. 5,60 5,82 Dev. Tip. 6,01 6,02 5,58 5,20 Dev. Tip. 6,05 5,42 Dev. Tip. 5,58 6,26 Los resultados obtenidos del ANOVA, indican que la clase social (F = 3,696; p = ,051), el centro (F = 6,032; p = .014) y el curso (F = 2,817; p = .039), son fuentes significativas de variación en la violencia del profesorado hacia el alumnado. Dado que la variable curso es fuente significativa de variación, se llevo a cabo un análisis a posteriori que nos indica que estas diferencias se producen entre primero (media = 16,31) y cuarto (media = 18,16) de enseñanza secundaria obligatoria. Posteriormente, los resultados del análisis de regresión muestran que el centro (F = 6.03; p = .014) y el curso (F = 5.50; p = .004) son variables predictoras de la violencia del profesor hacia el alumno, y que el modelo propuesto se diferencia del que indicaría ausencia de tal predicción. La ecuación de regresión queda explicada en un 2% por las siguientes variables: centro (1.1%) y curso (0.9%), con un coeficiente de correlación positivo y pequeño (.14). En este sentido, en los centros públicos se utilizaría menos la violencia del profesor hacia el alumnado, y se manifestaría más en el alumnado de cuarto de enseñanza secundaria obligatoria. CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS Y SU RELACIÓN CON LA VIOLENCIA VERBAL DEL ALUMNADO HACIA SUS COMPAÑEROS (VVAA) El alumnado considera un mayor índice de violencia verbal en los individuos de 13 años (12,77), varones (12,30), que procede de zonas urbanas (12,33), de clase social mediabaja (12,45), pertenecientes a centros privados concertados (12,60), cursan segundo (13,32) del primer ciclo de la ESO (12,41), y de ambiente familiar convencional (12,20). Por el contrario, los menores índices hacen referencia al alumnado de 16 años (11,46), de sexo femenino (12,02), con procedencia semiurbana (11,41), de clase social media-alta (11,47), matriculado en centros públicos (11,52) en primer curso de ESO (11,55), y que vive en un ambiente familiar no convencional (12,00) (tabla 4). 87 Tabla 4. Medias y desviaciones típicas de la violencia verbal del alumnado hacia sus compañeros EDAD Media Dev. Tip. 12 13 14 15 16 11,54 12,77 12,60 11,92 11,46 3,37 3,46 3,54 3,23 3,99 SEXO Media Dev. Tip. Mujer Hombre 12,02 12,30 3,29 3,78 PROCEDENCIA Media Dev. Tip. Semiurbana Urbana 11,41 12,33 3,20 3,58 CLASE SOCIAL Media Dev. Tip. Media-Baja Media-Alta 12,45 11,47 3,63 3,20 CENTRO Media Dev. Tip. Público Privado-Concertado 11,52 12,60 3,34 3,59 CURSO Media Dev. Tip. 1º ESO 2º ESO 3º ESO 4º ESO 11,55 13,32 12,08 11,62 3,51 3,27 3,60 3,45 CICLO Media Dev. Tip. Primer Ciclo Segundo Ciclo 12,41 11,87 3,50 3,54 AMBIENTE FAMILIAR Media Dev. Tip. Convencional No convencional 12,20 12,00 3,40 3,90 El análisis de varianza muestra que la edad (F = 3,190; p = ,013), procedencia (F = 5,964; p = ,015), clase social (F = 9,338; p = ,002), centro (F = 12,90, p = ,000), y el curso (F = 7,677; p = ,000), son fuentes significativas de variación con respecto a la violencia verbal entre compañeros. No obstante, dado que la edad es fuente significativa de variación, se lleva a cabo un análisis a posteriori en donde se refleja que estas diferencias se encuentran entre los 12 años (media = 11,54) y los 13 (media = 12,77); entre los 12 (media = 11,54) y los 14 años (media = 12,00); entre 88 los 13 (media = 12,77) y los 16 años (media = 11,46); y entre los 14 (media = 12,60) y los 16 años (media = 11,46). Así mismo, en relación a la procedencia, se aprecian diferencias significativas en el análisis a posteriori entre los que proceden del entorno urbano (media = 12,33) y los que residen en el medio semiurbano (media = 11,41). Igualmente, dado que la clase social es fuente significativa de variación, se lleva a cabo el análisis a posteriori que muestra diferencias significativas entre la clase media-baja (media = 12,46) y la clase media-alta (media = 11,47). En la misma línea, los resultados del análisis de regresión, contemplan que el centro (F = 12.90; p = .000), procedencia (F = 9.59; p = .000) y clase social (F = 8.39; p = .000) son variables predictoras. El coeficiente de correlación es de .21 lo que nos indica una relación positiva y baja pero efectiva. La ecuación de regresión queda explicada en un 4% por las siguientes variables: centro (2.3%), procedencia (1.1%) y la clase social (0.6%). Así, el alumnado de centros privados-concertados tiende a utilizar más la violencia verbal hacia sus compañeros, mientras que por el contrario, los que proceden de entorno urbano y clase social media emplearían en menor medida este tipo de violencia. CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS Y SU RELACIÓN CON LA VIOLENCIA VERBAL DEL ALUMNADO HACIA EL PROFESORADO (VVAP) Los datos obtenidos en la muestra (Tabla 5) confirman una mayor violencia verbal hacia el profesorado en el alumnado de 14 años (10,29), mujeres (9,89), que proceden de zonas urbanas (9,99), de clase social mediabaja (10,17), pertenecientes a centros públicos (10,54), de segundo curso (10,25) y primer ciclo de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (9,96), y en un ambiente familiar convencional (9,85). Por el contrario, los porcentajes más bajos se obtienen en el alumnado de 15 años (9,25), sexo masculino (9,75), proceden- cia semiurbana (9,15), clase social media-alta (9,06), matriculado en centros privados-concertados (9,30), cuarto curso (9,40) del segundo ciclo de la enseñanza secundaria obligatoria (9,67), y con un ambiente familiar no convencional (9,7%). A través del análisis de la varianza (ANOVA) se puede atisbar que la procedencia (F = 5,839; p = ,016), la clase social (F = 13,964; p = ,000) y el centro educativo (F = 20,26; p = ,000) son fuentes significativas de variación. No obstante, llevado a cabo un análisis a posteriori manifiesta que las diferencias significativas se producen entre los alumnos de clase social media-baja (media = 10,17) y clase media-alta (media = 9,06). Finalmente, el análisis de regresión muestra un coeficiente de determinación explicado en un 5% de la variación, por el centro (3.4%), la procedencia (0.9%) y la clase social (0.7%), siendo el coeficiente de la correlación obtenido de .24 que sugiere una relación positiva (baja pero efectiva). A su vez, el modelo predictivo que se está proponiendo se diferencia significativamente del modelo que indicaría ausencia de tal predicción: centro (F = 20.26; p = .000), procedencia (F = 13.13; p = .000) y la clase social (F = 10.64; p = .000). En este sentido, el alumnado de centros privados-concertados, zonas urbanas y pertenecientes a la clase social media-alta emplearían menos la violencia verbal hacia el profesorado. 89 Tabla 5. Medias y desviaciones típicas de la violencia verbal del alumnado hacia el profesorado EDAD 12 Media 9,85 Dev. Tip. 3,88 13 10,09 3,28 14 10,29 3,59 15 9,25 2,52 16 SEXO 9,45 Media 2,59 Dev. Tip. Mujer 9,89 3,14 Hombre 9,75 3,36 Media Dev. Tip. Semiurbana 9,15 2,69 Urbana 9,99 3,35 CLASE SOCIAL Media-Baja Media 10,17 Dev. Tip. 3,46 Media-Alta CENTRO 9,06 Media 2,55 Dev. Tip. Público 10,54 3,55 Privado-Concertado 9,30 2,90 CURSO 1º ESO Media 9,69 Dev. Tip. 3,65 2º ESO 10,25 3,38 3º ESO 9,91 3,28 9,40 Media 9,96 2,40 Dev. Tip. 3,53 PROCEDENCIA 4º ESO CICLO Primer Ciclo Segundo Ciclo AMBIENTE FAMILIAR Convencional No convencional 9,67 2,91 Media 9,85 Dev. Tip. 3,27 9,73 3,17 DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES Aunque los resultados obtenidos, son apenas un pequeño segmento del total de codificaciones abiertas (Strauss y Corbin, 1994) que se realizan en el contexto de una investigación 90 sobre la conflictividad escolar, ponen de manifiesto la interrelación y la continuidad entre los factores individuales, familiares, escolares y sociales en la explicación y manifestación de las conductas violentas. A nivel general, los valores alcanzados en el presente estu- dio señalan, en primer lugar, que los problemas de convivencia escolar están presentes en todos los centros educativos de educación secundaria (Ararteko, 2006; Defensor del Menor, 2006; Cerezo, 2009; Ortega y Angulo, 1998; Piñuel y Oñate, 2007; Trianes, 2000; Domínguez, López-Castedo y Pino 2009), y tienen que ver no solamente con el tipo de centro, ciclo o curso de referencia, sino también con las características sociodemográficas del alumnado (aspecto importante a tener en cuenta en la modalidad de violencia utilizada). Además, se llega a afirmar que este hecho, lejos de ser anecdótico, es una realidad que empieza a ser preocupante. Por otro lado, ente las cuatro modalidades de violencia analizadas (VFA, VPA, VVAA, y VVAP) se confirman tres comunalidades (medias más altas), la procedencia (urbana), clase social (media-baja), y curso académico (segundo de ESO), revelándolas como factores de riesgo que más inciden en ésta problemática. En un nivel inferior estarían el sexo masculino (VFA, VPA, VVAA), y los centros públicos (VFA, VPA, VVAP), comunes en tres de las dimensiones. Un aspecto que llama la atención es el ambiente familiar, que se reparte en las puntuaciones más altas en convencional (VVAA, VVAP) y no convencional (VFA, VPA), intuyendo que puede ser un factor que determine el tipo de violencia que desarrolla el alumnado (Estévez, Murgi, Moreno y Musitu, 2007; Farrington, 1998; Wasserman y Seracini, 2001). Otro punto importante a reseñar es que una mayor edad del alumnado minimiza casi todos los tipos de violencia estudiados (Defensor del Pueblo, 2007; Kalb y Loeber, 2003; U.S. Department of Justice, 2003). Sin embargo, los sectores urbanos -vecindarios desorganizados- (Elliott, Willson, Huizinga, Sampson, Elliott y Ranklin, 1996; Sampson, Morenoff y Earls, 1999) y una edad comprendida entre 13 y 15 años, aumentan la mayoría de las modalidades violentas estudiadas (Sindic de Grauges, 2007; Felip i Jaca, 2007). De igual manera, en los análisis inferenciales realizados (ANOVA), se constata que el tipo de centro (público, privado-concertado) y la clase social (media-baja, media-alta) son las únicas comunalidades significativas a las cuatro modalidades de conflictividad. Un desempeño escolar deficiente, bajo apego y fracaso educativo incrementan el riesgo de conductas violentas (Farrington, 2003; Kosterman, Graham, Hawkins, Catalano y Herrenkohl, 2001). Del resto de las puntuaciones optenidas, se desprenden fuentes significativas: en la violencia física por parte del alumnado (el sexo); en la violencia ejercida por el profesorado sobre el alumnado (curso); la violencia verbal del alumnado hacia los compañeros conforma el mayor grupo (edad, procedencia y curso); y la violencia verbal del alumnado hacia el profesorado (procedencia). Llama la atención, el repunte de las chicas en la violencia verbal del alumnado hacia el profesorado (López-Castedo, Domínguez y Álvarez, 2010). En último lugar, los resultados del análisis de regresión lineal múltiple por el método Stepwise (pasos sucesivos), que permite establecer la relación que se produce entre una variable dependiente y un conjunto de variables independientes, constata el tipo de centro como la única comunalidad obtenida a las cuatro modalidades de violencia escolar. Así, la violencia física del alumnado y la violencia verbal del alumnado hacia el profesorado, es menor en los centros privados-concertados (Del Barrio, Martín, Montero, Gutiérrez y Fernández, 2003), mientras que la violencia del profesorado hacia el alumnado y la violencia verbal entre alumnos es menor en los centros de carácter público. A su vez, la variable clase social es común a tres modalidades de violencia (VFA, VVAA, VVAP), y los escolares de clase social media-alta utilizan menos estos tipos de violencia. Indicar también que los varones presentan mayor violencia física (Félix, Soriano y Godoy, 2009) y un entorno semiurbano minimiza la violencia verbal entre ellos y del alumnado hacia el profesorado. 91 A nivel escolar, nuestros datos ponen de manifiesto que el modelo predictivo que se está proponiendo sobre el enfoque de la convivencia en los centros educativos, se diferencia significativamente del modelo que indicaría ausencia de tal predicción en la violencia física del alumnado (centro, sexo y clase social), en la violencia del profesorado hacia el alumnado (centro y curso), en la violencia verbal del alumnado hacia el alumnado (centro, procedencia y clase social), y en la violencia verbal del alumnado hacia el profesorado (centro, procedencia y clase social). Existen pues, una variedad de factores (algunos residen en el individuo y otros en el ambiente social) que aumentan la probabilidad de conductas violentas y delictivas (Farrington, 1998; USDHHS, 2001). Estos resultados nos permiten concluir insistiendo en que “un solo factor de riesgo en un individuo nunca es la única razón de futuros comportamientos violentos ni antisociales” (Sánchez, 2009: 77), sino que es la combinación de características individuales, familiares, escolares y sociales lo que contribuye a la aparición y mantenimiento de situaciones problemáticas en los centros de enseñanza (Lutzker, 2008). Por consiguiente, su análisis es determinante a la hora de anticipar mecanismos que ayuden a prevenir, mejorar, minimizar o solucionar los conflictos escolares. Como aportaciones básicas que contribuyen a minimizar los factores de riesgo de la conflictividad escolar, reiterar: - La prioridad de proporcionar a los centros educativos un contexto de seguridad, poniendo en marcha programas de prevención e intervención dirigidos a reducir situaciones conflictivas. Programas que, sobre todo, han de ir dirigidos a la participación de los dos contextos más importantes de socialización: la familia y la escuela (Ahmed y Braithwaite, 2004).Desarrollar com- 92 ponentes básicos de cohesión social: vínculos sociales, confianza, conocimiento colectivo, sentido de pertenencia, valores y sentimientos (Council of Europe, 2005). - En el ámbito preventivo (mayor peso) es necesario reforzar la formación del profesorado, la acción tutorial, los planes de convivencia y las relaciones familia-profesorado. Además de trabajar con programas de entrenamiento de la asertividad, empatía, mediación… - A nivel de intervención, establecer medidas correctoras encaminadas a buscar soluciones a los problemas de conflictividad en sentido positivo (no punitivo), a través de los protocolos de actuación adaptados a cada situación y centro. Los mismos deben abarcar aspectos no solamente educativos, sino también los relacionados con la familia (López, 2007) y con la comunidad en donde se encuentre inserto. Sin duda alguna, esta investigación no agota el sentido multicausal de la violencia escolar. Pese a que los resultados muestran un alto nivel de convergencia en los fenómenos emergentes, habría que hacer matices y distinciones más finas que sin duda harían más complejos los análisis y resultados aquí expuestos. La información recogida y analizada se ha centrado en la percepción y perspectiva de los propios alumnos, por lo que sería necesario contrastarla con los demás implicados en esta problemática (padres y profesores). Todo ello, deja una puerta abierta a futuras investigaciones sobre aspectos que rodean a este fenómeno desde su realidad socioeducativa en los propios centros escolares, que contribuyan a elaborar y mejorar programas de prevención e intervención centrados en la objetividad de cada situación. 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Implications of gender differences for the development of animated characters for the study of bullying behavior. Computers in Human Behavior, 23 (1), 770-786. 95 Anexo I 96 REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN Vol. 19, (nº.1), Ano 16º-2011 ISSN: 1138-1663 UN INSTRUMENTO DE DIAGNÓSTICO PARA IDENTIFICAR LAS ESTRATEGIAS Y ESTILOS DE APRENDIZAJE DE LA LENGUA EXTRANJERA A DIAGNOSIS INSTRUMENT FOR IDENTIFYING LEARNING STRATEGIES AND STYLES IN FOREIGN LANGUAGE LEARNING Amparo JIMÉNEZ VIVAS Universiadad Pontificia de Salamanca Data de recepción: 05/05/2011 Data de aceptación: 27/06/2011 Mª de las Mercedes GARCÍA HERRERO Universiadad Pontificia de Salamanca RESUMEN El presente artículo describe un instrumento particular de diagnóstico en el campo de las estrategias y estilos de aprendizaje de la lengua extranjera en el contexto universitario. Presentamos un instrumento válido de diagnóstico (a partir de las valoraciones de los estudiantes) sobre diferentes variables relacionadas con la información sobre la utilización de las estrategias de aprendizaje y la identificación con un estilo favorito en el aprendizaje de la lengua extranjera. A lo largo del artículo se señalan las especificaciones técnicas del instrumento (consistencia interna –Alpha de Cronbach-, etc.) y el modelo teórico que fundamenta la elaboración del instrumento. PALABRAS CLAVE: Diagnóstico, estrategias, estilos de aprendizaje, lengua extranjera. ABSTRACT The article describes a specific diagnostic instrument for learning strategies and styles in foreign language learning in the university context. Thus, we present a valid diagnosis in� strument (to analyze the assessments offered by students) on different variables related to the information abou���������������������������� t��������������������������� the use of learning strat� egies and styles in foreign language learning. Along the paper we penetrate into the technical specifications of the instrument (in� ternal reliability level –Cronbach´s alpha-, …) and the theorethical model before the pro� duction of the instrument. Correspondencia: E-mail: [email protected] · Mª de las Mercedes: [email protected] 97 KEY WORDS: Diagnosis, strategies, learning styles, foreign language. INTRODUCCIÓN El interés por conocer el proceso de aprendizaje de la lengua extranjera y más concretamente las estrategias involucradas en el mismo, no tiene un gran recorrido ya que la investigación realizada en este campo abarca un periodo corto de alrededor de 30 años, si bien, a finales de los años 60 ya hubo algún estudio importante. A partir de los años 70 se ha prestado mayor atención al papel que juegan las estrategias en el aprendizaje de la lengua extranjera y en la adquisición de la segunda lengua como queda recogido en diversos estudios (Rubin, 1975, 1994; Stern 1975; Naiman, Fröhlich, & Todesco, 1978/96; O´Malley & Chamot, 1990; Oxford, 1990, 2002; Cohen, 1998; Wenden, 2002; Macaro, 2001; Takeuchi, 2003; Hong-Nam & Leavell, 2006; Magogwe, J., & Oliver, R. 2007; Anderson, 2008). Nuestro objetivo no se centra en revisar exhaustivamente los innumerables estudios realizados sobre el tema, pero si plantear algunos de los más referidos ya que nos permitirán obtener las referencias precisas de los indicadores mejor valorados por los especialistas en el tema. A partir de ellos podremos diseñar un instrumento de recogida de información adecuado a las características de la realidad objeto de estudio. La investigación conducida hasta la fecha ha sido consistente en unir los niveles de competencia de la segunda lengua con el uso de las estrategias. Según estudios de autores como Chamot, Barnhardt, El-Dinary, & Robbins (1999); Goh (2002b); Liu (2004); Oxford, Cho, Leung, & Kim (2004); Wu (2008), los estudiantes de segunda lengua más competentes utilizan secuencias de estrategias para completar una tarea de forma eficaz. Al tiempo, la investigación apoya la idea de que los estudiantes con menos nivel de competen98 cia utilizan un pequeño número de estrategias y lo hacen de manera menos efectiva (Green & Oxford, 1995; Liu, 2004). Aunque, existen reservas al establecer conclusiones, ya que los estudios varían enormemente dependiendo del tipo de estudiantes investigados, de los procedimientos utilizados para obtener información sobre el uso de las estrategias y de las formas en las que el aprendizaje con éxito se ha analizado. Así, parece obvio que la reflexión sobre las estrategias de aprendizaje, en cualquier contexto, posibilita un mejor y mayor aprovechamiento de las metodologías educativas y de los resultados del aprendizaje ya que al analizar las estrategias que los estudiantes utilizan durante su proceso de aprendizaje, aparte de conocer los procesos metacognitivos, cognitivos, sociales y afectivos que están implicados en dicho proceso, también seremos capaces de entender cómo los estudiantes se enfrentan a las diferentes tareas, cuáles son las estrategias que utilizan en tareas concretas y valorar qué estrategias deberían poner en práctica para conseguir un aprendizaje más eficaz. Es importante resaltar que aunque seamos capaces de identificar estrategias individuales, en raras ocasiones se usará una sola estrategia de forma aislada, ya que, como ha quedado demostrado, las estrategias están relacionadas unas con otras. Al tiempo, compartimos el planteamiento de que la elección de éstas está vinculada con el estilo de aprendizaje particular de cada estudiante. Como Oxford (2002, p.362) apunta “los estudiantes utilizan estrategias de aprendizaje que reflejan sus estilos de aprendizaje básicos”. Apoyando esta idea nos remitimos a los datos obtenidos en las investigación realizada por Rossi-Le (1995) entre otros, quien señala que existe una unión entre las estrategias y los estilos de aprendizaje. Para finalizar, nos gustaría señalar que somos de la opinión de que es tarea de los profesores de idiomas planificar los programas de aprendizaje propiciando un aprendizaje inde- pendiente, lo cual supone ayudar a nuestros alumnos a recapacitar sobre sus procesos de aprendizaje, siendo conscientes de sus conocimientos y de las técnicas que utilizan, con el fin último de que conozcan sus habilidades y preferencias a la hora de aprender una lengua. EL CUESTIONARIO MENTO USUAL DE INFORMACIÓN EN LAS ESTRATEGIAS APRENDIZAJE DE EXTRANJERA COMO INSTRURECOGIDA DE EL CAMPO DE Y ESTILOS DE LA LENGUA Las herramientas disponibles utilizadas más frecuentemente para identificar, clasificar y medir las estrategias empleadas por los estudiantes de la lengua extranjera, son los inventarios estandarizados o cuestionarios, los protocolos de pensamiento en voz alta, y los diarios reflexivos coincidentes con una tarea de aprendizaje. Aunque el auto-informe está siempre sujeto a diferentes interpretaciones, entendemos que no hay todavía otra forma mejor para identificar los procesos cognitivos y las técnicas utilizadas por los estudiantes cuando llevan a cabo una tarea de aprendizaje. Hay que señalar que cada uno de estos métodos tiene ventajas e inconvenientes pero, en la actualidad, siguen siendo la técnica más sólida de conocer las estrategias no observables utilizadas por los estudiantes. No cabe duda de que la elección de uno u otro instrumento de recogida de información en este complejo ámbito de estudio, no solo depende de las características internas del mismo, sino también, de otra serie de factores determinantes en el proceso de obtención de datos y el procesamiento de los mismos. Tratamos de agrupar aquí, las principales tendencias en lo que se refiere al análisis, para seguir de este modo profundizando en la comprensión del fenómeno a partir del examen de sus indicadores y de las limitaciones que conllevan y delimitar, de esta manera, las características de un instrumento de diagnóstico en este ámbito. De este modo, nos parece importante señalar los factores que caracterizan la recogida de datos sobre estrategias y anotamos como significativos los siguientes: el número de participantes (investigadores/alumnos); el contexto de la investigación; el tiempo transcurrido entre el uso de la estrategia de aprendizaje y su verbalización; la forma en que se obtiene la información (oral o escrita) y el grado de intervención externa: si el investigador dirige las respuestas, proporciona instrucciones específicas o deja total libertad al alumno. Al tiempo, y para hacer más compleja y rigurosa la obtención de información en este ámbito, Faerch & Kasper (1987, citado en O´Malley & Chamot, 1990) distinguen 3 tipos distintos de recogida de datos: -- Introspección simultánea o actuación concurrente con la tarea y el informe de la estrategia utilizada. Ocurre con tareas de pensamiento en voz alta, donde al estudiante se le pide que informe sobre estrategias que están siendo empleadas mientras se esta realizando la tarea. Esta aproximación sería muy útil para tareas receptivas o para la destreza de escribir pero difícil de aplicar para obtener información sobre las estrategias usadas en el habla. - Retrospección inmediata o introspección sobre una tarea acabada de completarse. Podría ser utilizada con todas las destrezas. - Retrospección retrasada o análisis de las estrategias utilizadas en tareas completadas previamente. Ocurre cuando al sujeto se le pide que reconstruya los tipos de estrategias que usa en las tareas del lenguaje tiempo después de que la tarea haya sido ejecutada, como por ejemplo, los diarios y los cuestionarios. Por otro lado, existen al menos 3 aspectos a tener en cuenta en los procedimientos de obtención de datos que tienen una importante influencia sobre la recogida de los mismos: 99 a) El idioma en el cual la recogida es llevada a cabo. La aproximación más utilizada en los estudios sobre la adquisición de la segunda lengua y el aprendizaje de la lengua extranjera, ha sido permitir a los estudiantes emplear su lengua materna para describir sus estrategias de aprendizaje. b) El grado de estructuración dado en la tarea. Los procedimientos con un más alto grado de estructura son los cuestionarios y las rating escalas, las cuales pueden determinar no solamente el tipo de estrategia utilizada sino también el tipo de la tarea y el entorno donde se usa la estrategia. Por ejemplo, un cuestionario puede determinar que una estrategia es utilizada con el vocabulario o en una escucha y que la tarea puede aparecer en clase o mientras el estudiante se vea implicado en una actividad funcional, como por ejemplo, la escucha al teléfono. c)Si la obtención es oral o escrita. Las respuestas solicitadas de forma escrita se pueden obtener por medio de diarios o, a través, de cuestionarios. La ventaja de los cuestionarios radica en la delimitación de las respuestas a la información que es relevante y en la simplificación de la manipulación de los datos, debido al uso de ordenadores para el análisis de los mismos. En el campo de la investigación de las estrategias de aprendizaje de la lengua extranjera, el método más frecuente usado para identificarlas es el cuestionario, bien sea como instrumento de diseño “ad hoc” o bien a partir de protocolos estandarizados. Numerosos investigadores (Politzer & McGroarty, 1985; Oxford & Nyikos, 1989; Oxford, 1996), han argumentado extensamente sobre la validez y fiabilidad del uso de cuestionarios para el estudio de las estrategias de aprendizaje de la lengua y como Oxford, (1990, p.25) afirma “Questionnaires are among the most efficient and comprehensive ways to assess the frequency of language learning strategy use”(los 100 cuestionarios se sitúan entre los medios más eficaces y completos para evaluar la frecuencia de uso de las estrategias de aprendizaje). La mayoría de los estudios descriptivos se han basado en el inventario standarizado desarrollado por Oxford (1990) denominado Strategy Inventory for Language Learning (SILL). Este cuestionario se ha utilizado para evaluar el uso de las estrategias de aprendizaje siendo una de las herramientas más empleadas en los estudios empíricos sobre estrategias de aprendizaje. Este instrumento se ha utilizado de forma extensiva para recoger datos manejando un gran número de sujetos (Oxford, 1990; 1996; Oxford & Burry-Stock, 1995; Cohen, Weaver, & Li, 1998; Wharton, 2000; Buren, 2001; Olivares-Cuhat, 2002). El cuestionario presenta las estrategias agrupadas en seis apartados, siguiendo las categorías establecidas por la autora: estrategias de memorización, cognitivas, de compensación, metacognitivas, afectivas y sociales. El alumno lee cada uno de los anunciados sobre el uso de las estrategias y evalúa la frecuencia de uso de las mismas en una escala de 1 a 5. La media total que se obtiene indica en qué grado el alumno las utiliza y la media de cada una de las partes indica qué tipo de estrategias es el que más se usa. El SILL es una medida estandarizada con versiones para hablantes de inglés que aprenden otra lengua: versión 5.1 y la versión 7.0, para hablantes de otras lenguas que aprenden inglés como segunda lengua (ESL). También se ha utilizado en estudios para correlacionar el uso de una estrategia con distintas variables como los estilos de aprendizaje, el género, el nivel de competencia, la cultura y la tarea (Green & Oxford, 1995; Oxford & BurryStock, 1995; Liu, 2004; Oxford et al., 2004; Hong-Nam & Leavell, 2006; Wu, 2008). Oxford & Burry-Stock (1995) reseñan el éxito obtenido con la utilización de este inventario en la recogida de datos sobre las estrategias de aprendizaje de la lengua. Una gran ventaja de este cuestionario es la fiabilidad y la validez de los datos recogidos. Oxford (1996) señala las cualidades psico métricas de este cuestionario. Las fiabilidades expresadas para ESL/EFL del SILL van desde 0.86 al 0.91 cuando los estudiantes responden al cuestionario en la segunda lengua (inglés) y los coeficientes de fiabilidad se incrementan cuando los estudiantes responden en su lengua materna del 0.91 al 0.94. Un inventario adicional más recientemente desarrollado por Mokhtari y explicado en Sheorey & Mokhtari (2001) y Mokhtari & Sheorey (2002), es el denominado SORS1. Este cuestionario se centra en el uso de las estrategias metacognitivas dentro del contexto de la lectura. Esta basado en una encuesta sobre estrategias de lectura metacognitivas desarrolladas con hablantes nativos de inglés, el MARSI2. El SORS mide 3 categorías de estrategias de lectura: - Estrategias de lectura global tales como tener un propósito para leer, usar el contexto para adivinar el vocabulario que no es familiar, confirmar o rechazar la previsión. - Estrategias para la resolución de problemas; ajustar la escala de lectura, centrarse cuando la concentración se ha perdido. - Estrategias de soporte como tomar notas mientras se está leyendo destacando las ideas importantes del texto. VARIABLES DEL ESTUDIO El propósito que nos plateamos al diseñar el instrumento se centra en llegar a un cono1 2 cimiento riguroso acerca de las estrategias de aprendizaje que utilizan los alumnos y la frecuencia de uso de las mismas que sea de utilidad para la búsqueda de soluciones orientadoras y el desarrollo de acciones en el Espacio Europeo de Educación Superior. De tal manera, partimos de un diagnóstico riguroso y científico de la situación actual (desde las valoraciones de los alumnos) que sirva de base a la elaboración de acciones docentes futuras como la implementación de la enseñanza de estrategias de aprendizaje en el aula. Por ello pretendemos analizar, de manera exhaustiva y rigurosa, el proceso de aprendizaje que siguen los alumnos en el conocimiento y aprendizaje de la lengua extranjera. Así la información que pretendemos recabar a través de este instrumento pretende: 1.- Determinar en qué medida los sujetos emplean diferentes recursos en el aprendizaje de la lengua extranjera con el objetivo de conseguir un aprendizaje eficaz. 2.- Entender cómo los estudiantes de lengua extranjera se enfrentan a las diversas tareas de aprendizaje y cuales son las estrategias concretas que utilizan para la resolución de las mismas. Analizar las estrategias que los estudiantes emplean durante el aprendizaje de la lengua extranjera, tanto las estrategias Directas, que requieren un procesamiento mental de la lengua (memorización, cognitivas y de compensación), como las Indirectas que proporcionan un soporte indirecto al aprendizaje (metacognitivas, sociales y afectivas). Determinar el uso y tendencia en el grado de utilización de las estrategias de aprendizaje de los sujetos, tanto por categorías como las estrategias individuales que conforman dichas categorías. SORS: Survey of Reading Strategies MARSI: Metacognitive-Awareness of Reading Strategies Inventory 101 3.- Identificar los tipos de motivación (Instrumental/ Integradora) que lleva a los sujetos a estudiar una lengua extranjera. 4.- Identificar las estrategias y los estilos de aprendizaje más utilizados teniendo en cuenta el género. 5.- Explorar de qué manera aprender los alumnos de lengua extranjera. 6.- Reflexionar sobre su proceso de aprendizaje de la lengua extranjera. Y todo ello tiene como meta final: conseguir que el aprendizaje de la lengua extranjera que efectúan nuestros alumnos esté en consonancia con las estrategias de aprendizaje que sean más acordes con su estilo de aprendizaje, logrando así un aprendizaje más eficaz y exitoso. INSTRUMENTO INFORMACIÓN DE RECOGIDA DE Para la elaboración de los ítems de nuestro cuestionario se ha acudido fundamentalmente a escalas ya elaboradas por autores que perseguían estudios similares y se han seleccionado aquellas variables que han demostrado ser más válidas en otros análisis, que serán medidas por los indicadores utilizados con más éxito en los trabajos citados. Hemos partido del SILL (Oxford, 1990) y hemos revisado otros como el de Giovannini et al. (2005); Lozano Antolín (2005) y Roncel Vega (2007). Una vez realizada la revisión y no existiendo ninguna escala que respondiera exactamente a los objetivos de diagnóstico, nos interesamos por algunos de los ítems de cada escala, que utilizamos como fuente de ideas para generar un cuestionario propio. Con las sugerencias derivadas de este proceso se ha construido el cuestionario definitivo. El cuestionario que se diseña y presenta a continuación tiene como propósito llegar a un 102 conocimiento acerca de la utilización de las estrategias de aprendizaje de los estudiantes de lengua extranjera así como valorar la opinión que dichos alumnos tienen con relación a la utilidad de reflexionar sobre su proceso de aprendizaje de la lengua extranjera. Hemos seleccionado esta técnica de recogida de información porque el cuestionario sitúa al sujeto en una actitud menos obligada para la respuesta inmediata, permitiéndole considerar y racionalizar cada pregunta, en lugar de tener que contestar a la primera impresión, como ocurre con otros instrumentos de investigación, como la entrevista, y puesto que la participación de los sujetos es voluntaria, el cuestionario debe ayudar a atraer su interés, animar a la cooperación y a obtener las respuestas lo más sinceras posibles. Así mismo, recoge información sobre opiniones, valoraciones, intereses de los sujetos destinatarios. FIABILIDAD Y VALIDEZ Además de la ya comentada revisión bibliográfica, se han seguido distintos procesos para estudiar su fiabilidad y validez. Se elaboró un primer cuestionario para ponerlo a prueba con un grupo reducido de personas, proceso designado con el nombre de pretest. Para ello se seleccionó un grupo de 20 sujetos y se les interrogó sobre los siguientes aspectos: • Consideración sobre el tiempo necesario para cumplimentar el cuestionario • Dificultad que entraña la cumplimentación del cuestionario • Comprensión de cada una de las preguntas realizadas • Valoración general sobre el cuestionario La realización del cuestionario no supuso especial dificultad para ninguna de las perso- nas que participó en el proceso. Se consideraron algunas sugerencias y finalmente se hizo una adaptación omitiendo algunos ítems del mismo. Al mismo tiempo, se ha efectuado un análisis empírico de los ítems de la escala utilizando como índice para medir la consistencia interna el coeficiente alfa (α) de Lee J. Cronbach. La consistencia interna hace referencia al grado de relación existente de los ítems que componen la escala y constituye una evidencia empírica a favor de la unidimensionalidad de la misma, en escalas en las que todos sus ítems pretenden medir el mismo atributo. Se obtuvo un 0,8233, siendo una puntuación similar a la hallada en el trabajo de Roncel Vega, (2007). Este resultado nos muestra una buena fiabilidad de la escala. La validez de contenido creemos que se encuentra sobradamente justificada si tenemos en cuenta el punto de partida de la investigación. En efecto, como indicamos al principio el SILL (Oxford, 1990) se ha convertido ya en un instrumento clásico para evaluar las estrategias utilizadas por los estudiantes de lenguas extranjeras en múltiples contextos interculturales. El análisis ha sido realizado a través del paquete estadístico SPSS. ESTRUCTURA DEL CUESTIONARIO El cuestionario consta de ocho bloques. En el primero, se recogen características personales de los sujetos; en el segundo, se hace referencia a la motivación hacia el aprendizaje de la lengua extranjera; en el tercero, se recoge información sobre la dedicación al estudio de la lengua extranjera semanalmente; en el cuarto, aspectos relacionados con los diferentes estilos de aprendizaje; en el quinto, se recaba información sobre las diferentes categorías de estrategias de aprendizaje; en el sexto, sobre la propia experiencia y conocimientos de la lengua extranjera de los sujetos; en el séptimo, sobre los diversos recursos que los sujetos utilizan, de acuerdo a su experiencia y conocimientos en su proceso de aprendizaje, y por último en el octavo, sobre la propia opinión de los sujetos acerca del cuestionario: grado de dificultad, ayuda para la mejora de su aprendizaje. Contiene distintos tipos de preguntas y diversos tipos de escalas de respuesta. En algunas de ellas, hemos utilizado un escalamiento tipo Likert que nos indica la frecuencia de uso o el grado de importancia con valores del 1 al 5. En esta escala, el indicador 1 señala “nunca o casi nunca”o “menos importante” frente al 5 que implica “siempre o casi siempre” o “más im� portante” estableciendo las puntuaciones medias en el nivel 3. En otras preguntas la opción de respuesta es Sí o No. También podemos encontrar otro tipo de preguntas cerradas donde se ofrecen diversas opciones a elegir por los sujetos, performadas o semiabiertas y para terminar con diversas preguntas abiertas. Se trata de un cuestionario anónimo cuya aplicación proporciona a los estudiantes un conocimiento de las diversas estrategias para abordar el proceso de aprendizaje de la lengua extranjera. Su tiempo de aplicación oscila entre 20 y 25 minutos. Es un instrumento de diagnóstico educativo referido a aspectos de tipo motivacional, estilos y recursos que los estudiantes desarrollan en sus tareas de aprendizaje de la lengua. Este instrumento sirve para mejorar y proponer entrenamientos en estrategias y estilos de aprendizaje con el fin de optimizar el proceso de aprendizaje. Además, proporciona indicadores para llevar a cabo un asesoramiento eficaz sobre la mejor manera de enfrentarse a las distintas actividades y tareas de la lengua. OPERACIONALIZACIÓN DE LAS VARIABLES Las distintas variables del estudio se agrupan, tal y como aparece en las tablas siguien103 tes, teniendo en cuenta los siguientes criterios clasificatorios: nombre de cada ítem que compone la variable, la justificación de la necesidad de incluir cada variable y los ítems en el cuestionario y los valores que adoptan las diferentes categorías de respuesta. El primer tipo de variables se refiere las características personales o sociodemográficas, pretendemos conocer cuáles son las variables de tipo personal, para hacer un análisis de la situación de los sujetos: edad, sexo, profesión, estudios, titulación, comunidad de procedencia (Tabla 1). Tabla 1. Características personales y sociodemográficas de los sujetos. NOMBRE Sexo JUSTIFICACIÓN Cada uno de los objetivos está relacionado con las diferencias por género CATEGORÍAS Hombre Mujer 21 a 23 24 a 26 Edad Conocer si existen diferencias en cuanto a la edad en relación con la utilización de las estrategias de aprendizaje y la identificación con un estilo de aprendizaje favorito. 27 a 29 30 a 32 33 a 35 más de 38 Magisterio Estudios Averiguar si existe relación entre los estudios de los sujetos y el uso de las estrategias de aprendizaje de la lengua extranjera. Otras diplomaturas Licenciatura Otros Maestro Profesión Profesor secundaria Profesional liberal Otros Titulación Comunidad de procedencia 104 En este grupo de variables recogemos información sobre los factores que afectan a la elección de las estrategias de aprendizaje, como la motivación. Hemos incluido 3 items, utilizando también una escala del 1 al 5, para valorar la motivación de los sujetos con res- pecto al aprendizaje de la lengua extranjera. El orden del grado de importancia se mide desde 1= menos importante y 5= más importante. Buscamos saber cuál es la motivación del sujeto (Tabla 2). Tabla 2. Variables relativas a la motivación. NOMBRE Motivos de elección de la carrera JUSTIFICACIÓN CATEGORÍAS Interesa conocer que tipo y nivel Valora en orden de importancia del 1 al de motivación presentan en la 5 las siguientes opciones teniendo en elección de los estudios cuenta que el 1= Menos Importante y el 5= Más Importante. Otro tipo de variables están relacionadas con el tiempo de dedicación por parte de los sujetos a la lengua extranjera fuera del aula (Tabla 3). Tabla 3. Variables relativas a la dedicación al estudio fuera del aula NOMBRE JUSTIFICACIÓN Dedicación semanal al estudio de la lengua extranjera fuera del aula Interesa conocer si los alumnos se involucran en el aprendizaje de la lengua extranjera fuera del aula. Un nuevo grupo de variables es la relativa a la utilización de estrategias en su proceso de aprendizaje de la lengua extranjera. Se mide el uso que los sujetos hacen de 8 estrategias rela- CATEGORÍAS a. De 1 a 2 horas b. Entre 2 y 4 horas c. Más de 4 horas cionadas con la memoria, 10 estrategias cognitivas, 4 estrategias de compensación, 5 estrategias metacognitivas, 4 estrategias afectivas y 7 estrategias sociales (38 ítems) (Tabla 4). Tabla 4. Variables relativas a la valoración de la utilización de la estrategias de aprendizaje de la lengua extranjera. NOMBRE Estrategias de aprendizaje de la lengua extranjera: Memorización Cognitivas Compensatorias Metacognitivas Afectivas Sociales JUSTIFICACIÓN CATEGORÍAS 1.No lo hago nunca o casi nunca Valorar la utilización de las estrategias de aprendizaje y cono- 2. Generalmente no lo hago (= mecer el nivel de uso de las mismas. nos de la mitad de las veces) Batería de preguntas 3. Lo hago a veces (= más o menos la mitad de las veces) compuesta de 38 ítems para medir la 4. Lo hago a menudo (= más de la mitad de las veces) valoración de los alumnos sobre la utilización de las estrategias 5. Lo hago siempre o casi siempre. en su proceso de aprendizaje. 105 Este tipo de variables está dedicado a conocer los estilos de aprendizaje favoritos, para lo cual presentamos seis estilos para su elección (Tabla 5). Tabla 5. Variables sobre los estilos de aprendizaje presentados. NOMBRE JUSTIFICACIÓN CATEGORÍAS Conocer los estilos favoritos de aprendizaje que emplean en el aprendizaje de la lengua extranjera. Estilos de aprendizaje favoritos: Analítico, Global, Visual, Auditivo, Cinestésico e Individual A través del conocimiento de los estilos de aprendizaje podemos saber como los individuos aprenden y cómo sus preferencias por determinados tipos de procesos de pensamiento afectan sus conductas de aprendizaje. Averiguar las preferencias de nuestros alumnos en su proceso de aprendizaje; conseguir que sean conscientes de sus estilos de aprendizaje y comprobar si existe correlación entre sus estilos y las estrategias de aprendizaje utilizadas Otro tipo de variables se refiere a la propia experiencia del proceso de aprendizaje de los sujetos. Para ello se presentan 5 ítems y con el fin de conocer que pasos seguían para mejorar su aprendizaje se presentan 13 items con los recursos utilizados, basados también en sus experiencias de aprendizaje, con respuesta “Si” o “No” (Tabla 6). Tabla 6. Variables sobre la experiencia y recursos de aprendizaje utilizados. NOMBRE JUSTIFICACIÓN 18 ítems Interesa conocer Experiencia y Recursos de aprendizaje lo que los sujetos hacen para mejorar su aprendizaje. Por último, tratamos de conocer la opinión CATEGORÍAS a. Sí b. No sobre el instrumento (Tabla 7). Tabla 7. Variables referidas a la valoración del cuestionario. NOMBRE Valoración del cuestionario 106 JUSTIFICACIÓN CATEGORÍAS 4 ítems Se pretende valorar si el instrumento les ha servido Preguntas abiertas para reflexionar sobre su proceso de aprendizaje. BIBLIOGRAFÍA Anderson, N. (2008). Learning Strategies. In Handbook of Research in second lan� guage teaching and learning. Hinkel Seatle University. New York: Routledge, pp.757773. 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Wu, Ya- Ling. (2008). Language Learning Strategies Used by Students at Different Profiency Levels. In Asian EFL Journal vol (10), 4, pp. 75-95 ANEXO 1 EDAD: SEXO: PROFESIÓN: ESTUDIOS: TITULACIÓN: COMUNIDAD AUTÓNOMA DE PROCEDENCIA: Valora en orden de importancia del 1 al 5 las siguientes opciones teniendo en cuenta que el 1= Menos Importante y el 5= Más Importante. Puedes repetir el grado de importancia. A. ¿Por qué estudias inglés? 1. Porque lo necesito para conseguir trabajo o para tener un trabajo mejor. 2. Porque me obligan en el puesto de trabajo. 3. Porque me gusta aprender otros idiomas. Señala con una cruz la opción elegida: B. ¿Cuánto tiempo le dedicas semanalmente al inglés fuera de clase? 1. De 1 a 2 horas 2. Entre 2 y 4 horas 3. Más de 4 horas Señala con una cruz la opción/es elegida/as: C. ¿Con qué estilo(s) de aprendizaje te identificas? 1. Analítico.- Al alumno analítico le gusta el lenguaje: hacer ejercicios de gramática, practicar la pronunciación, analizar y conocer las reglas gramaticales, etc. Se decide a hablar solamente cuando está seguro de que lo hará con corrección. 2. Global.- El alumno global prefiere aprender con muestras auténticas de lengua: leer noticias del periódico, ver la televisión, escuchar la radio... Aprovecha cualquier oportunidad para hablar en inglés, tanto en clase como fuera de ella, porque le importa más comunicarse que cometer errores. 3. Visual.- Este alumno aprende con los ojos: tiene facilidad para aprender palabras nuevas escribiéndolas; también le resulta cómodo aprender leyendo periódicos y revistas, viendo películas... 4. Auditivo.- Este alumno usa el oído: aprende palabras nuevas escuchándolas, entiende fácilmente las canciones, trabaja con las cintas de las unidades didácticas del libro de texto... 5. Cinestésico.- Este alumno, para aprender, necesita coger objetos, moverse alrededor de la clase, realizar actividades que exijan esfuerzo físico... 109 6. Estilo individual.- Normalmente, cada uno tenemos nuestro propio estilo de aprendizaje, resultado de la unión de elementos de varios de los estilos anteriores. Si éste es tu caso, descríbelo: D. ¿Qué estrategias utilizas en tu proceso de aprendizaje? Léelas cuidadosamente y valóralas de 1 a 5, según el siguiente baremo: 1. No lo hago nunca o casi nunca. 2. Generalmente no lo hago (= menos de la mitad de las veces) 3. Lo hago a veces (= más o menos la mitad de las veces) 4. Lo hago a menudo (= más de la mitad de las veces) 5. Lo hago siempre o casi siempre. DE MEMORIZACIÓN 1. Relaciono la palabra nueva con las que ya sé, agrupándolas por categorías: colores, alimentos... 2. Escribo una frase en la que aparezca esa palabra. . el lugar donde la he visto. 3. Utilizo la memoria fotográfica: recuerdo la palabra nueva en 4. Elaboro mi propio diccionario, escribiendo la palabra nueva y su traducción a mi lengua. 5. Memorizo las palabras nuevas haciendo un dibujo que las represente. 6. Repito o escribo muchas veces la palabra. 7. Repaso frecuentemente el vocabulario y las nuevas reglas gramaticales. 8. Asocio el sonido de la palabra nueva con el sonido de otra familiar. E. 1. No lo hago nunca o casi nunca. 2. Generalmente no lo hago (= menos de la mitad de las veces) 3. Lo hago a veces (= más o menos la mitad de las veces) 4. Lo hago a menudo (= más de la mitad de las veces) 5. Lo hago siempre o casi siempre. COGNITIVAS 1. Busco semejanzas y diferencias entre mi lengua materna y el inglés. 2. Siempre que puedo estoy en contacto con el inglés: veo películas, oigo música ... 3. Leo un texto varias veces para llegar a comprenderlo. 4. Hago resúmenes de lo que aprendo. 5. Aprovecho cualquier ocasión para hablar en inglés fuera de clase. 6. Consulto en el diccionario las palabras que no comprendo de un texto. 7. Releo lo que he escrito para mejorar mi redacción y para corregir posibles errores ortográficos, gramaticales, de vocabulario... 8. En clase, tomo apuntes en inglés. 9. Divido las nuevas palabras en partes que entiendo para obtener su significado. 110 10. Practico los sonidos que son difíciles para mí. F. 1. No lo hago nunca o casi nunca. 2. Generalmente no lo hago (= menos de la mitad de las veces) 3. Lo hago a veces (= más o menos la mitad de las veces) 4. Lo hago a menudo (= más de la mitad de las veces) 5. Lo hago siempre o casi siempre. COMPENSATORIAS 1. Cuando no sé el significado de una palabra en un texto, intento adivinarlo mediante el contexto. 2. Utilizo otra palabra similar. 3. Al hablar con alguien, me imagino cual va a ser su respuesta antes de que conteste. 4. Si no me acuerdo de una palabra concreta, pido ayuda a un compañero o al profesor. G. 1. No lo hago nunca o casi nunca. 2. Generalmente no lo hago (= menos de la mitad de las veces) 3. Lo hago a veces (= más o menos la mitad de las veces) 4. Lo hago a menudo (= más de la mitad de las veces) 5. Lo hago siempre o casi siempre. METACOGNITIVAS 1. Busco un lugar silencioso, tranquilo y bien iluminado para estudiar. 2. Pienso en mi propio aprendizaje, lo que sé y lo que no sé. 3. Me propongo unos objetivos de aprendizaje claros y que puedo alcanzar. 4. Reservo un periodo de tiempo al día (media hora, 1 hora...) para estudiar inglés. 5. Soy consciente de los errores que hago y de cuales son los aspectos del inglés que me resultan más difíciles de aprender. H. 1. No lo hago nunca o casi nunca. 2. Generalmente no lo hago (= menos de la mitad de las veces) 3. Lo hago a veces (= más o menos la mitad de las veces) 4. Lo hago a menudo (= más de la mitad de las veces) 5. Lo hago siempre o casi siempre. AFECTIVAS 1. Aunque siento una cierta ansiedad al utilizar el inglés, procuro relajarme. 2. Intento olvidarme de mis problemas personales cuando entro en clase. 3. Me auto-motivo cuando hago algo bien. 4. Aunque tengo miedo de equivocarme al hablar, intento aprovechar las ocasiones que aparecen en clase para hablar. I. 1. No lo hago nunca o casi nunca. 2. Generalmente no lo hago (= menos de la mitad de las veces) 3. Lo hago a veces (= más o menos la mitad de las veces) 4. Lo hago a menudo (= más de la mitad de las veces) 5. Lo hago siempre o casi siempre. 111 SOCIALES 1. Necesito trabajar en solitario para aprender. 2. Cuando no entiendo a algún compañero o al profesor, pido que repita o que vaya más despacio. 3. Aprendo más trabajando en parejas o en pequeños grupos. 4. Pido a mis compañeros y/o al profesor que me corrijan los errores que haga. 5. Prefiero trabajar con los compañeros que tienen mi mismo nivel de conocimientos de inglés. 6. Solamente pregunto mis dudas al profesor. 7. Soy un alumno al que le gusta participar en la toma de decisiones sobre objetivos de enseñanza, materiales didácticos a utilizar, temas a trabajar. J. Responde SÍ O NO a los enunciados de acuerdo con tu propia experiencia y conocimientos SÍ NO 1. Cuando hablo o escribo siempre pienso en mi lengua materna y luego traduzco al inglés. 2. Cuando hablo o escribo pienso en inglés, pero si hay alguna palabra o estructura gramatical que no conozco, uso mi lengua. 3. Cuando hablo o escribo siempre pienso en español. 4. Opino que utilizar mi lengua materna puede provocar errores, como cuando traduzco de forma literal estructuras o palabras que, o no existen en inglés, o tienen otro significado. 5. Me resulta fácil aprender una estructura nueva si la comparo con la de mi lengua materna. K. ¿CUÁLES DE ESTOS RECURSOS UTILIZAS EN TU APRENDIZAJE? Responde SÍ O NO a los enunciados de acuerdo con tu propia experiencia y conocimientos SÍ 1. Encuentras tu propia vía de aprendizaje. 2. Utilizas reglas nemotécnicas: ritmo, asociación de palabras, memoria fotográfica, etc. 3. Organizas la información que recibes sobre el inglés: diccionario propio, esquemas gramaticales, etc. 4. Usas los conocimientos lingüísticos que ya posees (tu lengua materna, otras lenguas) en el aprendizaje del inglés. 112 NO 5. Buscas ocasiones para utilizar el inglés dentro y fuera de la clase. 6. Aplicas estrategias que te permiten entender un texto, oral o escrito, aunque no comprendas todas las palabras. 7. Empleas tus conocimientos del mundo y elementos extralingüísticos para comprender mejor los textos orales y escritos. 8. Sabes utilizar la suposición y la imaginación en tu aprendizaje. 9. Sabes utilizar técnicas de producción oral: por ejemplo, pedir a alguien que repita lo que ha dicho. 10. Analizas los errores que cometes para no repetirlos. 11. Usas tu creatividad, aplicando lo que aprendes a nuevas situaciones. 12. Eres autónomo en tu aprendizaje y, al mismo tiempo, sabes trabajar en grupo. 13. Te implicas en la toma de decisiones sobre los objetivos de aprendizaje, los temas a trabajar y el material a emplear. L. ¿Te ha resultado el cuestionario fácil y asequible? Si tu repuesta es NO, explica porqué. M. ¿Has encontrado alguna dificultad referente a la redacción de las preguntas? Descríbela/s N. ¿Te ha parecido largo? O. ¿Crees que este cuestionario te ayudará a mejorar tu forma de aprender? 113 REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN Vol. 19, (nº. 1), Ano 16º-2011 ISSN: 1138-1663 CONSTRUCTION AND ARCHITECTURE OF THE QUESTIONNAIRE OF PERTAINING TO SCHOOL MOTIVATION (QME-PORTUGAL) CONSTRUÇÃO E ARQUITECTURA DO QUESTIONÁRIO DE MOTIVAÇÃO ESCOLAR (QME-PORTUGAL) Pedro Miguel Gomes Codeiro Facultad de Psicologia e de Ciências da Educação da Universidade de Coimbra Ana Paula Couceiro Figueira Facultad de Psicologia e de Ciências da Educação da Universidade de Coimbra Lennian Matos Peruvian University of Applied Sciences, Peru RESUMO O presente artigo pretende dar conta da estrutura de escalas e dos procedimentos de construção do Questionário de Motivação Escolar (QME; Cordeiro & Figueira, 2010). O QME é um instrumento de auto-registo, constituído por 101 itens, pontuados numa escala de tipo Likert com 5 categorias de resposta. Apresenta um modelo multidimensional de 16 escalas, organizadas em 6 dimensões, que avaliam, sob o ponto de vista do aluno, a percepção do clima motivacional de sala de aula, a qualidade percebida dos seus processos motivacionais e a utilização de estratégias de aprendizagem (97 itens). Os dados obtidos são complementados com indicadores sócio-demográficas e de rendimento académico dos alunos (4 itens). Data de recepción: 09/11/2010 Data de aceptación: 02/06/2011 O modelo estrutural do QME foi obtido a partir de dois procedimentos complementares: a) a tradução e adaptação do Cuestionário a Estudiantes (Matos, 2005), da Perceptions of Instrumentality Scale (Husman, Derryberry, Crowson, & Lomax, 2004) e do Learning Climate Questionnaire (Williams & Deci, 1996), e b) a construção, pelos investigadores, de 4 escalas originais e 5 novos itens, destinados a avaliar variáveis não contempladas nos instrumentos disponíveis. Em termos gerais, o QME pretende fazer uma avaliação directa das predições da Achievement Goal Theory, Future Time Perspective Theory and Self-Determination Theory, contribuindo com dados para esclarecer a importância dos processos motivacionais para a aprendizagem e rendimento escolar. Correspondencia: E-mail: [email protected] 115 PALAVRAS-CHAVE: Teorias da motivação de realização, arquitectura e construção do Questionário de Motivação Escolar. SUMMARY: This article seeks to outline the procedures for construction and structure of the scales of School Motivation Questionnaire (QME; Cordeiro & Figueira, 2010). The QME is a self-registration instrument, consisting of 101 items, scored in a Likert scale with five response categories. It presents a multidimensional model of 16 scales, arranged in 6 dimensions, in which 97 items assess, from the students´ point of view, the perceived motivational climate of the classroom, the perceived quality of their motivational processes and use learning strategies. The data are complemented with socio-demographic indicators and students’ academic achievement (4 items). The structural of the QME was obtained from two complementary procedures: a) the translation and adaptation of the Cuestionario a Estudiantes (Matos, 2005), Perceptions of Instrumentality Scale (Husman, Derryberry, Crowson, & Lomax, 2004) and the Learning Climate Questionnaire (Williams & Deci, 1996), and b) the definition, by the investigators, of 4 original scales and 5 new items, to assess variables not covered by available instruments. Overall, the QME intends to make a direct assessment of the predictions of the Achievement Goal Theory, Future Time Perspective Theory and Self-Determination Theory, contributing with data to clarify the importance of motivational processes on learning and academic achievement. KEYWORDS: Theories of achievement motivation, architecture and construction of the School Motivation Questionnaire. RESUMEN Este artículo pretende esbozar la estructura de las escalas y los procedimientos para la construcción de la Escuela de Motivación Cuestionario (EMQ, Cordeiro & Figueira, 2010). 116 El QME es un auto-registro, que consiste de 101 artículos, valorados en una escala Likert con cinco categorías de respuesta. Presenta un modelo multidimensional de 16 escalas, dispuestas en seis dimensiones, la evaluación, desde el punto de vista de los estudiantes, la percepción de clima motivacional de la clase, la calidad percibida de sus procesos motivacionales y el uso de estrategias de aprendizaje (97 artículos ). Los datos se complementan con indicadores socio-demográficos y el logro académico de los estudiantes (4 itens). El modelo estructural de las QME se obtuvo a partir de dos procedimientos complementarios: a) la traducción y adaptación de los Cuestionario a Estudiantes (Matos, 2005), Perceptions of Instrumentality Scale (Husman, Derryberry, Crowson, & Lomax, 2004) and the Learning Climate Questionnaire (Williams & Deci, 1996) y, b) el edificacion realizado por investigadores de cuatro escalas original y cinco nuevos temas, para evaluar las variables no están cubiertos por los instrumentos disponibles. En general, el QME tiene la intención de hacer una evaluación directa de las predicciones de la Achievement Goal Theory, Future Time Perspective Theory and Self-Determination Theory, aportando datos para aclarar el papel de los procesos de motivación en el aprendizaje y rendimiento escolar. PALABRAS CLAVE: teorías de la motivación de logro, la arquitectura y la construcción del Cuestionario de Motivación Escolar. * Faculdade de Psicologia e de Ciências da Educação da Universidade de Coimbra ** Faculdade de Psicologia e de Ciências da Educação da Universidade de Coimbra *** Peruvian University of Applied Sciences, Peru . A compreensão dos motivos que levam os alunos a aprender e a “dar o seu melhor” na escola conheceu avanços notáveis ao longo destas últimas décadas (Lens & Rand, 1997). Tal fica a dever-se, fundamentalmente, à mudança paradigmática que ocorreu no seio da Psicolo- gia da Motivação, que evoluiu de explicações globais do comportamento motivado (e.g., drive, necessidade e instinto), típicas das teorias “globais” da motivação, para explicações mais circunscritas a fenómenos motivacionais específicos, típicas das mini-teorias ou teorias de processo da motivação (Lens & Rand, 1997; Perry, Turner & Meyer, 2006). No seio deste paradigma emergente, um dos fenómenos motivacionais mais estudado foi a motivação de realização escolar. A grelha conceptual proposta, pese embora ainda muito centrada nas características dos alunos, desloca-se da investigação quantitativa para a investigação da qualidade ou direcção dos processos motivacionais dos alunos, dando particular relevância aos objectivos de realização. Por outro lado, capitaliza a influência que os factores contextuais do ambiente de aprendizagem exercem sobre a qualidade da motivação para aprender, a utilização diferencial de estratégias de aprendizagem e o rendimento académico (Deci & Ryan, 2000; Lens & Rand, 1997). Mais do que quanto está o aluno motivado para aprender, interessa agora saber o que leva os alunos a aprender e porquê. Neste âmbito, vários modelos assumem particular relevância na investigação da motivação de realização em contexto escolar. De entre os modelos com maior produção empírica neste domínio, destaca-se aqui o contributo da Teoria dos Objectivos de Realização (TOR; Ames, 1992; Dweck, 1986, 1991; Maehr & Midgley, 1996; Nicholls, 1984); da Perspectiva da Temporalidade Futura (PTF; De Volder & Lens, 1982; Raynor & Entin, 1982; Wigfield & Eccles, 2002) e da Teoria da Auto-Determinação (TAD; Deci & Ryan, 1985, 2002; Ryan & Deci, 2000, 2002). Maehr & Midgley, 1996; Nicholls, 1984) analisa o impacto motivacional que decorre da prossecução de objectivos intrínsecos de realização. A natureza da sua explicação motivacional centrou-se em aspectos qualitativos, associados à orientação dos objectivos de re- alização dos alunos (objectivos de aprendizagem versus objectivos de desempenho) e na influência dos aspectos contextuais do ambiente de aprendizagem, designadamente da estrutura motivacional do contexto de aprendizagem enfatizada pelo professor em sala de aula (orientadas para a aprendizagem versus orientadas para o desempenho), sobre a orientação dos objectivos dos alunos, a aprendizagem e o desempenho em tarefas de realização (Ames, 1992; Barca Lozano, 2009; Matos, 2005). O sentido das predições teóricas aponta para que uma orientação para objectivos de mestria (Elliot & Church, 1997; Pintrich, 2000), e, em menor grau, para objectivos de aproximação do desempenho, favoreça a qualidade da motivação, aprendizagem e rendimento escolar dos alunos. Por seu lado, uma orientação para objectivos de evitamento da mestria estaria associada a resultados negativos e desadapativos nos mesmos indicadores. Os resultados da investigação empírica corroboram, em termos gerais, estas predições, ao revelar um grande consenso relativamente à elevada qualidade motivacional da orientação para objectivos de aprendizagem e dos efeitos negativos da orientação para objectivos de evitamento do desempenho (Elliot & Church, 1997; Elliot & Covington, 2001; Elliot & McGregor, 2001; Harackiewicz, Barron, Tauer, Carter, & Elliot, 2000; Kaplan & Middleton, 2002; Midgley & Urdan, 2001). Observa-se, contudo, um padrão inconsistente e híbrido de resultados relativamente à orientação para objectivos de aproximação do desempenho que se relacionam positiva e negativamente com a motivação, aprendizagem e rendimento académico dos alunos (e.g., Elliot & Moller, 2003; Harackiewicz, Barron, Tauer, Carter, & Elliot, 2000; Matos, 2005; Matos, Lens, & Vansteenkiste, 2007; Pintrich, 2000; estruturas de sala de aula orientadas para a aprendizagem estariam associadas a indicadores escolares adaptativos, em termos de motivação e rendimento escolar (Maehr & Anderman, 1993; Maehr & Midgley, 1996; Matos, Lens, & Vansteenkiste, 2009; Midgley & Urdan, 2001), e as estruturas 117 de objectivos de sala de aula orientadas para o desempenho estariam associadas a resultados desadaptativos nestes indicadores (Ames & Archer, 1988; Anderman & Wolters, 2006; Grolnick & Ryan, 1987; Midgley, 2002; Wolters, 2004). Em suma, a matriz de resultados empíricos corrobora a predição central da TOR: a orientação para objectivos de aprendizagem produz uma motivação intrínseca de elevada qualidade, que está associada à utilização de estratégias profundas de aprendizagem (Barca Lozano & Blanco, 2006) e rendimento escolar. A orientação para objectivos de desempenho (e, por generalização, qualquer tipo de objectivos de futuro) gera uma motivação extrínseca, de baixa ou má qualidade, associada à utilização de estratégias superficiais de aprendizagem (Barca Lozano & Blanco, 2006), resultando em prejuízo da motivação intrínseca e do rendimento académico (Dweck, 1986; Pintrich & Schunk, 1996). Esta posição foi alvo de críticas, fundamentalmente pelos teóricos da Perspectiva de Temporalidade Futura (PTF) (De Volder & Lens, 1982; Raynor & Entin, 1982; Wigfield & Eccles, 2002) que a consideram redutora da compreensão da totalidade da motivação escolar, uma vez que não explica o impacto motivacional que decorre da orientação simultânea, pelos alunos, para objectivos centrados na tarefa e objectivos instrumentais, relacionados com a percepção da instrumentalidade da tarefa para alcançar recompensas ou objectivos valorizados, num futuro mais próximo ou distante. A PTF propõe um modelo quantitativo da motivação de realização que postula o efeito motivacional positivo e adaptativo para a motivação, envolvimento, (Harber, Zimbardo & Boyd, 2003; Horstmanshof & Zimiat, 2007; Miller, DeBacker, & Greene, 1999; Zaleski, 1994; Zimbardo & Boyd, 1999). Prevê que a intensidade da motivação total para a tare118 fa presente será tanto maior quanto mais elevado for o valor de utilidade percebida da tarefa actual para atingir o maior número de objectivos valorizados, num futuro próximo ou distante (Brickman & Miller, 2001; Brickman, Miller, & Roedel, 1997; Creten, Lens, & Simons, 2001; De Volder & Lens, 1982; Husman, Derryberry, Crowson, & Lomax, 2004; Husman & Lens, 1999; Malka & Covington, 2004; Miller & Brickman, 2004; Lens, 1987, 2001; Moreas & Lens, 1991; Simons, Dewite, & Lens, 2000, 2003; Simons, Vansteenkiste, Lens, & Lacante, 2004; Zaleski, 1994), independentemente do conteúdo dos objectivos de futuro prosseguidos (e.g., Creten, Lens & Simons, 2001; De Volder & Lens, 1982; Husman & Lens, 1999; Malka & Covington, 2004; Simons, Dewite, & Lens, 2003). Este efeito seria moderado por variáveis disposicionais tais como a extensão da perspectiva de temporalidade futura e a atitude afectiva face ao futuro (De Volder & Lens, 1982; Lens, 1986, 1987; Lens & Moreas, 1994; Moreas & Lens, 1992, Nuttin & Lens, 1985, Paixão, 1996, 2004). Mais recentemente, a Teoria da Auto-Determinação (Deci & Ryan, 1985, 2002; Ryan & Deci, 2000, 2002) veio defender uma perspectiva centrada na qualidade da motivação, considerando que a motivação extrínseca pode ser de elevada qualidade (motivação autónoma) ou de baixa qualidade motivacional (motivação controlada), consoante seja regulada por razões autónomas ou controladas (Deci & Ryan, 1985, 2000; Rigby, Deci, Patrick, & Ryan 1992). A motivação autónoma (Deci, 1985; Ryan, Connell, & Deci, 1985) diz respeito a actividades intrinsecamente motivadas, ou a actividades extrinsecamente motivadas, se reguladas internamente, por razões identificadas e integradas (e.g., quando os alunos ou quando estão integrados no seu sistema de valores e autoconceito). A motivação controlada referese a actividades extrinsecamente motivadas, reguladas externamente por razões externas ou introjectadas (Husman & Lens, 1999; Lens, Paixão & Herrera, 2009), isto é, quando obedece a razões exteriores ao aluno (e.g., ameaça de castigo, promessa de uma recompensa), pressões ou controlos internos que não são consonantes com ou são estranhos ao sentido de identidade pessoal (e.g., culpa, vergonha, remorsos). Em contexto escolar, a investigação inscrita na TAD tem revelado que a motivação autónoma é qualitativamente superior à motivação controlada, estando associada a menores índices de abandono escolar, a um maior nível de aprendizagem e criatividade, a um processamento de informação menos superficial, a resultados académicos superiores e a um maior bem-estar (e.g., Deci & Ryan, 1985; Lens & Vansteenkiste, 2008; Mouratidis, Vansteenkiste, Lens, & Sideridis, 2008; Reeve, Deci, & Ryan, 2004; Vansteenkiste, Lens, Soenens, & Luyckx, 2006; Vansteenkiste, Soenens, Verstuyf, & Lens, 2009). De forma congruente, os resultados empíricos apontam para o valor positivo e adaptativo das práticas de instrução do professor que apoiam a autonomia do aluno (e.g., Black & Deci, 2000; Reeve, Jang, Carrell, Jeon, & Barch, 2004; Vansteenkiste, Simons, Lens, Soenens, Matos, & Lacante, 2004; Vansteenkiste, Simons, Lens, Soenens, & Matos, 2005; Vansteenkiste, Simons, Soenens, Matos, & Lacante, 2004; Vansteenkiste, Timmermans, Lens, Soenens, & Van den Broeck, 2008), e dos resultados educativos desadaptativos que decorrem de práticas de instrução controladoras (e.g., Benware & Deci, 1984; Deci & Ryan, 1985; Grolnick & Ryan, 1987). Neste sentido, a aprendizagem e o rendimento académico dos alunos são potenciados quando o ambiente de aprendizagem promove objectivos intrínsecos (imediatos e futuros) de forma autónoma (Vansteenkiste, Lens, Soenens, & Luyckx, Sheldon, & Deci, 2004; Vansteenkiste, Simons, Lens, Soenens, & Matos, 2005), e prejudicados quando o ambiente de aprendizagem promove objectivos extrínsecos, de forma controladora (Lens, Paixão & Herrera, 2009). Contrariamente ao previsto pela PTF, considera-se agora importante ter em linha de conta o conteúdo dos objectivos prosseguidos, independentemente da sua localização temporal, e não só a sua quantidade (Vansteenkiste, Simons, Lens, Soenens, Matos, & Lacante, 2004). A Teoria da Auto-Determinação não discutiu a dimensão futura dos objectivos prosseguidos, para os quais as acções presentes podem ter valor instrumental (Lens, Paixão & Herrera, 2009). No entanto, assente nas predições da TAD, alguns autores (e.g., Husman e Lens 1999; Simons, Dewitte & Lens, 2000, 2003) predizem que a qualidade da motivação instrumental e do seu impacto motivacional é função da relação percebida entre a natureza da tarefa actual e os objectivos futuros para os quais é percebida como instrumental, considerando os quatro níveis de regulação ou graus de autodeterminação (extrínseca, introjectada, identificada e integrada), em função da percepção, pelo aluno, de um controlo interno ou externo das razões que subjazem à definição objectivos instrumentais prosseguidos. Husman e Lens (1999) distinguiram dois tipos de instrumentalidade (endógena versus exógena), considerando a regulação autónoma versus controlada do comportamento. Mais recentemente, Simons, Dewitte e Lens (2000, 2003) distinguiram três tipos de instrumentalidade, em função da natureza interna ou externa da regulação comportamental. No primeiro tipo de instrumentalidade (EN-I: endógena-interna), a tarefa de aprendizagem e os objectivos de futuro, para os quais é percebida como instrumental, requerem as mesmas capacidades. Neste caso, a actividade é regulada internamente. No segundo e terceiro tipos de instrumentalidade, a tarefa de requerem capacidades muito diferentes. Neste caso, a actividade pode ser regulada internamente (Tipo 119 EX-I: exógena-interna), ou externamente (Tipo EX-E: exógena-externa). Os resultados deste estudo apontam para que, quando os alunos percebem estar a desenvolver competências importantes para a sua vida futura, de forma autónoma e volitiva (Tipo EN-I e, em menor grau, o tipo EX-I), desenvolvem o padrão motivacional mais adaptativo: maior orientação para a tarefa, menor orientação para o desempenho, maior motivação intrínseca, maior esforço e prazer nas aprendizagens e melhor desempenho escolar (Simons, Dewitte & Lens, 2000, 2003). Os autores concluem pela importância de abandonar uma atitude excessivamente conservadora, marcada pela promoção exclusiva de estruturas de objectivos intrínsecos em sala de aula. Pelo contrário, os professores podem e devem promover estruturas de objectivos importantes para a vida futura dos alunos, de forma autónoma e volitiva, concreta e realista. A discussão permanece em aberto. Uma última observação merece particular relevância neste contexto. A extensa produção teórica e investigação empírica realizada em torno da motivação de realização escolar nem sempre têm sido acompanhadas pela produção de instrumentos de avaliação holísticos, capazes de fazer um teste directo e simultâneo das predições avançadas pelos diferentes modelos. Os instrumentos de avaliação produzidos, (a) reflectem sobretudo a grelha conceptual de cada modelo teórico, (b) expressam uma progressão, ainda incipiente, da avaliação quantitativa para uma avaliação da qualidade dos processos motivacionais dos alunos, e, (c) localizam as dimensões motivacionais avaliadas em apenas um plano temporal (e.g., objectivos imediatos versus objectivos de futuro). Este cenário é agravado pelo défice de instrumentos redigidos em português e adaptados para a população portuguesa. 1. OBJECTIVOS As lacunas abertas pelos problemas de avaliação e instrumentação dos processos mo120 tivacionais em contexto escolar conduziram ao objectivo central deste artigo: apresentar o Questionário de Motivação Escolar (QME; Cordeiro & Figueira, 2010) como um instrumento inovador de avaliação da motivação dos alunos. Pretendemos dar conta dos procedimentos de construção e exploração da estrutura de escalas, tendo em vista o estudo futuro das suas características psicométricas (Cordeiro, Figueira, Silva & Matos, no prelo). 2. PROCEDIMENTO Após a fundamentação teórica do QME, procedemos ao levantamento dos instrumentos de medida da motivação escolar dos alunos. Para o efeito, contactámos pessoalmente o Research Center for Motivation and Time Perspective – Department of Psychology, University of Leuven, na pessoa do Director, o Professor Doutor Willy Lens, que nos orientou na selecção de instrumentos relevantes, bem como dos contactos a fazer para a cedência dos instrumentos e obtenção das autorizações necessárias para utilização e adaptação para a língua portuguesa. Com esta finalidade, foi contactada a Professora Doutora Lennia Matos, da Universidade de Lima, que nos disponibilizou o Cuestionário a Estudiantes (Matos, 2005), e a Professora Doutora Jenefer Husman, da Arizona State University, que nos cedeu o Perceptions of Instrumentality Scale (Husman, Derryberry, Crowson, & Lomax, 2004). Retirámos ainda o Learning Climate Questionnaire (LCQ) (Williams & Deci, 1996) do site www.selfdeterminationtheory. com, que dá permissão para a utilização dos questionários que disponibiliza por este meio. 2.1.INSTRUMENTOS DE ORIGEM O Cuestionário a Estudiantes (CE), de Matos (2005), é um instrumento de autoresposta, redigido em espanhol e validado para a população peruana, adaptado originalmente da Patterns of Adaptive Learning Scales (PALS; Midgley Maehr, Hicks, Roeser, Urdan, Ander- man et al., 1997, 2000) e do Motivated Strategies for Learning Questionnaire (MSLQ; Pintrich, Smith, Garcia & McKeachie, 1991). É composto por 73 itens, pontuados numa escala de tipo Likert, de 5 pontos, que varia entre 1 (totalmente falsa) e 5 (totalmente verdadeira). O CE apresenta uma estrutura multifactorial. O modelo de escalas que apresenta permite avaliar, a) a percepção dos alunos relativamente à cultura escolar (subescalas Learning school culture [6 itens] e Performance school culture [4 itens]), b) a percepção dos objectivos do professor (subescalas Teacher’s learning goal [5 itens], Teacher’s performance approach goal [4 itens], e Teacher’s performance avoidance [4 itens]), c) a orientação dos objectivos dos alunos (subescalas Learning goal orientation [7 itens], Performance-approach goal orientation [8 itens], e Performance–avoidance goal orientation [6 itens]) e, d) a utilização de estratégias de aprendizagem e metacognitivas (subescalas Rehearsal strategies [4 itens], Elaboration strategies [6 itens], Organization strategies [4 itens], Critical thinking [5 itens], e Metacognitive strategies [10 itens]). Avalia ainda as práticas de instrução do professor, em particular a orientação para objectivos do professor (subescalas Learning approaches [5 itens] e Performance approach to instruction [5 itens]) e o rendimento académico dos alunos, a partir do sistema de classificação peruano. A pontuação do CE obtém-se a partir do cálculo da média das pontuações individuais. Ao nível psicométrico, as 13 escalas que o compõem apresentam coeficientes de consistência interna superiores a .60 (Matos, 2005). A Perceptions of Instrumentality (PI), de Husman, Derryberry, Crowson, e população norte-americana, composta por 8 itens, que avalia a percepção da instrumentalidade do trabalho e desempenho num curso particular. A PI integra duas subescalas: Endogenous Instrumentality e Exogenous Instrumentality. A subescala Endogenous Instrumentality é composta por 4 itens que avaliam a percepção de utilidade das aprendizagens do curso para alcançar objectivos futuros (α = 0.73). A subescala Exogenous Instrumentality integra 4 itens que avaliam a importância de obter uma boa nota ou de concluir o curso para atingir os seus objectivos futuros (α = 0.52). As respostas dos alunos são cotadas, em ambas as subescalas, de acordo com uma escala de tipo Likert, de 5 pontos, que varia entre 0 (discordo totalmente) e 4 (concordo plenamente). As pontuações de cada subescala são somadas e é calculada a média dos valores. Contudo, antes de serem calculadas as pontuações para cada subescala, é necessário recodificar as pontuações de 4 dos oito itens, dado estarem formulados em sentido negativo. O Learning Climate Questionnaire (LCQ), de Williams e Deci (1996), é um questionário de auto-relato, redigido em língua inglesa e validado para a população Norte-Americana, composto por 15 itens na versão completa (na qual os itens são redigidos com referência ao “meu instrutor”), ou por 6 itens, na versão reduzida (Itens 1, 2, 4, 7, 10 e 14, da versão completa), que avalia o grau em que os alunos percebem o professor da disciplina como promotor da autonomia versus controlador (α > 0.90). Apresenta uma escala única, de tipo Likert, originalmente de 7 pontos, que varia entre 1 (discordo totalmente) e 7 (concordo plenamente). A pontuação do LCQ obtém-se a partir do cálculo da média das pontuações individuais. Os resultados médios mais altos representam um nível mais elevado de apoio à autonomia percebida A cotação do LCQ, seja para a versão completa, seja na versão reduzida, obtém-se a partir do cálculo da média das pontuações individuais. Os resultados médios mais altos representam um 2.2.TRADUÇÃO DOS INSTRUMENTOS DE ORIGEM Os instrumentos Learning Climate Questionnaire (versão reduzida) e Perceptions of Instrumentality foram traduzidos na íntegra 121 para a língua portuguesa por um tradutor profissional e retraduzidos para a língua inglesa por um tradutor independente, seguindo os procedimentos recomendados internacionalmente para a adaptação de instrumentos psicológicos (Duarte & Rossier, 2008; Van de Vijver & Hambleton, 1996). As duas retroversões foram comparadas com os itens originais, com o intuito de determinar a sua equivalência linguística, e discutidas as discrepâncias entre as duas versões produzidas pelos tradutores, até se conseguir alcançar uma versão definitiva (Figueira, 1994). A escala Perceived Autonomy Support do LCQ deu origem à escala C1 do QME -Percepção do Clima de Sala de Aula. A escala Endogenous Instrumentality e Exogenous Instrumentality da PI deram corpo à escala E3-Percepção da Instrumentalidade Endógena do QME, e à escala E2-Percepção da Instrumentalidade Exógena com Regulação Interna (cf., Tabela 1). Os mesmos procedimentos de tradução e retroversão foram replicados para o Cuestionário a Estudiantes, sendo que, neste caso, foram implicados dois peritos portugueses em psicologia com domínio da língua espanhola. Com efeito, embora a estrutura de escalas e itens seja apresentada em língua inglesa (Matos, 2005), os itens do CE, dos quais partimos para tradução, são apresentados em espanhol. Tabela 1. Estrutura de escalas do QME Do CE foram traduzidas as subescalas da Dimensão (B) Perception of teachers goals. A subescala Teacher´s learning [mastery] goal deu origem à escala A1 do QME 122 – Estrutura de Objectivos de Aprendizagem, e a subescala Teacher´s performance approach goal resultou na escala A2 – Estrutura de Objectivos de Desempenho. De igual forma, procedeu-se à tradução das subescalas da Dimensão (C) Student´s goal D1-Orientação para objectivos de aprendizagem, e a tradução da subescala Performance-approach goal orientation resultou na escala D2 – Orientação para objectivos de desempenho. Por fim, foram traduzidas as subescalas da dimensão (D) Learning and Metacognitive Strategies (c.f., tabela 1). A tradução da subescala Rehearsal Strategies resultou na escala F1-Estratégias de repetição; a tradução da subescala Elaboration Strategies deu origem à escala F2 -Estratégias de Elaboração; a tradução da subescala Organization Strategies resultou na escala F3 -Estratégias de Organização; a tradução da subescala Critical Thinking resultou na escala F4 -Pensamento Crítico; e a tradução da subescala Metacognitive Strategies deu origem à escala F5 -Estratégias metacognitivas (c.f., tabela 1). 2.3.CONSTRUÇÃO DE ESCALAS E ITENS ORIGINAIS Para além das 12 subescalas traduzidas, foi ainda necessário criar quatro escalas originais, e redigir 5 itens novos. As escalas originais almejam avaliar variáveis não contempladas nos instrumentos existentes (cf., tabela 1). Três escalas (Escala B1: itens 18, 64, 71, 82, 88, 94, 99; Escala B2: itens 34, 45, 51, 66, 74, 85, 97; escala B3: itens 10, 29, 32, 43, 60) foram criadas com o intuito de avaliar a instrumentalidade percebida no contexto de aprendizagem, e uma quarta escala (Escala E1: itens 62, 65, 72, 78, 87, 93) foi criada para avaliar a regulação externa do comportamento implicada na instrumentalidade exógena. A formulação de novos itens visou reforçar as formas de regulação comportamental das escalas E2 (47, 91) e E3 (40, 61, 96), da PI (para uma revisão, ver Cordeiro, 2010). 3. INSTRUMENTO FINAL (QME) O Questionário de Motivação Escolar é um questionário estruturado de autoalunos: o clima motivacional do ambiente de aprendizagem, os processos motivacionais dos alunos e a utilização de estratégias de aprendizagem e metacognitivas (cf. Tabela 1). Destes, 97 itens estão organizados em seis dimensões e em 16 escalas, abaixo descritas (cf., tabela 2). Os 4 itens remanescentes registam (a) aspectos sócio-demográficos dos alunos, a saber: idade, sexo, repetências, tipo de escola frequentada e tipo de ensino assistido pelos alunos (Item 1 -Dados mais pessoais); (b) a disciplina sobre a qual vai orientar as suas respostas (questão 2: disciplina sobre a qual está a responder ao questionário), e (c) dados relativos ao rendimento escolar dos alunos obtido à disciplina, no período lectivo transacto, a partir do sistema de classificação português: qualitativo, de 0-5 valores, para os alunos de 9º ano, e quantitativo, de 0-20 valores, para os alunos do12º ano (Itens 100 e 101: A nota que tive a esta disciplina no período lectivo anterior foi de …). O primeiro domínio do QME avalia as variáveis relacionadas com a dinâmica motivacional percebida do contexto de aprendizagem, em três dimensões (Dimensão A, B, e C). A primeira dimensão (A), constituída por duas escalas, avalia a percepção, pelos alunos, da estrutura (ou orientação) de objectivos enfatizados pelo professor em sala de aula. A Escala A1 – Estrutura de Objectivos de Aprendizagem, é constituída por 5 itens (Itens 7, 9, 37, 57, 70), e avalia a percepção, pelos alunos, de uma estrutura de objectivos de sala de aula orientada para a aprendizagem (e.g., Item 70. Nesta disciplina, o(a) professor(a) dá-nos tempo para explorar e compreender ideias novas). A escala A2 – Estrutura de Objectivos de Desempenho, é composta por 4 itens (Itens 6, 16, 20, 41), e avalia a percepção, pelos alunos, de uma estrutura de objectivos de sala de aula orientada para o desempenho (e.g., Item 6. Nesta disciplina, o(a) professor(a) aponta os bons alunos como um exemplo a seguir pelos outros). 123 Tabela 2. Ensaio de arquitectura final do QME A segunda dimensão (B) avalia, em três escalas distintas, a percepção, pelo aluno, do tipo de instrumentalidade promovida pelo professor em sala de aula. A escala B1 -Percepção da Promoção da Instrumentalidade Exógena com Regulação Externa, é composta por 7 itens (Itens 18, 64, 71, 82, 88, 94, 99), e avalia a percepção da instrumentalidade exógena com regulação externa (e.g., Item 18. Nesta disciplina, o(a) professor(a) diz-nos que temos de perceber bem a matéria para termos boas notas no futuro). A escala B2 -Percepção da Promoção da Instrumentalidade Exógena com Regulação Interna, é composta por 7 itens (Itens 34, 45, 51, 66, 74, 85, 97), e avalia a percepção da instrumentalidade exógena com regulação interna (e.g., Item 34. O(a) professor(a) considera que as notas que 124 tivermos nesta disciplina vão afectar o nosso futuro). A escala B3 -Percepção da Promoção da Instrumentalidade Endógena, é composta por 5 itens (Itens 10, 29, 32, 43, 60), e pretende avaliar a instrumentalidade endógena com regulação interna (e.g., Item 29. O(a) professor(a) desta disciplina considera que o que aprendemos na aula vai ser útil para outras aulas que tenhamos no futuro). A terceira dimensão (C) avalia a forma como os alunos percebem o clima de sala de aula. É composta por uma escala única, a escala C1, composta por 6 itens (Itens 24, 39, 42, 59, 76, 80) que avaliam a forma como os alunos percebem o professor como promotor da autonomia versus controlador das aprendizagens (e.g., Item 76. Nesta disciplina, o(a) professor(a) permite-me fazer escolhas e opções). O segundo domínio do QME (cf., tabela 2) avalia a qualidade percebida dos processos motivacionais dos alunos, em duas dimensões distintas (Dimensão 4 [D] e 5 [E]). A dimensão (D), quarta dimensão avaliada pelo QME, avalia a orientação preferencial dos objectivos dos alunos, em duas escalas. A escala D1, constituída por 7 itens (Itens 3, 8, 25, 28, 33, 36, 98), avalia a Orientação para Objectivos de Aprendizagem (e.g., Item 98. Nesta disciplina, prefiro a matéria que me desafia, pois 19, 26, 31, 53, 63, 67), avalia a Orientação para Objectivos de Desempenho do aluno, (e.g., Item 63. É importante para mim que os meus colegas de turma pensem que sou bom a realizar as actividades de sala de aula). A dimensão (E), quinta dimensão do QME, pretende avaliar a instrumentalidade percebida das aprendizagens, de acordo com um modelo de três escalas. A escala E1, composta por 6 itens (Itens 62, 65, 72, 78, 87, 93), avalia a Instrumentalidade Exógena, com Regulação Externa (e.g., Item 62. Nesta disciplina, tento tirar boas notas porque sei que os meus pais me podem recompensar por isso, no futuro). A escala E2, composta por 6 itens (Itens 5, 22, 47, 55, 79, 91), avalia a Instrumentalidade Exógena, com Regulação Interna (e.g., Item 22. Tenho que passar a esta disciplina para alcançar os meus objectivos académicos). A escala E3, composta por 4 itens (Itens 69, 77, 84, 90), avalia a Instrumentalidade Endógena, com Regulação Interna (e.g., Item 84. No futuro, utilizarei em outras disciplinas, o que aprendi nesta disciplina). O terceiro domínio do QME (cf., tabela 2) pretende avaliar a percepção dos alunos acerca da sua utilização de estratégias de aprendizagem em sala de aula. É constituído exclusivamente pela dimensão (F), a sexta dimensão constituinte do QME, avaliada em 5 escalas distintas. A escala F1, composta por 4 itens (Itens 21, 23, 49, 92), avalia a utilização de estratégias de repetição (e.g., Item 92. Quando estudo para esta disciplina, repito para mim mesmo(a) a matéria várias vezes). A escala F2, composta por 6 itens (Itens 38, 56, 75, 83, 86, 89), avalia a utilização de estratégias de elaboração (e.g., Item 75. Quando estudo a matéria desta disciplina, reúno a informação de diferentes fontes, tais como as aulas teóricas, textos, exercícios e discussões). A escala F3, composta por 4 itens (Itens 15, 35, 44, 52), avalia a utilização de estratégias de organização (e.g., Item 44. Quando estudo para esta disciplina, sublinho o material para me ajudar a organizar as ideias). A escala F4, composta por 5 itens (Itens 17, 46, 50, 73, 95), pretende avaliar o pensamento crítico (e.g., Item 46. Frequentemente, dou por mim a questionar as coisas que li ou ouvi nesta disciplina, para decidir se as considero importantes). Por fim, a escala F5, composta por 10 itens (Itens 4, 11, 13, 27, 30, 48, 54, 58, 68, 81), avalia a utilização de estratégias metacognitivas (e.g., Item 4. Quando estudo a matéria desta disciplina, faço perguntas a mim mesmo(a) para me ajudar a concentrar). 3.1.SISTEMA DE PONTUAÇÃO Todas as escalas do QME são avaliadas num formato de tipo Likert, sendo constituídas por afirmações declarativas, em relação às quais os sujeitos emitem a sua concordância, de acordo com uma escala de 5 categorias de resposta (1-Totalmente falsa; 2-Falsa; 3-Mais verdadeira que falsa; 4-Verdadeira; e 5-Totalmente verdadeira). A pontuação dos itens corresponde ao valor numérico sugerido em cada alternativa de resposta. Os itens das escalas foram agrupados em duas categorias: 87 itens “positivos”, cotados em sentido directo (cotados com 5, quando a opção escolhida é totalmente verdadeira, a 1, quando a opção é totalmente falsa), e 10 itens “negativos”, cotados em sentido inverso (cotados com 5, para a opção totalmente falsa, a 1, totalmente verdadeira). Estes últimos foram incluídos nas escalas B1 (Itens 64, 82 e 99), B2 (Item 85), B3 125 (Itens 10 e 60), E2 (Itens 5, 55) e E3 (Itens 67 e 71). Cada escala é cotada como uma unidade de observação independente, permitindo a obtenção de escores parciais (por escala avaliada) e não um resultado global. CONSIDERAÇÕES FINAIS Pretende-se, com este artigo, fundamentar a pertinência e legitimidade de um novo instrumento de avaliação da motivação dos alunos, o Questionário de Motivação Escolar. O QME apresenta uma forte complexidade estrutural. Propõe-se um modelo de e em 16 escalas, justificado pela possibilidade de fazer uma avaliação simultânea dos processos motivacionais percebidos do ambiente de aprendizagem, dos processos motivacionais dos alunos, e da utilização de estratégias de aprendizagem. Outro aspecto inovador prende-se com a construção de itens e escalas originais que complementam os traduzidos e adaptados da Perceptions of Instrumentality (PI), do Cuestionário a Estudiantes (CE), e do Learning Climate Questionnaire (LCQ). Em termos globais, o QME apresenta um elevado valor heurístico. Ao permitir a avaliação directa das predições dos diferentes modelos teóricos considerados, contribui para esclarecer a importância da motivação extrínseca-instrumental para a motivação actual, aprendizagem e rendimento escolar dos alunos. Investigações futuras deverão validar a estrutura de escalas do QME com vista a explorar a sua dimensionalidade e validade de construto (Cordeiro, Figueira, Silva & Matos, no prelo). Pretende-se, por este meio, superar as lacunas relativas à avaliação e instrumentação dos processos motivacionais em contexto escolar, afirmando o QME como um instrumento inovador e robusto de avaliação dos processos motivacionais dos alunos. Este objectivo permite, em última análise, a sua adaptação para a população portuguesa, mar126 cada pelo défice de instrumentos de avaliação da motivação dos alunos. BIBLIOGRAFIA Ames, C. (1992). Classrooms: Goals, structures, and student motivation. Journal of Educational Psychology, 84(3), 261-271. Ames, C., & Archer, J. (1988). Achievement goals in the classroom: Students’ learning strategies and motivation processes. Journal of Educational Psychology, 80(3), 260-267. Anderman, E.M., & Wolters, C. (2006). Goals, values, and affect. In P. Alexander & P. Winne (Eds.), ndHandbook of Educational Psychology (2 ed., pp. 369-390). Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum. Barca Lozano A. (2009). Motivación y aprendizaje en contextos educativos. Granada: Grupo Editorial Universitário. Barca Lozano A & Blanco, J. C. (2006). Un modelo bifactorial para la explicación de los motivos y estrategias de aprendizaje en las tareas de estudio con alumnado de educación secundária. 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Con un diseño de un solo grupo y una muestra no aleatoria (N=43), se han analizado los efectos del uso de los esquemas científicos -finalidad exploratoria-, mediante el estudio de su dificultad y del componente emocional de aprendizaje y, la valoración de su utilidad. Los resultados revelan un grado elevado de dificultad en el aprendizaje inicial de la estrategia y una valoración muy positiva por parte de los estudiantes. En conclusión, los resultados nos animan abrir una línea de trabajo caracterizada por incorporar un número mayor de estudiantes -generalización- y un grupo de control para determinar la eficacia frente a otras estrategias didácticas. PALABRAS CLAVE: Aprendizaje universitario, enfoque basado en competencias, metodologías activas, perspectiva del estudiante. ABSTRACT In this paper, we show and analyze the main results of a teaching experience on the introduction of scientific schemata at university based upon an ECTS organization, specifically, in the subject of research methods in education at the University of Castilla-La Mancha. With a single group and a non-random sample (N=43) design, we have analysed the effects of the usage of scientific maps -for exploratory purposes- by studying its difficulty and the emotional component of learning and by assessing its usefulness. A preview of the results reveals a high degree of dif- Correspondencia: E-mail: jose.ssantamarí[email protected] 133 ficulty in the initial learning of the strategy, and a very positive appraisal by students. To sum up, the findings encourage us to open a line of work characterized by incorporating a larger number of students -generalization- and a control group to determine the effectiveness against other didactic strategies. De tal modo que en este trabajo se describen y analizan, a partir de un solo grupo y una muestra no aleatoria por accesibilidad e intencional (N=43), los efectos de la aplicación de los esquemas científicos -finalidad exploratoria-, prestando atención a cuatro cuestiones: KEYWORDS: Learning at university, active methodologies, competency-based approach, student’s stance. a) Resultados de aprendizaje de los estudiantes. 1. INTRODUCCIÓN El presente texto recoge los aspectos más relevantes de un proceso de innovación docente, que tuvo su origen en el curso académico 2008/09 y que se proyectará hasta el 2010. La intención es la de poner en práctica y evaluar el impacto de la estrategia didáctica basada en el uso de esquemas científicos, adaptada a las exigencias de trabajo de la organización establecida por los ECTS, en el marco de la asignatura de métodos de investigación en educación de la Universidad de Castilla-La Mancha. Los cambios y demandas generadas por la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior son los que han promovido la puesta en marcha de este tipo de experiencias (Gómez Durán, 2007) orientadas a: la combinación adecuada de metodologías activas (De Miguel, 2006); el rendimiento óptimo del aprendizaje de los estudiantes (Almedia, Soares & Guisande, 2007; Villa & Poblete, 20007); y, la incorporación progresiva de mecanismos mediadores y facilitadores del aprendizaje y la docencia universitaria (Cifuentes Vicente, 2006). Todo ello focalizando la atención en un contexto docente que promueva el desarrollo de las competencias en los estudiantes universitarios (Cano García, 2008; Rué, 2008; Martínez Clares, Martínez & Muñoz, 2008), de acuerdo al principio del alineamiento constructivo (Biggs, 2005). 134 b) Grado de dificultad de los esquemas científicos como estrategia didáctica. c) Implicaciones emocionales en la realización de los esquemas científicos por parte de los estudiantes. d) Valoración que les merece a los estudiantes el uso de los mapas científicos, en el marco del desarrollo y logro de competencias de corte metodológico. 2. MARCO TEÓRICO Y CONTEXTO DE INTERVENCIÓN. 2.1. REFERENTES, DEFINICIÓN Y CARACTERIZACIÓN DE LOS ESQUEMAS CIENTÍFICOS. Desde el punto de vista de las teorías del aprendizaje, los esquemas científicos se asientan en los principios constitutivos del aprendizaje significativo propuestos por Ausubel, Novak y Hanesian (1978), al destacar la importancia de la diferenciación progresiva -inclusividad y transformación- y de la reconciliación integradora -vínculos conceptuales-. Y, si nos centramos en las teorías de la enseñanza, entendemos que la aplicación de los esquemas científicos implica una concepción del profesor como investigador y reflexivo sobre su propia práctica docente (Stenhouse, 1985; Schön, 1992), tomando conciencia de su papel como mediador y generador de escenarios de aprendizaje de competencias profesionales, orientando sus esfuerzos y recursos a potenciar la formación crítica e integral del estudiante (De Miguel, 2006; Zabalza, 2007). En este contexto, un esquema científico es un recurso didáctico-sintético-relacional basado en la significatividad lógica del contenido científico complejo. Al igual que un mapa conceptual, el esquema son una herramienta que permite resumir, sintetizar, tratar y relacionar contenidos complejos de forma gráfica, obteniendo un producto (González García, 2008), además comparten el hecho de estar formados por “conceptos y expresiones denominadas de enlace […] que permiten unir frases que tienen significado y que se denominan proposiciones” (González García, 2000, p. 87), enfatizando el principio del aprender a aprender (Cañas, Novak & González, 2004). Por tanto, los esquemas también pueden ser considerados como instrumentos de aprendizaje (Arellano & Santolo, 2009; González García, 2008; Cañas et al., 2004; Rice, Ryan & Samson, 1998; Novak, 1998) y de evaluación (Ruíz-Primo, 2000; Rice et al., 1998; Ruíz-Primo & Shavelson, 1996; Novak & Gowing, 1988) que pueden servir para que los estudiantes sepan cómo aprenden. Figura 1. Referentes teóricos y metodológicos de los esquemas científicos. Fuente: Elaboración propia, 2009. Los esquemas científicos se caracterizan por: a) Ser un potente mediador en el proceso de aprendizaje del estudiante, ya que permite la significación lógica y, en cierto modo la psicológica, al orientarse al aprender a aprender, donde los nuevos conceptos son asimilados a las estructuras existentes. b) Ser un método de enseñanza basado en competencias que sirve para representar la estructura conceptual y las relaciones lógicas del contenido de una disciplina, de lo general a lo específico. c) Establecer una jerarquía conceptual: dos o más expresiones se integran bajo uno más inclusivo. 135 d) Que los conectores lógicos pueden ser cruzados, lo que permite relacionar distintas ramas jerárquicas entre sí. 2.2. COMPONENTES, PROCESO DE DISEÑO Y VALORACIÓN DE LOS ESQUEMAS CIENTÍFICOS. Los componentes de los esquemas científicos son dos a saber: a) Los cuadros en los que se recogerán las proposiciones y que servirán de marcos para el posterior establecimiento de relaciones lógicas. b) Los conectores lógicos que son los que nos permitirán establecer relaciones entre las proposiciones expresadas en los cuadros, que previamente se han extraído de un texto de trabajo. Los esquemas científicos se basan en proposiciones generales y específicas que conforman el contenido de los mismos. Por ejemplo, si el estudiante tiene ante sí un texto vinculado con la definición de la investigación científica, en el que se establece una diferenciación con el conocimiento vulgar, a la vez que se aborda la delimitación y caracterización del conocimiento científico, de aquí obtendrá tres tipos de proposiciones generales conectadas a proposiciones específicas, tal y como se indica: PROPOSICIONES GENERALES (PG) y PROPOSICIONES ESPECÍFICAS (PE): a. Investigación científica (PG) + definición de investigación científica (PE) b. Conocimiento vulgar: en oposición a la investigación científica (PG). c. Conocimiento científico (PG) + características (PE). Tras ello, podemos identificar los elementos de carácter gráfico de los esquemas científicos: 1. Los cuadros en los que se recogerán las proposiciones y que servirán de marcos para el posterior establecimiento de relaciones lógicas. Figura 2. Elementos sin combinar de un esquema científico. Fuente: Elaboración propia, 2009. 136 2. Los conectores lógicos que son los que nos que previamente se han extraído de un texpermitirán establecer relaciones entre las to de trabajo. Tenemos cuatro tipos: proposiciones expresadas en los cuadros, Tabla 1. Identificación de los conectores lógicos en los esquemas científicos. Conector Descripción Representación Relación A se relaciona con B Influencia A influye sobre B Oposición A se opone a B Determinación A determina a B; determina la forma o la existencia de B Fuente: Elaboración propia, 2009. El procedimiento de elaboración de un esquema científico se compone de una serie de tareas intelectuales vinculadas con el uso de competencias instrumentales de tipo cognitivo y lingüístico. Los pasos de este procedimiento son cinco: 3. Síntesis de las dependencias entre descriptores. 4. Elaboración de cuadros de contenidos. 1. Lectura, subrayado y resumen del texto. 5. Aplicación de conectores lógicos entre los cuadros de descriptores generales y específicos. 2. Extracción de descriptores primarios y secundarios. El resultado final que se obtendría siguiendo el ejemplo anterior sería el siguiente: 137 Figura 3. Elementos combinados de un esquema científico. Fuente: Elaboración propia, 2009. Si tuviéramos que explicar este esquema lo haríamos así: “El conocimiento vulgar no surge de la investigación científica. Bien los fenómenos o bien el conocimiento que tengamos de esos fenómenos determinan el tipo de conocimiento científico que extraigamos. Este conocimiento científico tendrá unas características que influirán sobre la investigación científica y, por tanto, sobre el conocimiento de los fenómenos. Además, el conocimiento científico por el tiempo ejercerá una influencia sobre el conocimiento vulgar”. Para la valoración de los esquemas se pueden utilizar los siguientes criterios a modo de rúbrica de evaluación, a saber: a) Que el esquema científico recoja toda la información que se ha identificado como relevante e imprescindible (conceptos, ideas, etc.). Establecidas en el guión de elaboración del esquema y explicitadas en las exposiciones orales de introducción a los temas realizadas por el profesor. b) Que el conocimiento se organice de forma jerárquica, a través de la diferenciación 138 progresiva de los conceptos. c) Que el conocimiento progrese a través de la integración o reconocimiento de nuevas relaciones. d) Uso de conectores lógicos, recogidos en el documento sobre pautas para la elaboración de esquemas científicos, elaborado por el profesor, explicado y entregado al estudiante. e) Claridad y facilidad para acceder a la información y a su comprensión. f) Que el esquema científico se pueda leer, si se conocen los conectores lógicos. A través de estos criterios es posible identificar puntos sensibles de información que nos informen de los avances del estudiante en el proceso de mejora en su capacidad de análisis, síntesis, relación y transferencia significativa. Es decir, a través de un proceso de evaluación formativa (López Pastor, 2009), orientado el trabajo a una evaluación profunda basada en el desarrollo competencial del estudiante (Poblete, 2009; Sánchez Santamaría, 2011). 2.3. TEXTO Y CONTEXTO DE ACTUACIÓN DE LA EXPERIENCIA DOCENTE: INVESTIGACIÓN Y PSICOPEDAGOGÍA. La práctica psicopedagógica se caracteriza por ser provisional, cambiante, dinámica y con una clara tendencia a hacerse innecesaria ya que se dirige a la superación de deficiencias, problemas y dificultades propias del desarrollo social (Grañeras & Parras, 2009). Asimismo, viene determinada por el sujeto al que se dirige y por el modelo que se adopta a partir de lo que la investigación avala mediante evidencias empíricas sólidas, intentando superar una intervención basada en supuestos por una práctica avalada por hechos objetivables (Plant, 2004). Se quiere poner de relieve que toda intervención psicopedagógica debe estar sometida a la lógica de la indagación permanente, y en concreto, el psicopedagogo debe introducir en su buen hacer profesional tres aspectos: ver, juzgar y actuar a partir del método científico. Esto significa que a través de la investigación sea capaz de (Vélaz de Medrano, 1998): a) Asumir como propio, desde la óptica científica, el ejercicio de profundizar en el conocimiento de los fenómenos y contextos educativos y formativos. b) Comprender, valorar y juzgar los fenómenos y hechos sociales para optimizar sus proyectos y actuaciones bajo criterios de oportunidad, idoneidad, eficacia, calidad, globalidad y flexibilidad. c) Avanzar en su desarrollo profesional como elemento irrenunciable para la mejora de su práctica. Para estos fines, la investigación es considerada como un medio de comprensión, explicación y predicción de fenómenos, hechos y situaciones educativas, con la intención de ajustar su intervención a las demandas y necesidades reales de los sujetos objeto de intervención y de mejorar su práctica como profesional comprometido con una sociedad democrática, bajo referentes éticos. En este sentido, entre las finalidades de la licenciatura de psicopedagogía de la Universidad de Castilla-La Mancha se encuentra la de “proporcionar una formación científica básica y aplicada que capacite a los titulados para el ejercicio profesional y la investigación” (UCLM, 2009, p. 8). Por lo que los métodos de investigación en educación constituyen una subdisciplina científica relacionada con el desarrollo de metodologías de análisis de la realidad social, mostrando las técnicas y los procedimientos adecuados a los objetivos perseguidos en cualquier investigación educativa, de manera que se pueda obtener una descripción, comprensión y explicación científica del objeto/sujeto de estudio con aras a una intervención psicopedagógica de calidad (Buendía, Colás & Hernández, 1998). Así, la asignatura de métodos de investigación en educación aporta los aspectos epistemológicos -conceptos y enfoques teóricos- y metodológicos -procedimientos y técnicaspropios del método científico, orientados a mejorar la capacitación profesional de los futuros psicopedagogos, gracias al abordaje de una serie de competencias técnico-profesionales y criterios metodológicos planteados en base a parámetros de calidad. Se parte de una visión transversal respecto a otras asignaturas, al ser la labor de investigar una función sustancial del psicopedagogo. La materia mantiene vínculos sólidos con las siguientes asignaturas del plan de estudios, a saber: a) Aspectos metodológicos de la evaluación del proceso educativo, los métodos de investigación en psicología y el diagnóstico en educación. b) Aspectos generales referidos al estudio de la didáctica, el currículum, la organización 139 escolar, la educación especial, la orientación educativa y profesional y la intervención socioeducativa y laboral. para garantizar la coherencia y la no duplicidad del contenido bajo una lógica tendente a la coordinación. Esto exige prestar atención al papel que la asignatura juega en el desarrollo formativo del perfil profesional del psicopedagogo, buscando en todo momento las conexiones oportunas Y a modo de resumen, en la siguiente imagen se identifica el contexto de actuación en el que se ha llevado a cabo el proceso exploratorio de innovación docente. Figura 4. Contexto de actuación del proceso exploratorio de innovación docente. Fuente: Elaboración propia, 2009. 3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y OBJETIVOS. El problema de investigación propuesto se centra en establecer la valoración del impacto sobre el uso de los esquemas científicos, a partir de las percepciones de los estudiantes y de su rendimiento académico, en una asignatura de corte metodológico en educación, para poder extraer evidencias descriptivoexploratorias que nos permitieran avanzar en un estudio más exhaustivo -evidencias para trabajos posteriores de carácter explicativo y confirmatorio- sobre el método de esquemas científicos e introducir posibles mejoras en sus aplicaciones posteriores. 140 Los objetivos propuestos fueron: 1. Conocer la evolución de los estudiantes de acuerdo a las calificaciones medias obtenidas en la asignatura. 2. Conocer en qué medida este método de trabajo ha representado una ayuda en términos de mejora de la comprensión de la materia; aplicación a casos prácticos; interés por la materia; y valoración del apoyo recibido. Identificar el impacto emocional y sus implicaciones en el proceso de aprendizaje del estudiante. 3. Obtener una valoración global de los esquemas científicos. 4. Establecer propuestas de mejora sobre uso de los esquemas científicos en la docencia universitaria. La falta de un grupo de control o de comparación no nos permite determinar la existencia de diferencias significativas, a nivel estadístico, sobre las cuestiones objeto de nuestra investigación. Algo muy deseable en experiencias futuras. Así como combinar este enfoque con otro más comprensivo, de modo que nos ayude a contextualizar los datos. 4. MÉTODO 4.1. MUESTRA La muestra del estudio responde a un muestreo no probabilístico de tipo casual por accesibilidad (Aliaga, 2000), ya que los sujetos que forman parte de la misma son los estudiantes que en el curso académico 2008/09 estaban matriculados en la asignatura de métodos de investigación en educación y que se acogieron a la evaluación continua -modalidad ECTS-, es decir, de un total de 63 estudiantes matriculados, se consideró una muestra invitada de 53 estudiantes, quedando como muestra final 43 estudiantes, lo que representa el 68,26 % del total, y el 81,13 % de la modalidad de evaluación continua. 4.2. PROCEDIMIENTO. El proceso de mejora se ha desarrollado a lo largo de toda la asignatura mediante fases progresivas. La siguiente tabla muestra sus características, con los hitos principales, incluyendo las estrategias para la obtención y tratamiento de los datos. 4.3. INSTRUMENTOS DE RECOGIDA DE DATOS Tabla 2. Procedimiento y estrategias metodológicas de valoración del proceso de mejora. MÓDULO I MÓDULO II EPISTEME MÓDULO III MÓDULO IV Orientación cualitativa (I) Orientación cualitativa (II) METODOLOGÍA Contenido Conceptos paradigmas y Orientación cuantitativa Método Esquemas científicos combinados con pruebas de seguimiento personalizado y tutorías Período Febrero Diseño metodológico Calificaciones, emociones experimentadas y percepción global del método. Cuestionario - análisis estadístico Entrevistas – análisis de contenido Febrero-Marzo Marzo Mayo Fuente: Elaboración propia, 2009, a partir de Rebollo y colaboradores (2008). 141 La instrumentación empleada para recoger evidencias sobre el impacto de este proceso de mejora ha consistido en: a) Sistema de indicadores. La evolución del estudiante respecto a las calificaciones en el proceso de elaboración de los esquemas científicos. Asimismo, se contempla la frecuencia de consulta de las tutorías vinculadas con los esquemas. Además, también se apuntaron evidencias registradas mediante los momentos de revisión y evaluación de los esquemas, destacando los aspectos más complejos. b) Adaptación de 2 cuestionarios: • • Cuestionario sobre técnicas de enseñanza y aprendizaje (Giménez Bertomeu, Rico-Juan, De Alfonseti, Lillo, Lorenzo & Mira-Perceval, 2009), compuesto por dos escalas tipo likert (rango 1-4): escala de aprendizaje obtenido (α = .80) y escala de apoyo recibido (α = .70). Cuestionario de bienestar emocional (Rebollo, García, Barragán, Buzón & Vega, 2008): índices de bienestar emocional (α = .92) y malestar emocional (α = .93). c) Entrevista semiestructurada individual para todos los estudiantes en el marco de tutorías individualizadas, con la intención de identificar puntos fuertes y débiles del método utilizado. Las dimensiones preguntadas se centraron en el potencial del método para el aprendizaje de la materia, tanto en sus aspectos positivos y como en los susceptibles de mejora, y en la concreción de propuestas de mejora. 5. RESULTADOS 5.1. RENDIMIENTO ACADÉMICO Y CONSULTAS DE LOS ESTUDIANTES. Los estudiantes realizaron un total de 12 esquemas científicos correspondientes a los cuatro módulos en los que se había organizado el desarrollo del contenido de la asignatura. Las calificaciones medias obtenidas por los estudiantes se recogen en la siguiente tabla. Un análisis por módulo nos informa de que: Tabla 3. Calificaciones medias obtenidas por los estudiantes según el módulo. Media Sx Módulo I 5,56 1,7565 Módulo II 5,81 1,6501 Módulo III 6,38 1,9839 Módulo IV 6,49 1,8802 Calificación final 6,06 1,8177 Fuente: Elaboración propia, a partir del cuaderno de actas del profesor 2009. 142 - En el módulo I vinculado a los fundamentos de la investigación educativa, tanto en su perspectiva ontológica como epistemológica: la media de los resultados fue de 5,7 y la moda de 4,30. Esto significa que el 48,84% de los estudiantes obtuvieron una calificación inferior a la media, no dándose ningún caso que llegará a superar el 9. Esto se debe, en parte, a dos cuestiones: a) muchos estudiantes explicitaron que, a la dificultad de un contenido nuevo, se añadieron las novedades metodológicas que planteaban los esquemas científicos, ya que muchos lo asociaban a mapas conceptuales o cuadro-resúmenes -falta de experiencia-. El principal problema se dio en el uso de los conectores lógicos; y, b) se identificaron problemas asociados con la toma de decisiones sobre qué información era la más relevante, así como ciertos estudiantes que a la hora de realizar la síntesis de la información no discriminaban el contenido primario del secundario, por ejemplo, confusiones en la definición de un concepto con su caracterización -deficiencias en lectura comprensiva y conexión con lo que los objetivos de la asignatura plantean-. - En el caso del módulo II sobre investigación educativa de orientación cuantitativa (diseños experimentales y cuasiesperimentales y expost-facto): se aprecia una mejora sustantiva en términos de la calificación, ya que la media es de 5,81 y la moda de 6,5. Se produce un aumento en la calificación en el 63,25% de los estudiantes, superándose los problemas iniciales vinculados con la comprensión del método. No obstante, se mantienen, en algunos casos, ciertas dificultades vinculadas con la síntesis y la relación, propias de la significatividad lógica de un texto. También se evidencia que el tiempo de dedicación para la realización de los esquemas científicos disminuye considerablemente, pasando de 15 horas para los esquemas del módulo I a cerca de 12,5 horas para los del segundo, destacando que la mayor inversión se da en cómo relacionar cada uno de las partes del esquema, aspecto directamente vinculado con el uso ineficaz de las técnicas intelectuales. - En el módulo III centrado en la investigación educativa de orientación cualitativa I (diseños etnográficos y fenomenológicos): se observa una tendencia que podríamos denominar de “ajuste”, debido a que se produce un incremento en el dominio del método en la mayoría de los casos. No obstante se aprecia un proceso de relajación de los estudiantes junto con el mantenimiento de las dificultades para sintetizar y relacionar la información. En comparación a los esquemas del módulo II, la información a tratar era más cualitativa que cuantitativa, lo que generaba una mayor predisposición a trabajar. Para estos esquemas la media se situó en un 6,38 y la moda en un 5,0. Cabe destacar que el 16,18% de los estudiantes obtuvieron una calificación superior a 8 puntos. - Sobre los esquemas del módulo IV centrado en la investigación educativa de orientación cualitativa II (diseños evaluativos e investigación-acción): se confirma una mejora en los resultados, viéndose incrementada la media en cerca de un punto respecto a la del módulo I. No obstante, la dispersión de las puntuaciones se mantiene similar que en el resto de los módulos, estando todas ellas en torno a dos desviaciones típicas. Esto se debe a que existen puntuaciones extremas que oscilan, en algunos casos, en un rango de 2,5 a 10 puntos. Si nos centramos en las consultas realizadas a lo largo de este proceso, podemos establecer que, bien en tutorías presenciales como a través del correo electrónico, las consultas realizadas han sido unas 433 (Media = 10,07 por estudiante), donde 178 143 fueron presenciales en horario de tutorías (Media = 4,12 por estudiante) y 255 online (5,93 por estudiante). Las consultas se centraron en tres cuestiones: a) uso de conectores lógicos (73,3%); b) organización de la información (17,4%); y, c) uso de la herramienta informática (9,3%). DO, APOYO RECIBIDO Y VALORACIÓN GLOBAL DEL MÉTODO DE TRABAJO. 5.2. VALORACIÓN DE LOS ESTUDIANTES SOBRE EL APRENDIZAJE OBTENI- Del apoyo recibido para la realización de los esquemas científicos, los estudiantes mani- De la valoración de los estudiantes sobre el aprendizaje obtenido, a partir de los esquemas científicos, hemos extraído los siguientes datos: Tabla 4. Aprendizaje obtenido por los estudiantes mediante la aplicación de los esquemas científicos. M Sx Mo COMATERIA 2,43 .99 2 APMATERIA 2,87 .69 3 IMATERIA 2,65 .83 3 Rango Mín. Máx. 1 4 Leyenda: COMATERIA (comprensión); APMATERIA (aplicación teórica); e, IMATERIA (interés). Fuente: Elaboración propia, a partir de CEA de Giménez Bertomeu y colaboradores (2009). festaron un grado elevado de satisfacción. Sobre la valoración global, en términos de aprendizaje logrado, dificultad encontrada y Tabla 5. Tipo y grado de apoyo recibido en la realización de los esquemas científicos. IRACTIVIDAD MEACTIVIDAD TACTIVIDAD APACTIVIDAD ACACTIVIDAD M Sx Mo 3,22 3,00 2,78 3,04 3,09 .902 .674 .795 .976 .900 3 3 3 4 4 Leyenda: IRACTIVIDAD (las instrucciones recibidas facilitan la actividad); MEACTIVIDAD (el material entregado facilita la actividad); TACTIVIDAD (la cantidad de tiempo ha sido la adecuada); APACTIVIDAD (el apoyo del profesor ha sido el necesario); y, ACACTIVIDAD (la interacción con los compañeros facilita la actividad) Fuente: Elaboración propia, a partir de CEA de Giménez Bertomeu y colaboradores (2009). 144 apoyo global recibido. En definitiva, se aprecia una valoración muy positiva por parte de los estudiantes para trabajar Tabla 6. Valoración global de los estudiantes sobre los esquemas científicos. M Sx Mo ALOGRADO 2,43 .99 2 ARECIBIDO 2,87 .69 3 DENCOTRADA 2,65 .83 3 Rango Mín. Máx. 2 4 1 3 Leyenda: ALOGRADO (grado de aprendizaje logrado); ARECIBIDO (grado de apoyo recibido); y, DENCONTRADA (grado de dificultad encontrada). Fuente: Elaboración propia, a partir de CEA de Giménez Bertomeu y colaboradores (2009). con los esquemas científicos, no obstante se pone de relieve la necesidad de mejorar los aspectos vinculados con el grado de aprendizaje logrado. 5.3. PERCEPCIÓN SOBRE EL IMPACTO EMOCIONAL DEL USO DE LOS ESQUEMAS CIENTÍFICOS. bienestar y malestar emocional (0-1) en el aprendizaje mediante esquemas científicos, revela que el bienestar emocional obtiene un índice medio más alto (media = 0,55; desviación típica = 0,23; moda = 0,63) que el malestar (media = 0,27; desviación típica = 0,32; moda = 0,26). El análisis descriptivo de los índices de En un análisis pormenorizado de la pres- 145 Tabla 7. Resultados descriptivos de cada modalidad emocional (escala 0-3). Emociones Positivas Media Sx Emociones Negativas Media Sx SATISFACCIÓN 1,88 .612 ABURRIMIENTO .79 .658 ENTUSIASMO 1,67 .761 FRUSTRACIÓN .96 .856 ORGULLO 1,38 .770 ENFADO 1,04 .806 OPTIMISMO 1,92 .717 FASTIDIO .96 .751 COMPETENCIA 1,38 .970 CULPABILIDAD .58 .654 ALEGRÍA 1,83 .761 TRISTEZA .58 .654 ALIVIO 1,54 .509 INSEGURIDAD 1,00 .834 SERENIDAD 1,13 .680 ARREPENTIMIENTO .42 .504 EUFORIA 1,33 .565 SOLEDAD .63 .875 SEGURIDAD 1,75 .794 ANGUSTIA-ANSIEDAD 1,21 .884 TRANQUILIDAD 1,29 .550 DESESPERACIÓN 1,00 .933 PERSEVERANCIA 2,08 .776 ESTRÉS-CANSANCIO 1,88 .797 ACOMPAÑAMIENTO 1,96 .690 APATÍA-DESGANA .67 .637 CONFIANZA 1,83 .761 DESCONFIANZA .67 .761 ORIENTACIÓN 2,04 .751 VERGÜENZA .33 .637 ATRACCIÓN 1,46 .588 ASCO-REPULSION .21 .509 RECONOCIMIENTO 1,79 .721 DESORIENTADA/O .92 .776 AGRADECIMIENTO 1,92 .830 RABIA-IRA .33 .637 PODER 1,08 .776 .79 .884 ESTIMULO 1,88 .797 IMPOTENCIA TENSIÓN PREOCUPACIÓN 1,33 .917 Fuente: Elaboración propia, basado en Rebollo y colaboradores (2008). encia de cada emoción en el proceso de elaboración de los esquemas científicos, los resultados muestran que los valores más altos se dan en las emociones positivas con una media de 1,7 (cerca del valor 2 = en bastantes ocasiones), mientras que en las emociones negativas asume una media de 0,4 (prácticamente nunca). Las emociones positivas han estado más presentes que las negativas, ya que todas sus medias se sitúan por encima de 1, siendo la perseverancia (2,08), la orientación (2,04) y el acompañamiento (1,96) las que presentan medias más altas. En el caso de las emociones negativas, a excepción del estrés-cansancio 146 (1,88), la tensión-preocupación (1,33) y la angustia-ansiedad (1,21), el resto apenas se acercan al 1. Esto último preocupa, debido a que se constata el impacto negativo que en ciertos momentos tiene este método y que habrá que tener en cuenta en el futuro. 5.4. VENTAJAS E INCONVENIENTES DEL USO DE LOS ESQUEMAS CIENTÍFICOS. En nuestro caso, simplemente vamos a realizar una identificación de la valoración general que los estudiantes han realizado del proceso de mejora junto con una relación de las dos ventajas y dos desventajas que han destacado del método de esquemas científicos. La valoración global es muy positiva, aunque esta percepción se asume prácticamente al final del proceso, debido a que al principio el estudiante tiene que hacer un esfuerzo importante, el al tener que movilizar recursos de aprendizaje procedimiental sobre el método de trabajo. Gráfica 1. Ventajas que los estudiantes han destacado. Fuente: Elaboración propia, 2009. Sobre las dos principales ventajas sobresalen: la sistematización del contenido que proporciona este método, el cual puede ser transferido a otras asignaturas, así como el he- cho de que permite una comprensión global y representa una forma útil para abordar el estudio de gran cantidad de conocimientos. Gráfica 2. Inconvenientes que los estudiantes han destacado. Fuente: Elaboración propia, 2010. 147 Se observa que el principal problema se vincula con los conocimientos informáticos y al uso apropiado de los conectores lógicos, lo que implica un escaso dominio del razonamiento lógico. Del mismo modo, se destaca la existencia de problemas a la hora de decidir qué información es la importante y cómo hay que sintetizarla. Esto último es relevante ya que estamos hablando de estudiantes que tienen una dilatada formación universitaria (al menos de 3 a 4 años), por lo que se hace necesario identificar los motivos exactos que expliquen de forma adecuada este problema, debido a que el tipo de conocimiento puede estar influyendo. 6. CONCLUSIÓN. Recordando que se trata de un proceso de mejora que se ha analizado, más desde una perspectiva exploratoria que explicativa, se puede concluir que los resultados obtenidos ponen de manifiesto evidencias para continuar trabajando sobre el potencial que los esque- 148 mas científicos muestran en el aprendizaje universitario, en concreto, en materias de corte metodológico. Aunque parece evidente que tal y como nos advierte Carbonell (2001, p.2223) “de una forma más o menos intencionada y planificada se ponen en movimiento ideas, estrategias y actividades pero lo importante es que estas confluyan, se interrelacionen y hasta se confundan en un todo indivisible”, así como contemplar los aspectos vinculados con la dedicación, el esfuerzo y los resultados reales que este método tiene para el proceso de aprendizaje del estudiante. Los resultados nos animan a profundizar en las posibilidades psicopedagógicas de este método. Una línea de trabajo a afianzar y evidenciar empíricamente es la eficacia de este método en el aprendizaje del estudiante universitario, sobre todo vinculado al éxito académico. En la siguiente tabla, se resumen los aspectos centrales del proceso de mejora que se ha llevado a cabo. 149 QUE PRIORIZAMOS E 3. El aula se convierte en un escenario de trabajo basado en el intercambio de ideas, reflexión y aprendizaje colaborativo. 2. El estudiante gana en seguridad, se acerca de forma equilibrada (cognitiva-emocional) al aprendizaje del contenido de la asignatura. 1. El profesor asume un papel de guía, mediador y gestor del proceso de formación del alumno EFECTOS REALES 4. Se hace consciente la dimensión emocional: permite reducir percepciones basadas en miedos, etc. 3. El proceso de aprendizaje se vuelve más eficaz, a la vez que eficiente. 2. El alumno gana en sistematización bajo parámetros propios de la lógica deductiva. 1. Se refuerza la toma de conciencia sobre el propio proceso de aprendizaje. EFECTOS y 2. Accesos a apoyos externos: plataforma, ordenadores, etc. 1. Materiales espaciales. RECURSOS 2. Que el estudiante configure una imagen ajustada sobre cómo se percibe como aprendiz, ya que eso influye en cómo se aprende. 1. Mejoras en la aplicación de destrezas y habilidades basadas en el aprendizaje instrumental. EFECTOS ESPERADOS 5. Incorporar ajustes vinculados con los esquemas científicos y avanzar en la elaboración de un contenido (manual al uso) que se adapte lo más posible a lo pretendido por la asignatura. 4. Efectos perversos derivados del plagio o copia de esquemas entre compañeros, así como de la mimetización conceptual, es decir, copiar contenido sin más. 3. Deformación de la filosofía que inspira la metodología de esquemas científicos, que lleve a que el profesor asuma un rol “paternalista” dando un material excesivamente “trillado”. 1. Efectos derivados de las resistencias culturales. NUEVAS PROPUESTAS 1. En principio, las pretensiones son, quizá, muy optimistas, por lo que este escenario de máximos deba ser reajustado atendiendo a cuestiones organizativas, grupales, etc. MODIFICACIONES Fuente: Adaptación del protocolo del proceso de mejora, dentro del III curso de introducción a la docencia universitaria, UIE-UCLM, 2009. 1. Cambio metodológico de la asignatura que toma como referentes de actuación: las técnicas de trabajo intelectual a través de su aplicación en esquemas científicos y el abordaje de la dimensión emocional como moduladora del aprendizaje (agencialidad). MODIFICACIÓN INTRODUCIMOS 2. Favorecer la mejora de dominios propios de la competencia emocional como: la valoración adecuada de si mismo y autogestión (logro, adaptabilidad, iniciativa y optimismo) vinculadas con la regulación emocional, que a su vez inciden en la competencia social, y que nosotros vamos a centrar en la agencialidad. 1. Entrenamiento de ciertas destrezas metacognitivas orientadas al aprendizaje instrumental: capacidad de análisis, síntesis, relación y transferencia significativa PROPÓSTITOS/FINALIDADES Tabla 8. Principales hitos del proceso de mejora sobre la introducción de los esquemas científicos en la docencia universitaria. 7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS. Aliaga, F. (2000). 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As mudanças normativas desta etapa colocam um conjunto de exigências de reorganização (interna e externa) que o adolescente terá que realizar rumo à idade adulta. Entre os alunos do 12º ano, um novo conjunto de expectativas se colocam relativamente ao seu sentido de responsabilidade, autonomia e capacidade para tomar decisões quanto ao seu futuro académico, profissional e/ou pessoal. O confronto com as mesmas poderá gerar dificuldades acrescidas, exigindo a mobilização de recursos que permitam a sua superação. Procurando conhecer as estratégias mais frequentemente utilizadas pelos alunos do 12º ano para fazer face às dificuldades e exigências do seu quotidiano procedeu-se à adaptação e validação do Adolescent - Coping Orientation for Problem Experiences (McCubbin & Patterson, 1983) para a população portuguesa. O estudo de validação envolveu 341 alunos de 3 escolas do Norte do País sendo que os resultados obtidos na apreciação das características métricas da versão traduzida e adaptada para a população portuguesa deram a conhecer uma estrutura factorial de 8 dimensões, com índices de consistência interna (alpha de Cronbach) entre .62 e .81. PALAVRAS-CHAVE: adolescência, 12 º ano de escolaridade, avaliação estratégias de coping. Correspondencia: E-mail: [email protected]; [email protected] 153 ABSTRACT: Adolescence contains a number of developmental tasks determinants for the adolescent identity and to the delineation of his journey, personal, professional and/or academic. Regulatory changes of this step places a set of requirements of reorganization (internal and external) that the adolescent has to perform towards adulthood. Among students of the 12th grade, a new set of expectations arise regarding their sense of responsibility, autonomy and ability to make decisions about their future academic, professional and/or personal. These demands may lead to difficulties, requiring mobilization of resources to overcome them. In order to access the strategies more frequently used by students of the 12th grade to cope with their everyday lives difficulties and needs, this study intends to adapt and validate the Adolescent-Coping Orientation for Problem Experiences (McCubbin & Patterson, 1983) for the Portuguese population. The validation process involved the participation of 341 12th graders from three schools from the North of Portugal. Results gathered in the evaluation of the metrical features from the translated and adapted version to the Portuguese population showed a factorial structured with 8 dimensions with values of internal consistency (Alpha Cronbach) between .62 and .81. KEY-WORDS: adolescence, 12th grade, evaluation of coping strategies. INTRODUÇÃO A adolescência constitui uma etapa do desenvolvimento humano crucial para o crescimento e maturação física e psicológica dos indivíduos, caracterizando-se pela realização de várias tarefas que envolvem acções reorganizativas, internas e externas, que o adolescente deverá experienciar para atingir a idade adulta (Ribeiro, 2008). Segundo Fonseca (2005) 154 são quatro as tarefas centrais desta etapa: (i) a autonomia face aos pais e à família; (ii) os projectos de futuro; (iii) o desenvolvimento da sexualidade; e (iii) o desenvolvimento de uma auto – imagem positiva, as quais decorrem das transformações no domínio físico, cognitivo, identitário e sócio – emocional. Dados os múltiplos processos de mudança e adaptação em curso, esta poderá ser uma etapa marcada pelo sentimento de alguma vulnerabilidade e a experienciação de stress, afectando o equilíbrio psicológico do adolescente (Bizarro, 1999; Sprinthall & Colins, 2003; Silva, 2009). Entre os estudantes do 12º ano - o alvo do presente estudo -, a aproximação do término do Ensino Secundário coloca desafios acrescidos. Nesta “antecâmara” entre o Mundo Adulto e a Vida Activa, ou, o Ensino Superior, são várias as decisões que terão que tomar a breve trecho, com implicações significativas no seu percurso actual e futuro. A escolha de um curso (caso opte pelo Ensino Superior); a procura de emprego (se escolher a inserção na Vida Activa); a autonomização e afastamento relativamente ao núcleo familiar e grupo de pares que algumas destas transições implicam; ou, a conciliação das suas escolhas com os compromissos sociais e pessoais, ou, com as expectativas dos outros (e.g. dos pais, família alargada, amigos/namorados, professores), são alguns dos desafios que passam a integrar o quotidiano destes jovens. A forma com que tais desafios são confrontados (estratégias de confronto, recursos mobilizados), poderá ter impacto no bem-estar destes jovens e no modo como poderão vir a encarar as tarefas e desafios desenvolvimentais futuros. Pelo que, julga-se da maior pertinência conhecer que esforços (cognitivos e comportamentais) são mobilizados por estes adolescentes para enfrentar (reduzir, minimizar ou tolerar) as exigências internas ou externas resultantes da sua interacção com os mesmos: aquilo que Lazarus & Folkman (1984, 1986) designaram de “coping”. COPING À luz da teoria transaccional de Lazarus & Folkman (1984, 1986), o processo de coping é iniciado em resposta à avaliação, pelo indivíduo, de que as exigências do meio excedem os seus recursos (internos e/ou externos). No que diz respeito às funções do coping, Lazarus e Folkman definiram duas categorias: (i) coping centrado no problema e (ii) coping centrado na emoção. O coping centrado no problema envolve esforços para reduzir ou eliminar as fontes de stress, ou seja, alterar o problema que causa a situação de stress ou expandir os recursos para lidar com a mesma. Neste tipo de coping, as estratégias adoptadas são predominantemente direccionadas para (1) a definição do problema, (2) o gerar de soluções alternativas e (3) a análise em termos de custos/benefícios para uma consequente selecção e acção sobre a situação. As estratégias adoptadas podem traduzir-se em termos de: (1) um aumento do esforço e/ou focalização no problema (adiando outras actividades); (2) o planeamento de uma estratégia de confronto (desenvolvimento de planos de acção realistas que são postos em prática isoladamente ou com a ajuda de outros); e/ou (3) a procura de informação, conselhos ou ajuda para resolver o problema, explicar a fonte de stress ou impedir a sua recorrência (Carr, 2004; Gauvin & Spence, 1998; Holt & Hogg, 2002). No que se refere ao coping centrado na emoção, este inclui estratégias cujo objectivo não é modificar directamente a situação actual, mas sim, regular a resposta emocional a um problema, ou seja; os estados emocionais despoletados pelo confronto com o stressor (Carver, Scheier & Weintraub,1989; Edwards, 1999; Endler & Parker, 1990). Tal regulação é feita através da reinterpretação ou reenquadramento do evento stressante (Gauvin & Spence, 1998) ou pela atenção selectiva a aspectos positivos do self ou da situação (Parkes, 1990). O coping centrado na emoção abrange estratégias como a procura de apoio social (de pessoas em quem o indivíduo confia e a quem possa confidenciar as suas emoções e sentimentos); reavaliação e reestruturação cognitiva da situação (ex: “olhar” para o problema de uma perspectiva humorística); relaxamento, meditação ou exercício físico; minimização, distanciamento, atenção selectiva, negação da situação, evitamento atencional, desinvestimento mental e comportamental; procura de apoio religioso e espiritual; ventilação de emoções; auto – culpabilização; fantasias, consumo de álcool e/ou drogas; ou comportamentos agressivos (Carr, 2004; Gauvin & Spence, 1998; Holt & Hogg, 2002; Endler & Parker, 1996; McCubbin & Patterson, 1983). Outras conceptualizações existem para além das propostas por Lazarus e Folkman (1984, 1986). Esta é, no entanto, a grelha que deu suporte aos investimentos realizados no âmbito do estudo desenvolvido. Para Lazarus e Folkman (1984,1986), o uso de estratégias de coping centradas no problema ou na emoção dependerá da avaliação da situação stressora. O coping centrado no problema é mais passível de ser utilizado em condições ambientais avaliadas como controláveis e passíveis de mudança (Edwards, 1999; Lazarus & Folkman, 1984, 1986). Por seu lado, o coping centrado na emoção tende a ser utilizado em situações avaliadas como não modificáveis, ou seja, em que nada pode ser feito para mudar as condições ambientais percebidas como nocivas, ameaçadoras ou desafiadoras (Edwards, 1999; Lazarus & Folkman, 1984, 1986; Parkes, 1990). Numa tentativa de conhecer as estratégias de coping mais frequentemente utilizadas pelos alunos do 12º ano portugueses, no confronto com os vários desafios e exigências colocadas nesta etapa do seu percurso pessoal e académico, as autoras desenvolveram um estudo cujo principal contributo se traduziu na adaptação e validação do Adolescent - Coping Orientation for Problem Experiences (McCubbin & Patterson, 1983) para a população 155 portuguesa: o Inventário de Estratégias de Coping dos Adolescentes face a Experiências Problemáticas (IECAEP, Silva & Caires, 2009). É objectivo central deste trabalho dar a conhecer as características métricas de instrumento, bem como analisar as potencialidades e limitações encerradas pelo mesmo. de escolaridade, frequentando cursos da área Científico - Humanística do Ensino Secundário: Ciências e Tecnologias (CT); Ciências Sócio – Económicas (SE); Ciências Sociais e Humanas (SH) e Artes Visuais (AV). Os alunos são provenientes de três escolas secundárias da Zona Norte do País, duas pertencentes ao distrito do Porto (uma privada e outra pública) e uma ao distrito de Braga (pública), procurando-se garantir a heterogeneidade sócio – económica dos estudantes. No Quadro I procede-se à caracterização do grupo de participantes, tendo em consideração o curso frequentado e a sua distribuição por sexo e idade. MÉTODO PARTICIPANTES O estudo de validação do IECAEP contou com a participação 341 alunos do 12º ano Quadro I. Características dos participantes segundo área curso, sexo e idade Curso Sexo Idade N % Média DP Min -Max Masculino 100 41.8 17.52 .61 17-20 (N=239) Feminino 139 58.2 17.61 .70 17-20 Ciências Sócio – Masculino 7 41.2 17.14 .38 17-18 Feminino 10 58.8 17.40 .52 17-18 Masculino 6 22.2 17.83 1.17 17-20 Feminino 21 77.8 17.62 .59 17-19 Masculino 21 36.2 17.53 .75 17-19 Feminino 37 63.8 17.38 .49 17-18 Masculino 134 39.3 Feminino 207 60.7 17.5 .65 17-20 Ciências e Tecnologias Económicas (N=17) Ciências Sociais e Humanas (N=27) Artes Visuais (N=58) Total (N=341) 156 Os dados do quadro I dão a conhecer um grupo maioritariamente feminino (60,7%), sendo tal desfasamento visível em todos os cursos. No que se refere ao leque de idades, este varia entre o valor mínimo de 17 anos e o máximo de 20, situando-se a média nos 17,5 anos. Relativamente à média das idades em função do curso, esta é superior nos alunos de Ciências Sociais e Humanas, embora com maior variabilidade na área de Ciências e Tecnologias (17-20). INSTRUMENTO A versão original do Adolescent - Coping Orientation for Problem Experiences é da au- toria de McCubbin e Patterson (1983), e foi construído com o objectivo de identificar os comportamentos e cognições a que os adolescentes recorrem aquando do confronto com situações percebidas como problemáticas ou difíceis. O A-COPE é constituído por 54 itens, organizados em torno de uma escala likert de 5 pontos, medindo a frequência do recurso, pelos adolescentes, às estratégias em análise: 1 – Nunca, 2 - Quase Nunca, 3 - Algumas Vezes, 4 - Muitas Vezes, 5 – Quase Sempre. No quadro II apresentam-se as dimensões de coping que compõem o A-COPE, procedendo-se à sumária descrição dos seus conteúdos/âmbito, número de itens e características métricas. 157 Quadro II. Características do Inventário A-COPE Dimensão 1. Ventilação de sentimentos Descrição Itens Alpha Cronbach Expressão de frustrações e tensões através de comportamentos como gritar, culpar os outros 19, 22, 26, 28, 49, 51 Envolve os esforços em se manter ocupado/a e distante das fontes de stress, como sejam, dormir, ver televisão ou ler Abrange os esforços directos em ser mais organizado/a e responsável pela situação, como por exemplo organizar a vida ou tomar as suas próprias decisões 2, 9, 11, 33, 37, 43, 48, 53 .75 15, 25, 32, 40, 45, 47 .69 4. Desenvolvimento do suporte – social Envolve os esforços em se manter ligado/a emocionalmente com outras pessoas através da mútua ajuda na resolução dos problemas e da expressão de sentimentos. Exemplo falar com amigos sobre os seus próprios sentimentos 4. 14, 18, 30, 35, 52 .75 5. Resolução dos problemas familiares Centra-se em esforços na resolução de situações complicadas com membros da família e na redução da tensão decorrente das solicitações e regras parentais 1, 12, 31, 39, 41, 50 .71 6. Evitamento dos problemas Implica o uso de substâncias como forma de fugir à situação stressante (beber, fumar) ou o evitamento de pessoas e assuntos que causam os problemas. Exemplo manter-se longe de casa 8, 24, 36, 42,46 .71 Envolve comportamentos religiosos como rezar, ir à igreja 21, 23, 44 .72 16, 29 .76 6, 34 .50 2. Procura de distracções 3. Desenvolvimento da auto – confiança e do optimismo 7. Procura de apoio espiritual 8. Investimento em amigos próximos 9. Procura de apoio profissional Inclui a procura de proximidade e compreensão da parte de um par, como por exemplo estar com o namorado/a Consiste na procura de ajuda e aconselhamento da parte de um profissional .75 10. Envolvimento em actividades exigentes Implica o envolvimento em actividades desafiantes e exigentes como por exemplo empenhar-se mais nos trabalhos da escola 10, 13, 27, 54 .67 11. Recurso ao humor Refere-se a não considerar a situação tão grave, brincando com a mesma 3, 20 .72 12. Relaxamento Inclui formas de reduzir a tensão, como é o caso de ouvir música 5, 7, 17, 38 .60 158 O processo de adaptação e validação do A-COPE passou, em primeiro lugar, pelo contacto com os seus autores, numa tentativa de recolher informação adicional sobre o instrumento e pedir autorização para a sua tradução e adaptação à população portuguesa. Uma vez contornada esta etapa, procedeu-se à tradução do A-COPE, passando a ser designado de Estratégias de Coping dos Adolescentes face a Experiências Problemáticas (IECAEP). Uma primeira versão foi, então, aplicada a dois grupos de 4 alunos (cada) para reflexão falada, no sentido de se observarem dúvidas na compreensão e no conteúdo semântico das questões, bem como o respeito pela equivalência cultural. Deste procedimento resultaram pequenas alterações ao nível da redacção de alguns itens, decorrentes de algumas diferenças culturais. PROCEDIMENTOS Aquando da aplicação do IECAEP todos os alunos foram devidamente esclarecidos sobre o âmbito e objectivos do estudo, bem como do seu carácter voluntário, anónimo e confidencial. A aplicação do instrumento ficou a cargo dos professores da disciplina de Área de Projecto, com a orientação dos psicólogos das respectivas escolas. A opção por esta disciplina deveu-se à tentativa de minimizar qualquer transtorno decorrente da ocupação do período de aulas. RESULTADOS Os 54 itens do IECAEP foram submetidos a uma Análise de Componentes Principais (ACP), precedida pela averiguação da adequabilidade dos dados para efeitos desta análise. A verificação da matriz de correlações revelou coeficientes com valor ³.30. O valor de Kaiser-Meyer-Oklin foi de .76, e o Teste Bartlett de esfericidade atingiu a significância estatística (p<.001), apoiando a factoriabilidade da matriz de correlação. De igual modo, procedeu-se a uma abordagem exploratória para testar várias soluções abarcando um diferente número de factores. A ACP inicial revelou a presença de 15 componentes com valores - próprios superiores a 1, explicando 62.5% da variância. Uma apreciação da screeplot (teste de Catell) revelou uma quebra depois do 2º factor. Adicionalmente, a Análise Paralela revelou a existência de 8 componentes com valores - próprios excedendo o critério dos valores correspondentes para uma matriz de dados do mesmo tamanho e aleatoriamente gerada (54 variáveis x 341 sujeitos, cf. Pallant, 2007). Mediante as diferentes alternativas apresentadas, decidiu-se por uma solução de 8 factores, explicando um total de 46,5% da variância. Para ajudar na interpretação desta solução foi realizada uma rotação varimax. Nos quadros III a X procede-se à análise da consistência interna de cada um dos 8 factores emergidos. 159 Quadro III . Factor 1 – “Apoio Familiar” Nº/Item 1. Sigo os conselhos e regras dos meus pais 12. Tento falar com os meus pais no sentido de chegar a uma solução 22. Desanuvio, queixando-me a alguém da minha família 31. Falo com a minha mãe sobre o que me preocupa 39. Falo com o meu/minha irmão/irmã sobre o que estou a sentir 41. Participo em actividades com a minha família 50. Falo com o meu pai sobre o que me preocupa Alpha s/ Média DP Min - Max ritc Saturação 3,02 ,959 1-5 ,362 ,187 ,787 2,66 1,178 1-5 ,676 ,544 ,729 2,01 1,118 1-5 ,432 ,217 ,777 2,71 1,322 1-5 ,676 ,548 ,726 1,99 1,198 1-5 ,418 ,195 ,781 2,36 1,056 1-5 ,472 ,243 ,770 1,97 1,143 ,574 ,340 ,751 Alpha de Chronbach=: .79 Variância Explicada= 13.5% A distribuição das respostas aos itens deste primeiro factor revela a sua concentração nos valores mais baixos da distribuição de 5 pontos (entre 1.97 e 3.02), estando os valores do DesvioPadrão (DP) muito próximos do valor recomendado. No que toca à consistência interna desta 1-5 item subescala, o valor de alpha é bastante satisfatório (.79) o mesmo ocorrendo em relação aos índices de correlação item x total corrigido que oscilam entre .36 e .68. Tais valores permitem-nos concluir pela consistência interna deste factor, bem como pela validade interna dos seus itens. Quadro IV . Factor 2 – “Procura de apoio fora da família” Nº/Item 4. Peço desculpas às pessoas 15. Tento pensar nas coisas boas da minha vida 18. Tento ser simpático/a, dizer coisas agradáveis às outras pessoas 29. Procuro estar com alguém de quem gosto 30. Tento ajudar os outros a resolver os seus problemas 35. Tento preservar os meus amigos ou fazer novas amizades DP Min - Max ritc Saturação 3,32 1,154 1-5 ,369 ,173 s/item ,736 3,40 1,057 1-5 ,459 ,245 ,716 2,84 1,091 1-5 ,480 ,296 ,711 3,86 1,152 1-5 ,469 ,248 ,713 3,23 1,137 1-5 ,533 ,296 ,698 3,49 1,162 1-5 ,493 ,291 ,707 1,173 1-5 ,422 ,260 ,724 52. Falo com um amigo sobre o modo 3,07 como me sinto Variância Explicada= 7,4% 160 Alpha Média Alpha de Chronbach= .75 Neste segundo factor, o valor do alpha de Cronbach .75 é satisfatório. O mesmo se verifica ao nível da validade interna dos seus itens, cujo valor de ritc varia entre 37 e .53. Analisando a dispersão das respostas aos diferen- tes itens, verifica-se a oscilação da sua média entre os valores 2.84 e 3.86, concentrando-se em torno do ponto 3. No que se refere aos DP, estes apresentam valores aceitáveis. Quadro V . Factor 3 – “Consumos” Nº/Item 24. Consumo drogas (não receitadas pelo médico) 26. Digo palavrões 46. Bebo bebidas alcoólicas (ex: cerveja, vinho, etc.) Alpha Média DP Min - Max ritc Saturação 1,36 ,998 1-5 ,649 ,440 ,701 2,76 1,261 1-5 ,449 ,206 ,806 1,75 1,122 1-5 ,633 ,430 ,702 s/item Alpha de Chronbach=.78 Variância Explicada= 7.1% Analisando a consistência interna deste terceiro factor, verifica-se que o seu valor inicial (alpha=.78) ascende para .81 se o item 26 (“Digo palavrões”) for eliminado. Relativamente à validade interna dos itens, à excepção deste último, todos apresentam um valor bastante satisfatório. Dado o teor deste item (desfasado dos 3 restantes) e as suas caracte- rísticas métricas, optou-se pela sua eliminação. No que toca à dispersão das respostas, é de salientar a tendência do seu valor aquém do ponto 2 e um DP aproximado de 1. Alguma da (in)desejabilidade social associada ao conteúdo dos itens poderá justificar, pelo menos parcialmente, as baixas médias registadas nos 3 itens desta subescala. Quadro VI . Factor 4 – “Evitamento e abstracção” Alpha s/ Média DP Min - Max ritc Saturação 7. Como 8. Tento estar o mais tempo possível fora de casa 3,08 1,312 1-5 ,431 ,209 item ,642 2,88 1,181 1-5 ,320 ,177 ,668 11. Vou às compras, compro coisas de que gosto 2,31 1,227 1-5 ,477 ,261 ,630 17. Vou dar uma volta (a pé; de carro; de mota; de bicicleta; etc.) 3,13 1,120 1-5 ,335 ,163 ,664 37. Vou ao cinema 2,28 1,122 1-5 ,439 ,272 ,641 43. Vejo televisão 3,46 1,058 1-5 ,339 ,184 ,664 48. Durmo 3,11 1,291 1-5 ,378 ,173 ,655 51. Desanuvio, queixando-me aos meus amigos 2,61 1,113 1-5 ,281 ,095 ,676 Nº/Item Variância Explicada= 4.8% Alpha de Chronbach= .69 161 A consistência interna do quarto factor encontra-se no limiar do valor recomendado (alpha de .69). Os valores de ritc ficam, também, um pouco aquém do observado nos itens das subescalas anteriores (entre .28 e .48), muito embora dentro de valores aceitáveis aceitáveis (>.20). Relativamente à dispersão das respostas nos diferentes itens, esta é satisfatória, girando em torno do ponto 3 e aproximando-se de 1 o valor dos DP. Quadro VII. Factor 5 – “Distracção e relativização da situação” Média DP Min - Max ritc Saturação 3. Tento não dar muita importância e divertir-me com a situação Alpha s/item 3,10 1,173 1-5 ,421 ,326 ,475 14. Choro 2,56 1,407 1-5 -,322 ,132 ,721 20. Brinco e tento manter o sentido de humor 3,10 1,115 1-5 ,488 ,380 ,456 33. Dedico-me a algum passatempo 3,12 1,186 1-5 ,433 ,331 ,470 36. Digo a mim próprio/a que o problema não é importante 2,77 1,100 1-5 ,424 ,243 ,478 45. Tento ver o lado positivo de uma situação difícil 3,27 ,994 1-5 ,394 ,278 ,493 53. Jogo vídeo - jogos (ex: Playstation, etc.); uso a internet (ex: Messenger) 3,06 1,304 1-5 ,340 ,187 ,500 54. Envolvo-me em actividades físicas (ex: atletismo, ciclismo, etc.) 2,80 1,381 1-5 ,271 ,238 ,526 Nº/Item Variância Explicada= 3.8% Apreciando a consistência interna deste factor, verifica-se um valor inicial do alpha muito baixo (.56), o qual sofre um acréscimo significativo (para.72) aquando da eliminação do item 14 (“Choro”), o qual apresenta uma correlação 162 Alpha de Chronbach=.56 negativa com os restantes itens desta subescala. No que toca à dispersão das médias, estas são satisfatórias para a grande parte dos itens, muito embora o DP ascenda a valores muito superiores a 1 no caso dos itens 53 e 54. Quadro VIII. Factor 6 – “Procura de apoio profissional e religioso/espiritual” Alpha Média DP Min - Max ritc Saturação 6. Falo com um professor ou psicólogo da escola sobre o que está a preocuparme 1,36 ,689 1-5 ,335 ,265 ,465 9. Tomo medicação (receitada pelo médico) 1,34 ,854 1-5 ,321 ,280 ,458 10. Envolvo-me em mais actividades na escola 1,62 ,890 1-5 ,259 ,120 ,474 21. Falo com um padre/catequista 1,15 ,582 1-5 ,369 ,273 ,466 23. Vou à igreja 1,47 ,972 1-5 ,386 ,299 ,431 34. Procuro ajuda profissional fora da escola (psicólogo, médico de família, etc.) 1,31 ,726 1-5 ,359 ,316 ,456 40. Procuro arranjar um emprego ou invisto mais no meu local de trabalho (caso o tenha) 1,65 1,044 1-5 ,248 ,104 ,474 44. Rezo 1,86 2,417 1-5 ,149 ,052 ,656 Nº/Item Variância Explicada= 3.7% No sexto factor verifica-se, uma vez mais, um valor inicial de alpha muito baixo (.51), que ascende de forma expressiva (para .66) aquando da eliminação do item 44 (“Rezo”). Apesar do acréscimo verificado, o seu valor fica, ainda, aquém do valor tido como aceitável em termos de consistência interna. Relativamente s/item Alpha de Chronbach= .51 à dispersão das respostas, o cenário é também insatisfatório, concentrando-se as médias no extremo inferior da escala (entre 1.15 e 1.86), atingindo um valor médio bastante abaixo do valor intermédio desejável. Valores igualmente insatisfatórios se observam ao nível dos DP, que, na maioria dos itens, é maior que 1. 163 Quadro IX. Factor 7 – “Comportamentos (verbais) agressivos” Alpha Média DP Min - Max ritc Saturação 19. Irrito-me e grito com as outras pessoas 2,68 1,180 1-5 ,580 ,380 ,492 28. Culpo os outros pelo que se está a passar 1,83 ,962 1-5 ,397 ,191 ,624 38. Sonho acordado/a sobre a forma como gostava que as coisas fossem 3,32 1,270 1-5 ,289 ,090 ,706 49. Sou irónico/a e agressivo/a no modo como falo com as pessoas 2,55 1,159 1-5 ,537 ,342 ,526 Nº/Item Alpha de Chronbach= .66 Variância Explicada= 3.3% Neste factor verifica-se que a eliminação do item 38 (“Sonho acordado/a …”) poderá beneficiar o alpha (de .66 para .71). Dado o teor do item (“desalinhado” dos restantes) e, também, os baixos níveis de saturação neste s/item factor, optou-se pela sua eliminação. No que toca à dispersão das respostas, esta situa-se ente os valores de 1.83 e 3.32, superando o DP, em quase todos os itens, o valor 1. Quadro X. Factor 8 – “Resolução activa dos problemas” Nº/Item Média DP Min - Max ritc Saturação Alpha s/item 13. Invisto em mim (na minha imagem, nas notas, etc.), tento melhorar 2,97 1,145 1-5 ,370 ,197 ,387 25. Organizo a minha vida e as coisas que tenho que fazer 2,88 1,077 1-5 ,443 ,234 ,352 27. Empenho-me mais nos trabalhos e/ ou nos projectos da escola 2,79 2,004 1-5 ,154 ,073 ,615 32. Tento, por mim próprio/a, descobrir o que fazer para lidar com os meus problemas ou nervosismo 3,57 1,068 1-5 ,331 ,222 ,415 47. Tento tomar as minhas próprias decisões 3,70 ,963 1-5 ,228 ,213 ,471 Variância Explicada= 2.9% Neste último factor, uma vez mais, a eliminação de um item - o 27 (“Empenho-me mais nos trabalhos… da escola”) - faz subir, expressivamente, a consistência interna da subescala (de .50 para .62), a qual, mesmo assim, se mantém aquém do mínimo recomendado. Valores igualmente menos satisfatórios (quando comparados com factores anteriores) surgem associados aos ritc dos diferentes itens. Quan164 Alpha de Chronbach= .50 to à dispersão das respostas, o cenário é mais aceitável, aproximando-se as médias dos diferentes itens do ponto intermédio da escala e os DP do valor 1. Saliente-se, também, as várias diferenças encontradas entre o IECAEP e a sua versão original (A-COPE). As várias análises realizadas ao nível das suas características métricas e as opções tomadas em função dos seus resultados (e.g. número de factores a reter, itens eliminados) deram lugar a duas versões consideravelmente distintas quer ao nível da sua estrutura factorial (8 factores do IECAEP versus 12 factores do A-COPE), quer da sua dimensão (46 versus 54), quer na organização/distribuição dos seus itens por subescala. No quadro XI, a par da apresentação das dimensões, abrangência e características métricas do IECAEP, é feita a sua correspondência em termos das subescalas do instrumento original, sintetizando-se, assim, alguns dos principais contrastes e semelhanças entre o IECAEP e o A-COPE. 165 Quadro XI. Características do IECAEP DIMENSÃO 1. Apoio Familiar (7 itens, alpha=.79) 2. Desenvolvimento das Relações interpessoais fora da família (7 itens, alpha=.75) 3. Consumos (3 itens, alpha=.81) 4. Evitamento e abstracção (8 itens, alpha=.69) 5. Distracção e relativização da situação (7 itens, alpha=.72) 6. Procura de apoio profissional e religioso/ espiritual (7 itens, alpha=.66) 7. Comportamentos (verbais) agressivos (3 itens, alpha=.71) 8. Resolução activa dos problemas (4 itens, alpha=.62) 166 DESCRIÇÃO/ITENS Centra-se em esforços na resolução de situações de dificuldade através do apoio dos membros da família (itens: 1, 12, 22, 31, 39, 41 e 50) Inclui a procura de proximidade e compreensão da parte dos outros (pares, amigos, adultos) bem como a mútua ajuda na resolução dos problemas e na expressão de sentimentos (itens: 4, 15, 18, 29, 30, 35 e 52) Implica o uso de substâncias (bebida, tabaco, drogas ilícitas) como forma de lidar com a situação (itens: 24, 42 e 46) Correspondência às subescalas do A-COPE (instrumento original) 5. Resolução de problemas familiares 4. Desenvolvimento suporte social do 8. Investimento em amigos próximos 6. Evitamento dos problemas Envolve os esforços em se manter ocupado/a e distante das fontes de stress (itens: 7, 8, 11, 17, 37, 43, 48 e 51) 2. Procura de distracções Refere-se a estratégias que têm como objectivo minorar o significado e o impacto/tensão da situação brincando, por exemplo, com a mesma ou recorrendo a passatempos/entretenimentos (itens: 3, 20, 33, 36, 45, 53 e 54) 2. Procura de distracções Engloba comportamentos de procura de ajuda e aconselhamento da parte de um profissional ou através de uma componente religiosa/ espiritual (itens: 6, 9, 10, 21, 23, 34 e 40) 7. Procura de apoio espiritual 12. Relaxamento 3. Desenvolvimento da auto – confiança e do optimismo 11. Recurso ao humor 9. Procura profissional de apoio Expressão de frustrações e tensões através de comportamentos verbais susceptíveis de agredir o outro (itens: 19, 28 e 49) 1. Ventilação de sentimentos Envolve comportamentos activos e focalizados na situação problemática, assumindo-se como responsável pela sua resolução (itens: 13, 25, 32 e 47) 3. Desenvolvimento da auto – confiança e do optimismo DISCUSSÃO DOS RESULTADOS E CONCLUSÕES A análise das características métricas do IECAEP anteriormente apresentada, permitenos, agora, desenvolver algumas considerações sobre a sua validação. Tal como anteriormente constatado, os índices de consistência interna de algumas das subescalas/factores do IECAEP apresentavam valores bastante abaixo do limiar de .70 definido pela literatura (Almeida & Freire, 2007). A análise relativa ao contributo dos itens para a consistência interna da respectiva subescala permitiu verificar que, nalguns casos, esta beneficiava expressivamente se eliminados alguns itens. Assim, a eliminação dos itens “Digo palavrões”, “Choro”, “Rezo”, “Sonho acordado/a sobre a forma como gostava que as coisas fossem” e “Empenho-me mais nos trabalhos e/ou nos projectos da escola”, das subescalas 3, 5, 6, 7, 8, respectivamente, permitiu alcançar valores de consistência interna mais favoráveis, excepto nas sexta e oitava subescala, nas quais os seus valores continuam um pouco abaixo de .70 (.66 e .62). É de salientar que três itens da versão original (“Leio”, “Procuro estar com o/a namorado/a” e “Oiço música”) foram eliminados logo na ACP, dada os seus baixos valores de correlação (<.30). Assim sendo foram eliminados, no total, 8 itens à versão original do IECAEP. No que se refere à dispersão dos resultados, esta revelou-se indesejável nalgumas das subescalas do IECAEP, especialmente nas relativas à “Procura de apoio profissional religioso/espiritual” e “Comportamentos (verbais) agressivos”. Relativamente às potencialidades do instrumento aqui apresentado, destacaríamos o seu contributo na identificação das estratégias de coping mais frequentemente utilizadas pela população em estudo; sustentadas pela literatura na área (Carr, 2004; Gauvin & Spence, 1998; Holt & Hogg, 2002; Endler & Parker, 1996; McCubbin & Patterson, 1983), e em consonância com o modelo conceptual que enquadra o presente investimento (Lazarus & Folkman, 1984, 1986). Assim, o coping centrado no problema e o coping centrado na emoção aparecem claramente retratados no IECAEP. As subescalas “Apoio familiar”, “Procura de apoio profissional e religioso” e “Resolução activa dos problemas” reportam-se ao coping centrado no problema - envolvendo esforços para reduzir ou eliminar as fontes de stress ou expandir os recursos para lidar com as mesmas. Por seu lado, as subescalas “Procura de apoio fora da família”, “Consumos”, “Evitamento e abstracção”, “Distracção e relativização da situação” e “Comportamentos (verbais) agressivos” englobam o coping centrado na emoção, envolvendo esforços para regular a resposta emocional a um problema. Refira-se, também, o facto de se terem encontrado, entre as características métricas da versão portuguesa do A-COPE, uma estrutura factorial que nos parece mais adequada (menor número de factores: 8 na versão portuguesa e 12 na versão original) e com índices de consistência interna genericamente mais satisfatórios (oscilando entre .62 e.81 na versão portuguesa e entre .50 e .76 na versão original). Saliente-se, no entanto, que apesar das potencialidades identificadas no instrumento em análise, algumas reservas ainda são colocadas a esta versão, quer no que toca às suas qualidades métricas [e.g. explicação de uma baixa percentagem da variância dos resultados (do 4º ao 8º factor: <5%); valores de dispersão indesejáveis nalgumas dos itens/subescalas; consistência interna inferior a .70 nalgumas das suas subescalas], quer a questões do foro mais empírico e conceptual. Relativamente a esta última, investimentos futuros ao nível do conteúdo, tomando, por exemplo, em consideração questões culturais (em que medida algumas das estratégias se adequam à cultura portuguesa?) e de abrangência dos itens (será que 167 as diferentes estratégias utilizadas pelos estudantes portugueses estão devidamente representadas?) parecem-nos da maior premência. REFERÊNCIAS Almeida, L. S., & Freire, T. (2007). Metodologia da investigação em psicologia e educação. Braga: Psiquilíbrios. Bizarro, L. M. (1999). 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Lisboa: Fundação Calouste Gulbenkian. 169 REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN Vol. 19, (nº.1), Ano 16º-2011 ISSN: 1138-1663 REAPRENDIZAJE INCIDENTAL MEDIANTE DIFERENTES IMÁGENES MENTALES INCIDENTAL RELEARNING BY MEANS OF DIFFERENT MENTAL IMAGES Alfredo CAMPOS Universidade de Santiago de Compostela Data de recepción: 09/05/2011 Data de aceptación: 27/06/2011 Rocío GÓMEZ-JUNCAL María José PÉREZ-FABELLO Universidade de Vigo RESUMEN El propósito de este estudio era evaluar la influencia de la estrategia de imagen: sin imagen, imagen normal, imagen rara o imagen mixta, sobre el recuerdo inmediato, al cabo de un día y de una semana. Un total de 220 sujetos (media de edad de 12.14 años) fueron asignados al azar a uno de los cuatro grupos experimentales: un grupo que no utilizó imágenes mentales, un grupo utilizó imágenes normales, otro grupo utilizó imágenes raras, y otro imágenes mixtas. Las variables dependientes fueron: el recuerdo, el reconocimiento, el falso reconocimiento, el acceso a la oración, y el número de ítems recordados por oración. Después de una semana, el recuerdo fue mayor en el grupo que utilizó imágenes raras, en comparación con el grupo que no utilizó imágenes, con el grupo que utilizó imágenes normales , y con el grupo que utilizó imágenes mixtas. Al cabo de una semana, los falsos reconocimientos fueron superiores en el grupo que no utilizó imágenes mentales, en el grupo que utilizó imagen normal, y en el grupo mixto, en comparación con el grupo que utilizó imágenes raras. Se discuten los resultados y se proponen nuevas líneas de investigación. PALABRAS CLAVE: Imagen mental. Memoria, Recuerdo, Reconocimiento, Falsos reconocimientos. ABSTRACT The aim of this study was to assess the influence of image strategy type (i.e., no mental imagery, normal imagery, bizarre imagery or mixed imagery) on immediate recall, and at one day and one week. A total of 220 sub- Correspondencia: E-mail: [email protected] 171 jects (mean age 12.14 years) were randomly assigned to one of four experimental groups: a no mental imagery group, a normal imagery, a bizarre imagery group or mixed imagery group. Dependent variables were: recall, recognition, false recognition, sentence access, and items per sentence recalled. After a oneweek period, recall was greatest in the bizarre imagery group as compared to the no mental imagery, normal imagery, or mixed imagery groups. After a one-week period, false recognitions were greatest in no mental imagery group, in normal imagery group, and in mixed imagery group as compared to the bizarre imagery group. The results are discussed in the light of further lines of investigation. KEY WORDS: Mental imagery, Memory, Recall, Recognition, False recognition. Las imágenes mentales raras han sido consideradas a lo largo de toda la historia como un mecanismo excelente para el aprendizaje (ver, por ejemplo, Higbee, 1993; Yates, 1966; para una revisión), sin embargo, los estudios experimentales no avalan esta eficacia (ver, por ejemplo, Cox & Wollen, 1981; McDaniel & Einstein, 1986; Wollen & Cox, 1981; Worthen, 2006, para una revisión). Después de una exhaustiva revisión de las investigaciones efectuadas con imágenes mentales raras, lo único en que parece haber coincidencia, si bien no total, son las circunstancias que, hasta el momento, parecen ser las que favorecen que las imágenes mentales raras sean eficaces, estas condiciones son, según Mercer (1996): a) que se mida el recuerdo y no el reconocimiento, b) que se mida el recuerdo inmediato (5 minutos o menos) en vez del recuerdo a largo plazo, c) que se utilicen listas mixtas, en vez de listas puras. A estas condiciones, Burns (1996) añade una cuarta, d) que el aprendizaje sea incidental y no intencional, y finalmente, Imai y Richman (1991) y Robinson-Riegler y McDaniel (1994) recomiendan una quinta condición, e) que las 172 imágenes raras que se formen los sujetos sean atípicas en vez de ilógicas. No existe diferencia entre las imágenes normales y las imágenes raras en recuerdo inmediato con listas puras (Cox & Wollen, 1981; McDaniel & Einstein, 1986; Wollen & Cox, 1981). A largo plazo, y listas puras, los resultados no están claros. Si bien algunos estudios encuentran el efecto de lo raro (O´Brien & Wolford, 1982; Iaccino, Dvorak, & Coler, 1989; Marshall, Nau, & Chandler, 1980; Sharpe & Markham, 1992), otros muchos, como Kroll, Schepeler, y Angin (1986), Poon y Walsh-Sweeney (1981), y Zoller, Workman, y Kroll (1989) no encontraron diferencias significativas entre las imágenes normales y la imágenes raras. Si se utiliza el reconocimiento como medida de memoria, en general no se observa el efecto beneficioso de las imágenes raras (Emmerich & Ackerman, 1979; McDaniel & Einstein, 1986; Worthen & Wood, 2001). Una excepción a esta regla es el trabajo de Michelon, Snyder, Buckner, McAvoy, y Zacks (2003) que encontraron el efecto beneficioso de las imágenes raras después de dos semanas. Además de las condiciones que hemos expuesto anteriormente para que la imagen mental rara sea efectiva, existe otra, y es el tipo de medida de imagen que se utilice. A partir de la década de los 80, además del recuerdo y del reconocimiento, medidas típicas de la memoria, se han utilizado otras medidas como: los falsos reconocimientos (el sujeto elige la palabra como vieja, siendo nueva), el acceso a la oración (una oración es accedida si, al menos, una palabra de la oración era recordada), y los ítems recordados por oración. La mayor parte de las investigaciones que se han efectuado utilizando este tipo de medidas utilizan listas mixtas (ver, Worthen, 2006; Worthen, García-Rivas, Green & Vidos, 2000; Worthen & Loveland, 2000-2001, para una re- visión), y son pocas las investigaciones que utilizan listas puras, tanto en falsos reconocimientos (Engelkamp, Zimmer, & Biegelmann, 1993; Engelkamp, Zimmer, Mohr, & Sellen, 1994; Thomas & Loftus, 2002), como en acceso a la oración (McDaniel & Einstein, 1986, 1991), y en el número de ítems recordados por oración (McDaniel & Einstein, 1986, 1991; Sharpe & Markham, 1992). Engelkamp et al. (1993, 1994) obtuvieron más falsos reconocimientos con imágenes normales que con imágenes raras. Por su parte, Thomas y Loftus, (2002) no encontraron diferencias en falsos reconocimientos entre diferentes tipos de imagen. McDaniel y Einstein (1986, 1991) no encontraron diferencias en acceso a la oración entre las imágenes raras y las normales cuando se utilizaron listas puras, en cambio, en la lista mixta (diseño intralista) había un mayor acceso a la oración con imágenes raras que con imágenes normales. McDaniel y Einstein (1986, 1991) tampoco encontraron diferencias en el número de ítems recordados por oración, tanto con listas mixtas (intralista), como con listas puras, tanto con listas cortas (6 oraciones), como listas más largas (12 oraciones). Sharpe y Markham (1992) tampoco encontraron diferencias significativas en el número de ítems recordados por oración entre las listas puras y las mixtas. Además de las variables que hemos estudiado anteriormente, otra variable que influye en el la efectividad de las imágenes raras es si el tipo de lista que se utiliza con las palabras para recordar es simple o compleja. Kline y Groninger (1991) encontraron un mayor recuerdo con oraciones simples que con oraciones complejas. A la misma conclusión llegan los estudios de McDaniel y Einstein (1989). Como hemos visto anteriormente, una de las características del aprendizaje mediante imágenes mentales, y por lo tanto, también mediante imágenes raras es que, aunque el recuerdo inmediato puede ser mayor que uti- lizando el método de repetición u otro método cualquiera, a largo plazo, esta superioridad decae pronto. Campos, Amor, y González (2004), y Campos, Gómez-Juncal y PérezFabello (2008a), siguiendo a Ashcraft (1998), interpretan el rápido olvido del aprendizaje mediante imágenes mentales en términos de la memoria episódica (Tulving, 1972, 1989, 1993), caracterizada por un fácil recuerdo inmediato y un rápido olvido. La información codificada visualmente es susceptible de interferencia con el tiempo, de ahí el pronto olvido. Campos y colaboradores (Campos, Gómez-Juncal, & Pérez-Fabello, 2007, 2008a, b, c, 2009), para averiguar si se podía retener más tiempo la información codificada mediante imágenes mentales, y alejar, así, a la imagen rara de los estrechos márgenes en los que la habían dejado las investigaciones efectuadas hasta el momento, llevaron a cabo una serie de experimentos que consistían, fundamentalmente, en la repetición, a largo plazo, de la información. Siguiendo esta línea de trabajos, en esta investigación deseábamos averiguar si, inmediatamente después del aprendizaje, después de un día y de una semana, existía diferencia significativa en memoria entre distintos grupos que aprendieron mediante diferentes estrategias de aprendizaje incidental: buscando la relación entre los ítems, formando una imagen normal, imagen rara, e imagen mixta. También nos interesaba averiguar la eficacia del reaprendizaje incidental, utilizando oraciones complejas, en diferentes medidas de memoria. MÉTODO PARTICIPANTES Seleccionamos un grupo de 220 participantes (97 mujeres y 123 hombres), alumnos de Educación Secundaria Obligatoria, con una media de edad de 12.14 años (SD = 1.12), y con un rango de 12 a 17 años. 173 MATERIAL Seleccionamos 96 palabras del Diccionario de la Lengua Española, con el único requisito de que fuesen sustantivos. Con la mitad de las palabras (48 palabras) construimos 3 listas con 16 oraciones complejas cada una. Cada oración compleja contenía 3 palabras (sustantivos) de la lista de 48 palabras. Las palabras eran las mismas en las tres listas y estaban escritas en letras mayúsculas. Una lista describía una situación normal, otra describía una situación rara (atípica), y una tercera era una mezcla de las dos anteriores. Un ejemplo de oración rara atípica es la siguiente: “El VIENTO soplaba tan fuerte que hizo sonar la FLAUTA en el CASTILLO”. Para crear estas frases se respetaron entre las listas, los tiempos de los verbos, los artículos determinados e indeterminados, el singular o plural, etc. La media de palabras por oración, tanto de la lista normal compleja, como de la lista rara compleja fue de 13. Cada oración tenía exactamente 13 palabras. Las otras 48 palabras que no se utilizaron en el aprendizaje, se utilizaron posteriormente para la prueba de reconocimiento. PROCEDIMIENTO Los participantes fueron distribuidos al azar en cuatro grupos experimentales: El primer grupo tenía que puntuar la relación que existía entre las tres palabras en mayúsculas de cada oración. El segundo grupo tenía que leer cada oración, formar una imagen mental normal entre las tres palabras en mayúsculas de cada oración y puntuar la viveza de la imagen. El tercer grupo tenía que leer la lista de oraciones que describían imágenes raras, formar una imagen rara entre las tres palabras de cada oración, y puntuar la viveza de la imagen. Al cuarto grupo se le presentaron, al azar, oraciones normales y raras, mezcladas, cada participante tenía que formar imágenes normales y raras, y puntuar la viveza de cada imagen. Tanto la relación entre las palabras, 174 como la viveza tenían que puntuarla en una escala de 5 puntos. Los participantes contaron con 30 segundos, aproximadamente, para cada oración. Se les permitieron 8 minutos para las 16 oraciones, pero ellos tenían que distribuir el tiempo. Tuvieron un entrenamiento con 5 oraciones. Tanto las instrucciones, como la lista de entrenamiento, y la lista con todas las oraciones se presentaron de forma escrita. Utilizamos esta estrategia para que la situación de aprendizaje se pareciese lo más posible a la situación normal de aprendizaje. Tras la presentación de las oraciones se mostró a los participantes una tarea distractora consistente en un par de dibujos en los que los participantes debían encontrar 8 diferencias, para ello contaron con un tiempo de 2 minutos. Transcurrido este tiempo, los participantes debían recordar, durante un tiempo máximo de 5 minutos, lo más exactamente posible, el mayor número posible de oraciones que habían leído. Finalizada la prueba de recuerdo, los participantes cubrieron un test de reconocimiento, que consistió en reconocer, entre 96 palabras, las 48 palabras que se le habían presentado en letras mayúsculas en las oraciones. Para esta prueba los participantes contaron con 5 minutos. En ningún momento los participantes supieron que se trataba de una prueba de recuerdo, ya que se intentaba que fuese un aprendizaje incidental. En una segunda sesión, al cabo de un día, y sin que los participantes fuesen informados de ello, realizaron de nuevo el test de recuerdo y de reconocimiento. Contaron con 5 minutos para cada una de las dos tareas. Posteriormente, los participantes efectuaron una tarea de reaprendizaje incidental, semejante a la tarea de aprendizaje incidental que hicieron al comienzo de la primera sesión. Es decir, un grupo volvió a puntuar la relación entre las palabras (grupo sin imagen), otro formó imágenes normales, otro imágenes raras, y otro imágenes mixtas, y puntuaron la viveza de las imágenes que se formaron, en una escala de 5 puntos. Para esta tarea contaron con 8 minutos. Seis días después de esta segunda sesión, se presentó a los participantes, sin previo aviso, un test de recuerdo y de reconocimiento, siguiendo el mismo procedimiento que las veces anteriores. Las pruebas se realizaron en el aula habitual en la que tenían clase, y todos los participantes fueron voluntarios. Finalizadas las tareas de aprendizaje incidental, y de recuerdo y reconocimiento, se corrigieron los resultados mediante 4 medidas de memoria: a) Recuerdo. Número de palabras recordadas correctamente. Se admitieron como correctas las variantes plural/singular, masculino/femenino de cada palabra, pero no se consideraron como correctos los sinónimos. b) Reconocimiento. Para el análisis utilizamos la proporción de palabras correctamente reconocidas, mediante la siguiente fórmula: [Puntuación de reconocimiento = p(Aciertos) – p(Falsos reconocimientos)/1 – p(Falsos reconocimientos)] (Einstein, McDaniel, & Lackey, 1989; Zechmeister & Nyberg, 1982). c) Falso reconocimiento. Se asignó un punto a cada palabra que el sujeto identificaba como correcta siendo falsa. d) Acceso a la oración. Se asignó un punto a cada oración si el participante recordaba, al menos, una de las tres palabras en mayúsculas que formaban parte de la oración. e) Ítems por oración recordados. La puntuación consistió en dividir el número to- tal de palabras recordadas (recuerdo) entre el número de oraciones que contenía, al menos, una palabra en mayúscula recordada. RESULTADOS Recuerdo. En primer lugar deseábamos averiguar si existía diferencia en recuerdo entre los participantes que no utilizaron imágenes mentales, los que utilizaron imágenes normales, raras o mixtas, tanto inmediatamente, como al cabo de un día y de una semana, y para ello efectuamos un Análisis de Varianza Mixto (ANOVA), con el factor estrategia de aprendizaje (con 4 niveles) y el momento del recuerdo (con 3 niveles). Encontramos que existía diferencia en el recuerdo entre los tres momentos de recuerdo, F(1, 183) = 206.201, p < . 001, potencia = 1 (ver Tabla 1). El análisis de la Diferencia Menos Significativa (DMS) indicó (p < .05) que los participantes tuvieron al cabo de una semana, un recuerdo significativamente mayor que al cabo de un día, y que inmediatamente después del primer aprendizaje. Al cabo de un día también tuvieron un recuerdo significativamente mayor que inmediatamente. También existió diferencia significativa entre los grupos que utilizaron diferente estrategia de aprendizaje, F(3, 183) = 5.495, p < . 001, potencia = .94 (ver Tabla 2). El análisis de la Diferencia Menos Significativa (DMS) indicó (p < .05) que las imágenes raras tuvieron mayor recuerdo que la imágenes normales y que las imágenes mixtas. Tabla 1. Medias y Desviaciones Típicas de Diferentes Medidas de Memoria, Inmediatamente, al Cabo de un Día, y de una Semana Medida de Memoria Recuerdo Reconocimiento Falso Reconocimiento Acceso a la Oración Ítems por Oración Inmediatamente M SD 6.95 16.37 .71 .20 .05 .07 6.37 2.50 2.56 .38 Momento del Recuerdo Un Día SD M 22.19 9.48 .70 .21 .09 .08 8.46 3.28 2.58 .41 Una Semana M SD 25.26 11.15 .72 .28 .10 .10 9.56 3.79 2.57 .41 175 También encontramos significativa la interacción entre las dos variables, F(3, 183) = 2.799, p < . 05, potencia = .67 Para saber si existía diferencia significativa entre los grupos que utilizaron distintas estrategias de imagen en el recuerdo inmediato, efectuamos un análisis univariado (ANOVA), y encontramos que la diferencia era significativa, F(3, 210) = 4.649, p < . 01, potencia = .89. El análisis de la Diferencia Menos Significativa (DMS) indicó (p < .05) que los participantes que utilizaron imágenes raras (M = 18.81, SD = 7.00) tuvieron mayor recuerdo que los participantes que utilizaron imágenes normales (M = 14.79, SD = 6.74), que los que utilizaron imágenes mixtas (M = 15.26, SD = 5.75), y que los que no utilizaron imágenes mentales (M = 14.82, SD = 8.20). En el recuerdo al cabo de un día también encontramos diferencias significativas entre los grupos, F(3, 192) = 5.753, p < . 001, potencia = .95. El análisis de la Diferencia Menos Significativa (DMS) indicó (p < .05) que, tanto el grupo que no utilizó imágenes mentales (M = 24.61, SD = 12.06), como los que utilizaron imágenes normales (M = 22.82, SD = 8.34), o imágenes raras (M = 24.35, SD = 9.37), tuvieron un mayor recuerdo al cabo de un día que los participantes que utilizaron imágenes mixtas (M = 18.12, SD = 6.61). El análisis univariado (ANOVA) indicó que también había diferencia significativa entre los grupos en recuerdo al cabo de una semana, F(3, 191) = 5.154, p < . 01, potencia = .92. El análisis de la Diferencia Menos Significativa (DMS) indicó (p < .05) que el grupo que utilizó imágenes raras tuvo mayor recuerdo al cabo de una semana (M = 29.30, SD = 10.82) que el grupo que utilizó imágenes normales (M = 23.14, SD = 12.92), imágenes mixtas (M = 21.23, SD = 8.61), y que el grupo que no utilizó imágenes (M = 24.89, SD = 12.32). Tabla 2. Medias y Desviaciones Típicas de Diferentes Medidas de Memoria Según la Estrategia de Aprendizaje Estrategia de Aprendizaje Medida de Sin Imagen Memoria M SD M I. Normal SD M I. Rara SD M I. Mixta SD Recuerdo 21.43 9.61 21.18 7.80 24.47 8.28 18.22 6.07 Reconocimiento .66 .29 .71 .19 .76 .18 .69 .15 Falso Reconocimiento .11 .11 .08 .06 .06 .05 .08 .05 Acceso Oración 8.15 3.10 8.26 2.80 9.12 2.75 7.09 2.15 Ítems por Oración 2.58 .39 2.49 .33 2.66 .21 2.54 .30 Para averiguar si existía diferencia entre los tres momentos de recuerdo: inmediatamente, al cabo de un día y de una semana, en el grupo que no utilizó imágenes mentales, efectuamos un ANOVA de medidas repetidas, y encontramos que existía diferencia significativa entre los tres momentos, F(1, 36) = 40.660, p < . 001, potencia = 1. El análisis de la Diferencia Menos Significativa (DMS) indicó (p < .05) que los participantes tuvieron al cabo de un día (M = 24.68, SD = 12.21), y de una semana 176 (M = 24.89, SD = 12.32), un mayor recuerdo que inmediatamente (M = 14.73, SD = 8.29). También existió diferencia significativa en recuerdo entre los tres momentos en el grupo que utilizó imágenes normales, F(1, 44) = 40.139, p < . 001, potencia = 1. El análisis de la Diferencia Menos Significativa (DMS) indicó (p < .05) que el recuerdo al cabo de una semana (M = 24.78, SD = 12.06), y el recuerdo al cabo de un día (M = 22.69, SD = 8.37) fueron significativamente superiores al recuerdo inmediato (M = 16.07, SD = 5.87). Con imágenes raras también se encontró diferencia significativa entre los tres momentos, F(1, 50) = 108.731, p < . 001, potencia = 1. El análisis de la Diferencia Menos Significativa (DMS) indicó (p < .05) que el grupo que utilizó imágenes raras tuvo un mayor recuerdo al cabo de una semana (M = 29.94, SD = 10.50), que al cabo de un día (M = 24.35, SD = 9.46), y que inmediatamente (M = 19.12, SD = 7.16). El recuerdo que se obtuvo al cabo de un día fue significativamente superior al que se obtuvo inmediatamente. Finalmente, el grupo mixto también tuvo diferencia significativa en recuerdo entre los tres momentos, F(1, 53) = 34.661, p < . 001, potencia = 1. El análisis de la Diferencia Menos Significativa (DMS) indicó (p < .05) que existía diferencia significativa entre los tres momentos. El grupo que utilizó imágenes mixtas tuvo un mayor recuerdo al cabo de una semana (M = 21.48, SD = 8.55), que al cabo de un día (M = 18.04, SD = 6.68), o inmediatamente (M = 15.15, SD = 5.91). El recuerdo que obtuvo el grupo mixto al cabo de un día fue significativamente superior al que obtuvo inmediatamente. Reconocimiento. Para analizar si existía diferencia en reconocimiento entre los participantes que no utilizaron imágenes mentales, los que utilizaron imágenes normales, raras o mixtas, tanto inmediatamente, como al cabo de un día y de una semana, efectuamos un Análisis de Varianza Mixto (ANOVA), con el factor estrategia de aprendizaje (con 4 niveles) y el momento del recuerdo (con 3 niveles). Encontramos que no existía diferencia en el reconocimiento entre los tres momentos, F(1, 182) = 1.921, p > . 05, potencia = .28 (ver Tabla 1). Tampoco existió diferencia significativa entre los grupos que utilizaron diferente estrategia de aprendizaje, F(3, 182) = 1975, p > . 05, potencia = .50 (ver Tabla 2). La interacción entre las dos variables, F(3, 182) = 2.177, p > . 05, potencia = .55, tampoco resultó significativa. Falso reconocimiento. Para analizar si existía diferencia en la proporción de falsos reconocimientos entre los participantes que no utilizaron imágenes mentales, los que utilizaron imágenes normales, raras o mixtas, tanto inmediatamente, como al cabo de un día y de una semana, efectuamos un Análisis de Varianza Mixto (ANOVA), con el factor estrategia de aprendizaje (con 4 niveles) y el momento del recuerdo (con 3 niveles). Encontramos que existía diferencia significativa en la proporción de falsos reconocimientos entre los tres momentos, F(1, 182) = 48.031, p < . 001, potencia = 1 (ver Tabla 1). El análisis de la Diferencia Menos Significativa (DMS) indicó (p < .05) que los participantes tuvieron una mayor proporción de falsos reconocimientos al cabo de una semana que al cabo de un día, y mayor proporción de falsos reconocimientos que inmediatamente después del aprendizaje. Al cabo de un día tuvieron mayor proporción de falsos reconocimientos que inmediatamente. También hemos encontrado diferencia en falsos reconocimientos entre los grupos que utilizaron diferentes estrategias de imagen, F(3, 182) = 4.255, p < .01, potencia = .86 (ver Tabla 2). El análisis de la Diferencia Menos Significativa (DMS) indicó (p < .05) que los participantes que no utilizaron imágenes mentales tuvieron una mayor proporción de falsos reconocimientos que los participantes que utilizaron imágenes raras y que los participantes que utilizaron imágenes mixtas. Encontramos significativa la interacción entre las dos variables, F(3, 182) = 4.255, p < .01, potencia = .86. Para saber si existía diferencia significativa en la proporción de falsos reconocimientos inmediatamente, entre los grupos que utilizaron distintas estrategias de imagen, efectuamos un análisis univariado (ANOVA), y encontramos que la diferencia era significativa, F(3, 210) = 6.266, p < .001, potencia = .96. El análisis de la Diferencia Menos Significativa (DMS) indicó (p < .05) que el grupo que no utilizó imágenes mentales (M = .09, SD = .12) tuvo una mayor proporción de falsos reconocimientos inmediatamente después del aprendizaje, que el grupo 177 que utilizó imagen normal, (M = .07, SD = .06), que el grupo que utilizó imágenes raras (M = .04, SD = .04), y que el grupo que utilizó imágenes mixtas (M = .04, SD = .04). El grupo que utilizó imágenes normales tuvo una mayor proporción de falsos reconocimientos que el grupo que utilizó imágenes mixtas. En la proporción de falsos reconocimientos al cabo de un día, encontramos diferencias significativas entre los grupos, F(3, 192) = 2.661, p < .05, potencia = .64. El análisis de la Diferencia Menos Significativa (DMS) indicó (p < .05) que el grupo que no utilizó imágenes mentales (M = .11, SD = .11) tuvo mayor proporción de falsos reconocimientos, al cabo de un día, que el grupo que utilizó imágenes raras (M = .07, SD = .07), y el grupo que utilizó imágenes mixtas (M = .08, SD = .07). Y, finalmente, al cabo de una semana, un análisis univariado (ANOVA) indicó que también había diferencia significativa entre los grupos en proporción de falsos reconocimientos, F(3, 190) = 4.628, p < . 01, potencia = .89. El análisis de la Diferencia Menos Significativa (DMS) indicó (p < .05) que el grupo que utilizó imágenes raras (M = .06, SD = .08) tuvo una menor proporción de falsos reconocimientos, al cabo de una semana, que el grupo que no utilizó imágenes (M = .13, SD = .12), que el grupo que utilizó imagen normal, (M = .14, SD = .15), y que el grupo que utilizó imágenes mixtas (M = .11, SD = .09). Para averiguar si existía diferencia entre los tres momentos en la proporción de falsos reconocimientos: inmediatamente, al cabo de un día y de una semana en el grupo que no utilizó imágenes mentales, efectuamos un ANOVA de medidas repetidas, y encontramos que existía diferencia significativa entre los tres momentos, F(1, 36) = 6.884, p < . 01, potencia = .72. El análisis de la Diferencia Menos Significativa (DMS) indicó (p < .05) que los participantes tuvieron más falsos reconocimientos al cabo de una semana (M = .13, SD = .12) que inmediatamente (M = .09, SD = .12). En el grupo que utilizó imágenes normales, también 178 encontramos diferencia significativa en la proporción de falsos reconocimientos entre los tres momentos, F(1, 44) = 13.052, p < . 001, potencia = .94. El grupo que utilizó imágenes normales tuvo al cabo de un día (M = .09, SD = .07) y de una semana (M = .11, SD = .11), un mayor número de falsos reconocimientos que inmediatamente después del aprendizaje (M = .05, SD = .04). Con imágenes raras no hemos encontrado diferencia significativa entre los tres momentos, F(1, 49) = 3.054, p > . 05, potencia = .40. Finalmente, el grupo que utilizó imágenes mixtas tuvo una proporción de falsos reconocimientos significativamente diferente entre los tres momentos, F(1, 53) = 36.703, p < . 001, potencia = 1. Al cabo de una semana (M = .11, SD = .08) hubo una mayor proporción de falsos reconocimientos que al cabo de un día (M = .08, SD = .07) y que inmediatamente (M = .04, SD = .04). Y, al cabo de un día hubo una mayor proporción de falsos reconocimientos que inmediatamente. Acceso a la oración. Para analizar si existía diferencia en acceso a la oración entre los participantes que no utilizaron imágenes mentales, los que utilizaron imágenes normales, raras o mixtas, tanto inmediatamente, como al cabo de un día y de una semana, efectuamos un Análisis de Varianza Mixto (ANOVA), con el factor estrategia de aprendizaje (con 4 niveles) y el momento del recuerdo (con 3 niveles). Encontramos que existía diferencia significativa en acceso a la oración entre los tres momentos, F(1, 182) = 189.051, p < . 001, potencia = 1 (ver Tabla 1). El análisis de la Diferencia Menos Significativa (DMS) indicó (p < .05) que los participantes tuvieron después de una semana un mayor acceso a la oración que al cabo de un día, y que inmediatamente. Y al cabo de un día tuvieron un mayor acceso a la oración que inmediatamente. También existió diferencia significativa entre los grupos que utilizaron diferente estrategia de imagen, F(3, 182) = 5.033, p < . 01, potencia = .91 (ver Tabla 2). El análisis de la Diferencia Menos Significativa (DMS) indicó (p < .05) que los par- ticipantes que utilizaron imágenes normales e imágenes raras tuvieron un mayor acceso a la oración que los participantes que utilizaron imágenes mixtas. La interacción entre las dos variables (momento del recuerdo y estrategia de aprendizaje), F(3, 182) = 2.320, p > . 05, potencia = .58, no resultó significativa. Ítems recordados por oración. Para analizar si existía diferencia en el número de ítems recordados por oración entre los participantes que no utilizaron imágenes mentales, los que utilizaron imágenes normales, raras o mixtas, tanto inmediatamente, como al cabo de un día y de una semana, efectuamos un Análisis de Varianza Mixto (ANOVA), con el factor estrategia de aprendizaje (con 4 niveles) y el momento del recuerdo (con 3 niveles). Encontramos que no existía diferencia significativa en el número de ítems recordados por oración entre los tres momentos, F(1, 182) = .326, p > . 05, potencia = .09 (ver Tabla 1). Encontramos diferencias significativas entre las diferentes estrategias de imagen: sin imagen, normal, rara o mixta, F(3, 182) = 2.630, p < . 05, potencia = .64 (ver Tabla 2) El análisis de la Diferencia Menos Significativa (DMS) indicó (p < .05) que los participantes que utilizaron imágenes raras tuvieron un mayor número de ítems recordados por oración que los que utilizaron imágenes mixtas, y que los que utilizaron imágenes normales. La interacción entre las dos variables (momento del recuerdo y estrategia de aprendizaje), F(3, 182) = .799, p > . 05, potencia = .22, no resultó significativa. DISCUSIÓN Hemos encontrado que las imágenes raras producen un mayor recuerdo inmediato que las imágenes normales, que las imágenes mixtas y que el grupo sin imagen. En estudios previos, las imágenes raras, con listas puras, se encontraron superiores en recuerdo a los métodos que no utilizaron imágenes mentales, pero no se encontraron superiores a las imágenes normales, ni a las imágenes mixtas (Cox & Wollen, 1981; McDaniel & Einstein, 1986; Wollen & Cox, 1981). Al cabo de un día decae la efectividad (en recuerdo) de las imágenes raras, sólo son superiores a las imágenes mixtas (y no son superiores en recuerdo a las imágenes normales, ni al grupo que no utilizó imágenes mentales), lo que confirma las afirmaciones (Ashcraft, 1998; Campos et al., 2004, 2008a,) de un pronto decaimiento del recuerdo aprendido mediante imágenes mentales, y los estudios de (Kroll et al., 1986; Poon & WalshSweeney, 1981; Zoller et al., 1989) que no encontraron el efecto de lo raro en la memoria a largo plazo. Sin embargo, mediante la estrategia de reaprendizaje que hemos utilizado en este estudio, las imágenes raras vuelven a asumir el papel que tenían inmediatamente después del aprendizaje. Las imágenes raras son superiores en recuerdo a las imágenes mixtas, a las imágenes normales, y al grupo que no utilizó imágenes mentales. Esta eficacia de las imágenes raras a largo plazo confirma algunos estudios precedentes (Iaccino et al., 1989; Marshall et al., 1980; O´Brien & Wolford, 1982; Sharpe & Markham, 1992), y confirma también nuestras investigaciones previas cuando utilizamos una metodología similar (Campos et al., 2008a, b, 2009). También hemos encontrado que a medida que transcurre el tiempo, existe un mayor recuerdo. Este resultado se explica porque, a medida que pasa el tiempo se incrementa el número de ensayos de aprendizaje, de recuerdo y de reconocimiento, lo que hace que, a pesar de la tendencia natural al olvido a medida que pasa el tiempo, el reapendizaje influye positivamente. Este resultado es el mismo que hemos encontrado en estudios precedentes (Campos et al., 2008c, 2009). No hemos encontrado diferencia significativa en reconocimiento en ninguna variable de las estudiadas en esta investigación, lo que confirma los estudios precedentes (Campos et al., 2007, 2008b, c; Emmerich & Ackerman, 1979; McDaniel & Einstein, 1986; Worthen & Wood, 2001) que indican que las imágenes 179 mentales no son efectivas utilizando como medida de memoria el reconocimiento. El grupo que no utilizó imágenes mentales fue el que obtuvo una mayor proporción de falsos reconocimientos, tanto inmediatamente después del aprendizaje, como al cabo de un día y de una semana. Al cabo de una semana, tanto el grupo que no utilizó imágenes mentales, como el grupo que utilizó imágenes normales o imágenes mixtas, tuvieron una mayor proporción de falsos reconocimientos que el grupo que utilizó imágenes raras. Estos resultados están en la línea de los estudios de Engelkamp et al. (1993, 1994) que obtuvieron más falsos reconocimientos con imágenes normales que con imágenes raras. También hemos obtenido más falsos reconocimientos al cabo de una semana y de un día, que inmediatamente. Al cabo de una semana, no sólo recordamos más palabras, sino que también tenemos más falsos reconocimientos (Campos et al., 2008c, 2009). Cuando se utilizó el acceso a la oración como variable dependiente, sólo hemos encontrado diferencia significativa, al cabo de una semana, entre el grupo que utilizó imágenes normales y el grupo que utilizó imágenes mixtas, y entre las imágenes raras y las imágenes mixtas. Es decir, las imágenes raras sólo tuvieron un mayor acceso a la oración al cabo de una semana, y fue en relación con el grupo mixto. Esta ausencia de efectividad de las imágenes raras con el acceso a la oración encontrada en este estudio, coincide con muchos de los estudios precedentes (ver para una revisión, Campos et al., 2008c; MacDaniel & Einstein, 1986, 1991). Al analizar el número de ítems recordados por oración en función del momento del recuerdo (inmediatamente, al cabo de un día y de una semana), no se ha encontrado diferencia significativa. Al analizar la diferencia entre los grupos que utilizaron distintas estrategias de imagen, sólo se ha encontrado diferencia 180 significativa (en el grupo total) entre la imagen rara y la normal, y entre la imagen rara y la mixta, al cabo de una semana. Las imágenes raras fueron superiores, en el grupo total, al cabo de una semana, a las imágenes normales y a las imágenes mixtas. Sin embargo, las imágenes raras no fueron superiores al grupo que no utilizó imágenes mentales en el número de ítems recordados por oración. El único estudio existente que encontró un efecto similar al obtenido aquí es el efectuado por Campos et al. (2009). La casi totalidad de los estudios existentes no encontraron influencia de las imágenes raras en el número de ítems recordados por oración (Campos et al., 2008a, b, c, 2009; McDaniel & Einstein, 1986, 1991). Mediante el reaprendizaje se ha conseguido que, al cabo de una semana, las imágenes raras sigan siendo superiores a otras estrategias en recuerdo, falso reconocimiento, y número de ítems recordados por oración, a pesar de que en este estudio hemos utilizado oraciones complejas, y como hemos visto en la introducción (Kline & Groninger, 1991; McDaniel & Einstein, 1989), con las oraciones complejas no se obtiene el efecto raro. Se necesitan nuevas investigaciones que analicen otras variables que pueden influir en el recuerdo de las imágenes raras a largo plazo, como el número de repeticiones que son necesarias, cuántos días dura la información, y qué tipo de medida de memoria es mejor para recordar. REFERENCIAS Ashcraft, M. H. (1998). Fundamentals of cognition. New York: Longman. 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FRANCO2 Universidade Federal de Goiás, Instituto de Informática1 Universidade do Minho, Instituto de Educação2 Universidade do Minho, Escola de Engenharia3 RESUMO: As dificuldades dos alunos na aprendizagem das disciplinas de programação de computadores são frequentes, explicando o insucesso académico e o abandono de alguns alunos nos cursos de informática. Neste artigo, descrevemos tais dificuldades tomando o discurso de professores e de alunos, contrastando aqui alunos com bom e fraco rendimento. Neste sentido, após um levantamento da literatura internacional na área, descrevemos as percepções de professores e alunos sobre as exigências cognitivas e académicas da aprendizagem de programação. Os resultados obtidos sugerem que os fracos alunos apresentam claras dificuldades na abstracção dos problemas e ten- Data de recepción: 04/03/2011 Data de aceptación: 27/06/2011 dem para uma resolução por tentativa e erro dos problemas. Os bons alunos, descrevem uma maior concentração dos seus esforços na análise aprofundada do problema, sua partição e representação mental, avançando para a resolução com maior clareza cognitiva, organizando a solução em passos sequenciais. PALAVRAS-CHAVE: Programação de Computadores; Informática; Raciocínio algorítmico; Aptidões cognitivas; Ensino Superior. ABSTRACT Student’s learning difficulties in university computer programming courses are frequent and often insurmountable, leading to high Correspondencia: E-mail: [email protected]; [email protected]; [email protected]; macedo@ di.uminho.pt; [email protected]. 185 failure and dropout rates. This paper describes these difficulties based on the discourse of teachers and students, comparing students with high and low performance. In this sense, after a survey of international literature in the domain, this study presents teachers’ and students’ perceptions about the cognitive and academic requirements of learning to program. The results suggest that low achievers present clear problem abstraction difficulties and lean towards solving problems by trial and error. Good students show greater concentration effort on a profound analysis of the problem, its partition and mental representation, advancing towards a solution with greater cognitive clarity, organizing the solution in sequential steps. KEY-WORDS: Computer Programming, Computer Science, Algorithmic reasoning, Cognitive aptitudes, Higher Education RESUMEN Las dificultades de los alumnos en el aprendizaje de las disciplinas de programación de ordenadores son frecuentes, explicando el fracaso académico y el abandono de algunos alumnos de los cursos de informática. En este artículo, describimos estas dificultades tomando el discurso de maestros y de alumnos, diferenciando alumnos con un bueno y un malo rendimiento. En este sentido, después de hacer el levantamiento de la literatura internacional en el área, describimos las percepciones de maestros y alumnos acerca de las exigencias cognitivas y académicas del aprendizaje de programación. Los resultados obtenidos sugieren que los malos alumnos presentan claras dificultades en hacer la abstracción de los problemas y tienden a una resolución de los problemas por tentativa y error. Los buenos alumnos describen una mayor concentración de sus esfuerzos en el análisis profundada del problema, su partición y representación mental, avanzando para la resolución con una mayor clareza cognitiva, organizando la solución en pasos secuenciales. 186 PALABRAS CLAVE: Programación de ordenadores; Informática; Razonamiento algorítmico; Aptitudes cognitivas; Enseño Superior. INTRODUÇÃO O ensino de Programação de Computadores apresenta desafios que persistem após 50 anos de pesquisas na área. Aprender a Programar aparece entendido como uma tarefa particularmente difícil, envolvendo diversos conhecimentos e habilidades (Jenkins, 2002). As pesquisas nesta área cedo consensualizaram que a programação é uma actividade altamente complexa, que envolve sub-tarefas ligadas a diferentes domínios de conhecimento e a uma variedade de processos cognitivos (Pea & Kurland, 1984). Assim, valoriza-se um conjunto de competências: a compreensão leitora; o raciocínio crítico e o pensamento sistémico; as metcomponentes cognitivas de identificação, planeamento e resolução de problemas; a criatividade e curiosidade intelectual; as habilidades matemáticas e o raciocínio condicional; o pensamento procedimental e o raciocínio temporal; o raciocínio analítico e o raciocínio quantitativo; ou ainda, o raciocínio analógico, silogístico e combinatório. De clarificar que várias destas competências se sobrepõem, apenas reflectindo diferentes designações usadas pelos diversos autores. No ensino superior, as unidades curriculares de programação geralmente aparecem no 1º semestre do curso, assim que os alunos ingressam na universidade. As disciplinas introdutórias de programação são referenciadas na literatura como CS1 (Computer Science 1), e geralmente estão associadas a um grande número de reprovações, de desistências na própria disciplina e, inclusive, de abandonos do curso. Estas dificuldades ampliam o seu impacto se considerarmos a fase de transição académica em que os estudantes se encontram e os processos nem sempre fáceis da sua adaptação ao ensino superior (Almeida, 2007). Tudo isto é socialmente preocupante quando se verifica que, apesar da crescente necessidade de profissionais da área de computação, o número de inscritos e de diplomados nestes cursos tem diminuído. Alunos ingressantes em cursos de computação apresentam comportamentos distintos nas disciplinas introdutórias relacionadas com a programação. Enquanto alguns conseguem aprender a programar rapidamente, inclusive com relativa facilidade, outros experienciam enormes dificuldades (Leither & Lewis, 1978). Destes últimos, alguns conseguem, num dado momento, “dar um salto quântico” e avançam na disciplina. Outros, no entanto, mesmo demonstrando enorme empenho, não chegam a tal “salto”. Mesmo não sendo conhecidas as condições percursoras deste “salto”, verificase que a generalidade dos alunos, ao persistir na aprendizagem de programação, acaba por consegui-lo. No intuito de tentar identificar as condições e o momento em que este “salto” acontece, foi conduzido um estudo qualitativo com alunos e professores do Brasil e de Portugal. Neste processo, foram usadas entrevistas para identificar os factores que eles acreditam ser decisivos para a aprendizagem de computação e a fase do processo de programação em que os alunos encontram maiores dificuldades. Os resultados serão usados para definir ferramentas que possam identificar os alunos em risco e para promover estratégias de facilitação do sucesso académica na disciplina. Para permitir uma melhor compreensão do problema, e definir uma base comum de discussão, apresentamos uma descrição do que se entende por “programar”, seguida de uma retrospectiva da investigação internacional na área. PROGRAMAR: DELIMITAR APRENDIZAGEM A SUA De forma geral, programar é vista como uma forma de resolução de problemas que pode ser decomposta em quatro fases: entender o problema, definir ou planear uma solução, implementar um plano, e verificar se está certo ou se é adequado o resultado final atingido. Pensando nestas quatro fases, antecipamos a diversidade de competências e de conhecimentos envolvidos. O objectivo da disciplina CS1 é ensinar aos alunos os conceitos básicos de programação, permitindo que implementem soluções para problemas numa determinada linguagem de programação. Nesta disciplina, são apresentados os comandos existentes nas linguagens e que podem ser usados para escrever um programa. Nas disciplinas iniciais, isto representa um pequeno conjunto de comandos e conceitos. Na posse deste conhecimento, os alunos devem elaborar soluções para os problemas propostos. Para isto, devem ler o enunciado do problema e entendê-lo, recorrendo, com frequência, a uma execução manual do mesmo, através da atribuição de valores para as variáveis. Este processo resolutivo pode ser feito várias vezes, chegando a uma generalização, a partir da qual é elaborado um algoritmo que descreve a solução como uma sequência de comandos passíveis de serem executados por um computador. Este algoritmo é uma representação da lógica de solução do problema. Nesta fase, os alunos preocupam-se em organizar os comandos de tal forma que, dados os valores de entrada, estes sejam manipulados para produzir uma saída correcta. Para verificar a validade e correcção do algoritmo desenvolvido, muitas vezes recorre-se a uma simulação, onde o aluno se coloca no lugar do computador, executando os passos descritos pelos comandos e tentando identificar potenciais erros. Este algoritmo é então traduzido para uma dada linguagem de programação, tendose particular atenção à sintaxe. Assegurada a correção sintática do programa, verifica-se a 187 correcção semântica. Para isto, são definidos casos de teste onde valores de entrada devem gerar valores de saída apropriados. Caso o programa não esteja correcto, este deve ser modificado a fim de ultrapassar os erros, passando novamente pelos passos de análise, codificação e testagem. Na prática de sala de aula observa-se que, mesmo entendendo o problema, e sendo capazes de resolver uma instância deste problema, os alunos sentem enorme dificuldade em traduzir esta solução numa sequência de comandos executáveis no computador. Isto verificase de uma forma clara quando se apresentam problemas do tipo “ordene um conjunto de números em ordem crescente”. Os alunos entendem o enunciado do problema, no entanto encontram enormes dificuldades em definir uma sequência de comandos que, se executados pelo computador, dado um conjunto de números, leve ao resultado desejado. Estas observações são corroboradas por Winslow (1996) que conclui que “noviços conhecem a sintaxe e semântica de comandos individuais, mas não sabem como combiná-los para obter programas válidos. Mesmo quando sabem resolver os problemas à mão, têm dificuldade de traduzir a solução para um programa de computador equivalente” (p. 17). VARIÁVEIS PSICOLÓGICAS NA APRENDIZAGEM DA PROGRAMAÇÃO Os estudos mostram que características como prévio conhecimento matemático e de ciências têm apresentado correlação com o desempenho dos alunos (Byrne & Lyons, 2001; Chumra, 1998; Wilson & Shrock, 2001). No entanto, acredita-se que esta correlação está mais ligada aos processos mentais que os alunos devem adquirir a fim de resolver problemas matemáticos e de laboratório, que são os mesmos ou similares aos necessários para a programação. Surpreendentemente, estudos apresentados por Bennedsen e Caspersen 188 (2006) concluem que não existe correlação entre capacidade de abstração e aprendizagem de programação. Também a experiência prévia em computação não é um factor determinante, mesmo podendo contribuir para melhores resultados em cursos introdutórios de programação (Allert, 2004; Byrne & Lyons, 2001). Por outro lado, características demográficas (etnia, idade, género) dos alunos não se apresentam correlacionadas com o sucesso em programação (Evans & Simkin, 1989). Os estilos de aprendizagem dos alunos também têm sido considerados nestes estudos. Entre as provas mais usadas encontra-se o Kolb’s Learning Style Inventory (Kolb, 1985) e o Felder-Silverman Index of Learning Styles (Felder & Silverman, 1988). O Kolb’s Learning Style Inventory tem como base a teoria da aprendizagem pela experiência, um ciclo de quatro estágios onde a experiência concreta (CE), serve como base para a observação reflexiva (RO), que leva a uma conceptualização abstrata (AC), que guia a experimentação activa (AE). Cada indivíduo tem uma abordagem preferida e que se pode traduzir num dos quatro estilos de aprendizagem: convergente, divergente, assimilador ou acomodador. Um outro questionário bastante usado é o FelderSilverman Index of Learning Styles, desenvolvido para a área de engenharia e recorrendo a quatro dimensões para descrever as formas de aprender. Na primeira dimensão, os sujeitos podem ser classificados como aprendizes activos, que aprendem através da experimentação e trabalhando com outros, ou reflexivos, que aprendem pensando ou reflectindo sobre as coisas, geralmente sozinhos. A segunda dimensão classifica os aprendizes como sensitivos ou intuitivos, onde os primeiros são concretos, práticos e orientados a factos e processos, enquanto os outros são conceituais, inovadores, e orientados a teorias e significados. Na terceira dimensão, os sujeitos são classificados como aprendizes visuais, que preferem figuras, diagramas, e esquemas, ou verbais, que preferem explicações escritas ou orais. A última dimensão classifica os sujeitos como aprendizes sequenciais, que aprendem de maneira incremental, ou globais, que aprendem em grandes saltos. A influência do estilo de aprendizagem do aluno nos resultados de cursos introdutórios de programação tem sido ambígua. O estudo conduzido por Byrne e Lyons (2001), usando o Kolb Learning Style Inventory, concluiu que não existe correlação entre o estilo de aprendizagem e o desempenho, apesar de 37% dos alunos da turma serem convergentes e terem obtido melhores resultados. Pillay e Jugoo (2005) realizaram dois estudos, utilizando também o Kolb Learning Style Inventory; num estudo concluíram que assimiladores têm melhor resultado que divergentes; o outro estudo foi inconclusivo. Por sua vez, Allert (2004) e Thomas, Ratcliffe, Woodbury e Jarman (2002), ambos utilizando o Felder-Silverman Inventory, reportam que alunos reflexivos e verbais têm melhor resultado em cursos de programação do que alunos activos e visuais. Estes resultados alinham-se com as observações de Felder de que o ensino de engenharias tende para os estilos de aprendizagem reflexivo, intuitivo, verbal e sequencial. Para além dos estilos de aprendizagem, outras variáveis cognitivas aparecem consideradas na investigação nesta área. Uma delas passa pelos esquemas ou modelos mentais. A importância de modelos mentais para a compreensão de programas já foi largamente estudada (Cañas, Bajo, & Gonzalvo, 1994; Pennington, 1987; Soloway & Ehrlich, 1984; Wiedenbeck, LaBelle, & Kain, 2004). A importância atribuída aos modelos mentais parece estar associada à clareza conceptual. Neste sentido, acredita-se que a existência modelos mentais adequados é fundamental na elaboração de programas, que são uma representação directa dos primeiros. No seu artigo “Programming as Theory Building”, Naur (1985) discorre sobre a necessidade de o programador ter uma “teoria” clara sobre como o programa resolve o problema que está a ser tratado. A qualidade do programa fica assim directamente determinada pela relação existente entre a qualidade da teoria sobre o problema e a teoria da solução. Os modelos mentais têm sido estudados em relação a diferentes aspectos de programação e usados de diferentes maneiras para avaliar alunos de computação. Vários autores analisaram o modelo mental de alunos com relação ao funcionamento do computador (Mayer, 1989; Perkins, Schwartz, & Simmons, 1988). Segundo Mayer, alunos que não tinham um modelo mental correcto de como o computador manipula variáveis e dados na memória têm maior dificuldade em entender os comandos das linguagens de computador. Cañas, Bajo e Gonzalvo (1994) verificaram que sujeitos têm diferentes representações mentais de programas de computação, as quais podem ser baseadas em aspectos sintácticos ou em aspectos semânticos, aproximando-se mais do modelo mental encontrado em experts. Segundo Denhadi (2006), os alunos que obtêm sucesso em cursos de programação são aqueles que usam um modelo mental, seja ele qual for, para a atribuição e manipulação de variáveis de maneira consistente. Outros autores têm-se preocupado com as diferenças de modelos mentais entre experts e noviços. Enquanto os noviços vêm programas como sequências de comandos, os experts agrupam comandos em esquemas que representam funcionalidades. Nestes casos, podese analisar a representação ou modelo mental de um sujeito através de tarefas como recall, categorização ou associação por semelhança, que parecem ser sensíveis a mudanças que ocorrem na representação mental à medida que os alunos aprendem a programar (Ackermann & Stelovsky, 1987). Ao contrário das expectativas originais, o modelo mental dos alunos não é afectado por experiências anteriores de programação no ensino secundário. No entan189 to, desenvolver modelos mentais leva a maior auto-eficácia e a melhores resultados, podendo representar 30% da variância nas classificações (Wiedenbeck, LaBelle, & Kain, 2004). Este artigo, auscultando professores e estudantes, pretende perceber as razões subjacentes às dificuldades sentidas por alguns na aprendizagem da programação. Neste sentido procura-se contrastar as funções cognitivas que poderão explicar a diferenciação entre um bom e um fraco desempenho académico nas disciplinas de programação, postulando de seguida algumas formas de intervenção na área. METODOLOGIA PARTICIPANTES Participaram neste estudo professores e alunos universitários da disciplina de Introdução à Programação, provenientes da Universidade Federal de Goiás (Brasil) e da Universidade do Minho (Portugal). Procurou-se que no grupo de estudantes estivessem representados sujeitos com facilidade e sujeitos com dificuldades na aprendizagem da programação não obstante a aplicação de esforço, para maior contrastação das suas respostas na entrevista. No total, foram entrevistados cinco alunos com dificuldades e quatro alunos com um bom desempenho. Dos nove alunos, apenas um era do sexo feminino. A grande maioria dos alunos estava a frequentar a disciplina pela primeira vez, sendo que apenas um era repetente; dois dos alunos já tinham tido algum contacto prévio com programação antes do curso. Em relação aos professores, foram entrevistados três professores portugueses e dois professores brasileiros. INSTRUMENTOS O presente estudo teve por base uma entrevista semi-estruturada a alunos do Brasil, e a professores do Brasil e de Portugal. Nestas entrevistas procurou-se identificar a que fac190 tores se atribuem as dificuldades dos alunos na aprendizagem de programação. Ao invés de questões motivacionais ou referentes ao estilo de aprendizagem e método de trabalho, comuns a muitos outros alunos dos mais diferentes cursos, procurou-se um enfoque nas variáveis cognitivas, ou seja, possíveis funções ou habilidades cognitivas a que professores e alunos atribuem a facilidade ou a dificuldade na aprendizagem da programação. No caso concreto dos professores, a entrevista centrou-se na sua experiência e explicações pessoais para a situação de alunos que aprendem com muita facilidade ou com muita dificuldade a programar. Também se procurou que, na base da sua experiência, tomassem alunos que sentiram muitas dificuldades mas que, num dado momento, acabaram por superá-las e conseguiram programar. PROCEDIMENTOS A selecção dos sujeitos entrevistados foi feita pelos professores com base nas classificações dos alunos e na observação levada a cabo durante as aulas. Os alunos foram informados dos objectivos do estudo a acederam livremente a participar. As entrevistas foram colectivas, ou seja, uma com o grupo de bons alunos e outra com alunos com dificuldades na aprendizagem. A entrevista foi dirigida por dois psicólogos e um professor de programação, havendo a preocupação de focar a reflexão dos alunos nas funções cognitivas da aprendizagem dos conteúdos curriculares da programação e de estimular a participação de todos os alunos do grupo. Em situações pouco claras do discurso, procurou-se que o aluno exemplificasse a situação, ou então, apelavase a um outro aluno do grupo que descrevesse por suas palavras a ideia que estava a ser transmitida. RESULTADOS Tomando as respostas obtidas nas entrevistas a professores e a alunos, privilegiaremos os conteúdos reportados às funções cognitivas inerentes à aprendizagem da programação. Assim, questões motivacionais, processos de ensino durante a frequência do ensino secundário, capacitação pedagógica do professor, organização das instituições e dos cursos, entre outras dimensões possíveis, não vão ser aqui consideradas em virtude do enfoque deste estudo. Segundo os professores, é clara a distinção entre um grupo de alunos que aprende facilmente e avança sem dificuldades intransponíveis na disciplina e um outro grupo que experiencia imensas dificuldades, por vezes acabando por desistir do curso ou realizando a disciplina de programação com fraca classificação. Da mesma forma, identificam um terceiro grupo que inicialmente experiencia muitas dificuldades mas que, num dado momento da sua aprendizagem, ultrapassa esse impedimento e começa a compreender as tarefas de programação específicas do momento da aprendizagem em que se encontra. Em relação a este fenómeno, considera-se que os alunos, anteriormente com dificuldades, exibem uma espécie de “salto”: vivenciam um insight que lhes permite transitar de uma situação em que a sua compreensão enfrentava dificuldades para uma posição em que ficam capacitados para realizar as tarefas de programação. Na análise destes subgrupos de alunos, os professores parecem acreditar que existem dois grandes factores, ou seja, duas habilidades cognitivas essenciais na melhor ou pior aprendizagem da programação. Uma primeira habilidade cognitiva reporta-se à capacidade de sair de uma análise mais holística dos problemas do quotidiano e fazer uma leitura mais analítica dos mesmos, realizando inclusive um planeamento sequencial. Quase em termos de um “estilo cognitivo”, o aluno terá de sair do global e do óbvio, e passar para uma análise mais minuciosa, em que cada solução é planificada passo-a-passo (mesmo que no seu quotidiano não seja essa a forma mais usual de perceber e resolver os problemas). Em suma, os alunos precisam de uma visão global do problema e da sua solução, mas é igualmente essencial uma visão das partes que irão compor a solução e que devem ser organizadas e executadas de maneira sequencial. Em sua opinião será esta transição, permitindo “ver o todo a partir das partes”, que permitirá ao aluno elaborar o algoritmo. Nas palavras dos professores, pensando desta forma, o aluno deixa de “pensar como pessoa” e passa a “pensar como um computador”, levando em conta os processos limitados de compreensão por esta máquina. Acrescentam que “pensar como um computador” é, com frequência, apelidado na área da informática como “raciocínio algorítmico”. Uma segunda habilidade cognitiva mencionada pelos professores é a capacidade de abstracção. Por seu intermédio, espera-se que os alunos passem do mundo concreto para uma outra realidade mais semântica e simbólica, formulando ou representando um problema de forma mais abstracta e menos presa aos pormenores e elementos singulares concretos. Quando um aluno tem dificuldades em fazer tal abstracção, ele não transita da realidade palpável para uma linguagem mais genérica, como por exemplo a notação exigida na aprendizagem da programação. A apetência para proceder à abstracção está ligada à necessidade de gerar soluções genéricas, aplicáveis a várias situações. Assim, ao tentar encontrar uma solução para um dado problema, o aluno não fica ligado a dados específicos; pelo contrário, busca abstrair da solução o “processo”, passível de ser futuramente aplicado em várias instâncias. Por exemplo, supondo que o problema é encontrar a hipotenusa de um triângulo, o aluno tem que encontrar uma solução que permita encontrar a resposta para quaisquer lados fornecidos, e não para um triângulo específico. Para além das habilidades cognitivas aqui tratadas, existirão outras variáveis implicadas. 191 A título de exemplo, alguns professores acreditam que a habilidade matemática é importante para o sucesso na programação; todavia, a maioria acredita que a correlação de sucesso em ambas as disciplinas está ligada a funções cognitivas mais básicas que seriam comuns às duas áreas. Assim, ao conseguir desenvolver uma “lógica matemática”, o aluno adquire estruturas ou habilidades cognitivas que facilitam ou promovem a aprendizagem da programação. Tomando as respostas dos estudantes nas entrevistas, e em primeiro lugar o discurso dos alunos com fraco rendimento na programação, importa referir que este subgrupo de alunos parece transitar automaticamente da leitura de um problema para o código, negligenciando o momento intermédio da elaboração do algoritmo. Se assumirmos na resolução de um problema três fases (input, processamento e output), estes alunos parecem “saltar” da primeira para a terceira fase sem o necessário trabalho de processamento da informação codificada e objectivo da tarefa. Quanto às dificuldades encontradas nos três momentos, no que concerne a primeira etapa, estes alunos acreditam que a leitura do problema é feita sem obstáculos, sendo que as dificuldades porventura encontradas têm origem em ambiguidades da língua portuguesa. Quanto à etapa final, concordam que a linguagem de programação é difícil, destacando aspectos específicos como a passagem de parâmetros e o uso de funções. Relativamente à etapa intermédia, e quando questionados sobre a necessidade de alguns procedimentos intermédios entre a leitura do problema e o ensaio da solução, a elaboração do algoritmo não parece constituir-se como um entrave. No entanto, estes alunos sentem particulares dificuldades quando tentam encontrar uma solução abstracta para o problema em mãos. Tomando as suas palavras, “a dificuldade está na compreensão, na transição da linguagem para o código. No raciocínio que é necessário efectuar”. 192 Estes alunos acham que o programa deve ser, de início e de forma completa, estruturado mentalmente “na cabeça”, e apenas depois concretizado. Todavia, saltam esta tarefa à frente, exibindo uma tendência para começar a programar de imediato, antes de terem a solução completa do problema delineada. No fundo, estes alunos contentam-se em ter uma ideia inicial e logo passam a implementá-la, por tentativa e erro, sem antes construírem uma visão global da solução. Por outro lado, quando questionados sobre que aspectos apresentam maior complexidade na elaboração da solução abstracta, não conseguem elaborar as suas respostas; sentem a dificuldade, mas não sabem exactamente porquê ou em qual aspecto. Na verdade, não se deterão muito tempo nesta questão, daí que a negligenciem no decorrer da programação e não a tivessem mencionado espontaneamente quando entrevistados. Importa agora cruzar a percepção dos alunos com dificuldades com a opinião dos professores, anteriormente apresentada. Quanto à capacidade de “pensar como um computador”, i.e., de fazer uma leitura analítica e um planeamento sequencial dos problemas diários, que possibilitam a elaboração do algoritmo, esta não parece estar consolidada nos alunos. Apenas um deles disse recorrer à subdivisão do problema em problemas menores para obter a solução: segundo o mesmo, o problema é como um quebra-cabeças, que se vai juntando pecinha a pecinha, de modo a montar o produto final. A divisão facilita o processo de resolução de um problema: ao dividir o problema, é mais fácil fazer um algoritmo para cada um dos problemas menores; faz-se um algoritmo para cada uma das partes e depois estas são ligadas. É necessário dividir em funções, de modo a ter uma maior organização e, assim, solucionar o problema, pois “Aí é possível identificar o erro, formalizá-lo e consertá-lo.” É interessante ressaltar que esta metodologia já era adoptada pelo aluno para a compreensão de qualquer matéria anteriormente à sua entra- da no curso, o facto de trabalhar com programação tornou esta rotina mais forte. De uma forma geral, estes alunos parecem “queimar etapas” – neste caso, a da semântica, de elaboração do algoritmo. Avaliam como mais fácil ler um programa já escrito, ou então, transitar reactivamente da leitura de um problema inicial para a escrita de uma solução/código. Por outro lado, apresenta-se mais intrincado fazer uma leitura pessoal da solução, extraindo dessa interpretação um algoritmo: “A leitura está mais “fora” da realidade, não é próxima dela, não é natural.”. Com efeito, para fazer essa leitura torna-se necessário “pensar como um computador”, o que se afigura para eles complexo. Quanto à habilidade cognitiva de abstracção, quer professores quer alunos a identificam como pertinente. Ainda que estes alunos não sintam que a programação ajude na resolução de problemas no mundo real, acreditam que a resolução de problemas é facilitada pelo processo de imaginar como funciona concretamente na vida real – fazendo-se uma abstracção. No que concerne o processo de programação em traços gerais, os alunos destacam a capacidade de raciocínio e algum nível de criatividade, avaliada por eles como um simples adereço (interface). A criatividade é apenas mais forte de início, na interpretação do aspecto formal; depois, os programas em si são apenas raciocínio. Por exemplo, ao programar jogos de computador, o raciocínio está envolvido na estruturação do jogo, enquanto que a criatividade está implicada na criação de condições para captar e manter a atenção no jogo. Na entrevista aos alunos com bom desempenho, verifica-se a importância atribuída à fase intermédia de pensar previamente a solução, acreditando ser fundamental. De forma geral, destacaram a importância de compreender a lógica do problema e, para extrair essa lógica, deve-se analisar o problema de forma geral e procurar o seu foco: “Primeiro é neces- sário compreender o problema, procurar soluções, pensar de formas diferentes e escolher a solução que se considera melhor”. Quando indagados sobre o momento mais desafiante da programação, este também parece referir-se à etapa da elaboração do algoritmo, o que implica fazer uma abstracção e identificar a lógica de um problema. Estes alunos consideram que a dificuldade reside no raciocínio para a generalização de soluções. Comentam que há colegas que nem tentam chegar a uma solução generalizável: “Não conseguem percepcionar um problema como um todo e dividi-lo em partes. Para isto, é necessário ter mais experiência, “malícia”, que é a parte mais difícil”. Talvez assim se explique por que consideram mais difícil ler programas elaborados por outra pessoa do que escrever programas. A primeira é mais desafiante, pois obriga a compreender a lógica que orientou o pensamento de outra pessoa – “É a lógica ao contrário” –, permitindo adquirir mais competências. Convém agora articular a percepção destes alunos com o discurso dos professores. No que concerne a capacidade de leitura analítica e planeamento sequencial dos problemas, antecedendo a elaboração do algoritmo, esta parece ser igualmente valorizada por professores e alunos. Um dos alunos afirmou que costuma simplesmente “atacar” o problema como um todo, mas, face a dificuldades, opta por dividir o mesmo em partes menores. Outro afirma que a lógica é “subtil de pegar”, mas que determinadas ferramentas visuais podem ser de ajuda, como é o caso dos fluxogramas: é necessário “colocar o problema no papel. Só pela cabeça não é possível”. Com efeito, quando face a dificuldades, parece ser vantajoso esquematizar o problema, procedendo à sua divisão em tópicos e à análise da forma como se relacionam, criando uma estratégia para cada parte: “É esta a chave para pegar num problema complexo. Dividi-lo e ver como as partes se relacionam entre si”. Procura-se executar algumas partes (menores) do algoritmo na cabeça, não todas, pois é demasiado difícil. Para os alunos, além 193 da lógica, é necessária uma prática ou habilidade adquirida para compreender como funciona o algoritmo, como forma de se visualizar a solução. No que respeita a habilidade cognitiva de abstracção, estes alunos também lhe dedicam importância. Ponderando o processo de programação de uma forma geral, os alunos consideram que a programação se baseia fundamentalmente em raciocínio, embora também se sirva de forma significativa da criatividade. A título de exemplo, os alunos indicam que programar implica a visualização de uma solução, requer antecipar a lógica inerente a um problema. “Achar a solução é raciocínio. Refinar a solução é criatividade”. Para além disso, estão envolvidas boas capacidades matemáticas, ou então, sentir gosto pela matemática, pois facilita o raciocínio e é a base para conseguir fazer um algoritmo. DISCUSSÃO E CONCLUSÃO Nas disciplinas introdutórias de programação de computadores, tem-se verificado internacionalmente que uma parte dos alunos, mesmo demonstrando interesse e empenho na aprendizagem, não consegue obter sucesso. Outros, no entanto, não obstante as suas dificuldades, conseguem a dado momento dar um “salto” que lhes permite compreender a disciplina e avançar. Para tentar isolar os factores que explicam tais dificuldades ou que permitem este “salto”, procurou-se identificar, através da análise da percepção do problema pelos actores envolvidos, as variáveis que parecem influenciar o baixo desempenho dos alunos. Professores e alunos com bom desempenho apontam a fase de desenvolvimento do algoritmo como crítica. Basicamente, dois processos cognitivos foram identificados como sendo responsáveis pelas dificuldades reveladas pelos alunos: a capacidade de organizar a solução em passos sequenciais, i.e., de elaborar um algoritmo para a solução, e a 194 capacidade de abstracção, entendida como a capacidade de encontrar soluções genéricas para os problemas, que pode eventualmente envolver identificar padrões para problemas aparentemente diferentes. Para facilitar estes processos, os alunos aplicam muitas vezes a estratégia de decompor o problema em subproblemas, identificando as relações entre as partes. Importa ressalvar que esta estratégia é apontada como uma boa prática no desenvolvimento de programas, sendo que existem estruturas nas linguagens de programação especialmente adequadas a implementar esta estratégia. Enquanto que os alunos com um bom desempenho tentam obter uma maior compreensão do problema e uma solução global para o mesmo antes de começar a programar, alunos com um baixo desempenho descartam a parte de pensar numa solução abstracta, passando logo para a programação. Pode-se entender que, na primeira abordagem, os alunos formam uma teoria do problema e da solução, segundo a definição de Naur (1985), o que contribui para a elaboração de melhores programas. Podemos, nestas situações apelar a presença ou ausência de estratégias de autoregulação por parte dos alunos, nomeadamente na compreensão da informação necessária à resolução dos problemas (Solano-Pizarro, González-Pienda, González-Pumariega, & Núñez-Pérez, 2004). Neste sentido, a programação passa a ser uma tarefa, onde o algoritmo da solução é mapeado de forma directa para a linguagem de programação. Esta diferença de estratégias que pode traduzir a presença ou ausência de capacidades cognitivas subjacentes, pode ser responsável pela percepção distinta da dificuldade atribuída às diferentes fases de programação. Enquanto alunos com bom desempenho avaliam como mais difíceis as fases iniciais, ligadas à elaboração de uma solução abstracta para o problema, os alunos com um baixo desempenho atribuem maior dificuldade à fase prática de implementação da solução, ou seja, de programação. Todavia, estas diferenças não justificam a ocorrência do “salto” que ocorre em alguns alunos. Acreditamos que este pode estar ligado à existência de determinados modelos mentais, favorecedores da aprendizagem da programação. Por um lado, pode inferir-se que aqueles alunos que iniciam a disciplina com modelos mentais que auxiliam na resolução de problemas têm mais facilidade na mesma. Estes modelos podem ter sido adquiridos em disciplinas de matemática ou ciências, o que explicaria o facto dos alunos com bom desempenho nessas disciplinas tendencialmente apresentarem um bom desempenho em disciplinas de programação. Por outro lado, no que respeita os alunos que eventualmente produzem o “salto”, esses possuirão um esquema de representação da realidade minimamente propício à aquisição das tarefas de programação; detêm, assim, uma base que permite encaixar os outros conceitos, a partir da qual ocorre o “salto”, que lhes permite uma melhor compreensão e desempenho na disciplina. Vale observar que na literatura, experts e noviços são apresentados como estruturando o seu conhecimento de maneira distinta: enquanto os experts se focam na semântica dos comandos, os noviços focam-se na sintaxe (Cañas, Bajo, & Gonzalvo, 1994; Pea & Kurland, 1984). Esta questão foi, de facto, verificada nas entrevistas realizadas: os alunos com melhor desempenho demonstraram colocar maior importância nos aspectos semânticos dos problemas, dedicando-se à compreensão profunda dos mesmos e do funcionamento da solução. Ao focar aspectos semânticos, eles podem estar a desenvolver modelos mentais mais próximos dos usados por experts. Pelo contrário, os alunos com dificuldades centram-se na sintaxe, i.e., numa leitura primária e superficial do problema, não alcançando o cerne do mesmo. Isto dificultará a criação de modelos mentais adequados para a aprendizagem eficiente da programação. Neste sentido, as dificuldades apresentadas pelos alunos podem estar ligadas a défices que se arrastam do ensino secundário. A questão não está essencialmente ao nível dos conteúdos curriculares aprendidos mas de um conjunto de habilidades e estratégias associadas à melhor ou mais fraca aprendizagem, interessando por isso uma análise sistémica do problema (PeralboUzquiano & Barca-Lozano, 2003). A título de exemplo, na prova do PISA 2003, nas questões relacionadas com a resolução de problemas, os processos avaliados foram muito próximos dos necessários em programação, verificandose que menos de 20% dos alunos conseguem resolver problemas difíceis (Nivel 3). Nestes, o aluno deve ser capaz de analisar uma situação e tomar decisões, manipular múltiplas condições simultaneamente, pensar sobre as relações subjacentes a um problema, resolvê-lo de maneira sistemática, avaliar o seu trabalho e comunicar os resultados. No Brasil, mais de 50% dos alunos testados não conseguiram resolver problemas do Nivel 1 (mais fáceis). Talvez não por coincidência, tiveram também um pobre desempenho na avaliação de leitura. Em Portugal, 25% não atingiu o Nível 1. Um outro aspecto interessante que se pode comunicar a partir da análise dos dados do PISA 2003 é que existe uma elevada correlação entre resolução de problemas e outras áreas de actuação, especialmente a matemática. No entanto, a performance na resolução de problemas matemáticos que envolvem simples cálculos, sem maiores inferências, apresenta baixa correlação com a performance na resolução de problemas. Estas conclusões alinham-se com a avaliação dos professores de que o conhecimento matemático não determina o sucesso na programação; estes acreditam que a correlação entre matemática e programação está ligada ao desenvolvimento de processos mentais comuns às duas áreas, como por exemplo a inferência. Para além dos modelos mentais, e embora o âmbito deste estudo não fossem os estilos de 195 aprendizagem, a verdade é que estes poderão estar relacionados com o “salto” aqui explanado. Como definido na última dimensão de Felder e Silverman (1988) quando se referindo aos diferentes estilos de aprendizagem dos alunos – sequenciais ou globais –, alguns alunos aprendem de forma contínua enquanto outros aprendem por “saltos”. Assim, os “saltos” percebidos nos alunos de programação podem estar ligados ao aluno com um estilo de aprendizagem global. Importa salientar que, nos estudos que utilizaram o inventário de Felder-Silverman, a última dimensão não aparece correlacionada com o aproveitamento na disciplina. Todavia, poderia explicar o facto de que, enquanto o desenvolvimento de alguns alunos é percebido como contínuo – é o caso dos alunos com um estilo de aprendizagem sequencial –, no caso dos alunos com um estilo de aprendizagem global, a sua aprendizagem é verificada a partir de um determinado “salto” dado no seu processo normal de aprendizagem. Estas possibilidades aqui apresentadas devem ser aprofundadas através de estudos mais sistemáticos, como forma de permitir uma avaliação fundamentada e a identificação de estratégias de ensino mais adequadas ao eficiente processo de ensino-aprendizagem de programação. REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS Ackermann, D., & Stelovsky, J. (1987). The role of mental models in programming: From experiments to requirements for an interactive system. Lecture Notes in Computer Science, 282, 53-69. Allert, J. (2004). Learning style and factors contributing to success in an introductory computer science course. In Looi, C-K, Sutinen, E., Sampson, D. 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M Juan GREGORIO FERNÁNDEZ BUSTOS Onofre RICARDO CONTRERAS JORDÁN Irene GONZÁLEZ MARTÍ Jorge ABELLÁN HERNÁNDEZ Universidad de Castilla La Mancha. RESUMEN En este trabajo de investigación se ha querido valorar el autoconcepto físico en una muestra de adolescentes albaceteños, observando las diferencias debidas al género y la edad, y distinguiéndolas según las distintas dimensiones del autoconcepto físico. El estudio realizado fue descriptivo y cuantitativo, para lo cual se administró el Cuestionario de Autoconcepto Físico (CAF) a 652 adolescentes comprendidos entre las edades de 12 y 17 años. Los datos obtenidos permitieron comprobar cómo los varones, en comparación con las mujeres, tenían percepciones superiores de su autoconcepto físico y general a todas las edades y en todas las escalas del cuestionario, especialmente en las escalas de fuerza y habilidad deportiva. Además, en el caso de la variable edad, se evidenció una pérdida gene- Data de recepción: 28/04/2011 Data de aceptación: 09/07/2011 ralizada del autoconcepto físico entre los 12 y 13 años de edad coincidiendo con el inicio de la adolescencia. A partir de aquí los varones tendieron a mejorar su autoconcepto físico con la edad mientras que la recuperación en las mujeres fue más tardía. PALABRAS CLAVE: Autoconcepto físico. Adolescencia. Género ABSTRACT This research attended to assess the physical self-concept in a sample of Spanish teenagers, taking note the differences in gender and age, and distinguishing them according to different dimensions of physical self-concept. The study was descriptive and quantitative, administered through the Physical Self-Concept Questionnaire (CAF) to 652 adolescents Correspondencia: E-mail: [email protected], [email protected], [email protected], [email protected] 199 between the ages of 12 and 17. The data obtained revealed how men, when compared to women, had higher perceptions of physical and general self-concept at all ages and scales of the questionnaire, especially on strength and sport ability. Furthermore, the age variable showed a widespread loss of physical self-concept between the ages of 12 and 13, coinciding with the onset of adolescence. From here, on the men tended to improve their physical self with age while the improvement in women was later. KEY WORDS: Physical self-concept. Adolescence. Gender. INTRODUCCIÓN Según Marchago (2002), el autoconcepto físico es una representación mental, compleja y multidimensional, que las personas tienen de su realidad corporal, incluyendo elementos perceptivos y cognitivos (rasgos físicos, tamaño y formas del cuerpo), afectivos y emocionales (grado de satisfacción o insatisfacción), evaluativos (autovaloración), sociales (experiencias de aceptación y rechazo) y otras representaciones sobre aspectos relacionados con lo corporal (salud, atractivo físico, apariencia, peso, etc) (Cash,1990; Stein, 1996). Desde la actual perspectiva multidimensional del autoconcepto, el autoconcepto físico se considera como una dimensión del autoconcepto no académico. Es valorada como una de las dimensiones más importantes y con más peso a la hora de configurar el autoconcepto general y la autoestima del individuo. De hecho, según diferentes estudios (Pastor, Balaguer y Benavides, 2002; Harter, 1985, 1999), algunos de los considerados subdominios del autoconcepto físico, como por ejemplo, la apariencia física, son de los que más influyen en la autoestima de los adolescentes, tanto en chicos como chicas. La importancia del autoconcepto físico sobre el general cobra mayor importancia duran200 te la adolescencia ya que el aspecto físico se convierte en uno de los ejes de preocupación de la persona a estas edades (Meyer, 1987). Es lógica esta importancia ante la gran cantidad de cambios físicos que sufre el adolescente. Fox (1997) señala que la apariencia física juega un papel vital en las relaciones con los demás, en el funcionamiento psíquico y en la sexualidad. Fox y Corbin (1989) fueron los primeros que estudiaron específicamente el dominio físico y que propusieron un modelo jerárquico y multidimensional en el que relacionaban distintas autopercepciones con el autoconcepto. En el modelo propuesto por estos autores se distinguen tres niveles jerárquicos. En el nivel superior se encuentra el autoconcepto general, en el nivel inferior se encuentra la condición física, la competencia deportiva, el atractivo físico y la fuerza (subdominios del autoconcepto físico) y en el nivel intermedio se situaría el autoconcepto físico general (dominio del autoconcepto general) que actuaría como mediador entre los subdominios y el autoconcepto general. La influencia del autoconcepto físico en la formación del autoconcepto general dependerá de la importancia que cada sujeto conceda al ámbito físico (Zulaika, 1999). De esta manera, si para un individuo el dominio físico es muy importante y se siente competente en sus subdominios, poseerá un alto autoconcepto, pero si se siente poco competente tendrá un bajo autoconcepto (Harter, 1985). Parece generalizado admitir que los varones presentan un autoconcepto físico superior a las mujeres (Gutierrez , Moreno y Sicilia, 1999; Maïano, Ninot y Bilard, 2004; Marsh, 1998; Marsh, Barns, Cairns y Tidman, 2004; Moreno, Cervello y Moreno, 2008; Whitehead y Corbin, 1997). Utilizando el Perfil de Autopercepción Física << Physical Self-Perception Profile >>-PSPP-(Fox y Corbin, 1989) Maïano et al. (2004) obtuvieron mayores puntuaciones de los chicos en todas las escalas del cuestionario. Asci (2002) utilizando también el PSPP en adolescentes turcos obtuvo similares resultados excepto en atractivo físico, dónde las chicas puntuaron mejor, lo que evidencia la mayor importancia que se le concede al factor imagen corporal en las sociedades occidentales. Estudios realizados por investigadores españoles también ponen de manifiesto las diferencias del autoconcepto físico en función del género. Pastor (1998) con adolescentes de 15-18 años utilizando el <<Self-Perception Profile for Adolescents>> -SPPA- (Harter, 1988), comprobó como los chicos obtuvieron puntuaciones más altas que las chicas en competencia deportiva y atractivo físico. En este estudio resultó significativo que la mayor parte de los chicos se percibieron con buena competencia deportiva y un porcentaje elevado de chicas se percibían poco atractivas. Tanto Moreno (1997) como Moreno y Cervelló (2005) utilizando el PSPP en adolescentes valencianos mostraron que los varones tenían percepciones más altas en competencia deportiva, atractivo físico, condición física y fuerza. De Gracia, Marcó, Fdez y Juan (1999) empleó el <<Physical Self-Description Questionnaire>>-PSDQ- (Marsh, Richards, Johnson, Roche y Tremaye, 1994) en adolescentes obteniendo que los chicos se autodescribieron con menos grasa corporal, mejor físico global y más atractivos, mayor coordinación, fuerza, competencia deportiva y resistencia física que las chicas. García y Musitu (1999) aplicando el Autoconcepto Forma 5, en alumnos de 5º de primaria hasta universitarios y adultos, obtuvieron que los chicos puntuaron más alto en las subescalas correspondientes al autoconcepto físico en todos los niveles educativos. Goñi, Ruiz de Azúa y Rodríguez (2006) aplicaron el Cuestonario de Autoconcepto Físico –CAF- (Goñi, Ruiz de Azúa y Liberal, 2004) a estudiantes vascos de educación secundaria, formación profesional y Universidad. En su investigación obtuvieron pun- tuaciones superiores de los chicos sobre las chicas en las distintas subdimensiones del autoconcepto físico a todas las edades. Sin embargo, los cambios sufridos por el autoconcepto físico asociados a la variable edad parecen no estar tan claros durante la adolescencia. En muchos casos las variaciones del autoconcepto físico se relacionan a las sufridas por el autoconcepto general durante este período de edad. Algunos autores mantienen que el autoconcepto tiende a volverse más positivo durante este período (Bachman y O’Malley, 1997; MacCarthy y Hoge, 1982). Young y Mroczek (2003) evaluaron el desarrollo del autoconcepto durante un año encontrando un incremento significativo entres tres subescalas, competencia laboral, interés por el romanticismo y apariencia física. Marsh (1989) y Pastor, Balaguer y García-Merita (2003) afirman que la edad tiene una relación curvilínea con el autoconcepto durante el período adolescente, produciéndose un descenso durante la preadolescencia para luego invertirse en la adolescencia temprana y aumentar progresivamente en la adolescencia tardía y la adultez. Esta tendencia se observó en las distintas dimensiones del autoconcepto, incluido el autoconcepto físico. Goñi et al. (2006) obtuvieron que el autoconcepto físico sufría un descenso de los 12 hasta los 16 años para luego mejorar progresivamente. Por su parte, Esnaola (2008) realizó un estudio para analizar el autoconcepto físico durante el ciclo vital por tramos de edad (adolescencia, juventud, adultez, mayores de 55 años) hallando una disminución de la percepción de la habilidad y la condición física y un aumento de la percepción del atractivo y el autoconcepto físico general, aunque en esta investigación no se mostró la evolución dentro de cada franja de edad. Se puede afirmar, por la coincidencia de la mayoría de los estudios realizados, que los varones tienen un autoconcepto físico superior a las mujeres. A pesar de ello, no todos coinci201 den en afirmar que ese mayor autoconcepto físico se produzca en todas las subdimensiones de éste (habilidad deportiva, condición física, fuerza y atractivo físico) ni en la misma proporción. Incluso existen estudios que obtienen diferentes resultados según se aplique en una cultura u otra (Asci, 2002). Sin embargo, un asunto menos claro en el estudio del autoconcepto físico es la variación de éste con la edad, ya que no hay datos significativamente diferenciadores que permitan clarificar la evolución que sufre el constructo con el paso de los años, especialmente en la etapa adolescente. Por ello, con esta investigación se pretende valorar el autoconcepto físico en una muestra de adolescentes castellanomanchegos, estudiando las variaciones que tiene cada una de las dimensiones del autoconcepto físico (variables dependientes) en función de las variables género y edad (variables independientes), contrastando los resultados con otros estudios similares. Se hipotetiza que los varones tendrán percepciones más altas de su autocon- cepto físico y general, especialmente en las subdimensiones de habilidad, condición física y fuerza. En cuanto a la evolución con la edad, considerando estudios realizados con exclusivamente con el autoconcepto general, se espera un descenso al inicio de la adolescencia para recurperarse a lo largo de ésta. MÉTODO PARTICIPANTES La muestra está compuesta por 652 alumnos/as (296 varones y 356 mujeres) de una edad comprendida entre los 12 y los 17 años, repartidos en cinco cursos, de 1º a 4º de Educación Secundaria Obligatoria, más 1º de Bachillerato. Los estudiantes, que participaron voluntariamente, pertenecen al IES Doctor Alarcón Santón e IES Maestro Juan Rubio de la población de La Roda (Albacete), conformando casi la totalidad de adolescentes escolarizados en la población. Tabla 1. Frecuencias en función de la edad y el género Edad 12 años 13 años 14 años 15 años 16 años 17 años 12 años Varón 34 59 60 57 56 30 296 Mujer 33 58 63 81 80 41 356 67 117 123 138 136 71 652 Total INSTRUMENTOS Para valorar el autoconcepto físico se utilizó el Cuestionario de Autoconcepto Físico (CAF) de Goñi, Ruiz de Azúa y Liberal (2004), único cuestionario sobre autoconcepto físico creado en castellano sin partir de traducción 202 Total alguna. Consta de 36 ítems distribuidos en cuatro escalas de autoconcepto físico (atractivo físico, habilidad física, condición física y fuerza) y dos escalas generales (autoconcepto físico general y autoconcepto general). El coeficiente de fiabilidad (alfa de Cronbach) del cuestionario fue α= .94). Tabla 2. Correlación interescalas. Fiabilidad por escala. ESCALAS Habilidad D. Condición F. Atractivo F. Fuerza Aut. Físico General Aut. General Habilidad Deportiva 1 Condición Física .755(**) 1 Atractivo Físico .523(**) .554(**) 1 Aut. Fuerza .620(**) .510(**) .373(**) 1 Físico General Aut. General Fiabilidad Escala (α) .575(**) .617(**) .875(**) .400(**) .486(**) .463(**) .738(**) .294(**) .83 .88 .88 .84 1 .771(**) .89 1 .77 ** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral) Descripción de las dimensiones del Autofísico. concepto Físico del CAF (Goñi, Ruiz de Azúa y Liberal, 2004): Procedimiento - La escala habilidad física mide la percepción que tiene el individuo de las cualidades (“soy bueno/a”; “tengo cualidades”) y habilidades (“me veo hábil”; “me veo desenvuelto”) y la predisposición ante los deportes. - La escala condición física evalúa las percepciones que tiene la persona sobre su forma física y la confianza en su estado físico. - Con los ítems de la escala fuerza se intenta valorar las autopercepciones que tienen los alumnos/as en relación con verse y/o sentirse fuerte, con capacidad para levantar peso, con seguridad ante ejercicios que exigen fuerza y predisposición a realizar dichos ejercicios. - C on la escala atractivo físico se evalúa la percepción de la apariencia física propia, la seguridad y satisfacción por la imagen corporal. - La escala autoconcepto físico general intenta medir las percepciones sobre opiniones y sensaciones positivas (felicidad, satisfacción, orgullo y confianza) en lo Para poder llevar a cabo este trabajo, fue necesario cumplir con algunos requisitos previos, como fueron conseguir los permisos pertinentes, de centro, profesores, tutores y padres, con el fin de poder administrar las diferentes herramientas de investigación a los sujetos de la misma. Así, los cuestionarios se administraron individualmente en grupos de 20 a 30 alumnos/as voluntarios/as, en una sala que permitía una separación física suficiente para mantener la privacidad y libertad en la cumplimentación y con la presencia de dos profesores previamente entrenados al efecto. Antes de repartir los cuestionarios, se dieron las pautas necesarias para su correcta cumplimentación. Entre ellas se insistió en la necesidad de interés y atención en la lectura de los ítems y en sinceridad, pues los cuestionarios eran anónimos. Se les concedió 20 minutos para completar los cuestionarios, tiempo, que como demostraron las pruebas previas, era más que suficiente para dar respuesta a todos los ítems que se les planteaban. RESULTADOS Los datos obtenidos fueron analizados utilizando el paquete estadístico SPSS 17.0. Se llevaron a cabo análisis diferenciales de todas 203 las escalas del CAF en función de la edad y el género para observar la evolución que sufrían las puntuaciones medias de todas ellas en función de las dos variables anteriores. En la Tabla 3 se observa como los varones tuvieron autopercepciones superiores a las mujeres en todas las escalas y para todas las edades. Además, al realizar los correspondientes análisis de varianza en función del género pudimos observar como éste influye en la varianza de todas las escalas de manera significativa. Realizando el ANOVA de un factor, en este caso con la variable independiente edad, esta variable influía significativamente en las puntuaciones de la escala autoconcepto físico general de las mujeres y era significante su relación con la escala atractivo. Tabla 3. Medias en el CAF según edad y género. Aut. Físico Aut. General General 20.78 19.98 21.31 21.40 22.29 21.06 24.57 22.96 23.28 24.80 24.36 23.43 24.66 23.49 24.55 24.89 25.40 25.00 1.283 1.315 1.128 1.236 19.63 20.69 17.33 23.06 24.03 17..87 17.46 17.25 15.63 19.39 22.48 14 18.68 17.14 17.68 15.53 19.46 22.25 15 18.67 17.08 17.82 15.70 18.90 21.59 16 18.10 16.46 16.73 15.07 18.18 21.63 17 18.39 16.21 19.56 15.46 21.73 23.34 .284 1.808 (*)2.244 .899 (**)3.797 1.704 (***)111.26 (***)92.01 (***)63.04 (***)187.94 (***)80.80 (***)38.04 Edad Varones Condición Deportiva Física 22.78 21.01 22.73 22.29 23.96 22.46 Atractivo Fuerza 21.18 20.47 21.58 21.54 22.21 21.66 23.03 20.67 21.35 22.26 22.47 21.30 (*)2.257 .573 12 18.69 13 12 13 14 15 16 17 ANOVA edad (varones) Mujeres Habilidad ANOVA Edad (mujeres) ANOVA género F *p<.05;**p<.01;***p<.001 204 Tabla 4. Análisis post hoc. Tukey. Varones Habilidad 13 años < 16 años Mujeres Atractivo Físico Escalas 12 años > 13 y 16 años Mujeres Aut. Físico General 12 años > 13,15,16 años 17 años > 16 años Complementariamente, para comprobar directamente los efectos de las variables independientes género, edad y la interacción de ambos sobre cada una de las escalas del CAF, se realizó un MANOVA. Como se observa en la tabla 5, la variable género influye signifi- cativamente sobre las puntuaciones de todas las escalas, pero la edad únicamente en la escala Autoconcepto Físico General. La variable fruto de la interacción género-edad repercute levemente en la escala Autoconcepto Físico General. Tabla 5. Análisis Multivariado de las escalas del CAF en función del género y la edad Variable Variable Independiente Dependiente Habilidad deportiva Condición física Atractivo Fuerza Aut. Físico general Edad Edad* Género tipo III Gl Media F Sig. 17533 102.51 407.68 83.34 414.81 5 5 5 5 5 Cuadrática 35.06 20.50 81.53 16.66 82.96 119.47 5 23.89 1.04 .389 Habilidad deportiva 2511.72 1 2511.72 10.25 (***).000 Condición física 2474.77 1 2474,77 7.38 (***).000 Atractivo 1852.31 1 1852,31 49.40 (***).000 Fuerza 4193.80 1 4193,80 16.03 (***).000 Aut. Físico general 2096.20 1 2096,.20 59.87 (***).000 Aut. General 652.95 1 652.95 28.61 (***).000 Habilidad deportiva 135.50 5 27.10 1.10 .357 Condición física 266.98 5 53.39 1.67 .140 Atractivo 248.91 5 49.78 1.32 .250 Fuerza 207.70 5 41.54 1.59 .159 Aut. Físico general Aut. General 467.59 204.73 5 5 93.52 40.94 2.67 1.79 (*).021 .112 Aut. General Género Suma de cuadrados 1.42 .64 2.17 .64 2.37 .212 .668 .055 .669 (*).038 *p<.05;**p<.01;***p<.001 205 En el gráfico 1 y en el gráfico 2 se observan la evolución que experimentan las puntuaciones medias de las distintas escalas a lo largo del periodo adolescente. Observamos como en todos los casos el autoconcepto físi- co sufre un descenso de los 12 a los 13 años para ambos sexos. A partir de ahí, en el caso de los varones el todas las escalas tiende a subir hasta los 16 años para después bajar de los 16 a los 17. Grafico 1: Puntuaciones medias según edad y escala del CAF. Varones En el caso de las chicas, la evolución que siguen las puntuaciones de autoconcepto físico con la edad, es algo diferente. Después del descenso generalizado de las autoper- cepciones físicas de los 12 a los 13 años, las puntuaciones se estabilizan o tienden a bajar hasta los 17 años dónde sufren un pequeño remonte. Grafico 2. Puntuaciones medias según edad y escala del CAF. Mujeres. 206 Haciendo un estudio más individualizado por escalas (Ver Tabla 3 y Gráficos 1 y 2): - La habilidad deportiva es la escala específica donde más se valoran los adolescentes, pues es donde se consiguen las mejores puntuaciones medias, y una de las que más estabilidad muestra. Es la segunda escala, después de la fuerza, donde las diferencias entre las puntuaciones de hombres y mujeres es más importante. Después del bajón de la edad prepuberal, en ellos tiende a mantenerse e incluso a subir, y en ellas prácticamente no hay modificaciones a lo largo de los cinco años estudiados. - Las percepciones en la condición física siguen la misma evolución, aunque sus puntuaciones son algo menores. Las mujeres, además, con el paso de los años, bajan sus percepciones. - La fuerza es la escala que más bajo puntúa de todas las específicas para ambos sexos, pero especialmente en las mujeres. También hay que destacar la independencia que presenta este dominio del autoconcepto físico, comportándose de forma distinta al resto de las escalas del cuestionario. Según muestra el ANOVA en función del género (Ver Tabla 2) las diferencias más acusadas en las puntuaciones medias entre ambos sexos se reflejan en esta escala (F=187,94). Los varones con la edad se sienten más fuertes después del bajón de los 12 a los 13 años, pero este aumento es leve y progresivo continuándose hasta los 16. De los 16 a 17 los hombres vuelven a bajar levemente sus percepciones en fuerza. Las mujeres por su parte, mantienen estables sus percepciones en cuanto a fuerza a lo largo de toda la adolescencia, con cierta tendencia a disminuirlas. - El atractivo físico y el autoconcepto físico general siguen los mismos cambios con la edad. Tras el descenso de los sentimientos de atractivo que sienten los preadolescentes, las adolescentes tienden a estabilizar sus sentimientos de atractivo hasta los 17 que sufren una acusada subida, mientras que los varones, aumentan lentamente sus percepciones en esta escala hasta los 17 que sufren una caída. Esta misma dinámica se mantienen las percepciones del autoconcepto físico general, aunque hay que distinguir que las autopercepciones en esta escala siempre son más altas, puesto que se trata de un dominio de orden jerárquico superior. - La escala con los niveles más altos en las autopercepciones de los alumnos/as es la de autoconcepto general. Es la escala de más alto nivel jerárquico, se ve influida por más dominios del autoconcepto, no sólo el físico, por lo que tiende a ser más estable. Es esta escala donde encontramos las menores diferencias entre puntuaciones hombres y mujeres (ANOVA F=38.04). Los alumnos de secundaria presentan un autoconcepto superior al de las alumnas, siguiendo una dinámica similar al del autoconcepto físico general, aunque con puntuaciones mayores. Tras el descenso de los 13 años en ambos sexos, los chicos tienen a aumentar su autoconcepto lentamente mientras que las chicas sufren una disminución hasta los 17 años para luego recuperarse. DISCUSIÓN El objetivo que planteaba la presente investigación consistía en evaluar el autoconcepto físico de una muestra de adolescentes castellanomanchegos, conocer las autopercepciones que en la dimensión física del autoconcepto tenían los alumnos/as de educación secundaría entre los 12 y los 17 años. Además, se pretendía estudiar las diferencias y los cambios que experimentan en función del género y de la edad, el autoconcepto físico y sus dimensiones. 207 En este estudio se ha corroborado como los varones obtienen un nivel más alto de autopercepción física que las mujeres. En todas las escalas, tanto específicas como generales del CAF, los varones adolescentes obtuvieron puntuaciones medias superiores, en todos los casos y a todas las edades. Estas diferencias fueron mayores en las escalas específicas (habilidad, condición, atractivo y fuerza) y menores en las generales, especialmente en el autoconcepto general, dato lógico puesto que es una dimensión de orden jerárquico superior, teniendo más independencia con respecto a los resultados obtenidos en las autopercepciones físicas. Dentro de las escalas específicas las mayores diferencias entre las puntuaciones de chicos y chicas se dieron en la escala de fuerza, mientras que las menores se dieron en la escala de atractivo. Estas mejores autopercepciones físicas de los hombres, se han obtenido en casi todas las investigaciones realizadas hasta el momento y con independencia del cuestionario o el modelo de autoconcepto tomado como referencia, ya sea con el PSPP (Gutierrez et al., 1999; Maïano et al, 2004; Marsh 1998; Marsh et al, 1994; Moreno, 1997; Moreno y Cervelló, 2005; Pastor, 1998; Whitehead y Corbin, 1997), con el PSDQ (De Gracia et al.,1999) con el AF5 (García y Musitu, 1999) o con el propio CAF (Goñi et al., 2006). La posible explicación a estos resultados podrían ser el tipo de actividades realizadas por unos y por otras, la mayor participación de los chicos en actividades deportivas y la influencia de la sociedad occidental de atribuir un gran valor al cuerpo (Moreno y Cervelló, 2005). No olvidemos que la participación de los varones adolescentes en actividades físicas es superior a las mujeres, siendo la práctica fisicodeportiva el principal factor influyente en la mejora del autoconcepto físico (Contreras, Fernández, García, Palou y Ponseti, 2010). El tipo de actividades físicas practicadas por ellos y por ellas difiere notablemente, influida en parte, por los roles sexuales que vinculan al hombre con la 208 fuerza, las capacidades físicas y la práctica de deportes, y a las chicas con la sensibilidad y la práctica de deportes estéticos (Fernández, Contreras, García y González, 2010), y en parte, por los cánones de belleza impuestos por la sociedad especialmente a las mujeres, lo que determina una mayor exigencia en lo que a su apariencia física respecta. En cuanto a la edad, en los hombres únicamente se halló percepciones estadísticamente significativas en la escala habilidad para los alumnos con 16 años con respecto a los alumnos con 13. En el caso de las adolescentes sí que hubo influencia de la variable edad sobre las puntuaciones de las escalas de atractivo y autoconcepto físico general, de manera que las chicas tienden a perder autoconcepto físico y atractivo durante la edad adolescente. A pesar de ello, en nuestra muestra hemos obtenido un descenso en todas las escalas a partir de los 12 años, en ambos sexos y coincidiendo con el inicio de la pubertad. A partir de los 13 y hasta los 16 años, tanto en hombres como en mujeres, las autopercepciones físicas se mantienen estables, aunque en los varones se tienden a mejorar y en las féminas a empeorar, rompiendo esta tendencia a partir de los 16. Estos datos van en línea con los diferentes estudios realizados, que indican una falta de estudio y de consenso a la hora de determinar la evolución que sigue el autoconcepto físico en la adolescencia. Mientras que unos mantienen que la evolución es positiva (Young y Mroczek, 2003), otros afirman que el autoconcepto físico sufre cambios variables con un descenso en la preadolescencia para luego recuperarse (Marsh, 1989; Pastor et al., 2003; Goñi et al., 2006). Según González (2004), los estudios longitudinales tienden a mostrar que la autoestima sufre un aumento con la edad, mientras que los estudios transversales no suelen encontrar la misma relación. El autoconcepto es un constructo muy estudiado en psicología, y aunque tampoco existe total acuerdo de los cambios positivos o negativos que sufre durante la adolescencia, es un hecho más documentado que el del autoconcepto físico. El comportamiento descrito por el autoconcepto general de los alumnos/as en esta nuestra coincide con los datos de otras investigaciones. En efecto, las chicas sufren mayor tensión en la adolescencia temprana (Rothenberg, 1997), lo que provoca un descenso en su autoestima y la autoconfianza, especialmente a partir de los 12 años (Orenstein, 1994), mientras que los chicos tienen una percepción de sí mimos más alta que las chicas en autoconcepto emocional, lo que puede indicar una peor adaptación personal de estas últimas y la consiguiente mayor propensión a la ansiedad, inestabilidad emocional o depresión (Amezcua y Pichardo, 2000). Además, señalar que son, precisamente, el autoconcepto y su dimensión física los dominios en los que más diferencias presentan los chicos y chicas (Gabelko, 1997). En un intento de evaluar las percepciones de nuestra muestra de albaceteños con respecto a otras muestras nacionales, nos enfrentamos al problema de la variedad de cuestionarios utilizados en estudios precedentes para medir el autoconcepto físico. Por ello, el único referente con el CAF son las investigaciones realizadas por Goñi et al. (2006). Los resultados obtenidos por los creadores del CAF son similares a los de nuestro estudio, especialmente en las escalas de atractivo y fuerza, en el resto podemos destacar algunas diferencias interesantes: - En primer lugar, las puntuaciones de todas las escalas son algo inferiores en nuestro caso, en todas las edades y género, salvo las puntuaciones de la escala de autoconcepto general, es decir, nuestros alumnos tienen un mejor autoconcepto a pesar de presentar un autoconcepto físico menor. - La habilidad deportiva y la condición física de nuestros alumnos tiende a subir y no a bajar con los años, presentando además mayor estabilidad con la edad. - Las escalas más generales (autoconcepto general y físico) además de ofrecer mayor estabilidad y menos cambios bruscos con la edad en nuestro estudio, presentan diferentes comportamientos según se trate de un sexo u otro. Por último, es importante destacar, de nuevo, las grandes correlaciones entre las distintas escalas del CAF (tabla 2), incluso de las más específicas con las generales, lo que resalta las influencias de unas sobre las otras. Destacamos la gran correlación entre autoconcepto general y atractivo, relación ya descubierta en estudios anteriores, y que aunque no la obtuvo Goñi et al. (2006) con el CAF, si que la constataron Harter (1993) o Atienza et al (2004) con el PSPP. Esta correlación manifiesta la gran importancia del aspecto físico en la formación del autoconcepto del adolescente, siendo el aspecto que más contribuye en la mejora de la autoestima (Harter, 1999; Nelson, 1994). En síntesis, el Autoconcepto Físico experimenta un cambio irregular con la edad, aunque todos sus subdominios manifiestan un bajón de los 12 a los 13 años coincidiendo con la etapa prepuberal, en los varones todas las percepciones físicas y de autoconcepto general tienden a subir mientras que en las chicas a bajar. En estos cambios, los chicos presentan a todas las edades y en todas las escalas, tanto en el autoconcepto físico como en el general, puntuaciones superiores a las mujeres, especialmente en las subdimensiones de fuerza y habilidad. REFERENCIAS Amezcua, J.A., y Pichardo, M.C. (2000). Diferencias de género en autoconcepto en sujetos adolescentes. Anales de psicología 16 (2), 207-214. Asci, F. H. (2002). An investigation of age and gender differences in physical self- concept among Turkish late adolescents. Adolescence, 37 (146), 365-371. 209 Atienza F.L., Balaguer I., Moreno Y., y Fox K. (2004). 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Para evaluar el impacto del programa se diseñó la escala IFEM-5, que incluye aspectos cognitivos, afectivos y comportamentales de cinco dimensiones de la vida: personal, profesional, familiar, social y perspectiva de género. Las mujeres de la muestra valoraron en escala Likert de cinco puntos, cómo había afectado el programa de formación a los cinco aspectos considerados. Las dimensiones vita- Data de recepción: 01/06/2011 Data de aceptación: 27/06/2011 les más afectadas fueron: 1º social, 2º familiar y 3º personal, profesional y de género. Las mujeres que viven en pareja modifican más sus atribuciones de género, que las que viven en familia de origen. Las que no trabajan modifican más su percepción del área profesional que las que trabajan. Tener hijos no influye en las percepciones. Finalmente, se observa una estructura bidimensional en la percepción del impacto: (1) Compromiso afectivo en las relaciones: familiares y sociales frente a vida personal y profesional; (2) Dimensiones vitales: vida profesional y género frente a vida personal y relaciones personales. PALABRAS CLAVE: Formación para el empleo / Perspectiva de género / Conciliación de la vida familiar y laboral / Techo de cristal. Correspondencia: E-mail: [email protected] 213 ABSTRACT This research studies the impact of a training program for employment on one’s own life perception. The sample was composed by 90 female volunteers who received a preemployment training course on Telemarketing and basic computing and who showed professional interests. To assess the impact of the program, it was designed the IFEM-5 scale, which includes cognitive, affective and behavioral aspects of five life dimensions: personal, professional, family, social and gender perspective. Surveyed women rated on fivepoint Likert scale how the training program had affected the five aspects considered. The vital dimensions more affected by the program were: 1st social, 2nd family and 3rd personal, professional and gender perspective. Women who live with their partners modify their gender attributions more than those who live with their family of origin. Those who do not work change their perception of the professional area more than women who work. Having children does not influence perceptions. Finally, a two-dimensional structure is observed on impact perception: (1) Affective commitment in relationships: family and social versus personal and professional life; (2) Vital dimensions: professional life and gender against personal life and personal relationships. KEY WORDS: Training for employment / Gender perspective / Reconciling family and professional life / Glass ceiling. INTRODUCCIÓN Como consecuencia de los recursos invertidos en los últimos años en políticas de igualdad entre hombres y mujeres, ha sido posible 214 abordar el problema del empleo diseñando programas específicos de formación, con la finalidad de facilitar la inserción de las mujeres en el mundo laboral. El objetivo de estos programas no ha sido alcanzado en el modo pretendido. Tras casi medio siglo de actuaciones en este sentido, se mantiene lo que se conoce en la literatura como generización de las estructuras de poder fundamentalmente masculinas (Cucó, 2000). A pesar del notable incremento de la participación de las mujeres en estas estructuras se constata el diferente acceso a los puestos de decisión, y así aparece en investigaciones como la realizada por la red transnacional WIM XXI, bajo la Iniciativa NOW, comparando la situación de las mujeres en el Reino Unido, Italia, Austria, Alemania y España (Sarrió, Barberá, Ramos, & Candela, 2002). La literatura sobre el tema ha acuñado el término segregación de género para aludir a esta diferencia, de modo que la desigualdad de mujeres y hombres frente al mercado laboral, se manifiesta no sólo en el diferente acceso al trabajo, sino también en la diferencia de sectores laborales ocupados (segregación horizontal) y en los niveles ocupacionales desempeñados en la jerarquía organizacional (segregación vertical). El análisis de los mercados de trabajo, permite concluir que “si bien las diferencias sociolaborales que tradicionalmente separaban a hombres y mujeres se están reduciendo, la segregación laboral por género se constituye persistentemente como uno de los rasgos de los mercados de trabajo de los países desarrollados” (Iglesias & Llorente, 2008, p. 4). Frecuentemente se utiliza la metáfora “techo de cristal” para referirse a esta desigualdad. Esta metáfora fue acuñada en los años ochenta, para aludir a las barreras transparentes e imperceptibles que impiden a las mujeres con capacidad personal y profesional, alcanzar posiciones en los entornos laborales (Melamed, 1995a; Melamed, 1995b). La complejidad de este fenómeno ha hecho que algunos/as autores/as, prefieran sustituir el término techo de cristal por el de laberinto de cristal (Berenguer, Castellví, Cerver, Juan & De la Torre, 1999) para aludir a este entramado complejo tan difícil de romper. Así, por ejemplo, mientras las desigualdades tradicionales en el acceso al trabajo van remitiendo, aumentan formas diferentes de mantener la desigualdad, y así lo avalan los datos empíricos que confirman que la segregación laboral por sexos está aumentando, o al menos ha interrumpido su tendencia a la reducción (Dolado & Felgueroso, 2002; Iglesias & Llorente, 2008). La investigación sobre el techo de cristal ha mostrado las múltiples formas en que afecta negativamente a las mujeres que, en igualdad de competencias educativas y profesionales que los hombres, se enfrentan a mayores dificultades de inserción y promoción laboral (Lynnes & Thompson, 1997; Melamed, 1995b; Melamed, 1996; Schneer & Reitman, 1995; Stroh, Brett & Reilly, 1996). Los estudios de género ofrecen variadas y numerosas explicaciones en tres áreas fundamentales: - Diferencias de personalidad y socialización entre hombres y mujeres (Cox & Harquail, 1991; Judge, Cable, Boudreau & Bretz, 1995; Kirchmeyer, 1998; Melamed, 1995a). - Diferencias en responsabilidades familiares asumidas por hombres y mujeres (Delgado & Martín, 2003; Greenhaus & Beutell, 1985; Hochschild, 1989; Paterna & Martínez, 2001; Powell & Butterfield, 1994; Schneer & Reitman, 1995; Tharenou, 1999). - Barreras organizacionales e institucionales que impiden el desarrollo de la carrera profesional de las mujeres (Cox & Harquail, 1991; Delgado & Martín, 2000a; 2000b; 2003; Melamed, 1995b; Melamed, 1996; Powell & Butterfield, 1994; Ramos, Sarrió, Barberá & Candela, 2002; Sarrió, Barberá, Ramos & Candela, 2002; Schein, Mueller, Lituchy & Liu, 1996; Schneer & Reitman, 1995). También se han propuesto varios modelos explicativos desde la teoría económica. La teoría del capital humano postula que la mujer anticipa una menor y más intermitente relación con el mercado de trabajo, por lo que los rendimientos de su inversión son menores, y ello conduce a peores resultados que los hombres. De esta forma, la segregación sería consecuencia de una solución de compromiso para mantener las decisiones de desigual distribución de tiempo entre mujeres y hombres en la familia. Frente a la explicación exógena anterior, se ha formulado un modelo explicativo endógeno, según el cual la segregación no se debe a las decisiones económicas previas de las mujeres, sino que es la existencia previa de la segregación la que condiciona las decisiones laborales de las mujeres (Rubery, Fagan & Maier, 1997). Una visión integradora del problema, considera que el techo de cristal se sustenta en los dos elementos: por un lado, la cultura organizacional dominante refuerza la persistencia de creencias sociales estereotipadas sobre los géneros en detrimento de las potencialidades de las mujeres, y por otro lado, las decisiones sobre distribución de tiempos en la familia, hacen que las mujeres asuman responsabilidades domésticas mayoritariamente y con mayor implicación (Barberá, Ramos, Sarrió & Candela, 2002). Ambos aspectos configuran la estructura social, en la que la segregación laboral ha sido identificada como una de las formas de violencia contra las mujeres (Delgado, 2010). Cabría esperar que los programas de formación para el empleo, diseñados para pro215 mover la inserción y promoción laboral de las mujeres, contemplen entre sus objetivos la actuación sobre este tipo de barreras, al menos en lo que a conceptualización del problema se refiere, dotando de herramientas a las mujeres para la comprensión de la situación de discriminación derivada del modo de organización social respecto al género. Habiendo sido el problema del techo de cristal (Wirth, 2002; Nicolson, 1997) y el de la conciliación de la vida laboral y familiar o WFC (Vera, 2009), identificados como barreras de primer orden para la igualdad, los programas específicos de formación para el empleo de las mujeres deberían abordar las cuestiones de género que operan sobre el comportamiento, y sobre los procesos psicológicos de construcción del self y del propio autoconcepto, regulando las motivaciones y aspiraciones y determinando sus decisiones futuras (Suárez, 2008). Los programas de formación para el empleo que tienen como objetivo eliminar las barreras de acceso al mercado laboral de las mujeres, no siempre establecen estrategias y metodologías acordes con este objetivo. Una revisión sistematizada sobre los cursos de formación para el desarrollo de la dirección o management development (Bartram, 2005), muestra que éstos contribuyen a reforzar el modo típicamente masculino de actuación, utilizando materiales y marcos teóricos incongruentes con las teorías contemporáneas que avalan la efectividad de los estilos de liderazgo femeninos. Esta incongruencia entre objetivos y ausencia de perspectiva de género en la metodología utilizada, hace que el resultado sea un impacto negativo sobre la capacitación de las mujeres, al devaluar sus potencialidades, sin tener en cuenta los datos de investigación que muestran su eficacia. La regla de la invisibilización, descrita como una de las estrategias que contribuyen a mantener el sesgo androcéntrico en la ciencia y el conocimiento (Harding, 1993) opera de este modo en el caso de la formación 216 para el empleo, al ignorar el potencial que suponen las competencias tradicionalmente asignadas al rol femenino, para nuevos y mejores estilos de dirección. El estudio de Bartram (2005) concluye afirmando que los cursos y talleres de formación para el empleo, no sólo no consiguen el objetivo planteado para el desarrollo de las mujeres, sino que su efecto parece abrir aún más la brecha de la desigualdad por no incluir la perspectiva de género en sus planteamientos. Por tanto, resulta pertinente plantear si los cursos de formación para el empleo adolecen de los mismos condicionantes que pretenden eliminar (Cordano, Scherer & Owen, 2002; Escapa & Martínez-Ten, 2009). Si bien la incorporación de la variable Género en la Psicología española se puede considerar reciente (Barberá & Cala, 2008) existe ya un corpus teórico suficiente para ser tenido en cuenta por los programas formativos elaborados desde las Políticas de Igualdad, que tienen como objetivo eliminar las barreras que dificultan el acceso de las mujeres al mundo laboral en condiciones de igualdad. A la vista de estas consideraciones, en este estudio se pretende analizar si los programas de formación para el empleo: (a) refuerzan o modifican la orientación tradicional de las mujeres hacia el empleo (b) refuerzan o modifican las posiciones frente al mandato tradicional de género, por el que las cargas familiares son asumidas más y con mayor implicación por las mujeres. MÉTODO PARTICIPANTES La muestra estuvo integrada por 90 mujeres que habían recibido un curso de formación pre-laboral de 120 horas sobre Telemarketing e Informática básica en la ciudad de León, durante el año 2008. El objetivo del curso era conocer el funcionamiento de los principales programas informáticos, profundizar en aquéllos que se utilizan en la venta telefónica y practicar las habilidades sociales de venta. Las participantes en el curso se inscribían de forma voluntaria y eran formadas por las propias empresas que ofrecían el servicio. La composición de la muestra aparece reflejada en la Tabla 1 Tabla 1. Composición de la Muestra Edad Mínimo: 20 Maternidad Nº Hijos Convivencia Con hijos: 29 (32,2%) Máximo: 4 Sola: Pareja: 13 24 (14,4%) (26,7%) Sí: 29 (32,2%) Mínimo: 0 Se diseñó la escala IFEM-5 (Impacto de la Formación para el Empleo en Mujeres) con cinco subescalas que evalúan los aspectos cognitivos, afectivos y comportamentales, en cinco variables o dimensiones vitales. La composición de las subescalas y la fiabilidad obtenida por el método de consistencia interna Alfa de Cronbach fue la siguiente: 1. Dimensión personal: 14 ítems de impacto en el autoconcepto, autoestima y bienestar personal. Alfa de Cronbach = 0.84 2. Dimensión familiar: 12 ítems de impacto en la concepción del rol doméstico y de cuidados. Alfa de Cronbach = 0.60 3. Dimensión social: 25 ítems relativos al impacto en la valoración de la red social propia, autonomía, ocio y tiempo libre. Alfa de Cronbach = 0.89 D.T.: 8,3 Media: 1,7 D.T.: 0,8 Pareja e hijos: Familia de origen: 19 34 (21,1%) (37,8%) No: 61 (67,8%) Máximo: 10 Variables e Instrumentos Media: 30,5 Sin hijos: 61 (67,8%) Mínimo: 1 Trabajo Expectativas Empelo (0-10) Máximo: 64 Media: 6,07 D.T.: 2,6 4. Dimensión profesional: 37 ítems sobre el impacto en la concepción de eficiencia y eficacia, satisfacción laboral, estilo relacional, trabajo en grupo y liderazgo. Alfa de Cronbach = 0.93 5. Dimensión de perspectiva de género: 27 ítems sobre factores explicativos de la desigualdad: organización y techo de cristal, discriminación, y políticas de igualdad. Alfa de Cronbach = 0.86 Para la validación de la escala se utilizó la estrategia de “validez de contenido” mediante la técnica de emparejamiento dimensión-ítem (Hambleton, 2000). Para ello se pidió a tres jueces expertos en Psicología del Trabajo y en Teoría de Género, que evaluaran la exhaustividad, relevancia y pertenencia del modo en que los 141 ítems iniciales valoraban las dimensiones que pretendían medir. Cada juez recibió un cuestionario, con la definición de cada una de las dimensiones evaluadas, y las instrucciones 217 para evaluar cada ítem en una escala de 0 a 5. Se eliminaron 16 ítems que no superaron las valoraciones de los jueces, por lo que la composición de la escala final fue de 115 ítems. Aunque el tamaño de la muestra es insuficiente para considerar generalizables los resultados, se realizó con fines exploratorios un Análisis Factorial por el método de “Componentes Principales con rotación Oblicua (Oblimin)”. La matriz sin rotar confirma un factor general en los ítems, que explica el 41% de la varianza total pudiendo considerarse satisfactoria este porcentaje satisfactorio (Hair, Anderson, Tatham & Black, 2001). La matriz rotada arroja cinco dimensiones con la siguiente composición factorial: 1. Bienestar personal y género: 28 ítems que explican el 15,07% de varianza. Incluye ítems de la dimensión personal (Ejemplo: “La imagen que ahora tengo de mí misma ha mejorado en relación a como me veía antes del programa”) y de la dimensión de género (Ejemplo: “He tomado conciencia de que no debo sentirme culpable por dedicar más tiempo a mí misma”) 2. Dimensión profesional y género: 25 ítems que explican el 14,27% de la varianza. Incluye ítems de la dimensión profesional sobre los problemas laborales de las mujeres (Ejemplo: “ Pienso que ahora tengo más posibilidades de promocionarme dentro del mundo laboral”; “Creo que las condiciones de participación en el mundo laboral de las mujeres son menores que las de los hombres”) 218 3. Relaciones familiares y género: 26 ítems que explican el 11,18% de la varianza. Incluye ítems de la dimensión familiar y de género (Ejemplo: “Con la formación he caído en la cuenta de que me siento demasiado responsable de la casa”; “ El programa me ha hecho tomar conciencia de que asumo demasiadas obligaciones familiares”) 4. Dimensión social y género: 14 ítems que explican el 5,84% de la varianza. Incluye ítems de la dimensión social (Ejemplo: “La formación me ha hecho valorar la importancia de dedicar tiempo a mis amistades”) y de la dimensión “perspectiva de género” (Ejemplo: “La formación me ha hecho comprender las dificultades que tenemos las mujeres”). 5. Perspectiva de género: 17 ítems que explican el 5,81% de la varianza. Incluye ítems de la dimensión “perspectiva de género” sobre los problemas laborales de las mujeres (Ejemplo: “Creo que a las mujeres se les ofrecen menos oportunidades para desarrollarse profesionalmente que a los hombres”) La solución factorial rotada, muestra que la perspectiva de género aparece como la dimensión que explica menor porcentaje de varianza; pero satura en todas las demás dimensiones evaluadas. Resultados Los datos obtenidos fueron analizados con el programa estadístico SPSS 15. Las medias de impacto oscilaron entre moderado (3) y alto (4), como se muestra en la Tabla 2. Tabla 2. Medias de impacto Subescalas Media Sx Personal 3,60 0,70 Familiar 3,92 0,54 Social 4,10 0,53 Profesional 3,62 0,66 Género 3,56 0,56 Los datos fueron sometidos a un MANOVA de medidas repetidas para determinar las diferencias entre las dimensiones evaluadas. La Traza de Pillai (p=0,000) confirma una diferencia significativa entre las dimensiones, con una potencia de la prueba igual a 1 y un tamaño del efecto alto (Eta cuadrado = 0,666). La comparación de medias de las escalas mediante la prueba de Tukey muestra diferencias estadísticamente significativas (p < 0.01) entre todas las subescalas excepto profesional - personal (p=0.774), personal - género (p=0.858) y profesional - género (p=0.346). Como se aprecia en la Figura 1, las dimensiones familiar y social son las más afectadas por el programa formativo. Figura 1. Impacto del programa en las dimensiones 219 Mediante MANOVA, se analizó el efecto de las variables de identificación (tipo de convivencia, trabajo actual, tener hijos) sobre las dimensiones de la escala. Se verificó previamente el cumplimiento de homogeneidad de varianzas entre los grupos mediante las pruebas de Box (multivariante) y Levene (univariante), obteniendo en todas ellas valores no significativos (p>0.05). • Tipo de convivencia El tipo de convivencia tiene efectos significativos solamente en la escala de género (p=0,018; tamaño del efecto =11,2%). Resultó significa (p=0,011) la diferencia entre la media de las mujeres que viven en pareja y las que viven en familia de origen. El impacto del programa sobre la perspectiva de género de las mujeres, es mayor en las que viven en pareja (media = 3,8) que en las que viven en familia de origen (media = 3,3), aunque en ambas se sitúa entre moderado y alto. • Trabajo actual Se encontraron efectos significativos de esta variable solamente en la escala profesional (p=0,01). La media de las mujeres que trabajan actualmente (3,54) fue significativamente menor que la de las mujeres que no trabajan actualmente (4,04). • Tener hijos No se obtuvieron efectos significativos en esta variable (p=0,144). • 220 Edad La edad sólo correlaciona significativamente (p=0,008) con la escala familiar: correlación de Pearson 0,377. A mayor edad, mayor impacto en la dimensión familiar, siendo esta relación moderada. • Número de hijos Solamente 24 mujeres tenían hijos, por lo que el tamaño muestral en esta variable es muy reducido. No se obtuvo correlación significativa entre esta variable y las cinco dimensiones evaluadas. Con el fin de obtener una representación del modo en que las mujeres perciben el impacto del programa sobre las dimensiones evaluadas, se realizó un escalamiento multidimensional por el procedimiento ALSCAL, obteniendo un índice de Stress (0. 00000) y un valor RSQ (1), que confirman un ajuste perfecto entre los datos y el modelo obtenido. La configuración obtenida en el espacio bidimensional permite identificar la dimensión 1 como Aspectos impactados por el programa. En esta dimensión, se contraponen las dimensiones en las que el impacto del programa fue significativamente mayor (familiar y social) con las dimensiones menos impactadas (personal y profesional). El género se sitúa entre ambos polos de la dimensión, como un aspecto transversal a ambos. La dimensión 2 Aspectos referidos al “ámbito relacional” contrapone los aspectos no profesionales (personal, familiar, social) con al aspecto profesional y la perspectiva de género. Figura 2. Configuración multidimensional del impacto DISCUSIÓN De los resultados obtenidos se desprende que la formación para el empleo tiene un efecto multidimensional, al afectar al modo en que las mujeres perciben los diferentes aspectos de su vida, más allá de la capacitación laboral. Este efecto, entre moderado y alto, sobre aspectos no abordados en el curso ni contemplados como objetivo formativo, avala la hipótesis formulada desde la Teoría de Género que vincula el Empowerment (empoderamiento) en un aspecto de la vida, con cambios existenciales que afectarían a todas las dimensiones vitales (Elson, 1999). En contra de lo esperado, la dimensión profesional es la menos afectada por el programa, junto a la dimensión personal y de género. Las mujeres que participaron en el curso de formación para el empleo modificaron la percepción de sus competencias profesionales (impacto moderado); pero la formación laboral, tuvo un impacto significativamente mayor en la percepción de su vida familiar, y mayor aún en la percepción de su vida social. Si tenemos en cuenta que la dimensión social evalúa la necesidad de tener y cultivar relaciones propias e independientes, el impacto alto del curso formativo sobre esta dimensión, confirma la relación entre expectativas laborales y realiza- ción de necesidades sociales. Como muestran los estudios clásicos de “Teoría de Género”, el efecto del acceso al mundo laboral no se limita a la posibilidad de obtener independencia económica, con los recursos que supone obtener ingresos propios. Más allá de la variable económica -importante en sí misma-, el acceso al mundo laboral posibilita la satisfacción de otras necesidades vitales, como la apertura a relaciones sociales propias, e independientes de las redes primarias. Si las participantes en el curso informaron, en la escala diseñada para tal fin, que el programa tuvo un efecto alto sobre la necesidad de satisfacer estas necesidades sociales -sin haber sido éste un tema abordado por el programa-, podemos atribuir este efecto a la “experiencia” de realizar el curso (con independencia del resultado para la obtención de empleo). Quedaría por determinar qué variables intervinientes en esa experiencia, y con qué peso, estarían interactuando para producir este efecto. La dimensión más impactada fue, en segundo lugar, la relacionada con la vida familiar. Al igual que en la dimensión anterior, el curso no contemplaba contenidos relacionados con esta dimensión, por lo que hemos de atribuir este cambio a un efecto indirecto, igualmente explicado por la teoría del Empowerment anteriormente referida. Los aspectos evalu221 ados en esta dimensión se referían a las necesidades de cambio en los patrones familiares, que las mujeres experimentaron tras realizar el programa. Este cambio se refiere a las funciones que asumen en la gestión de la organización familiar, y que tienen que ver con la distribución de tareas y la corresponsabilidad. Cabe reseñar que la corresponsabilidad evaluada mediante la escala incluye tanto la ejecución de tareas como la gestión de las mismas, aspecto éste que contempla aspectos relacionados con el compromiso ético del “cuidado”. La socialización femenina para el cuidado de los otros (Gilligan, 1982), es uno de los elementos que explican la sobre-responsabilización de las mujeres y la sobrecarga emocional que asumen en el intercambio afectivo (Jónasdóttir, 1993). Esta hiper-responsabilización emocional en el sistema familiar limita la disponibilidad para la implicación laboral, actuando como desventaja para la promoción profesional, frente a la mayor disponibilidad de los compañeros varones (Ramos, Sarrió, Barberá & Candela, 2002). Podría explicarse, por tanto, este impacto de la formación para el empleo sobre la dimensión familiar, como un efecto combinado de posibles variables que intervienen en la “experiencia” del programa formativo: la contemplación anticipada de mayor autonomía en caso de obtener empleo, la reflexión sobre los roles que desempeñan, el exceso de responsabilidad familiar, las barreras visualizadas para la conciliación con el compromiso familiar ante las expectativas de tener un empleo, etc. Pero esta hipótesis debería ser confirmada con nuevos datos de investigación, ya que no formó parte de este estudio. Po otro lado, el efecto sobre la dimensión familiar, correlaciona positivamente con la edad. Aunque la asociación entre estas variables puede considerarse baja (14,21%), tendría un interés práctico conocer qué variables asociadas a la edad explican esta correlación, ya que la edad en sí misma no tiene un valor explicativo. Sería pertinente por tanto, estu222 diar los efectos principales y combinados de variables generacionales sobre la percepción de la dimensión familiar (creencias, expectativas familiares, adherencia a los roles, etc.). Esto permitiría diseñar acciones específicas dirigidas a la promoción de la corresponsabilidad que facilitaría la inserción y promoción laboral, en sectores poblacionales de edades distintas. En contra de lo esperado, la dimensión menos impactada por el programa fue la dimensión profesional, junto a las dimensiones personal y de género. La configuración multidimensional del impacto, representada en la figura 2, y el ajuste perfecto de los datos al modelo representado en la figura, confirma este efecto diferenciado. La dimensión de género, evalúa la conceptualización que hacen las mujeres respecto a las causas o factores que dificultan su acceso al mercado laboral. Si bien las participantes informan de un cambio en estas percepciones, al no haber sido abordadas directamente por el programa formativo, entra dentro de lo esperado que las modificaciones sean menores, y aparezcan atravesando las demás dimensiones, tal como se desprende de los resultados del Análisis Factorial. Aunque no pueden ser generalizados por el escaso tamaño muestral para el número de ítems factorizados, muestran un efecto transversal del género, al saturar todas las dimensiones. El impacto en la dimensión de género, podría explicarse entonces como el resultado de la reflexión sobre las barreras que experimentan las mujeres en los diferentes ámbitos de la vida, más que como una comprensión de estas barreras desde la “Teoría de Género”. Desde esta hipótesis explicativa, tendría sentido el mayor efecto observado en las mujeres que viven en pareja, frente a las que viven con la familia de origen, ya que son aquéllas quienes asumen en mayor medida las cargas familiares que dificultan su inserción laboral. No se pudo estudiar el efecto de la variable “tener hijos”, ya que el porcentaje de mujeres de la muestra en esta condición fue insuficiente. Por otro lado, el impacto menor en la dimensión de género y en la dimensión personal, resulta coherente con el constructo de la “subjetividad de género” (Bonder, 1998) según el cual el autoconcepto personal se construye desde la identidad de género. Es por tanto esperable, que los efectos sobre ambas dimensiones hayan sido similares. la no modificación en la subjetividad de género. Sin embargo, la “experiencia” del programa formativo produce de forma indirecta un impacto de género, al plantear necesidades de cambio en las dimensiones social y familiar, incorporando una revisión de roles tradicionales. Respecto al impacto menor del programa sobre la dimensión profesional, en contra de lo esperado, cabe plantear diferentes hipótesis, ninguna de ellas contempladas en este estudio. Esta dimensión evalúa el cambio que produce el curso en la percepción de las competencias profesionales, orientadas a la tarea (eficacia y eficiencia) y orientadas a las relaciones (liderazgo, trabajo en grupo, etc.). Es posible que la percepción de menor cambio en las participantes, se deba a las expectativas previas, sin duda mayores que en las demás dimensiones, puesto que se trata de un curso de formación para el empleo. La percepción de cambio podría ser el resultado de la comparación entre expectativas y resultados, resultando precisamente en la dimensión profesional, menos ventajosa por las expectativas previas. En cuanto a las diferencias encontradas a favor de las mujeres que no tienen empleo frente a las que ya lo tienen, también es posible que se deba a un juicio más severo en quienes ya trabajan, motivado por la comparación entre los resultados del curso y las necesidades experimentadas en el mundo laboral; pero ésta es una hipótesis que tampoco fue contrastada en el estudio. Barberá, E. & Cala, M. J. (2008). Perspectiva de género en la psicología española. Psicothema , 20 (2), 236-242. Finalmente, a la luz de los resultados obtenidos, se puede concluir que la experiencia de pasar por un programa de formación para el empleo, produce cambios en las percepciones que tienen las mujeres sobre las diferentes dimensiones de su vida, y que la percepción de cambio es mayor en las dimensiones social y familiar. La ausencia de perspectiva de género, como contenido temático del curso, explica Cordano, M., Scherer, R. & Owen, C. L. (2002). ������������������������������ Attitudes toward women as managers: sex versus culture. Women in Management Review , 2 (17), 51-60. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Barberá, E., Ramos, A., Sarrió, M. & Candela, C. (2002). Más allá del «techo de cristal» Diversidad de género. Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales 1, 55-68. Bartram, S. (2005). What ����������������������� is wrong with current approaches to management development in relation to women in management roles? Women in Management Review, 2 (20), 107-116. 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El PDHS se fundamenta en el uso de estrategias de enseñanza- aprendizaje integradas en el currículum y en las actividades de la vida cotidiana, cuya metodología se apoya en la cooperación entre iguales para lograr el éxito en la resolución de las tareas. El estudio se ha realizado mediante un diseño de investigación pre- postest de dos grupos independientes (un grupo experimental y un grupo control). Cada grupo está formado Data de recepción: 15/11/2010 Data de aceptación: 07/06/2011 por 10 sujetos con diagnóstico de Síndrome de Asperger de características intergrupos lo más parecidas posible. El programa se ha aplicado durante 4 meses a los alumnos y alumnas del grupo experimental y los resultados obtenidos concluyen con puntuaciones diferencialmente significativas entre los dos grupos, en los cuales, los sujetos del grupo experimental se han visto favorecidos sensiblemente por la aplicación del programa. PALABRAS CLAVE: habilidades sociales y Síndrome de Asperger; agendas de planificación; scripts; integración curricular. This article present the program of development of social skills “PDHS” (Ojea, 2011), Correspondencia: E-mail: [email protected] 227 designed to facilitate social interaction and communication of people with Asperger´s Syndrome in familiar and socio-educational areas. The PDHS is bases on the use of teaching-learning strategies integrated in the curriculum and activities of daily living and whose methodology rests on the cooperation between equals to acchieve success in the resolution of the tasks. The study has been carried out by the application of a pre-postest research design to two independent grups (an experimental group and a control group). Each group is formed by 10 subjects (diagnosed with Asperger´s Syndrome) with intergoup characteristics as similar as possible the program has been applied for 4 months to the pupils of the experimentals group and the abtained results conclude with differentially signifiant data between both groups, in which the subjectis of the experimental group have been notably favoured by the application of the program this project presents the program of development of social skills. KEY WORDS: Social Kills and Asperger Syndrome; planning diary; scripts; curriculum integration. INTRODUCCIÓN Las personas con Síndrome de Asperger (en adelante SA) manifiestan patrones de comunicación caracterizados por la perseveración, el uso de detalles irrelevantes, la dominancia perceptiva de la literalidad en el discurso comprensivo, las dificultades para el inicio o mantenimiento de conversaciones, la inhabilidad para reconocer los matices sociales, así como los déficits pragmáticos en el ámbito de la codificación lingüística relativos a los componentes semánticos y procedimentales (Barry y otros, 2003; Kamps y otros, 1992; Kunce y Mesibov, 1998; Martín Borreguero, 2004; Olivar, 2002; Ozonoff, Dawson y McPartland, 2002). 228 Los estudios basados en el ámbito la psicología cognitiva han intentado convertirse en un marco teórico- práctico comprensivo eficaz para el análisis del origen de dichos déficits (Frith, 2004; Happé, 1994; Ojea, 2008). Del mismo modo, los presupuestos básicos de la Teoría de la Mente explican, con exhaustividad, las dificultades de las personas con SA para establecer adecuadamente interacciones sociales. En este sentido, los déficits derivan de la dificultad de estas de las personas con SA para realizar inferencias sociales acerca de las conductas de los otras personas, lo cual dificulta los niveles de mentalización y empatía, impidiendo la comprensión del otro y, por tanto, los sentimientos de positividad hacia éste (David, Aumann y Bewernick, 2010; Spek, Scholte y Van Berckelaer- Onnes, 2010; White, Hill y Winston, 2006). Por este motivo, las personas con SA muestran una pérdida de interés respecto a la interacción social evidente y, si bien, es cierto que ha de respetarse la preferencia de estas personas por el deseo de estar consigo mismas, es conveniente que para facilitar su desarrollo socio- personal, el diseño de los programas de enseñanza- aprendizaje se elaboren alrededor de entornos sociales que, en sí mismos, se conviertan en un vehículo o medio para satisfacer la meta u objetivo final propuesto. Pues bien, estos principios han constituido un amplio campo de estudio aplicado al diseño de programas específicos de desarrollo psicosocioeducativos que, en general, se apoyan sobre la base de técnicas didácticas tales como el modelado (Barry, 2003; Harris y Wiss, 2007; Koegel y Koegel, 2006; Ozonoff, Dawson y McPartland, 2002), el role-playing (Marriage, Gordon y Brand, 1995; Zwaigengaum, 2005), las descripciones de pasos en una situación concreta (Gray, 1998), las experiencias en vivo (Atwood, 2002; Gray, 1998; Marriage, 1995), el uso del aprendizaje cooperativo entre iguales (Atwood, 2000; González López y Kamps, 1997; Kamps y otros, 2002), o los trabajos apoyados en el área pragmática (Koegel, 2000; Koegel, Camarata, Valdez e Koegel, 1998; Koegel, Koegel, Shashan e McNerney, 1999). MÉTODO DE INVESTIGACIÓN Pero, sobre todo, han sido, aquellos programas basados en el uso planificado y altamente estructurado de scripts, los que han obtenido los éxitos significativos más destacables en el ámbito educativo del desarrollo de la interacción social y la comunicación (social) de las personas con SA (Attwood, 2002; Morrison, Sansoti y Hadley, 2009; Ojea, 2008; Ozonoff, Dawson y McPartland, 2002; Rivière, 1997; Tamarit y otros, 1990; Ventoso y Osorio, 1997). Estos trabajos consisten en una estructura de sucesos, explicitados en forma muy clara de pasos sucesivos sobre una agenda personal para llevar a cabo una acción social específica. La muestra poblacional está formada por 20 sujetos mayores de 10 años, con diagnóstico de SA, de los cuales 10 alumnos/as han conformado un grupo experimental (GE), y otros 10 sujetos, de características similares, han constituido el grupo control (GC). Para la selección de la población se ha utilizado, además del diagnóstico diferencial, el hecho de que que los alumnos y las alumnas con SA seleccionados tengan adquirida previamente la competencia lectora. Sin embargo, aunque, el proceso de enseñanza basado en el uso de scripts escritos se ha mostrado eficaz para la consecución de conductas específicas en relación con un hecho social, en general, han mostrado, igualmente, importantes limitaciones en el desarrollo de la internalización de dicho aprendizaje y, en consecuencia, se han observado también limitaciones en cuanto al proceso de generalización de las competencias trabajadas para adecuar las conductas aprendidas a otras situaciones sociales similares (Klin y Volkmar, 2000 Zalla, Sav y Leboyer, 2009). Precisamente, por este motivo, un buen número de programas actuales diseñados para el desarrollo de la capacidad de interacción social se organizan sobre la base de una estructura de enseñanza- aprendizaje, en la cual el ambiente de interacción es, intrínsecamente, el elemento fundamental de dicho proceso de enseñanza, de forma que el objetivo final solo es posible conseguirlo si se llevan a cabo las interacciones sociales implícitas en su desarrollo (Bock, 2007ab; Choi y Nieminen, 2008; Goddard, Howlin y Dritschel, 2007; Myles, Hagen y Holverstott, 2005; Wang, 1998). POBLACIÓN DISEÑO El diseño de investigación está definido por un estudio pretest - postest de dos grupos independientes. VARIABLES Las variables, las cuales han sido medidas mediante la Escala Australiana para el Síndrome de Asperger “ASAS” (Attwood, 2002), son las siguientes: 1. Habilidades sociales pretest (HS1). 2. Habilidades sociales postest (HS2). 3. Habilidades (HC1). de comunicación pretest 4. Habilidades de comunicación postest (HC2). 5. Habilidades cognitivas pretest (Cog1). 6. Habilidades cognitivas postest (Cog2). PROCEDIMIENTO El proceso de la investigación ha seguido la siguiente secuencia de desarrollo: 229 1. Pretest: se ha aplicado la Escala Australiana para el Síndrome de Asperger “ASAS” (Attwood, 2002) a ambos grupos, tanto al GE, como al GC, con el fin de hallar las puntuaciones anteriores previas a la aplicación del programa. 2. Diseño y aplicación del programa: se llevó a cabo la aplicación del programa PDHS al GE durante 4 meses. El programa ha sido aplicado por los profesores/as de pedagogía terapéutica y/o las familias de los estudiantes con SA, con la supervisión de un miembro del equipo de investigación. 3. Postest: se ha pasado nuevamente la escala ASAS a los dos grupos de población seleccionados, con el fin de obtener los datos posteriores a la aplicación del PDHS. 4. Análisis de los datos: finalmente, se han obtenido los datos comparativos pre y postest intergrupos, mediante las pruebas no paramétricas U de Mann- Whitney y W de Wilcoxon. ESTRUCTURA DEL PROGRAMA El PDHS (Ojea, 2011) está distribuido en 35 actividades representativas de diferentes contextos y situaciones sociales, las cuales están, a su vez, agrupadas en cuatro bloques: 1º Bloque: tareas planificadas (actividades 1-10). 2º Bloque: tareas de autoplanificación (actividades 11-20). 3º Bloque: tareas de anticipación (actividades 21-25). 4º Bloque: tareas de interpretación (actividades 26-35) 230 El primer bloque presenta las reglas y los scripts debidamente elaborados en las secuencias temporales. El alumno/a los anota en su agenda y los pone en práctica en las diferentes situaciones. En el segundo bloque se introduce al alumno/a en la capacidad de autoplanificar sus propios scripts, con la supervisión del profesor/a, de acuerdo con las exigencias de la tarea. El tercer bloque tiene como objetivo desarrollar la competencia de anticipación ante determinadas situaciones, al mismo tiempo que se mantienen los procesos de planificación y autoplanificación anteriores. El cuarto bloque profundiza en la capacidad de mentalismo, así como en los conceptos de la Teoría de la Mente, mediante tareas de representación teatral y de role- play. Este grupo de actividades, al contrario que los anteriores, se incluyen en medio de la aplicación de los tres bloques anteriores, siendo aconsejable que entre cada serie de dos actividades se intercale una actividad correspondiente al bloque de interpretación. Por su parte, las actividades que se corresponden con los bloques 1º, 2º y 3º están compuestas por siete fases bien bien diferenciadas: 1ª Fase: “introducción a la actividad”, en la cual se indican los objetivos específicos, los contenidos (conocimientos) necesarios para conseguir los objetivos de la tarea, así como la metodología utilizada (ve figura 1). 2ª Fase: “aprendizajes previos”. En esta fase, se señalan los diferentes contenidos que son necesarios para llevar a cabo la actividad, así como se concreta el proceso metodológico (ver figura 2). Figura 1. Introducción a la actividad. Fuente: elaboración propia, a partir del PDHS (Ojea, 2011). 231 Figura 2. Aprendizajes previos. Fuente: elaboración propia, a partir del PDHS (Ojea, 2011). 3ª Fase: “percepción (input)”, que constituye la aproximación perceptiva global al estímulo representativo de la situación social correspondiente (ver figura 3). Figura 3. Input: estímulo inicial. Fuente: elaboración propia, a partir del PDHS (Ojea, 2011). 232 4ª Fase: “comprensión del estímulo”, el cual implica la descomposición del estímulo global anterior indicado en la fase 3 en sus partes (coherencia central débil), con la finalidad de facilitar la comprensión del mismo a partir de los detalles que lo conforman y, de este modo, acceder a la codificación (integración cognoscitiva) y, progresivamente, facilitar la comprensión global (gestalt) (ver figura 4). Figura 4. Comprensión del estímulo. Fuente: elaboración propia, a partir del PDHS (Ojea, 2011). 233 5º Fase: “resolución de problemas”, en la que el alumno/a se enfrenta a diferentes alternativas de conducta. Su tarea consiste en se- leccionar la que considere correcta de entre las diferentes propuestas indicadas (ver figura 5). Figura 5. Resolución de problemas Fuente: elaboración propia, a partir del PDHS (Ojea, 2011). 234 6ª Fase: “toma de decisiones”. Este paso implica el desarrollo de la capacidad de elegir una acción en base al interés que tiene ésta (motivo), ya que la elección de una u otra alternativa permite contrastarla con sus posibles consecuencias funcionales (ver figura 6). Figura 6. Toma de decisiones. Fuente: elaboración propia, a partir del PDHS (Ojea, 2011). 235 7ª Fase: “estructuración y temporalización de scripts/reglas”. Finalmente, el proceso de aprendizaje ya permite la planificación y/o autoplanificación de los pasos o scripts, en la cual el alumno/a se enfrenta a la ejecución de la acción mediante dichos indicadores (ver figura 7). Figura 7. Planificación/ autoplanificación de scripts. Fuente: elaboración propia, a partir del PDHS (Ojea, 2011). 236 Las actividades del cuarto bloque se configuran en base a la representación escénica y la acción de sus personajes, en la cual los alum- nos/as ha de interpretar y ponerse en el lugar del otro de acuerdo con la técnica de role- playing (ver figura 8). Figura 8. Role- playing. Fuente: elaboración propia, a partir del PDHS (Ojea, 2011). 237 RESULTADOS En primer lugar, es necesario señalar que la fiabilidad de la escala utilizada, realizada mediante la prueba Alfa de Cronbach, muestra una puntuación de ,88, lo que justifica la consistencia interna de ésta. Ya en la tabla 1 pueden observarse los datos descriptivos generales obtenidos en las diferentes variables estudiadas. Tabla 1. estadísticos descriptivos. (N= 20; GE= 10; GC= 10) N HS1 HS2 HC1 HC2 Cog1 Cog2 Grupo Media Desviación típica Mínimo Máximo 20 36,65 9,64 20,00 55,00 20 29,30 10,66 12,00 52,00 20 21,85 7,35 10,00 34,00 20 16,95 6,77 6,00 29,00 20 20,55 6,41 8,00 32,00 20 16,75 5,97 5,00 29,00 20 ,50 ,512 ,00 1,00 Asimismo, los resultados comparativos antes y después de la aplicación del programa, obtenidos a partir de la prueba U de Mann- Whitney, así como el estadístico W de Wilcoxon, son los siguientes (ver tabla 2). Tabla 2. estadísticos de contraste (b). U de Mann-Whitney W de Wilcoxon Z Sig. asintót. (bilateral) Sig. exacta [2*(Sig. unilateral)] HS1 44,50 HS2 23,50 HC1 40,00 HC2 22,00 Cog1 49,50 Cog2 31,00 99,50 78,50 95,00 77,00 104,50 86,00 -,41 -2,00 -,75 -2,12 -,03 -1,44 ,67 ,04 ,44 ,03 ,97 ,15 ,68(a) ,04(a) ,48(a) ,03(a) ,97(a) ,16(a) a No corregidos para los empates. b Variable de agrupación: Grupo. En efecto, la interpretación de los datos, permiten deducir que mientras las puntuaciones del pretest no son diferencialmente significativas entre los dos grupos en relación con ninguna de las variables estudiadas, los resultados del postest permiten observar, al contrario, datos claramente diferenciados. Así, en la variable de habilidades sociales “HS2” 238 se obtienen diferencias significativas entre el GE y el GC (sig. bilateral: ,04), al igual que en la variable de comunicación “HC2” (sig. bilateral: ,03). Por el contrario, no ocurre lo mismo con la variable cognición “Cog2” (sig. bilateral: ,15), la cual no presenta diferencias importantes entre el grupo experimental y el grupo control. La bondad del programa se justifica, no obstante, por los datos hallados en las variables del ámbito relacional, ya que tanto en las puntuaciones que hacen referencia al subtest de habilidades sociales de la escala ASAS, como al subtest de la variable comunicación de esta misma escala, los sujetos que conforman el grupo experimental han mejorado sensiblemente en relación con sus iguales del grupo control y que, en efecto, la definición de ambas variables ha constituido el objetivo básico del diseño inicial del PDHS. 1) la capacidad de resolución de problemas. CONCLUSIONES Pero, sobre todo, lo más importante, es que el PDHS se fusiona e integra en el currículum mismo, así como en las actividades de la vida cotidiana, funcional y significativamente, de forma que la relación social no es el objetivo final, sino el medio necesario para que el objetivo propuesto, relativo a cualquier actividad de que se trate, pueda obtener el éxito individual esperado, solo si el medio (la interacción social) se lleva a cabo, pues de dicha ejecución depende la consecución final de la tarea. Sin lugar a dudas, los déficits sociales constituyen uno de los aspectos básicos del diagnóstico diferencial de las personas con SA (APA, 2000; Harris y Weiss, 2007; Zwaigenbaum y otros, 2005). Dichos déficits se manifiestan en una variedad de áreas, cuyas características se observan en las dificultades de estas personas respecto a la capacidad de atención conjunta, la disminución en los niveles del contacto visual con el interlocutor y las restricciones en el ámbito afectivo personal e interpersonal. Por este motivo, precisamente, los trabajos para el desarrollo de la conducta social en las personas con SA han conformado un amplio campo de investigación educativa, y los cuales muestran su efectividad en el ámbito del funcionamiento social y comunicativo de la población objetivo de esta investigación (Attwood, 1998; De la Iglesia y Olivar, 2008; Gray, 1998; 2000; Howlin, 1998; Koegel, Vernon y Koegel, 2009; Kunce y Mesibov, 1998; Lovaas, 1987; Prizant y otros, 2006; Yoder y Stone, 2006). En este mismo sentido, el PDHS indicado aporta nuevos caminos para el desarrollo de las capacidades de interacción y de comunicación sociales, caracterizado, entre otras, por las siguientes características: 2) La capacidad de toma de decisiones. 3) La integración cognoscitiva de la estructura de planificación. 4) La colaboración y la cooperación durante la realización de las tareas. 5) La capacidad de planificación y autoplanificación de las estructuras conductuales (scripts). Así, el programa se define en términos de integración de los procesos cognoscitivos, perceptivos y sociales, siendo ambos elementos interdependientes durante la realización de la actividad, convirtiendo a la interacción social en una necesidad (motivo) para el éxito de la acción. Cuando las personas con SA comprenden la importancia de esta necesidad, entonces el desarrollo de la estructura funcional de los escripts o pasos sucesivos de conducta se hacen comprensibles semánticamente y, en consecuencia, se permite el desarrollo de la interiorización del aprendizaje realizado y, consiguientemente, una mayor generalización del aprendizaje elaborado a nuevas situaciones similares. BIBLIOGRAFÍA American Psychiatric Association (2000). Diagnostic and statistical manual of men239 tal disorders. Washington, DC: Author, text revision. Frith, U. (2004). Autismo. Hacia una explicación del enigma. Madrid: Alianza. Attwood, T. (1998). Asperger´s syndrome: a guide for parents and professionals. London: Jessica Kingsley. Goddard, L.; Howlin, P., y Dritschel, B. (2007). Autobiographical memory and social problem solving in Asperger Syndrome. Journal of Early and Intensive Behaviour Intervention, 2 (37), 291-300. Attwood, T. (2000). 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Face as novas características e funcionalidades multimídia, a radiofonia online passou a ser utilizada em novos espaços de atuação, principalmente, na Educação. A partir desse cenário, alguns estudiosos afirmam que a rádio web não se trata de uma rádio, mas de uma ferramenta da Web 2.0. Outros acreditam na inovação da mídia como um canal de informações colaborativo que elimina as distâncias geográficas, produzindo novos gêneros e novas formas de interação. E muitos concordam que seu futuro é a integração nas plataformas de e-learning. Sobre essas argumentações, em voga no cenário acadêmico internacional, surge a necessidade de compreendermos as bases que fundamentam um discurso coletivo e suas identidades híbridas. Elegemos, assim, como Data de recepción: 27/06/2011 Data de aceptación: 12/07/2011 estudo de caso, a comunidade acadêmica espanhola, pelo pioneirismo europeu em radiofonia online e sua integração na educação. Como resultado, obtivemos, através da análise do discurso, uma amostra sustentada por ideologias que são influenciadas por fatores históricos e sociais. Sob o prisma de um estudo descritivo e interpretativo; potencialidades, possibilidades e desafios são destacados para a rádio web e sua vertente educativa, amplamente contributivos quando absorvidos como fonte de consulta e pesquisa. PALAVRAS-CHAVE: Análise do discurso, Rádio Web, Educação, Comunicação. ABSTRACT The inclusion of Internet radio resized the way how listeners access to program content. Due to the new features and multimedia capabilities, the online radio began to be used in new areas of activity, especially, in education. From this scenario, some scholars Correspondencia: E-mail: [email protected] 243 argue that web radio is not a radio but a tool of Web 2.0. Others believe in media innovation as a channel for collaborative information that eliminates the geographical distance, producing new genres and new forms of interaction. And many agree that their future is to integrate the e-learning platforms. On these arguments, in vogue in the international academic scene, arises the need for us understand the foundations that support a collective discourse and their hybrid identities. We chose, therefore, as a case study, the spanish academic community, for there pioneering online radio in Europe and its integration in education. As a result, we obtained, through discourse analysis, a sample supported by ideologies that are influenced by historical and social factors. Through the prism of a descriptive study and interpretive; potentialities, possibilities and challenges are highlighted for the web radio and its educational component, contributing extensively when absorbed as a source of consultation and research. KEY-WORDS: Analysis of Discourse, Web Radio, Education, Communication, INTRODUÇÃO Os meios de comunicação de massa que sobreviveram ao processo de convergência transformaram-se em novas media, incorporando recursos interativos, flexibilidade, colaboração síncrona e assíncrona, proporcionando o surgimento de um novo tipo de consumidor e produtor de informações e serviços (McQuail, 2010). Por conseguinte, o processo de “Mediamorphosis” modificou as diferentes plataformas de comunicação, conforme teoriza Fidler (1997). A rádio web, nomeadamente, proporciona uma nova dinâmica de trabalho suportada por recursos interativos e que permite a transmissão da informação de forma rápida e por diferentes vias, estimulando, ainda, a partilha de conteúdos com o público, que passa a colaborar e intervir ativamente na programação em tempo real. Sendo um 244 fenômeno em emergência contemporânea, mas já consolidado na Espanha, analisamos, sob a lógica da análise do discurso, o pensamento da comunidade acadêmica sobre a rádio web e sua possibilidade de utilização como uma interface de apoio didático. Os estudos sobre a análise do discurso tiveram início nos anos 50 com a obra “Discourse Analises” do linguísta e matemático norte americano Zellig Sabbettai Harris, em 1952, embora se tenha limitado a transferir e aplicar procedimentos de análise de unidades da língua aos enunciados sem significação sócio-histórica de produção (Karnopp & Gedrat, 2006). Posteriormente, em contrapartida aos estudos de Harris, a literatura francesa de Michel Pêcheux e Michel Foucault constituíram a análise do discurso através de construções ideológicas presentes na escrita e na fala, considerando seu contexto sóciohistórico.Essa convergência teórica de pensamentos surge a partir fragmentação filosófica do marxismo, em que se deve analisar “o todo” e não apenas o aspecto socioeconômico da sociedade. Foucault (2005) afirma que o discurso é um fenômeno de construção social coletivo e, para a sua análise, deve ser considerado o contexto histórico-social. Por isso, o discurso reflete uma visão de mundo determinada, vinculada ao pensamento de seu autor e à sociedade em que está inserido. Pêcheux (2002), por sua vez, afirma que o discurso é definido como efeito de sentidos entre interlocutores como um objeto históricosocial no qual a linguística está pressuposta, ou seja, a linguagem demonstra uma expressão histórica da realidade social. Baseada nas reflexões desses autores, Orlandi (2003a, p.63) conclui que “o discurso é definido não como um emissor de informação, mas como efeito de sentido entre locutores”. Considera-se, então, que o que se diz não resulta apenas da intenção de um indivíduo em informar outro, mas da relação de sentidos estabelecida por eles num ambiente histórico e de construção social não individualizado. Retomando os estudos de Fisher sobre Foucault (2001, p.203) descobrimos ainda que “se, ao demarcar uma formação discursiva, revelamos algo dos enunciados, quando descrevemos enunciados procedemos à individualização de uma formação discursiva”. Assim, “a análise do enunciado e da formação discursiva são estabelecidas correlativamente” (Foucault, 1986, p.135). Sobre a linguagem, Fairclough (2001) esclarece que podemos contrastar as formas de lexicalização dos sentidos com as formas de lexicalização desses mesmos sentidos em outros tipos de textos e verificar a perspectiva interpretativa por trás dessa lexicalização. Assim, norteamos nossa investigação sobre a rádio web à luz da análise do discurso de vários acadêmicos espanhóis. MÉTODO Dentro de duas grandes linhas literárias de análise do discurso (A Escola Americana e a Escola Européia), optamos pela perspectiva ideológica da linha francesa como método para perceber os discursos dos acadêmicos espanhóis. Mas por qual motivo? Do lado da Escola Americana está à tendência de uma declinação linguísticopragmática(empiricista) da análise de discurso com um sujeito intencional e, do lado europeu (francês), a tendência (materialista) que desterritorializa a noção de língua e de sujeito (afetado pelo inconsciente e constituído pela ideologia) na sua relação com discurso, em cuja análise não se procede pelo isomorfismo, e que articula a linguística com fatores históricos e sociais (Orlandi, 2003b). A partir de um contexto estabelecido em uma determinada realidade, compreender o discurso é passar da funcionalidade, é descobrir como a língua pode estar acumulando ou traçando significados de outrem, da intenção de outrem, e tentar delinear comparativamente o discurso com outros significados que não aqueles do seu enunciador (Gregolin, 2001), onde as palavras, a sintaxe e a semântica do texto são os objetos de estudo do investigador. Daí a importância de um elemento fundamental com que a análise do discurso trabalha - o da formação ideológica (Brandão, 2004). Ademais, é importante ressaltar que a análise do discurso não é uma metodologia, mas uma disciplina de interpretação fundada pela intersecção de epistemologias distintas, pertencentes a áreas da lingüística, do materialismo histórico e da psicanálise (Coregnato & Mutti, 2006). Essa intersecção se estabeleceu da seguinte forma: da linguística deslocou-se a noção de fala para discurso; do materialismo histórico emergiu a Teoria da Ideologia; e finalmente, da psicanálise veio a noção de inconsciente do sujeito (Ibdem). O objetivo desta análise é oferecer elementos para uma discussão teórica, observando o discurso de docentes, especialistas e educomunicadores espanhóis sobre o rádio na Internet e sua contribuição para o campo educacional, fundamentado pela literatura francesa na análise dos discursos. Conhecendo suas percepções, afirmações e prospecções futuras, pudemos traçar perfis de pensamento comum e divergente através de posições ideológicas presentes no discurso. No âmbito geral, este estudo se justifica à medida que propomos analisar discursos de profissionais que estão ligados direto ou indiretamente a radiofonia hertziana e online, muitos dos quais reconhecidos mundialmente em suas respectivas áreas de trabalho e investigação. Tal como teoriza Foucault, citado em Fisher (2001), é preciso ficar (ou tentar ficar) no nível de existência das palavras, das coisas ditas, do pensamento. Isso significa que é preciso trabalhar arduamente com o próprio discurso, deixando-o aparecer naturalmente na complexidade que lhe é peculiar. Mas, por outro lado, “o discurso ultrapassa a simples referência a coisas, existe para além da mera utilização de letras, palavras e frases, não pode ser entendido como um fenômeno de mera “expressão” de algo: apresenta regularidades intrínsecas a si mesmo, através das quais é 245 possível definir uma rede conceitual que lhe é própria” (idem, p.200). Foram realizadas entrevistas semiestruturadas com 14 acadêmicos de 12 instituições de ensino de diferentes regiões da Espanha (Universitat Pompeu Fabra – Universitat Autònoma de Barcelona – Universidad Nacional de Educación a Distancia – Universidad de Extremadura – Universidad de Vigo – Universidad del País Vasco – Universidad San Pablo – Fundación Radio ECCA – Universidad Católica San Antonio – Universidad de Huelva – Universidad Complutense de Madrid – Universidad de Sevilla), no período de 15 de Março a 15 de Junho de 2010 através do registro de falas, utilizando-se um gravador digital para armazenar as informações e fazer a transcrição daquela na íntegra. Também foram recebidos e-mails com as respostas da entrevista, seja como complemento informativo adicional ou quando impossibilitado o contato presencial. Após a gravação e conclusão das entrevistas, decorreu a análise dos discursos baseada em 5 categorias como critério para exploração comparativa e distintiva entre as opiniões obtidas, apoiando-se nas seguintes questões: 1) Qual a importância da rádio web dirigida a educação online? 2) É possível que a rádio web seja utilizada no ensino formal? 3) É possível que a rádio web seja integrada as plataformas de e-learning? 4) A rádio web é uma rádio ou uma ferramenta da web 2.0? 5) Qual o futuro da rádio web e da rádio web educativa? Dentro de cada categoria mostraramse os principais aspectos identificados nas entrevistas, tomando por base a fala de cada sujeito; sendo uma palavra ou frase extraída do discurso para exemplificar o aspecto comum ou divergente apontado entre os 246 entrevistados, inferindo uma expressão que as representem. Por fim, realizou-se um processo de conclusão das análises, com o intuito de compreendermos o pensamento coletivo desta comunidade sobre a rádio web e sua vertente educomunicativa, e que influenciam diretamente na produção de seus próprios discursos dentro e fora das salas de aula. De acordo com (Coregnato & Mutti, 2006, p.682), na análise do discurso não é necessário analisar tudo que aparece na entrevista, pois se trata de uma análise vertical e não horizontal. “O importante é captar a marca linguística e relacioná-la ao contexto sóciohistórico”. Todavia, não intencionamos destacar nesse estudo o que é certo ou errado, mas uma abordagem empírico-descritiva em busca de uma reflexibilidade discursiva entre os acadêmicos inquiridos. RESULTADOS A análise do discurso foi realizada conforme a ordem das categorias estabelecidas nas entrevistas, seguida de uma conclusão parcial dos resultados, e em cada questão abordada apresentamos conceitos introdutórios, com o objetivo de proporcionar uma melhor compreensão das opiniões expressas em cada discurso. Portanto, o “corpus” desta análise é constituído pela seguinte formulação: Ideologia + linguagem + história. A ideologia é entendida como o posicionamento do sujeito quando se filia a um discurso, ou seja, o sistema de pensamentos e ideias que constitui a representação linguistica; a linguagem, como a materialidade do texto; e a história, como representação do contexto histórico do discurso (Coregnato & Mutti, 2006). CATEGORIA 1 - QUAL A IMPORTÂNCIA DA RÁDIO WEB DIRIGIDA A EDUCAÇÃO ONLINE? Constatamos, através da análise do discurso, que há a presença de posições convergentes quanto as potencialidades do rádio na Internet enquanto tecnologia inovadora para o ensino-aprendizagem, sendo este um “canal de informações” democrático, síncrono, assíncrono e colaborativo que “elimina as distâncias geográficas entre os alunos” e que pode ser utilizado como uma interface polivalente de “apoio as aulas”, no sentido de se “produzir programas educativos multidisciplinares”. Em menor instância, observamos algumas posições discordantes em relação às suas potencialidades educativas, como um recurso “limitado, pouco desenvolvido e explorado” e de “reduzida importância para a educação online”. Por sinal, o termo “educação online” é praticamente ausente nos discursos analisados. Verificamos, ainda, que a concepção de rádio na Internet está fortemente atrelada ao rádio analógico (tradicional), prevalecendo um pensamento coletivo hertziano quanto a sua vertente educativa. Posições compreensivas, face as poucas investigações que são realizadas na Espanha sobre a utilização da rádio web na educação, ao contrário do formato hertziano, onde é possível encontrar um grande acervo de trabalhos científicos. Historicamente, o rádio exerceu um papel decisivo durante o período ditatorial do General Franscisco Franco (1939-1975), como um veículo que informava, incentivava as greves e manifestações populares contra o regime e denunciava os abusos cometidos nos campos de concentração franquistas, principalmente, em Madrid e na Região da Catalunha. Nesse período, uma violenta censura reprimia as tradições populares e a cultura dos liberais (até poemas eram considerados subversivos), além do rígido controle aos meios de comunicação de massa, transformando-os num instrumento de propaganda política e ideológica. A solução encontrada pelos dissidentes era o envio de sinais de rádio através de emissoras localizadas fora do território espanhol ou por meio de equipamentos móveis (também conhecidos como rádios de guerra). Como forma de camuflar a repressão e obter o carisma da população, a ditadura permitia as transmissões de jogos de futebol, radionovelas e programas educativos. Desde então, a radiofonia hertziana permanece ativa e com forte influência junto a opinião pública espanhola, despertando interesse entre jovens e adultos, tanto como ouvintes quanto na formação escolar, acadêmica e carreira profissional. Por isso, se justifica a ideologia discursiva dos acadêmicos. CATEGORIA 2 - É POSSÍVEL QUE A RÁDIO WEB SEJA UTILIZADA NO ENSINO FORMAL? Nesta categoria, as opiniões são diversificadas e consensuais quanto à utilização da rádio web no ensino formal, com exceção de dois discursos (com aspectos condicionantes), orientados por uma linha de raciocínio escolar e não universitário. A ideologia dominante, que se filia inconscientemente ao pensamento desses acadêmicos, vincula a rádio web a rádio escola, de maneira que o conjunto de ideias e argumentos materializados nos parágrafos não contempla uma visão macro de sua utilização no ensino formal. Portanto, existe uma “quase” padronização discursiva com sentidos historicamente constituídos voltados prioritariamente ao público jovem. Como mencionado, a perspectiva dominante nas falas refere-se aos contributos que a rádio web pode proporcionar a comunidade escolar no sentido dos alunos “produzirem e editarem seus próprios conteúdos educativos”, e acederem as matérias vistas em sala de aula de forma “assíncrona (fora de suas fronteiras)”, a qualquer hora e em “qualquer lugar, através de um banco de dados” online (radioteca). Esse processo acaba por “despertar a imaginação, melhorar a expressão oral e a capacidade de criação dos alunos”, num ambiente colaborativo e de “auto-aprendizagem”. Para os professores, representa o “desenvolvimento de atividades formativas” intra e extra-escolares, com a possibilidade de explorar didaticamente a realização de 247 programas educomunicativos em “áudio, vídeo e texto”, como uma interface de “apoio ao ensino aprendizagem”. Adicionase o fato que a “competência comunicativa, linguistica e audiovisual” são características “valorizadas na formação dos currículos atuais”, principalmente, quando integradas a “plataformas ou campus online”. Entre os discursos divergentes, o “podcast”, com uma das interfaces da rádio web é sugerido “como um recurso suplementar aos novos planos de estudo, onde os alunos poderiam armazenar e descarregar seus áudios” e vídeos. Diante de tantas possibilidades, se” as características de ensino-aprendizagem orientarem-se no sentido de incorporar a rádio web no ensino formal, tornar-se-á uma opção muito interessante para a Educação”. Partindo do silogismo de que todo momento histórico-social determina o logos cultural de uma sociedade que influencia na cognição, senciência, consciência, imaginação, formação de conceitos e comportamento dos indivíduos, acreditamos que a próxima geração de acadêmicos espanhóis vivenciará a popularização e institucionalização da rádio web no ensino superior como uma tecnologia educativa a serviço do ensino e da aprendizagem. Realidade esta, que já se faz presente em algumas de suas 25 rádios universitárias com participação ativa da comunidade acadêmica, tanto na realização de atividades educomunicativas extra-classe (fora dos espaços e horários escolares e no âmbito do ensino não formal) quanto para o cumprimento de créditos escolares obrigatórios. Para o docente, o ensino formal requer tempo, local específico, organização de vários tipos (inclusive a curricular), regulamentos e sistematização sequencial das atividades, mas no ensino “não formal” existe flexibilidade para desenvolver e explorar novas ações educacionais, colaborando, inclusive, para a construção da identidade coletiva do grupo em que inserido (Glória Gohn, 2006). Não obstante, a rádio web tem um longo caminho a percorrer, objetivando romper com 248 o paradigma hertziano do consciente coletivo e, evolutivamente, receber reconhecimento, credibilidade, estabilidade e identidade própria na Espanha, assim como ocorreu com a rádio escola nos anos 60. CATEGORIA 3 - É POSSÍVEL QUE A RÁDIO WEB SEJA UTILIZADA INTEGRADA AS PLATAFORMAS DE E-LEARNING? A semiótica dos discursos proferidos nos faculta um consenso absoluto, uníssono e sem divergências, articulado em opiniões semelhantes, mas com posições condicionantes em relação a integração do rádio as plataformas de e-learning. Deste modo, verificámos quatro pontos referenciais que são a base argumentativa desses discursos: a) É plenamente possível integrar a rádio web a uma plataforma de e-learning, “mas depende da estrutura de funcionamento da plataforma e de suas ferramentas interativas”; b) A plataforma precisa ter a capacidade de transmitir informações sincrona e assincronamente, com possibilidade de armazenar arquivos em áudio, vídeo, texto e imagem em seu ambiente virtual. “Para tanto, é necessário conscientizar os docentes de sua importância, pois nem todos estariam dispostos a utilizar essa integração multimidiática como um recurso adicional para as atividades educativas”; c) A rádio web integrada a uma plataforma de e-learning dinamiza a comunicação entre docentes e discentes, e pode ser um meio de ensino eficiente e interativo, “desde de que se tenha critérios pedagogicos adequados a temática”; d) Essa integração é a evolução e o futuro do rádio na Web, “mas é necessário avaliar se terá utilizadores suficientes para que funcione e se financie”. É fato que o sucesso e a continuidade temporal dessa integração depende da estrutura de funcionamento da plataforma em sincronia com interfaces multimídia, estimulando a participação do público nos programas e a interatividade com a emissora. Na Espanha, a Radio UNED ilustra essa realidade. Inserida num ambiente virtual de aprendizagem desde 1997, trabalha em sistema colaborativo com outras mídias, possibilitando aos docentes a produção, armazenamento e distribuição de conteúdos audiovisuais. Estes recebem treinamento, suporte técnico e informático no Centro de Diseño y Producción de Medios Audiovisuales da Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), com o objetivo de facilitar a utilização da rádio web como um importante recurso didático a serviço da comunidade acadêmica. A Radio ECCA é outro modelo espanhol de integração do rádio a uma plataforma de e-learning. Com uma metodologia própria de ensino, desenvolveu critérios pedagógicos adequados a realidade social em que está inserida, baseada em programas de gênero educativo-cultural (cursos e aulas) - informativo (palestras, debates) “e prestação de serviços (orientação vocacional). Comprovadamente eficaz no processo de ensino-aprendizagem presencial e online, recebe inúmeros incentivos do Governo Espanhol, ONGs, organismos internacionais e de vários países, ajudando a formar milhões de pessoas anualmente. De acordo com essa realidade e de outras tantas em curso no mundo, seguramente, podemos afirmar que a integração do rádio nas plataformas de e-learning é o futuro da radiofonia escolar. Porém, o desafio condicionante dessas plataformas é criar metodologias e critérios pedagógicos específicos conforme a população alvo. No caso das rádios universitárias, mesclar gêneros e serviços com ações educativas - desenvolver um design gráfico agradável visualmente, simples de navegar - e estimular a interatividade do público na emissora através de recursos multimídia (sinergicamente relacionados aos programas). Essas perspectivas possibilitam a perpetuação da Radio-Learning enquanto tecnologia educativa e o envolvimento participante da comunidade acadêmica. CATEGORIA 4 - A RÁDIO WEB É UMA RÁDIO OU UMA FERRAMENTA DA WEB 2.0? Estamos diante de formações discursivas antagônicas nesta categoria, dialogicamente semelhantes e divididas em quatro linhas de pensamento: a) A primeira, afirma que a rádio web é o rádio com emissões na Internet; b) A segunda, entende que é rádio e uma ferramenta da Web 2.0 (ambas as coisas); c) A terceira, acredita que é uma ferramenta da Web 2.0; d) A quarta, conclui que, por enquanto, é rádio, mas no futuro próximo será uma importante ferramenta da Web 2.0. Consequentemente, as opiniões revelamnos uma “quase” padronização discursiva (alinhamento conceitual) entre os tópicos, que se fundamentam e relacionam sob os mesmos aspectos e perspectivas. Os discursos traduzem fielmente o panorama radiofônico na Espanha desde finais dos anos 90, quando as emissoras passaram a emitir sua programação em sincronia da antena para a Web (a Radio Nacional de España - Radio Galega – Radio Campus - Villaviciosa Radio, são alguns exemplos) ou apenas na Web (UNIRadio Jáen - E-UB Ràdio - Radio URJC) com o objetivo de atrair novos públicos e aumentar uma audiência em progressivo declínio. Ademais, a migração dos meios de comunicação de massa para o universo online, os avanços das novas tecnologias de comunicação e informação, e a redução de custos operacionais foram os fatores preponderantes em sua evolução para a Internet. Recentemente, importantes emissoras universitárias espanholas encerraram suas atividades em estruturas físicas por conta do cenário de crise financeira internacional, passando a transmitir a programação exclusivamente na Internet. Esse é um dos motivos que influenciaram a segunda formação discursiva, pois, para muitos, o rádio na 249 Internet perde algumas de suas características tradicionais (como as transmissões em direto) e passa a exercer as mesmas funcionalidades de uma ferramenta da web 2.0 (reflexões influenciadas por questões histórico-sociais, tendo em vista que é plenamente possível realizar essas transmissões na Internet). Outros, centrados no pensamento hertziano, defendem que a rádio web é mais uma interface da Web 2.0. Mas a maioria acredita que a rádio web é a evolução do rádio na Internet, assim como ocorreu como outras mídias, esclarecendo, ainda, que pode ser uma rádio convencional com transmissões na Web. Em contrapartida ao elo coesivo dos discursos, novas questões geram incertezas quanto ao futuro do rádio na Internet, ameaçando, inclusive, sua relação em outros espaços de atuação. CATEGORIA 5 - QUAL O FUTURO DA RÁDIO WEB E DA RÁDIO WEB EDUCATIVA? A quinta categoria se caracteriza pela diversidade e heterogeneidade de opiniões e argumentos justificativos, acompanhado de uma retrospectiva discursiva sobre todas as categorias anteriormente observadas, tanto em posições convergentes, quanto discordantes. No centro dessas reflexões, residem prospecções futuras para a radiofonia online e sua aplicabilidade na educação, incluindo um rico material teórico sob o tema. De afirmações a incertezas, hipóteses pairam sobre o futuro da rádio web e da rádio web educativa. Porém, no cômpito das discussões, identificamos elementos singulares que regem o tempo presente das rádios escolares e universitárias na Espanha: (a) apoio institucional; (b) qualificação técnica especializada; (c) integração de conteúdos audiovisuais; (d) conscientização do uso da mídia como uma interface de apoio didático; (e) espaço de informação, entretenimento e educação; (f) sincronia entre as emissões hertzianas e online; (g) adaptação da plataforma radiofônica aos objetivos educacionais; (h) complementação do rádio tradicional; (i) reconhecimento e introdução nos currículos oficiais; (j) integração as 250 plataformas de e-learning (Radio-Learning); (k) desenvolvimento de metodologias de ensino para a rádio web. Desenvolvendo de forma breve estes tópicos: - O apoio institucional é fundamental para que seja a rádio web seja introduzida no ambiente escolar/universitário, bem como a qualificação técnica de docentes e tutores na utilização dos recursos tecnológicos da plataforma para fins educomunicativos. A Radio UNED põe em prática esse princípio, estabelecendo um programa de formação contínua para as pessoas que estejam direto ou indiretamente relacionadas com a rádio. - A integração de conteúdos audiovisuais através de interfaces multimídia é uma das principais particularidades da rádio web, baseado na sincronização do áudio, vídeo e imagem. Aplicados no processo educativo, podem servir como um laboratório online de aulas práticas em qualquer área do conhecimento, como ocorria na EU-B Ràdio. - Conscientizar o corpo docente da instituição de ensino sobre as potencialidades do rádio na Internet, ajuda no processo de aceitação da mídia como uma interface complementar e de apoio às aulas. Regulamente, são realizados palestras, debates e seminários na Universitat Autònoma de Barcelona (através da Publiradio) sobre os contributos educomunicativos do rádio no ensino superior. - A plataforma radiofônica deve se configurar como um espaço de informação, entretenimento e educação, não restringindo-se as atividades presenciais na instituição de ensino. Assim como a E-UB Ràdio, a Radio UMH incentiva a participação da comunidade acadêmica da Universidad Miguel Hernández em atividades extraclasse, fora dos horários escolares; - No que tange a sincronia entre as emissões hertzianas e online, os acadêmicos inqueridos defendem essa extensão (característica sublimar entre as categorias). Na Espanha (com poucas exceções) as rádios universitárias emitem sincronamente em ambos os formatos; - Em contexto global, as plataformas radiofônicas têm sido adaptadas aos objetivos educacionais da emissora (seja comercial, escolar, universitária.) incorporando recursos tecnológicos que possam ser utilizados no processo de ensino-aprendizagem online, por vezes, como um complemento das atividades desenvolvidas no rádio tradicional. A COMRàdio (na Região da Catalunha) faz parte dessa realidade, com o programa Digues COM; - Face a expansão das plataformas de rádio nas instituições de ensino, tornar-se-á necessário reconhecer a rádio web no currículo escolar e acadêmico enquanto tecnologia educativa. Os discentes da Universidad de Navarra, por exemplo, realizam várias atividades na plataforma da Radio Universidad de Navarra que são reconhecidas para o cumprimento de créditos escolares obrigatórios; - A integração do rádio nas plataformas de e-learning é a tendência futura mais evidente da radiofonia online. Nesse sentido, em Espanha, a Radio ECCA e a Radio UNED foram pioneiras em desenvolver metodologias de ensino através da linguagem radiofônica. O mesmo não se observa em outras plataformas universitárias no país, onde as atividades educomunicativas são desenvolvidas com sucesso, mas carecem de metodologia de ensino. A análise dos discursos sobre o futuro da rádio web e da rádio web educativa revela-nos racionalidade e simetria com o contexto radiofônico mundial, mesmo os elementos sendo idealizados no tempo futuro com foco na realidade espanhola. São fatores condicionantes, que se efetivados promovem as boas práticas e garantem o sucesso do projeto, independente do país ou realidade em que esteja inserido. CONCLUSÕES Prioritariamente, a rádio web é aceite no universo acadêmico espanhol como uma extensão das emissões hertzianas, bem como uma ferramenta da Web 2.0 que incorpora elementos audiovisuais e recursos multimidiáticos em sua plataforma online. Diante das muitas possibilidades de trabalho na educação, torna-se um eficiente canal interativo de informações que elimina as distâncias geográficas entre docentes e discentes, podendo ser utilizada como uma interface polivalente de apoio as aulas no sentido de produzir programas educativos multidisciplinares em qualquer área do conhecimento. Entre outras atividades, dinamiza a comunicação na comunidade acadêmica/escolar e serve como um laboratório virtual para práticas educomunicativas e de auto-aprendizagem. Os docentes passam a contar com um espaço amplamente interativo que oferece informação, entretenimento, educação e cultura em tempo real, com possibilidade de explorar didaticamente conteúdos em áudio, vídeo, texto e imagem. E os discentes ganham uma tecnologia educativa inovadora, que incentiva a pesquisa, a leitura, a escrita, melhora a expressão oral, estimula a imaginação e o compartilhamento de ideias. Contudo, alguns acadêmicos acreditam que seja uma interface limitada, pouco desenvolvida e explorada no âmbito educativo, e até questionam se de fato se trata de uma rádio. Sobre este debate, o Professor Armand Balsebre, da Universitat Autònoma de Barcelona, esclarece que é “rádio desde que seja possível ouvir os programas, a matéria básica, fundamental, tem que ter som. Escutar música através do rádio, é escutar 251 rádio”. O acadêmico português Pedro Portela corrobora este pensamento, quando afirma que, independente do canal de transmissão, seja na Web ou no Hertz, estaremos perante rádio sempre que haja uma transmissão contínua e em direto de um sinal sonoro, cujo presente produza efeitos no tempo da vida real do ouvinte (Portela, 2011). Por isso, a rádio web nada mais é do que a transmissão do rádio na Internet, como afirma outros discursos. Quanto à integração do rádio as plataformas de e-learning, os acadêmicos concordam conjuntamente que este é o futuro da rádio web, mas apontam aspectos condicionantes, que vão desde a capacidade de transmissão, armazenamento e distribuição de conteúdos, a criação de critérios pedagógicos e metodológicos adequados ao processo de ensino-aprendizagem. Observamos, ainda, discursos que destacam as competências comunicativa, linguística e audiovisual como as mais valorizadas nos currículos atuais, e que norteiam práticas pedagógicas. Por fim, a partir desse trabalho, conhecemos posicionamentos acadêmicos de um país historicamente ligado ao universo radiofônico, adquirindo novos conhecimentos sobre a rádio web e sua vertente educativa. AGRADECIMENTOS Fundação para a Ciência e a Tecnologia (FCT). REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS Brandão, H. (2004). Introdução à Análise do discurso. Campinas: Editora da Unicamp. Coregnato, R., Multti, R. (2006). Pesquisa qualitativa: Análise de discurso versus análise de conteúdo. Texto Contexto Enferm, Florianópolis, Out-Dez; 15(4), pp. 679-684. Fidler, R. (1997). Mediamorphosis: Understand new media. Thousand Oaks: Pine Forge Press. Glória Gohn, M. (2006). Educação nãoformal, participação da sociedade civil 252 e estruturas colegiadas nas escolas. Rio de Janeiro: Revista Ensaio - Avaliação e Políticas Públicas em Educação, vol. 14, nº 50, pp. 11-25. Karnopp, L., Gedrat, D. (2006). Análise do discurso: A exterioridade da linguagem. In Flores, O. (Org.) (2006). 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Comunicar, 13, Vol.XVII, Revista Científica de Educomunicación, 107-114. Portela, P. (2011). Rádio na internet em Portugal : Abertura à participação num meio em mudança. Ribeirão: Húmus. NORMAS DE PUBLICACIÓN NORMAS DE PUBLICACIÓN DE LA REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE PSICOLOXIA E EDUCACION Línea Editorial La Revista Gallego-Portuguesa de Psicoloxgía y Educación se rige por principios de calidad científica, relevancia de los textos que publica y abertura a la pluralidad de perspectivas y áreas en el campo de la Educación, de la Psicología y de la Psicopedagogía. En el sentido de fortalecer la comunidad científica en que se integra, la Revista Gallego-Portuguesa de Psicoloxgía y Educación acepta trabajos de carácter empírico, en gallego, español, portugués, inglés o francés, que estén realizados con rigor metodológico y que supongan una contribución al desarrollo de cualquier ámbito de la Educación y de la Psicología. También se aceptan trabajos de naturaleza teórica, con preferencia para aquellos que se comprometan con cuestiones críticas de la investigación y discutan planteamientos polémicos. Por lo demás, la interdisciplinaridad es un objetivo de la revista. Los trabajos serán inéditos, no admitiéndose aquellos que hayan sido publicados total o parcialmente, ni los que están en proceso de publicación o hayan sido presentados a otra revista para su valoración. Forma y preparación de los manuscritos 1. Los trabajos, elaborados en formato Word (tamaño 12 y fuente tipo Times New Roman), tendrán una extensión máxima de 7.000 palabras (incluyendo título, resumen, referencias, figuras, tablas, apéndices e ilustraciones), estarán escritos a doble espacio y numeración en la parte superior derecha. La preparación de los manuscritos ha de atenerse a las normas de publicación de la APA (Publication Manual of the American Psychological Association, 5ª edición, 2001). 2. En la primera página se incluirá el título del artículo (en la lengua original y en inglés, máximo 12 palabras), los nombres de todos los autores, la institución a la que pertenecen y la dirección del autor (incluyendo el correo electrónico) con el que se mantendrá la correspondencia. A continuación, en hojas separadas, debe ser enviado un resumen del artículo en la lengua original, en inglés y en español o portugués, no superior a 200 palabras, seguido, de máximo, cuatro palabrasclave. A lo largo del texto debe ser omitido cualquier información que pueda revelar la identidad de los autores. 3. Las figuras y tablas se incluirán al final del manuscrito, una en cada página y numeradas correlativamente (numeración árabe). Su ubicación aproximada debe ser indicada entre paréntesis en el propio texto; por ejemplo: (Insertar la Tabla 1 aproximadamente aquí). De acuerdo con las normas de la APA la numeración y los títulos de las Tablas se colocan encima de las respectivas Tablas. Por el contrario, la numeración y los títulos de las Figuras deben colocarse por debajo de las respectivas Figuras. 4. Las notas deben ser numeradas correlativamente e incluidas al final del texto. 5. Los agradecimientos deben ser breves y aparecer como primera nota. 6. Las citas bibliográficas a lo largo del texto deben se indicadas de las siguientes formas: a) Apellido del autor y año de publicación (ambos entre paréntesis y separados por una coma). Ejemplo: (Bandura, 1994). b) Nombre del autor, seguido del año entre paréntesis. Ejemplo: “Como Sternberg (2006) señaló…”. c) Si se trata de dos autores siempre se citan ambos. Ejemplo: “Como sugieren Campos y PérezFabello (2006)…” o (Campos & Pérez-Fabello, 2006). 255 211 d) Cuando el trabajo tiene más de dos y menos de seis autores, se citan todos la primera vez, en las siguientes citas se pone sólo el apellido del primero seguido de “y colaboradores” (en caso de mención en el texto), o seguido de “et al.” (en caso de mención entre paréntesis), y el año, excepto que haya otro apellido igual y del mismo año, en cuyo caso se pondrá la cita completa. Para más de seis autores se cita el primero seguido de “y colaboradores” o “et al.”. En todo caso, la referencia en el listado bibliográfico debe ser completa. Cuando se citan distintos autores dentro del mismo paréntesis, se ordenan alfabéticamente. Ejemplo: “Un estudio de Pintrich y colaboradores (1997) concluye que…” o “Esta idea ha sido sugerida por varios autores (Pintrich et al., 1997). e) Para citar trabajos del mismo autor o autores, de la misma fecha, se añaden al año las letras a, b, c, hasta donde sea necesario, repitiendo el año. Ejemplo: “Como señala Bandura (1994 a, b)…”. 7. Las referencias bibliográficas irán alfabéticamente ordenadas al final y escritas en minúsculas. Sólo deben ser incluidas las publicaciones de obras referenciadas a lo largo del artículo, teniendo siempre el cuidado de poner en cursiva: (a) El título del libro u obra (en caso de capítulo de libro, debe ser puesto en cursiva el título del libro y no el título del capítulo); (b) El nombre y volumen de la Revista donde fue publicado el artículo; o (c) El título de la comunicación o presentación. A continuación, se ejemplifican referencias a un libro, capítulo de un libro, artículo de revista, comunicación en reunión científica y tesis de doctorado no publicada. Carroll, J. B. (1993). Human cognitive abilities: A survey of factor-analytic studies. New York, NY: Cambridge University Press. Snow, R. E., & Yalow, E. (1982). Education and intelligence. In R. J. Sternberg (Ed.), Handbook of human intelligence (pp. 493-585). Cambridge, MA: Cambridge University Press. Barca, A., Peralbo, M., Brenlla, J. C., & Seijas, S. (2006). Aproximación a los estilos de enseñanza del profesorado de educación secundaria obligatoria: la Escala CAPE como instrumento de evaluación. Revista Gallego-Portuguesa de Psicología y Educación, 13, 353-362. Gustafsson, J. E. (2001 July). Schooling and intelligence: Effects of track of study on level and profile of cognitive abilities. Paper presented at Educational Research Conference, Sydney, Australia. Guisande, M. A. (2004). Funcionamiento cognitivo en niños y niñas dependientes e independientes de campo de 8 a 11 años. Tesis Doctoral no publicada, Universidad de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela. En caso de dudas adicionales, los autores deben consultar el manual citado de la APA (5ª edición, 2001). 8. Los trabajos serán remitidos por correo postal en CD (formato RTF Word) y una copia impresa a la siguiente dirección: Revista Gallego-Portuguesa de Psicología y Educación, Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de a Coruña. Campus de Elviña. 15071 A Coruña (España). Su recepción se acusará de inmediato y en un plazo máximo de 120 días se contestará acerca de su revisión. Si se acepta un trabajo para su publicación los derechos de impresión y de reproducción por cualquier forma y medio son de la Revista Gallego-Portuguesa de Psicoloxgía y Educación. Las opiniones expresadas en los artículos son de responsabilidad exclusiva de los autores y no comprometen la opinión y política científica de la revista. Igualmente, las actividades descritas en los trabajos publicados estarán de acuerdo con los criterios generalmente aceptados de ética, así como, en todo lo relativo a la deontología profesional. 9. De cada artículo serán enviadas 20 separatas y un ejemplar de la revista. 256 212 NORMAS DE PUBLICACIÓN DA REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE PSICOLOXIA E EDUCACION Liña Editorial A Revista Galego-Portuguesa de Psicoloxía e Educación réxese por principios de calidade científica, relevancia dos textos que publica e apertura á pluralidade de perspectivas e áreas no campo da Educación, da Psicoloxía e da Psicopedagoxía. No senso de fortalecer a comunidade científica na que se integra, a Revista Galego-Portuguesa de Psicoloxía e Educación acepta traballos de carácter empírico en galego, español, portugués, inglés ou francés, que estean realizados con rigor metodolóxico e que supoñan unha contribución ao desenvolvemento de calquera ámbito da Educación e da Psicoloxía. Tamén se aceptan traballos de natureza teórica, con preferencia para aqueles que se comprometan con cuestións críticas da investigación e discutan aspectos polémicos. Polo demais, a interdisciplinariedade é un obxectivo da revista. Os traballos serán inéditos, non admitíndose aqueles que xa foron publicados total ou parcialmente, nin os que están en proceso de publicación ou fosen presentados a outra revista para a súa valoración. Forma e preparación dos manuscritos 1. Os traballos, elaborados en formato Word (tamaño 12 e fonte tipo Times New Roman), terán unha extensión máxima de 7.000 palabras (incluíndo título, resumo, referencias, figuras, cadros, apéndices e ilustracións), estarán escritos a dobre espazo e serán numerados na parte superior dereita. A preparación dos manuscritos debe aterse ás normas de publicación da APA (Publication Manual of the American Psychological Association, 5ª edición, 2001). 2. Na primeira páxina incluirase o título do artigo (na lingua orixinal e en inglés, máximo 12 palabras), o nome de todos os autores, a institución á que pertencen e a súa dirección (incluíndo o correo electrónico) co que se manterá a correspondencia. A continuación, en follas separadas, debe ser enviado un resumo do artigo na lingua orixinal, en inglés e en español ou portugués, non superior a 200 palabras, seguido, de máximo, catro palabras-chave. Ao longo do texto debe ser omitida calquera información que poida revelar a identidade dos autores. 3. As figuras e os cadros incluiranse ao final do manuscrito, un en cada páxina e numerados correlativamente (numeración árabe). A súa posición aproximada debe ser indicada entre parénteses no propio texto; por exemplo: (Inserir o Cadro 1 aproximadamente aquí). De acordo coas normas da APA, a numeración e os títulos dos Cadros colocaranse encima de cada un deles. Polo contrario, a numeración e os títulos das Figuras deben colocarse por debaixo delas. 4. As notas deben ser numeradas correlativamente e inseridas ao final do texto. 5. Os agradecementos deben ser breves e aparecer como primeira nota. 6. As citas bibliográficas, ao longo do texto, deben ser indicadas das seguintes formas: a) Apelido do autor e ano de publicación (ambos entre parénteses e separados por unha coma). Exemplo: (Bandura, 1994). b) Nome do autor, seguido do ano entre parénteses. Exemplo: “Como Sternberg (2006) sinalou…”. c) Se se trata de dous autores sempre se citan ambos. Exemplo: “Como suxiren Campos e PérezFabello (2006)…” ou (Campos & Pérez-Fabello, 2006). d) Cando o traballo ten máis de dous e menos de seis autores, cítanse todos a primeira vez, nas seguintes citas ponse só o apelido do primeiro seguido de “e colaboradores” (en caso de mención 257 213 no texto), ou seguido de “et al.” (en caso de mención entre parénteses), e o ano, excepto que exista outro apelido igual e do mesmo ano, en cuxo caso se poñerá a cita completa. Para máis de seis autores cítase o primeiro seguido de “e colaboradores” ou “et al.”. En todo caso, a referencia no listado bibliográfico debe ser completa. Cando se citan distintos autores dentro do mesmo paréntese, ordénanse alfabeticamente. Exemplo: “Un estudio de Pintrich e colaboradores (1997) conclúe que…” ou “Esta idea foi suxerida por varios autores (Pintrich et al., 1997). e) Para citar traballos do mesmo autor ou autores, da mesma data, engádese ao ano as letras a, b, c, ata onde sexa necesario, repetindo o ano. Exemplo: “Como sinala Bandura (1994 a, b)…”. 7. As referencias bibliográficas irán alfabeticamente ordenadas ao final e escritas en minúsculas. Só deben ser incluídas as publicacións de obras referidas ao longo do artigo, tendo sempre coidado de pór en cursiva: (a) O título do libro e obra (no caso de capítulo de libro, debe ser posto en cursiva o título do libro e non o título do capítulo); (b) O nome e volume da Revista onde foi publicado o artigo; ou (c) O título da comunicación ou presentación. A continuación, exemplifícanse referencias a un libro, capítulo dun libro, artigo de revista, comunicación en reunión científica e tese de doutoramento non publicada. Carroll, J. B. (1993). Human cognitive abilities: A survey of factor-analytic studies. New York, NY: Cambridge University Press. Snow, R. E., & Yalow, E. (1982). Education and intelligence. In R. J. Sternberg (Ed.), Handbook of human intelligence (pp. 493-585). Cambridge, MA: Cambridge University Press. Barca, A., Peralbo, M., Brenlla, J. C., & Seijas, S. (2006). Aproximación a los estilos de enseñanza del profesorado de educación secundaria obligatoria: la Escala CAPE como instrumento de evaluación. Revista Gallego-Portuguesa de Psicología y Educación, 13, 353-362. Gustafsson, J. E. (2001 July). Schooling and intelligence: Effects of track of study on level and profile of cognitive abilities. Paper presented at Educational Research Conference, Sydney, Australia. Guisande, M. A. (2004). Funcionamiento cognitivo en niños y niñas dependientes e independientes de campo de 8 a 11 años. Tesis Doctoral no publicada, Universidad de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela. En caso de dúbidas adicionais, os autores deben consultar o manual citado da APA (5ª edición, 2001). 8. Os traballos serán remitidos por correo postal en CD (formato RTF Word) e unha copia impresa ao seguinte enderezo: Revista Galego-Portuguesa de Psicoloxía e Educación, Facultade de Ciencias da Educación. Universidade da Coruña. Campus de Elviña. 15071 A Coruña (España). A súa recepción acusarase de inmediato e nun prazo máximo de 120 días contestarase con respecto á súa revisión. Se se acepta un traballo para a súa publicación, os dereitos de impresión e de reprodución, por calquera forma e medio, son da Revista Galego-Portuguesa de Psicoloxía e Educación. As opinións expresadas nos artigos son de responsabilidade exclusiva dos autores e non comprometen a opinión e política científica da revista. Igualmente, as actividades descritas nos traballos publicados estarán de acordo con os criterios xeralmente aceptados de ética, así como, en todo o relativo á deontoloxía profesional. 9. De cada artigo serán enviadas 20 separatas e un exemplar da revista. 258 214 NORMAS DE PUBLICAÇÃO DA REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE PSICOLOXIA E EDUCACION Linha Editorial A Revista Galego-Portuguesa de Psicologia e Educação rege-se por princípios de qualidade científica, relevância dos textos que publica e abertura à pluralidade de perspectivas e áreas no campo da Educação, da Psicologia e da Psicopedagogia. No sentido de fortalecer a comunidade científica em que se integra, a Revista Galego-Portuguesa de Psicologia e Educação aceita trabalhos de carácter empírico em galego, espanhol, português, inglês ou francês, que estejam realizados com rigor metodológico e que assegurem uma contribuição ao desenvolvimento de qualquer domínio da Educação e da Psicologia. Também se aceitam trabalhos de natureza teórica, com preferência por aqueles que assumam questões críticas da investigação e discutam aspectos controversos. Para além disso, a interdisciplinaridade é um objectivo da revista. Os trabalhos serão inéditos, não se admitíndo trabalhos já publicados total ou parcialmente, nem os que estejam em processo de publicação ou que tenham sido submetidos a outra revista para avaliação. Forma e preparação dos manuscritos 1. Os trabalhos, elaborados em formato Word (tamanho 12 e fonte Times New Roman), terão uma extensão máxima de 7.000 palavras (incluíndo título, resumo, referências, figuras, quadros, apêndices e ilustrações), estarão escritos a espaço duplo e serão numerados na parte superior direita. A preparação dos manuscritos deve respeitar as normas de publicação da APA (Publication Manual of the American Psychological Association, 5ª edição, 2001). 2. Na primeira página incluir-se-á o título do artigo (na lingua original e em inglês, máximo 12 palavras), o nome de todos os autores, a instituição a que pertencem e o seu endereço (incluindo o correio electrônico) com quem se manterá a correspondência. De seguida, em folhas separadas, deve ser enviado um resumo do artigo na língua original, em inglês e em espanhol ou português, não superior a 200 palavras, seguido de, no máximo, quatro palavras-chave. Ao longo do texto deve-se omitir qualquer informação que possa revelar a identidade dos autores. 3. As figuras e os quadros incluir-se-ão no final do manuscrito, um em cada página e numerados de forma separada para quadros e figuras (numeração árabe). A sua posição aproximada deve ser indicada entre parêntesis no próprio texto (por exemplo, “inserir o Quadro 1 aproximadamente aqui”). De acordo com as normas da APA, a numeração e os títulos dos Quadros colocam-se por cima de cada um deles. Pelo contrário, a numeração e os títulos das Figuras colocam-se por debaixo delas. 4. As notas devem ser numeradas correlativamente e inseridas no final do texto. 5. Os agradecimentos devem ser breves e aparecer como primeira nota. 6. As citações bibliográficas, ao longo do texto, devem ser indicadas das seguintes formas: a) Apelido do autor e ano de publicação (ambos entre parêntesis e separados por uma vírgula). Exemplo: (Bandura, 1994). b) Nome do autor, seguido do ano entre parêntesis. Exemplo: “Como Sternberg (2006) assinalou…”. c) Se se trata de dois autores devem citar-se ambos. Exemplo: “Como sugerem Campos e PérezFabello (2006)…” ou (Campos & Pérez-Fabello, 2006). d) Quando o trabalho tem mais que dois e menos de seis autores, cítam-se todos na primeira vez. Nas citações seguintes, coloca-se só o apelido do primeiro autor seguido de “e colaboradores” 259 215 (no caso de menção no texto), ou seguido de “et al.” (no caso de referência entre parêntesis), e o ano, excepto se existe outro apelido igual e do mesmo ano pois nesse caso colocar-se-á a referência completa. Para mais de seis autores cita-se o primeiro seguido de “e colaboradores” ou “et al.”. Exemplo: “Um estudo de Pintrich e colaboradores (1997) conclui que…” ou “Esta idea foi sugerida por vários autores (Pintrich et al., 1997). Em todo o caso, a referência na listagem bibliográfica deve ser completa. Quando se citam distintos autores dentro do mesmo parêntesis, ordenam-se por ordem alfabética. e) Para citar trabalhos do mesmo autor ou autores, com a mesma data, junta-se ao ano as letras a, b, c, até onde seja necessário, repetindo o ano. Exemplo: “Como assinala Bandura (1994 a, b)…”. 7. As referências bibliográficas irão ordenadas de forma alfabética no final do artigo e escritas em minúsculas. Só devem ser referenciadas as obras referidas ao longo do artigo, tendo sempre o cuidado de colocar em itálico: (a) O título do livro e a obra (no caso de capítulo de livro, deve ser posto em itálico o título do livro e não o título do capítulo); (b) O nome e volume da Revista onde foi publicado o artigo; ou (c) O título da comunicação ou apresentação. De seguida, exemplifícam-se referências a um livro, capítulo de livro, artigo de revista, comunicação em reunião científica e tese de doutoramento não publicada. Carroll, J. B. (1993). Human cognitive abilities: A survey of factor-analytic studies. New York, NY: Cambridge University Press. Snow, R. E., & Yalow, E. (1982). Education and intelligence. In R. J. Sternberg (Ed.), Handbook of human intelligence (pp. 493-585). Cambridge, MA: Cambridge University Press. Barca, A., Peralbo, M., Brenlla, J. C., & Seijas, S. (2006). Aproximación a los estilos de enseñanza del profesorado de educación secundaria obligatoria: La Escala CAPE como instrumento de evaluación. Revista Gallego-Portuguesa de Psicología y Educación, 13, 353-362. Gustafsson, J. E. (2001 July). Schooling and intelligence: Effects of track of study on level and profile of cognitive abilities. Paper presented at Educational Research Conference, Sydney, Australia. Guisande, M. A. (2004). Funcionamiento cognitivo en niños y niñas dependientes e independientes de campo de 8 a 11 años. Tesis Doctoral no publicada. Universidad de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela. Em caso de dúvidas adicionais, os autores devem consultar o manual da APA (5ª edição, 2001). 8. Os trabalhos serão enviados por correio postal em CD (formato RTF Word) e uma cópia impressa para o seguinte endereço: Revista Galego-Portuguesa de Psicologia e Educação, Facultade de Ciencias da Educación. Universidade da Coruña. Campus de Elviña. 15071 A Coruña (España). A sua recepção será acusada de imediato e num prazo máximo de 120 dias contestar-seá em relação à sua revisão. Se se aceita um trabalho para publicação, os direitos de impressão e de reprodução, por qualquer forma e meio, são da Revista Galego-Portuguesa de Psicologia e Educação. As opiniões expressas nos artigos são da responsabilidade exclusiva dos autores e não comprometem a opinião e política científica da revista. Igualmente, as actividades descritas nos trabalhos publicados devem estar de acordo com os critérios de ética e deontologia profissional geralmente assumidos. 9. De cada artigo serão enviadas 20 separatas e um exemplar da revista. 260 216 PUBLICATION NORMS GALICIAN-PORTUGUESE JOURNAL FOR THE STUDY OF PSYCHOLOGY AND EDUCATION Editorial Policy The Galician-Portuguese Journal of Psychology and Education is governed by the principles of scientific quality, the relevance of its texts and the openness shown towards the multi-perspectives and areas in the fields of Education, Psychology and Psychopedagogy. In order to strengthen the scientific community within which it operates, the Galician-Portuguese Journal of Psychology and Education accepts empirical studies in Galician, Spanish, Portuguese, English or French, which demonstrate both methodological rigour and also contribute to development in any area of Education and Psychology. Theoretical studies are also accepted, preference being given to those that address critical research questions and discuss controversial aspects. In addition, one of the journal’s objectives is interdisciplinarity. The articles should have no publishing record, there being no place either for those that have been previously published in whole or in part, or for those in the process of being published, or for those that have been submitted to another journal for evaluation. Form and preparation of manuscripts 1. The articles, in Word format (letter size 12 and font Times New Roman), should have a maximum of 7,000 words (including title, summary, references, figures, graphs, appendices and illustrations), should be written in double space and be numbered in the upper right-hand corner. The manuscripts should obey the APA publication norms (Publication Manual of the American Psychological Association, 5th edition, 2001). 2. The following should be included on the first page: title (in the original language and in English, maximum 12 words), the names of all the authors, the institution to which they belong and the address (including e-mail) of the contact. Subsequently, on separate sheets, there should be a summary of the article in the original language, in English and in Spanish or Portuguese, no longer than 200 words, followed by a maximum of four key words. Throughout the text, no references should be given which would allow identification of the authors. 3. The figures and graphs should be included at the end of the manuscript, one per page, with separate numbering for tables and figures (Arabic numbers). The approximate location should be indicated in the text in brackets (e.g. “insert Table 1 about here”). In accordance with the APA norms, the numbering and titles should be placed above each item. On the other hand, the numbering and titles of the Figures should be placed below them. 4. Notes should be correlated and inserted at the end of the text. 5. Acknowledgements should be brief and appear as the first note. 6. Bibliographic citations, throughout the text, should be indicated as follows: a) Author’s surname and year of publication (both between brackets and separated by a comma), e.g. (Bandura, 1994). b) Name of author followed by year in brackets, e.g. “As Sernberg (2006) stated …”. c) If two authors are concerned both should be cited, e.g. “As Campos and Pérez-Fabello (2006) suggest …” or (Campos & Pérez-Fabello, 2006). d) When a work has more than two but less than six authors, all should be cited when first mentioned. For subsequent citations, only the surname of the first author should be used, followed by 261 217 “and co-authors” (where mentioned in the text), or followed by “et al.” (where reference is between brackets), and the year, unless a different, identical surname and year exist, and then the full reference should be inserted. For more than six authors, cite the first followed by “and co-authors” or “et al.”. e.g. “A study by Pinitrich and co-authors (1997) concluded that …” or “This idea has been suggested by various authors (Pintrich et al., 1997). In all cases, the bibliographical reference should be complete. When different authors are cited within the same brackets, they should follow an alphabetical order). e) For citations of the same author(s), with the same year, add a, b, c, etc. to the year, repeating the year, e.g. “As Bandura states (1994 a, b) …”. 7. The bibliographical references should be ordered at the end of the article and written in lower case. Only work cited in the article should be referenced, and care should be taken to place in italics: (a) the book title (for a chapter in a book, the book title and not the chapter title should be in italics; (b) the name and volume of the Journal where the article was published; or (c) the title of the speech or presentation. References to a book, chapter of a book, article in a journal, speech in a scientific meeting and unpublished PhD thesis should appear next. Carroll, J. B. (1993). Human cognitive abilities: A survey of factor-analytic studies. New York, NY: Cambridge University Press. Snow, R. E., & Yalow, E. (1982). Education and intelligence. In R. J. Sternberg (Ed.), Handbook of human intelligence (pp. 493-585). Cambridge, MA: Cambridge University Press. Barca, A., Peralbo, M., Brenlla, J. C., & Seijas, S. (2006). Aproximación a los estilos de enseñanza del profesorado de educación secundaria obligatoria: La Escala CAPE como instrumento de evaluación. Revista Gallego-Portuguesa de Psicología y Educación, 13, 353-362. Gustafsson, J. E. (2001 July). Schooling and intelligence: Effects of track of study on level and profile of cognitive abilities. Paper presented at Educational Research Conference, Sydney, Australia. Guisande, M. A. (2004). Funcionamiento cognitivo en niños y niñas dependientes e independientes de campo de 8 a 11 años. Unpublished PhD thesis. Universidad de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela. The APA manual (5th edition, 2001) should be consulted in cases of further doubt. 8. Articles should be sent via post in CD (RTF Word format) and on paper to the following address: Revista Galego-Portuguesa de Psicologia e Educação, Facultade de Ciencias da Educación. Universidade da Coruña. Campus de Elviña. 15071 A Coruña (España). Immediate acknowledgement of receipt will be given and revision requests will be made within 120 days. If an article is accepted for publication, the publishing and reproduction rights, in whatever format and by whatever means, are held by the Revista Galego-Portuguesa de Psicologia e Educação. The opinions expressed in the articles are the exclusive responsibility of the authors and do not compromise the opinion and scientific policy of the journal. Likewise, the activities described in the articles should be in accordance with generally acknowledged professional, ethical and deontological criteria. 9. 20 off-prints of each article and one copy of the Journal will be forwarded. 262 218 REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN Galician-Portuguese Journal for the Study of Psychology and Education A Revista Galego-Portuguesa de Psicoloxía e Educación ten como un obxectivo prioritario o de proporcionar a análise, debate, enriquecemento e intercambio teórico-conceptual, metodolóxico-técnico e, básicamente aplicado, de traballos relevantes, de carácter teórico/conceptual e de investigación, relacionados cos ámbitos da Psicoloxía e a Educación. Vai dirixida e está sempre aberta, preferentemente, aos profesionais da Psicoloxía e da Educación, tanto dende unha perspectiva académica como aplicada e funcional para todos os profesionais relacionados cos eidos psicoeducativos. A estructura da Revista integra diferentes Seccións que recollen traballos de tipo teórico e de ensaio (Sección Estudios), traballos de carácter empírico (Sección Investigación), traballos relacionados con anovación e experiencias psicoeducativas (Sección de Experiencias Psicoeducativas), Recensións e Documentación (Libros recibidos, novidades editoriais, novos instrumentos de avaliación/intervención psicoeducativa...). A Revista Galego-Portuguesa de Psicoloxía e Educación esixe todos os criterios internacionais tanto na recepción dos traballos orixinais, como no proceso de avaliación externa e normas de publicación. A REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE PSICOLOXIA E EDUCACION (ISSN-1138-1663), Revista da Universidade da Coruña e da Universidade do Minho (Braga-Portugal) está indexada nas seguintes Bases de Datos: a) ISOC-CINDOC/CSIC (Indice de Ciencias Sociales del Centro Nacional de Documentación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas/CSIC); b) PSYCLIT/PSYCINFO/PSYCHOLOGICAL ABSTRACTS (Indice de Revistas da American Psychological Association/USA); c) LATINDEX (Sistema Regional de Información en línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal); d) IN-RECS (Indice de Revistas Españolas de Ciencias Sociales); e) no Catálogo/Directorio REBIUN (Red de Bibliotecas Universitarias), el directorio Dialnet; e na Base de Datos QUALIS (Brasil). A periocidade da Revista Galego-Portuguesa de Psicoloxía e Educación é Semestral 263 219 REVISORES EXTERNOS DA REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE PSICOLOXIA E EDUCACION (ANOS 2010 e 2011), AGRADÉCESELLES A SÚA ESPECIAL COLABORACIÓN: LEANDRO S. ALMEIDA (Universidade do Minho, Braga, Portugal) BENTO DUARTE DA SILVA (Universidade do Minho, Braga, Portugal) M. ADELINA GUISANDE (Universidad de Santiago de Compostela) ANA MARIA SILVA (Universidade do Minho, Braga, Portugal) NEVES ARZA ARZA (Universidade da Coruña) MANOEL BAÑA CASTRO (Universidade da Coruña) SUSANA CAIRES (Universidade do Minho, Braga, Portugal) ALREDO CAMPOS GARCIA (Universidad de Santiago de Compostela) MANUEL GARCIA FERNANDEZ (Universidade da Coruña) ANTONIO LOPEZ CASTEDO (Universidad de Vigo, Campus de Ourense) JOSE LUIS MARCOS MALMIERCA (Universidade da Coruña) JESUS MIGUEL MUÑOZ CANTERO (Universidade da Coruña) JOSE CARLOS NUÑEZ PEREZ (Universidade de Oviedo) EDUARDO RODRIGUEZ MACHADO (Universidade da Coruña) JUAN CARLOS BRENLLA BLANCO (Universidade da Coruña) EDUARDO PASARO MENDEZ (Universidade da Coruña) MANUEL PERALBO UZQUIANO (Universidade da Coruña) ANA MARIA PORTO RIOBOO (Universidade da Coruña) FLORENCIO VICENTE CASTRO (Universidad de Extremadura) MANUEL OJEA RUA (Universidad de Vigo, Campus de Ourense) JOSE ESCORIZA NIETO (Universidad de Barcelona) ALFONSO BARCA LOZANO (Universidade da Coruña) ESPERANZA BAUSELA HERRERAS (UNED. Madrid) HUMBERTO MORAN FRAGA (Universidade da Coruña) PILAR GONZÁLEZ FONTAO (Universidade de Vigo) JOSÉ JESÚS GAZQUEZ LINARES (Universidad de Almería) PILAR VIEIRO IGLESIAS (Universidade da Coruña) 264 220 REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN Galician-Portuguese Journal for the Study of Psychology and Education Vol. 19 - Nos 1 - 2011 (ANO 16º) (Xullo, 2011) SECCIÓN: ESTUDIOS EN PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN Esperanza BAUSELA HERRERAS EVALUACIÓN NEUROPSICOLOGICA Y PROCESOS PSICOLÓGICOS SUPERIORES Mª José fiuza ASOREY UNA REALIDAD OLVIDADA: LA SALUD VOCAL EN EDUCACIÓN INFANTIL Y PRIMARIA María A. MUÑOZ CADAVID y María ZABALZA CERDEIRIÑA INTEGRACIÓN SOCIOLABORAL DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL: RETOS QUE AFRONTAR EN SU FORMACIÓN José ESCORIZA EVALUACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESTRATÉGICO APLICADO EN EL PROCESO DE COMPRENSIÓN DEL DISCURSO ESCRITO EXPOSITIVO SECCIÓN INVESTIGACIÓN EN PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN José DOMÍNGUEZ ALONSO, Antonio LÓPEZ CASTEDO e Enrique ÁLVAREZ ROALES VARIABLES PERSONALES, FAMILIARES, ESCOLARES Y SOCIALES RELACIONADAS CON LA CONFLICTIVIDAD EN LOS CENTROS EDUCATIVOS DE EDUCACIÓN SECUNDARIA Amparo JIMÉNEZ VIVAS y Mª de las Mercedes GARCÍA HERRERO UN INSTRUMENTO DE DIAGNÓSTICO PARA IDENTIFICAR LAS ESTRATEGIAS Y ESTILOS DE APRENDIZAJE DE LA LENGUA EXTRANJERA Pedro Miguel GOMES CORDEIRO, Ana Paula COUCEIRO FIGUEIRA e LENIAN MATOS CONSTRUÇÃO E ARQUITECTURA DO QUESTIONÁRIO DE MOTIVAÇÃO ESCOLAR (QME-PORTUGAL) José SÁNCHEZ SANTAMARÍA FLOS ESQUEMAS CIENTÍFICOS EN LA DOCENCIA UNIVERSITARIA silva CÂNDIDA e Susana CAÍRES ESTRATÉGIAS DE COPING NOS ALUNOS DO 12º ANO: ADAPTAÇÃO E VALIDAÇÃO DA VERSÃO PORTUGUESA DO ADOLESCENT - COPING ORIENTATION FOR PROBLEM EXPERIENCES Alfredo CAMPOS, Rocío GÓMEZ-JUNCAL y María José PÉREZ-FABELLO REAPRENDIZAJE INCIDENTAL MEDIANTE DIFERENTES IMÁGENES MENTALES Ana Paula L. AMBRÓSIO, Leandro S. Almeida, Joaquim MACEDO, Alexandre SANTOS & Amanda H. FRANCO PROGRAMAÇÃO DE COMPUTADORES: COMPREENDER AS DIFICULDADES DE APRENDIZAGEM DOS ALUNOS Juan Gregorio FERNÁNDEZ BUSTOS, Onofre Ricardo CONTRERAS JORDÁN, Irene GONZÁLEZ MARTÍ y Jorge ABELLÁN HERNÁNDEZ EL AUTOCONCEPTO FÍSICO EN EDUCACIÓN SECUNDARIA. DIFERENCIAS EN FUNCIÓN DEL GÉNERO Y LA EDAD Alicia PUENTE MARTÍNEZ e Carmen DELGADO ÁLVAREZ IMPACTO DE LA FORMACIÓN PARA EL EMPLEO EN LAS COMPETENCIAS AUTOPERCIBIDAS DE LAS MUJERES DESDE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO Manuel OJEA RÚA e Nuria DIÉGUEZ GARCÍA PROGRAMA DE DESARROLLO DE HABILIDADES SOCIALES “PDHS” APLICADO A ESTUDIANTES CON SÍNDROME DE ASPERGER Marcelo MENDONÇA TEIXEIRA, Bento D. SILVA e Juan José PERONA PÁEZ ANÁLISE DO DISCURSO SOBRE O RÁDIO NA INTERNET: HISTORICIDADE, IDEOLOGIAS, CONVERGÊNCIAS, DIVERGÊNCIAS E PERSPECTIVAS ENTRE ACADÊMICOS ESPANHÓIS